sábado, 23 de julio de 2022

Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 11, 1-13




1. Un día estando Jesús orando en cierto lugar, acabada la oración, díjole uno de sus discípulos:


"Señor, enséñanos a orar, como enseñó también Juan a sus discípulos"


2. Y Jesús les respondió:


"Cuando os pongáis a orar, habéis de decir: Padre, sea santificado el tu Nombre. Venga a nos el tu reino.

3. El pan nuestro de cada día dánosle hoy.

4. Y perdónanos nuestros pecados, puesto que también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación".




5. Díjoles también.

"Si alguno de vosotros tuviere un amigo y fuese a estar con él a media noche, y a decirle: Amigo, préstame tres panes.

6. Porque otro amigo mío acaba de llegar de viaje a mi casa, y no tengo nada que darle.

7. Aunque aquél desde adentro le responda:

No me molestes, la puerta está ya cerrada, y mis criados están como yo acostados, no puedo levantarme a dártelos.

8. Si el otro porfía en llamar y más llamar, Yo os aseguro que cuando no se levantare a dárselos por razón de su amistad, a lo menos por librarse de su impertinencia se levantará al fin, y le dará cuantos hubiere menester.

9. Así os digo Yo, añadió Jesús:

"Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

10. Porque todo aquel que pide, recibe; y quien busca, halla; y al que llama, se le abrirá.




11. Que si entre vosotros un hijo pide pan a su padre, ¿acaso le dará una piedra? O si pide un pez, ¿le dará en lugar de un pez una sierpe?

12. O si pide un huevo, ¿por ventura le dará un escorpión, o alacrán?

13. Pues si vosotros, siendo malos como sois, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará el espíritu bueno a los que se le piden?"

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Santa Cristina de Toscana - Virgen y Mártir - Fiesta Julio 24

 



Los grandes nombres son irresistibles. Por eso ni los hombres han querido renunciar a los grandes nombres femeninos (el caso más singular es el de María, que forma parte de nombres masculinos compuestos), ni las mujeres se han resignado a prescindir de los grandes nombres masculinos. Uno de ellos es el de CRISTO. La forma femenina Cristina se ha convertido en un nombre con mucha fuerza.

Del griego criw (jrío), que significa ungir, se forma cristoV (jristós), que significa "el ungido". La unción era el rito de consagración de los reyes. Decir de alguien que era "el ungido", significaba que había llegado a lo más alto, y que contaba con la protección de Dios. Llamarse Cristina, "la ungida", es proclamar que se ha sido elegida y consagrada para grandes cosas. Ése es el significado del nombre. Un nombre cargado de promesas.

Tanto por su significado como por las grandes Cristinas que han hecho honor a su nombre, las afortunadas que lo llevan pueden estar satisfechas y seguras de que su virtud ejercerá sobre ellas una influencia positiva que irradiará en todos los que forman parte de su entorno. Es una suerte llamarse Cristina y como tal estar protegida de cualquier mal por el aceite sagrado. ¡Felicidades!

Santa Cristina de Toscana nació a mediados del siglo III en Tur, pueblo situado cerca del lago de Bolsena, desaparecido en una de las inundaciones del lago. Cristina era la hija de Urbano, gobernador pagano de la región y presentado por los libros antiguos como enemigo acérrimo de los cristianos. La niña se ha aficionado desde pequeña a aquello que cuentan de ese Cristo tan perseguido y maltratado; la curiosidad primera se cambia en pensamiento cuando descubre que son muchos los cristianos juzgados por su padre, y condenados porque son fieles dispuestos a dar la vida por su ideal. Crece más y más la simpatía y a escondidas busca datos de unas señoras cristianas; la instruyen y la forman; se bautiza en secreto y toma el nombre de Cristiana.

Entre juego y travesura formal ha hecho algo que saca de quicio a su padre, y será el motivo que la lleve al martirio; no se le ha ocurrido otra cosa que apañar las estatuillas de ídolos que su padre siempre ha conservado con esmero, casi como un patrimonio familiar, las ha tomado por suyas, las ha destrozado y ha dado el rico material de que estaban hechas a los pobres para remedio de su necesidad. El padre ha descubierto su condición y lleno de ira, al notar la rebeldía de la niña, la trata con peores modos que a los demás cristianos.


"No se ha de decir en el mundo que una niña me dio la ley, ni que estos hechiceros de cristianos triunfan de nuestros dioses en medio de mi propia familia. Yo veré si sus hechizos pueden más que mis tormentos y si la paciencia de una hija ha de hacer burla de la cólera de un padre"


El gobernador manda usar con ella azotes y garfios, admirándose de que Cristina persista en su actitud. Manda el desnaturalizado padre preparar un brasero ardiente, para quemarla poco a poco; mas el brasero se hizo una hoguera que abrasó a los verdugos y a los curiosos cercanos. Puesta en la cárcel para que cambie por la lobreguez de la mazmorra, la oscuridad y el hambre; pero allí es consolada con luminosas apariciones de ángeles, que le curan sus heridas y le prometen protección. El padre, a los pocos días, manda atarle al cuello una pesada piedra y arrojarla al lago; sin embargo, un ángel la transporta a la orilla. Esa noche muere Urbano de un sofoco en su cama.




Mandan las autoridades un nuevo gobernador que se siente estimulado a proseguir el asunto Cristina, presumiendo que su padre, por padre, no pudo solventarlo. Se llama Dion y ya piensa en nuevas crueldades: estanque de aceite hirviendo mezclado con pez, del que la niña Cristina es liberada. Luego la manda llevar al templo de Apolo, para obligarle a ofrecer sacrificio, pero, ante el asombro de todos, el ídolo se derrumba y se hace polvo ante el mismísimo gobernador, que muere en el acto ¡claro que los verdugos y miles de testigos presenciales proclaman espantados, proclaman a gritos que es el de Cristina el único Dios!

El tercero de los gobernadores poderosos se llama Juliano quien, preocupado por el caso pendiente, lo ha estudiado con detenimiento llegando a la conclusión de que se trata de artificios, encantamientos y magia que todos los cristianos profesan. Por ello maquina nuevos procedimientos para hacer desistir a la niña Cristina de sus pertinaces rebeldías y conseguir que el poder romano y los dioses propicios terminen con la situación, que ha puesto al borde del caos a la región.

Mandó preparar un horno encendido donde mete a la niña para que el fuego la consuma; siete días la tiene allí sin conseguir que le suceda daño alguno. Luego será una habitación oscura plagada de serpientes, víboras y escorpiones venenosos de la que sale indemne y sin ningún picotazo, cantando alabanzas a Dios; la desesperación del mandatario llegó entonces al extremo de decretar cortarle la lengua, pero ¡oh prodigio! ahora canta más fuerte y mejor.




Y acude, arremolinándose, toda la comarca ante la contemplación evidente del triunfo que se comenta por todas partes, de la debilidad cristiana ante la fortaleza y brutalidad romana. Basta un tronco caído en donde atan a la delicada niña, para que las saetas atraviesen su cuerpo y ella decida, suplicándole al buen Dios, rendirle su espíritu con el martirio. Murió Cristina en el año 300, durante el reinado de Diocleciano, que desató una de las mayores persecuciones de los cristianos. Dicen que sus restos se trasladaron de Toscana a Palermo de Sicilia donde es reverenciada.

¿Verosímil? Parece más bien como si la vida y la muerte martirial de Cristina hubiera servido de modelo para expresar la confrontación entre el bien y el mal, o lo que es lo mismo, entre fe cristiana y paganismo, entre la frágil niña Cristina y la personalidad experimentada y abrumadora de tres hombres de gobierno sucesivos -el primero su propio padre- con el mismo común empeño de demostrar que ellos pueden más.

Parece como si se tratara de exaltar en Cristina aquello que debe ser real en todo cristiano -la fe en su Cristo y la confianza sin límite en su ayuda constante-, mientras que los gobernadores representan la obstinación ciega, que rechaza el poder cada vez más evidente, como in crescendo, de Dios. Los verdugos y el pueblo serían los testigos que en la narración van a testificar con sus reacciones -esas que se intuyen llenas de emoción compasiva- dónde está la verdad y lo grande que es el poder de Dios.




Da la sensación de que la Passio que narra la muerte de Cristina, intenta también cargar motivos veterotestamentarios en donde parecen inspirarse algunos hechos que se narran. El hecho histórico del martirio sería la ocasión que motiva la amplia catequesis. De todos modos, estas consideraciones más parecen próximas a la labor pasada de los bolandistas; pero, en el caso de que hubieran sido los hechos tal como expresa la Passio, nos quedaría el regusto de disfrutar el aroma extraño que desprende la fidelidad del débil a las exigencias amorosas divinas, que no entienden de edades y que perduran más allá de la muerte.




La niña mártir Santa Cristina está enterrada en Bolsena (Italia), en la Basílica de Santa Cristina, que fue construida sobre el lóculo original donde fue depositado y venerado su cuerpo después del martirio.


Feliz día del santo onomástico:

#SantaCristina




Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

Fuente - Texto tomado de ELALMANAQUE.COM:

Foto tomada de PREGUNTASANTORAL.ES:
http://www.preguntasantoral.es/tag/cristina-bolsena/

Tema de actualidad mundial: un católico no puede ser comunista

 




Un católico no puede ser comunista, por Germán Mazuelo-Leytón



Miércoles, 16 de noviembre de 2016


Reproducimos el siguiente artículo de Germán Mazuelo-Leytón, publicado originalmente en su columna en el diario La Patria.

Recientemente, el Obispo de Roma Jorge Mario Bergoglio, en una nueva entrevista al periodista italiano Eugenio Scalfari ha hablado del presidente electo de los Estados Unidos Donald Trump, las resistencias en la Iglesia a su pontificado y sobre comunismo afirmando: «son los comunistas los que piensan como los cristianos».

¿Son los comunistas los que piensan como los cristianos? El Papa Pío XI en su encíclica Quadragesimo Anno nos lo responde: "socialismo religioso, socialismo cristiano, implican términos contradictorios: nadie puede ser a la vez buen católico y verdadero socialista".

«Los socialistas, abusando del mismo Evangelio para engañar más fácilmente a incautos, acostumbran a forzarlo adaptándolo a sus intenciones, con todo hay tan grande diferencia entre sus perversos dogmas y la purísima doctrina de Cristo, que no puede ser mayor. Porque ¿qué participación puede haber de la justicia con la iniquidad, o qué consorcio de la luz con las tinieblas? Ellos seguramente no cesan de vociferar, como hemos insinuado, que todos los hombres son entre sí por naturaleza iguales; y, por lo tanto, sostienen que ni se debe honor y reverencia a la majestad, ni a las leyes, a no ser acaso a las sancionadas por ellos a su arbitrio» (Encíclica "Quod Apostolici Muneris" de S. S. León XIII sobre el socialismo).

Es conocida la violencia anticatólica en los países en los que la ideología comunista se hizo del poder, en varios de los cuales continúa aún hoy en día su oprobioso ejercicio dominante de partido único. Empero, ante las ideologías condenadas por el magisterio pontificio, no siempre los episcopados han sido unánimes, salvo honrosas excepciones, como el Episcopado polaco que se mantuvo incólume ante el comunismo defendiendo a su grey de los ataques de esa ideología, los obispos españoles actuaron de la misma forma en 1936 cuando el terror comunista llegó a España.


¿Qué precisa un gobierno de izquierda para consolidarse y perpetuarse?
El experto en comunismo
D. Alexander Torres Mega,
nos recuerda:


«1. Una "oposición" que sea tibia, ineficaz, colaboracionista y entreguista.

2. Pocos empresarios serviles que generen imagen favorable al gobierno, adormeciendo reacciones.

3. Medios masivos de comunicación que sean su megáfono incondicional e impongan silencio o diluyan lo negativo del gobierno.

4. Una cúpula militar que controle y neutralice a todos los uniformados que NO están dispuestos a dejarse pisotear y humillar.

De este modo, el gobierno tiene facilitada la completa manipulación de los sectores claves de la opinión pública y el sometimiento de eventuales opositores auténticos».

No podemos obviar mencionar aquí que aunque el nuevo Presidente de los Estados Unidos ganó con el voto católico, y ganó en los estados industriales, las monjas dirigentes de la Junta Directiva de Mujeres Religiosas (Leadership Conference of Women Religious, LCWR) se han rasgado las vestiduras, entre ellas la Madre Elizabeth Johnson que ha manifestado públicamente que desea marcharse de su país.

Así podemos entender cómo en los últimos días los radicales, -«anarquistas» como los llamó la policía norteamericana- han causado disturbios especialmente en California financiados por el Partido Demócrata, el judío Soros y la Fundación Clinton. Es que las marchas y protestas de esa bazofia perversa no pueden surgir del aire.

Y en Colombia surge también en estos días un entusiasmante movimiento el MLCC (Movimiento de Laicos Católicos de Colombia) que «debido a las declaraciones recientes del presidente Juan Manuel Santos, en la ciudad de Londres, donde afirmó que la campaña ganadora del No en el pasado plebiscito, «fue el resultado de una estrategia basada en desinformación y mentiras"», «se levanta y recuerda que la mayoría de votantes del país somos católicos y levantándonos como católicos dimos la mayoría de votos para el triunfo del no».

Recordándole al Presidente Santos que la mayoría de los colombianos son bautizados católicos, rechazan rotundamente entre otros aspectos los siguientes: «la ideología de género como constructor teórico-ideológico que reemplaza la verdad con el pretexto de la paz y abre el camino al desarrollo de su agenda. El inmenso gasto público en la reinserción de cada guerrillero. La creación de una cuarta cadena informativa de ideario marxista-leninista. La impunidad de crímenes de lesa humanidad. La creación de curules para las FARC. La implementación del voto electrónico como medio de fraude. La inmensa burocracia que crea la izquierda, etc.». Recuerdan asimismo a los mártires, víctimas de las FARC y los secuestrados (420).


¿Será el inicio de un despertar del laicado católico, el gigante adormecido?


Con genio lo había avizorado el gran obispo Fulton Sheen:

«La Iglesia no va a ser rescatada de la actual crisis ni por los obispos, ni por los sacerdotes, ni por los religiosos, sino por los laicos».


Fuente - Texto tomado de VOTOCATOLICO.CO:

5 razones por las que un católico no puede ser comunista

 



Junio 8 de 2016


Es común ver a personas que dicen ser católicas y comunistas. ¿Pero es posible ser cristiano y comulgar con una ideología que ha causado millones de muertes en el mundo?


Conoce 5 razones por las que un católico no puede ser comunista


1. Las consecuencias del comunismo


Cuando estudiamos la historia de las revoluciones comunistas, es imposible no sentirnos aterrados por los horrores que los revolucionarios practicaron buscando modificar el sistema económico de sus países. El “Libro Negro del Comunismo” estima que en medio siglo 100 MILLONES de personas han sido asesinadas por las dictaduras totalitarias, incluyendo cristianos de varias denominaciones. El Museum on Communism ha estimado las muertes y las resumimos en esta tabla:



También la guerra civil española mató a 12 obispos, 4.184 sacerdotes, 300 monjas, 2.363 monjes, según números estimados por el historiador Hugh Thomas.


2. El comunismo se alimenta del odio y promete un “paraíso” en la tierra


El comunismo de Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895) tiene como base de su doctrina la lucha de clases, la lucha entre dos grupos opuestos: los “oprimidos” y los “opresores” (ricos contra pobres, negros contra blancos, gays contra héteros, hombres contra mujeres, etc.) y es esta lucha de clases la que mueve la historia. El fin de la opresión y entonces un mundo sin desigualdades, vendrán solamente cuando los oprimidos destruyan y sometan al opresor, destruyendo toda cultura opresora independientemente de cuántos deban morir para eso.

“No se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos” – Decálogo de Lenin (1913).


3. El Comunismo niega a Dios y la religión


Marx propuso que los oprimidos hagan una revolución que acabaría con la lucha de clases y crearía un paraíso terrenal sin Dios, para promover la igualdad, pues el mal del mundo es la desigualdad. Según Marx, la religión es el opio del pueblo”, es decir, un fármaco, un medio de mantener a las masas bajo el dominio de los poderosos que debe ser destruido.


El Papa Pío XI en su encíclica Quadragesimo Anno aseguró que “Socialismo religioso, socialismo cristiano, implican términos contradictorios: nadie puede ser a la vez buen católico y verdadero socialista”


4. La desigualdad es natural y fruto de la sabiduría de Dios 


Analizando el universo nos damos cuenta de que es jerárquico y desigual, yendo desde un mineral, pasando por los vegetales, animales, hombres y los ángeles; hay una jerarquía que promueve la armonía en el cosmos. Si todo el universo se rige por un orden a través de la desigualdad de los seres, tal ley natural también es igual para los hombres. En los seres humanos también hay desigualdades naturales de los que no se derivan derechos (bajo y alto, gordo y delgado, negro y blanco, calvo y peludo, fuerte y débil) y desigualdades de las que sí se derivan derechos (justos y pecadores, ladrones y honestos, maestros y estudiantes, trabajadores y desempleados, padres e hijos). Esto significa que un hombre no tiene ningún derecho sobre el otro por ser alto y el otro bajo, pero si usted es padre y tiene un hijo, ambos tienen derechos equivalentes y sus prerrogativas.

El Magisterio de la Iglesia se ha expresado en diversas ocasiones sobre este tema, por ejemplo:


El Papa León XIII (Quod Apostolici Muneris e Humanum Genus) dice que los hombres son semejantes pero no iguales. Estos poseen la misma naturaleza, por lo tanto los mismos derechos naturales. En este sentido, Dios creó tal desigualdad precisamente fomentar la cooperación mutua entre los hombres; recordemos: la ley de Dios es el amor.


5. La propiedad privada es un bien natural


La propiedad privada asegura a los hombres la libertad y el derecho a su trabajo para la supervivencia y el bien de la familia. Ella no puede ser quitada por el Estado, pues es un derecho natural de los hombres. 


El Papa Pío IX dijo al respecto que: “tal es la nefanda doctrina del comunismo contraria al derecho natural, que una vez admitida, echa por tierra los derechos de todos, la propiedad, la misma sociedad humana (Encíclica Qui pluribus, 1846).


Fuente - Texto tomado de ES.CHURCH.POP.COM:

POLÉMICA: El objetivo LGBT «no es la autorrealización es la autoaniquilación» desvela un trans arrepentido



Steven A. Richards vivió como mujer durante ocho años, víctima del lobby transgénero: hoy destapa sus verdaderos objetivos.


El objetivo LGBT
«no es la autorrealización, es la autoaniquilación»,
desvela un trans arrepentido


Steven A Richards vivió como mujer 8 años... Dejarlo fue «lo más difícil» que ha hecho en su vida.


José María Carrera

20 de Julio de 2022 / 13:35


Durante ocho años, Steven A. Richards vivió como una mujer. Desde pequeño tuvo un listado de afecciones que, al no ser tratadas -como sucede en muchos otros casos- desembocaron en una profunda disforia de género. La experiencia, relata en su blog, le dejó “delirante, paranoico y enfermo”. Hoy sabe que nunca podrá ser el que era y advierte a todos los públicos sobre la perversión trans. Especialmente, sobre su verdadero objetivo, “la autoaniquilación”.


El calvario de Steven comenzó a los 14 años, con unos problemas que le sepultaron uno detrás de otro hasta casi sumirle en la locura.


Primero fueron las agresiones que sufrió su madre cuando él era pequeño. Después llegó el acoso y abuso sexual en la escuela. Llegó el turno del diagnóstico del TOC y del autismo. Y finalmente, el autoconvencimiento de que, aunque “nunca había participado en una pelea”, como hombre blanco era “directamente responsable de la opresión que sufrieron las mujeres y personas de color”.


"Me odiaba por ser hombre y blanco"


“Creía que haber nacido en mis circunstancias me convertía en un monstruo, que todos los hombres eran malvados y que todas las mujeres eran virtuosas”, relata. Definitivamente, estaba “aterrorizado” por los efectos que la testosterona generaba día tras día en su cuerpo de manera irremediable.

Con 15 años, estaba convencido de que su cuerpo era su “enemigo”. También lo era “del mundo” y se declaró transexual.

“Me odiaba y quería castigarme a mí mismo. No podía dejar de ser blanco, pero tal vez si podría dejar de ser hombre”, relata. El primer paso fue acabar con “el veneno” que corría por su propio cuerpo, la testosterona.

“Cuando estás siendo envenenado, cuando tu alma misma está en peligro, harías cualquier cosa para detenerlo. Y para mí es lo que significó la transición. No tenía ningún motivo para querer ser mujer, excepto de que [creía que] las mujeres eran mejores que los hombres”, menciona.


Sus patologías y traumas,
¿culpa de la sociedad transfóbica?


Con 15 años comenzó a tomar Lupron, un quimioterápico usado para detener la pubertad. A los 16, comenzó a tomar estrógeno sintético.


Lejos de funcionar, todo empeoró...


“La medicación me hizo sentir peor, no mejor. No podía pensar con claridad. Empecé a faltar a la escuela. Desarrollé migrañas crónicas. Me dolían los huesos. Empecé a tener tendencias suicidas y casi no pude graduarme de la escuela secundaria”, relata.

La comunidad LGBT que Steven creía que se dedicaría a ayudarle solo le dijo que aquellos problemas eran “manifestaciones de disforia de género y estrés de las minorías”.

“El empeoramiento de mi salud no tuvo nada que ver con mi rechazo a mi cuerpo e identidad o los medicamentos experimentales que estaba tomando; todo fue culpa de la sociedad transfóbica”, relata con ironía.

Los “especialistas” médicos transmitieron a sus padres un mensaje: Steven era trans, y lo mejor que podía hacer era completar la transición.


La peor decisión de su vida


Pero él era demasiado joven para entender lo que hacía, “no sabía a lo que estaba renunciando” y, por ahora, aún no había tomado “la peor decisión” de su vida.

Pese a que cada vez se sentía peor, paralizar la transición significaría que su cuerpo se masculinizaría y esto le aterraba. Con 19 años, ya ni si quiera le importaba ser mujer. Solo deseaba acabar con el odio a sí mismo con que se despertaba cada mañana.


Y decidió realizarse una orquiectomía o lo que es lo mismo, “una castración”: 


“Quería que me extirparan los testículos, la fuente de testosterona, la fuente del veneno y símbolo de todo lo que odiaba”.


Pero los resultados no fueron los esperados.


“La euforia que me habían prometido no se materializó. Mutilarme a mí mismo no me hizo una persona completa, solo mutilada”, recuerda.


Dos años después fue consciente de la realidad:


“La transición nunca me iba a curar. No pude obligarme a creer la mentira de nuevo”.


Decidió abandonar el proceso, años después de saber que se arrepentía profundamente de lo que había hecho con su cuerpo.


Los efectos secundarios de la transición, de por vida


A día de hoy, Steven continúa teniendo pesadillas donde se ve corriendo y gritando pidiendo que arreglen su cuerpo y que vuelva a ser como era. Durante años después de la operación, sufrió una “disonancia cognitiva severa” en la que su realidad y sus creencias sobre el resultado de su operación entraban en un conflicto cada vez mayor.


“Finalmente tuve que admitir lo que había ocurrido. No me había curado, me había arruinado y nunca recuperaré lo que perdí. Me he vuelto completamente dependiente de la industria farmacéutica para la testosterona artificial, que nunca será tan buena como la real. Aceptar lo que perdí ha sido lo más difícil que he hecho”, lamenta.

Actualmente, desde su blog, sus redes sociales y en colaboraciones con otros medios como Washington Examiner se dedica a destapar las verdaderas intenciones de los lobbies de género y la llamada "transición".


El objetivo final del lobby LGBT


Esta, explica, "nace de la ideología, el odio hacia uno mismo, el trauma y la manipulación por parte de extraños en Internet. Los adolescentes homosexuales, los autistas, las personas con discapacidad mental y las víctimas de violencia sexual son los más afectados. Los inversores farmacéuticos y cirugía plástica se están enriqueciendo con la carnicería, la mutilación y la esterilización masiva de estas poblaciones vulnerables y traumatizadas. Los médicos y terapeutas que ayudan a las personas en transición no brindan atención, sino que permiten la autolesión y practican la eugenesia".

En sus redes sociales, no son pocas las veces que vincula el nuevo movimiento woke con la ideología de género. 


Menciona que esta ideología "enseña que los hombres oprimen a las mujeres" por naturaleza, y que "cualquier interacción entre un hombre y una mujer está desequilibrada a favor del hombre", por lo que "los hombres ejercen poder sobre las mujeres solo con existir", describe.


Los más vulnerables, niños, personas traumatizadas y enfermos mentales son los principales perjudicados: "Se les dice que su infelicidad es el síntoma de la disforia de género y que el tratamiento consiste principalmente en medicamentos y cirugía no probados pero altamente rentables". Y por si fuera poco, "se les dice que si no reciben este tratamiento, van a morir por suicidio. El movimiento trans crea una epidemia de suicidios y luego se vende como la solución".


Por ello, concluye tajante sobre "el objetivo final" de los lobbies de género y la transición: "No es la autorrealización. Es autoaniquilación".


Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM: