lunes, 19 de septiembre de 2022

¿Terror y pesadilla? El demonio podría ser la causa de algunos trastornos del sueño

  



Se trata de casos en los que la atención médica no logra ayudar al paciente.

Una psicóloga clínica afirma que el demonio podría ser la causa de algunos trastornos del sueño.


ReL - 15 de septiembre de 2018


Los trastornos del sueño, que afectan a niños y adultos, han experimentado un notable incremento en la última década. Precisamente considerando su expansión y prevalencia en todos los grupos sociales, el gobierno de los Estados Unidos -en un informe de su organismo Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC)- ha calificado como una epidemia de salud pública el “no dormir lo necesario”, explica en Portaluz la periodista Ana Beatriz Becerra.

Son más de 100 los trastornos del sueño y la vigilia tales como: problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido (insomnio), problemas para mantener un horario regular de sueño (problema con el ritmo del sueño), comportamientos inusuales durante el sueño, sonambulismo o terrores nocturnos, entre otras categorías que refiere la bibliografía especializada.

Sin embargo -atendiendo a las verdades de la fe- la causa podría ser en algunos casos de origen sobrenatural. Vale decir, considerando la realidad espiritual de la existencia, en particular la acción deliberada y agresiva de los “ángeles caídos” contra los seres humanos. Al respecto abundan los testimonios en la Sagrada Escritura, biografías de santas y santos, referencias de expertos en demonología, entre otros. En esta entrevista de Portaluz con la psicóloga clínica Andrea Rincón, esta profesional colombiana de la salud propone puentes para enriquecer la comprensión de estos trastornos que afectan a millones en el mundo.


- Andrea, ¿podría explicarnos qué son los trastornos nocturnos del sueño?


- Son aquellas alteraciones del sueño que no permiten a la persona cumplir sus 8 horas continuas (promedio) de sueño, alterando cíclicamente el reposo de la persona, y generando entonces consecuencias orgánicas y psicológicas a lo largo del día.

» El más frecuente es el insomnio…: insomnio de conciliación, que es la dificultad para quedarse dormido; insomnio intermitente, que es el más difícil de llevar porque la persona en el transcurso de la noche se despierta muchas veces…; e insomnio del despertar temprano, cuando las personas pueden conciliar, pero a las tres, cuatro de la mañana se despiertan y no pueden volver a quedarse dormidas.

» También, entre otras, están las pesadillas, el sonambulismo, el trastorno del cerebro que no descansa cuando la persona sigue soñando en lo que tiene que hacer.


- ¿En su experiencia como psicóloga clínica ha conocido casos de personas cuyo trastorno nocturno del sueño sea por causas de índole espiritual más que de otro tipo?


- Sí… definitivamente. ¿Cuál sería la diferencia? En que cuando es un ataque espiritual las personas habiendo tenido los mejores tratamientos psiquiátricos, habiendo recibido la mejor terapia, su trastorno del sueño no es curado y se mantiene o apenas se minimiza… Cuando es de índole espiritual la persona aunque tenga un tratamiento seguirá padeciendo este ataque en el sueño e incluso estando despiertos la persona podría percibir que por ejemplo se le sientan en la cama, escucha sonidos… Sacerdotes con experiencia en liberación podrán entonces confirmar a la persona que eso no es un problema psicológico sino un ataque espiritual.


- Para la Iglesia Católica es real la existencia de seres espirituales, así como la acción de Satanás y sus demonios; en su labor profesional ¿ha podido constatar directamente esta acción de seres espirituales en sus pacientes?


- Sí… y es algo que se desarrolla clínicamente a través del tiempo. Uno va desarrollando esa experticia en este ámbito espiritual. Cuando llegan estos casos yo remito a los pacientes donde un sacerdote exorcista o con conocimiento de liberación, porque cuando es de tipo espiritual no habrá psicólogo que le pueda curar…

» ¿Cómo se puede constatar eso? Uno es que la persona aparece con agresiones físicas, por ejemplo se levanta golpeado, arañado; que tiene la sensación de algo que se le sube encima del pecho durante la noche y no lo deja mover; que la persona tiene sueños premonitorios, por ejemplo sueña que algo malo va a pasar y le sucede. Estas son condiciones más de tipo espiritual; o son esos terrores nocturnos que aparecen después de ciertas prácticas, como haber asistido a una fiesta de Halloween por ejemplo, después de haber practicado tabla ouija, después de haber traído varios objetos de brujería a la casa;… hay mujeres que dicen que durante mucho tiempo sienten que alguien las ha violado en el sueño y no solo sienten la parte sexual sino tienen otras sensaciones, esto es muy frecuente y no hay un tratamiento psicológico ni un medicamento para que la persona se le quite esto porque en realidad es una presencia espiritual que requiere ayuda de un sacerdote exorcista o con experiencia en liberación.


- ¿Además de remitirlos directamente hacia los sacerdotes da otras recomendaciones cuando sus pacientes padecen esto?


- Son todas las prácticas espirituales. Si son católicos recordarles que el primer exorcismo es la confesión, que ese lo pueden hacer las personas con cualquier sacerdote, pueden hacer una muy buena confesión de vida. Muchos sacerdotes después en la absolución oran diciendo a la persona… te desato de todo y de todos los pecados que has olvidado confesar. Entonces la primera liberación es la confesión, también tener la práctica religiosa de pedir ayuda espiritual, que es ir de visita al Santísimo, la conciencia de la oración, encomendarse a los arcángeles, porque muchos podemos recibir ataques espirituales y no somos conscientes de ello. La única protección que verdaderamente tenemos en el mundo clara y real es el sustento y la protección de Dios en la vida.


Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:




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El milagro de la licuefacción de la sangre de San Genaro vuelve a repetirse en Italia - Septiembre 19 de 2022



19 de septiembre de 2022 - 7:05 AM | ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN HOY 7:09 am


POR ALMUDENA MARTÍNEZ-BORDIÚ | ACI Prensa


Este lunes 19 de septiembre, los fieles han sido testigos de un nuevo milagro en la Catedral de Nápoles (Italia), donde la licuefacción de la sangre de San Genaro ha vuelto a repetirse.

“El signo de la sangre, una vez más", han sido las palabras con las que el arzobispo de Nápoles, Mons. Domenico Battaglia, anunció a los fieles reunidos en la catedral que la sangre de San Genaro se había licuado.

Es tradición que cada 19 de septiembre y en otras dos ocasiones del año suceda el milagro de la licuefacción de la sangre de San Genaro, que el resto del año se conserva sólida en un relicario.

Se trata de un suceso extraordinario que es considerado un prodigio y ocurre desde el año 1389.





El Arzobispo de Nápoles, Mons. Domenico Battaglia, presidió la Eucaristía en la Catedral a las 10:00 a.m. (hora local), poco antes de la Misa trasladó el relicario con la sangre de San Genaro desde la capilla del tesoro al altar mayor de la Catedral en donde permaneció durante toda la celebración eucarística.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:


Video tomado de YOUTUBE:




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San José María de Yermo y Parres - Fiesta Septiembre 19


San José María de Yermo y Parres


El sacerdote José María de Yermo y Parres nació en la Hacienda de Jalmolonga, municipio de Malinalco, Edo. de México el 10 de noviembre de 1851, hijo del abogado Manuel de Yermo y Soviñas y de María Josefa Parres. De nobles orígenes, fue educado cristianamente por el papá y la tía Carmen ya que su madre murió a los 50 días de su nacimiento. Muy pronto descubrió su vocación al sacerdocio. 

A la edad de 16 años deja la casa paterna para ingresar en la Congregación de la Misión en la Ciudad de México. Después de una fuerte crisis vocacional deja la familia religiosa de los Paúles y continúa su camino al sacerdocio en la Diócesis de León, Gto. y allí fue ordenado el 24 de agosto de 1879. Sus primeros años de sacerdocio fueron fecundos de actividad y celo apostólico. 

Fue un elocuente orador, promovió la catequesis juvenil y desempeñó con esmero algunos cargos de importancia en la curia, a los cuales por motivo de enfermedad tuvo que renunciar. El nuevo obispo le confía el cuidado de dos iglesitas situadas en la periferia de la ciudad: El Calvario y el Santo Niño. Este nombramiento fue un duro golpe en la vida del joven sacerdote. Le sacudió profundamente en su orgullo, sin embargo decidió seguir a Cristo en la obediencia sufriendo esta humillación silenciosamente. 

Un día, mientras se dirigía a la Iglesia del Calvario, se halla de improviso ante una escena terrible: unos puercos estaban devorándose a dos niños recién nacidos. Estremecido por aquella tremenda escena, se siente interpelado por Dios, y en su corazón ardiente de amor proyecta la fundación de una casa de acogida para los abandonados y necesitados. Obtenida la autorización de su obispo pone mano a la obra y el 13 de diciembre de 1885, seguido por cuatro valientes jóvenes, inaugura el Asilo del Sagrado Corazón en la cima de la colina del Calvario. Este día es también el inicio de la nueva familia religiosa de las “Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres”.




Desde ese día el Padre Yermo pone el pie sobre el primer peldaño de una larga y constante escalada de entrega al Señor y a los hermanos, que sabe de sacrificio y abnegación, de gozo y sufrimiento, de paz y de desconciertos, de pobrezas y miserias, de apreciaciones y de calumnias, de amistades y traiciones, de obediencias y humillaciones. Su vida fue muy atribulada, pero aunque las tribulaciones y dificultades se alternaban a ritmo casi vertiginoso, no lograron nunca abatir el ánimo ardiente del apóstol de la caridad evangélica. 

En su vida no tan larga (1851-1904) fundó escuelas, hospitales, casas de descanso para ancianos, orfanatos, una casa muy organizada para la regeneración de la mujer, y poco antes de su santa muerte, acontecida el 20 de septiembre de 1904 en la ciudad de Puebla de los Ángeles, llevó a su familia religiosa a la difícil misión entre los indígenas tarahumaras del norte de México. Su fama de santidad se extendió rápidamente en el pueblo de Dios que se dirigía a él pidiendo su intercesión. Fue beatificado por Su Santidad Juan Pablo II el 6 de mayo de 1990 en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México. Fue canonizado el 21 de mayo de 2000 en la Plaza de San Pedro.


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET: