domingo, 20 de noviembre de 2022

Presentación de la Santísima Virgen María en el Templo - Fiesta Noviembre 21

  



Hoy, celebramos junto con toda la Iglesia, la Presentación en el Templo de la niña Santa María.

Es en una antigua y piadosa tradición que encontramos los orígenes de esta fiesta mariana, que surge en el escrito apócrifo llamado "Protoevangelio de Santiago". Este relato cuenta que cuando la Virgen María era muy niña, sus padres San Joaquín y Santa Ana la llevaron al templo de Jerusalén y allá la dejaron por un tiempo, junto con otro grupo de niñas, para ser instruida muy cuidadosamente respecto a la religión y a todos los deberes para con Dios.

Históricamente, el inicio de esta celebración fue la dedicación de la Iglesia de Santa María la Nueva en Jerusalén en el año 543. Estas fiestas se vienen conmemorando en Oriente desde el siglo VI, inclusive el emperador Miguel Comeno cuenta sobre esto en una Constitución de 1166.

Más adelante, en 1372, el canciller en la corte del Rey de Chipre, habiendo sido enviado a Aviñón en calidad de embajador ante el Papa Gregorio XI, le contó la magnificencia con que en Grecia celebraban esta fiesta el 21 de noviembre. El Papa entonces la introdujo en Aviñón, y Sixto V promulgó la fiesta para la Iglesia universal.




Oración




Santa Madre María,
tú que desde temprana edad
te consagraste al Altísimo,
aceptando desde una libertad
poseída el servirle plenamente
como templo inmaculado,
tú que confiando en tus santos padres,
San Joaquín y Santa Ana,
respondiste con una obediencia
amorosa al llamado de Dios Padre,
tu que ya desde ese momento
en el que tus padres te presentaron
en el Templo percibiste en tu interior
el profundo designio de Dios Amor;
enséñanos Madre Buena a ser
valientes seguidores de tu Hijo,
anunciándolo en cada momento
de nuestra vida desde una generosa
y firme respuesta al Plan de Dios.
Amén.


« Protoevangelio de Santiago »


Un apócrifo * de mediados o finales del siglo II. 
Es una fuente cristiana no canónica **


Sobre la presentación de María en el Templo



La Virgen María es presentada
en el Templo de Jerusalén
por sus padres Joaquín y Ana


Al llegar la niña a los tres años, dijo Joaquín:


«Llamad a las doncellas hebreas que están sin mancilla y que tomen sendas candelas encendidas (para que la acompañen), no sea que la niña se vuelva atrás y su corazón sea cautivado por alguna cosa fuera del templo de Dios»


Y así lo hicieron mientras iban subiendo al templo de Dios. Y la recibió el sacerdote, quien, después de haberla besado, la bendijo y exclamó:


«El Señor ha engrandecido tu nombre por todas las generaciones, pues al fin de los tiempos manifestará en ti su redención a los hijos de Israel»




Entonces la hizo sentar sobre la tercera grada del altar. El Señor derramó gracia sobre la niña, quien danzó, haciéndose querer de toda la casa de Israel. Bajaron sus padres, llenos de admiración, alabando al Señor Dios porque la niña no se había vuelto atrás. Y María permaneció en el templo como una paloma, recibiendo alimento de manos de un ángel.


Notas:

* Apócrifo: Todo libro que, atribuyéndose a autor sagrado, no está, sin embargo, incluido en el canon de la Biblia. 

** No canónica: No está incluido en (no forma parte de) el canon de la Biblia.


Oración
Presentación de Nuestra Señora al Templo







La niña María
-¡qué gracia en su vuelo!-
paloma del cielo,
al templo subía
y a Dios ofrecía
el más puro don:
sagrario y mansión
por Él consagrada
y a Él reservada
en su corazón.

¡Oh blanca azucena!,
la Sabiduría
su trono te hacía,
dorada patena,
de la gracia llena,
llena de hermosura.
Tu luz, Virgen pura,
niña Inmaculada,
rasgue en alborada
nuestra noche oscura.

Tu presentación,
princesa María,
de paz y alegría
llena el corazón.
De Dios posesión
y casa habitada,
eres la morada
de la Trinidad.
A su Majestad
la gloria le sea dada.
Amén.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA:
http://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=610

Fuente - Texto tomado de CATOLICO.ORG:

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:
http://www.devocionario.com/maria/infantita_4.html

Las profecías del Papa León XIII y su exhortación a rezar el Santo Rosario

 

León XIII en el primer vídeo de un Papa en la historia



Las profecías de León XIII
y su exhortación a rezar el rosario



Por INFOVATICANA | 13 de Noviembre de 2021


El Papa León XIII escribió en muchas de sus encíclicas, entre ellas una que cumplió 131 años el pasado 22 de septiembre, Octobri mense, la importancia de rezar el Santo Rosario como un arma para enfrentar los grandes problemas que golpean el mundo en la actualidad.


Recemos el Santo Rosario:




En un artículo de National Catholic Register, que nos trae Aciprensa, el escritor del libro “Fruits of Fatima — Century of Signs and Wonders”, Joseph Pronechen, indicó que en sus 25 años de papado, León XIII “vio surgir grandes peligros en el mundo”.




“León XIII no se detuvo al hablar sobre los peligros del comunismoel socialismola masonería y su camino hacia la destrucción”, señaló Pronechen.

El escritor recordó que el Pontífice italiano “advirtió sobre graves peligros” en sus diez ―en total escribió 86― encíclicas sobre el Rosario, “incluida Fidentem piumque animum de 1896, hace exactamente 126 años, y Octobri mense en 1891, que celebra su 131 aniversario”.

Según dijo Pronechen, León XIII señaló en Octobri mense que los sufrimientos de la Iglesia, “lejos de mitigar, aumentan día a día en número y en gravedad”.

“Deploramos males conocidos por todos; los dogmas sacrosantos que la Iglesia custodia y enseña, son combatidos y menospreciados; son objeto de burla la integridad de las virtudes cristianas que protege la Iglesia; de muchas maneras se maquina por medio de la envidia el ataque al sagrado orden de los Obispos, y principalmente al Romano Pontífice, y hasta contra el mismo Cristo Dios”, escribe el Papa Pecci en el documento.

Según Pronechen, el último Papa del siglo XIX sufría por lo que sucedería en el futuro y lamentaba que muchos se extraviaran por “la perversidad de sus errores y su rebeldía contra Dios”, por su indiferencia “hacia cualquier forma de religión” que los ha despojado de la fe divina, por católicos que “apenas conservan la religión en el nombre, pero no la guardan en realidad ni cumplen con las obligaciones debidas”.

Pronechen explicó que estas frases del Santo Padre suenan a noticias que se dan en la actualidad y resaltó que León XIII remarcaba que “es enteramente necesario que los católicos dirijan a Dios fervorosas, perseverantes” súplicas y oraciones, no solo en los hogares, sino de manera pública.


La oración contra satanás
de León XIII




El Papa León XIII indica que, en medio de esta tormenta de males, la Iglesia recuerda a los fieles la necesidad de orar “con más vehemencia a Dios” y, a ejemplo de los santos, pedir la intercesión de la Virgen María.

El Santo Padre afirma que, por voluntad de Dios, así como “nadie puede llegar al Padre sino por el Hijo, casi del mismo modo nadie puede llegar a Cristo sino por la Madre. ¡Cuán grande sabiduría y misericordia resplandece en este consejo de Dios!”. Pronechen indicó que el Pontífice deja claro que para responder a la lucha contra los males es necesario acudir al Santo Rosario, una oración agradable para la Virgen María y ventajosa para quien la reza.

Es una oración que tiene “el suave aroma de las rosas y la belleza de los floridos ramilletes. Tan propia como es para honrar a la Virgen, llamada Rosa mística del Paraíso”, remarcó.

León XIII indica que al rezar esta oración mariana “redoblamos nuestras súplicas para implorar del Padre celestial el reinado de su gracia y de su gloria, y asiduamente invocamos a la Virgen María para que, por su intercesión, nos socorra”. El Papa Pecci señala que nuestra fe está expuesta a multitud de peligros y ataques cada día, y es por medio de esta oración que los fieles pueden obtener alimento y fuerza para su fe.

Pronechen recuerda que León XIII aclara en Octobri mense que, si bien hay varias formas de rendir honor a la Virgen María, una de las más poderosas y agradables para ella es el Rosario.

“Entonces se verá cuántos en medio de una era corrupta se han mantenido puros de toda concupiscencia de la carne y el espíritu, obrando su santificación en el temor de Dios; cómo otros, expuestos al peligro de la tentación, se han refrenado sin demora para obtener nuevas fuerzas para la virtud a partir del peligro mismo; cómo otros, habiendo caído, se han apoderado del ardiente deseo de ser devueltos a los abrazos de un Dios misericordioso”, escribe el Papa en la encíclica que, por razones que desconocemos, no está traducida al español.

Finalmente, dirigiéndose a la Virgen, el Santo Padre rezó para que “los pueblos sumidos en el error puedan volver a la enseñanza y los preceptos cristianos, en los que está el fundamento de la seguridad pública y la fuente de la paz y la verdadera felicidad”. “Que a través de ella puedan esforzarse firmemente por la más deseable de todas las bendiciones, la restauración de la libertad de nuestra Madre, la Iglesia, y la posesión tranquila de sus derechos”, concluyó.

Nacido como Vincenzo Pecci el 2 de marzo de 1810, León XIII sucedió a Pío IX en febrero de 1878, convirtiéndose en el Papa número 256 de la historia de la Iglesia. Su largo pontificado ―aunque más corto que el de su predecesor, de 32 años, el más largo de la historia― acabó con su muerte el 20 de julio de 1903. Como curiosidad, diremos que fue el primer Pontífice en ser filmado en vídeo; aquí les dejamos la prueba.





Video tomado de YOUTUBE:



Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM:
https://infovaticana.com/2021/11/13/las-profecias-de-leon-xiii-y-su-exhortacion-a-rezar-el-rosario/




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Espeluznante: El Papa León XIII vio y escuchó al demonio

  



El Papa León XIII vio y escuchó al demonio


Existe un relato, que no podemos certificar como cierto, pero que es verosímil, que dice lo siguiente:




El 13 de octubre de 1884, el Papa León XIII, experimentó una visión horrible.

Después de celebrar la Eucaristía, estaba consultando sobre ciertos temas con sus cardenales en la capilla privada del Vaticano, cuando de pronto se detuvo al pie del altar y quedó sumido en una realidad que solo él veía. Su rostro tenía expresión de horror y de impacto. Se fue palideciendo. Algunos dicen que se desmayó. Algo terrible había visto. De repente, se incorporó, levanto su mano como saludando y se fue a su estudio privado.

Lo siguieron y le preguntaron:


«¿Qué le sucede su Santidad? ¿Se siente mal?»


Él respondió:


«¡Oh, que imágenes tan terribles se me han permitido ver y escuchar!»


Y se encerró en su oficina.


¿Qué vio León XIII?


Dicen que luego dijo:




«Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que él podía destruir la Iglesia y llevar todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás pidió permiso a Dios de tener 100 años para poder influenciar al mundo como nunca antes había podido hacerlo»


También León XIII pudo comprender que si el demonio no lograba cumplir su propósito en el tiempo permitido, sufriría una derrota humillante. Vio a San Miguel Arcángel aparecer y lanzar a Satanás con sus legiones en el abismo del infierno.

Después de media hora, llamó al Secretario para la Congregación de Ritos. Le entrego una hoja de papel y le ordenó que la enviara a todos los obispos del mundo indicando que bajo mandato tenía que ser recitada después de cada misa, la oración que ahí él había escrito.

La oración es la siguiente:


Oración a San Miguel




San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y asechanzas del demonio.
Que Dios manifieste sobre él su poder,
es nuestra humilde súplica.
Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial,
con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás,
y a los demás espíritus malignos
que vagan por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.


La versión de esta oración
que existe actualmente es ésta:




Hay también un texto más amplio, publicado años después, que es el siguiente:


Oración completa
a San Miguel
del Papa León XIII


León XIII, 18 de mayo de 1890; Acta Apostolicae Sedis, p. 743


¡Oh glorioso príncipe de las milicias celestes, san Miguel arcángel, defiéndenos en el combate y en la terrible lucha que debemos sostener contra los principados y las potencias, contra los príncipes de este mundo de tinieblas, contra los espíritus malignos! Ven en auxilio de los hombres que Dios ha creado inmortales, que formó a su imagen y semejanza y que rescató a gran precio de la tiranía del demonio.

Combate en este día, con el ejército de los santos ángeles, los combates del Señor como en otro tiempo combatiste contra Lucifer, el jefe de los orgullosos, y contra los ángeles apóstatas que fueron impotentes de resistirte y para quien no hubo nunca jamás lugar en el cielo. Si ese monstruo, esa antigua serpiente que se llama demonio y Satán, él que seduce al mundo entero, fue precipitado con sus ángeles al fondo del abismo.

Pero he aquí que ese antiguo enemigo, este primer homicida ha levantado ferozmente la cabeza. Disfrazado como ángel de luz y seguido de toda la turba y seguido de espíritus malignos, recorre el mundo entero para apoderarse de él y desterrar el Nombre de Dios y de su Cristo, para hundir, matar y entregar a la perdición eterna a las almas destinadas a la eterna corona de gloria. Sobre hombres de espíritu perverso y de corazón corrupto, este dragón malvado derrama también, como un torrente de fango impuro el veneno de su malicia infernal, es decir el espíritu de mentira, de impiedad, de blasfemia y el soplo envenenado de la impudicia, de los vicios y de todas las abominaciones. Enemigos llenos de astucia han colmado de oprobios y amarguras a la Iglesia, esposa del Cordero inmaculado, y sobre sus bienes más sagrados han puesto sus manos criminales. Aún en este lugar sagrado, donde fue establecida la Sede de Pedro y la cátedra de la Verdad que debe iluminar al mundo, han elevado el abominable trono de su impiedad con el designio inicuo de herir al Pastor y dispersar al rebaño.

Te suplicamos, pues, Oh príncipe invencible, contra los ataques de esos espíritus réprobos, auxilia al pueblo de Dios y dale la victoria. Este pueblo te venera como su protector y su patrono, y la Iglesia se gloría de tenerte como defensor contra los malignos poderes del infierno. A ti te confió Dios el cuidado de conducir a las almas a la beatitud celeste. ¡Ah! Ruega pues al Dios de la paz que ponga bajo nuestros pies a Satanás vencido y de tal manera abatido que no pueda nunca más mantener a los hombres en la esclavitud, ni causar perjuicio a la Iglesia. Presenta nuestras oraciones ante la mirada del Todopoderoso, para que las misericordias del Señor nos alcancen cuanto antes. Somete al dragón, la antigua serpiente que es diablo y Satán, encadénalo y precipítalo en el abismo, para que no pueda seducir a los pueblos. Amén.


– He aquí la Cruz del Señor, huyan potencias enemigas.
Venció el León de Judá, el retoño de David.

– Que tus misericordias, Oh Señor se realicen sobre nosotros. Como hemos esperado de ti.

– Señor, escucha mi oración. Y que mis gritos se eleven hasta ti.


Oh Dios Padre Nuestro Señor Jesucristo, invocamos tu Santo Nombre, e imploramos insistentemente tu clemencia para que por la intercesión de María inmaculada siempre Virgen, nuestra Madre, y del glorioso san Miguel arcángel, te dignes auxiliarnos contra Satán y todos los otros espíritus inmundos que recorren la tierra para dañar al género humano y perder las almas. Amén.


Fuente - Texto tomado de ENCUENTRA.COM:




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Carta del más allá: un niño abortado escribe a su mamá

  



Querida mamá:


Soy tu hijo, ¿recuerdas? No he desaparecido, pues Dios me infundió un alma eterna en el momento en que fui concebido. No ví nunca la luz del día pero vivo para siempre.

Sé por qué me mataste. El que debió haber sido mi padre andaba lejos del país. Tu te sentías sola porque él andaba muy ocupado en sus negocios. En su ausencia, surgió otro hombre. De ese romance fui engendrado yo.

Nunca olvidaré los meses que me acunaste en tu vientre, ¡me sentí tan seguro y amado! ¡Comprendo que no me desearas; pues qué pensaría papá a su regreso! Había que blanquear al desliz matando al delator, y ese era YO. Por entonces no supe de las discusiones con tu amante, pues él quería verme nacido y tú no. ¡Qué peleas, hasta que le arrancaste el dinero que costó mi defunción! A todo le ponen precio, hasta el asesinato de un inocente. "¡Que caros son lo abortos!" comentaste. 

No justifico tu crimen, pero te perdono. Perdono a papá por haber sido tan irresponsable. También perdono al que, vestido de blanco, se manchó con mi sangre. ¡Qué dolor cuando me punzó con aquella enorme aguja y después me despedazó a sangre fría! Sé que tú nunca olvidarás el ruido de aquella aspiradora que se tragó mi cuerpecito a pedazos. Sé que te causó un trauma que llevas en silencio tratando de pensar que no fue nada. Si era algo. Era alguien, era yo, tu hijo.

Conozco mamá, tus largas noches en vela y tus sobresaltos. Sé que luchaste mucho en tu interior sobre tu decisión de abortarme. En el fondo me amabas pero pudo más en ti el miedo. Sé que me amabas, pues aún sueñas conmigo y más de una vez te haz preguntado, con remordimientos, si soy niña o niño, piensas como sería hoy día y qué alegrías te hubiera traído... 

¡Soy niño! Me parezco más a ti que al seductor con que andabas. ¡cómo me vas a olvidar, si yo a cada momento pido a Papá Dios que borre esas pesadillas que turban tu descanso y te dan muerte en vida! Por eso, ¡qué alegría cuando buscaste al sacerdote que te inspiró confianza, y te reconciliaste con el Señor de la Vida! 

Querida mamá, quiero verte feliz. Recuerda los consejos que te dio el sacerdote al despedirte:


"¡Hija, Dios padre ya ha hecho su obra de amor en ti y a su tiempo irás sanando!"


Mientras te estoy escribiendo, tengo a mi lado a mi amigo Antonio. Lo mató su mamá porque ella decía ser demasiado joven para ocuparse con ser madre. Tampoco el recibió nombre alguno de sus padres pero sí de Dios quien nos ama infinitamente. Tengo muchísimos amigos que corrieron la misma suerte. A Carlitos lo abortaron porque su madre fue violada. El odio y el dolor resultante lo descargaron sobre el pobre inocente. Él se pregunta: "¿Por qué si mi mamá no amaba al hombre que la violó, me mato a mí, que la hubiera amado siempre y jamás me hubiera avergonzado de ella?" Aquí en el reino del amor, sólo entendemos el lenguaje del amor; por eso, no comprendemos esos "argumentos" acerca del aborto; por mala conformación del feto, por violación, por dificultades económicas de los padres, por no querer más hijos, "que la familia pequeña vive mejor", etc. 

Me cuentan que ni las guerras, ni Hitler con sus cámaras de gas letal han realizado tan brutal y desmedida masacre. Con los abortos se ha privado a la humanidad de brillantes poetas, sacerdotes, médicos, filósofos, músicos, pilotos, estadistas, pintores, arquitectos, santos y santas. A mí todos me dicen que quizá hubiera sido un habilidoso cirujano o un pianista a lo Mozart. Cuando nos reunamos, mami, ¡ya verás qué manos tengo! Lo que más me agrada es cuando me dicen "¡tu mamá tiene que ser muy hermosa!"

No llores mami. Confía en Dios hasta que nos volvamos a ver. ¡ah!, se me olvidaba, aunque me consumo por verte, no te des prisa en venir, pues mis hermanos te necesitan. Hazle a ellos lo que nunca pudiste hacerme a mí. Fíjate que cuando bañas a mis hermanitos, no sé, me entra un poquito de añoranza de todo lo que pudo ser y no fue. Me hubiera gustado ser acariciado por esas manos tuyas tan lindas y tan semejantes a las mías, manos de cirujano malogrado.

Quizás te preguntas dónde estoy. No te preocupes, estoy en los brazos de Jesús que me amó hasta derramar su sangre por mí. En Él todos encontramos la Vida.

Y termino pidiéndote un favor. No para mí, comprenderás, sino para otros niños. ¡No los maten como a mí!, si conoces a una joven que quiera abortar o a un sujeto que monta campañas a favor del aborto o un médico asesino que se burla de Hipócrates, o una enfermera que se presta a ese crimen, extiéndeles el amor de Dios, nuestro Padre. Entonces recuérdate de nosotros y dile que no mate más. Que los niños le pertenecen a Dios. Grítales a todos que tenemos derecho a vivir como ellos, y que aunque nadie nos ame tenemos derecho a vivir y amar.

¡Te espero con la boca aún sin estrenar, rebosante de besos que tengo guardados solamente para ti!


Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Santa Misa - Solemnidad Jesucristo - Rey del Universo - Domingo 20 de Noviembre de 2022




Debido a la emergencia mundial por la pandemia del coronavirus, por la cuarentena obligatoria en la cual nos encontramos sometidos, y al lamentable cierre de los templos católicos en todo el mundo, me permito compartir con ustedes el video de la Santa Misa, que corresponde al Domingo 20 de Noviembre de 2022 - Solemnidad Jesucristo - Rey del Universo - Último Domingo del Año Litúrgico.






Igualmente, ofrezcamos el rezo del Santo Rosario y el Santo VíaCrucis a Dios, por intercesión de la Virgen María, por el fin de la pandemia del coronavirus, por los fenómenos naturales y terribles acontecimientos a nivel mundial. También por las intenciones de todos y cada uno de ustedes:












Unámonos todos como Iglesia Militante y Peregrina, y asistamos virtualmente a la Santa Misa, junto a Jesús en su Calvario, con profunda fe y recogimiento.


Elevemos a Dios nuestras oraciones y peticiones personales, también por las de nuestros familiares, amigos y el mundo entero.


Igualmente, pidamos perdón por nuestros pecados, procuremos la conversión de nuestras vidas, y cuando la Iglesia Católica lo permita y abra nuevamente las puertas de los templos, busquemos a Dios a través del Sacramento de la Reconciliación "Penitencia o Confesión", y recibamos la gracia de su perdón y su amoroso abrazo de Padre, que recibe a sus hijos pródigos que regresan a Él, ÚNICO PADRE que sí nos ama verdaderamente.


Recordemos lo más sublime: recibir en estado de gracia al Señor Dios en su Presencia Real, en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía (Hostia Consagrada), en la totalidad de su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en el santísimo sacrificio incongruento, como memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.









Dios nos colme de abundantes bendiciones a todos, la Santísima Virgen María interceda por nosotros, y San José, protector de la Iglesia Católica Universal, defienda a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas del demonio y de todos sus enemigos, además de toda adversidad.


Muchas gracias a todos ustedes por su gentil atención.


Video tomado de YouTube:
https://www.youtube.com/watch?v=aGWksAml_DQ&t=670s


Fuente - Texto de la Comunión Espiritual tomada de ACIPRENSA.COM:
https://www.aciprensa.com/recursos/comunion-espiritual-682