lunes, 24 de julio de 2023

Santiago El Mayor - Apóstol Año 44 - Fiesta Julio 25

  



El nombre Santiago, proviene de dos palabras Sant Iacob. Porque su nombre en hebreo era Jacob. Los españoles en sus batallas gritaban: "Sant Iacob, ayúdenos". Y de tanto repetir estas dos palabras, las unieron formando una sola: Santiago.

Fue uno de los 12 apóstoles del Señor. Era hermano de San Juan evangelista. Se le llamaba el Mayor, para distinguirlo del otro apóstol, Santiago el Menor, que era más joven que él. Con sus padres Zebedeo y Salomé vivía en la ciudad de Betsaida, junto al Mar de Galilea, donde tenían una pequeña empresa de pesca. Tenían obreros a su servicio, y su situación económica era bastante buena pues podían ausentarse del trabajo por varias semanas, como lo hizo su hermano Juan cuando se fue a estarse una temporada en el Jordán escuchando a Juan Bautista. Santiago formó parte del grupo de los tres preferidos de Jesús, junto con su hermano Juan y con Simón Pedro. Después de presenciar la pesca milagrosa, al oír que Jesús les decía:




"Desde ahora seréis pescadores de hombres"


Dejó sus redes y a su padre y a su empresa pesquera y se fue con Jesucristo a colaborarle en su apostolado. Presenció todos los grandes milagros de Cristo, y con Pedro y Juan fueron los únicos que estuvieron presentes en la Transfiguración del Señor, y en su Oración en el Huerto de Getsemaní.


¿Por qué lo prefería tanto Jesús?

"Quizás porque (como dice San Juan Crisóstomo) era el más atrevido y valiente para declararse amigo y seguidor del Redentor, o porque iba a ser el primero que derramaría su sangre por proclamar su fe en Jesucristo"


Cuenta el santo Evangelio que una vez al pasar por un pueblo de Samaria, la gente no quiso proporcionarles ningún alimento, y que Santiago y Juan le pidieron a Jesús que hiciera llover fuego del cielo y quemara a esos maleducados. Cristo tuvo que regañarlos por ese espíritu vengativo, y les recordó que Él no había venido a hacer daño a nadie, sino a salvar al mayor número posible de personas. Santiago no era santo cuando se hizo discípulo del Señor. La santidad le irá llegando poquito a poco.

Otro día Santiago y Juan comisionaron a Salomé, su madre, para que fuera a pedirle a Jesús que en el día de su gloria los colocara a ellos dos en los primeros puestos: uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús les dijo:


"¿Serán capaces de beber el cáliz de amargura que Yo voy a beber?"




Ellos le dijeron:


"Sí somos capaces"


Cristo añadió:


"El cáliz de amargura sí lo beberán, pero el ocupar los primeros puestos no me corresponde a Mí el concederlo, sino que esos puestos son para aquellos para quienes los tiene reservado mi Padre Celestial"


Los otros apóstoles se disgustaron por esta petición tan vanidosa de los dos hijos de Zebedeo, pero Jesús les dijo a todos:


"El que quiera ser el primero, que se haga el servidor de todos, a imitación del Hijo del hombre que no ha venido a ser servido sino a servir"




Seguramente que con esta lección de Jesús, habrá aprendido Santiago a ser más humilde. Después de la Ascensión de Jesús, Santiago el Mayor se distinguió como una de las principales figuras entre el grupo de los apóstoles. 




Por eso cuando el rey Herodes Agripa se propuso acabar con los seguidores de Cristo, lo primero que hizo fue mandar cortarle la cabeza a Santiago, y encarcelar a Pedro. Así el hijo de Zebedeo tuvo el honor de ser el primero de los apóstoles que derramó su sangre por proclamar la religión de Jesús Resucitado.




Antiguas tradiciones (del siglo VI) dicen que Santiago alcanzó a ir hasta España a evangelizar. Y desde el siglo IX se cree que su cuerpo se encuentra en la catedral de Compostela (norte de España), y a ese santuario han ido miles y miles de peregrinos por siglos y siglos, y han conseguido maravillosos favores del cielo. El historiador Pérez de Urbel dice que lo que hay en Santiago de Compostela son unas reliquias, o sea restos del Apóstol, que fueron llevados allí desde Palestina.

Es Patrono de España y de su caballería. Los españoles lo han invocado en momentos de grandes peligros y han sentido su poderosa protección. También nosotros si pedimos su intercesión conseguiremos sus favores.

Apóstol Santiago:

 

Pídele a Jesús que seamos muchos, muchos, los que como tú, nos dediquemos con toda valentía y generosidad a propagar por el mundo la religión de Cristo.


Fuente - Texto tomado de EWTN:
https://www.ewtn.com/es/catolicismo/santos/santiago-el-mayor-15077




Favor leer esta hermosa historia:


En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol"


La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que:




"Permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio"


Nuestra Señora, la Virgen María y su advocación como:





5 Razones por las que un católico no puede ser comunista

 




Junio 8 de 2016


Es común ver a personas que dicen ser católicas y comunistas. ¿Pero es posible ser cristiano y comulgar con una ideología que ha causado millones de muertes en el mundo?


Conoce 5 razones por las que un católico no puede ser comunista


1. Las consecuencias del comunismo


Cuando estudiamos la historia de las revoluciones comunistas, es imposible no sentirnos aterrados por los horrores que los revolucionarios practicaron buscando modificar el sistema económico de sus países. El “Libro Negro del Comunismo” estima que en medio siglo 100 MILLONES de personas han sido asesinadas por las dictaduras totalitarias, incluyendo cristianos de varias denominaciones. El Museum on Communism ha estimado las muertes y las resumimos en esta tabla:



También la guerra civil española mató a 12 obispos, 4.184 sacerdotes, 300 monjas, 2.363 monjes, según números estimados por el historiador Hugh Thomas.


2. El comunismo se alimenta del odio y promete un “paraíso” en la tierra


El comunismo de Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895) tiene como base de su doctrina la lucha de clases, la lucha entre dos grupos opuestos: los “oprimidos” y los “opresores” (ricos contra pobres, negros contra blancos, gays contra héteros, hombres contra mujeres, etc.) y es esta lucha de clases la que mueve la historia. El fin de la opresión y entonces un mundo sin desigualdades, vendrán solamente cuando los oprimidos destruyan y sometan al opresor, destruyendo toda cultura opresora independientemente de cuántos deban morir para eso.

“No se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos” – Decálogo de Lenin (1913).


3. El Comunismo niega a Dios y la religión


Marx propuso que los oprimidos hagan una revolución que acabaría con la lucha de clases y crearía un paraíso terrenal sin Dios, para promover la igualdad, pues el mal del mundo es la desigualdad. Según Marx, la religión es el opio del pueblo”, es decir, un fármaco, un medio de mantener a las masas bajo el dominio de los poderosos que debe ser destruido.


El Papa Pío XI en su encíclica Quadragesimo Anno aseguró que “Socialismo religioso, socialismo cristiano, implican términos contradictorios: nadie puede ser a la vez buen católico y verdadero socialista”


4. La desigualdad es natural y fruto de la sabiduría de Dios 


Analizando el universo nos damos cuenta de que es jerárquico y desigual, yendo desde un mineral, pasando por los vegetales, animales, hombres y los ángeles; hay una jerarquía que promueve la armonía en el cosmos. Si todo el universo se rige por un orden a través de la desigualdad de los seres, tal ley natural también es igual para los hombres. En los seres humanos también hay desigualdades naturales de los que no se derivan derechos (bajo y alto, gordo y delgado, negro y blanco, calvo y peludo, fuerte y débil) y desigualdades de las que sí se derivan derechos (justos y pecadores, ladrones y honestos, maestros y estudiantes, trabajadores y desempleados, padres e hijos). Esto significa que un hombre no tiene ningún derecho sobre el otro por ser alto y el otro bajo, pero si usted es padre y tiene un hijo, ambos tienen derechos equivalentes y sus prerrogativas.

El Magisterio de la Iglesia se ha expresado en diversas ocasiones sobre este tema, por ejemplo:


El Papa León XIII (Quod Apostolici Muneris e Humanum Genus) dice que los hombres son semejantes pero no iguales. Estos poseen la misma naturaleza, por lo tanto los mismos derechos naturales. En este sentido, Dios creó tal desigualdad precisamente fomentar la cooperación mutua entre los hombres; recordemos: la ley de Dios es el amor.


5. La propiedad privada es un bien natural


La propiedad privada asegura a los hombres la libertad y el derecho a su trabajo para la supervivencia y el bien de la familia. Ella no puede ser quitada por el Estado, pues es un derecho natural de los hombres. 


El Papa Pío IX dijo al respecto que: “tal es la nefanda doctrina del comunismo contraria al derecho natural, que una vez admitida, echa por tierra los derechos de todos, la propiedad, la misma sociedad humana (Encíclica Qui pluribus, 1846).


Fuente - Texto tomado de ES.CHURCH.POP.COM: