martes, 24 de junio de 2025

9 Santos que murieron defendiendo la doctrina del Matrimonio

   



La cultura de hoy quiere apartarse de la verdad del matrimonio. Esto no es nuevo. La naturaleza del matrimonio ha sido un punto de controversia desde hace miles de años.

De hecho, algunos de los grandes santos más venerados de la Iglesia dieron sus vidas defendiendo el matrimonio. ¿Serías capaz de hacer lo mismo?

Aquí están sus historias inspiradoras:


San Juan Bautista




Según los Evangelios, el rey Herodes se había divorciado de su esposa y tomado la mujer de su hermano. San Juan Bautista sabía que esto estaba mal y que el hecho de que Herodes estaba haciendo esto públicamente hacía el pecado aún peor. Así se enfrentó a Herodes. Él no señaló las cosas positivas acerca de su relación adúltera o trató de hacer amigos, sino que en cambio le dijo claramente:


“No te es lícito tenerla” (Mateo 14,4)


Por desgracia, en lugar de arrepentirse, Herodes hizo arrestar a Juan y lo hizo prisionero. La Escritura dice que:


“Herodes quería matar a Juan, pero tenía miedo de la gente, porque consideraban a Juan un profeta” (Mateo 14,5)


Sin embargo, cuando su hijastra pidió la cabeza de Juan en un plato durante una fiesta, Herodes consintió e hizo decapitar a Juan.




Con respecto a la santidad de Juan, Jesús mismo le felicitó y dijo que:


“Entre los nacidos de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista” (Mateo 11,11)


San Juan Fisher




y Santo Tomás Moro




Enrique VIII, rey de Inglaterra del siglo XVI, quería un hijo desesperadamente. Después de muchos años de tratar de engendrar un hijo con la reina Catalina de Aragón, decidió que quería divorciarse de ella. Por supuesto, el divorcio no se le permitió, así que trató de conseguir que su matrimonio fuese anulado por el Papa. El Papa revisó el caso y determinó que la anulación no era legítima en este caso.

San Juan Fisher, obispo inglés (que fue nombrado cardenal, no mucho antes de su ejecución), ferozmente defendía a Catalina. Él apareció en el tribunal en su nombre y declaró que, al igual que San Juan Bautista, estaba dispuesto a morir para defender la indisolubilidad del matrimonio.

Con el rey Enrique asumiendo cada vez más y más poder, Santo Tomás Moro, uno de los estadistas de mayor confianza del rey Enrique, renunció a su cargo en el gobierno. Cuando el rey se casó con Ana Bolena, él no asistió.

Luego, el rey obligó a la gente a hacer un juramento declarando que el rey Enrique era el jefe supremo de la Iglesia en Inglaterra, no el Papa. Todos los que deseaban conservar su amistad con el rey, sus puestos en el gobierno y la Iglesia, lo apoyaron. De esta forma el rey hizo llamar a Tomas Moro y le pidió hacer el juramento y reconocer públicamente la anulación del matrimonio del rey con Catalina. Él se negó a hacer ambas cosas. San Juan Fisher también se negó a tomar el juramento y fue encarcelado en la Torre de Londres.

Ambos fueron juzgados y declarados culpables de traición y decapitados públicamente. Entre sus últimas palabras estuvieron:




“Soy un buen siervo del rey, pero primero de Dios”


Papa San Nicolás Magno




Seguramente has oído hablar del Papa San León Magno y el Papa San Gregorio Magno, pero ¿has oído hablar del Papa San Nicolás Magno?

Era el siglo noveno, y el rey Lotario II de Francia quería divorciarse de su esposa y casarse con otra mujer. Él sobornó a un legado papal y consiguió un concilio de obispos locales para aprobar la anulación de su matrimonio. Cuando el Papa Nicolás se enteró de lo que había sucedido, encargó a un nuevo juicio en Roma, a la que asistieron dos arzobispos que habían permitido la anulación cuestionable. El pontífice encontró que la anulación era ilícita y depuso a los dos arzobispos.

Enfurecido, el rey Lotario II envió sus ejércitos a Roma, tomó el control de la ciudad, y exigió que el Papa reconociera la anulación. El Papa Nicolás fue confinado en la basílica de San Pedro durante dos días sin comer (pero se negó a ceder).

Finalmente, la emperatriz Engelberga del Sacro Imperio Romano convenció al rey Lotario II a abandonar la ciudad. El Papa Nicolás nunca concedió dicha anulación y pasó el resto de su vida tratando de reconciliar el rey Lotario con su verdadera esposa.


Los 5 Mártires de Georgia




Los nombres de los “mártires Georgia” aún no han sido incluidos en el canon, pero su causa de canonización está en proceso. Y tienen una historia increíble.

Pedro de Corpa, Blas de Rodríguez, Antonio de Badajóz, Fray Miguel de Añon, y Francisco de Veráscola eran frailes franciscanos que llegaron a América del Norte a finales del siglo XVI para llevar el Evangelio a los nativos americanos que vivían en lo que hoy se conoce como el estado de Georgia en EE.UU.

A pesar de que carecían de suministros y la vida era difícil, por la gracia de Dios fueron capaces de ganar algunos conversos. La enseñanza cristiana sobre el matrimonio, sin embargo, era difícil para algunos de los conversos. Así que si un hombre con más de una esposa quería convertirse, los misioneros requerirían que prometiese mantener sólo una esposa.

Un hombre hizo la promesa, fue bautizado, pero luego continuó viviendo con dos esposas. Fray Pedro de Corpa lo enfrentó con el apoyo del Padre Blas. En lugar de arrepentirse y sostener la promesa hecha en el bautismo, el hombre se fue lleno de furia y volvió con un grupo de guerra. El grupo asesinó al Padre Pedro despedazándolo con una espada, y luego capturaron al Padre Blas.

Antes de que mataran al Padre Blas, le permitieron celebrar misa por última vez, y predicó de la siguiente manera:


"Mis hijos, para mí no es difícil morir. Incluso si no me matasen, la muerte de este cuerpo es inevitable. Debemos estar preparados en todo momento, todos nosotros, para morir algún día. Pero lo que realmente me duele es que el Maligno les ha convencido para cometer esta ofensa contra su Dios y Creador. Es una fuente adicional de profundo dolor para mí que ustedes sean desconsiderados ante lo que los misioneros hemos hecho por ustedes al enseñarles el camino hacia la vida eterna y la felicidad"


Después de la misa, también fue asesinado a machetazos. En los próximos días, mataron a los otros tres misioneros.


Fuente - Texto tomado de ES.CHURCHPOP.COM:
https://es.churchpop.com/2018/06/21/8-santos-que-murieron-defendiendo-la-doctrina-del-matrimonio/

Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Día Séptimo - Junio 25 de 2025

 

  



La Señal del Cristiano


Por la señal de la Santa Cruz, + de nuestros enemigos, + líbranos, Señor Dios nuestro. + En el nombre del Padre, + y del Hijo, + y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de Contrición


Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío en que por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas, y me has de llevar a la vida eterna. Amén.


Oración Preparatoria


¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.




Rezar a continuación la oración
del día que corresponda:


Día Séptimo - Oración


Oración. ¡Oh Corazón clementísimo de Jesús!, divino propiciatorio, por el cual ofreció el Eterno Padre que oiría siempre nuestras oraciones, diciendo:


"Pídeme por el Corazón de mi amantísimo Hijo Jesús; por este Corazón te oiré, y alcanzarás cuanto me pides"


Presento sobre Vos a vuestro Eterno Padre todas mis peticiones, para conseguir el fruto que deseo. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra Vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.


Rezar Tres Padrenuestros
y tres Avemarías,
en reverencia de las

tres insignias de la Pasión
con que se mostró
el divino Corazón

a Santa Margarita de Alacoque
Rezar Oraciones Finales




Oraciones Finales


Al Padre eterno. ¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con Vos eternamente. Amén.


Hacer aquí la petición
que se desea obtener
con esta novena


Oración. ¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.


Novena tomada del Devocionario Católico:

Novena a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro - Día Octavo - Junio 25 de 2025

  



Día Octavo


Nuestra Señora del Perpetuo Socorro auxilia a sus devotos en el Purgatorio.


Muy dignas son de compasión las almas del Purgatorio, porque mucho padecen no pudiendo ayudarse a sí mismas; pero María las socorre con la más tierna misericordia. La Santísima Virgen alivia a aquellas almas tan queridas rogando por ellas, y a veces hasta desciende a aquel lugar de tormentos para consolar y confortar a sus fieles siervos; más aún, su poderosa y maternal intercesión se emplea en abreviar el tiempo de sus penas y en librarlas de aquel sufrimiento purificador.


Pedir la gracia
que se desea conseguir.
Rezar 3 Avemarías
y la oración correspondiente


Oración


¡Oh María! ¡Cuántos pecados he cometido en todo el curso de mi vida, y cuán escasa ha sido mi penitencia! ¡Oh cuán largo y cuán terrible habrá de ser para mí el Purgatorio si Vos no me otorgáis vuestro auxilio! En Vos pongo toda mi confianza. ¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro! postrado a vuestros pies os suplico me obtengáis la gracia de no caer en las más leves faltas, y la de expiar todos mis pecados en esta vida. Espero que no me negaréis esta merced.


Fuente - Texto tomado del Libro "Acudamos a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro" - Heraldos del Evangelio (Caballeros de la Virgen)