lunes, 12 de agosto de 2024

Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias - Agosto 13 de 1831

  



Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias, junto a San Miguel Arcángel, España (13 de agosto de 1831).




La madre Patrocinio, conocida hasta entonces por sor Rafaela, tuvo una visión del cielo el 13 de Agosto de 1831.

Se encuentra reunida en el coro de la iglesia con sus Hermanas Concepcionistas Franciscanas de Caballero de Gracia, de Madrid, a la hora de la oración de la tarde.


Esta religiosa, sumida en éxtasis profundo,
contempla a la Virgen María,
que viene acompañada del Arcángel San Miguel


Mientras sostiene en sus manos una pequeña imagen, que representa a la Señora con el Niño Jesús sentado en el brazo derecho.


Una prolongada conversación tiene lugar entre la Virgen y la religiosa


La misma madre Patrocinio lo cuenta en los Apuntes que le mandaron escribir los superiores y su confesor.

La Virgen María entregó la preciosa imagen a la Madre Patrocinio:


«… a tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias. Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en mí por la mediación de esta, mi imagen, el consuelo... Al alma que rendida a sus pies me pidiese alguna cosa, jamás se la negará mi amor»


Relato de la Aparición


En el libro «Vida Admirable de la Sierva de Dios Madre Patrocinio», Concepcionista Franciscana, escrito por la R.M. Sor María Isabel de Jesús, de la misma Orden y secretaria por muchos años de la Sierva de Dios, publicada al año 1925, dice:


El día 13 de Agosto de 1831 estando mi Rda. Madre Sor María de los Dolores y Patrocinio en el coro, en la oración de Comunidad, de cinco a seis de la tarde, se le apareció la Santísima Virgen, en una hermosísima y resplandeciente nube, cercada de querubines. Y le presentó una preciosa Imagen suya, que llevaba el glorioso Príncipe San Miguel con los títulos de Olvido, Triunfo y Misericordias.

La Virgen Santísima le dijo, que aquella imagen venía enriquecida con muchas gracias y privilegios para sus verdaderos devotos, que cuidase de darle culto, que la dejaba en la Comunidad.

 

Le dijo también que, desde entonces, le quitaba el permiso a Satanás para atormentarla por sí mismo.

 

Y pusiera la figura del dragón amarrada a los pies de la Sagrada Imagen, que ella misma le atara con una cadena y pusiera ésta en las manos de la Santa Imagen, en señal de que quedaba sujeto.

 

El demonio, furioso, bajó a los abismos, asegurando a mi venerada Madre, que ya que no podía perseguirla por sí -como lo había hecho hasta entonces de una manera terrible-, lo haría por los hombres, y no sólo en vida sino después de muerta la perseguiría también.

Durante esta admirable visión, el Príncipe San Miguel colocó la Sagrada Imagen en el altar del coro, oyendo la celestial música de los ángeles la ejemplarísima religiosa Sor María Juana de la Santísima Trinidad y otras dos religiosas más.

 

Pero, ignorando lo que sucedía, para ellas invisible, guardaron por entonces el más profundo silencio.

 

En la noche del día siguiente de la primera aparición, después de Maitines, tuvo su Reverencia otra celestial visión de la Santísima Virgen con la preciosa Imagen del Olvido en sus purísimas manos.

 

Y le dijo, que en las suyas iba a poner, con aquella Sagrada Imagen, todas las misericordias de su Santísimo Hijo. Para que las distribuyese en su nombre a los mortales. Segura de que, lo que por caridad hiciera a sus hermanos, eso mismo confirmarían la celestial Señora y su divino Hijo en el Cielo.

 

Todo lo cual se lee en unos apuntes de la Sierva de Dios, donde refiere al detalle esta aparición maravillosa.


Dice así:


"Clamaba mucho en esta ocasión por las necesidades que tanto afligen a la Santa Iglesia y el Dulce Amor se me manifestó severo, airado y como dando muestras de que quería castigarnos".


Díjele: 


"Esposo mío, ¿para cuándo son vuestras misericordias?"


Díjome: 


"Pide, Esposa mía, que cuanto pidas seré liberal para concedértelo".


"Pedía sin límites; entonces, mi dulce Amor me manifestó el lastimoso estado en que se hallaba la Santa Iglesia. Moría de dolor y mis angustias crecían sobremanera".


Díjome mi dulce Esposo:


"Paloma mía, mi amor no puede verte afligida; aquí tienes a mi Madre, que siempre será tu guía, consuelo y amparo".


Manifestóse de nuevo la Benditísima Virgen con esta preciosísima, potentísima e invictísima imagen en sus soberanas manos.


Díjome la Soberana y divina Señora:


"Hija mía ¿porqué se contrista tu corazón, si todas las misericordias y tesoros de mi Hijo voy a poner en tus manos, por medio de esta mi soberana Imagen. Para que las distribuyas en mi nombre a los mortales, segura de que las que hicieses por amor a tus hermanos, esas mismas confirmamos mi Hijo y yo, que soy tu Madre, en el cielo?"


Díjele: 


"Señora y Reina mía, ¿no veis la España; no veis los males que nos afligen?"

 

"Hija mía, los veo; pero no puede mi amor ser más benéfico para con los hombres".

 

"Ellos se olvidan de mí y retiran las misericordias; y por esto, a esta Imagen le darás el título misterioso del Olvido; para darles a entender, que me han olvidado".

 

"Pero yo que soy vuestra tierna y amorosa Madre, quiero poner a vista de todos los mortales en esta Imagen mía, que jamás mis misericordias se apartan de ellos".


Miraba yo con gran ternura a tan divino simulacro; cuando ví, que mi invictísima Reina cogió un pañuelo de manos del Príncipe San Miguel, y aplicándole a la soberana llaga del costado de nuestro amante Jesús, lo empapó la divina Señora en sangre de aquel divino y deífico Corazón.

Y después, aquel pañuelo, así empapado, le puso sobre esta encantadora Imagen, y después ví que la soberana Reina rociaba a este pueblo con la sangre preciosísima.

Díjome luego: 


"Hija mía, me amas, hasta tres veces".


Díjele: 


"Señora mira, Vos sabéis que os amo y deseo ser toda vuestra".


 

"Pues a tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada Imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias".

 

"Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en mí por la mediación de esta mi Imagen, el consuelo".

 

"Al alma que rendida a sus pies me pidiese alguna cosa, jamás se la negará mi amor".

 

"Será el consuelo del mundo y la alegría de la iglesia Católica y, por su medio, mi Hijo y yo recibiremos culto".

  

"Tú, hija mía, alcanzarás victoria del poder de Satanás, y tu Comunidad perfección en servirme".


Entregóme la soberana Reina esta portentísima Imagen, este encanto de los Cielos y la Tierra, y empezó en el Cielo una celestial música entonando la Salve y otros sagrados cánticos.

Todos los cortesanos del Cielo se daban parabienes.

La Santísima Trinidad la bendijo, igualmente la Santísima Virgen María y después todos los cortesanos del Cielo llegaron a adorar a su Reina y Señora en esta soberana y encantadora Madre del Olvido». (De unos apuntes de la Sierva de Dios).




La Liberación


Escribe la madre María Isabel, secretaria de la madre Patrocinio, que terminada la santa oración.


“Salió mi venerada madre Patrocinio, con su prelada, al pequeño jardín del convento, y le dijo que tenía que darle una noticia de muchísimo consuelo. Y le dijo que ya podía estar tranquila y sin cuidado alguno, pues no volvería jamás el demonio a golpearla ni asustarla, porque la Reina de los Ángeles le había sujetado, que para eso le enseñara una Imagen que tenían”.


La abadesa, madre Pilar refiere a su vez:


“Sólo yo, que lo padecí, puedo decir cuál fue mi gozo, descanso y alegría al oír tan deseada nueva, que no puedo explicar el júbilo que sintió mi corazón”.


Llevaba razón la superiora. Los malos tratos recibidos en estos años del enemigo del mal que fueron extraordinarios y constantes: golpes, amenazas, ruidos estrepitosos que aterraban a toda la Comunidad.

En cierta ocasión la condujo sobre los tejados con grave peligro de resbalar, tanto ella como otras dos religiosas que, al verla en situación semejante, sin pensárselo demasiado, con sus largos hábitos salieron a los tejados a recogerla y la introdujeron de nuevo en la clausura.

Por otra parte, la persecución diabólica fue pública, declarada, intolerable y gravísima, proporcionándole heridas, contusiones, magullamientos, y toda clase de cardenales en brazos, piernas y espalda.

El médico de la Comunidad, que tuvo que auxiliarla en repetidas ocasiones, decía a la madre abadesa:


Dejemos a Dios que obre en ella como mejor le plazca; esto se sale de mi competencia”.


Las curaciones solían ser en ella instantáneas, aunque ya se la había dado por desahuciada en dos ocasiones y recibidos los últimos auxilios espirituales, padeciendo vómitos de sangre y fiebres altísimas.

La prueba fehaciente de la liberación definitiva de los asaltos y persecución del demonio la tuvieron todas las religiosas al comprobar que desde esa fecha y hora nunca más volvió a molestarla.


La Imagen de Nuestra Señora




La madre abadesa e hija buscaron por el convento una “imagen que tenían”.

Cierta vitrina guardaba la perla escondida.

Al verla, y no fue fácil el hallazgo, la hija exclamó llena de gozo:


“Ésta, ésta es”.


Pero la superiora nunca había visto esa imagen en aquella Casa.

Por este motivo hizo venir a las restantes monjas, para cerciorarse y hacer más averiguaciones: nadie la conocía.

Ante esta situación embarazosa, la abadesa mandó por obediencia, a sor Patrocinio, que dijera “qué significaba aquello”.

Con gran humildad y no menor embarazo confesó la joven religiosa lo ocurrido en las visiones de la Virgen.

Para mayor esclarecimiento de los hechos y tranquilidad suya, la Abadesa requirió la presencia del Padre Guardián del convento franciscano de San Francisco el Grande, de Madrid, quien estudió el caso con seriedad e hizo exhaustivos interrogatorios entre las religiosas, pero mientras se halla en este quehacer desapareció la Imagen de la vista de todos, incluido el Padre.

Confuso el religioso y Padre Guardián, se retiró para reflexionar y redactar cartas a los restantes conventos de su provincia en demanda de “rogativas en asunto de mucha gravedad”. Era el 13 de agosto de 1831.

El día 15, fiesta de la Asunción de Nuestra señora, hacia media mañana, decidió retornar por el convento de las concepcionistas para indagar “lo de la imagen”.

Pasa a la clausura y se establece en el despacho que usa la superiora, para continuar su gestión.

“la imagen, de improviso, se coloca al lado de sor Patrocinio”, con gran sorpresa de los tres reunidos, que son el padre, la madre abadesa y sor Patrocinio.

Ante esta novedad se convoca a la Comunidad, y todas las religiosas se convierten en testigos de la “nueva aparición” de esta singular imagen y “oran con alegría con acción de gracias”.

De todo lo sucedido se redactó un informe detallado y se remitió a la Santa Sede para su conocimiento.

Consta que el santo padre tuvo especial interés por este asunto y gran devoción a la Virgen del Olvido.

La respuesta desde Roma consistió en redactar una Bula del Papa Gregorio XVI, en la que se permite el culto público a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias. Con la concesión de muchas gracias espirituales e indulgencias y otros privilegios singulares.


Gracias obtenidas


El culto a la sagrada imagen surge con fuerza y el primer novenario en su honor se celebra en Madrid, donde pronto se comprobó su especial patrocinio.

Un operario sube a la cornisa del templo a encender las velas que arderán en este primer novenario y, perdiendo el equilibrio, cae estrepitosamente al pavimento.

La madre Patrocinio ve por los aires al infortunado (la religiosa se hallaba en el coro) e invoca en su favor a la Señora del Olvido: “Resultó sólo algo contuso”.

Los presentes, que eran muchos, pensaron que aquello había sido un verdadero “prodigio”.

Y, según ellos, que era el segundo “favor” de la Señora.

El primero había tenido lugar con el nieto del mayordomo de las mismas monjas, que estaba “baldado de las dos piernas y lo poco que andaba era con dos muletas. Ofreció dicho señor a la Santísima Virgen colocar las dos muletas en su altar si le curaba e instantáneamente curó; él, lleno de gozo, cumplió su promesa”.

Las muletas se veían junto al altar y los enfermos acudían presurosos. Se multiplicaban las “gracias”.




El monarca don Francisco de Asís María de Borbón, rey consorte de la soberana Isabel II, que “tenía un enemigo, también poderoso, que le perseguía a muerte; entró, espada en mano, y se arrojó sobre él. Viéndose sin amparo humano (ni medios para defenderse), acudió a la santísima Virgen del Olvido, tomando en la mano una medalla que llevaba siempre consigo de la celestial Señora; el asesino quedó en el acto parado, trémulo y sin acción y huyó avergonzado”.

En el año 1849 dispuso el rey “celebrar una solemne función en acción de gracias a la santísima Virgen del Olvido. Regaló un hermoso altar portátil, con rico dosel de terciopelo grana” y otros obsequios regios.


Emplazamiento de la Imagen




Los años que median entre 1831 y 1891 la dulce Imagen se hizo viajera con la madre Patrocinio (sufrió ésta destierros que duraron más de veinte años) o pernoctó con ella en el retiro del convento.

Como final, desde 1891 dispuso de un hermoso camarín, orlado de nubes y ángeles que le sirven de cobijo amoroso, con despliegues de fervores afectuosos que le vienen ofreciendo los hijos de la Alcarria.

En la iglesia de las concepcionistas franciscanas de Guadalajara (España), presidiendo el retablo del altar mayor, se conserva intacta la Imagen pequeñita y bella, la misma que había sido amor, encanto, fidelidad y de un corazón ardoroso, de un espíritu vibrante, la madre Patrocinio, ofrecida en holocausto permanente, la compañera entrañable de correrías infatigables, mientras los requiebros silenciosos y los coloquios íntimos hinchaban su alma y aliviaban las penas hondas.

Conocemos el último importante requiebro porque lo quiso ella desvelar:


“Ya, gracias a Dios, he conseguido lo que tanto he deseado y pedido”.


Una religiosa le pregunta:


“Podemos saber, madre, ¿qué ha sido?”.

“Sí, hija: que ninguna de mis hijas se condene”.

“Al oír tan inefable anuncio, llenas de agradecimiento, las religiosas se abrazaron a tan sin igual madre y prorrumpieron en copioso llanto de gratitud, de alegría y de consuelo”.


Pronunciaba la madre Patrocinio esta “promesa” “con gran cariño y muy enternecida. Cierto día poco antes de su feliz tránsito”, que tuvo lugar en los dichos conventos y ciudad de Guadalajara (España) a la amanecida del 27 de enero de 1892, legando a la Comunidad Concepcionista Franciscana esta perla y reliquia.

Las religiosas cuidan de la imagen del Olvido, Triunfo y Misericordias con el mismo y exquisitez que se merece.

Trabajan por el mantenimiento de su culto litúrgico y la propagación constante de su devoción con los padres franciscanos, que son los custodios, juntamente con las religiosas, de la iglesia llamada del Carmen, dedicada a la santísima Trinidad.


Promesas de la Virgen a la Madre Patrocinio




1ª. – En tus manos, voy a poner ésta Sagrada IMAGEN y con ella, TODAS LAS MISERICORDIAS de mi Santísimo Hijo.

2ª. – Ha vinculado al Señor en ésta portentosa IMAGEN al ALIVIO, CONSUELO y REMEDIO de todos, y la alegría de la Iglesia Católica.

3ª. – Al alma, que rendida a sus pies (de la IMAGEN) me pidiera alguna GRACIA, jamás se le negará mi AMOR.

4ª. – Cualquier población que expusiese y venerase a la VIRGEN DEL OLVIDO, TRIUNFO y MISERICORDIAS, se verá libre (decía la Sierva de Dios) de las calamidades con que en otros puntos serían poblados, porque sería Ella como un pararrayos de la Divina Justicia, Arca de Noé y Refugio para librar sus devotos.


ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


Señora nuestra del Olvido, Triunfo y Misericordias
que prometiste ser “EL ALIVIO, CONSUELO
Y REMEDIO DE TODOS,
y que jamás tu AMOR les negaría
cuanto te pidieran rendidos a tus pies”.


Te suplico presentes a Jesús Crucificado
las gracias que solicito por medio
de la Madre Patrocinio.
(Pídase la gracia).

No me olvides, Señora mía,
y consígueme esto que te he confiado.

Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

(Tres Avemarías)


El nombre del Triunfo es el título más excelente del triple apelativo advocacional. Su figuración en segundo término indica claramente que el triunfo definitivo no ha llegado aún y que su disponibilidad presupone un esfuerzo necesario y conveniente, a partir del cual, el nombre de Olvido por la Presencia de María, y permanentes las divinas misericordias gracias al indecible Amor con el que somos amados, el título del Triunfo es el único al que su Celestial Dueña niega toda aclaración explícita, por innecesaria. Pronunciado por Ella, une e identifica el Triunfo de María —que supone el quebrantamiento de Satanás– con la imagen que ha de vindicar y producir ese mismo triunfo. No en vano será dispuesto que junto a la imagen de la Virgen del Olvido se muestre al Dragón encadenado e impotente. Y el concepto y su significado son tan transparentes que se vuelven inútiles todas las palabras para agradecer la participación que se nos ofrece en la pronosticada victoria final.


Fuente - Texto tomado de FOROSDELAVIRGEN.ORG:


Fuente - Texto tomado de DOCPLAYER.ES:

Novena por la Asunción de la Virgen María - Día Octavo - Agosto 13 de 2024

   



Octavo día


En el nombre del Padre,
del Hijo,
y del Espíritu Santo
Amén


“María, fue asunta en cuerpo y alma al cielo”.


Versículo introductorio


V. Dichosa, tu María, que llevaste en tu seno a Cristo.

R. Él te ha llevado al cielo en cuerpo y alma.


Lectura


“Proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la Gloria celestial” Cf. DS 3903


Comentario


La gloria de María en el cielo consiste en participar de la gloria de Dios, estar ya gozando de la plenitud total de Dios. María continúa en el cielo la alabanza de gloria, que había iniciado en la tierra, es decir: alaba y glorifica a Dios. Ahora podemos aplicar a María las palabras de Isaías 61, 10:


“Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios”


María asunta al cielo, por ser Madre de Jesús, sigue siendo Madre de todos los hombres, Madre de la Iglesia:


“Porque en virtud del Espíritu Santo continúa generando al Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia y a cada creyente… esta maternidad de María en la economía de la gracia perdura sin cesar… hasta la consumación perpetua de todos los siglos” (L.G. 62)


Una vez asociada a la glorificación de su Hijo, María continúa intercediendo en el cielo como Mediadora al Mediador y de esta forma, el recurrir a María debe conducirnos al encuentro con Cristo y por medio de Él llegar al Padre.


“María es la figura de una Mujer que, calladamente y en espíritu de servicio, vela por la Iglesia y la protege benignamente en su camino hacia la Patria hasta que llegue el día glorioso del Señor” (Cf. Pablo VI, 2-2-1974)


Peticiones




a) Señor, por intercesión de la Virgen María, Virgen oyente, orante y oferente, te pedimos que también nosotros escuchemos y oremos tu Palabra divina y haz que nuestra ofrenda de cada día te sea agradable y sea dedicación a los que sufren para que permanezcamos fieles al evangelio y al espíritu de nuestra Santa Madre Fundadora.


Ave María… y Gloria al Padre


b) Señor, por intercesión de la Virgen María, que permaneció firme y fuerte junto a la cruz de su hijo, te pedimos para que sepamos estar junto a los enfermos y seamos portadores de evangelio, consuelo y paz.


Ave María… y Gloria al Padre


c) Señor, por intercesión de la Virgen María, que fue elevada al cielo y glorificada sobre los coros de los ángeles y santos, te pedimos que Ella mire con materno amor a todos y dirija nuestros pasos y nos impulse a encarnar el espíritu y carisma que vivió Santa María para que, recorriendo el camino de la caridad perfecta, lleguemos un día a la gloria del cielo.


Ave María… y Gloria al Padre


Oración final


Señor, has querido elevar a tu humilde sierva María a la dignidad de Madre de tu Hijo y la has coronado de gloria en el cielo, te pedimos, por su intercesión, que imitemos su ejemplo, camine por la senda de la caridad perfecta, para que un día podamos gozar con ella en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

¡RITUALES SATÁNICOS! ¿Simbología demoníaca en París 2024? En redes ven referencias a Lucifer en la clausura



El cierre de París 2024 fue acusado en redes de incluir simbolismo ocultista, con menciones a Lucifer y elementos demoníacos en el espectáculo


12 de Agosto de 2024 · 08:24 hs.


La ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024 disparó un intenso debate en redes sociales, especialmente en X (anteriormente conocido como Twitter), debido a la interpretación de algunos usuarios sobre los elementos simbólicos del espectáculo.

Estos internautas argumentan que el evento estuvo impregnado de referencias ocultistas y esotéricas, específicamente relacionadas con el renacimiento de Lucifer, el "portador de la luz".


DESCRIPCIÓN DEL ESPECTÁCULO


El espectáculo comenzó con la figura de un "Viajero Dorado" descendiendo del cielo. Este personaje fue interpretado por algunos como una representación de Lucifer, aludiendo a su caída desde el cielo según la tradición cristiana.




La postura del "Viajero Dorado" al descender, con las piernas dobladas y en una posición similar a la carta del 'Colgado' del tarot, fue vista por algunos como un símbolo de rendición, lo que refuerza su asociación con elementos ocultistas.

El "Golden Voyager" hace referencia a los discos dorados de la Voyager, dos fonógrafos lanzados al espacio por la NASA en 1977 a bordo de las naves espaciales Voyager.

Estos discos contienen sonidos e imágenes destinados a mostrar la diversidad de la vida en la Tierra, con la esperanza de que alguna forma de vida extraterrestre (o, según algunos, entidades demoníacas) los encuentre.

En la ceremonia de este domingo, el "Golden Voyager" fue descubierto por bailarines con trajes grises y ojos grandes, que según los usuarios de redes críticos, se asemejan a extraterrestres grises, simbolizando la resurrección del mundo.


REPRESENTACIÓN DE LUCIFER EN PARÍS 2024




Posteriormente, la ceremonia presentó un piano de cola naranja y negro suspendido en el aire, del cual emerge un pianista vestido con plumas negras.

Este detalle fue interpretado como una representación del fénix, el ave mitológica que renace de sus cenizas. En la interpretación esotérica, el fénix puede simbolizar el renacimiento de Lucifer.

La actuación fue acompañada por la banda francesa Phoenix, lo que para algunos reforzó el simbolismo del renacimiento luciferino.


LA ENTREGA DE LOS JJ.OO. A "LOS ÁNGELES"


La clausura culminó con la aparición de Tom Cruise, quien saltó desde el escenario en París y fue mostrado en un clip realizando un salto en paracaídas sobre Hollywood, en referencia a la entrega de los Juegos Olímpicos a Los Ángeles para 2028.

Los críticos en X señalaron que la "ciudad de los ángeles" podría hacer alusión a "ángeles caídos", una referencia a Lucifer y sus seguidores.


Fuente - Texto tomado de INFOCIELO.COM:


Los secretos ocultos revelados en la clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024




Video tomado de YOUTUBE:

VIDEO VIRAL - ¡MILAGRO DE DIOS EN COLOMBIA! Hostia palpita en jornada de oración por Colombia y Venezuela - Agosto 10 de 2024



Milagro eucarístico en Bogotá durante una jornada de oración por Venezuela y Colombia: la Hostia palpita en plena bendición


Por redaccioninfovaticana | 12 de Agosto de 2024


El sábado 10 de agosto, los fieles que asistieron a la Parroquia San Joaquín en Bogotá presenciaron un evento que muchos describen como un milagro, liderado por el padre Juvel Zuluaga Agustino.

Durante una jornada de oración con la exposición del Santísimo al momento en que el sacerdote entró con el Santísimo para colocarlo en el altar, los fieles notaron un fenómeno inusual: la Hostia, ubicada en el centro de la custodia, parecía latir intensamente.

Este acontecimiento sorprendió tanto al sacerdote como a los asistentes. Mientras el padre Juvel sostenía el Santísimo en sus manos, una mujer comenzó a orar con voz temblorosa, diciendo: «Alabado seas, nuestro Señor. Ten misericordia, Señor. Perdónanos, Señor. Postrados de rodillas, te damos gracias porque estás aquí presente. Bendito seas, alabado seas, toda la gloria siempre para ti». Sus palabras reflejaban la devoción y la emoción del momento.

Entre oraciones y lágrimas, los fieles presentes pedían perdón por sus pecados, rogaban por Colombia, Venezuela y el mundo entero. El padre Zuluaga, visiblemente conmovido, también se emocionó hasta las lágrimas.

En un comunicado emitido por la Parroquia San Joaquín, el sacerdote expresó: 


«Esta jornada por Venezuela y Colombia fue recibida como un signo de amor y compañía divina para estas naciones y el mundo entero. Que esta manifestación nos lleve a valorar más el inmenso regalo del cielo que es la Santa Eucaristía, reafirmando nuestra fe y continuando en el camino de la reparación».


La exposición, que duró aproximadamente 20 minutos, dejó una profunda huella en los más de 300 asistentes, quienes lloraban de emoción, pedían perdón y clamaban por la misericordia y paz de Dios para sus naciones.


Bogotá, Colombia, Sábado 10 de Agosto 2024


*MILAGRO EUCARÍSTICO EN BOGOTÁ, COLOMBIA DURANTE UNA JORNADA DE POSTRACIÓN*


Cenáculo María Madre del Amor Perpetuo
Santo Rosario de Postración
Parroquia San Joaquín Barrio Las Ferias, Bogotá, Colombia


Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM:




Video tomado de YOUTUBE:




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