sábado, 14 de septiembre de 2024

Lectura del Santo Evangelio Según San Marcos 8, 27-35

 



27. Desde allí partió Jesús con sus discípulos por las aldeas comarcanas de Cesarea de Filipo; y en el camino les hizo esta pregunta:


"¿Quién dicen los hombres que soy Yo?"


28. Respondiéronle:


"Quién dice que Juan Bautista; quién Elías; y otros, en fin, que eres como uno de los antiguos profetas"


29. Díceles entonces:


"¿Y vosotros, quién decís que soy Yo?"


Pedro, respondiendo por todos, le dice:




"Tú eres el Cristo o Mesías"


30. Y les prohibió rigurosamente el decir ésto de Él a ninguno, hasta que fuese la ocasión de publicarlo.

31. Y comenzó a declararles cómo convenía que el Hijo del hombre padeciese mucho, y fuese desechado por los ancianos, y por los príncipes de los sacerdotes, y por los escribas, y fuese muerto, y que resucitase a los tres días.




32. Y hablaba de ésto muy claramente. Pedro entonces, tomándole aparte, comenzó a reprenderle respetuosamente.

33. Pero Jesús vuelto contra él y mirando a sus discípulos para que atendiesen bien a la corrección, reprendió ásperamente a Pedro, diciendo:


"Quítateme de delante, Satanás, porque no te saboreas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres"


34. Después, convocando al pueblo con sus discípulos, les dijo a todos:




"Si alguno quiere venir en pos de mí niéguese a sí mismo, y cargue con su cruz, y sígame.




35. Pues quien quisiere salvar su vida a costa de su fe, la perderá para siempre; mas quien perdiese su vida por amor de Mí y del Evangelio, la pondrá en salvo eternamente".


Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Oración Stabat Mater - Secuencia - Virgen María Dolorosa - Septiembre 15

 






La “Dolorosa”

-EN LATINEN ESPAÑOL
1Stabat Mater dolorosaEstaba la Madre dolorosa
-juxta crucem lacrimosa,junto a la Cruz llorosa
-dum pendebat filius.en que pendía su Hijo.
-Cuyus animam gementemSu alma gimiente,
-contristantem et dolentemcontristada y doliente
-pertransivit gladius.atravesó la espada.
2O quam tristis et afflicta¡Oh, cuán triste y afligida
-fuit illa benedictaestuvo aquella bendita
-Mater unigeniti!Madre del Unigénito!
-Quae moerebat et dolebat.Languidecía y se dolía.
-Pia Mater, cum videbatLa piadosa Madre, que veía
-Nati poenas inclitilas penas de su excelso Hijo.
3Quis est homo qui non fleret,¿Qué hombre no lloraría,
-Matrem Christi si videretsi a la Madre de Cristo viera
-In tanto supplicio?en tanto suplicio?
-Quis non posset contristari,¿Quién no se entristecería,
-Piam matrem contemplaria la Madre contemplando
-Dolentem cum filio?a su doliente Hijo?
4Pro peccatis suae gentisPor los pecados de su gente
-vidit Jesum in tormentisvio a Jesús en los tormentos
-Et flagellis subditum.y doblegado por los azotes.
-Vidit suum dulcem natumVio a su dulce Hijo
-Morientem desolatummuriendo desolado
-Dum emisit spiritum.al entregar su Espíritu.
5Eia mater, fons amoris,Ea, Madre, fuente de amor,
-Me sentire vim doloris,házme sentir tu dolor,
-Fac ut tecum lugeam.contigo quiero llorar.
-Fac ut ardeat cor meumHaz que mi corazón arda
-In amando Christum Deum,en el amor de mi Dios,
-Ut sibi complaceam.y en cumplir su voluntad.
6Sancta mater, istud agas,Santa Madre, yo te ruego,
-Crucifixi fige plagasque me traspases las llagas
-Cordi meo valide.del Crucificado en el corazón.
-Tui nati vulnerati¡De tu Hijo malherido
-Iam dignati pro me pati,que por mí tanto sufrió,
-Poenas mecum divide!reparte conmigo las penas!
7Fac me vere tecum flere,Déjame llorar contigo,
-Crucifixo condolere,condolerme por tu Hijo,
-Donec ego vixero.mientras yo esté vivo.
-Juxta crucem tecum stareJunto a la Cruz contigo estar
-et me tibi sociarey contigo asociarme
-In planctu desidero.en el llanto es mi deseo.
8Virgo virginum praeclara,Virgen de Vírgenes preclara,
-Mihi iam non sis amara,no te amargues ya conmigo,
-Fac me tecum plangere.déjame llorar contigo.
-Fac ut portem Christi mortem,Haz que llore la muerte de Cristo,
-Passionis fac sortemházme socio de su Pasión,
-Et plagas recolere.haz que me quede con sus llagas.
9Fac me plagis vulnerari,Haz que me hieran sus llagas,
-fac me cruce inebriarihaz que con la Cruz me embriague
-et cruore Filii,y con la Sangre de tu Hijo.
-Flammis ne urar succensuspara que no me queme en las llamas
-Per te virgo, sim defensus,defiéndeme tú, Virgen santa,
-in die judicii.en el día del juicio.
10Christe, cum sit hinc exire,Cuando Cristo, haya de irme,
-da per matrem me venireconcédeme que tu Madre me guíe
-ad palmam victoriae.a la palma de la victoria.
-Quando corpus morietur,Y cuando mi cuerpo muera,
-Fac ut animae doneturhaz que a mi alma se conceda
-Paradisi gloria.del Paraíso la gloria.
-AmenAmén


Fuente - Texto tomado de EC.ACIPRENSA.COM:

Nuestra Señora la Virgen de los Dolores - Fiesta Septiembre 15

  





Bajo el título de la Virgen de la Soledad o de los Dolores se venera a María en muchos lugares (15 de septiembre).


Memoria




Memoria de Nuestra Señora de los Dolores, que de pie junto a la cruz de Jesús, su Hijo, estuvo íntima y fielmente asociada a su pasión salvadora. Fue la nueva Eva, que por su admirable obediencia contribuyó a la vida, al contrario de lo que hizo la primera mujer, que por su desobediencia trajo la muerte.




Los Evangelios muestran a la Virgen Santísima presente, con inmenso amor y dolor de Madre, junto a la Cruz en el momento de la muerte redentora de su Hijo, uniéndose a sus padecimientos y mereciendo por ello el título de Corredentora. La representación pictórica e iconográfica de la Virgen Dolorosa, mueve el corazón de los creyentes a justipreciar el valor de la redención y a descubrir mejor la malicia del pecado.


Un poco de historia




La fiesta de Nuestra Señora de los Dolores se celebra el 15 de septiembre, y recordamos en ella los sufrimientos por los que pasó María a lo largo de su vida, por haber aceptado ser la Madre del Salvador. Este día se acompaña a María en su experiencia de un muy profundo dolor, el dolor de una madre que ve a su amado Hijo incomprendido, acusado, abandonado por los temerosos apóstoles, flagelado por los soldados romanos, coronado con espinas, escupido, abofeteado, caminando descalzo debajo de un madero astilloso y muy pesado hacia el monte Calvario, donde finalmente presenció la agonía de su muerte en una cruz, clavado de pies y manos.




María saca su fortaleza de la oración y de la confianza en que la Voluntad de Dios es lo mejor para nosotros, aunque nosotros no la comprendamos. Es Ella quien, con su compañía, su fortaleza y su fe, nos da fuerza en los momentos de dolor, en los sufrimientos diarios. Pidámosle la gracia de sufrir unidos a Jesucristo, en nuestro corazón, para así unir los sacrificios de nuestra vida a los de Ella y comprender que, en el dolor, somos más parecidos a Cristo y somos capaces de amarlo con mayor intensidad.


¿Qué nos enseña
la Virgen de los Dolores?




La imagen de la Virgen Dolorosa nos enseña a tener fortaleza ante los sufrimientos de la vida. Encontremos en Ella una compañía y una fuerza para dar sentido a los propios sufrimientos.


Cuida tu fe




Algunos te dirán que Dios no es bueno porque permite el dolor y el sufrimiento en las personas. El sufrimiento humano es parte de la naturaleza del hombre, es algo inevitable en la vida, y Jesús nos ha enseñado, con su propio sufrimiento, que el dolor tiene valor de salvación. Lo importante es el sentido que nosotros le demos.

Debemos ser fuertes ante el dolor y ofrecerlo a Dios por la salvación de las almas. De este modo podremos convertir el sufrimiento en sacrificio (sacrum-facere = hacer algo sagrado). Esto nos ayudará a amar más a Dios y, además, llevaremos a muchas almas al Cielo, uniendo nuestro sacrificio al de Cristo.


Siete gracias concedidas
por la Santísima Virgen María




La Santísima Virgen María manifestó a Santa Brígida, que concedía siete gracias a quienes diariamente le honrasen, considerando sus lágrimas y dolores y rezando siete Avemarías:




  1. Pondré paz en sus familias.
  2. Serán iluminados en los Divinos Misterios.
  3. Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
  4. Les daré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
  5. Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de su vida.
  6. Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte; verán el rostro de su Madre.
  7. He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores, sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.







Es la más universal de todas las advocaciones de la Virgen, pues no está vinculada a una aparición, sino que recuerda los dolores que sufrió la Madre de Jesús. Estos son:


  1. La profecía de Simeón
  2. La huida de Egipto
  3. El Niño Jesús perdido en el templo
  4. El encuentro de Jesús y María camino al Calvario
  5. La Crucifixión
  6. El Cuerpo de Jesús es bajado de la Cruz
  7. El entierro de Jesús


La devoción de los dolores de María es fuente de Gracias porque llega a lo profundo del corazón de Cristo. La Iglesia nos exhorta a entregarnos sin reserva al amor de María y llevar con paciencia nuestra cruz acompañados de la Madre Dolorosa.




La liturgia de la celebración de los Dolores de la Virgen es de origen Alemán. En 1423 el arzobispo de Colonia, Teodorico de Neurs la instituye para reparar las burlas que los herejes hacían a las imágenes de la Virgen Dolorosa, y en 1727 el Papa Benedicto XIII la propagó a toda la Iglesia. El hecho de que se celebre el 15 de septiembre, se debió a que desde 1688 los religiosos Servitas celebraron en esa fecha, la fiesta de los dolores de la Virgen, fiesta que Pío VII extendió a toda la cristiandad en 1814.



Nuestra Señora de los Dolores
 





Los Siete Dolores de la Virgen María




  1. La profecía de Simeón en la Presentación del Niño Jesús.
  2. La huida a Egipto con Jesús y José.
  3. La pérdida de Jesús.
  4. El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario.
  5. La crucifixión y la agonía de Jesús.
  6. La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto.
  7. El entierro de Jesús y la soledad de María.




Los siete dolores y su meditación:





La profecía de Simeón: Por esta profecía se le revela a María que la misión salvadora de Jesús no será bien recibida por muchos, y que su vida terminará con una dolorosa Pasión y Muerte, durante la cual, una espada de dolor le atravesará a ella el alma. 










La huida de Egipto: El rey Herodes está furioso por el nacimiento de Jesús y se propone matarlo. El dolor de la Virgen María es el dolor de la Madre que ve amenazada la vida de su recién nacido, que es el Hijo de Dios, El Mesías.







El niño Jesús perdido en el Templo: Fue el dolor más sensible, porque en todos los otros tuvo consigo a su querido Hijo; mas éste lo sufrió apartada de Él.







Encuentro de Jesús y María camino al Calvario: Jesús va cargando la pesada Cruz, su rostro está bañado de sangre, sus facciones desfiguradas por la multitud de golpes y por el dolor. María va siguiendo sus pasos para ser crucificada junto a Él. 









La crucifixión: Su Inmaculado Corazón no miraba la pena propia, miraba la Pasión y Muerte del Hijo tan Amado. Todas las penas de la crucifixión las sufrieron los dos. Se ofrecían dos holocaustos: el cuerpo de Jesús y el corazón de María.







El cuerpo de Jesús es bajado de la cruz: Al tenerlo en sus brazos, María ve de cerca la gravedad y profundidad de todas las llagas y heridas de su Hijo, reavivando el dolor.









El entierro de Jesús: A pesar que sabe que su Hijo va a resucitar, siente un grandísimo dolor al separarse físicamente de Él. Nuestro Señor Jesucristo dijo a María Valtorta:





"Pensad en mi Madre que, desde el momento que me concibió, ha sufrido pensando que era condenado, esta Madre que, cuando me ha dado el primer beso en mi cuerpo de recién nacido, ha presentido las futuras llagas de su Criatura, esta Madre que habría dado diez, cien, miles de veces su vida, con tal de impedir que, en mi vida adulta, llegara el momento de la Inmolación, esta Madre que sabía y que debía desear que se cumpliera ese tremendo acontecimiento, para aceptar la voluntad del Señor, para la gloria del Señor, por bondad hacia la humanidad".


Por favor leer el siguiente enlace:

El Santo Rosario




Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:
http://www.devocionario.com/maria/dolores_1.html

Fuente - Texto tomado de IGLESIA.ORG:

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONESYPROMESAS.COM.AR: 

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:

7 Gracias concedidas por la Santísima Virgen María - ¿Usted desea recibirlas?

   



La Santísima Virgen María manifestó a Santa Brígida, que concedía siete gracias a quienes diariamente le honrasen, considerando sus lágrimas y dolores y rezando 7 Avemarías.

¿Usted desea recibirlas?


7 Gracias concedidas por la Santísima Virgen María


1. Pondré paz en sus familias.


2. Serán iluminados en los Divinos Misterios.


3. Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.


4. Les daré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.


5. Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de su vida.


6. Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte; verán el rostro de su Madre.


7. He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores, sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.

Novena a Nuestra Señora de los Dolores - Día Noveno - Septiembre 15 de 2024

   



Oración
Señor Mío Jesucristo


Señor mío, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois
y porque os amo
sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón
haberos ofendido; 
propongo firmemente
nunca más pecar, 
apartarme de todas
las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y,
cumplir la penitencia
que me fuera impuesta.

Ofrezco, Señor,
mi vida, obras y trabajos, 
en satisfacción de todos
mis pecados, y, así como lo suplico,
así confío en vuestra
bondad y misericordia infinita, 
que los perdonareis,
por los méritos de vuestra
preciosísima sangre,
pasión y muerte,
y me daréis la gracia
para enmendarme,
y perseverar en vuestro
santo amor y servicio, 
hasta el fin de mi vida.
Amén


Oración Inicial




Oh Virgen, la más dolorosa del mundo después de tu Hijo, a cuyos dolores estuviste perpetuamente asociada: te ruego que me alcances fortaleza para sufrir por mis pecados, como tú sufriste por los nuestros, a fin de que, crucificando mis pasiones y concupiscencias en la cruz de Cristo, llevando la cruz de mi deber por el camino de mi vida, caminando en pos de mi Señor y perseverando constantemente a tu lado, oh Madre mía, al pie de la cruz de tu Hijo, viva siempre y muera contigo, redimido y santificado por la sangre preciosísima de nuestro Redentor. También te pido, por tus dolores, que oigas mi petición en esta novena y, si conviene, me la concedas. 


Rezar la oración
del día correspondiente:


Día Noveno


Oh Virgen Dolorosa, concédeme que así como tú, por tus dolores, recibes gran gloria en el cielo y triunfas allí como reina gloriosa de los mártires, así yo también, después de una vida mortificada con Cristo, merezca vivir eternamente en la gloria, dichoso con Cristo. Concédeme, oh Reina de los mártires, vivir en la cruz con paciencia, morir en la cruz con esperanza y reinar por la cruz con gloria.


Terminar con la
oración final
para todos los días


Oración Final
para todos los días




Acuérdate, Virgen Madre de Dios,
cuando estés en la presencia del Señor,
de hablar en favor nuestro y que aparte
su indignación de nosotros.

Oh Santísima Madre,
hazme esta gracia:
fija en mi corazón
con eficacia las llagas
de Jesús crucificado.

Haz que de Cristo
en mí lleve la muerte,
que participe su pasión y suerte
y medite en sus llagas apenado.

Para que no arda
en los eternos fuegos,
defiéndeme tú, oh Virgen,
con tus ruegos, en el día del juicio.

Y tú, oh Cristo,
al salir yo de esta vida,
por tu Madre querida,
haz que llegue a la palma de victoria.

Cuando mi cuerpo muera,
haz que mi alma adquiera
del paraíso la gloria.


Rezar tres Avemarías


Ruega por nosotros,
Virgen dolorosísima,
que estuviste constantemente
junto a la cruz de Jesucristo.

Nuestra Señora de la Buena Muerte,
ruega por nosotros.


Siete gracias concedidas
por la Santísima Virgen María


Favor leer el siguiente link:



Oremos:


Te rogamos, Señor Nuestro Jesucristo,
que interceda ante tu clemencia
la bienaventurada Virgen María
Tu Madre, cuya alma atravesó
la espada de dolor
en la hora de tu Pasión.
Lo pedimos por Ti,
oh Jesucristo, Salvador del mundo,
que vives y reinas con el Padre
y el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
Amén

San José,
ruega por nosotros


Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM: