sábado, 18 de mayo de 2024

San Crispín de Viterbo - Santo Capuchino - Fiesta Mayo 19


Un santo alegre


Nací con el nombre de Pietro (Pedro) Fiorentti, en Viterbo, Italia, el 13 de noviembre de 1668.

A pesar de que me consideran un santo alegre, la impresión que me queda de mi infancia es la muerte de mi padre, Ubaldo. Menos mal que mi tío Francisco (su hermano) me quería mucho y me envió, primero, a la escuela de los Jesuitas para que aprendiera gramática y, después, me acogió como aprendiz en su taller de zapatero, donde estuve hasta los 25 años en que me fui a los frailes.

Recuerdo que, de pequeño, me daba por ayudar en misas y ayunar; y como era de natural delgaducho y enfermizo, mi tío solía decirle a mi madre:


«Tú vales para criar pollos, pero no hijos. ¿No ves que el niño no crece porque no come?»


Y en adelante él se encargaba de hacerme comer; pero al ver que seguía igual de pequeño y escuchimizado se dio por vencido y le dijo a mi madre:


«Déjalo que haga lo que quiera, porque mejor será tener en casa un santo delgado que un pecador gordo»


Capuchino como San Félix


La gota que colmó el vaso para que me decidiera a hacerme Capuchino fue el ver a un grupo de novicios que había bajado a la iglesia con motivo de unas rogativas para pedir la lluvia; pero en realidad ya lo había pensado mucho y había leído y releído la Regla de San Francisco, por lo que mi opción era madura. Además no quería ser sacerdote, sino como San Félix de Cantalicio, hermano laico.

Inmediatamente me fui a hablar con el Provincial, quien me admitió en la Orden, pensando que ya estaba todo superado, pero no fue así. Los primeros que se opusieron fueron mis familiares, empezando por mi madre. La pobre ya era mayor y con una hija soltera a su cargo; además, no comprendía que, habiendo hecho los estudios con los Jesuitas, no quisiera ser sacerdote sino laico. Sin embargo, la decisión estaba tomada. Procuré que las atendieran unas personas del pueblo y me marché al noviciado. Cual no sería mi sorpresa al comprobar que, a pesar de haberme admitido ya el Provincial, el maestro de novicios se negaba a recibirme. Ante mi insistencia me contestó:


«Bueno, si al Provincial le compete el recibir a los novicios, a mí me toca probarlos»


Y bien que me probó. Lo primero que hizo fue darme una azada y enviarme al huerto a cavar mañana y tarde. En vista de que resistía, me mandó como ayudante del limosnero para que cargara con la alforja, a ver si aguantaba las caminatas bajo el sol y la lluvia. Y las aguanté. Por último, no se le ocurrió otra cosa que nombrarme enfermero para que atendiera a un fraile tuberculoso. Parece que no lo hice del todo mal, pues tanto el enfermo como el maestro de novicios se ufanaban, cuando ya eran viejos, de haberme tenido como enfermero y como novicio.

Una vez profesé me enviaron por distintos conventos, hasta que recalé en Orvieto. Allí estuve durante cuarenta años de limosnero; es decir, toda mi vida, pues sólo me llevaron a Roma para morir.

Durante los cincuenta años que estuve con los frailes hice de todo menos de zapatero, que era mi profesión. Fui cocinero, enfermero, hortelano y limosnero; y es que yo no era una bestia para estar en la sombra, sino al fuego y al sol; es decir, que debía estar o en la cocina o en la huerta. Sin embargo la mayoría de mi vida se quemó buscando comida para los frailes y atendiendo las necesidades de la gente.


Pidiendo pan y dando cariño




Lo primero que hacía antes de salir del convento era cantar el Ave, maris stella; después, rosario en mano, me dirigía a la limosna, que, de ordinario, solía hacer pronto. Para ahorrar tiempo le pedía antes al cocinero qué necesitaba, y así me limitaba a pedir solamente lo necesario. Como había muchos pobres, procuraba dirigir las limosnas que sobraban a una casa del pueblo para que desde allí se redistribuyeran; así satisfacía la solidaridad de los pudientes y la necesidad de los pobres.

Tan convencido estaba de que gran parte de la miseria proviene de la injusticia, que no me podía contener ante los abusos de los patronos para con los trabajadores. Cuando alguno tenía que venir al convento procuraba que lo trataran bien, porque al trabajo hay que ir de buena gana.

Una vez que un defraudador me pidió que rogara por su salud, le contesté que cuando pagase lo que debía a sus acreedores y a su servidumbre entonces pediría a la Virgen que lo curara. Y es que me gustaba visitar a los enfermos y encarcelados; no sólo para darles buenos consejos sino para remediarles, en la medida de mis posibilidades, sus necesidades.

No sé por qué, la gente acudía a mí en busca de remedios y se iba con la sensación de que hacía milagros. Incluso me cortaban trozos del manto para hacerse reliquias; hasta que no pude más y les grité:


«Pero ¿qué hacéis? Cuánto mejor sería que le cortaseis la cola a un perro... ¿Estáis locos? ¡Tanto alboroto por un asno que pasa!»


Sin embargo no todo era pedir limosna y atender a la gente. Esto era la consecuencia. Mi opción había sido seguir a Jesús y eso conlleva mucho tiempo de estar con Él y aprender sus actitudes. Mi devoción a la Virgen me ayudó mucho. Me gustaba exteriorizar mis sentimientos para con ella adornando sus altares.




Cuando estuve trabajando de hortelano coloqué una imagen de María en una pequeña cabaña. Delante de ella esparcía restos de semillas y migajas de pan para que se acercasen los pájaros, se alimentasen y cantasen, ya que hubiera querido que todas las criaturas del universo se juntasen para alabar en todo momento a la Madre de Dios.

El reuma y la gota acabaron conmigo. Ya no podía casi andar y tuve que retirarme a la enfermería de Roma. Pero allí también la gente venía a buscarme.


"¿Por qué la gente acudía a mí si no era ni santo ni profeta?"


En el mes de mayo la enfermedad fue a más. Para no estropear la fiesta de San Félix le aseguré al enfermero que no me moriría ni el 17 ni el 18. Y, efectivamente, el Señor me escuchó y me llevó en su compañía el 19 de mayo de 1750.




Tengo el singular honor de ser el primer santo canonizado por el Papa San Juan Pablo II, acto que se realizó el 20 de junio de 1982.


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=9789

Novena a María Auxiliadora - Día Quinto - Mayo 19 de 2024




Novena a María Auxiliadora
Quinto día
Para pedir la caridad


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Oración preparatoria


¡Oh María Auxiliadora, vengo a postrarme humildemente a tus plantas, para tributarte mi homenaje de amor y gratitud! Indigno soy de recibir nuevos favores de tu mano amorosísima, pues no he correspondido a las innumerables gracias que me has dispensado a cada paso. Olvidando mi ingratitud y no pensando más que en tu amor y benignidad, vengo a implorar nuevamente tus auxilios. Concédeme la gracia que deseo..., si no es contraria a la Voluntad de Dios. No me desampares, Madre mía, robustece mi voluntad para que no me aparte del verdadero camino de la virtud; ilumina mi entendimiento para que comprenda cuánto me amas, y santifícame para que logre, mediante tu valiosísimo socorro, alabarte por toda la eternidad. Así sea.


Oración para pedir la caridad




¡Oh María Auxiliadora, gloriosa Madre de Dios! Por aquella unión que tu alma santísima tuvo con el Señor desde el primer instante de tu Inmaculada Concepción, ¡ah!, concédeme la gracia que te pido... y haz que yo empiece, a lo menos desde este instante, a amar de veras a Jesús con amor generoso, puro y constante. Y por aquel solemne mandato que Jesús nos dió de amarnos, alcánzame una sincera caridad para con mi prójimo tanto que me interese prácticamente por su bien y sea fácil en perdonarle, excusarle y también de prevenirle en sus necesidades del alma y del cuerpo, para hacerme siempre más digno de Ti, Auxiliadora de los cristianos. Amén.


Padre Nuestro, Ave María y Gloria.


Oración final


¡Dios te salve Reina, Madre de misericordia y auxilio de los cristianos! Pobre hijo de Eva, a quién me dirigiré en este valle de llanto sino a Ti que eres vida, dulzura y esperanza nuestra! A Ti se eleva mi grito: A TI CLAMAMOS!, a tus pies deposito el peso de mis afanes: A TI SUSPIRAMOS!... Ea, pues, Señora, manifiéstate como lo fuiste siempre, poderosa Abogada: inclina tus ojos maternales sobre mí que te amo tanto, ¡Oh Madre!, hoy más que nunca necesito de tu misericordia y de tu santo auxilio...! ¡Ah! vuelve hacia mí esos ojos tan misericordiosos y quedaré contento... Es verdad, yo soy culpable, pero Tú eres Santa: ¡Oh CLEMENTE! Yo soy ingrato, pero Tú eres buena! ¡OH PIADOSA! Yo soy rebelde, pero Tú eres dulce! ¡Oh DULCE VIRGEN MARIA! No mires mis culpas y pecados y acuérdate sólo de tu bondad: ¡MUESTRATE QUE ERES MADRE! Yo me abandono y entrego a Ti como un niño se abandona confiado en los brazos de su madre.


María, Auxilio de los Cristianos
Ruega por nosotros


En el nombre del Padre, ...




Novena a María Auxiliadora
propagada por San Juan Bosco




 Rezar, durante nueve días seguidos, tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias con la siguiente jaculatoria:


"Sea alabado y reverenciado en todo momento el Santísimo y Divinísimo Sacramento"


Y luego tres Salves con la jaculatoria:


"María Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros"


 Recibir los Santos Sacramentos de Confesión y Comunión.

 Hacer o prometer una limosna en favor de las obras de apostolado de la Iglesia o de las obras salesianas.

San Juan Bosco decía:


"Tened mucha fe en Jesús Sacramentado y en María Auxiliadora y estad persuadidos de que la Virgen no dejará de cumplir plenamente vuestros deseos, si han de ser para la gloria de Dios y bien de vuestras almas. De lo contrario, os concederá otras gracias iguales o mayores"


Novena de la Confianza




Madre mía de mi vida,
auxilio de los cristianos,
la pena que me atormenta,
pongo en tus benditas manos.
(Ave María)

Tú que sabes mis secretos,
pues todos te los confío,
da la paz a los turbados
y alivio al corazón mío.
(Ave María)

Y aunque tu amor no merezco,
nadie recurre a Ti en vano,
pues eres Madre de Dios
y Auxilio de los cristianos.
(Ave María)


Finalmente, se reza:


Oración de San Bernardo




Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:
https://www.aciprensa.com/Maria/Auxiliadora/novena5.htm

Fuente - Texto tomado de GLORIA.TV:
http://gloria.tv/?media=157341

SCIENCE - El mayor estudio jamás realizado buscando el «gen homosexual» concluye que no existe: no se nace gay

 



«Science»: 21 investigadores de 6 países examinan el genoma de 493.001 personas.

El mayor estudio jamás realizado buscando el «gen homosexual» concluye que no existe: no se nace gay.

El primer gran estudio con potencial estadístico suficiente para respaldar sus conclusiones ha establecido inequívocamente que no se puede predecir genéticamente el comportamiento homosexual.


Carmelo López-Arias / ReL / 30 de agosto de 2019

 
Un estudio genético y estadístico realizado sobre 493.001 personas por parte de 21 científicos multidisciplinares de varias nacionalidades ha concluido que no existe lo que popularmente se conoce como "gen gay", es decir, un conjunto de factores genéticos claramente identificables que permitan predecir la atracción por el mismo sexo. No se nace gay.


Primer estudio con potencial estadístico suficiente

 
El estudio de Andrea Ganna y colaboradores (entre los cuales figuran científicos del MIT [Massachusetts Institute of Technology], de las universidades de Harvard y Cambridge y del Instituto Karolinska de Estocolmo se titula (Un GWAS a gran escala) ofrece una nueva visión de la arquitectura genética del comportamiento sexual con el mismo sexo, y se publica con fecha 30 de agosto en la revista Science.

Un GWAS (Estudio de Asociación de Genoma Completo, por sus siglas en inglés) es un estudio en el que se comparan los marcadores de ADN en todo el genoma de las personas con un rasgo determinado, con los de las personas que no lo tienen. Es, por tanto, fuertemente predictivo de la componente genética de cualquier enfermedad, trastorno o característica sometida a estudio. 

Los autores explican que anteriores estudios sobre la componente genética del comportamiento homosexual no tenían entidad suficiente para "detectar señales genéticas" de "genes concretos". Esta investigación, por su magnitud, sí tiene esa capacidad:

 

"Por primera vez, los nuevos conjuntos de datos a gran escala aportan suficiente potencial estadístico para identificar variantes genéticas asociadas con el comportamiento sexual con personas del mismo sexo (los que han tenido alguna vez una pareja del mismo sexo frente a los que no la han tenido nunca), para estimar la proporción de variación en el rasgo según todas las variables en su conjunto, para estimar la correlación genética entre el comportamiento sexual con personas del mismo sexo y otros rasgos, y para analizar la biología y la complejidad del rasgo".

 
Y la conclusión es clara:


"El comportamiento sexual con el mismo sexo no está influenciado por uno o pocos genes, sino por muchos... Hay múltiples marcadores implicados en el comportamiento sexual con el mismo sexo que indican que, como otros rasgos de comportamiento, el comportamiento no heterosexual es poligénico".

 
En consecuencia:


"Y en conjunto, todas las variables genéticas medidas presentaban entre un 8 y un 25% de variación en el comportamiento sexual con el mismo sexo, solo parcialmente coincidente entre hombres y mujeres, y no permiten una predicción significativa del comportamiento sexual de un individuo".

 
Es más, uno de los puntos de susceptible ampliación de su investigación es precisamente "cómo las influencias socioculturales sobre la preferencia sexual pueden interaccionar con las influencias genéticas".


En previsión de ataques

 
Conscientes de que la recepción de estos datos será polémica, los autores advierten que sus resultados "no permiten afirmaciones concluyentes sobre el grado en el que la 'naturaleza' o el 'entorno' influyen sobre la preferencia sexual".

Aclaran que su utilización del término "comportamiento no heterosexual" para diferenciarlo del "comportamiento heterosexual" no pretende otorgar a aquél una "connotación negativa" ni a éste una "connotación positiva".

Y señalan que utilizan los términos "macho" y "hembra" en vez de los de "hombre" y "mujer" porque sus análisis "se refieren al sexo biológicamente definido, no al género". Por el mismo motivo, en su estudio no han incluido personas "transgénero, intersexo u otros importantes grupos de la comunidad queer", esto es, "todas aquellas personas cuyo sexo biológico y cuya autoidentificación de sexo/género no coincida". Lo consideran una "importante limitación" a su estudio, aunque es casi una condición inherente al estudio mismo: ¿cómo encontrar una correlación genética asociada al comportamiento homosexual en un hombre biológico que, autopercibiéndose como mujer, se siente atraído por las mujeres?

También ponderan el alcance de un hallazgo significativo en el análisis de rasgos:


"Encontramos varios rasgos de personalidad, comportamientos de riesgo y trastornos de la salud mental con una significativa correlación genética con el comportamiento sexual con el mismo sexo. Pero no rasgos físicos".

 
Enseguida apuntan que "los procesos causales subyacentes a estas correlaciones genéticas no están claros y podrían ser generados por factores ambientales relacionados con los prejuicios contra las personas que mantienen un comportamiento sexual con el mismo sexo, entre otras posibilidades".

Respecto a la influencia de los prejuicios, un periodista gay, Michael Hobbes, publicó en marzo de 2017 en The Huffington Post un documentado artículo basándose en su propia experiencia y la de numerosos amigos y conocidos:
 
 
"Señalaba la persistencia de los sentimientos de soledad y tristeza, eventualmente derivando a trastornos de la personalidad o psiquiátricos, en personas con atracción por el mismo sexo que nunca fueron acosados, sino incluso socialmente arropados en su orientación sexual".
 

Complementariamente, y también en The Huffington Post, otro activista gay, Chad Felix Greene, partía asimismo de su experiencia personal y la de casi todos sus conocidos para denunciar el abuso de menores (con habituales consecuencias sobre la estabilidad emocional de la víctima) como una forma habitual de iniciación en la vida gay:
 

"Me sorprendió descubrir que casi todos ellos habían experimentado lo mismo que yo... Aunque el mundo LGBT parece ignorar esta realidad, esto parece ser algo absolutamente universal y no ligado a la época en la que los jóvenes gays tenían menos opciones... Los hombres gay parecen tener la opinión generacional de que el sexo con adolescentes es un rito de iniciación y una necesidad, en la medida en la que los adolescentes gays no tienen otra opción para explorar quiénes son. Nuestra cultura [gay] no está dispuesta a considerar que lo que nosotros mismos experimentamos como adolescentes no debería ser la norma aceptada".

"No existe el 'gen gay'"

 
Los autores del artículo de Science resumen así su conclusión esencial: 


"Hemos identificado marcadores significativos de genoma completo asociados con el comportamiento sexual con el mismo sexo, y hemos encontrado una contribución más amplia de la variación genética común. Hemos establecido que la arquitectura genética subyacente [al comportamiento sexual con el mismo sexo] es enormemente compleja; ciertamente no existe un único determinante genético (a veces denominado por los medios 'gen gay'). Más bien, numerosos marcadores con pequeños efectos individuales están esparcidos por todo el genoma y coinciden parcialmente en hombres y mujeres, contribuyendo positivamente a las diferencias individuales en la predisposición al comportamiento sexual con el mismo sexo. Las variables comunes medidas explican solo parcialmente la heredabilidad genética a nivel de población y no permiten una predicción significativa sobre la preferencia sexual de un individuo".

 
En un artículo del mismo número de Science (¿Cómo afectan los genes al comportamiento sexual con el mismo sexo?), Melinda Mills, del departamento de Sociología de la Universidad Oxford, lo expresa de forma aún más clara:

"Aunque [Ganna y colaboradores] encontraron marcadores genéticos concretos asociados con el comportamiento sexual con el mismo sexo, cuando combinaron los efectos de esos marcadores en una valoración de conjunto, los efectos son tan pequeños (por debajo del 1%), que esa puntuación genética no puede en modo alguno utilizarse para predecir el comportamiento sexual con el mismo sexo de un individuo".

 
Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM: