viernes, 9 de febrero de 2024

Santa Escolástica - Virgen - Hermana de San Benito de Nursia - Fiesta Febrero 10

  



Hermana gemela de San Benito, nació en el año 480 en Nursia, Italia. Desde muy joven se dedicó también ella a la vida religiosa y fue superiora de un convento de monjas. Su hermano dirigía un gran convento para hombres en el Monte Casino, y Escolástica fundó un convento para mujeres a los pies de ese mismo monte.

Aunque eran hermanos y se amaban mucho, sin embargo San Benito no iba a visitar a Escolástica sino una vez cada año, pues él era muy mortificado en hacer visitas. El día de la visita lo pasaban los dos hablando de temas espirituales.


Pocos días antes de la muerte de la santa fue su hermano a visitarla y después de haber pasado el día entero en charlas religiosas, el santo se despidió y se dispuso a volver al monasterio. Era el primer jueves de Cuaresma del año 547.

Escolástica le pidió a San Benito que se quedara aquella noche charlando con ella acerca del cielo y de Dios. Pero el santo le respondió:

¿Cómo se te ocurre hermana semejante petición? ¿No sabes que nuestros reglamentos nos prohíben pasar la noche fuera del convento? 


Entonces ella juntó sus manos y se quedó con la cabeza inclinada, orando a Dios. Y en seguida se desató una tormenta tan espantosa y un aguacero tan violento, que San Benito y los dos monjes que lo acompañaban no pudieron ni siquiera intentar volver aquella noche a su convento. Y la santa le dijo emocionada:


"¿Ves hermano? Te rogué a ti y no quisiste hacerme caso. Le rogué a Dios, y Él sí atendió mi petición"


Y pasaron toda aquella noche rezando y hablando de Dios y de la Vida Eterna. Benito volvió a su convento de Monte Casino y a los tres días, al asomarse a la ventana de su celda vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo. Entonces por inspiración divina supo que era el alma de su hermana que viajaba hacia la eternidad feliz. Envió a uno de sus monjes a que trajeran su cadáver, y lo hizo enterrar en la tumba que se había preparado para él mismo. Pocos días después murió también el santo. Así estos dos hermanos que vivieron toda la vida tan unidos espiritualmente, quedaron juntos en la tumba, mientras sus almas cantan eternamente las alabanzas a Dios en el cielo.


El trabajo ofrecido por Dios
es una gran oración
(San Benito)


Datos históricos




Lo que nos refiere San Gregorio, en los capítulos XXXIII y XXXIV del libro II de sus Diálogos, es lo único que con certeza podemos decir de Santa Escolástica. Ninguna otra fuente antigua vuelve a hablar de ella. Y de este breve texto hagiográfico sólo podemos espigar unos cuantos datos históricos:

Escolástica, hermana de Benito, había sido consagrada a Dios desde su infancia, acostumbraba a visitar a su hermano una vez al año, murió poco antes que él y fue enterrada en el sepulcro que su hermano tenía preparado para sí mismo. Es probable, pues, que fuera entregada por sus padres a un monasterio o grupo de vírgenes para ser educada por ellas y vivir en adelante como ellas. El mismo San Benito prevé en su Regla la presencia de niños en el monasterio, ofrecidos por sus padres, oblación que conllevaba los mismos compromisos que la profesión monástica de un adulto. Pero de ahí a decir que profesaba la Regla de su hermano va un gran trecho, aunque las benedictinas posteriores la han llamado siempre con el apelativo de "nuestra madre".

La leyenda se ha encargado de suplir lo que la historia no dice; así, siempre se la ha tenido por hermana gemela de San Benito, aunque esta tradición no remonta más allá del siglo VIII. En este caso, debió nacer en Nursia, al igual que su hermano, hacia el año 480. Nuevamente será la tradición la que nos dé el nombre de su abuelo Justiniano y de sus padres, Eupropio y Abundancia. Cabe decir lo mismo del lugar de su consagración, el monasterio de Piumarola, sólo que en este caso la tradición es aún más tardía, pues es recogida solamente por un monje casinense del siglo XI. Cuando murió fue enterrada en el mismo Montecassino; probablemente esto sucedió entre los años 543-547, pero es casi seguro que el día de su muerte fuera el 10 de febrero, fecha en la que es recordada en todos los calendarios litúrgicos antiguos.


Jueves de Cuaresma año 547




En el último coloquio, que tuvo lugar tal vez el primer jueves de Cuaresma del 547, Dios demostró que le agradaba más el gesto de afectuosa caridad que el cumplimiento riguroso de la Regla. En efecto, Escolástica le pidió al hermano que permaneciese con ella, como refiere San Gregorio:


"Para que toda la noche hasta el día siguiente pudieran hablar de la alegría de la vida celestial"


Ante el severo reproche de Benito, Escolástica juntó las manos y permaneció en oración.


"Pudo más ante Dios porque amó más"


Comenta San Gregorio Magno. Y efectivamente, pocos instantes después pareció que se abrían las cataratas del cielo; el aguacero y los truenos obligaron a San Benito a desistir de regresar al monasterio, pero le echó la culpa a la hermana que, cándidamente replicó:


"Pues bien, yo te lo pedí y no me quisiste escuchar, pedí al Señor y Él sí me escuchó; vete si puedes, y regresa al monasterio"


En el lugar del prodigio se construyó la llamada "Iglesia del coloquio", y en recuerdo de ese episodio se invoca a Santa Escolástica contra los rayos y para obtener la lluvia. A los tres días de ese maravilloso coloquio, San Benito, durante la oración, vio que el alma de Escolástica volaba al cielo en forma de paloma, y a los 40 días él la siguió para vivir eternamente "la alegría celestial".


Benito y Escolástica,
juntos en vida y en muerte




El monasterio de Montecassino fue destruido por los longobardos el año 577, permaneciendo abandonado hasta el año 717. Los nuevos monjes no abrigaron ninguna duda sobre la autenticidad de los huesos que reposaban bajo el altar mayor de su iglesia, pues consideraban que los sepulcros se habían mantenido inviolados durante los años de abandono. Pero no pensaban lo mismo los franceses, quienes afirmaban que, hacia el año 660, el abad de Fleury y el obispo de Le Mans habían robado los cuerpos de San Benito y Santa Escolástica para honrarlos, respectivamente, en su monasterio y catedral. Así, durante siglos, Montecassino disputó con Fleury y Le Mans sobre la autenticidad de las reliquias de ambos santos; sólo en época moderna, y no de forma unánime, los historiadores han llegado a la conclusión de que las verdaderas reliquias deben ser las de Montecassino, y las de Fleury el fruto de un piadoso fraude, mientras que Santa Escolástica nunca habría sido removida de su primitivo sepulcro. Sea de ello lo que fuere, Le Mans honró extraordinariamente a la santa como a su patrona y allí veneraron sus pretendidos restos hasta que fueron sacados de su preciosa urna y aventados el año 1792, durante la Revolución Francesa, conservándose sólo unos pocos restos que la piedad y valentía de algunos fieles pudo sustraer a la furia de los exaltados.

Los huesos de Montecassino tuvieron más suerte, pues incluso salieron incólumes del terrible bombardeo aliado que destruyó el monasterio el año 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, y pudieron ser reconocidos y exhaustivamente estudiados en 1950. Pero San Benito y Santa Escolástica dejaron algo más que unos huesos. La Regla de San Benito fue poco a poco implantándose por toda Europa y, aunque pensada y escrita para hombres, fue muy pronto aceptada por las comunidades monásticas femeninas. Éstas empezaron a considerar a Santa Escolástica como la primera monja benedictina, aunque, como ya hemos dicho, esto no sea históricamente cierto y a tomarla como modelo. Los diferentes autores espirituales que han tratado sobre la santa le han aplicado toda clase de virtudes, pero es más justo reconocer que nada sabemos de su fisonomía espiritual, fuera de su entrega constante a Dios, su amor por las conversaciones santas y su fino sentido del humor. Y, sobre todo, su verdadera caridad, que la lleva a conseguir de Dios lo que no puede realizar del rigorismo de su hermano. Es lo único que se desprende del relato gregoriano, única fuente fiable. Y no es poco, para aquellos que, dentro y fuera del monasterio, pretenden vivir su cristianismo con generosidad, fidelidad y una buena dosis de alegría, que tanta falta nos hace.




Texto tomado de EWTN:

Fuente - Texto tomado de DOMINICOS.ORG:

Fuente - Texto tomado de CATHOLIC.NET:

CARNAVAL = "Carne para Baal" - Los católicos no festejamos ni nos ofrecemos a Satanás - ¡Seamos fieles a Dios!

 




CARNAVAL = ¿Carne para Baal?


¡Qué extraño!


Es la fiesta de la carne para el ¿dios Baal?


¿Quién es Baal?


Este nefasto nombre "Baal" es mencionado en 33 ocasiones en la Sagrada Biblia Católica...


(Hebreo Bá'ál; plural, Be'alîm)


El culto a Baal se llevaba a cabo en los recintos sagrados de los lugares altos, muy numerosos a través del país (Núm. 22,41; 33,52; Deut. 12,2; etc. ) o en templos como los de Samaria (1 Rey. 16,32; 2 Rey. 10,21-27) y Jerusalén (2 Rey. 11,18) e inclusive en las azoteas de las casas (2 Rey. 23,12; Jeremías 32,29).

Se podía encontrar, según el lugar en particular, una imagen de la deidad (Hadad era representado por un ternero) o bien el bætylion (es decir, la piedra sagrada que en Canaán, por lo regular, tenía forma cónica), que originalmente pretendía representar al mundo, morada del dios.

Se quemaban incienso y esencias (2 Rey. 22,5; Jer. 7,9; 11,13; y conforme a la Biblia Hebrea 32,29), se servían bebidas (Jer. 19,13) y se ofrecían al baal sacrificios de bueyes y otros animales; incluso vemos (Jer. 7,31; 19,5; 32,35; 2 Crón. 28,3) que a menudo se quemaban niños de ambos sexos en sacrificio a Mélek (B.D. Moloc, V.A. Molech) y 2 Cron. 28,3 (quizás también 2 Rey. 21,6) nos dice que ocasionalmente se elegía a príncipes jóvenes como víctimas para esta severa deidad. En varios santuarios, grandes grupos de sacerdotes, distribuidos en varias clases (1 Rey. 18,19; 2 Rey. 10,19; 23,5; Sofonías 1,4; etc.) y vestidos con atuendo especial (2 Rey. 10,22) realizaban la función sagrada; oraban, le gritaban al baal, realizaban danzas alrededor del altar y en su excitación frenética se cortaban con navajas y lancetas hasta quedar completamente cubiertos de sangre (1 Rey. 18,26-28). Mientras tanto los adoradores seglares también oraban, se arrodillaban y rendían homenaje besando las imágenes o símbolos del baal (1 Rey. 19,18; Oseas 13,2, Biblia Hebrea) o inclusive sus propias manos. A esto hay que añadir las prácticas inmorales aceptadas en varios santuarios (1 Rey. 14,24; 2 Rey. 23,7; Dt 23,18) en honor al baal como varón de la reproducción y a su pareja Asera (B.D., Astarté; V.A. Astarot).


La Adoración a Baal entre los Israelitas


Nada pudo ser peor para una fe espiritual que esta sensual religión. De hecho, tan pronto los israelitas viniendo del desierto, tuvieron contacto con los adoradores de Baal, con la astucia de los madianitas y los atractivos del culto licencioso ofrecido a la deidad moabita (probablemente Kemós), fácilmente fueron apartados de su lealtad a Yahveh (Números 25,1-9). A partir de aquí el nombre del Baal de Peor (Beelphegor) quedó como una mancha oscura en la historia temprana de Israel (Oseas 9,10; Sal. 106 (105,28). El terrible castigo infligido sobre los culpables tranquilizó por un tiempo las mentes de los hebreos. Nos resulta difícil decir qué tanto duró la impresión; pero sabemos esto: que cuando los israelitas se habían asentado en la tierra prometida nuevamente abandonaron al Dios verdadero, y rindieron homenaje a las deidades de sus vecinos cananeos (Jueces 2,11.13; etc.). Incluso las mejores familias no pudieron o no se atrevieron a resistir la seducción; por ejemplo, el padre de Gedeón, aún cuando su fe en el baal parece haber sido poco ferviente (Jueces 6,31), había erigido un altar idolátrico en Ofrá (Jc. 6,25). "Y el Señor, estando enojado contra Israel, los dejó en manos de los enemigos que habitaban a su alrededor". Los mesopotamios, madianitas, amalecitas, amonitas y sobre todo los filisteos fueron sucesivamente los vengadores providenciales de los desatendidos derechos de Dios.

En 1 Reyes 19,10-14, el profeta Elías describe el estado de abandono en que cayó la verdadera fe del Reino del Norte. "…los israelitas han abandonado tu alianza, han derribado tus altares, han pasado a espada a tus profetas. Solo quedaron siete mil hombres cuyas rodillas no se doblaron ante Baal" (1 Rey. 19,18). Ocozías, hijo de Ajab y Jezabel, siguió los pasos de sus padres (1 Rey. 22,54) y aunque Joram, su hermano y sucesor, se deshizo del maccebhoth levantado por su padre, no se erradicó de Samaria el culto a Baal (2 Rey. 3,2-3) hasta que sus seguidores fueron asesinados y su templo destruido por órdenes de Jehú (2 Rey. 10,18-28). Con todo lo violenta que fue esta represión, apenas si sobrevivió al príncipe que la había emprendido. Los anales de los reinados de sus sucesores dan testimonio de que la corrupción religiosa volvió a prevalecer y el autor del Segundo Libro de los Reyes resumió así esta triste historia: "Abandonaron todos los mandamientos de Yahveh, su Dios, y se hicieron ídolos fundidos, los dos becerros; se hicieron cipos [asherah], y se postraron ante todo el ejército de los cielos y dieron culto a Baal. Hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por el fuego, practicaron la adivinación y los augurios, y se prestaron a hacer lo malo a los ojos de Yahveh, provocando su cólera. Yahveh se airó en gran manera contra Israel y los apartó de su rostro… deportó a Israel de su tierra a Asiria, hasta el día de hoy". (2 Rey. 17,16-18.23).

Fueron las invasiones de los babilonios las que asestaron un golpe de muerte al culto a Baal en Palestina. En la repatriación, Israel será el pueblo de Yahveh y Él su Dios (Ez. 14,11), y Baal se convertirá del todo en cosa del pasado.

Aún hoy... siguen reviviendo los diablos paganos... ¿Por qué se extrañan de todos los acontecimientos terribles que ocurren en el mundo?


Baal = es el Diablo...


¿Cómo nació el Carnaval?


FIESTAS PAGANAS como las que se realizaban en honor a Baco, el dios romano del vino, las Saturnales y las Lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del toro Apis en Egipto. Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontarían a la Sumeria y el Egipto antiguos, hace más de 5.000 años, con celebraciones muy parecidas en la época del Imperio romano, desde donde se habría expandido la costumbre por Europa, siendo llevada a América por los navegantes españoles y portugueses a partir de fines del siglo XV.


NO se admite como celebración de tono religioso... porque es absolutamente PAGANO.


Es la fiesta y culto en honor de Satanás, con la idolatría, el consumo de alcohol y drogas, e infaltable: el sexo desenfrenado y la exhibición del cuerpo humano con toda la inmoralidad posible.


¿No es extraño que se festeje siempre antes de Cuaresma y Semana Santa?


Porque está en franca oposición a Dios... Se busca que todo el frenesí, la locura y la excitación provocados por estos diabólicos carnavales, frene la devoción a Dios: que se pierda la fe, y se desvíe a la humanidad para que evite profesarle amor a su único Dios Jesucristo, tanto en Cuaresma, como en Semana Santa y otras conmemoraciones.


Está Dios tan ofendido... 


¿Que estos pecadores no se imaginan, si de pronto Dios en su Ira Santa, los llame a cuentas? Es decir, les llega la muerte en medio de todos sus carnavales, y se vayan directo al Infierno, y comprueben que sí existe... Y no hay otra oportunidad para arrepentirse, regresar a Dios, pedirle perdón y convertirse...

Exactamente, lo que el mundo pagano e ignorante de esta terrible Verdad, está realizando hoy... con los tentáculos de los patrocinadores infaltables: el nuevo orden mundial, el globalismo, la masonería, el comunismo, la ideología de género, las sectas satánicas y todo lo que permita la destrucción de la humanidad.


Por tal razón, el "Carnaval" es una fiesta pagana, que rinde culto al pecado y por ende a Satanás...


¿Cómo se rinde "culto al Demonio"?


- Culto a los "Excesos"

- Culto a los "Vicios"

- Culto a la "Carne"


Sinónimos de inmoralidad, deleites y placeres perversos...

Anteriormente... se realizaban orgías con personas enmascaradas, para ocultar su identidad... y darle rienda suelta a sus pasiones desenfrenadas, sin tener que afrontar la vergüenza posterior de tales actos.


¿Consecuencias de participar en los carnavales?


Se registran mayores índices de violencia en todos sus niveles: intrafamiliar, riñas callejeras, violaciones y ataques sexuales. Rituales satánicos. Alto consumo de alcohol y drogas. Destrucción de la sociedad e inestabilidad familiar.


Del Nuevo Testamento
Carta a los Gálatas
Capítulo 5: 19-21


"Se sabe muy bien cuáles son las obras de la carne: fornicación, impureza y libertinaje, idolatría y superstición, enemistades y peleas, rivalidades y violencias, ambiciones y discordias, sectarismos, disensiones y envidias, ebriedades y orgías, y todos los excesos de esta naturaleza. Les vuelvo a repetir que los que hacen estas cosas no poseerán el Reino de Dios".


Los católicos no festejamos ni nos ofrecemos a Satanás. Ni prestamos nuestros cuerpos a la exhibición y disfrute de aberraciones demoníacas ni sexuales, tampoco a los excesos en comidas, bebidas o drogas alucinógenas.

Igualmente, es mucho mayor la gravedad de cometer estos pecados, ofendiendo conscientemente y a propósito a Dios, es decir: "pecar antes de Cuaresma" y entregar sus cuerpos a los deleites carnales, que le ofrece el demonio Baal; y pretender que cuando lleguen "los 40 días de conversión durante la Cuaresma", estos "hipócritas católicos y cristianos" busquen hacerse imponer la ceniza en la frente o cabeza, y mostrarse ante los demás como "católicos fervientes"... una máscara que se cae ante Dios, porque a Él nunca lo engañarán...

Para evitar esta falta grave pecaminosa, de burla e irrespeto a Dios, NO PARTICIPEN DE LOS CARNAVALES, NI SE DEJEN SEDUCIR DE TODOS LOS ENGAÑOS QUE LES PRESENTA EL DEMONIO BAAL = SATANÁS, CON TODOS LOS ENCANTOS Y EXCESOS DE SEXO, LUJURIA, FORNICACIÓN, GULA, ALCOHOL, DROGAS, ETC...

Seamos y comportémonos como VERDADEROS, HONESTOS CATÓLICOS Y CRISTIANOS. Que nuestra autenticidad y respeto por Dios, Él lo pueda ver (porque a Él nunca se puede engañar, Él lo sabe todo). Y cuando llegue la Cuaresma y Semana Santa, podamos participar con verdadera devoción, entrega y fidelidad.

Los católicos somos fieles sólo a Dios: en Cuaresma, Semana Santa y todas las demás conmemoraciones, devociones y festividades...


¡Hagamos feliz a Dios!


No le ocasionemos profunda tristeza con nuestra traición, preferencia e idolatría por Satanás, Su Enemigo y Enemigo nuestro.


¡Respeten a Dios,
de Él nadie se burla!


Fuente - Texto histórico bíblico tomado de EC.ACIPRENSA.COM:

Fuente - Texto tomado de ES.WIKIPEDIA.ORG: