miércoles, 11 de diciembre de 2024

Oración a la Virgen de Guadalupe por San Juan Pablo II

   



ORACIÓN DE SAN JUAN PABLO II


¡Oh Virgen Inmaculada
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar
manifiestas tu clemencia y tu compasión
a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza
te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús,
único Redentor nuestro.

Madre de misericordia,
Maestra del sacrificio escondido y silencioso,
a Ti, que sales al encuentro de nosotros,
los pecadores, te consagramos en este día
todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida,
nuestros trabajos, nuestras alegrías,
nuestras enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad
a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos
y somos lo ponemos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos
y recorrer contigo el camino
de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia:
no nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas,
te pedimos por todos los obispos,
para que conduzcan a los fieles
por senderos de intensa vida cristiana,
de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies,
e intercede para que el Señor infunda
hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios,
y otorgue abundantes vocaciones
de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe
y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares
la gracia de amar y de respetar
la vida que comienza,
con el mismo amor con el que concebiste
en tu seno la vida del Hijo de Dios.
Virgen Santa María,
Madre del Amor Hermoso,
protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas,
y bendice la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión,
enséñanos a ir continuamente a Jesús y,
si caemos, ayúdanos a levantarnos,
a volver a Él, mediante la confesión
de nuestras culpas y pecados
en el sacramento de la penitencia,
que trae sosiego al alma.
Te suplicamos que nos concedas
un amor muy grande
a todos los santos sacramentos
que son como las huellas
que tu Hijo nos dejó en la tierra.

Así, Madre Santísima,
con la paz de Dios en la conciencia,
con nuestros corazones
libres de mal y de odios,
podremos llevar a todos
la verdadera alegría
y la verdadera paz,
que vienen de tu Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.


IOANNES PAULUS PP.II


México, enero de 1979



Fuente - Texto tomado de VATICAN.VA:

Virgen de Guadalupe (La Siempre Virgen Santa María de Guadalupe) - Patrona de América Latina - Fiesta Diciembre 12

 

Síntesis de las Apariciones
de la Virgen de Guadalupe
a San Juan Diego
Diciembre de 1531






Las Apariciones de Nuestra Señora, la Virgen de Guadalupe a Juan Diego, la milagrosa estampación de su Santa Imagen en el humilde ayate de su vidente y su mensaje de amor por nosotros tienen como fin principal anunciar a su amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, a los pueblos que habitaban el "nuevo mundo".




Primera Aparición
(Sábado 9 de diciembre en la madrugada)




Juan Diego oye cantos de pájaros. Le llaman por su nombre; sube a la cumbre del cerro del Tepeyac y ve a la Niña que le ordena ir ante el Obispo para pedirle un templo en el llano.


"Hijito mío el más amado: yo soy la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios..., mucho quiero tengan la bondad de construirme mi templecito... Allí estaré siempre dispuesta a escuchar su llanto, su tristeza, para purificar, para curar todas sus diferentes miserias, sus penas, sus dolores"




Segunda Aparición
(Sábado 9 de diciembre aproximadamente a las 5 de la tarde)


Juan Diego vuelve a la cumbre y da cuenta de la incredulidad del Obispo y pide que escoja otro mensajero. Pero la Virgen le confirma en su misión y le ordena insistir al día siguiente.


"Hijito mío el más pequeño: es indispensable que sea totalmente por tu intervención que se lleve a cabo mi deseo. Muchísimo te ruego y con rigor te mando, que mañana vayas otra vez a ver al Obispo. Y hazle oír muy claro mi voluntad, para que haga mi templo que le pido"


Tercera Aparición
(Domingo 10 de diciembre como a las 3 de la tarde)


Nuevamente en la cumbre, Juan Diego refiere su segunda entrevista con el Obispo. Aún no le cree y le ordena pedir a la Señora alguna señal. La Virgen ordena a Juan Diego que vuelva al cerro al día siguiente para recibir la señal que le dará.


"Así está bien, hijito mío, el más amado. Mañana de nuevo vendrás aquí para que lleves al Gran Sacerdote la prueba, la señal que te pide. Con eso enseguida te creerá, y ya para nada desconfiará de ti"


Juan Diego, no vuelve por la enfermedad de su tío Juan Bernardino.


Cuarta Aparición
(Martes 12 de diciembre muy de madrugada)




Ante la gravedad de su tío, Juan Diego sale a México para buscar un sacerdote. Rodeó el cerro para que la Virgen no lo encontrara. Pero ella sale a su encuentro; lo tranquiliza de la enfermedad de su tío:


"Te doy la plena seguridad de que ya sanó"


Lo envía a la cumbre por las rosas que serán la señal. A su regreso, la Virgen le dice:


"Hijito queridísimo: estas diferentes flores son la prueba, la señal que le llevarás al Obispo. De parte mía le dirás que por favor vea en ella mi deseo, y con eso, ejecute mi voluntad"


Quinta Aparición
(Martes 12 de diciembre muy de madrugada)


Al mismo tiempo que se aparece a Juan Diego, se aparece a Juan Bernardino, tío del vidente, en su casa le cura de sus enfermedades y le manifiesta su nombre y pide que de ahora en adelante:


"A su preciosa Imagen precisamente se le llame, se le conozca como la SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA DE GUADALUPE"


La Estampación en la Tilma
(Martes 12 de diciembre al mediodía)




En la casa del Obispo Fray Juan de Zumárraga, Juan Diego muestra las rosas que llevaba en su ayate, señal dada por la Virgen. "Desplegó su tilma, donde llevaba las flores. Y así, al tiempo que se esparcieron las diferentes flores preciosas, en ese mismo instante... apareció de improviso en el humilde ayate la venerada Imagen de la siempre Virgen María, Madre de Dios, tal como ahora tenemos la dicha de venerarla en lo que es su hogar predilecto, su templo del Tepeyac"




Imagen
Nuestra Señora de Guadalupe


Los expertos coinciden en que la Virgen de Guadalupe quiso mostrarse a los antiguos pueblos indígenas con un atuendo lleno de símbolos (a manera de códice), que los habitantes de estas tierras pudieron entender fácilmente. Para que desde nuestra visión moderna podamos comprender la profundidad del mensaje contenido en la imagen Guadalupana, es necesario conocer el significado básico de los símbolos presentes en la Santa Imagen, según estas culturas indígenas.


Algunos elementos de descripción de la Imagen de la Virgen de Guadalupe




La estatura de la Virgen en el ayate es de 1.43 centímetros y representa a una joven cuya edad aproximada es de 18 a 20 años.

Su rostro es moreno, ovalado y en actitud de profunda oración. Su semblante es dulce, fresco, amable, refleja amor y ternura, además de una gran fortaleza.

Sus manos están juntas en señal del recogimiento de la Virgen en profunda oración. La derecha es más blanca y estilizada, la izquierda es morena y más llena, podrían simbolizar la unión de dos razas distintas.

Lleva el cabello suelto, lo que entre los aztecas era señal de una mujer glorificada con un hijo en el vientre.

Está embarazada. Su gravidez se constata por la forma aumentada del abdomen, donde se destaca una mayor prominencia vertical que trasversal, corresponde a un embarazo casi en su última etapa.

La flor de cuatro pétalos o Nahui Ollin: es el símbolo principal en la imagen de la Virgen, es el máximo símbolo náhuatl y representa la presencia de Dios, la plenitud, el centro del espacio y del tiempo. En la imagen presenta a la Virgen de Guadalupe como la Madre de Dios, y marca el lugar donde se encuentra Nuestro Señor Jesús en su vientre.

El Cinto marca el embarazo de la Virgen. Se localiza arriba del vientre. Cae en dos extremos trapezoidales, que en el mundo náhuatl representaban el fin de un ciclo y el nacimiento de una nueva era. En la imagen simboliza que con Jesucristo se inicia una nueva era tanto para el viejo como para el nuevo mundo.

La Virgen está rodeada de rayos dorados que le forman un halo luminoso o aura. El mensaje transmitido es: Ella es la Madre de la Luz, del Sol, del Niño Sol, del Dios verdadero, Ella lo hace descender hacia el "centro de la luna" (México en náhuatl), para que allí nazca, alumbre y dé vida.

La Virgen de Guadalupe está de pie en medio de la luna, y no es casual que las raíces de la palabra México en náhuatl son "Metz-xic-co" que significan "en el centro de la luna". También es símbolo de fecundidad, nacimiento, vida. Marca los ciclos de la fertilidad femenina y terrestre.

Un ángel está a los pies de la Guadalupana con ademán de quien acaba de volar. Las alas son como de águila, asimétricas y muy coloridas, los tonos son parecidos a los del pájaro mexicano tzinitzcan que Juan Diego oyó cantar, anunciándole la aparición de la Virgen de Guadalupe. Sus manos sostienen el extremo izquierdo de la túnica de la Virgen y el derecho del manto.






Grandes milagros de la
Virgen de Guadalupe




Los milagros no se acabaron al plasmarse la imagen en el lienzo...


1531


Construida y aparejada la Ermita del Tepeyac, se organizó una solemne procesión para trasladar la sagrada Imagen. La calzada rebosa de gentes y por la laguna, a ambos lados, van no pocos naturales vistosamente vestidos; uno de los arqueros dispara al aire haciendo alarde, pero la flecha fue a clavarse en la garganta de un desventurado que cayó como muerto. Así lo llevaron ante la sagrada Imagen de la Virgen Nuestra Reina, le sacaron la flecha y, no sólo resucitó, sino que se le sanaron las heridas.


1554


Hubo una gran peste que se extendió rápidamente y se llevó a más de 12.000 personas. Se hizo una gran procesión, con cantos, desde el convento de Tlaltelolco hasta el Santuario suplicando su ayuda: al día siguiente comenzó a disminuir la epidemia hasta desaparecer por completo.


1555


Un hijo de D. Antonio Carvajal, figura prominente de la ciudad de México (pues fue declarado regidor perpetuo de la misma) habiéndosele desbocado el caballo y corriendo sin freno por las breñas de las sierras aldeanas al Tepeyac y pareciéndole al joven que de un momento a otro se estrellaría entre las rocas sin remedio, se encomendó entonces con toda su fe a la Virgen de Guadalupe. La Virgen (según refirió después), se apareció frente a él y la cabalgadura se prosternó mansamente ante Ella.


1629


En este año hubo lluvias tan abundantes y continuadas que se reventaron los diques, y la ciudad de México se inundó, al grado que en muchas calles el agua subió de dos a tres varas. Para atajar tamaña calamidad el arzobispo Francisco Mauro y Zúñiga determinó que el 25 de septiembre se trasladara la Imagen a la capital y que no regresara hasta que pudiera él hacerlo "a pie enjuto". En la noche quedó la Imagen en el palacio episcopal y al día siguiente se trasladó a la Catedral, en cuyo altar mayor quedó colocada. Es posible que en ese traslado se estropeara la parte inferior de la tilma. La Imagen fue restituida a su Santuario cuando bajaron las aguas.


1633


Se saca en procesión, por las calles de México, la Imagen para que erradique la llamada "tos chichimeca".


1695


Azota a la ciudad una peste, llamada de "tabardillo" en la que mueren muchos, mas al terminar una piadosa novena a la Madre de Guadalupe cesó enteramente.


1736 - 1737


En 1736 se juntan una serie de calamidades para la ciudad: una epidemia de peste de "matlazahuatl" (fiebre tifoidea), en la que perecieron más de 40.000 personas; a principios de septiembre hubo un gran temblor y por el mes de diciembre varios huracanes que los naturales llamaron "vientos de la muerte". A principios del año 1737 el arzobispo decide hacer una solemne Novena a la Virgen de Guadalupe, pero seguía desarrollándose la epidemia. Entonces, el arzobispo Virrey D. Juan Antonio Vizarrón, a petición de los concejales, nombra a Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona principal de la Nación y el 12 de diciembre como fiesta principal. El decreto fue promulgado el 23 de mayo con gran regocijo del atribulado pueblo, y la peste cesó, ya que en ese día no se reportó ningún difunto.


1751


El navío llamado "El Gavilán" de D. Juan Ruiz de Peralta naufraga en una espantosa tormenta y sólo quedan a flote los marineros, que se agarran tenazmente a unas tablas y a un mástil de la hundida nave. Invocan con gran fe a la Virgen de Guadalupe y unánimes aseguran que se les apareció en el horizonte y, al poco, se calmó el mar y una suave brisa los acercó a la tierra, salvándose todos. En agradecimiento, llevaron el mástil salvador desde las costas de Veracruz hasta el Santuario y lo colocaron frente a la Iglesia del Pocito. Fue destruido por un fuerte viento en 1916.


1791


Mientras limpiaban el marco de plata de la Imagen (con una mezcla de ácido nítrico y agua) parte cayó sobre el cuadro en el extremo superior derecho. No obstante, la acción corrosiva del ácido, el lienzo no fue destruido. Tan sólo quedó una mancha como "de agua pasada en tela de algodón o cerquillo". Nuestra Madre protegió su Imagen, como en tantas otras ocasiones lo ha hecho, del maltrato de los hombres.


1850


Se dice que, luego de un triduo en su honor, salva a la población de la ciudad de México, de la peste del cólera.


1921


El 14 de noviembre un individuo (pobre instrumento de un odio estéril que no llevó a nada), hace estallar una poderosa bomba, escondida entre unas flores, colocadas a los pies del cuadro de la Guadalupana. Milagrosamente no se destruye, ni siquiera se rompe el vidrio protector de la Sagrada Imagen, aunque sí resultan dañados el retablo de mármol, el pesado crucifijo de bronce y muchos objetos de la Basílica y casas vecinas.


1531 a Hoy


Los favores y milagros que hace son incontables y muchos de ellos no se conocen públicamente. De siempre ha sido Nuestra Señora de Guadalupe visitada por millones de enfermos (de alma y cuerpo) que buscan y encuentran en Nuestra Madre auxilio eficaz, consuelo y, muchas veces, la salud. No hay que olvidar que la Virgen dijo a Juan Diego:




"¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?
¿Y no estás bajo mi sombra?
¿No soy yo tu salud?
¿No estás por ventura en mi regazo?
¿Qué más has menester?"


Vaticano lanza oración
a la Virgen de Guadalupe
para Misa del Papa por América


Vaticano, 10 Diciembre de 2011 (ACI/EWTN Noticias)


La Pontifica Comisión para América Latina (CAL) dio a conocer una nueva oración dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe, que se estrenará el próximo 12 de diciembre cuando el Papa Benedicto XVI presida la Misa en su fiesta por la independencia de los pueblos de América Latina. Uno de los oficiales de la CAL, Padre José Tola, explicó a ACI Prensa que esta oración nace para hermanar, identificar y unir a los latinos bajo la devoción de la Virgen de Guadalupe. El Padre Tola indicó que la oración para la histórica Misa que se celebrará en la Basílica de San Pedro, que incluye en sus cantos la "Misa Criolla" del compositor Ariel Ramírez, busca "ser una forma de agradecimiento por su presencia protectora a través de los siglos".

Según mencionó el Padre Tola, la oración será distribuida no solamente a los participantes de la Misa, sino después de manera masiva y publicada en diversos medios.

El sacerdote también dijo a ACI Prensa que la oración nace de diferentes fuentes, como son las palabras de San Juan Pablo II dedicadas a la Virgen de Guadalupe, quien le otorgó el título de "la pedagoga del Evangelio de Cristo" y "Estrella de la Evangelización".

San Juan XXIII, también es fuente de inspiración en la oración, quien definió la Virgen como la "Misionera Celeste del Nuevo Mundo".

Otra de las fuentes de esta plegaria es el llamado "Nican Mopohua", el texto original de las apariciones de la Virgen Morena a San Juan Diego. Allí se puede leer lo que le dijo la Madre de Dios al indígena:


"¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?
¿No estás bajo mi sombra?
¿No estás por ventura en mi regazo?"


El sacerdote explicó que la celebración del 12 de diciembre "también es una fiesta para todos los latinoamericanos porque de alguna manera, todos los latinoamericanos, aún sin ser mexicanos somos guadalupanos". "Todos somos devotos de la Virgen de Guadalupe, y la Virgen de Guadalupe tiene una significación no sólo religiosa, sino cultural y social para todos los países de América Latina que comparten la misma lengua, el mismo pasado religioso, y en cierto modo la misma cultura", concluyó.

ACI Prensa presenta esta nueva "Oración a Nuestra Señora de Guadalupe" dada a conocer por la CAL:




"Virgen María de Guadalupe,
Madre del verdadero Dios por quien se vive.

En San Juan Diego, el más pequeño de tus hijos,
Tú dices hoy a los pueblos de América Latina:
"¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?
¿No estás bajo mi sombra?
¿No estás por ventura en mi regazo?"

Por eso nosotros con profundo agradecimiento
reconocemos a través de los siglos
todas las muestras de tu amor maternal,
tu constante auxilio, compasión y defensa
de los moradores de nuestras tierras,
de los pobres y sencillos de corazón.

Con esta certeza filial,
acudimos a ti, para pedirte,
que así como ayer vuelvas a darnos a tu Divino Hijo,
porque sólo en el encuentro con Él
se renueva la existencia personal
y se abre el camino para la edificación
de una sociedad justa y fraterna.

A ti, "Misionera Celeste del Nuevo Mundo",
que eres el rostro mestizo de América
y luminosamente manifiestas su identidad,
unidad y originalidad,
confiamos el destino de nuestros Pueblos.

A ti, Pedagoga del Evangelio de Cristo,
Estrella de la Nueva Evangelización,
consagramos la labor misionera
del Pueblo de Dios peregrino en América Latina.

¡Oh Dulce Señora!,
¡Oh Madre Nuestra!,
¡Oh siempre Virgen María!
¡Tu presencia nos hace hermanos!

Acoge con amor esta súplica de tus hijos
y bendice esta amada tierra tuya
con los dones de la reconciliación y la paz.
Amén"




La Virgen María, en su advocación de Virgen de Guadalupe, se apareció en varias ocasiones ante el converso mexicano Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el sábado 12 de diciembre de 1531 en el cerro del Tepeyac y le pidió que fuera en busca del obispo y le dijera que ella solicitaba la creación de un templo en ese lugar.

El indígena fue en busca de Fray Juan de Zumárraga para contarle de la solicitud de la Virgen, pero Fray Juan no creyó en las apariciones, pues este tipo de historias de apariciones espirituales era común, así que le pidió una prueba.

En respuesta a la petición del obispo, la Virgen pidió al indígena que, como pudiera, cortara unas Rosas de Castilla de la cumbre del cerro y se las llevara al obispo (En ese tiempo era invierno y la zona del cerro era una zona árida, no apta para el crecimiento de flores como las rosas).

El indígena obedeció y guardó las rosas dentro de su tilma o ayate. Juan Diego bajó del cerro y pidió una audiencia ante el obispo para mostrarle la prueba. Al llegar donde estaba el obispo, el indio estiró su ayate para tender las rosas sobre la mesa. Sobre el ayate aparece la imagen estilizada (claramente artística, no fotográfica) de la Virgen de Guadalupe.


El Milagro:
Las Rosas de Castilla y la
Imagen de la Virgen de Guadalupe
sobre el ayate


La prueba para el fraile no fueron solamente las rosas, sino el milagro de la pintura de la Virgen de Guadalupe sobre el ayate.

La imagen que hoy en día conocemos sería la misma que la de ese día del año 1531.


Fuente - Texto tomado de ENCUENTRA.COM:


Fuente - Texto tomado de VIRGENDEGUADALUPE.ORG.MX:


Fuente - Texto tomado de VIRGENDEGUADALUPE.ORG.MX:


Fuente - Textos tomados de ACIPRENSA.COM:


Fuente tomada de ES.WIKIPEDIA.ORG:

Santa Amalia - Mártir - Fiesta Diciembre 12

    



Fue mártir en el siglo III.

Jesús dice:


“Quiero la misericordia y no el sacrificio”


Amalia = viene de la lengua alemana. 

Es un nombre de origen germánico. Aparece en muchos calendarios en el día de hoy. Muchos mártires murieron tal día como hoy bajo la tiranía del emperador Diocleciano. De entre estos mártires había una llamada Ammonoaria, de cuyo nombre –cambiado, claro está-, viene el de AMALIAEran nombres paganos pero que, al convertirse al cristianismo, se los cambiaban.

Esta chica sufrió el martirio por haber tenido la valentía de plantarle cara al juez. Cuando éste vio la decisión de la joven, se quedó dubitativo y dándole vueltas a la cabeza. Pensaba en el origen de la fuerza que demostraban los cristianos ante él por defender su fe en el Crucificado.

Tras meditar seriamente qué tenía que hacer con la chica, mandó que le cortasen la cabeza a ella y a todas sus amigas y amigos. El juez seguía meditando en lo que había ordenado. No se le veía feliz porque, en el fondo, había actuado en contra de su conciencia. No veía nada falso ni malo en ella.


¿Cuál era su problema?




O bien moría él siendo coherente con su conciencia, o bien hacer lo que hizo. Había que obedecer las órdenes del emperador. Otros jueces –lo hemos visto ante una verdad tan clara-, se convirtieron al cristianismo. No le ocurrió igual al de Alejandría.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!


“No es prudente despertar
a un león dormido”
(Sydney Philip)


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET: