lunes, 28 de noviembre de 2022

San Gregorio Taumaturgo - Año 268 - Fiesta Noviembre 29

  



Se llama "taumaturgo" al que hace muchos milagros. A este santo le pusieron ese nombre porque según decía la gente, desde tiempos de Moisés, no se había visto a un simple hombre conseguir tantos milagros como los que obtuvo él.

Nació Gregorio cerca del Mar Negro, de una familia pagana. Sus padres que eran de familia noble lo encauzaron hacia los estudios de las leyes. Cuando era joven tuvo que viajar a Cesarea, en Palestina, a acompañar a una hermana, y allá conoció al sabio más grande de su tiempo que era Orígenes, el cual había puesto una escuela de teología en esa ciudad. Desde el primer encuentro el sabio Orígenes se dio cuenta de que Gregorio poseía unas cualidades excepcionales para el estudio y lo recibió en su famosa escuela.

Lo dedicó enseguida a que leyera todo lo que los antiguos autores habían escrito acerca de Dios y el joven se fue dando cuenta de que lo verdaderamente admirable y cierto acerca de Dios es lo que dice la S. Biblia, y se convirtió al cristianismo y se hizo bautizar. Fascinado por la personalidad de Orígenes, el joven Gregorio renunció a su antiguo plan de dedicarse a la abogacía y se consagró totalmente a los estudios religiosos. Más tarde dirá:


"Cuando estábamos estudiando nuestro maestro Orígenes era para nosotros como un ángel de la guarda. Siempre cuidaba de nuestra alma con un interés increíble. Parecía que cuando íbamos a sus clases el ángel guardián no tenía nada que hacer porque el maestro Orígenes lo reemplazaba cuidando amorosamente el alma de cada uno de nosotros. Nos guiaba por el camino de la virtud no sólo con sus luminosas palabras sino con los admirables ejemplos de su buen comportamiento"


(¡Quisiera Dios que los alumnos de hoy pudieran decir lo mismo de sus maestros!).

El año 238 cuando ya Gregorio terminó sus estudios hizo un hermoso discurso de despedida a su gran profesor, alabando los métodos que Orígenes tenía para educar. En este discurso, que aún se conserva, se señalan ciertos datos de importancia para conocer cómo aquel sabio se preocupaba no sólo de que sus alumnos fueran muy instruidos sino también de que fueran sumamente virtuosos.

Al llegar a su patria, a su ciudad Neocesarea del Ponto, fue nombrado obispo, y empezó entonces una cadena incontable de milagros. San Gregorio de Nisa al hacer el discurso fúnebre de nuestro santo, narra unos cuantos, como por ejemplo: El poder tan extraordinario que tenía de expulsar los malos espíritus. En cierta ocasión dos familias se peleaban a muerte por un nacedero de agua. Viendo que la pelea no acababa nunca, el santo le envió una bendición al nacedero y este se secó y ya no hubo más peleas. La casa del obispo Gregorio estaba siempre llena de gente aguardando en su puerta para que les diera la bendición. Él los instruía en la religión y luego les obtenía de Dios su curación. Y así con su predicación y sus milagros logró aumentar enormemente el número de cristianos en aquella ciudad.




San Gregorio Taumaturgo necesitaba construir un nuevo templo porque el número de creyentes había aumentado mucho, pero no tenía como terreno sino un cerro abrupto. Y un día dijo:




"Vamos a ver si es cierto lo que Jesús dijo: "si tenéis fe, podréis decir a un monte: ¡quítate de ahí! – y éste obedecerá"


Y se puso a rezar con mucha fe, y sobrevino un terremoto y el cerro se derrumbó quedando allí una buena explanada para construir el templo.

San Gregorio de Nisa y San Basilio comentaban cómo su abuela Santa Macrina, que había conocido a este santo les narraba que la vida de Gregorio era como un retrato de lo que el evangelio dice que debe ser la vida de un buen amigo de Dios; que nadie veía en él jamás un estallido de cólera; que siempre sus respuestas eran sencillas:


"Si, si" o "No, no"


Como lo manda el evangelio. Que su piedad era tan admirable que al rezar parecía estar viendo "al invisible".

Al estallar la persecución de Decio en 250, San Gregorio aconsejó a los cristianos que se escondieran para que no tuvieran peligro de renegar de su fe cristiana por temor a los tormentos. Y él mismo se retiró a un bosque, acompañado de un antiguo sacerdote pagano, al cual él había convertido al cristianismo.

Y sucedió que un infante fue y avisó a la policía dónde estaban escondidos los dos. Y llegó un numeroso grupo de policías y por más que requisaron todo el bosque no lo lograron encontrar. Cuando la policía se fue, llegó el informante y al verlos allí y darse cuenta de que por milagro no los habían logrado ver los policías, se convirtió él también al cristianismo.

San Gregorio se propuso hacer que la religión fuera muy agradable para la gente y así en las vísperas de las grandes fiestas organizaba resonantes festivales populares donde todo el mundo estaba contento y alegre sin ofender a Dios. Esto le atrajo la simpatía de la ciudad.

Se ha hecho célebre en la historia de la Iglesia la frase que dijo este gran santo poco antes de morir. Preguntó:


"¿Cuántos infieles quedan aún en la ciudad sin convertirse al cristianismo?"


Le respondieron:


"Quedan diecisiete"


Y él exclamó gozoso:


"Gracias Señor: ése era el número de cristianos que había en esta ciudad cuando yo llegué a misionar aquí. En ese tiempo no había sino 17 cristianos, y ahora no hay sino 17 paganos"


Poco antes de morir pidió que lo enterraran en el cementerio de los pobres porque él quería estar también junto a ellos hasta después de muerto.

Las gentes lo invocaban después cuando había inundaciones y terremotos, y es que él con sus oraciones logró detener terribles inundaciones que amenazaban acabar con todo.

En verdad que en la vida de San Gregorio Taumaturgo sí que se cumplió aquello que decía Jesús:




"Según sea tu fe, así serán las cosas que te sucederán"


Quiera Dios bendito y adorado
darnos también a cada uno
de nosotros una gran fe
que mueva montañas
de dificultades.
Amén.

Señor: Aumenta nuestra fe.


Fuente - Texto tomado de EWTN.COM:

Las tres veces que Jesús llora en la Biblia... ¿Hoy nosotros le seguimos provocando este dolor?



Philip Kosloski | Septiembre 22 de 2018


Dios hecho hombre conoció grandes alegrías, pero también cólera y tristeza.


En el Nuevo Testamento, hay tres episodios en los que Jesús derramó lágrimas. Probablemente no son los únicos momentos en que Jesús lloró en su vida, pero estos episodios ponen de relieve cosas que tocaron especialmente su corazón.


1. Jesús llora después de ver la angustia de quienes ama




María llegó a donde estaba Jesús y, al verlo, se postró a sus pies y le dijo: 


“Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”




Jesús, al verla llorar a ella, y también a los judíos que la acompañaban, conmovido y turbado, preguntó:


“¿Dónde lo pusieron?”


Le respondieron:


“Ven, Señor, y lo verás”


Y Jesús lloró.

Los judíos dijeron:


“¡Cómo lo amaba!” (Juan 11,32-36)


Durante este episodio, Jesús llora después de ver llorar a los que ama y después de ver el cadáver de un amigo cercano, Lázaro.

Estas lágrimas nos recuerdan el amor que Dios tiene por nosotros, sus hijos. Nos muestran cuánto sufre al vernos sufrir.




Jesús muestra verdadera compasión y llora ante el dolor de sus amigos. Pero Cristo, luz en las tinieblas, viene a transformar las lágrimas de tristeza en lágrimas de alegría resucitando a Lázaro de entre los muertos.


2. Jesús llora al ver los pecados de la humanidad




¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste! (Lucas 13,14)




Cuando estuvo cerca y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo:


“¡Si tú también hubieras comprendido en ese día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos” (Lucas 19,41-42)


Cuando Jesús ve Jerusalén, se echa a llorar. Jesús ve los pecados pasados y futuros de las personas y su corazón se rompe.

Dios, nuestro Padre amoroso, se entristece cuando nos ve alejarnos de Él, cuando lo que Él quiere es guardarnos en Su corazón.




Sin embargo, muy a menudo, rechazamos su amor y seguimos nuestros propios caminos. Nuestros pecados hacen llorar al Señor, pero, afortunadamente, sus brazos están siempre abiertos para recibirnos cuando volvemos a Él.


3. Jesús llora en el huerto de los olivos antes de su crucifixión




Él dirigió durante su vida terrena súplicas y plegarias, con fuertes gritos y lágrimas, a aquel que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su humilde sumisión. (Hebreos 5,7)

Según se documenta en la Carta a los hebreos, las lágrimas vienen ligadas a una vehemente súplica a Dios.

Por supuesto, no es necesario llorar para que el Señor nos escuche, pero en este fragmento se muestra que Él es sensible a nuestros “corazones contritos”.




Quiere que nuestras oraciones sean una expresión de lo que somos en nuestra profundidad y no solo en la superficie.

Así, la oración debe abarcar todo nuestro ser y alimentarse por todas nuestras emociones, permitiendo que Dios penetre en todos los aspectos de nuestras vidas.


Fuente - Texto tomado de ES.ALETEIA.ORG:

10 razones de peso para vivir la pureza y la castidad. ¿Por qué es mejor esperar?

  



Vale la pena todo el esfuerzo
que estás haciendo
por vivir la castidad


Por: PildorasdeFe.net | Fuente: Tad.org.mx


¿Pureza y castidad?




Hablar de eso hoy en día es ir contracorriente. La castidad es para nuestra sociedad hipersexualizada algo del pasado. Hoy a los hombres se les considera “ganadores” y a las mujeres “experimentadas” mientras más sexo tengan. En cambio, se desprecia o rechaza a quien decide esperar hasta el matrimonio. La virginidad parece ser una enfermedad de la que hay que curarse cuanto antes. A quien decide valientemente vivir la castidad se le califica de mojigato, incapaz sexual, enfermo mental o reprimido.




Pero la realidad demuestra que el adelantarse (aunque sea “por amor”) causa demasiadas heridas, mientras que la espera paciente y el autodominio producen frutos excelentes. Aquí te ofrecemos 10 razones para que entiendas que vale la pena todo el esfuerzo que estás haciendo por vivir la castidad, especialmente en el noviazgo.


1. Ayuda a tener una buena comunicación en el noviazgo




Cuando una pareja de novios vive la abstinencia sexual, su comunicación es buena porque no se centran solamente en el placer, sino en la alegría de compartir puntos de vista y vivencias; además, sus conversaciones son más profundas. Por el contrario, la intimidad física es una forma fácil de relacionarse, pero eclipsa otras formas de comunicación. Es un modo de evitar el trabajo que supone la verdadera intimidad emocional, como hablar de temas personales y profundos y trabajar en las diferencias básicas que hay entre ambos.


2. Crece el lado amistoso de tu relación




La cercanía física puede llevar a que los adolescentes piensen que están emocionalmente cercanos, cuando en realidad no lo están. Una relación romántica consiste esencialmente en cultivar una amistad, y no hay amistad sin conversación y sin compartir intereses. La conversación personal crea lazos de amistad, y ayuda a que uno descubra al otro, que conozca sus defectos y sus cualidades. Algunos jóvenes se dejan llevar por las pasiones y cuando se conocen en profundidad, se desencantan. Y no se conocieron porque no llegaron a ser amigos, sino “novios con derechos”.


3. Hay mejor relación con los padres de familia de ambos




Cuando el hombre y la mujer se respetan mutuamente, maduran su cariño y mejoran la amistad con los padres de ambos. Generalmente, los padres de familia prefieren que sus hijos solteros vivan la continencia sexual, y se sienten preocupados si saben que están sexualmente activos sin ser casados. Cuando una pareja sabe que debe esconder sus relaciones sexuales, crece en ellos la culpa y el estrés. Los novios que deciden esperar se relacionan más cordialmente con los padres de familia propios y de la pareja.


4. Te sientes más libre para cuestionar si ese noviazgo te conviene




Las relaciones sexuales tienen el poder de unir a dos personas con fuerza, y pueden prolongar una relación poco sana basada en la atracción física o en la necesidad de seguridad. Una persona se puede sentir “atrapada” en una relación de la cual quisiera salir pues en el fondo no la desea, pero no encuentra la salida. Una persona que no tiene relaciones sexuales puede romper con mayor facilidad el vínculo afectivo que lo ata al otro, pues no ha habido una intimidad tan poderosa en el aspecto físico. Además, si llega a haber un embarazo, las personas no se sienten tan libres de decidir si se separan, se casan, se ponen a trabajar, etcétera.


5. Se fomenta la generosidad contra el egoísmo




Las relaciones sexuales en el noviazgo invitan al egoísmo y a la propia satisfacción, inclinan a sentirse en competencia con otras personas que puede resultarle más atractivas a la propia pareja. Se fomenta la inseguridad y el egoísmo, ya que al empezar a entrar en intimidades la tendencia es pedir más y más.


6. Hay menos riesgo de abuso físico o verbal




El sexo fuera del matrimonio se asocia a la violencia y a otras formas de abuso. Por ejemplo, se da más del doble de agresión física entre parejas que viven juntas sin compromiso, que entre las parejas casadas. Hay menos celos y menos egoísmo en las parejas de novios que deciden posponer las relaciones sexuales que en las que se dejan llevar por las pasiones.


7. Aumenta el repertorio de modos de mostrar afecto




Los novios que viven la abstinencia encuentran detalles nuevos para mostrar afecto; cuentan con inventiva e ingenio para pasarla bien y demostrarse mutuamente su interés. La relación se fortalece y tienen más oportunidad de conocerse en cuanto a su carácter, hábitos y en el modo de mantener una relación.


8. Hay más posibilidades de triunfar en el matrimonio




Las investigaciones han demostrado que las parejas que han cohabitado tienen más posibilidades de divorciarse que las que no han cohabitado.


9. Si decides “romper” esa relación, dolerá menos




Los lazos que crea la actividad sexual por naturaleza, vinculan fuertemente, entonces, si hay una ruptura, se intensifica el dolor que produce la ruptura por los vínculos establecidos. Cuando no se han tenido relaciones íntimas, y deciden separarse, la separación es menos devastadora.


10. Te sentirás mejor como persona




Los adolescentes sexualmente activos frecuentemente pierden autoestima y admiten vivir con culpas. Cuando deciden dejar de lado la intimidad física se sienten como nuevos y crecen como personas. Además, mejoran su potencial intelectual, artístico y social, al poner toda esa energía creativa en desarrollar sus talentos.


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET: