viernes, 12 de agosto de 2022

San Estanislao de Kostka S.J. - Patrono de Novicios y uno de los Patronos de Polonia - Fiesta 13 de Agosto

 



El Martirologio Romano, al conmemorar la muerte de San Estanislao de Kostka, afirma con razón que, "con la inocencia de su vida, alcanzó en poco tiempo la perfección de una larga existencia".

Estanislao era el segundo hijo de Juan Kostka, senador de Polonia, y de Margarita Kryska. Nació en el castillo de Rostkovo, en 1550. Hizo sus primeros estudios en su casa bajo la dirección de Juan Bilinsky, junto con su hermano mayor, Pablo. A los 14 años, Estanislao ingresó en el colegio de los jesuitas de Viena. Acostumbraba consagrar a la oración y al estudio todo el tiempo que podía y la rudeza del lenguaje le molestaba en extremo. Cuando había en su casa huéspedes indiscretos, el padre de Estanislao les decía:


"No relatéis vuestros cuentos delante de Estanislao"


En el internado del colegio de Viena el recogimiento y devoción de la vida y la oración del joven sorprendieron a todos. Ocho meses después de la llegada de Estanislao a Viena, el emperador Maximiliano II quitó a los jesuitas la casa que Fernando I les había prestado para el internado, comenzando una larga serie de abusos contra la Compañía de Jesús.

Pablo de Kostka, dos años mayor que Estanislao, era un joven alegre y amante de las diversiones, que consiguió el permiso de Bilinsky para hospedarse en casa de unos luteranos. Como esa perspectiva desagradaba a Estanislao, Pablo se burló de su recogimiento y devoción. En cierta ocasión, cansado de los malos tratos de su hermano, Estanislao profirió la gran amenaza que hacen todos los niños:


"Acabaré por escaparme para no volver y tú tendrás que dar cuentas a papá y mamá"


Estanislao comulgaba todos los domingos y días de fiesta y ayunaba siempre la víspera del día en que iba a comulgar. Cuando no estaba en la iglesia o en el colegio, se hallaba en su cuarto, entregado al estudio o a la oración. Se vestía modestamente, practicaba la mortificación corporal y detestaba las clases de baile. La antipatía de Pablo por su hermano aumentó paulatinamente. Por otra parte, Bilinsky, aunque era un hombre razonable, no profesaba a Estanislao un afecto particular.

Cierto día, Estanislao cayó enfermo y pidió el viático, pero el luterano, en cuya casa habitaba, no permitió que el Santísimo Sacramento entrase en ella. Entonces, San Estanislao, muy afligido, se encomendó fervorosamente a Santa Bárbara, a cuya cofradía pertenecía, y tuvo una visión en la que dos ángeles le trajeron la Comunión.




Se cuenta también que se le apareció la Santísima Virgen en otra ocasión y le dijo que aún no había llegado la hora de su muerte y que debía ingresar en la Compañía de Jesús. Estanislao, que ya antes había pensado en hacerlo, pidió la admisión en cuanto recuperó la salud. El P. Maggi, provincial de Viena, no quiso admitirle por temor de indisponer a su padre contra la Compañía. Entonces, Estanislao decidió ir a pie a Roma, si fuera necesario, para solicitar la admisión al P. General en persona. Así pues, caminó a Augsburgo y luego a Dilinga, con el objeto de entrevistarse, primero, con San Pedro Canisio, provincial en Alemania superior. Para ese viaje de casi 500 kilómetros, se vistió pobremente. En cuanto su hermano y Bilinsky descubrieron su fuga, salieron a perseguirle, pero no consiguieron reconocerle, por razones que varían según los autores.

San Pedro Canisio le acogió amablemente y le puso a servir a los estudiantes en el comedor y a hacer la limpieza de sus aposentos; el joven cumplió su cometido con tal reverencia y humildad, que los estudiantes quedaron asombrados, aunque no lo conocían. Al cabo de tres semanas, San Pedro Canisio le envió a Roma con dos compañeros. En la Ciudad Eterna, Estanislao se entrevistó con San Francisco de Borja y le expuso el objeto de su viaje. San Francisco de Borja accedió a su petición y le admitió en el noviciado, en 1567, a los 17 años de edad. Entretanto, Estanislao había recibido una dura carta de su padre, en la que éste le amenazaba con hacer expulsar de Polonia a los jesuitas, y le reprendía por haber tomado una "sotana despreciable y haber abrazado una profesión indigna de su alcurnia". Estanislao respondió en términos filiales, pero manifestó su firme decisión de servir a Dios en la vocación a la que Él le había llamado. Después, dejando el asunto en manos de Dios, se dedicó tranquilamente al cumplimiento de sus deberes.

Según el P. Fazio, maestro de novicios de Estanislao, el objetivo principal del santo fue santificarse perfectamente en la vida ordinaria. El único límite de su mortificación era la obediencia a su director espiritual. Aunque exageraba sus faltas con no fingida sencillez, lo cierto es que llevó en el noviciado una vida de oración constante.

Le preguntaron qué hay que hacer para demostrarle a la Virgen que la amamos, y respondió:




"Ofrecerle pequeños homenajes, pero no dejar nunca de ofrecérselos"


Su amor a Jesucristo en el Santísimo Sacramento era tan ardiente que, cuando entraba en la iglesia, su rostro se encendía; además, con frecuencia era arrebatado en éxtasis durante la misa y después de la Comunión.




Pero aquel novicio modelo sólo estaba destinado a vivir nueve meses. En efecto, el calor del verano romano le hizo mucho daño y le produjo frecuentes desvanecimientos, de suerte que el joven comprendió que moriría pronto. El día de la fiesta de la dedicación de Santa María la Mayor, el 15 de agosto de 1568, hablando con el P. Manuel sobre la Asunción de la Santísima Virgen, Estanislao le dijo:


"¡Qué día tan feliz debió ser para todos los santos aquél en que María entró en el cielo! Quizá ellos lo celebran con especial gozo, como lo hacemos nosotros en la tierra. Espero que estaré entre ellos en su próxima celebración"


Por el momento, nadie dio importancia a esas palabras, cuyo verdadero sentido se reveló 10 días más tarde. El día de la fiesta de San Lorenzo, Estanislao se sintió mal. Dos días después, cuando le sacaron de la cama para trasladarle a un lecho más confortable, hizo la señal de la cruz sobre él y dijo que nunca volvería a levantarse. El P. Fazio se rió paternalmente y le dijo:


"Hombre de poca fe, ¿abandonáis toda esperanza por una enfermedad tan leve?"


Estanislao replicó:


"Cierto que soy un hombre de poca fe, pero la enfermedad no es leve y ella me matará"




Al amanecer del día de la Asunción, el joven susurró al oído del P. Fazio la noticia de que contemplaba a la Santísima Virgen rodeada por los ángeles. Después murió apaciblemente a los 18 años de edad, en 1568. Al cabo de un mes, Pablo de Kostka llegó a Roma con instrucciones de su padre para que Estanislao volviese a toda costa a Polonia. Bajo la impresión de la noticia de la muerte de su hermano, Pablo comprendió lo mal que se había portado con él y fue uno de los principales testigos en el proceso de beatificación. Otro de los testigos fue Bilinsky, quien afirmó entre otras cosas:


"Pablo jamás dijo una palabra amable a su bendito hermano. Tanto él como yo teníamos completa conciencia de la santidad de todos los actos de Estanislao"


Pablo vivió devorado por los remordimientos hasta el fin y, a los 60 años, pidió ser admitido en la Compañía de Jesús. San Estanislao fue canonizado en 1726 y se le venera como patrono menor de Polonia.

Por su intercesión se obtuvieron numerosos milagros, y el Santo Padre lo canonizó y lo declaró patrono de los novicios y de los que se preparan para el sacerdocio.


Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:
http://www.corazones.org/santos/estanislao_kostka.htm

Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias - Agosto 13 de 1831



Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias, junto a San Miguel Arcángel, España (13 de agosto de 1831).




La madre Patrocinio, conocida hasta entonces por sor Rafaela, tuvo una visión del cielo el 13 de Agosto de 1831.

Se encuentra reunida en el coro de la iglesia con sus Hermanas Concepcionistas Franciscanas de Caballero de Gracia, de Madrid, a la hora de la oración de la tarde.


Esta religiosa, sumida en éxtasis profundo,
contempla a la Virgen María,
que viene acompañada del Arcángel San Miguel


Mientras sostiene en sus manos una pequeña imagen, que representa a la Señora con el Niño Jesús sentado en el brazo derecho.


Una prolongada conversación tiene lugar entre la Virgen y la religiosa


La misma madre Patrocinio lo cuenta en los Apuntes que le mandaron escribir los superiores y su confesor.

La Virgen María entregó la preciosa imagen a la Madre Patrocinio:


«… a tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias. Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en mí por la mediación de esta, mi imagen, el consuelo... Al alma que rendida a sus pies me pidiese alguna cosa, jamás se la negará mi amor»


Relato de la Aparición


En el libro «Vida Admirable de la Sierva de Dios Madre Patrocinio», Concepcionista Franciscana, escrito por la R.M. Sor María Isabel de Jesús, de la misma Orden y secretaria por muchos años de la Sierva de Dios, publicada al año 1925, dice:


El día 13 de Agosto de 1831 estando mi Rda. Madre Sor María de los Dolores y Patrocinio en el coro, en la oración de Comunidad, de cinco a seis de la tarde, se le apareció la Santísima Virgen, en una hermosísima y resplandeciente nube, cercada de querubines. Y le presentó una preciosa Imagen suya, que llevaba el glorioso Príncipe San Miguel con los títulos de Olvido, Triunfo y Misericordias.

La Virgen Santísima le dijo, que aquella imagen venía enriquecida con muchas gracias y privilegios para sus verdaderos devotos, que cuidase de darle culto, que la dejaba en la Comunidad.

 

Le dijo también que, desde entonces, le quitaba el permiso a Satanás para atormentarla por sí mismo.

 

Y pusiera la figura del dragón amarrada a los pies de la Sagrada Imagen, que ella misma le atara con una cadena y pusiera ésta en las manos de la Santa Imagen, en señal de que quedaba sujeto.

 

El demonio, furioso, bajó a los abismos, asegurando a mi venerada Madre, que ya que no podía perseguirla por sí -como lo había hecho hasta entonces de una manera terrible-, lo haría por los hombres, y no sólo en vida sino después de muerta la perseguiría también.

Durante esta admirable visión, el Príncipe San Miguel colocó la Sagrada Imagen en el altar del coro, oyendo la celestial música de los ángeles la ejemplarísima religiosa Sor María Juana de la Santísima Trinidad y otras dos religiosas más.

 

Pero, ignorando lo que sucedía, para ellas invisible, guardaron por entonces el más profundo silencio.

 

En la noche del día siguiente de la primera aparición, después de Maitines, tuvo su Reverencia otra celestial visión de la Santísima Virgen con la preciosa Imagen del Olvido en sus purísimas manos.

 

Y le dijo, que en las suyas iba a poner, con aquella Sagrada Imagen, todas las misericordias de su Santísimo Hijo. Para que las distribuyese en su nombre a los mortales. Segura de que, lo que por caridad hiciera a sus hermanos, eso mismo confirmarían la celestial Señora y su divino Hijo en el Cielo.

 

Todo lo cual se lee en unos apuntes de la Sierva de Dios, donde refiere al detalle esta aparición maravillosa.

Dice así:


"Clamaba mucho en esta ocasión por las necesidades que tanto afligen a la Santa Iglesia y el Dulce Amor se me manifestó severo, airado y como dando muestras de que quería castigarnos".

Díjele: 


"Esposo mío, ¿para cuándo son vuestras misericordias?"


Díjome: 


"Pide, Esposa mía, que cuanto pidas seré liberal para concedértelo".


"Pedía sin límites; entonces, mi dulce Amor me manifestó el lastimoso estado en que se hallaba la Santa Iglesia. Moría de dolor y mis angustias crecían sobremanera".


Díjome mi dulce Esposo:


"Paloma mía, mi amor no puede verte afligida; aquí tienes a mi Madre, que siempre será tu guía, consuelo y amparo".


Manifestóse de nuevo la Benditísima Virgen con esta preciosísima, potentísima e invictísima imagen en sus soberanas manos.


Díjome la Soberana y divina Señora:


"Hija mía ¿porqué se contrista tu corazón, si todas las misericordias y tesoros de mi Hijo voy a poner en tus manos, por medio de esta mi soberana Imagen. Para que las distribuyas en mi nombre a los mortales, segura de que las que hicieses por amor a tus hermanos, esas mismas confirmamos mi Hijo y yo, que soy tu Madre, en el cielo?"


Díjele: 


"Señora y Reina mía, ¿no veis la España; no veis los males que nos afligen?"

 

"Hija mía, los veo; pero no puede mi amor ser más benéfico para con los hombres".

 

"Ellos se olvidan de mí y retiran las misericordias; y por esto, a esta Imagen le darás el título misterioso del Olvido; para darles a entender, que me han olvidado".

 

"Pero yo que soy vuestra tierna y amorosa Madre, quiero poner a vista de todos los mortales en esta Imagen mía, que jamás mis misericordias se apartan de ellos".


Miraba yo con gran ternura a tan divino simulacro; cuando ví, que mi invictísima Reina cogió un pañuelo de manos del Príncipe San Miguel, y aplicándole a la soberana llaga del costado de nuestro amante Jesús, lo empapó la divina Señora en sangre de aquel divino y deífico Corazón.


Y después, aquel pañuelo, así empapado, le puso sobre esta encantadora Imagen, y después ví que la soberana Reina rociaba a este pueblo con la sangre preciosísima.


Díjome luego: 


"Hija mía, me amas, hasta tres veces".


Díjele: 


"Señora mira, Vos sabéis que os amo y deseo ser toda vuestra".

 

"Pues a tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada Imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias".

 

"Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en mí por la mediación de esta mi Imagen, el consuelo".

 

"Al alma que rendida a sus pies me pidiese alguna cosa, jamás se la negará mi amor".

 

"Será el consuelo del mundo y la alegría de la iglesia Católica y, por su medio, mi Hijo y yo recibiremos culto".

  

"Tú, hija mía, alcanzarás victoria del poder de Satanás, y tu Comunidad perfección en servirme".


Entregóme la soberana Reina esta portentísima Imagen, este encanto de los Cielos y la Tierra, y empezó en el Cielo una celestial música entonando la Salve y otros sagrados cánticos.

Todos los cortesanos del Cielo se daban parabienes.

La Santísima Trinidad la bendijo, igualmente la Santísima Virgen María y después todos los cortesanos del Cielo llegaron a adorar a su Reina y Señora en esta soberana y encantadora Madre del Olvido». (De unos apuntes de la Sierva de Dios).




La Liberación


Escribe la madre María Isabel, secretaria de la madre Patrocinio, que terminada la santa oración.


“Salió mi venerada madre Patrocinio, con su prelada, al pequeño jardín del convento, y le dijo que tenía que darle una noticia de muchísimo consuelo. Y le dijo que ya podía estar tranquila y sin cuidado alguno, pues no volvería jamás el demonio a golpearla ni asustarla, porque la Reina de los Ángeles le había sujetado, que para eso le enseñara una Imagen que tenían”.


La abadesa, madre Pilar refiere a su vez:


“Sólo yo, que lo padecí, puedo decir cuál fue mi gozo, descanso y alegría al oír tan deseada nueva, que no puedo explicar el júbilo que sintió mi corazón”.


Llevaba razón la superiora. Los malos tratos recibidos en estos años del enemigo del mal que fueron extraordinarios y constantes: golpes, amenazas, ruidos estrepitosos que aterraban a toda la Comunidad.

En cierta ocasión la condujo sobre los tejados con grave peligro de resbalar, tanto ella como otras dos religiosas que, al verla en situación semejante, sin pensárselo demasiado, con sus largos hábitos salieron a los tejados a recogerla y la introdujeron de nuevo en la clausura.

Por otra parte, la persecución diabólica fue pública, declarada, intolerable y gravísima, proporcionándole heridas, contusiones, magullamientos, y toda clase de cardenales en brazos, piernas y espalda.

El médico de la Comunidad, que tuvo que auxiliarla en repetidas ocasiones, decía a la madre abadesa:


Dejemos a Dios que obre en ella como mejor le plazca; esto se sale de mi competencia”.


Las curaciones solían ser en ella instantáneas, aunque ya se la había dado por desahuciada en dos ocasiones y recibidos los últimos auxilios espirituales, padeciendo vómitos de sangre y fiebres altísimas.

La prueba fehaciente de la liberación definitiva de los asaltos y persecución del demonio la tuvieron todas las religiosas al comprobar que desde esa fecha y hora nunca más volvió a molestarla.


La Imagen de Nuestra Señora




La madre abadesa e hija buscaron por el convento una “imagen que tenían”.

Cierta vitrina guardaba la perla escondida.

Al verla, y no fue fácil el hallazgo, la hija exclamó llena de gozo:


“Ésta, ésta es”.


Pero la superiora nunca había visto esa imagen en aquella Casa.

Por este motivo hizo venir a las restantes monjas, para cerciorarse y hacer más averiguaciones: nadie la conocía.

Ante esta situación embarazosa, la abadesa mandó por obediencia, a sor Patrocinio, que dijera “qué significaba aquello”.

Con gran humildad y no menor embarazo confesó la joven religiosa lo ocurrido en las visiones de la Virgen.

Para mayor esclarecimiento de los hechos y tranquilidad suya, la Abadesa requirió la presencia del Padre Guardián del convento franciscano de San Francisco el Grande, de Madrid, quien estudió el caso con seriedad e hizo exhaustivos interrogatorios entre las religiosas, pero mientras se halla en este quehacer desapareció la Imagen de la vista de todos, incluido el Padre.

Confuso el religioso y Padre Guardián, se retiró para reflexionar y redactar cartas a los restantes conventos de su provincia en demanda de “rogativas en asunto de mucha gravedad”. Era el 13 de agosto de 1831.

El día 15, fiesta de la Asunción de Nuestra señora, hacia media mañana, decidió retornar por el convento de las concepcionistas para indagar “lo de la imagen”.

Pasa a la clausura y se establece en el despacho que usa la superiora, para continuar su gestión.

“la imagen, de improviso, se coloca al lado de sor Patrocinio”, con gran sorpresa de los tres reunidos, que son el padre, la madre abadesa y sor Patrocinio.

Ante esta novedad se convoca a la Comunidad, y todas las religiosas se convierten en testigos de la “nueva aparición” de esta singular imagen y “oran con alegría con acción de gracias”.

De todo lo sucedido se redactó un informe detallado y se remitió a la Santa Sede para su conocimiento.

Consta que el santo padre tuvo especial interés por este asunto y gran devoción a la Virgen del Olvido.

La respuesta desde Roma consistió en redactar una Bula del Papa Gregorio XVI, en la que se permite el culto público a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias. Con la concesión de muchas gracias espirituales e indulgencias y otros privilegios singulares.


Gracias obtenidas


El culto a la sagrada imagen surge con fuerza y el primer novenario en su honor se celebra en Madrid, donde pronto se comprobó su especial patrocinio.

Un operario sube a la cornisa del templo a encender las velas que arderán en este primer novenario y, perdiendo el equilibrio, cae estrepitosamente al pavimento.

La madre Patrocinio ve por los aires al infortunado (la religiosa se hallaba en el coro) e invoca en su favor a la Señora del Olvido: “Resultó sólo algo contuso”.

Los presentes, que eran muchos, pensaron que aquello había sido un verdadero “prodigio”.

Y, según ellos, que era el segundo “favor” de la Señora.

El primero había tenido lugar con el nieto del mayordomo de las mismas monjas, que estaba “baldado de las dos piernas y lo poco que andaba era con dos muletas. Ofreció dicho señor a la Santísima Virgen colocar las dos muletas en su altar si le curaba e instantáneamente curó; él, lleno de gozo, cumplió su promesa”.

Las muletas se veían junto al altar y los enfermos acudían presurosos. Se multiplicaban las “gracias”.




El monarca don Francisco de Asís María de Borbón, rey consorte de la soberana Isabel II, que “tenía un enemigo, también poderoso, que le perseguía a muerte; entró, espada en mano, y se arrojó sobre él. Viéndose sin amparo humano (ni medios para defenderse), acudió a la santísima Virgen del Olvido, tomando en la mano una medalla que llevaba siempre consigo de la celestial Señora; el asesino quedó en el acto parado, trémulo y sin acción y huyó avergonzado”.

En el año 1849 dispuso el rey “celebrar una solemne función en acción de gracias a la santísima Virgen del Olvido. Regaló un hermoso altar portátil, con rico dosel de terciopelo grana” y otros obsequios regios.


Emplazamiento de la Imagen




Los años que median entre 1831 y 1891 la dulce Imagen se hizo viajera con la madre Patrocinio (sufrió ésta destierros que duraron más de veinte años) o pernoctó con ella en el retiro del convento.

Como final, desde 1891 dispuso de un hermoso camarín, orlado de nubes y ángeles que le sirven de cobijo amoroso, con despliegues de fervores afectuosos que le vienen ofreciendo los hijos de la Alcarria.

En la iglesia de las concepcionistas franciscanas de Guadalajara (España), presidiendo el retablo del altar mayor, se conserva intacta la Imagen pequeñita y bella, la misma que había sido amor, encanto, fidelidad y de un corazón ardoroso, de un espíritu vibrante, la madre Patrocinio, ofrecida en holocausto permanente, la compañera entrañable de correrías infatigables, mientras los requiebros silenciosos y los coloquios íntimos hinchaban su alma y aliviaban las penas hondas.

Conocemos el último importante requiebro porque lo quiso ella desvelar:


“Ya, gracias a Dios, he conseguido lo que tanto he deseado y pedido”.


Una religiosa le pregunta:


“Podemos saber, madre, ¿qué ha sido?”.

“Sí, hija: que ninguna de mis hijas se condene”.

“Al oír tan inefable anuncio, llenas de agradecimiento, las religiosas se abrazaron a tan sin igual madre y prorrumpieron en copioso llanto de gratitud, de alegría y de consuelo”.


Pronunciaba la madre Patrocinio esta “promesa” “con gran cariño y muy enternecida. Cierto día poco antes de su feliz tránsito”, que tuvo lugar en los dichos conventos y ciudad de Guadalajara (España) a la amanecida del 27 de enero de 1892, legando a la Comunidad Concepcionista Franciscana esta perla y reliquia.

Las religiosas cuidan de la imagen del Olvido, Triunfo y Misericordias con el mismo y exquisitez que se merece.

Trabajan por el mantenimiento de su culto litúrgico y la propagación constante de su devoción con los padres franciscanos, que son los custodios, juntamente con las religiosas, de la iglesia llamada del Carmen, dedicada a la santísima Trinidad.


Promesas de la Virgen a la Madre Patrocinio




1ª. – En tus manos, voy a poner ésta Sagrada IMAGEN y con ella, TODAS LAS MISERICORDIAS de mi Santísimo Hijo.

2ª. – Ha vinculado al Señor en ésta portentosa IMAGEN al ALIVIO, CONSUELO y REMEDIO de todos, y la alegría de la Iglesia Católica.

3ª. – Al alma, que rendida a sus pies (de la IMAGEN) me pidiera alguna GRACIA, jamás se le negará mi AMOR.

4ª. – Cualquier población que expusiese y venerase a la VIRGEN DEL OLVIDO, TRIUNFO y MISERICORDIAS, se verá libre (decía la Sierva de Dios) de las calamidades con que en otros puntos serían poblados, porque sería Ella como un pararrayos de la Divina Justicia, Arca de Noé y Refugio para librar sus devotos.


ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


Señora nuestra del Olvido, Triunfo y Misericordias
que prometiste ser “EL ALIVIO, CONSUELO
Y REMEDIO DE TODOS,
y que jamás tu AMOR les negaría
cuanto te pidieran rendidos a tus pies”.


Te suplico presentes a Jesús Crucificado
las gracias que solicito por medio
de la Madre Patrocinio.
(Pídase la gracia).

No me olvides, Señora mía,
y consígueme esto que te he confiado.

Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

(Tres Avemarías)


El nombre del Triunfo es el título más excelente del triple apelativo advocacional. Su figuración en segundo término indica claramente que el triunfo definitivo no ha llegado aún y que su disponibilidad presupone un esfuerzo necesario y conveniente, a partir del cual, el nombre de Olvido por la Presencia de María, y permanentes las divinas misericordias gracias al indecible Amor con el que somos amados, el título del Triunfo es el único al que su Celestial Dueña niega toda aclaración explícita, por innecesaria. Pronunciado por Ella, une e identifica el Triunfo de María —que supone el quebrantamiento de Satanás– con la imagen que ha de vindicar y producir ese mismo triunfo. No en vano será dispuesto que junto a la imagen de la Virgen del Olvido se muestre al Dragón encadenado e impotente. Y el concepto y su significado son tan transparentes que se vuelven inútiles todas las palabras para agradecer la participación que se nos ofrece en la pronosticada victoria final.


Fuente - Texto tomado de FOROSDELAVIRGEN.ORG:


Fuente - Texto tomado de DOCPLAYER.ES:

Novena por la Asunción de la Virgen María - Día Octavo - Agosto 13 de 2022

 



Octavo día


En el nombre del Padre,
del Hijo,
y del Espíritu Santo
Amén


“María, fue asunta en cuerpo y alma al cielo”.


Versículo introductorio


V. Dichosa, tu María, que llevaste en tu seno a Cristo.

R. Él te ha llevado al cielo en cuerpo y alma.


Lectura


“Proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la Gloria celestial” Cf. DS 3903


Comentario


La gloria de María en el cielo consiste en participar de la gloria de Dios, estar ya gozando de la plenitud total de Dios. María continúa en el cielo la alabanza de gloria, que había iniciado en la tierra, es decir: alaba y glorifica a Dios. Ahora podemos aplicar a María las palabras de Isaías 61, 10:


“Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios”


María asunta al cielo, por ser Madre de Jesús, sigue siendo Madre de todos los hombres, Madre de la Iglesia:


“Porque en virtud del Espíritu Santo continúa generando al Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia y a cada creyente… esta maternidad de María en la economía de la gracia perdura sin cesar… hasta la consumación perpetua de todos los siglos” (L.G. 62)


Una vez asociada a la glorificación de su Hijo, María continúa intercediendo en el cielo como Mediadora al Mediador y de esta forma, el recurrir a María debe conducirnos al encuentro con Cristo y por medio de Él llegar al Padre.


“María es la figura de una Mujer que, calladamente y en espíritu de servicio, vela por la Iglesia y la protege benignamente en su camino hacia la Patria hasta que llegue el día glorioso del Señor” (Cf. Pablo VI, 2-2-1974)


Peticiones




a) Señor, por intercesión de la Virgen María, Virgen oyente, orante y oferente, te pedimos que también nosotros escuchemos y oremos tu Palabra divina y haz que nuestra ofrenda de cada día te sea agradable y sea dedicación a los que sufren para que permanezcamos fieles al evangelio y al espíritu de nuestra Santa Madre Fundadora.


Ave María… y Gloria al Padre


b) Señor, por intercesión de la Virgen María, que permaneció firme y fuerte junto a la cruz de su hijo, te pedimos para que sepamos estar junto a los enfermos y seamos portadores de evangelio, consuelo y paz.


Ave María… y Gloria al Padre


c) Señor, por intercesión de la Virgen María, que fue elevada al cielo y glorificada sobre los coros de los ángeles y santos, te pedimos que Ella mire con materno amor a todos y dirija nuestros pasos y nos impulse a encarnar el espíritu y carisma que vivió Santa María para que, recorriendo el camino de la caridad perfecta, lleguemos un día a la gloria del cielo.


Ave María… y Gloria al Padre


Oración final


Señor, has querido elevar a tu humilde sierva María a la dignidad de Madre de tu Hijo y la has coronado de gloria en el cielo, te pedimos, por su intercesión, que imitemos su ejemplo, camine por la senda de la caridad perfecta, para que un día podamos gozar con ella en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

ATENCIÓN - ¿Persecución contra Dios y la Iglesia Católica? Obispo secuestrado en Nicaragua



Mi nota personal


Esto es un grave pecado mortal: la persecución a la Iglesia Católica, es la persecución a Dios, Nuestro Señor Jesucristo, y a todo lo que Él represente.

¿Acaso no existe el respeto a Dios?

¿No hay temor de Dios?

El avance del comunismo, la apostasía, el incremento de las herejías, sacrilegios y abominaciones contra Dios y la Virgen María, el aumento de las sectas satánicas, de la masonería, del nuevo orden mundial, del globalismo, de las dictaduras, de la ideología de género, etc. También la propagación a nivel mundial, (como si fuera una peste), de una de las peores tragedias para la humanidad: los grupos terroristas, guerrilleros, asesinos... y lo más insólito que puede suceder a una sociedad "hipnotizada e idiotizada": elegir como presidente de Colombia, al nefasto Gustavo Francisco Petro Urrego, terrorista, guerrillero del M19, asesino, violador, secuestrador, narcotraficante.

A continuación, les comparto esta triste noticia (el secuestro de un obispo), y la línea histórica en el tiempo, para la llegada también al poder de otro guerrillero: José Daniel Ortega Saavedra, líder del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) desde 1991.

Y después se escandalizan cuando se presentan tantos castigos de Dios: pestes, enfermedades, catástrofes naturales (terremotos, huracanes, sequías, inundaciones, tormentas), caos y crisis económicas, hambrunas, guerras en diferentes lugares del mundo...

Clamo a Dios por su Infinita Misericordia y Justicia Divina, para que salve al mundo entero contra tanta maldad...


Recemos el Santo Rosario:






Nicaragua: monseñor Rolando Álvarez, el obispo que desafía al régimen de Daniel Ortega


Esteban Ríos - 11 de Agosto de 2022 / 01:00


Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa (Nicaragua), es una de las voces más críticas con el régimen de Daniel Ortega. Lleva una semana bajo asedio policial en su obispado.

Salió con el Santísimo Sacramento, desafiando a la policía que formó un círculo a su alrededor, impidiéndole salir de su casa con escudos y cascos antidisturbios. "Las autoridades superiores no nos han dado permiso para salir", dijo el obispo Rolando Álvarez de Matagalpa, al noreste de Managua, la capital de Nicaragua, en un vídeo. "Estamos encerrados en la curia episcopal, nos quedaremos aquí sin desafiar a la policía".

Desde el 4 de agosto, "monseñor Rolando", como se le conoce localmente, está acorralado en su obispado por la policía. La amenaza se ha intensificado con la apertura de una investigación contra él. Las razones: "actos delictivos", según el gobierno del presidente Daniel Ortega, por incitación "al odio" por parte del obispo de Matagalpa, una de las principales voces críticas con el poder.


Un obispo rebelde cercano al pueblo


Desde el movimiento estudiantil de la primavera de 2018 reprimido con la muerte de casi 350 manifestantes, la Iglesia Católica se ha convertido en la institución más crítica con el régimen de Daniel Ortega. El país vive con miedo. Está prohibido criticar al gobierno, se pide a los nicaragüenses que se levanten, trabajen y vuelvan a casa.

El 7 de noviembre de 2021, Daniel Ortega fue reelegido para un cuarto mandato. Antes de las elecciones, el obispo Rolando Álvarez comparó al presidente con "un dragón infernal que quiere destruir todo a su paso, ardiendo de furia y rabia contra todo lo que representa un signo de esperanza".


En el punto de mira del régimen


El régimen le acusa ahora de "intentar organizar grupos violentos, incitándolos a cometer actos de odio contra la población" y de aspirar a "desestabilizar el Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales". "Me están investigando pero no sé por qué", dijo el obispo Álvarez durante una misa difundida en las redes sociales. Ya en mayo dijo que la policía le seguía constantemente.

Los que le conocen le describen como un hombre valiente. "Era uno de los líderes de la pastoral juvenil", dice María Vega (el nombre ha sido modificado), miembro del consejo parroquial de la catedral de Matagalpa. "Es una persona accesible, carismática, a la que todo el mundo escucha y que ha realizado una gran labor pastoral en las comunidades, participando en la apertura de una treintena de parroquias en zonas marginales".

Recorriendo su diócesis en autobús o a caballo, poniéndose las botas para enfrentarse al barro de los pueblos más remotos, el obispo es descrito por sus fieles como alguien cercano a la gente. Probablemente por eso también fue nombrado administrador apostólico de la vecina diócesis de Estelí en ausencia de obispo.


La prisión o el exilio


Durante las revueltas estudiantiles de 2018, el obispo Álvarez abrió las puertas de su catedral para rescatar a los manifestantes reprimidos por la policía. "Nuestra ciudad ha sido un lugar fuerte de protesta", detalla Josué Rocha, de 23 años, residente en Matagalpa y exiliado en Estados Unidos tras pasar por las cárceles del régimen en 2018. "No hubo un día en que el obispo Rolando no denunciara la dictadura, las desigualdades, la falta de democracia". Tanto es así que fue nombrado mediador durante el Diálogo Nacional del 16 de mayo de 2018 para encontrar la paz. En vano.

Si se opuso a Daniel Ortega desde su primer mandato en los años 80, es sin duda porque el obispo Álvarez procede de la burguesía. "Lo que se le puede criticar es que siempre ha estado del lado del mundo empresarial, de los trabajadores de cuello blanco", explica Josué Rocha. "Sin embargo, esto no le impidió predicar a los jóvenes y ser una persona accesible".

Con el presidente Ortega monopolizando el poder desde hace más de 15 años, ¿cómo no rendirse? "Hay que confiar en Dios", dice María Vega. "En Nicaragua dicen que no hay mal que dure cien años". Una confianza que debe compartir monseñor Rolando Álvarez, mientras observa desde su ventana cómo la policía vigila su casa. Se rumorea que tiene dos opciones: la cárcel o el exilio, como casi 200.000 de sus conciudadanos.


Fuente - Texto tomado de ES.LA-CROIX.COM:
https://es.la-croix.com/actualidad/america-latina/nicaragua-monsenor-rolando-alvarez-el-obispo-que-desafia-al-regimen-de-daniel-ortega




La historia detrás de la persecución contra la Iglesia Católica en Nicaragua


POR EDUARDO BERDEJO | ACI Prensa


Un obispo con arresto domiciliario, sacerdotes asediados por la policía, misioneras de la caridad expulsadas y numerosas restricciones al culto. Esta es la situación que hoy sufre la Iglesia Católica en Nicaragua bajo el actual gobierno de Daniel Ortega.


¿Pero cómo el país centroamericano llegó a esta crisis?


Esta historia comienza en 1979, cuando -tras la dictadura de la dinastía Somoza- empezó el primer gobierno sandinista que dirigió Nicaragua hasta 1990. Y 40 años después las hostilidades y persecuciones vuelven a repetirse.


El inicio del gobierno sandinista y la esperanza de los obispos


El 19 de julio de 1979 el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), grupo guerrillero de izquierda, derrocó a Anastasio Somoza Debayle, el tercer y último miembro de la llamada dinastía Somocista —luego de su padre, Anastasio Somoza García, y su hermano, Luis Somoza Debayle— que había gobernado el país desde 1937.

En noviembre de 1979, la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) publicó una carta pastoral titulada “Compromiso Cristiano para una Nicaragua Nueva” que, entre otras cosas, vio este “proceso revolucionario” como una oportunidad para el país y llamó a la población a hacer los sacrificios necesarios y a una “profunda conversión del corazón”.

Los obispos también pidieron “un amplio espacio de libertad que le permita (a la Iglesia) cumplir su labor apostólica sin interferencias”.

Poco después de la caída de Somoza, se estableció una Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de cinco miembros: tres del FSLN y dos independientes, incluyendo Violeta Chamorro (viuda de Pedro Chamorro, director del diario La Prensa asesinado por Somoza) y Alfonso Robelo. El coordinador fue Daniel Ortega.

Violeta Chamorro renunció a la Junta en abril de 1980 debido al rumbo socialista que tomaba el FSLN y la influencia de Cuba en el gobierno. Robelo renunció por los mismos motivos y luego integró el directorio político de la Resistencia Nicaragüense (llamados “contras” por “contrarrevolucionarios”) que, financiada por Estados Unidos, enfrentó en una guerra civil a los sandinistas durante toda la década.

La Junta dirigió Nicaragua hasta 1985 y entregó el poder a Ortega, que había ganado las elecciones presidenciales de 1984 con el FSLN, que ya era un partido político.


Los “sacerdotes ministros” y la intervención de Juan Pablo II


Con la asunción de la Junta, tres sacerdotes conocidos promotores de la teología marxista de la liberación asumieron cargos en el gobierno sandinista: Miguel D’Escoto fue ministro de Relaciones Exteriores (1979-1990); Ernesto Cardenal fue ministro de Cultura (1979-1987); y Edgar Parrales fue viceministro subdirector General del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (1979-1980), ministro de Bienestar Social (1980-1982) y embajador de Nicaragua ante la OEA (1982-1986).

La participación de estos sacerdotes en el gobierno provocó tensiones con los obispos. Aunque el Episcopado autorizó inicialmente esta participación, en enero de 1980 la CEN decidió que ya no podían ser parte del gobierno sandinista.

En abril de ese año, el Papa Juan Pablo II recibió a los obispos nicaragüenses en el Vaticano y les dirigió un discurso en el que les dijo que “una ideología atea no puede ser el instrumento orientador del esfuerzo de promoción de la justicia social, porque priva al hombre de su libertad, de la inspiración espiritual y de la fuerza del amor al hermano, que tiene su fundamento más sólido y operante en el amor a Dios”.

Pocas semanas después, los obispos solicitaron a los sacerdotes que renuncien a sus cargos en el gobierno sandinista, pero se negaron.

En febrero de 1984, Juan Pablo II suspendió ad divinis a los tres sacerdotes y al P. Fernando Cardenal, hermano de Ernesto, quien también participaba en el régimen de Ortega. Desde ese año hasta 1990, Fernando Cardenal fue ministro de Educación.


Un arzobispo valiente y la emboscada contra un sacerdote


Durante el primer período sandinista, uno de los miembros de la Iglesia Católica que destacó por sus denuncias contra las violaciones de derechos humanos fue el Arzobispo de Managua, Mons. Miguel Obando y Bravo (1926-2018), a quien en 1985 Juan Pablo II hizo cardenal.

El Arzobispo ya era conocido por denunciar las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de los Somoza y no calló ante los abusos del régimen de Daniel Ortega.

Además, su papel fue decisivo para impedir la difusión de la llamada "iglesia popular", promovida por sacerdotes y religiosos afines a la teología marxista de la liberación.

El gobierno del FSLN tomó represalias y se ensañó con destacados pastores. En agosto de 1982 agentes del régimen, vestidos como policías, detuvieron al P. Bismarck Carballo, que entonces era vocero de la Iglesia y director de una emisora católica.

Los agentes ingresaron a una vivienda donde estaba el sacerdote y fabricaron un supuesto escándalo sexual con una mujer. Lo desnudaron, lo sacaron a la calle y publicaron la historia falsa en todos los medios oficiales.

En febrero de 1986, la Secretaría de Estado de Estados Unidos publicó los testimonios del exteniente sandinista Álvaro Baldizón Avilés, un desertor quien aseguró que el escándalo en que se involucró al P. Carballo fue montado por el régimen de Daniel Ortega.

Otro de los atropellos de Ortega contra la Iglesia fue la expulsión de diez sacerdotes extranjeros en julio de 1984. Los presbíteros fueron acusados de violar las leyes nacionales y participar en actividades contrarias al gobierno por asistir a una marcha convocada por Mons. Obando y Bravo en solidaridad con el P. Luis Amado Peña, un sacerdote acusado de terrorismo por el régimen.


El papel de la Iglesia en el acuerdo de paz


En la década de 1980 los enfrentamientos entre el FSLN y la resistencia o “contras” dejaron decenas de miles de muertos. El 7 de agosto de 1987 se firmó en Guatemala el Acuerdo de Paz de Esquipulas II para poner fin a la guerra civil en Nicaragua y lograr una “paz duradera” en Centroamérica. El documento llamó a realizar elecciones libres y plurales, y a establecer una Comisión Nacional de Reconciliación.

En el caso de Nicaragua, en esta comisión participaron el Cardenal Obando y Bravo, y Mons. Bosco Vivas Robelo, entonces Obispo Auxiliar de Managua.

Daniel Ortega se presentó a las elecciones presidenciales de febrero de 1990 y fue derrotado por Violeta Chamorro. Ortega volvió a postular sin éxito en 1996 y 2001.

El 18 de octubre de 1996, dos días antes de las elecciones, el Cardenal Obando y Bravo relató una historia




–Que la prensa llamó “la parábola de la víbora”– exhortando a los nicaragüenses a ser prudentes y pensar qué conviene más al país.


Ortega hizo las paces con la Iglesia Católica


Tras su fracaso electoral, Daniel Ortega –que entonces lideraba la oposición– aparentemente hizo las paces con la Iglesia Católica. En julio de 2003, el exguerrillero pidió perdón por los “excesos” y “errores” de su gobierno contra los católicos en la década de 1980.

En junio de 2004, Ortega propuso nominar al Cardenal Miguel Obando Bravo para el Premio Nobel de la Paz, "en reconocimiento a su lucha por la reconciliación nacional" y la firma de los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra civil.

Ese mes, el Cardenal Obando aceptó el pedido de Ortega de presidir la Misa auspiciada por el sandinismo por los miles de muertos de la guerra civil.

En julio de 2004, en el marco de los 25 años de la revolución sandinista, Daniel Ortega pidió perdón en público por los atropellos contra la Iglesia Católica durante su primer gobierno y se refirió explícitamente a Mons. Carballo.


Daniel Ortega vuelve al poder en 2007


Daniel Ortega ganó las elecciones de 2006 con el 38% de los votos gracias a una reforma electoral que rebajó el porcentaje para obtener la presidencia al 35% de los votos si es que hay un 5% de margen sobre el segundo lugar.

En febrero de 2007 Ortega invitó al Cardenal Obando, entonces Arzobispo Emérito de Managua y con 81 años de edad, a presidir el Consejo Nacional de Reconciliación y Paz creado por su nuevo gobierno. El Purpurado  aceptó el cargo a “título personal” y tuvo el respaldo del Episcopado.

Sin embargo, en septiembre de 2008, el Obispo de Matagalpa, Mons. Jorge Solórzano, advirtió que las relaciones con el gobierno parecían amables, pero se anticipaban medidas contra la labor de la Iglesia como la eliminación de las subvenciones del Estado para las escuelas católicas.

En noviembre de ese año, estalló nuevamente la violencia en el país tras las denuncias de fraude en las elecciones municipales que dieron el 62% de las alcaldías de todo el país al FSLN. Los obispos hicieron un enérgico llamado a la paz.


Daniel Ortega vuelve a atacar a la Iglesia Católica


A inicios del año 2009 comenzaron de nuevo las tensiones entre el gobierno sandinista y la Iglesia Católica. A finales de abril, se envió a los medios de comunicación, desde un correo electrónico de la Presidencia de Nicaragua, un documento que calificó a los obispos nicaragüenses de corruptos suscitando una reacción formal del Episcopado.

En junio, Daniel Ortega trató de silenciar las críticas que varios obispos expresaron sobre su gobierno llamándolos a orar en vez de opinar sobre política. Los prelados respondieron que no basta con rezar si no se trabaja por la justicia.

En abril de 2010, cuando se debatía la posibilidad de que Ortega postule a la reelección en 2011, los obispos llamaron al país a dialogar y denunciaron los "actos de transgresión” a la Constitución que justamente prohibía la reelección presidencial inmediata.

Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia, con miembros sandinistas, permitió a Daniel Ortega participar en los comicios del 6 de noviembre de 2011.

En ese contexto, el Obispo Auxiliar de Managua, Mons. Silvio José Báez, advirtió que Nicaragua iba camino "a un totalitarismo visible o encubierto" y pidió la presencia de observadores internacionales.

Por su parte, el secretario del Episcopado, Mons. Sócrates René Sandigo, dijo que con esta postulación el país carecía de Estado de derecho y que había crecido la desconfianza en la población.

Casi un mes antes de las elecciones, varios obispos denunciaron que recibieron amenazas.

El líder sandinista ganó los comicios con más del 62% de los votos emitidos, en medio de denuncias de fraude. El informe del Centro Carter dijo que, según las valoraciones de observadores nacionales e internacionales, las elecciones “no fueron transparentes”.

En un comunicado, el Episcopado señaló que la legitimidad de los resultados ha quedado “totalmente en entredicho".


Iglesia Católica se opone a la reelección indefinida


Luego de su tercer período, en el que también hubo fricciones con los obispos, Daniel Ortega decidió postular a un cuarto mandato.

En enero de 2014, la mayoría sandinista en la Asamblea Nacional aprobó la reforma constitucional para permitir la reelección indefinida de Ortega. Esto fue criticado por los obispos. El Parlamento también dio a la Presidencia la facultad de emitir decretos con fuerza de ley.

En junio de 2016, el Episcopado llamó a Daniel Ortega a garantizar que las elecciones del 6 de noviembre fueran transparentes y con presencia de observadores nacionales y extranjeros.

Sin embargo, Ortega ganó los comicios nuevamente bajo denuncias de fraude.


“Somos una Iglesia perseguida”


La actual crisis en Nicaragua se inició en abril de 2018, durante el cuarto período de Daniel Ortega. La reforma del sistema de salud y de pensiones detonó numerosas protestas en todo el país, que fueron reprimidas con violencia por la policía y durante las cuales, numerosos obispos y sacerdotes recibieron amenazas de muerte.

En este contexto, el Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo José Brenes; su Obispo Auxiliar, Mons. Silvio José Báez; y el Nuncio Apostólico, Mons. Waldemar Somertag fueron golpeados mientras realizaban una visita pastoral en la Basílica Menor de San Sebastián de Diriamba, a 41 kilómetros de la capital.

El 13 de julio de 2018 policías y paramilitares atacaron a balazos la parroquia Divina Misericordia de Managua, donde se habían refugiado jóvenes que habían protestado contra el régimen.

En su cuenta de Twitter, Mons. Báez condenó la “represión criminal” contra civiles y pidió a la comunidad internacional no ser indiferente. El Prelado dijo que “estamos empezando a ser ya una Iglesia perseguida”.

Poco después, la Iglesia Católica aceptó participar una vez más como mediadora en el diálogo nacional para resolver la crisis que ya había dejado cientos de muertos pero las negociaciones se suspendieron.

En 2019 hubo otro intento de diálogo entre el gobierno y la oposición, pero esta vez la Conferencia Episcopal de Nicaragua desistió de participar y pidió que sean “los laicos los que asuman directamente la responsabilidad” de este proceso.

En marzo de 2019, el Papa Francisco recibió a Mons. Báez en audiencia privada en el Vaticano. Dos semanas después el Cardenal Brenes informó que el Pontífice pidió a Mons. Báez mudarse a Roma. Actualmente el Obispo vive en Estados Unidos.

Un año después, el 31 de julio de 2020 ocurrió uno de los ataques más simbólicos contra la Iglesia. Un desconocido ingresó a una de las capillas de la Catedral de Managua y lanzó una bomba incendiaria que destruyó la famosa imagen de la Sangre de Cristo, un crucifijo de 382 años muy querido por los nicaragüenses.




Nicaragua llegó a las elecciones presidenciales del 7 de noviembre de 2021 con los principales candidatos opositores encarcelados. Días antes, el Episcopado dijo que cada ciudadano debía actuar considerando qué era lo más justo y conveniente para el país.

Se calcula que el ausentismo fue del 81,5%. El Obispo de León, Mons. René Sándigo, fue el único prelado que acudió a votar. Daniel Ortega fue reelegido por cuarta vez consecutiva con el 75% de los votos.


Un obispo “secuestrado”


Tras ordenar la disolución de 100 ONG, la expulsión de las Misioneras de la Caridad y el cierre de varios medios de comunicación católicos:




El gobierno ahora tiene en la mira al Obispo de Matagalpa, Mons. Rolando Álvarez, uno de sus más fuertes críticos.

Desde el 4 de agosto el Prelado está recluido en la sede del Obispado con cinco sacerdotes, dos seminaristas y tres laicos.

Ese día, cuando la Iglesia celebraba a San Juan María Vianney, patrono de los párrocos, Mons. Álvarez salió con el Santísimo Sacramento




Y denunció que los policías enviados por Daniel Ortega no dejaban que sus sacerdotes y colaboradores entraran para celebrar la Misa en su capilla.

Luego de casi una hora de llamar al diálogo y al respeto a la Iglesia Católica, el Prelado reingresó y celebró la Eucaristía con sus asistentes.

Sin embargo, esa misma tarde, policías antimotines bloquearon el acceso al Obispado y no dejaron salir a Mons. Álvarez, que había invitado a los fieles a ir a la Catedral de Matagalpa para celebrar la Hora Santa y la Misa.

El régimen sandinista ha amenazado con encarcelar al Obispo, quien solo ha recibido muestras de solidaridad del Episcopado local y de algunos países.

La abogada Martha Patricia Molina Montenegro, integrante del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción, publicó recientemente la investigación “Nicaragua: ¿una iglesia perseguida? (2018-2022)”, que documenta 190 ataques y profanaciones contra la Iglesia Católica hasta mayo de este año.

Para expertos como Molina, no hay duda que “la dictadura” de Ortega “tiene una guerra frontal en contra de la Iglesia Católica de Nicaragua y su objetivo es eliminar por completo todas aquellas instituciones afines a la iglesia”.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:


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