miércoles, 26 de marzo de 2025

Arzobispo Viganò: El 'sí' de Nuestra Señora en la Anunciación cambió el mundo




La Anunciación cae siempre en Cuaresma, significando que Dios obra los mayores milagros cuando el hombre se reconoce en su real condición de miseria, en su nada.


Miércoles 26 de Marzo de 2025 - 11:26 a. m. EDT


Et verbum caro factum est,
et habitavit in nobis — Jn 1,14



«El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros»: estas sencillas palabras encierran en sí mismas ese misterio inefable, gracias al cual se inició la redención para nosotros. Muchas naciones cristianas, como el Gran Ducado de Toscana o la República de Pisa, Luxemburgo, el Delfinado, Saboya, el Reino de Navarra y Hungría, calculaban el inicio del año civil no el 1 de enero, como es costumbre hoy, sino el 25 de marzo, en lo que los historiadores llaman el «Estilo de la Encarnación», que adelantó el Año Nuevo cristiano para que coincidiera con el equinoccio de primavera.


En el Museo Nacional de Capodimonte, en Nápoles, podemos admirar una pintura de Pietro Novelli (1603-1647), de Palermo, en la que la Santísima Trinidad se representa en primer plano, enviando al arcángel a la Santísima Virgen María. El Padre Eterno ofrece a Gabriel un lirio para que traiga ese símbolo de pureza a la Siempre Virgen Madre de Dios, intacta en su virginidad antes, durante y después del parto. Esta espléndida pintura nos ofrece la contemplación de la Encarnación desde una perspectiva diferente, casi única en la iconografía cristiana.


San Gabriele Arcangelo
inviato dalla Trinità alla Vergine Maria — Pietro Novelli, 1635
[Wikimedia Commons]


Habitualmente, el artista representa la Anunciación mostrando la escena del arcángel irrumpiendo en la casa de Nuestra Señora, representada mientras ella se encuentra arrodillada en oración. En las pinturas medievales, las palabras «Ave gratia plena» provienen de la boca de Gabriel, y las palabras «Ecce ancilla Domini», de la de María. Aquí, sin embargo, vemos la escena cronológicamente anterior, en la que, casi con una dinámica humana, la Augustísima Trinidad convoca a su mensajero divino, dándole instrucciones. Y la virgen se muestra pequeña y distante, casi inconsciente de lo que le espera poco después.

La fiesta de la Anunciación siempre cae durante la Cuaresma, lo que significa que Dios obra los mayores milagros cuando el hombre se reconoce en su verdadera condición de miseria, en su nada. Y cuanto más conscientes somos de nuestra total dependencia de Dios —no solo a nivel sobrenatural, sino también natural—, más se digna Él a colmarnos de su gracia y sus dones.

Ecce ancilla Domini: la más santa de las criaturas, preservada de toda mancha de pecado por un privilegio divino muy especial, se proclama sierva y se convierte en señora, reina y madre de Dios precisamente porque su humildad —y con ella la conciencia de la necesidad de recorrer con Cristo el Vía Crucis real— es la condición necesaria para que el Todopoderoso realice grandes cosas en ella. Quia respexit humilitatem ancillæ suæ: ecce enim ex hoc beatam me dicent omnes generationes — «Porque ha mirado con favor la humildad de su esclava. Desde hoy todas las generaciones me llamarán bienaventurada».

Por el contrario, en la soberbia, la criatura se alza para competir con el Creador, usurpa con arrogancia la gloria que la gracia refleja en los humildes, y reclama derechos —una blasfema dignitas infinita— que no puede reclamar y que le ameritan no solo ser repelida a la nada, sino hundida aún más. Dispersit superbos mente cordis sui, deposuit poteres de sede, et exaltavit humiles. — «Ha dispersado a los soberbios en su vanidad. Ha derribado a los poderosos de sus tronos y ha exaltado a los humildes».

Y mientras contemplamos la humildad de la Bienaventurada Virgen María y el destino de gloria y honor que la Santísima Trinidad ha establecido para Ella, no podemos dejar de contemplar la humildad del Verbo Eterno, que desciende de la gloria infinita del Cielo para encarnarse en el seno de la Virgen María, en obediencia al Padre, para expiar en favor de la humanidad los pecados que no son Suyos, para dar su vida por nosotros miserables pecadores, para restablecer el orden divino que por soberbia hemos osado violar.




Este concepto se hace explícito en algunas representaciones de la Anunciación, en las que un rayo proveniente del cielo muestra al Espíritu Santo descendiendo sobre la Virgen, seguido de un Niño Jesús sosteniendo la Cruz.

En la pintura de Pietro Novelli no vemos a la Virgen relegada, ni descuidada ni disminuida en su providencial cooperación en la obra de la redención; al contrario, vemos resaltada la humildad del Verbo, quien obedientemente acepta hacerse carne para ser víctima expiatoria por nuestros pecados y alimento: «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida» (Jn 6,54-55).

Ese cuerpo santísimo se formó en el vientre de la Virgen Madre, para que esa carne sagrada pudiera ser desgarrada en los sufrimientos de la Pasión y esa Preciosa Sangre pudiera fluir de las llagas y el costado de Cristo como la perfecta purificación de nuestros pecados. En este misterio reconocemos la compasión y corredención de la Madre de Dios —Regina Crucis— no solo en unión con la redención de su Hijo, sino incluso al haber dado a Dios, por obra del Espíritu Santo, ese cuerpo humano que lo hizo verdadero hombre y verdadero Dios; que en la unión teándrica hace de Nuestro Señor Jesucristo el único Rey y Señor por derecho divino, tanto por linaje real como por conquista. Y que, en la magnificencia propia de la Santísima Trinidad, hace de María Nuestra Señora y Nuestra Reina: Hija del Padre, Esposa del Paráclito y Madre del Verbo.

Esta realeza de Cristo y María encuentra su lugar natural en este tiempo de Cuaresma, porque no puede haber gloria de la resurrección sin pasar primero por el Gólgota. Si Nuestro Señor y Su Santísima Madre nos han dado este maravilloso ejemplo, no podemos dejar de tomarlo como modelo y prepararnos, con la ayuda de la Gracia, para aceptar las cruces que la providencia nos asigna como condición previa para nuestra recompensa eterna. Y así sea.

+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo

25 de marzo MMXXV
En Annuntiatione Beatæ Mariæ Virginis


Fuente - Texto tomado de LIFESITENEWS.COM:

Vía Crucis: Origen y Significado incluye video para rezar el Santo Vía Crucis y obtener indulgencia plenaria

   



HISTORIA


"Vía Crucis" en latín o "Camino de la Cruz". También se le llama Estaciones de la Cruz y Vía Dolorosa. Se trata de un camino de oración que busca adentrarnos en la meditación de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo en su camino al Calvario. El camino se representa con una serie de imágenes de la Pasión o "Estaciones" correspondientes a incidentes particulares que Jesús sufrió por nuestra salvación.

Las imágenes pueden ser pinturas o esculturas. Algunas representaciones son grandes obras de arte inspiradas por Dios para suscitar mayor comprensión del amor de Jesucristo y movernos a la conversión. Entre éstas se destacan las de la catedral de Antwerp en Bélgica y las del Santuario de Lourdes en Francia.

Las estaciones generalmente se colocan en intervalos en las paredes de la iglesia o en lugares reservados para la oración. Los santuarios, casas de retiros y otros lugares de oración suelen tener estaciones de la cruz en un terreno cercano. En los monasterios generalmente se encuentran en el claustro.

El uso de las Estaciones se generalizó al final del siglo XVII. Al principio el número de Estaciones variaba pero se estandarizó en las catorce arriba mencionadas.

La finalidad de las Estaciones es ayudarnos a unirnos a Nuestro Señor haciendo una peregrinación espiritual a la Tierra Santa, a los momentos mas señalados de su Pasión y muerte redentora. Pasamos de Estación en Estación meditando ciertas oraciones. Varios santos, entre ellos San Alfonso Ligorio, Doctor de la Iglesia, han escrito meditaciones para cada estación. También podemos añadir las nuestras. Es tradición, cuando las Estaciones se hacen en público, cantar una estrofa del "Stabat Mater" mientras se pasa de una estación a la otra.

La costumbre de rezar las Estaciones de la Cruz posiblemente comenzó en Jerusalén. Ciertos lugares de La Vía Dolorosa (aunque no se llamó así antes del siglo XVI), fueron reverentemente marcados desde los primeros siglos. Hacer allí las Estaciones de la Cruz se convirtió en la meta de muchos peregrinos desde la época del emperador Constantino (Siglo IV).

Según la tradición, la Santísima Virgen visitaba diariamente las Estaciones originales y el Padre de la Iglesia, San Jerónimo, nos habla ya de multitud de peregrinos de todos los países que visitaban los lugares santos en su tiempo. Sin embargo, no existe prueba de una forma fija para esta devoción en los primeros siglos.

Desde el siglo XII los peregrinos escriben sobre la "Vía Sacra", como una ruta por la que pasaban recordando la Pasión. No sabemos cuándo surgieron las Estaciones según las conocemos hoy, ni cuándo se les comenzó a conceder indulgencias pero probablemente fueron los Franciscanos los primeros en establecer el Vía Crucis, ya que a ellos se les concedió en 1342 la custodia de los lugares mas preciados de Tierra Santa. Tampoco está claro en que dirección se recorrían ya que, según parece, hasta el siglo XV muchos lo hacían comenzando en el Monte Calvario y retrocediendo hasta la casa de Pilato.


Ferraris menciona las siguientes Estaciones con indulgencias:


1) El lugar donde Jesús se encuentra con su Madre.

2) Donde Jesús habló con las mujeres de Jerusalén.

3) Donde se encontró con Simón Cirineo.

4) Donde los soldados se sortean Sus vestiduras.

5) Donde fue crucificado.

6) La casa de Pilato.

7) El Santo Sepulcro.


Muchos peregrinos no podían ir a Tierra Santa ya sea por la distancia y difíciles comunicaciones, ya sea por las invasiones de los musulmanes que por siglos dominaron esas tierras y perseguían a los cristianos. Así creció la necesidad de representar la Tierra Santa en otros lugares más asequibles e ir a ellos en peregrinación. En varios lugares de Europa se construyeron representaciones de los más importantes santuarios de Jerusalén.

En los siglos XV y XVI se erigieron Estaciones en diferentes partes de Europa. El Beato Alvarez (m. 1420), que en su regreso de Tierra Santa, construyó una serie de pequeñas capillas en el convento dominico de Córdoba, en las que se pintaron las principales escenas de la Pasión en forma de estaciones. Por la misma época, la Beata Eustochia, clarisa, construyó Estaciones similares en su convento en Messina. Hay otros ejemplos. Sin embargo, la primera vez que se conoce el uso de la palabra "Estaciones" siendo utilizada en el sentido actual del Vía Crucis se encuentra en la narración del peregrino inglés Guillermo Wey sobre sus visitas a la Tierra Santa en 1458 y en 1462. Wey ya menciona catorce estaciones, pero solo cinco de ellas corresponden a las que se usan hoy día, mientras que siete solo remotamente se refieren a la Pasión.

Por la dificultad creciente de visitar la Tierra Santa bajo dominio musulmán, las Estaciones de la Cruz y diferentes manuales para rezar en ellas se difundieron por Europa. Las Estaciones tal como las conocemos hoy fueron aparentemente influenciadas por el libro "Jerusalén sicut Christi tempore floruit" escrito por un tal Adrichomius en 1584. En este libro el Vía Crucis tiene doce estaciones y estas corresponden exactamente a nuestras primeras doce. Parece entonces que Vía Crucis, como lo conocemos hoy surge de las representaciones procedentes de Europa.

Pocas de las Estaciones en los tiempos medievales mencionan la segunda (Jesús carga con la cruz) ni la décima (Jesús es despojado de sus vestiduras). Por otro lado algunas que hoy no aparecen eran antes más comunes. Entre estas, el balcón desde donde Pilato pronunció Ecce Homo (he aquí al hombre).

En el año 1837, la Sagrada Congregación para las Indulgencias precisó que aunque no había obligación, es más apropiado que las estaciones comiencen en el lado en que se proclama el Evangelio. Pero esto puede variar según la estructura de la iglesia y la posición de las imágenes en las Estaciones. La procesión debe seguir a Cristo mas bien que encontrarse de frente con Él.

Comprendiendo la dificultad de peregrinar a la Tierra Santa, el papa Inocente XI en 1686 concedió a los franciscanos el derecho de erigir Estaciones en sus iglesias y declaró que todas las indulgencias anteriormente obtenidas por devotamente visitar los lugares de la Pasión del Señor en Tierra Santa, las podían en adelante ganar los franciscanos y otros afiliados a la orden, haciendo las Estaciones de la Cruz en sus propias iglesias según la forma acostumbrada. Inocente XII confirmó este privilegio en 1694 y Benedicto XIII en 1726 lo extendió a todos los fieles. En 1731 Clemente XII lo extendió aún más permitiendo las indulgencias en todas las iglesias, siempre que las Estaciones fueran erigidas por un padre franciscano con la sanción del ordinario (obispo local). Al mismo tiempo definitivamente fijó en catorce el número de Estaciones. Benedicto XIV en 1742 exhortó a todos los sacerdotes a enriquecer sus iglesias con el rico tesoro de las Estaciones de la Cruz. En 1857 los obispos de Inglaterra recibieron facultades de la Santa Sede, para erigir ellos mismos las Estaciones con indulgencias cuando no hubiesen franciscanos. En 1862 se quitó esta última restricción y los obispos obtuvieron permiso para erigir las Estaciones, ya sea personalmente o por delegación siempre que fuese dentro de su diócesis.


INDULGENCIAS


Las instrucciones de la Sagrada Congregación, aprobadas por el papa Clemente XII en 1731, prohiben especificar qué o cuántas indulgencias pueden ganarse con las Estaciones de la Cruz. En 1773 Clemente XIV concedió la misma indulgencia, bajo ciertas circunstancias, a los crucifijos bendecidos para el rezo de las Estaciones, para el uso de los enfermos, los que están en el mar, en prisión u otros impedidos de hacer las Estaciones en la iglesia. La condición es que sostengan el crucifijo en sus manos mientras rezan el Padrenuestro, el Ave María y el Gloria un número determinado de veces. Estos crucifijos especiales no pueden venderse, prestarse ni regalarse sin perder las indulgencias ya que son propias para personas en situaciones especiales.

Regulaciones actuales sobre las indulgencias Publicadas en el Enchiridion Indulgentiarium Normae et Concessiones, Mayo de 1986, Librería Editrice Vaticana. (Traducción del inglés por el Padre Jordi Rivero).


Se concede indulgencia plenaria a los fieles cristianos que devotamente hacen las Estaciones de la Cruz


El ejercicio devoto de las Estaciones de la Cruz ayuda a renovar nuestro recuerdo de los sufrimientos de Cristo en su camino desde el praetorium de Pilato, donde fue condenado a muerte, hasta el Monte Calvario, donde por nuestra salvación murió en la cruz.


Las normas para obtener estas indulgencias plenarias son:


1. Deben hacerse ante Estaciones de la Cruz erigidas según la ley.


2. Deben haber catorce cruces. Para ayudar en la devoción estas cruces están normalmente adjuntas a catorce imágenes o tablas representando las estaciones de Jerusalén.


3. Las Estaciones consisten en catorce piadosas lecturas con oraciones vocales. Pero para hacer estos ejercicios solo se requiere que se medite devotamente la pasión y muerte del Señor. No se requiere la meditación de cada misterio de las estaciones.


4. El movimiento de una Estación a la otra. Si no es posible a todos los presentes hacer este movimiento sin causar desorden al hacerse las Estaciones públicamente, es suficiente que la persona que lo dirige se mueva de Estación a Estación mientras los otros permanecen en su lugar.


5. Las personas que están legítimamente impedidas de satisfacer los requisitos anteriormente indicados, pueden obtener indulgencias si al menos pasan algún tiempo, por ejemplo, quince minutos en la lectura devota y la meditación de la Pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo.


6. Otros ejercicios de devoción son equivalentes a las Estaciones de la Cruz, aún en cuanto a indulgencias, si éstos nos recuerdan la Pasión y muerte del Señor y están aprobados por una autoridad competente.


7. Para otros ritos. Los patriarcas pueden establecer otros ejercicios devotos en memoria de la Pasión y muerte de nuestro Señor, en manera similar a las Estaciones de la Cruz.


Los requisitos de arriba son necesarios para obtener las indulgencias, pero siempre que se hacen las Estaciones con devoción en cualquier lugar, ya sea públicamente o en privado, se obtendrán muchas gracias. Claro que deben hacerse de corazón, con sincera intención de conversión.

Las Estaciones de la Cruz se pueden hacer con gran beneficio todo el año y son especialmente significativas durante la Cuaresma. Cada Viernes Santo, el Santo Padre dirige las Estaciones de la Cruz desde el Coliseo en Roma para recordar a los mártires y nuestro llamado a seguir sus pasos.


1. La fuente principal para los datos históricos procede del artículo de G. Cyprian Alston de la Catholic Encyclopedia, copyright © 1913 por Encyclopedia Press, Inc. Este artículo se reproduce aquí por cortesía de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.


Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:




PROMESAS DE JESÚS PARA TODOS LOS DEVOTOS DEL SANTO VÍA CRUCIS






El director espiritual de San Estanislao de Kostka, le ordenó escribir todas las promesas transmitidas por Nuestro Señor Jesucristo:


Promesas para los devotos
del Vía Crucis


1.- Yo concederé todo cuanto se me pidiere con fe, durante el rezo del Vía Crucis.


2.- Yo prometo la vida eterna a los que, de vez en cuando, se aplican a rezar el Vía Crucis.


3.- Durante la vida, yo les acompañaré en todo lugar y tendrán Mi ayuda especial en la hora de la muerte.


4.- Aunque tengan más pecados que las hojas de las hierbas que crece en los campos, y más que los granos de arena en el mar, todos serán borrados por medio de esta devoción al Vía Crucis. (Nota: Esta devoción no elimina la obligación de confesar los pecados mortales. Se debe confesar antes de recibir la Santa Comunión).


5.- Los que acostumbran rezar el Vía crucis frecuentemente, gozarán de una gloria extraordinaria en el cielo.


6.- Después de la muerte, si estos devotos llegasen al purgatorio, Yo los libraré de ese lugar de expiación, el primer martes o viernes después de morir.


7.- Yo bendeciré a estas almas cada vez que rezan el Vía Crucis; y mi bendición les acompañará en todas partes de la tierra. Después de la muerte, gozarán de esta bendición en el Cielo, por toda la eternidad.


8.- A la hora de la muerte, no permitiré que sean sujetos a la tentación del demonio. Al espíritu maligno le despojaré de todo poder sobre estas almas. Así podrán reposar tranquilamente en Mis brazos.


9.- Si rezan con verdadero amor, serán altamente premiados. Es decir, convertiré a cada una de estas almas en Copón viviente, donde me complaceré en derramar mi gracia.


10.- Fijaré la Mirada de Mis ojos sobre aquellas almas que rezan el Vía Crucis con frecuencia y Mis Manos estarán siempre abiertas para protegerlas.


11.- Así como Yo fui clavado en la cruz, igualmente estaré siempre muy unido a los que Me honran, con el rezo frecuente del Vía Crucis.


12.- Los devotos del Vía Crucis nunca se separarán de Mí porque Yo les daré la gracia de jamás cometer un pecado mortal.


13.- En la hora de la muerte, Yo les consolaré con mi presencia, e iremos juntos al cielo. La muerte será dulce para todos los que Me han honrado durante la vida con el rezo del Vía Crucis.


14.- Para estos devotos del Vía Crucis, Mi alma será un escudo de protección que siempre les prestará auxilio cuando recurran a Mí.


Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Video tomado de mi Canal de Videos en YouTube:

¿Terror y pesadilla? El demonio podría ser la causa de algunos trastornos del sueño

   



Se trata de casos en los que la atención médica no logra ayudar al paciente.

Una psicóloga clínica afirma que el demonio podría ser la causa de algunos trastornos del sueño.


ReL - 15 de septiembre de 2018


Los trastornos del sueño, que afectan a niños y adultos, han experimentado un notable incremento en la última década. Precisamente considerando su expansión y prevalencia en todos los grupos sociales, el gobierno de los Estados Unidos -en un informe de su organismo Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC)- ha calificado como una epidemia de salud pública el “no dormir lo necesario”, explica en Portaluz la periodista Ana Beatriz Becerra.

Son más de 100 los trastornos del sueño y la vigilia tales como: problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido (insomnio), problemas para mantener un horario regular de sueño (problema con el ritmo del sueño), comportamientos inusuales durante el sueño, sonambulismo o terrores nocturnos, entre otras categorías que refiere la bibliografía especializada.

Sin embargo -atendiendo a las verdades de la fe- la causa podría ser en algunos casos de origen sobrenatural. Vale decir, considerando la realidad espiritual de la existencia, en particular la acción deliberada y agresiva de los “ángeles caídos” contra los seres humanos. Al respecto abundan los testimonios en la Sagrada Escritura, biografías de santas y santos, referencias de expertos en demonología, entre otros. En esta entrevista de Portaluz con la psicóloga clínica Andrea Rincón, esta profesional colombiana de la salud propone puentes para enriquecer la comprensión de estos trastornos que afectan a millones en el mundo.


- Andrea, ¿podría explicarnos qué son los trastornos nocturnos del sueño?


- Son aquellas alteraciones del sueño que no permiten a la persona cumplir sus 8 horas continuas (promedio) de sueño, alterando cíclicamente el reposo de la persona, y generando entonces consecuencias orgánicas y psicológicas a lo largo del día.

» El más frecuente es el insomnio…: insomnio de conciliación, que es la dificultad para quedarse dormido; insomnio intermitente, que es el más difícil de llevar porque la persona en el transcurso de la noche se despierta muchas veces…; e insomnio del despertar temprano, cuando las personas pueden conciliar, pero a las tres, cuatro de la mañana se despiertan y no pueden volver a quedarse dormidas.

» También, entre otras, están las pesadillas, el sonambulismo, el trastorno del cerebro que no descansa cuando la persona sigue soñando en lo que tiene que hacer.


- ¿En su experiencia como psicóloga clínica ha conocido casos de personas cuyo trastorno nocturno del sueño sea por causas de índole espiritual más que de otro tipo?


- Sí… definitivamente. ¿Cuál sería la diferencia? En que cuando es un ataque espiritual las personas habiendo tenido los mejores tratamientos psiquiátricos, habiendo recibido la mejor terapia, su trastorno del sueño no es curado y se mantiene o apenas se minimiza… Cuando es de índole espiritual la persona aunque tenga un tratamiento seguirá padeciendo este ataque en el sueño e incluso estando despiertos la persona podría percibir que por ejemplo se le sientan en la cama, escucha sonidos… Sacerdotes con experiencia en liberación podrán entonces confirmar a la persona que eso no es un problema psicológico sino un ataque espiritual.


- Para la Iglesia Católica es real la existencia de seres espirituales, así como la acción de Satanás y sus demonios; en su labor profesional ¿ha podido constatar directamente esta acción de seres espirituales en sus pacientes?


- Sí… y es algo que se desarrolla clínicamente a través del tiempo. Uno va desarrollando esa experticia en este ámbito espiritual. Cuando llegan estos casos yo remito a los pacientes donde un sacerdote exorcista o con conocimiento de liberación, porque cuando es de tipo espiritual no habrá psicólogo que le pueda curar…

» ¿Cómo se puede constatar eso? Uno es que la persona aparece con agresiones físicas, por ejemplo se levanta golpeado, arañado; que tiene la sensación de algo que se le sube encima del pecho durante la noche y no lo deja mover; que la persona tiene sueños premonitorios, por ejemplo sueña que algo malo va a pasar y le sucede. Estas son condiciones más de tipo espiritual; o son esos terrores nocturnos que aparecen después de ciertas prácticas, como haber asistido a una fiesta de Halloween por ejemplo, después de haber practicado tabla ouija, después de haber traído varios objetos de brujería a la casa;… hay mujeres que dicen que durante mucho tiempo sienten que alguien las ha violado en el sueño y no solo sienten la parte sexual sino tienen otras sensaciones, esto es muy frecuente y no hay un tratamiento psicológico ni un medicamento para que la persona se le quite esto porque en realidad es una presencia espiritual que requiere ayuda de un sacerdote exorcista o con experiencia en liberación.


- ¿Además de remitirlos directamente hacia los sacerdotes da otras recomendaciones cuando sus pacientes padecen esto?


- Son todas las prácticas espirituales. Si son católicos recordarles que el primer exorcismo es la confesión, que ese lo pueden hacer las personas con cualquier sacerdote, pueden hacer una muy buena confesión de vida. Muchos sacerdotes después en la absolución oran diciendo a la persona… te desato de todo y de todos los pecados que has olvidado confesar. Entonces la primera liberación es la confesión, también tener la práctica religiosa de pedir ayuda espiritual, que es ir de visita al Santísimo, la conciencia de la oración, encomendarse a los arcángeles, porque muchos podemos recibir ataques espirituales y no somos conscientes de ello. La única protección que verdaderamente tenemos en el mundo clara y real es el sustento y la protección de Dios en la vida.


Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:




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