martes, 20 de diciembre de 2022

Novena de Navidad (Día Sexto) - Diciembre 21 de 2022

 



Consideración


Jesús había sido concebido en Nazaret, domicilio de José y María, y allí era de creerse que había de nacer, según todas las probabilidades. Más Dios lo tenía dispuesto de otra manera, y los profetas habían anunciado que el Mesías nacería en Belén de Judá, ciudad de David.

Para que se cumpliese esta predicción, Dios se sirvió de un medio que no parecía tener ninguna relación con este objeto, a saber: la orden dada por el emperador Augusto de que todos los súbditos del imperio romano se empadronasen en el lugar de donde eran originarios. María y José como descendientes que eran de David, estaban obligados a ir a Belén.

No ignoraba Jesús en qué lugar debía nacer, y así inspira a sus padres que se entreguen a la Providencia, y que de esta manera concurran a la ejecución de sus designios. Almas interiores, observad este manejo del Divino Niño, porque es el más importante de la vida espiritual: aprended que el que se haya entregado a Dios ya no ha de pertenecer a sí mismo, ni ha de querer sino lo que Dios quiera para él.




A continuación se reza:


Oración para todos los días
Oración a la Santísima Virgen María
Oración a San José
Gozos para la llegada del Niño Dios
Oración al Niño Jesús


Oración para todos los días




Benignísimo Dios de infinita caridad que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de Él, te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu Hijo humanado, suplicándote por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.

(Se reza tres veces el Gloria)


Oración a la Santísima Virgen María
(para todos los días)




Soberana María, que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera por Madre suya: te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hacen esta novena, para el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo. ¡Oh, dulcísima Madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que Tú lo guardaste, para que nos hagas menos indignos de verlo, amarlo y adorarlo por toda la eternidad. Amén.

(Se reza tres veces el Avemaría)


Oración a San José
(para todos los días)




¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego, por el amor que tuviste al Divino Niño, que me llenes de fervorosos deseos de verlo y recibirlo sacramentalmente, mientras, en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.

(Se reza Padrenuestro, Avemaría y Gloria)


Gozos para la llegada del Niño Dios
(para todos los días)




Dulce Jesús mío,
mi Niño adorado, 
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh Sapiencia suma del Dios soberano,
que a nivel de un niño te hayas rebajado!
¡Oh Niño Divino, ven para enseñarnos
la prudencia que hace verdaderos sabios!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh Adonaí potente que a Moisés hablando,
de Israel al pueblo diste los mandatos!
¡Oh ven prontamente para rescatarnos,
y que un niño débil muestre fuertes brazos!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh raíz sagrada de Jesé que en lo alto
presentas al orbe tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño que has sido llamado
lirio de los valles, bella flor del campo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Llave de David que abre al desterrado
las cerradas puertas del regio palacio!
¡Sácanos, oh Niño, con tu blanca mano,
de la cárcel triste que labró el pecado!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh lumbre de Oriente, Sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso, dicha del cristiano,
luzca la sonrisa de tus dulces labios!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Espejo sin mancha, Santo de los santos,
sin igual imagen del Dios soberano!
¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado
y en forma de niño, da al mísero amparo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro
de Israel anhelo, Pastor del rebaño,
Niño que apacientas con suave cayado,
ya la oveja arisca, ya el cordero manso!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto,
bienhechor rocío como riego santo,
ven, hermoso Niño, ven Dios humanado,
luce hermosa estrella, brota flor del campo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ven que ya María previene sus brazos,
de un Niño vean en tiempo cercano!
¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,
se dispone a hacerse de tu amor sagrario!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Del débil auxilio, del doliente amparo,
consuelo del triste, luz del desterrado!
¡Vida de mi vida, mi Dueño adorado,
mi constante amigo, mi Divino Hermano!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ve ante mis ojos, de Ti enamorado!
¡Bese ya tus plantas, bese ya tus manos,
postrado yo en tierra te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases, te dice mi llanto!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ven Salvador nuestro,
por quien suspiramos!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)


Oración al Niño Jesús
(para todos los días)




Acordaos ¡Oh dulcísimo Niño Jesús! Que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi Infancia y nada te será negado". Llenos de confianza en Ti ¡Oh Jesús, que eres la misma verdad! Venimos a exponerte toda nuestra miseria. Ayudadnos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada.

Concédenos, por los méritos de tu Encarnación y de tu Infancia, la gracia... de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a Ti ¡Oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén.


Fuente - Textos tomados de la Novena de Navidad - Arquidiócesis de Medellín





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PROFECÍAS: La horripilante visión profética del Papa León XIII (Octubre 13 de 1884)

  



LA HORRIPILANTE VISIÓN PROFÉTICA DEL PAPA LEÓN XIII



Escrito por Antonio Socci


Hay otro "detalle" temporal muy importante que la mística alemana (la Beata Ana Catalina Emmerick) nos aporta:


«Lucifer … es sabido que debe ser desencadenado por algún tiempo, cincuenta o sesenta años antes del año 2000 de Cristo»


Esta es una revelación muy importante porque se encuentra en los mismos términos, o sea en la terrible visión que el Papa León XIII tuvo al final del siglo XIX (...).

León XIII, fue Papa desde 1878 hasta 1903 (...). Bueno, el hecho misterioso del cual estamos hablando le ocurrió el 13 de octubre de 1884 (o sea exactamente 33 años antes de la última aparición de la Virgen María en Fátima, ndt).

Aquel día, asistiendo a una segunda Misa de Agradecimiento «de repente se lo vio enderezarse enérgicamente la cabeza, y después mirar hacia algo que estaba encima de la cabeza del celebrante. Miraba fijamente, sin pestañear, pero con una sensación de terror y de maravilla al mismo tiempo, cambiando de color y rasgos».

Los testigos dijeron que «por fin, como regresando en sí mismo, dándose un toque ligero pero enérgico con la mano, se levanta. Se pudo verlo dirigirse hacia su despacho privado. Los familiares lo siguieron con atención y ansiedad. Le dijeron quedamente: «Santo Padre, ¿Usted no se siente bien? ¿Necesita algo?». Respondió: «Nada, nada». Después de media hora hizo llamar al Secretario de la Congregación de los Ritos y, entregando a éste una hoja, le ordenaba hacerla imprimir y enviarla a todos los obispos del mundo».

Se trató de la famosa oración a San Miguel Arcángel, Protector de la Iglesia, que desde entonces se hizo recitar al final de la Santa Misa en todas las iglesias del mundo: fue una larga invocación al Jefe de las Milicias Celestiales porque encadenará a Satanás al infierno impidiendo a éste de vagar por el mundo contra la Iglesia y las almas (esta oración fue inopinadamente cancelada después del Concilio).








(…) Pero, ¿por qué León XIII escribió aquella oración? Y, ¿qué le había ocurrido durante la Misa? ¿Qué había visto y escuchado?


El Papa dijo que se trató del futuro de la Iglesia. En efecto León XIII tuvo la visión de los demonios que se agolpaban sobre el Vaticano y sobre la Basílica de San Pedro que (asaltada por las fuerzas infernales) temblaba espantosamente.


El Papa escuchó un misterioso y escalofriante diálogo en el cual Satanás desafió a Dios afirmando que si hubiera tenido mano libre habría destruido Su Iglesia en cien años.


Se puede percibir en este “desafío” apocalíptico el desprecio que desde siempre Lucifer tiene hacia los hombres, y que acusa delante del Creador que esos están a su servicio, de Satanás, y no hijos de Dios.

Mientras, en el permitir este desafío, por parte del Señor hay Su apasionado y eterno amor, y que quiere sus criaturas libremente capaces (con Su Gracia) de oponerse al Maligno, vencerlo y obteniendo en este modo el inmenso don de la Salvación y de la divinización. (…)

Por tanto León XIII no sólo escribió aquella oración a San Miguel Arcángel haciéndola rezar, desde aquél momento y más, al final de la Misa en todas la iglesias, sino (como subrayó el Cardenal Nasalli Rocca) el Papa «escribió con su mano un especial exorcismo contenido en el Ritual Romano. Él recomendaba estos exorcismos a los obispos y a los sacerdotes de rezarlos frecuentemente en sus diócesis y parroquias. Él lo rezaba frecuentemente durante el día».

Luego en el texto original de este misterioso exorcismo ‘in satanam et angelos apostaticos’ (contra Satanás y los ángeles apóstatas), escrito por León XIII e insertado obligatoriamente en el ritual romanum, se leía esta enigmática fórmula:


«He aquí que astutos enemigos han llenado de amargura la Iglesia, Esposa del Cordero Inmaculado, le han dado a beber ajenjo, han puesto sus manos impías sobre todo lo que hay en ella de deseable. Donde fueron establecidas la Sede del bienaventurado Pedro y la cátedra de la Verdad, como una luz para las naciones, ellos han erigido el trono de la dominación de su impiedad; a fin de que, una vez golpeado el pastor, puedan dispersar el rebaño».


Es una fórmula que desconcierta y por eso, algunos decenios después, bajo el Pontificado de Pío XI, aquel exorcismo fue acortado, y ésta fue una de las frases eliminadas. Por prudencia.

Porque podía ser «intrepretada mal», como también se dijo acerca de aquella parte del Secreto de Fátima, que nunca ha sido revelada.

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Fuente:

"Non è Francesco", libro de Antonio Socci, Ed. Mondadori, 2014.


+ + +


«He aquí que astutos enemigos han llenado de amargura la Iglesia, Esposa del Cordero Inmaculado, le han dado a beber ajenjo, han puesto sus manos impías sobre todo lo que hay en ella de deseable. Donde fueron establecidas la Sede del bienaventurado Pedro y la cátedra de la Verdad, como una luz para las naciones, ellos han erigido el trono de la dominación de su impiedad; a fin de que, una vez golpeado el pastor, puedan dispersar el rebaño». (León XIII, Papa desde 1878 hasta 1903).


Antonio Socci: << Es un pasaje del célebre y misterioso exorcismo que el Pontífice escribió, insertándolo necesariamente en el Ritual Romanum, inmediatamente después de que tuvo la horripilante visión de la Basílica de San Pedro invadida por los demonios, y otras revelaciones sobrenaturales acerca de las tremendas pruebas en las cuales la Iglesia habría padecido en el siglo sucesivo >>


Fuente - Texto tomado de GLORIA.TV:
https://gloria.tv/post/TMAbp3bXhvgQ4X1ypbgyYDpZU

TEST: para saber si te salvarás

  



"Test" para saber si me salvo


Hay una manera, una especie de test para saberlo, y es hacerse estas cuatro preguntas.


Por: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net 


Lo único necesario, según Dios, es nuestra salvación eterna. Pero uno se puede preguntar, se debe preguntar: ¿Ese último día, el día en que se van a repartir los puestos del cielo, de la felicidad eterna o de la infelicidad eterna, dónde estaré yo? ¿Estaré a la derecha? ¿Estaré a la izquierda?

Hay una manera, una especie de test para saberlo, y es hacerse estas cuatro preguntas. Una vez que se responden, puede uno, de manera relativamente segura, adivinar si ese día estará a la derecha o estará a la izquierda.


La primera pregunta es:
¿Qué me dice mi pasado?


Por pasado se puede entender toda la vida desde el uso de razón: aproximadamente desde los siete u ocho años hasta el día de ayer. ¿Qué me dice esa vida? ¿Me deja tranquilo, no me preocupa? ¿Puedo seguir igual, o debería cambiar radicalmente, para lograr un día llegar a la puerta del cielo? Esa sería la primera pregunta: ¿Qué me dice mi pasado? Para los más jóvenes este pasado es breve, para otros es el período quizá más largo; por lo tanto ese pasado tiene mucho que decirme.


La segunda pregunta es:
¿Qué me dice mi presente?


Por presente podemos tomar en cuenta lo que llevamos de este año. ¿Qué me dice ese presente? ¿Puedo decir que es el mejor año; puedo decir que está siendo ya un año muy malo, el peor incluso? ¿Puedo continuar igual y no habrá problemas, o realmente debo dar un cambio radical?


Tercera pregunta:
¿Qué me dice mi futuro?


Ciertamente el futuro no se puede adivinar fácilmente; sin embargo, hay una manera de auscultarlo, una manera de adivinarlo y es el preguntarme si, a medida que pasa el tiempo, voy mejorando o voy empeorando; porque la línea tiende a seguir en la misma dirección. Si voy mejorando, lo normal es que continúe mejorando. Si voy cada vez peor, lo normal es que la línea siga bajando, que siga empeorando. Por eso uno puede adivinar el futuro de su propia vida, viendo cómo va esa línea. Va hacia arriba, va hacia abajo: así tenderá a seguir.


La cuarta pregunta puede ser ésta:
¿Qué me dice mi ambiente?


Por ambiente tomo todo el entorno social en que me muevo, comenzando por mi familia, mi esposo, esposa, mis hijos, mis otros parientes, lecturas que tengo, lugares de diversión, lugares de esparcimiento, viajes, trabajo profesional, amistades y todo lo que me rodea. ¿Qué me dice ese ambiente?, o dicho de otra manera, si sigo con ese ambiente, yendo a esos lugares, leyendo lo que leo, viendo lo que veo, teniendo los amigos que tengo, ¿qué va a ser de mí? Muchas veces sucede aquello de:


"Dime con quién andas, y te diré quién eres”


Muchas veces ocurre que un buen ambiente mejora a las personas, pero también se da el caso de que personas muy buenas y muy sanas se van corrompiendo, cada vez más, con un ambiente adverso.

¿Qué me dice mi pasado, mi presente, mi futuro? ¿Qué me dice mi ambiente? Cada uno puede responder a esas cuatro preguntas, y adivinar, de una manera más o menos convincente, dónde se encontrará ese día: a la derecha o a la izquierda.

Recordemos, para concluir, que Dios no dice: “Hay una cosa muy importante”, sino:


“Hay una sola cosa necesaria, que es nuestra salvación”


El que logra arreglar este punto, ha logrado arreglar todo; pero el que arregla todo menos esto, su propia salvación, podría recordar aquella frase del mismo Maestro:




"¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?"


¿Qué te dice tu pasado, tu presente, tu futuro, tu ambiente? Tú lo sabes. Sabes ahora que lo más probable es que te salves... o que no te salves.


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

¿APOCALIPSIS - FIN DEL MUNDO? Este santo predijo cómo será el fin del mundo - Le decían el “Ángel del Apocalipsis”

 



El santo profético que predijo cómo será el fin del mundo


Cuando el Papa usó el término "Ángel del Apocalipsis" en la Edad Media, la gente sabía que estaba hablando de San Vicente Ferrer.


5 de abril de 2019


San Vicente Ferrer se ganó el título de predicar el Evangelio de manera poderosa y persuasiva, a menudo sobre el Juicio Final y la venida del Anticristo. Incluso la Bula de Canonización de Pío II llamó a San Vicente Ferrer "el Ángel del Apocalipsis, volando por los cielos para anunciar el día del Juicio Final, para evangelizar a los habitantes de la tierra".

En el año (2019) marcó el 600 aniversario de la muerte de San Vicente Ferrer el 5 de abril de 1419, pero sus palabras siguen siendo tan poderosas y necesarias como siempre. Antes de mirar su predicación sobre el Juicio Final, el Anticristo y el Fin del Mundo, entendamos cuán poderoso predicador fue en toda Europa, comenzando en su España natal, mirando una mera partícula de a quién alcanzó y los milagros que él realizó.

Como sacerdote dominico, Vicente Ferrer predicó en su propia lengua materna o en latín, sin embargo, dondequiera que fuera, todos entendieron milagrosamente cada una de sus palabras como si estuviera predicando en su idioma. Miles de pecadores, incluso los más endurecidos, se arrepintieron. Cuando el curioso rey moro envió a buscarlo, después de que Vicente Ferrer diera solo tres sermones, 8.000 moros se convirtieron y quisieron ser bautizados. Estimaciones modestas sitúan su conversión de judíos en una ciudad tras otra en España en 25.000.

En una importante conferencia de la Iglesia, la predicación de Vicente vio a 14 de los 16 rabinos convertidos en el acto. En Toledo, cuando los judíos se convirtieron en cristianos, convirtieron su sinagoga en una iglesia dirigida por la Santísima Virgen.

Como Jesús resucitó a la viuda del hijo de Naím, con el poder de Cristo, San Vicente detuvo una procesión fúnebre y ordenó al cadáver que se levantara, devolviendo la vida al muerto. En total, resucitó a 28 muertos. Incluso después de su muerte, dos personas muertas colocadas en su tumba volvieron a la vida.

Curó innumerables enfermedades físicas, obrando maravillas mediante el nombre de Jesús y la Señal de la Cruz. En uno, restauró el uso de las extremidades de un niño inválido incurable que finalmente se convirtió en el obispo de Barcelona.

En confesión, podía leer almas. Compartió vistas previas celestiales de eventos futuros, como decirle a una madre que su pequeño hijo se convertiría en Papa y lo canonizaría, lo que sucedió cuando el niño se convirtió en Calixto III. (En la canonización, el cuerpo de Vicente Ferrer fue encontrado incorrupto). Más temprano, durante una hambruna en Barcelona, ​​anunció que llegarían dos barcos cargados de maíz. Nadie creyó. Ese mismo día, como estaba previsto, llegaron los barcos.

Muy devoto de la Santísima Virgen, predicó y demostró el poder del Rosario a través de la conversión inmediata obtenida al rezarlo.






Predicando el Juicio Final




Jesús vendrá no como su primera venida en humildad y pobreza, sino "con tal majestad y poder que el mundo entero temblará"


Comenzó Ángel del Apocalipsis en un sermón. Cuando detalló poderosamente la gloria y el horror de separar las ovejas y las cabras que se describen en Mateo 25, se registra que los pecadores se asustaron y lloraron. Quería que lo hicieran porque él mismo temía ese día y temía por todos aquellos a quienes les predicaba.

Vicente le dijo a la multitud:


La gente dirá 'a los montes y las rocas: Caed sobre nosotros, y escóndenos del rostro del que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero' (Apocalipsis 6:16). Sin embargo, Jesús dijo: 'Pero cuando estas cosas comiencen a suceder, miren y levanten la cabeza', 'porque su redención está cerca' (Lucas 21:28). La Santísima Madre se sentará con él. Jesús separará a los pueblos de las naciones como un pastor separa ovejas de cabras.


San Vicente advirtió:


"Ese día será mejor ser una oveja de Jesucristo que haber sido papa, rey o emperador".


Vicente detalló poderosamente cinco virtudes reveladas en las Escrituras que distinguen a las ovejas:


"Simple inocencia, amplia misericordia, paciencia constante, verdadera obediencia y digna penitencia".


Primero, la simple inocencia




Es cuando una persona “vive simplemente, ni hiere a nadie en su corazón, odiando, ni difamando en el habla, ni golpeando con las manos, ni robando. Una vida así "se llama simple inocencia, lo que convierte al hombre en oveja de Cristo".


En cada caso, San Vicente detalla a continuación de manera colorida los motivos. 


Una oveja no ataca con cuernos como un toro...

...ni muerda con los dientes como un lobo, ni golpee con los cascos como un caballo... si quieres ser una oveja de Cristo, no debes golpear a nadie con cuernos de conocimiento o de poder, porque los abogados golpean por los cuernos de conocimiento, juristas, defensores u hombres que tienen un gran conocimiento. Comerciantes engañando a otros. Los señores y los matones atacan con los cuernos del poder, saqueando o hiriendo y extorsionando, utilizando calumnias y amenazas, y cosas por el estilo. Escuche lo que el Señor dice por boca de David:


"Y quebraré todos los cuernos de los pecadores, pero los cuernos de los justos serán ensalzados" (Salmo 74:11).


"Morder" es difamar la reputación de tu prójimo, y devorar diciendo "nada bueno alaba a alguien, sino solo al malo", por lo que "los difamadores no son las ovejas de Cristo, sino los lobos del infierno".


Patear como caballos significa despreciar. Por eso, advierte, “hijos, no odien a sus padres; ni padres, hijos; ni jóvenes, ancianos; ni los sanos, los enfermos; ni rico, el pobre; ni amos, sus siervos; ni prelados, su clero; y viceversa. Está claro qué es la simple inocencia”.


Segundo, mucha misericordia




Significa distribuir sus dones temporales y espirituales dados por Dios a los necesitados. “Porque”, ilustra Vicente, “entre todos los animales, una oveja es la más beneficiosa de los animales. Para la oveja al cultivar lana, nos muestra misericordia y los beneficios de la misericordia, porque ¿a cuántos pobres viste una oveja? Las ovejas dan leche y alimento para comer. Imitamos y damos amor de esta manera: nuestra lana es "bienes externos y temporales, pan y vino, dinero y ropa y cosas por el estilo". La leche es "bienes interiores y espirituales, al dar buena enseñanza al ignorante... Si tienes la leche del conocimiento, de la devoción o de la elocuencia, debes dársela a los que no la tienen". Vicente recuerda a Jesús diciéndole a las ovejas:


“Porque tuve hambre, y me diste de comer; Tuve sed, y me diste de beber... desnudo, y me cubriste” (Mateo 25: 35-36).


En tercer lugar, la paciencia constante




Adopta diferentes formas, como cuando alguien “que sufre las heridas que le han infligido o que le han hablado no quiere preocuparse por vengarse. Más bien ama a todos en general y reza por todos ellos. ¿La analogía? La oveja es un animal muy paciente, porque si se le acosa mientras come, o si se le golpea, no se defiende, sino que se va a otra parte, ni se venga como lo haría un perro o una cabra, sino que cede humildemente. ¡Oh, bendita la persona, hombre o mujer, que tiene tanta paciencia y no toma venganza por las ofensas, sino que perdona como Dios lo perdona a él!”.


En cuarto lugar, la verdadera obediencia





Significa ordenar todos los pensamientos, palabras y acciones de acuerdo con la voluntad de Dios, no la nuestra, así como las ovejas son tan obedientes que un niño con un bastón "puede guiar fácilmente a 30 ó 40 ovejas". ¿Recuerda el Salmo 23? ¿Recuerda que Jesús ilustró que el pastor pudo dejar a 99 a salvo mientras buscaba la oveja perdida?


El resumen simple de Vicente Ferrer para los mandamientos del pastor incluye estos:




“Primero que vivamos con humildad” porque Jesús dijo “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29). Los orgullosos no son las ovejas de Cristo, sino la cabra del diablo. Segundo, da con misericordia y generosidad. Quien "desobedientemente va por el camino de la avaricia cometiendo usura, robo, hurto, etc., no es oveja de Cristo, sino macho cabrío del diablo". A continuación, debemos "andar por el camino de la limpieza, de la castidad, etc." (Mateo 19:12). "Así que, todo el que va por el camino de la inmundicia y la inmundicia de la concupiscencia y la carnalidad, no es una oveja de Cristo, sino una cabra del diablo".


Quinto, se debe realizar una penitencia digna por los pecados que hemos cometido




El Ángel del Apocalipsis enfatiza que nadie está exento de pecado, como señaló Eclesiastés (7:21), "Porque no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y no peque".


“Por tanto, es necesaria una penitencia digna, lamentando los pecados y proponiendo no recaer, confesando y satisfaciendo. Y así la penitencia convierte al hombre en oveja de Cristo”. Para hacer la analogía, explica en detalle cómo una oveja es modesta, pero concluye que una cabra refleja “la persona notoriamente desvergonzada, porque todos conocen su vida perversa y sus pecados, como el clero perverso y otros cohabitantes notorios, ni quieren cubrir arriba con la cola de la penitencia; son impenitentes.


El fin del mundo y el anticristo




San Vicente Ferrer no solo predicó sobre estos en detalle, sino que los explicó en una carta al Papa Benedicto XIII en 1412. Debido a que su sermón es muy largo, abarca explicaciones que se enfocan en Lucas 21: 25-28, tocaremos solo a destacar.


Jesús “nos advierte de los grandes males y tribulaciones que vendrán al fin del mundo, y nos habla de las señales que precederán a su venida en juicio”


Comienza el Ángel del Apocalipsis. Conocía la Biblia de memoria y conectaba todo con las Escrituras.


Dios no nos deja desorientados. En su misericordia, a menudo envía señales, “para que las personas advertidas de la tribulación inminente por medio de estas señales, mediante la oración y las buenas obras, puedan obtener en el tribunal de la misericordia una revocación de la sentencia dictada en su contra por Dios el juez en las cortes celestiales; o al menos mediante penitencia y enmienda de vida, pueden prepararse contra la aflicción inminente. ¿Recuerdan a Noé y a Jonás?


Tres de las aflicciones “mayores y más terribles” serán: “Anticristo, hombre pero diabólico; segundo, la destrucción por el fuego del mundo terrestre; tercero, el juicio universal. Y con estas tribulaciones el mundo llegará a su fin. La Providencia nos dará señales de advertencia en los cielos: sol, luna y estrellas.


El primero es "Anticristo, un hombre diabólico, que traerá angustia al mundo entero". Engañará a los cristianos de cuatro formas.


Primero, en el signo del sol (Lucas 21:25)




Vicente Ferrer explica: “En la Sagrada Escritura, Cristo es llamado el Sol... Tomando la palabra etimológicamente, tenemos: SOL (Super omnia lucens) - 'Resplandeciendo sobre todas las cosas'... Dios el Padre lo envió al mundo, diciendo: 'Pero a vosotros que teméis mi nombre, el sol de justicia se levantará' (Malaquías 4: 2)”. Entonces, ¿cuál es la señal que da el sol para la llegada del enemigo?


San Vicente revela que San Mateo lo da precisamente: "El sol no dará su luz". ¿Cómo es eso? Vicente explica que el sol se oscurecerá y no se puede oscurecer por sí mismo, pero solo cuando las nubes lo oscurezcan:


De la misma manera, en la época del Anticristo, el Sol de justicia será oscurecido por la interposición de los bienes temporales y las riquezas que el Anticristo conferirá al mundo, en cuanto el resplandor de la fe en Jesucristo y el resplandor de la buena vida. ya no brillará entre los cristianos. Porque, para que no pierdan su dominio, los gobernantes temporales, reyes y príncipes se alinearán del lado del Anticristo. De la misma manera, los prelados por temor a perder su dignidad, y los religiosos y sacerdotes para ganar honores y riquezas, abandonarán la Fe de Cristo y se adherirán al Anticristo. Ahora será un verdadero hombre, pero tan orgulloso que no solo deseará tener dominio universal en todo el mundo, sino que incluso exigirá ser llamado dios e insistirá en recibir el culto divino.


El maligno podrá cumplir porque Daniel (11:43) profetiza: 'Él controlará las riquezas de oro y plata y todos los tesoros de Egipto'. "Con esta riqueza reunirá en armas a todas las naciones del mundo, para luchar contra los que se le oponen - (Apocalipsis 20: 7)" y "seducir a las naciones" y "pueblos, es decir, con oro y plata y honores."


San Vicente continúa: “Ciertamente habrá signos en el Sol de la justicia, porque entonces se oscurecerá en los corazones de los cristianos, ya que de esos corazones no brillará la luz de la Fe; cesará toda predicación de una vida mejor, debido a la interposición de… nubes de bienes temporales ”.


El materialismo se hace cargo


San Vicente nos dice en todos los casos por qué Dios todopoderoso permitiría este error, la respuesta es la misma:


Sabiduría 11:17: "Por lo que el hombre peca, de lo mismo también es atormentado".


“Por tanto, si no queréis ser engañados, ahora con todo vuestro corazón despreciad y despreciad todos los bienes terrenales, y anhelad los del cielo, considerando que los bienes de este mundo son transitorios y vacíos, mientras que los celestiales son eternos. De esta manera serás fuerte".




A continuación, signos en la luna. "En las Sagradas Escrituras, la luna significa nuestra santa Madre la Iglesia Universal, lo que implica la unión mundial de los cristianos". Reflejando las fases de la luna, la Iglesia en la última fase “ya no está en el estado en que Cristo la fundó”, sino que “se convirtió en orgullo, pompa y vanidad... la misericordia y la liberalidad se transforman en simonía, usura y rapiña; la castidad se convierte en libertinaje, inmundicia y corrupción; el brillo de la virtud se transforma en envidia y malignidad; la templanza se ha convertido en glotonería y voracidad; la paciencia ha dado lugar a la ira, la guerra y las divisiones entre los pueblos; la diligencia es reemplazada por la negligencia".


Cristo nos advirtió: “Surgirán falsos cristos y falsos profetas. Y harán grandes señales y prodigios para engañar, si es posible, aún a los elegidos” Mateo (24:24). Engañando con falsos "milagros". "Dado que los pueblos del mundo pecan contra Dios al recurrir a las obras del diablo, como la adivinación... en lugar de poner sus necesidades ante el Dios omnipotente". Piense en todo lo oculto que hay hoy.


No se deje engañar, sino “ponga toda su fe y confianza en el nombre de Jesucristo, y rehúse reconocer cualquier milagro a menos que se haga en ese mismo nombre; y así serás fuerte contra la seducción.


En tercer lugar, "las estrellas caerán del cielo", dijo Cristo (Mateo 24:29). Mirando a Daniel (12:3), Vicente prueba que se refiere a los maestros, doctores y licenciados en teología, algunos de los cuales “caerán del cielo, es decir, de las alturas de la Fe (Daniel 11:36). Cristo también permite esto “a causa de las vidas escandalosas y perversas y de los muchos pecados” de algunos.


Cristo nos advierte (24:21): “Porque entonces habrá gran tribulación como no ha sido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y a menos que esos días hubieran sido acortados, ninguna carne debería salvarse; pero por el bien de los elegidos esos días serán acortados.


El Anticristo reinará durante tres años y medio, 1.290 días. Cuando sea asesinado “por un rayo en el monte de los Olivos y su muerte se haya dado a conocer ampliamente en todo el mundo, esta nuestra tierra existirá durante 45 días más; No digo años, sino días” (Daniel 12: 11-12). Los Doctores dijeron que “estos 45 días serán dados por Dios para la conversión de aquellos que han sido seducidos por el Anticristo, pero el Anticristo habrá dejado tan grandes riquezas y placeres que casi ninguna de las naciones se convertirá a la Fe de Cristo... Porque no hay más salvador que Cristo, y sin embargo, no se convertirán. En Lucas 17, Cristo nos advierte que será como en los días de Noé y Lot cuando la gente andaba como de costumbre.


Entonces, “cierta expectación espantosa del juicio y la furia de un fuego consumirá a los adversarios” (Hebreos 10:27). Como dice David (Salmo 96:3): “Un fuego irá delante de él y quemará a sus enemigos en derredor. Sus relámpagos han resplandecido al mundo; la tierra vio y tembló. Los montes se derritieron como cera ante la presencia del Señor; ante la presencia del Señor de toda la tierra.


“Por tanto”, advierte Vicente Ferrer, “haz ahora penitencia, perdona las injurias, restituye los bienes mal habidos, vive y confiesa tu religión; si tuviera la certeza de que en poco tiempo esta ciudad va a ser destruida por el fuego, ¿no cambiaría todos sus bienes inmuebles por algo que podría llevarse?


Solo el tesoro ya amontonado en el cielo.


Fuente - Texto tomado de NCREGISTER.COM: