jueves, 18 de agosto de 2022

San Juan Eudes - Fundador Año 1680 - Fiesta Agosto 19


San Juan Eudes
"El apóstol de la devoción

a los Sagrados Corazones"


Nació en un pueblecito de Francia, llamado Ri (en Normandía) en el año 1601. Sus padres no tenían hijos e hicieron una peregrinación a un santuario de Nuestra Señora y Dios les concedió este hijo, y después de él otros cinco. Ya desde pequeño demostraba gran piedad, y un día cuando un compañero de la escuela lo golpeó en una mejilla, él para cumplir el consejo del Evangelio, le presentó la otra mejilla.

Estudió en un famoso seminario de París, llamado El Oratorio, dirigido por un gran personaje de su tiempo, el cardenal Berulle, que lo estimaba muchísimo. Al descubrir en Juan Eudes una impresionante capacidad para predicar misiones populares, el cardenal Berulle lo dedicó apenas ordenado sacerdote, a predicar por los pueblos y ciudades. Predicó 111 misiones, con notabilísimo éxito. Un escritor muy popular de su tiempo, monseñor Camus, afirmaba:


"Yo he oído a los mejores predicadores de Italia y Francia y puedo asegurar que ninguno de ellos conmueve tanto a las multitudes, como este buen padre Juan Eudes"


Las gentes decían de él:


"En la predicación es un león, y en la confesión un cordero"


San Juan Eudes se dio cuenta de que para poder enfervorizar al pueblo y llevarlo a la santidad era necesario proveerlo de muy buenos y santos sacerdotes y que para formarlos se necesitaban seminarios donde los jóvenes recibieran muy esmerada preparación. Por eso se propuso fundar seminarios en los cuales los futuros sacerdotes fueran esmeradamente preparados para su sagrado ministerio. En Francia, su patria, fundó cinco seminarios que contribuyeron enormemente al resurgimiento religioso de la nación.

Con los mejores sacerdotes que lo acompañaban en su apostolado fundó la Congregación de Jesús y María, o Padres Eudistas, comunidad religiosa que ha hecho inmenso bien en el mundo y se dedica a dirigir seminarios y a la predicación. En sus misiones lograba el padre que muchas mujeres se arrepintieran de su vida de pecado, pero desafortunadamente las ocasiones las volvían a llevar otra vez al mal. Una vez una sencilla mujer, Magdalena Lamy, que había dado albergue a varias de esas convertidas, le dijo al santo al final de una misión:


"Usted se vuelve ahora a su vida de oración, y estas pobres mujeres se volverán a su vida de pecado; es necesario que les consiga casas donde se puedan refugiar y librarse de quienes quieren destrozar su virtud"


El santo aceptó este consejo y fundó la Comunidad de las Hermanas de Nuestra Señora del Refugio para encargarse de las jóvenes en peligro. De esta asociación saldrá mucho después la Comunidad de Religiosas del Buen Pastor, que tienen ahora en el mundo 585 casas con 7.700 religiosas, dedicadas a atender a los jóvenes en peligro y rehabilitar a las que ya han caído.

San Juan Eudes propagó dos nuevas devociones que llegaron a ser sumamente populares: La Devoción al Corazón de Jesús y la Devoción al Corazón de María. Escribió un hermoso libro titulado: "El Admirable Corazón de la Madre de Dios", para explicar el amor que María ha tenido por Dios y por nosotros. Él compuso también un oficio litúrgico en honor del Corazón de María, y en sus congregaciones celebraba cada año la fiesta del Inmaculado Corazón. Otro de sus libros se titula: "La Devoción al Corazón de Jesús". Por eso el Papa San Pío X llamaba a San Juan Eudes: "El apóstol de la devoción a los Sagrados Corazones". Redactó también dos libros que han hecho mucho bien a los sacerdotes: "El buen confesor", y "El predicador apostólico".

Murió el 19 de agosto de 1680. Su gran deseo era que de su vida y de su comportamiento se pudiera repetir siempre lo que decía Jesús:


"Mi Padre Celestial me ama, porque yo hago siempre lo que a Él le agrada"


Este santo compuso una frase que se ha hecho famosa entre los creyentes. Dice así:


"Para ofrecer bien una Eucaristía se necesitarían tres eternidades: una para prepararla, otra para celebrarla y una tercera para dar gracias"






Oración de Misericordia
a los Corazones de Jesús y María




Oh benevolísimo y misericordísimo
Corazón de Jesús,
estampa en nuestros corazones
una imagen perfecta
de tu gran misericordia,
para que podamos cumplir
el mandamiento que nos diste:
"Serás misericordioso como lo es tu Padre"

Madre de la misericordia,
vela sobre tanta desgracia,
tantos pobres, tantos cautivos,
tantos prisioneros,
tantos hombres y mujeres
que sufren persecución
en manos de sus hermanos y hermanas,
tanta gente indefensa,
tantas almas afligidas,
tantos corazones inquietos.

Madre de la misericordia,
abre los ojos de tu clemencia
y contempla nuestra desolación.
Abre los oídos de tu bondad
y oye nuestra súplica.

Amorosísima y poderosísima abogada,
demuéstranos que eres en verdad
la Madre de la Misericordia.


Sagrado
Corazón de Jesús
Sagrado Corazón
de la Virgen María


"Te saludamos,
Corazón amantísimo de Jesús y de María.
Te alabamos, te glorificamos,
te damos gracias.
Te amamos con todo
nuestro corazón,
con toda nuestra alma,
con todas nuestras fuerzas.
 Te ofrecemos nuestro corazón:
recíbelo, poséelo totalmente”


San Juan Eudes


San Juan Eudes

Jesús mi Salvador,
yo no sé si te he comenzado
a amar como debo.
Es ahora que quiero amarte
con todo mi corazón,
con toda mi alma
y con todas mis fuerzas.

Renuncio para siempre
a todo lo que sea contrario a tu amor.
Te doy mi corazón; tómalo totalmente
y transforma en él todo lo que te disgusta.

Yo te ofrezco el Corazón de tu Madre,
que tiene más amor por Ti
que todos los corazones reunidos.

María, Madre de Jesús,
ama a tu Hijo por mí.
Jesús, ama a tu Madre por mí.
Santos y Santas de la tierra y del cielo,
amen a Jesús y a María por mí;
asócienme al amor
que ustedes les tienen eternamente.

San Juan Eudes




San Juan Eudes:
No dejes de rogar cada día
por esas tres clases de personas
que tanto ayudaste
durante tu vida de apostolado:
los seminaristas, los sacerdotes,
las mujeres en peligro.
Tu oración les puede hacer inmenso bien.


Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Fuente - Video tomado de YOUTUBE - PROVINCIAEUDISTA:
https://www.youtube.com/watch?v=JDNviLb5Fxw

Fuente - Texto tomado de EWTN.COM:
http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Juan_Eudes_8_19.htm

Reflexión - Descubre si el demonio está intentando “adueñarse” de tu alma



Por Editor de ChurchPOP - Mayo 21 de 2021


El demonio, como todo ángel malo, intenta que los seres humanos se alejen de Dios y se condenen, para lo cual lleva a cabo todo tipo de engaños y falsas inspiraciones. ¿Quieres saber si un ángel malo quiere alejarte de Dios? San Ignacio de Loyola te brinda estos consejos.

En su célebre Libro de Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola establece algunas reglas para el discernimiento de espíritus. De esta manera puedes saber si una inspiración proviene del Espíritu Santo o un ángel bueno, o si contrariamente un demonio quiere alejarte de Dios.


Descubre si un ángel malo intenta adueñarse de tu alma


“Propio es del ángel malo, entrar con la ánima devota, y salir consigo; es a saber, traer pensamientos buenos y santos conforme a la tal alma justa, y después, poco a poco, procura de salirse trayendo a la ánima a sus engaños cubiertos y perversas intenciones, dice san Ignacio.


¿Y cómo reconocerlo?

Aquí brinda algunas pistas:


“Debemos mucho advertir el discurso de los pensamientos; y si el principio, medio y fin es todo bueno, inclinado a todo bien, señal es de buen ángel; mas si en el discurso de los pensamientos que trae, acaba en alguna cosa mala o distractiva, o menos buena que la que el ánima antes tenía propuesta de hacer, o enflaquece o inquieta o conturba el alma, quitándola su paz, tranquilidad y quietud que antes tenía, clara señal es proceder de mal espíritu, enemigo de nuestro provecho y salud eterna”.

Además, dice san Ignacio, “el buen ángel toca a la tal alma dulce, leve y suavemente, como gota de agua que entra en una esponja; y el malo toca agudamente y con sonido e inquietud, como cuando la gota de agua cae sobre la piedra.

Por último, si tienes una duda sobre tal inspiración o pensamiento, es “propio es de Dios y de sus ángeles en sus mociones dar verdadera alegría y gozo espiritual, quitando toda tristeza y turbación, que el enemigo induce; del cual es propio militar contra la alegría y consolación espiritual, trayendo razones aparentes, sutilezas y falacias”.


Fuente - Texto tomado de ES.CHURCHPOP.COM:
https://es.churchpop.com/2021/05/21/descubre-si-un-angel-malo-intenta-aduenarse-de-tu-alma/?fbclid=IwAR17WnAPHVG4_y0mZcdNtmSNUDVYGu9NPufOCYQ26kx-Nsv1KoEmYEu37rE


REFLEXIÓN: 15 enseñanzas de los santos sobre la amistad



Felipe Aquino - Publicado el 10/08/15 - Actualizado el 10/08/15


¡Quien encuentra un amigo encuentra un tesoro!

Puede que muchos de nosotros seamos ricos y no nos demos cuenta. La Palabra de Dios enseñaba ya en el Antiguo Testamento que:




“Un amigo fiel es un refugio seguro: el que lo encuentra ha encontrado un tesoro. Un amigo fiel no tiene precio, no hay manera de estimar su valor. Un amigo fiel es un bálsamo de vida, que encuentran los que temen al Señor” (Eclo 6, 14-16).


Si Jesús mismo necesitó amigos para proseguir su camino en este mundo, ¡imaginaos nosotros! El ser humano no puede vivir como una isla. San Juan Bosco afirmó que “el Señor nos puso en el mundo para los demás”. ¡Es una gran verdad! Podríamos incluso decir que, a partir de Cristo, la amistad ha adquirido un sentido nuevo. El amigo es el que ha descubierto el valor y la dignidad del hermano, a la luz del Evangelio.

Esta amistad sincera, en el verdadero sentido humano y cristiano, se difundió entre los primeros cristianos refugiados en las catacumbas. La historia de la Iglesia tiene ejemplos de profunda amistad, como San Basilio y San GregorioSan Francisco de Asís y Santa ClaraSan Ambrosio y Santa Mónica, y muchos otros.


Estas son las 15 enseñanzas
que han dejado los santos
sobre la amistad:


1- “No siempre el que es indulgente con nosotros es nuestro amigo, ni el que castiga es nuestro enemigo. Mejor las heridas del amigo que los besos tramposos del enemigo. Mejor amar con severidad que engañar con dulzura” – San Agustín


2- “Amando al prójimo y cuidando de él, recorres tu camino. Ayuda al que está a tu lado mientras caminas en este mundo, y llegarás a aquel con el que deseas quedarte para siempre” – San Agustín


3- “Ha dicho muy bien quien ha definido al amigo como meta de la propia alma. Tenía de hecho la sensación de que nuestras dos almas fuesen una sola en dos cuerpos” – San Agustín


4- “La amistad es tan verdadera y tan vital que en el mundo no se puede desear nada más santo y ventajoso” – San Agustín


5- “La amistad es la realización más auténtica de la persona” – Santa Teresa de Ávila


6- “La amistad con Dios y la amistad con los demás son la misma cosa. No podemos separar una de la otra” – Santa Teresa de Ávila


7- “La amistad que tiene su fuente en Dios no se extingue nunca” – Santa Catalina de Siena


8- “Cualquier amigo de verdad quiere para su amigo: 1) que exista y viva; 2) todos los bienes; 3) hacerle el bien; 4) deleitarse de su presencia; y 5) compartir con él las propias alegrías y tristezas, viviéndolas con él con un solo corazón” – Santo Tomás de Aquino


9- “La amistad disminuye el dolor y la tristeza” – Santo Tomás de Aquino


10- “El que con palabras, discursos, acciones, diese escándalo, no es un amigo, es un asesino del alma” – San Juan Bosco


11- “Debemos ir a la búsqueda de las personas, porque pueden tener necesidad de pan o de amistad” – Santa Teresa de Calcuta


12- “Las palabras de amistad y consuelo pueden ser cortas y sucintas, pero su eco no tiene fin” – Santa Teresa de Calcuta


13- “Ama a todos los hombres con un gran amor de caridad cristiana, pero no mantengas amistad sino con las personas con las que convivir pueda ayudarte, y cuanto más perfectas sean estas relaciones, tanto más perfecta será tu amistad” – San Francisco de Sales


14- “En el mundo es necesario que quienes se dedican a la práctica de la virtud se unan con una santa amistad, para exhortarse mutuamente y mantenerse en estos santos ejercicios” – San Francisco de Sales


15- “Nos hace mucho bien, cuando sufrimos, tener corazones amigos, cuyo eco responde a nuestro dolor” – Santa Teresa de Lisieux


Fuente - Texto tomado de ES.ALETEIA.ORG: