martes, 25 de octubre de 2022

San Alfredo - El Grande - Rey de Wessex - Fiesta Octubre 26

  



Fuente: Wikipedia 


Fue rey de Wessex (uno de los siete reinos principales que precedieron al reino de Inglaterra) desde 871 hasta su muerte. Se hizo célebre por defender a su reino contra los vikingos, volviéndose como resultado de esto en el único rey de su dinastía en ser llamado "El Grande" o Magno, por su pueblo. Fue también el primer rey de Wessex que se autoproclamó rey de Inglaterra. Los detalles de su vida son conocidos gracias a Asser, cronista de la tribu de los Galos. Siendo un hombre culto y letrado, ayudó mucho a la educación y a mejorar el sistema de leyes de su reino.

Nació en la localidad de Wantage, en Dorset, en el año 849, siendo el quinto y menor de los hijos varones -fueron 6 en total- de Ethelwulfo, rey de Wessex, y de su primera esposa, Osburga.

En 855, al morir su madre, acompañó a su padre a un peregrinaje a Roma, pasando a su regreso una temporada en la corte del rey Carlos el Calvo de Francia, realizándose entonces la segunda boda de Ethelwulfo con la hija del rey francés, Judith.

Ethelwulfo muere el 13 de enero de 858, siendo sucedido por su segundo hijo, Ethelbaldo, el cual se casa con su madrastra Judith.

Nada se sabe de los siguientes años de Alfredo durante los reinados de sus dos hermanos mayores, Ethelbaldo y Ethelberto que se sucedieron rápidamente. Fue hasta el reinado del tercer hermano -cuarto en orden de nacimiento-, Etelredo I, que el joven Alfredo comenzó su vida pública y su brillante carrera militar en contra de los vikingos. Fue gracias a sus éxitos militares que, según el cronista Asser, le fue concedido el título de secundarius o co-rey, siendo posiblemente aprobado este cargo por la Witenagemot para evitar problemas en la sucesión en caso de que el rey muriera en batalla, aunque con ello desheredaban a los dos hijos de Etelredo.

En 869, luchando al lado de su hermano Etelredo, hizo una tentativa fracasada de quitar a Mercia de la presión de los daneses. Durante casi dos años Wessex disfrutó de una tregua. Pero a finales de 870 se reanudan las hostilidades, y el año siguiente sería conocido como el "año de las batallas de Alfredo". Nueve batallas se realizaron con variada fortuna, aunque el lugar y la fecha de dos de ellas no se han registrado. Una escaramuza acertada en la batalla de Englesfield, Berkshire (31 de diciembre de 870), fue seguida por una derrota severa en la batalla de Reading (4 de enero de 871), para, cuatro días más tarde, logra una brillante victoria en la batalla de Ashdown, cerca de Compton Beauchamp, en Shrivenham Hundred.

El 22 de enero de 871, los daneses derrotaron de nuevo a los ingleses en Basing, y el 23 abril de 871 en Merton, Wiltshire, en la que muere el rey Etelredo I; las dos batallas no identificadas quizás ocurrieron en el intervalo.

Habiendo muerto Etelredo I en batalla, Alfredo al fin sube al trono de Wessex, siendo coronado en Kingston-upon-Thames el mismo día.

Mientras que él estaba ocupado con el entierro y las ceremonias fúnebres de su hermano, los daneses derrotaron al ejército inglés en su ausencia en un lugar desconocido, y una vez más en su presencia, en Wilton en el mes de mayo. Después de que fuera hecha la paz, y que por los siguientes cinco años ocuparon los daneses otras partes de Inglaterra, Alfredo se vio obligado a no realizar nuevas acciones que no fueran más allá de la observación y protección de la frontera. Las cosas cambian en 876, cuando los daneses, bajo un nuevo líder, Guthrum, regresan al reino y atacan Wareham. De allí, a comienzos de 877 y bajo el pretexto de negociaciones, incursionaron hacia el oeste y tomaron Exeter. Aquí Alfredo los bloqueó, y gracias a que la flota danesa no llegó luego de que fuera dispersada por una tormenta, los vikingos tuvieron que someterse y retirarse a Mercia. En enero de 878 los daneses volvieron a la lucha e hicieron un ataque repentino en Chippenham, una plaza fuerte la cual Alfredo había estado manteniendo desde Navidad, "y la mayoría de la gente fueron capturadas, excepto el rey Alfredo, el cual con una pequeña tropa reunida por sí mismo logra huir... por el bosque y el pantano, y después de Pascua él... construye una fortaleza en Athelney, y desde esa fortaleza comenzó a luchar contra el enemigo" (crónica).


LEYENDAS DEL PERÍODO


Una leyenda dice cómo, disfrazado como un fugitivo en los pantanos de Athelney, en Petherton, al norte de Somerset, después de la primera invasión danesa, fue visto por una campesina y ella le dio abrigo, ignorante de su identidad, dejándolo que la ayude a hacer algunas tortas que había dejado cocinar en el fuego mientras iba a hacer otros quehaceres. Preocupado con los problemas del reino, Alfredo dejó que las tortas se quemaran y fue golpeado por la mujer cuando volvió. Una vez expuesta la identidad del rey, la mujer se disculpó profusamente, pero Alfredo insistió que él era el que debería disculparse. En realidad toda esta historia de que Alfredo, durante su retiro en Athelney, saliera a la vista como un fugitivo y ayudara a una mujer a cocinar unas tortas, es falsa. En realidad él estaba organizando la resistencia. Al mismo tiempo, otras leyendas lo suponen disfrazado como arpista para entrar al campo de Guthrum y descubrir sus planes.


VICTORIA DECISIVA


A mediados de mayo de 878, los preparativos estaban listos y Alfredo se marchó de Athelney, reuniéndosele en el camino las fuerzas militares de Somerset, Wiltshire y Hampshire. Los daneses por su lado, se movieron fuera de Chippenham, y los dos ejércitos se enfrentaron en la batalla de Edington, en Wiltshire. El resultado fue una victoria decisiva para Alfredo. Los daneses fueron sometidos. Guthrum, el rey danés, y 29 de sus principales hombres tomaron el bautismo. Como resultado de esto, Inglaterra se dividió en dos tierras, la mitad al sudoeste en manos de los sajones y la mitad nororiental que se conocería ahora como el Danelaw. Al año siguiente (879) no solamente Wessex, sino también Mercia, al oeste de Watling Street, estaba libre del invasor. Éste es el arreglo conocido por los historiadores como la paz de Wedmore (878), aunque no hay documento alguno que pruebe su existencia.

Sin embargo por aquel tiempo aunque la mitad nororiental de Inglaterra, incluyendo Londres, estaba en las manos de los daneses, la verdad es que la marea había cambiado en su contra. Por aquellos años había paz en la isla, pero los daneses se mantenían ocupados en Europa. Un ataque a Kent en 884 o 885, aunque rechazado con éxito, animó a los daneses de Anglia del Este a rebelarse. Las medidas tomadas por Alfredo para reprimir esta sublevación culminan con la toma de Londres en 885 o 886, y con el tratado conocido como paz de Alfredo y de Guthrum, por el que los límites del tratado de Wedmore (con el cual se confunde a menudo) fueron modificados materialmente para beneficio de Alfredo.

Una vez terminada la lucha con los daneses, Alfredo se concentró en reforzar la marina real, siendo construidas diversas embarcaciones de acuerdo al gusto del rey.

También decidió reconstruir la organización civil, gravemente dañada durante la invasión danesa, favoreciendo a los desamparados y ganándose el título de "Protector del Pobre" (Asser).

Asser también habla de manera grandiosa acerca de las relaciones de Alfredo con potencias extranjeras, aunque no hay mucha información disponible a este respecto. Él ciertamente sostuvo correspondencia con Elías III, patriarca de Jerusalén, y envió probablemente una misión a la India. Las embajadas a Roma que aseguraban la salvación de las almas inglesas al papa eran bastante frecuentes; mientras que el interés de Alfredo en países extranjeros se demuestra por las inserciones que él hizo en su traducción de Orosius.

Alrededor del año 890, Wulfstan de Haithabu emprendió un viaje de Haithabu en Jutlandia a lo largo del Mar Báltico a la ciudad prusiana de Truso. Wulfstan dio detalles de su viaje a Alfredo.

Sus relaciones con los príncipes célticos en la mitad meridional de la isla están más claras. Comparativamente temprano en su reinado los príncipes de Gales, debido a la presión en ellas de Gales del norte y de Mercia, se acogieron a la protección de Alfredo. Más adelante Gales del norte siguió su ejemplo, y cooperó con el rey inglés en la campaña de 893 o 894. Que Alfredo enviara irlandeses a monasterios europeos se puede aceptar por la autoridad de Asser; la visita de tres peregrinos "escotos" (es decir, irlandeses) a Alfredo en 891 es indudablemente auténtica; la historia que él mismo en su niñez fue enviado a Irlanda a que se curara por St. Modwenna, aunque mítica, puede demostrar el interés del rey en esa isla.

Murió en Winchester, el 26 de octubre de 899, a los 50 años de edad, siendo sepultado en la abadía de Newminster, pero luego es trasladado a la abadía de Hyde, en Winchester.


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/op/articulos/35576/alfredo-el-grande-santo.html

Cómo conseguir el perdón y misericordia de Dios

  



Comparto con ustedes una hermosa parábola de la que no conozco su autor, pero nos proporciona una gran enseñanza sobre la penitencia y nos hace reflexionar desde lo más profundo de nuestro corazón humano, en el comportamiento y amor de Dios.





Un joven, que había pecado muchísimo y su conciencia estaba con gran remordimiento por haber ofendido a Dios, cierto día se postró ante un Cristo crucificado y acongojado le dijo:


"Señor, sé que he pecado y te he ofendido mucho, ¿qué debo hacer para conseguir tu perdón?"




Con gran sorpresa, observó que el Cristo descolgó su mano derecha y, le entregó una copa diciendo:




"Llénala de agua. Cuando esté llena habrás quedado perdonado"


Resuelto a cumplir con esta penitencia, el pecador recibió la copa y se acercó a una fuente, pero al instante la fuente se secó. No se preocupó mucho, porque pensó que en el valle había un torrente de aguas tumultuosas, a donde se dirigió a toda prisa, una vez llegó jadeante, cuando arrimó la copa el torrente se secó.

Entonces, pensó para sí mismo, que ésta podría ser la penitencia impuesta por Dios: al hacerlo ir de un sitio a otro sin conseguir el objetivo, por lo que nuevamente se quedó tranquilo, porque a pocos días de camino estaba el mar y sobraría suficiente agua para llenar la copa. 

Se puso en camino y tuvo que atravesar montañas y pueblos. Para conseguir su objetivo se propuso no descansar ni un instante. Al fin, a lo lejos, pudo observar el mar, y se llenó de esperanza.

Cuando por fin llegó a la playa, arrimó la copa a las olas... y ¡oh sorpresa! las olas comenzaron a retroceder. Desconsolado, cayó de rodillas y se dijo para sí mismo:


"Si hasta el mar se retira de mi presencia, es que no tendré el perdón de Dios"




Con profunda tristeza empezó a llorar, y a llorar... Las lágrimas brotaban abundantemente de sus ojos e iban cayendo en la copa... Ésta se llenó... ¡con el agua de sus lágrimas!




Con un corazón sincero y arrepentido, conseguimos el perdón de nuestras culpas confesadas y hacemos feliz a Dios y a nuestra conciencia.

ENTREVISTA EXPLOSIVA - El cardenal Müller dice que el Sínodo del Papa Francisco es una 'toma hostil de la Iglesia'



"Esta es una forma de socavar la fe católica", dijo el cardenal Gerhard Müller sobre el Sínodo sobre la Sinodalidad en algunos de sus comentarios más agudos sobre la dirección de la Iglesia bajo el Papa Francisco.


Viernes 7 de Octubre de 2022 - 9:55 pm EDT


( LifeSiteNews ) – El cardenal Gerhard Müller irrumpió en el Sínodo sobre la Sinodalidad en algunos de sus comentarios más fuertes hasta el momento sobre la dirección de la Iglesia Católica bajo el Papa Francisco, describiendo el proceso sinodal como una “toma de control hostil” de la Iglesia que amenaza con “terminar”. Catolicismo.

En una explosiva entrevista el jueves en The World Over de EWTN, el ex jefe de la oficina doctrinal más alta del Vaticano condenó las ideas heterodoxas expresadas por el liderazgo del Sínodo y en los informes sinodales y criticó el enfoque de la iniciativa en la "auto-revelación" en oposición a la fe católica.

“Este es un sistema de autorrevelación y es la ocupación de la Iglesia Católica” y “la toma hostil de la Iglesia de Jesucristo, que es una columna de la Verdad Revelada”, dijo el cardenal Müller al presentador de EWTN, Raymond Arroyo. “Esto no tiene nada que ver con Jesucristo, con el Dios Triuno, y piensan que la doctrina es solo como un programa de un partido político que puede cambiarlo según sus votantes”.

El Sínodo sobre la Sinodalidad, lanzado por el Papa Francisco en 2021, es un proceso de varios años que implica recopilar las opiniones de los laicos católicos, e incluso de los no católicos, en todas las diócesis del mundo antes del Sínodo de los Obispos en Roma el próximo octubre. El Papa Francisco ha descrito el objetivo del Sínodo como la creación de "una Iglesia diferente", y los altos funcionarios sinodales han indicado que podría conducir a cambios en la doctrina y el liderazgo de la Iglesia.

El relator general del Sínodo, el cardenal Jean-Claude Hollerich, provocó indignación y acusaciones de herejía a principios de este año por afirmar que la enseñanza católica sobre la pecaminosidad de los actos homosexuales "ya no es correcta" y necesita "revisión". Los informes sinodales nacionales de varios países occidentales también han destacado los llamados a un cambio doctrinal, incluso sobre la homosexualidad y la ordenación de mujeres, y el sitio web oficial del Vaticano para el Sínodo ha enfurecido repetidamente a los católicos al promover las relaciones homosexuales y los grupos activistas disidentes.

Cuando se le preguntó si el Sínodo sobre la sinodalidad se perfila como "un intento de destruir la Iglesia", el cardenal Müller respondió con dureza: "Sí, si tendrán éxito, pero ese será el fin de la Iglesia católica".

Comparó el estado del proceso sinodal con la herejía del arrianismo y la “forma marxista de crear la verdad”, insistiendo en que los católicos “deben resistirla”.

“Es como las viejas herejías del arrianismo, cuando Arrio pensaba según sus ideas lo que Dios puede hacer y lo que Dios no puede hacer”, dijo el cardenal. “El intelecto humano quiere decidir qué es verdad y qué está mal”.

Los líderes del sínodo están “soñando con otra iglesia [que] no tiene nada que ver con la fe católica” y está “absolutamente en contra”, criticó el cardenal Müller. “Quieren abusar de este proceso para cambiar a la Iglesia Católica y no solo en otra dirección, sino en la destrucción de la Iglesia Católica”.

“Nadie puede hacer un cambio absoluto y sustituir la doctrina revelada de la Iglesia”, enfatizó, “pero tienen estas ideas extrañas”, como que “la doctrina es solo una teoría de algún teólogo”.

Ese no es el caso en absoluto, enfatizó el prelado alemán:

La doctrina de los Apóstoles es reflejo y manifestación de la Revelación de la Palabra de Dios. Tenemos que escuchar la Palabra de Dios, pero en la autoridad de la Santa Biblia, de la Tradición Apostólica, y del Magisterio, y todos los concilios dichos antes que no es posible sustituir la Revelación dada una vez y para siempre en Jesucristo por otra revelación.


Respondiendo a una imagen reciente publicada por la cuenta de Facebook del Sínodo que presentaba a una mujer sacerdote e imágenes del “orgullo” LGBT, el cardenal Müller dijo: “Creo que hay un deseo de asumir un poder que no existe. Quieren ser más inteligentes que Dios mismo”.

También estuvo de acuerdo en que el Sínodo sobre la sinodalidad es un intento de crear un Concilio Vaticano III no oficial. “Es muy sorprendente que se permita bajo la autoridad y en este contexto del Vaticano”, dijo, “y eso da la impresión de que esto es realmente posible, que la Iglesia con el Papa o con este secretario general del Sínodo, ellos están autorizados a ser la audiencia del Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo es solo una función para ellos, solo está instrumentalizado”.

“Esto no tiene nada que ver con el Espíritu Santo… que se revela a sí mismo en la Santísima Trinidad”, continuó el cardenal Müller. “Esta es una forma de socavar la fe católica y la Iglesia católica”.


'¿Cómo es posible que el Cardenal Grech sea más inteligente que Jesús?'


El cardenal Müller reservó algunos de sus comentarios más mordaces para el cardenal Mario Grech, firmemente liberal y pro-LGBT, secretario general del Sínodo de los Obispos, cuya oficina es responsable de sintetizar los informes sinodales presentados al Vaticano desde todo el mundo.

Grech, quien es ampliamente visto como un posible candidato papal, sugirió el mes pasado que el Sínodo podría marcar el comienzo de cambios radicales en la enseñanza católica sobre el matrimonio y la sexualidad y dijo que "temas complicados" como dar la Comunión a los divorciados vueltos a casar y "bendecir" las relaciones homosexuales “no deben entenderse simplemente en términos de doctrina”.

“¿Qué tiene que temer la Iglesia si a estos dos grupos dentro de los fieles se les da la oportunidad de expresar su sentido íntimo de las realidades espirituales que experimentan?” Grech dijo en una presentación a más de 200 obispos estadounidenses y otros líderes católicos. “¿Podría ser esta una oportunidad para que la iglesia también escuche al Espíritu Santo hablando a través de ellos?” preguntó.

El cardenal Müller criticó los comentarios de Grech como “absolutamente en contra de la doctrina católica” y los comparó con el protestantismo y la herejía del modernismo:


He aquí una hermenéutica del viejo protestantismo cultural y del Modernismo, que la experiencia individual tiene el mismo nivel que la Revelación objetiva de Dios. Y Dios es solo un muro para ti, [sobre] el cual puedes proyectar tus propias ideas, y hacer un cierto populismo en la Iglesia; y seguramente todos los que están fuera de la Iglesia que quieren destruir la Iglesia Católica, y los fundamentos, están muy contentos con estas declaraciones. Pero es obvio que va absolutamente en contra de la doctrina católica. Tenemos Revelación de Dios en Jesucristo. Y está definitivamente cerrado y consumado en Jesucristo… Esto es absolutamente claro: que Jesús ha hablado de la indisolubilidad del matrimonio.


“¿Cómo es posible que el cardenal Grech sea más inteligente que Jesucristo?” preguntó el cardenal Müller, cuestionando de dónde saca Grech “su autoridad para relativizar la Palabra de Dios”.

También reprendió la reciente afirmación de Grech de que el Sínodo sobre la Sinodalidad es capaz de “abrir escenarios” ni siquiera “imaginados” por el Concilio Vaticano II.

“Todos los que estudiaron el primer semestre de teología saben que la Iglesia y las autoridades de la Iglesia no pueden cambiar la Revelación”, replicó el cardenal Müller.

Agregó que Grech, además, ni siquiera es “un teólogo reconocido” y “no tiene importancia en la teología académica”.

“¿Cómo está aquí presentando una nueva hermenéutica de la fe católica, solo porque es secretario de un Sínodo que no tiene autoridad sobre la doctrina de la Iglesia?” preguntó el cardenal Müller.

“Todos estos sínodos de obispos y el proceso sinodal no tienen autoridad, de ninguna manera autoridad magisterial”.


PSICOLOGÍA: es mejor estar solos que con alguien que nos haga sentir solos



Hay determinados momentos en los que podemos sentirnos solos, aunque estemos rodeados de personas. Estar con los demás no implica conectar con ellos. Por ejemplo, en una fiesta en la que no encajamos, no solo nos aburriremos sino que podemos sentirnos excluidos, raros y solos. Sin embargo, tarde o temprano esa fiesta llegará a su fin y todo terminará ahí. Regresaremos a nuestro hogar y nos deshacemos de esas sensaciones desagradables.

El problema comienza cuando las personas con las que nos relacionamos todos los días, las personas que deberían estar más cercanas a nuestro corazón, nos hacen sentir solos. Si no nos damos cuenta de esa “soledad acompañada” a tiempo o simplemente no sabemos cómo acabar con esa situación, nos invadirá un enorme vacío y sufriremos heridas emocionales que serán difíciles de sanar.


Las señales que indican que estamos solos, aunque estemos acompañados


Solemos pensar que al encontrar una pareja o tener un hijo, nunca más nos sentiremos solos. Por desgracia, no siempre es así. El tipo de relación que se establece y los conflictos que surgen a lo largo del tiempo pueden hacer que, estando acompañados, nos sintamos solos e incomprendidos. Sin embargo, a veces tardamos demasiado en comprender de dónde proviene esa sensación de vacío y dejamos pasar años antes de tomar cartas en el asunto. Para ese entonces, nuestro equilibrio emocional se habrá deteriorado mucho.

La buena noticia es que es posible evitar que esta situación empeore, basta saber reconocer las señales que indican que en realidad estamos solos, aunque tengamos a alguien a nuestro lado:

  • La persona que debe motivarte en tus nuevos proyectos e ideas, te desmotiva y crea obstáculos.
  • La persona que debe apoyarte en los momentos difíciles te echa la culpa de lo ocurrido y se lava las manos.
  • La persona que debe compartir tus intereses, te critica constantemente y no tiene en cuenta tus gustos y necesidades.
  • La persona que debe estar a tu lado no te dedica tiempo de calidad, por lo que no te sientes comprendido/a ni amado/a.
  • La persona que debe ayudarte a crecer y mejorar, te hace sentir inferior.


Las heridas emocionales que deja la "soledad acompañada"


Pasar tiempo con la persona equivocada puede llegar a ser una experiencia muy negativa que abrirá graves heridas emocionales. En estos casos suele aparecer una profunda sensación de culpa, además de un enorme vacío. De hecho, el problema es que a menudo esa soledad se experimenta como un rechazo. Así, poco a poco, esa persona se sentirá cada vez más inadecuada e indigna de afecto, por lo que su autoestima terminará resintiéndose. Si no resuelve esta situación a tiempo, la depresión puede acechar a la vuelta de la esquina ya que la persona se va sumiendo en un estado de apatía y pierde la alegría de vivir. 

En otros casos, la persona que se siente sola puede hacer todo lo posible por acercarse al otro y conectar emocionalmente. Sin embargo, al no encontrar la respuesta esperada, esa búsqueda de conexión puede transformarse en una búsqueda de aprobación, que terminará generando una dependencia emocional. En este punto, el estado de ánimo y la autoestima de la persona dependerá de la atención, los elogios o las críticas del otro, lo cual la subirá a bordo de una montaña rusa emocional que terminará causándole grandes desequilibrios.


¿Por qué es tan difícil romper con todo?


Tomar la decisión de acabar con una relación que en realidad nos hace sentir solos puede llegar a ser muy complicado, por varios factores.


Nada es en blanco y negro


En las relaciones interpersonales nada es en blanco y negro. Esto significa que quizá esa persona que hoy nos hace sentir solos, en otro momento fue una fuente de alegría, apoyo y satisfacción. Esos recuerdos hacen que permanezcamos atados al pasado, obviando los problemas del presente.


Miedo a salir de la zona de confort


Aunque seamos conscientes de que no estamos atravesando precisamente por nuestro mejor momento, es probable que nos hayamos acostumbrado a esa situación, que hayamos encontrado un equilibrio dentro de ese malestar, y tenemos miedo a que nuestra decisión empeore las cosas. El hábito y las rutinas son motivos muy poderosos que nos mantienen atados a situaciones que nos lastiman.


Rechazo al “fracaso”


En muchas ocasiones, cuando decidimos darle una segunda, tercera o cuarta oportunidad a la otra persona, en realidad nos las estamos dando a nosotros mismos. Hay quienes creen, por ejemplo, que el divorcio implica que han fracasado, y se resisten a aceptarlo, empeñándose en insuflarle vida a una relación que ya ha muerto.


La soledad elegida: Disfrutar de tu compañía es un regalo extraordinario


Abandonar una relación en la que nos sentimos solos, una relación que en vez de satisfacer nuestras necesidades genera problemas y crea carencias, es un acto de amor propio y, en muchas ocasiones, incluso de supervivencia. Apostar por tu equilibrio psicológico y darte otra oportunidad, esta vez de verdad, es el mejor regalo que puedes hacerte.

En este punto, no se trata de correr a buscar a otra persona que supla ese vacío sino de aprender a estar bien con nosotros mismos, disfrutar de nuestra compañía y hacer las cosas que nos agradan y nos hacen sentir vivos. Se trata de asumir esta etapa como una fase de crecimiento y descubrimiento, para lograr aceptarnos y cerrar las heridas que ha dejado esa relación.




Ya lo había dicho el poeta inglés John Milton en el siglo XVII:


"La soledad es a veces la mejor compañía, y un corto retiro trae un dulce retorno"


Fuente - Texto tomado de RINCONPSICOLOGIA.COM: