sábado, 29 de junio de 2024

Lectura del Santo Evangelio Según San Marcos 5, 21-43

 



21. Habiendo pasado Jesús otra vez con el barco a la opuesta orilla, concurrió gran muchedumbre de gente a su encuentro; y estando todavía en la ribera del mar.




22. Vino en busca de Él uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, el cual luego que le vio se arrojó a sus pies.

23. Y con muchas instancias le hacía esta súplica:


"Mi hija está a los últimos; ven y pon sobre ella tu mano para que sane y viva"


24. Fuése Jesús con él, y en su seguimiento mucho tropel de gente que le apretaba.

25. En ésto una mujer que padecía flujo de sangre doce años hacía.

26. Y había sufrido mucho en mano de varios médicos, y gastado toda su hacienda sin el menor alivio, antes lo pasaba peor.

27. Oída la fama de Jesús, se llegó por detrás entre la muchedumbre de gente, y tocó su ropa.

28. Diciendo para consigo:




"Como llegue a tocar su vestido, sanaré"


29. En efecto, de repente aquel manantial de sangre se le secó, y percibió en su cuerpo que estaba ya curada de su enfermedad.

30. Al mismo tiempo Jesús conociendo la virtud que había salido de Él, vuelto a los circunstantes, decía:


"¿Quién ha tocado mi vestido?"


31. A lo que respondían los discípulos:


"¿Estás viendo la gente que te comprime por todos lados, y dices: Quién me ha tocado?"


32. Mas Jesús proseguía mirando a todos lados para distinguir la persona que había hecho ésto.

33. Entonces la mujer, sabiendo lo que había experimentado en sí misma, medrosa y temblando se acercó, y postrándose a sus pies, le confesó toda la verdad.

34. Él entonces le dijo:


"Hija, tu fe te ha curado; vete en paz, y queda libre de tu mal"


35. Estando aún hablando, llegaron de casa del jefe de la sinagoga a decirle a éste:


"Murió tu hija, ¿para qué cansar ya al Maestro?"


36. Mas Jesús, oyendo lo que decían, dijo al jefe de la sinagoga:


"No temas, ten fe solamente"


37. Y no permitió que le siguiese ninguno fuera de Pedro, y Santiago, y Juan, el hermano de Santiago.

38. Llegados que fueron a casa del jefe de la sinagoga, ve la confusión y los grandes lloros y alaridos de aquella gente.

39. Y entrando les dice:


"¿De qué os afligís tanto y lloráis? La muchacha no está muerta, sino dormida"


40. Y se burlaban de Él, sabiendo bien lo contrario. Pero Jesús, haciéndoles salir a todos fuera, tomó consigo al padre y a la madre de la muchacha, y a los tres discípulos que estaban con Él, y entró adonde la muchacha yacía.

41. Y tomándola de la mano, le dice:




"Talitha, cumi" (es decir: Muchacha, levántate, yo te lo mando)


42. Inmediatamente se puso en pie la muchacha y echó a andar, pues tenía ya doce años, con lo que quedaron poseídos del mayor asombro.

43. Pero Jesús les mandó muy estrechamente que procuraran que nadie lo supiera; y dijo que diesen de comer a la muchacha.


Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Primeros Mártires de la Santa Iglesia Romana - Santos - Fiesta Junio 30

   



Mártires de la persecución de Nerón luego del incendio de Roma. La celebración de hoy, introducida por el nuevo calendario romano universal, se refiere a los protomártires de la Iglesia de Roma, víctimas de la persecución de Nerón después del incendio de Roma, que tuvo lugar el 19 de julio del año 64. 


¿Por qué Nerón
persiguió a los cristianos?


Nos lo dice Cornelio Tácito en el libro XV de los Annales:


“Como corrían voces que el incendio de Roma había sido doloso, Nerón presentó como culpables, castigándolos con penas excepcionales, a los que, odiados por sus abominaciones, el pueblo llamaba cristianos”




En tiempos de Nerón, en Roma, junto a la comunidad hebrea, vivía la pequeña y pacífica comunidad de los cristianos. De ellos, poco conocidos, circulaban voces calumniosas. Sobre ellos descargó Nerón, condenándolos a terribles suplicios, las acusaciones que se le habían hecho a él. Por lo demás, las ideas que profesaban los cristianos eran un abierto desafío a los dioses paganos celosos y vengativos...


“Los paganos (recordará más tarde Tertuliano) atribuyen a los cristianos cualquier calamidad pública, cualquier flagelo. Si las aguas del Tíber se desbordan e inundan la ciudad, si por el contrario el Nilo no se desborda ni inunda los campos, si hay sequía, carestía, peste, terremoto, la culpa es toda de los cristianos, que desprecian a los dioses, y por todas partes se grita: ¡Los cristianos a los leones!”




Nerón tuvo la responsabilidad de haber iniciado la absurda hostilidad del pueblo romano, más bien tolerante en materia religiosa, respecto de los cristianos: la ferocidad con la que castigó a los presuntos incendiarios no se justifica ni siquiera por el supremo interés del imperio. 

Episodios horrendos como el de las antorchas humanas, rociadas con brea y dejadas ardiendo en los jardines de la colina Oppio, o como aquel de mujeres y niños vestidos con pieles de animales y dejados a merced de las bestias feroces en el circo, fueron tales que suscitaron un sentido de compasión y de horror en el mismo pueblo romano.


“Entonces (sigue diciendo Tácito) se manifestó un sentimiento de piedad, aún tratándose de gente merecedora de los más ejemplares castigos, porque se veía que eran eliminados no por el bien público, sino para satisfacer la crueldad de un individuo, Nerón


La persecución no terminó en aquel fatal verano del 64, sino que continuó hasta el año 67. Entre los mártires más ilustres se encuentran el príncipe de los apóstoles, crucificado en el circo neroniano, en donde hoy está la Basílica de San Pedro, y el apóstol de los gentiles, San Pablo, decapitado en las “Acque Galvie” y enterrado en la vía Ostiense. Después de la fiesta de los dos apóstoles, el nuevo calendario quiere celebrar la memoria de los numerosos mártires que no pudieron tener un lugar especial en la liturgia.


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/santoraldehoy/