lunes, 10 de junio de 2024

San Bernabé - Apóstol Siglo I - Fiesta Junio 11


  



La historia de San Bernabé está escrita en el libro de Los Hechos de los Apóstoles, en la Sagrada Biblia. Antes se llamaba José, pero los apóstoles le cambiaron su nombre por el de Bernabé, que significa "el esforzado", "el que anima y entusiasma".

Era judío, de la tribu de Leví, pero nació en la isla de Chipre. Se hizo muy popular en la primitiva Iglesia, porque vendió las fincas que tenía y luego llevó el dinero que obtuvo y se lo dio a los apóstoles para que lo repartieran a los pobres. Un mérito formidable de San Bernabé es el haber descubierto el gran valor que había en aquel recién convertido que se llamaba Saulo, y que más tarde se llamaría San Pablo. Cuando después de su conversión Saulo llegó a Jerusalén, los cristianos sospechaban de él y se le alejaban, pero entonces Bernabé lo tomó de la mano y lo presentó a los apóstoles y se los recomendó. Y él será el que lo encaminará después a emprender sus primeras grandes labores apostólicas. La Sagrada Biblia, en el libro de los Hechos de los Apóstoles, hace de Bernabé unos elogios que es difícil encontrarlos respecto de otros personajes. Dice así:




"Bernabé era un hombre bueno, lleno de fe y de Espíritu Santo" (Hechos 11, 24)


Cuando Saulo o San Pablo tuvo que salir huyendo de Jerusalén porque los judíos trataban de asesinarlo, se fue a su ciudad de Tarso, y allá se quedó un tiempo. Mientras tanto en la ciudad de Antioquía había sucedido algo muy especial. Al principio los discípulos de Jesús solamente predicaban el Evangelio a los israelitas, pero de pronto algunos empezaron a enseñar las doctrinas cristianas a los paganos en Antioquía, y resultó que aquellas gentes respondieron de una manera admirable y se convirtieron por centenares. Al saber esta noticia, los apóstoles lo enviaron desde Jerusalén a que se informara de lo que allí estaba sucediendo y les llevara noticias. Bernabé se quedó encantado del fervor de aquellos paganos convertidos y estuvo con ellos por un buen tiempo animándolos y acabando de instruirlos. En aquella ciudad fue donde por primera vez se llamó "cristianos" a los seguidores de Cristo.

Entonces se le ocurrió a Bernabé la feliz idea de dirigirse a Tarso a invitar a Saulo, a que se le uniera en el apostolado en Antioquía y éste aceptó con gusto. Desde entonces Bernabé y Saulo trabajaban asociados ayudándose en todo el uno al otro, y obteniendo resonantes triunfos. Por todo un año predicaron en Antioquía, ciudad que se convirtió en el gran centro de evangelización, del cual fueron saliendo misioneros a evangelizar a diversos lugares.




Por aquel tiempo hubo una gran hambre en Jerusalén y sus alrededores, y los cristianos de Antioquía hicieron una colecta y la enviaron a los apóstoles por medio de Bernabé y Saulo. Ellos al volver a Jerusalén se trajeron a Marcos (el futuro San Marcos evangelista), que era familiar de Bernabé. Venía a ayudarles en la evangelización. Un día, mientras los cristianos de Antioquía estaban en oración, el Espíritu Santo habló por medio de algunos de ellos que eran profetas y dijo:


"Separen a Bernabé y Saulo, que los tengo destinados a una misión especial"


Los cristianos rezaron por ellos, les impusieron las manos, y los dos, acompañados de Marcos, después de orar y ayunar, partieron para su primer viaje misionero. En Chipre, la isla donde había nacido San Bernabé, encontraron muy buena aceptación a su predicación, y lograron convertir al cristianismo nada menos que al mismo gobernador, que se llamaba Sergio Pablo. En honor a esta notable conversión, Saulo se cambió su nombre por el de Pablo. Y Bernabé tuvo la gran alegría de que su tierra natal aceptara la religión de Jesucristo. Luego emprendieron su primer viaje misionero por las ciudades y naciones del Asia Menor.

En la otra ciudad de Antioquía (de Pisidia) al ver que los judíos no querían atender su predicación, Bernabé y Pablo declararon que de ahora en adelante les predicarían a los paganos, a los no israelitas, con lo cual los paganos sintieron una inmensa alegría al saber que la nueva religión no los despreciaba a ellos, sino que más bien los prefería. Allí en Iconio estuvieron a punto de ser apedreados por una revolución tramada por los judíos y tuvieron que salir huyendo. Pero dejaron una buena cantidad de convertidos y confirmaron sus enseñanzas con formidables señales y prodigios que Dios obraba por medio de estos dos santos apóstoles.

En la ciudad de Listra, al llegar curaron milagrosamente a un paralítico y entonces la gente creyó que ellos eran dos dioses. A Bernabé por ser alto y majestuoso le decían que era el dios Zeus, y a Pablo por la facilidad con la que hablaba lo llamaban el dios Mercurio. Y ya les iban a ofrecer un toro en sacrificio, cuando ellos les declararon que no eran tales dioses, sino unos simples mortales. Luego llegaron unos judíos de Iconio y promovieron un tumulto y apedrearon a Pablo y cuando lo creyeron muerto se fueron, pero él se levantó luego y curado instantáneamente entró otra vez en la ciudad.

Después de todo ésto Bernabé y Pablo se devolvieron ciudad por ciudad donde habían estado evangelizando, y se dedicaron a animar a los nuevos cristianos y les recordaban que:




"Es necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios" (Hechos 14, 22)


Al llegar a Antioquía se encontraron con que los cristianos estaban divididos en dos partidos:


  1. Unos (dirigidos por los antiguos judíos), decían que para salvarse había que circuncidarse y cumplir todos los detalles de las leyes de Moisés.
  2. Otros decían que no, que basta cumplir las leyes principales.


Bernabé y Pablo se pusieron del lado de los que decían que no había que circuncidarse, y como la discusión se ponía acalorada, los de Antioquía enviaron a Jerusalén una embajada para que consultara con los apóstoles. La embajada estaba presidida por Bernabé y Pablo. Los apóstoles reunieron un concilio y le dieron la razón a Bernabé y Pablo, y luego pasaron horas muy emocionantes oyéndoles contar las formidables aventuras de sus viajes misioneros. Volvieron a Antioquía y dispusieron organizar un segundo viaje misionero. Pero Bernabé quería llevar como ayudante a su primo Marcos, y Pablo se oponía, porque Marcos les había abandonado en la mitad del viaje anterior (por miedo a tantas dificultades). Y así fue que se separaron y Bernabé se fue a acabar de evangelizar en su isla de Chipre y San Pablo se fue a su segundo viaje. Más tarde se encontraron otra vez como amigos misionando en Corinto (1 Cor. 9, 6).

Después que se separó de Pablo, no se tienen más noticias de Bernabé. Escritos apócrifos hablan de un viaje a Roma y de su martirio, hacia el año 70, en Salamina, por mano de los judíos de la diáspora que lo lapidaron.


¿Qué me enseñará
la vida de San Bernabé?
¿A compartir
mis bienes con los pobres?
¿A tratar de descubrir
las aptitudes que otros
tienen para el apostolado
y a ayudarles a emplearlas bien?
¿A dedicar mi vida a propagar
nuestra santa religión?
El Espíritu Santo me ilumine.


Fuente - Texto tomado de EWTN:

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

Reflexión - Terrorismo - Comunismo - Vandalismo ¿Esto agrada a Dios?

 



A personas sin Dios y sin ley




Los seguidores, simpatizantes, y fanáticos frenéticos, por los terroristas, guerrilleros, narcotraficantes, asesinos, violadores, corruptos, mantienen una obsesión desenfrenada que raya en la locura, porque no aceptan normas, deberes, leyes, y combaten la democracia, la justicia, la fuerza pública y todo lo que represente moral, decencia, justicia, ética, valores, religión.

Son fanáticos extremistas llenos de odio, venganza y violencia, porque son seres "frustrados" que vuelcan su baja autoestima, hostilidad y total intolerancia a las críticas, contra los demás destruyendo la estructura de la sociedad.

Existen muchos estudiantes y profesionales con títulos, diplomas, PhD, que recibieron una educación universitaria, basada en un "lavado de cerebro", cuyo fin fue el adoctrinamiento en las ideas terroristas y comunistas. Son seres humanos que en el futuro se convertirán en "idiotas útiles", con la excusa de crear permanentemente justificación para sus venganzas en detrimento de la sociedad.

Qué pesar que en Colombia hay muchos jóvenes y adultos (universitarios) que no han estudiado ni han leído la historia trágica, verdadera y triste de Colombia, como tampoco la han vivido, son como "robots" porque no tienen "cerebro ni neuronas para pensar", y son tan maleables y manipulables, que cualquiera puede endulzarles el oído e instantáneamente, como si tuvieran una perilla, les cambian sus pensamientos en 360° a favor de la maldad, para causar el desorden, destrucción y el caos.




¿Usted apoya que los niños y jóvenes se conviertan en unos encapuchados, vándalos y terroristas?




Que contribuyen con la destrucción y antivalores de la sociedad, sin temor de Dios, ética ni moral.

Es totalmente vergonzoso y deplorable evidenciar que tantos jóvenes, adultos, padres y madres, apoyan este tipo de actos terroristas y vandálicos. Y es tanto su fanatismo, desenfreno y locura extrema, que hasta por redes sociales promueven todo tipo de actividades destructivas, y pensamientos e ideologías en detrimento de sus propios hijos y de la sociedad.






Cada vez que los terroristas, comunistas y vándalos atentan contra la población civil y fuerza pública…

…Están flagelando, torturando y matando de nuevo al mismo Dios, Nuestro Señor Jesucristo.




¡El infierno existe!




¿Quiénes son los vándalos, encapuchados y terroristas?

Personas poseídas por Satanás... que salen con el total desenfreno y locura a matar... quemar... destruir... Antivalores de la sociedad, sin temor de #Dios, ética ni moral.

¿Usted apoya a estas personas?






"Dime con quién andas, a quién defiendes, y qué causas e ideologías: anticatólicas, ritos de brujería, satánicas, subversivas, terroristas, marxistas, comunistas y vandálicas sigues... y te diré quién eres... ERES UN ASCO"




S.O.S. Colombia


Oremos a Dios por Colombia:


Padrenuestro
Avemaría
Gloria
Amén






Los comunistas, terroristas y vándalos se sienten triunfadores sobre la democracia… cada vez que con anarquía, destrucción y violencia IMPONEN su ideología contra la sociedad.

Pero a Dios no lo pueden engañar, extorsionar ni chantajear, con sus nefastas estrategias maquiavélicas. Él es el Supremo Juez Celestial y Universal.

DIOS TIENE SIEMPRE LA ÚLTIMA PALABRA