jueves, 18 de julio de 2024

San Arsenio - Monje (Año 450) - Fiesta Julio 19

 



San Arsenio fue uno de los monjes más famosos de la antigüedad. Sus dichos o refranes fueron enormemente estimados. Las gentes hacían viajes de semanas y meses con tal de ir a consultarle y oír sus consejos. Cuando el emperador Teodosio, el Grande, buscaba un buen profesor para sus dos hijos, el Papa San Dámaso le recomendó a Arsenio, que era un senador sumamente sabio y muy práctico en los consejos que sabía dar. Y así durante diez años tuvo que estarse en el palacio imperial tratando de educar a los dos hijos del emperador, Arcadio y Honorio. Pero se dio cuenta de que el uno era demasiado atrevido y el otro demasiado opacado, y desilusionado de ese fracaso como educador de los dos futuros emperadores dispuso dedicarse a otra labor, que le fuera de mayor utilidad para su santificación y salvación. 

Y estando un día orando, en medio de una gran crisis espiritual, mientras le pedía a Dios que le iluminara lo que debía hacer para santificarse, oyó una voz que le decía:




"Apártese del trato con la gente, y váyase a la soledad"


Entonces dispuso irse al desierto a orar y a hacer penitencia con los demás monjes de esa soledad. Cuando llegó al monasterio del desierto, los monjes, sabiendo que había estado viviendo tanto tiempo como senador y como alto empleado del palacio imperial, dispusieron ponerle algunas pruebas para saber si en verdad era apto para esa vida de humillación y mortificación. El superior lo recibió fríamente, y al llegar al comedor, no lo hizo sentar a la mesa sino que lo dejó de pie, junto a su mesa. Luego en vez de pasarle un plato de comida, le lanzó una tajada de pan al piso, y le dijo secamente:


"Si quiere comer algo, recoja eso"


Arsenio se inclinó humildemente, recogió la tajada de pan y se sentó en el suelo a comer. El superior, al observar este comportamiento admirable, lo consideró lo suficientemente humilde como para ser recibido como monje y lo aceptó en el monasterio, diciendo a los demás religiosos:


"Éste será un buen hermano"


Arsenio había pasado toda su vida en el alto gobierno y en lujosos palacios, tratando con gente de mundo, y conservaba algunas costumbres mundanas que los otros monjes no hallaban cómo corregírselas, porque le tenían mucho respeto. Entonces dispusieron irlo corrigiendo indirectamente, y poco a poco. Así por ejemplo, él acostumbraba montar la pierna, mientras estaba rezando en la capilla. Y los demás para quitarle la tal costumbre, le dijeron a un monje joven que mientras rezaban tuviera la pierna montada, y que ellos le llamarían la atención por eso. Y así lo hicieron, regañando fuertemente al joven por esa actitud. Arsenio entendió muy bien la lección y se corrigió.

San Arsenio se hizo famoso por sus penitencias extraordinarias. Un día llegó un alto empleado del imperio a llevarle un documento en el cual se le comunicaba que un senador riquísimo le dejaba en herencia todas sus grandes riquezas, y que se fuera a reclamarlas. El santo exclamó:



"Antes de que él muriera en su cuerpo, yo morí en mis ambiciones y avaricias. No quiero riquezas mundanas que me impidan adquirir las riquezas del cielo"


Y renunció a todo ésto en favor de los pobres. Con frecuencia pasaba toda la noche en oración. Los sábados al anochecer empezaba a rezar de rodillas con los brazos en cruz y permanecía así hasta que caía por el suelo desmayado. Tenía 40 años cuando abandonó el palacio imperial donde tenía todas las comodidades, para irse a un tremendo desierto, donde todo faltaba. Desde los 40 años hasta los 95 años estuvo orando, ayunando y haciendo penitencias en el desierto, por la conversión de los pecadores, la extensión de la religión y el perdón de sus propios pecados.

Como hombre de mundo y de política que había sido, sentía una gran inclinación a tratar con la gente y a charlar con los demás, y en cambio hacía todo lo posible por retirarse del trato con todos, y vivir en la más completa soledad. Cuando un día el superior le llamó la atención porque no se prestaba a quedarse a charlar con las numerosísimas personas que iban a consultarle, le respondió:


"Dios sabe que los quiero con toda mi alma y que gozo inmensamente charlando con ellos, pero como penitencia tengo que abstenerme lo más posible de las charlatanerías. El Señor me ha dicho que si quiero santificarme, tengo que hacer la mortificación de apartarme del trato con las gentes"


En verdad que a cada persona la lleva Dios a la santidad por caminos diversos. A unos los hace santos haciendo que se dediquen totalmente a tratar con los demás para salvarlos, y a otros les ha pedido que con el sacrificio de no tratar con la gente, le ganen también almas para el cielo.

Por muchos siglos han sido enormemente estimados los dichos o frases breves que San Arsenio acostumbraba decir a las gentes. Desde remotas tierras iban viajeros ansiosos de escuchar sus enseñanzas que eran cortas pero sumamente provechosas. Recordemos algunos de sus dichos:


"Muchas veces he tenido que arrepentirme de haber hablado. Pero nunca me he arrepentido de haber guardado silencio"

"Siempre he sentido temor a presentarme al juicio de Dios, porque soy un pecador"

"El religioso debe preguntarse frecuentemente: ¿para qué abandoné el mundo y me hice religioso? y responderse: Me hice religioso porque quiero santificarme y salvar mi alma. Si ésto no lo consigo, he perdido totalmente mi tiempo"

(Esta frase ha conmovido a muchos santos. Por ejemplo, San Bernardo la tenía escrita así en su habitación: 'Bernardo: ¿a qué viniste a la vida religiosa? - Quiero salvar mi alma y santificarme').


San Arsenio pedía consejos espirituales a monjes que eran muchísimo más ignorantes que él. Le preguntaron por qué lo hacía y respondió:


"Yo sé idiomas, literatura, filosofía y política, pero en lo espiritual soy un analfabeta. En cambio estos religiosos que no hicieron estudios especiales, son unos especialistas en espiritualidad y de ello saben mucho más que yo"


Un religioso le preguntó por qué los sabios del mundo que conocen tantas ciencias y han leído muchos libros son tan ignorantes en lo que se refiere a la santidad, y en cambio tanta gente ignorante progresa tan admirablemente en lo espiritual, y el santo respondió:


"Es que la ciencia infla y llena de orgullo, y en un corazón orgulloso Dios no hace obras de arte en santidad. En cambio los humildes conocen su debilidad, su ignorancia, y su insuficiencia, y ponen toda su confianza en Dios, y en ellos sí hace prodigios de santificación Nuestro Señor"




Arsenio era muy conocido por su presencia venerable. Alto, flaco, bien parecido, con una barba larguísima y muy blanca, su hermosa figura descollaba majestuosamente entre los demás monjes. Y su santidad superaba a la de los demás compañeros. Las gentes lo veneraban inmensamente y sus consejos han sido apreciados por muchos siglos. Que Arsenio ruegue por nosotros y nos consiga una santidad como la suya.




"De toda palabra indebida que diga una persona, tendrá que rendir cuentas el día del juicio" (Jesucristo, Mt. 12,36).


Fuente - Texto tomado de EWTN:
https://www.ewtn.com/es/catolicismo/santos/arsenio-14780

Novena al Divino Niño Jesús - Noveno Día - Julio 19 de 2024




Noveno Día de la Novena al Divino Niño


Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de Contrición


Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois, Bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido. También me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno, ayudado de Vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.


Oración para todos los Días


Oh Dios, que por amor a nosotros nos ha enviado a tu Divino Hijo como nuestro Salvador y Redentor, te pedimos que por mediación de los méritos de tu infancia, se acreciente nuestra fe y abundemos en buenas obras. Por Cristo nuestro Señor. Amén.





NOVENO DÍA

La Palabra de Dios


"El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma contigo al Niño y a su Madre y huye a Egipto, allí estarán hasta que te avise. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle. Él se levantó, tomó de noche al Niño y a su Madre y se retiró a Egipto; y allí estuvo hasta la muerte de Herodes; para que cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo". (Mt. 2, 13-15).


Reflexión


Dios desde toda la eternidad movido por su amor al hombre, tiene elaborado un plan para salvarlo. Con el abuso de su libertad, el hombre obstaculiza este plan de salvación. Nuestro deber es colaborar con Él mismo. Dios siempre cumple lo que promete. Nosotros con frecuencia no cumplimos.


Propósito


Voluntariamente voy a colaborar con Dios en mi propia salvación y en la de los demás.


Oración Comunitaria


Con confianza de hijos, dirijamos a Dios nuestro Padre, nuestras peticiones:

Para que Jesús nos ayude a hacer buen uso de nuestra libertad. Escúchanos, Señor.

Para que, si es de su agrado, nuestro buen Jesús nos conceda la gracia que le pedimos en esta novena. Escúchanos, Señor.

(Pueden añadirse otras peticiones).


Gozos


Coro


Oh Divino Niño mi Dios y Señor, tú serás el dueño de mi corazón.


Estrofas


Aquí en tu Santuario con fe y oración, te pedimos todos nuestra conversión.

Pequeños y grandes en gran procesión, venimos alegres a hacerte oblación.

Los jóvenes todos con gran persuasión, radiantes de anhelos van al Salvador.

Que nuestras familias como Nazaret, sus grandes virtudes puedan conocer.

Que amemos a todos nos manda el Señor, con todas las fuerzas que amamos a Dios.

Que al fin de mi vida con tu protección, tenga yo la dicha de mi salvación.


Oración Final


Oh, Jesús mío, que no quieres la perdición del pecador sino que se convierta y viva, ayúdanos con tu divina gracia para que comprendamos que la observancia de tus divinos mandamientos nos lleva a la felicidad temporal y eterna. Amén.


Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Amén


Fuente - Texto e imagen tomado de ACIPRENSA.COM: