viernes, 3 de junio de 2022

Novena en Honor del Espíritu Santo - Día Noveno - Junio 4 de 2022

Tú, en aquellos que siempre
más te confiesan y te adoran,
en tus siete dones, desciende.
Dales alivio en la muerte.
Dales vida Contigo en las alturas.
Dales los gozos que no tienen fin.
Amén


Los frutos del Espíritu Santo




Los dones del Espíritu Santo perfeccionan las virtudes sobrenaturales al permitirnos practicarlas con mayor docilidad a la divina inspiración. A medida que crecemos en el conocimiento y en el amor de Dios, bajo la dirección del Santo Espíritu, nuestro servicio se torna más sincero y generoso y la práctica de las virtudes más perfecta. Tales actos de virtudes dejan el corazón lleno de alegría y consolación y son conocidos como frutos del Espíritu Santo. Estos frutos, a su vez, hacen la práctica de las virtudes más activa y se vuelven un poderoso incentivo para esfuerzos aún mayores en el servicio de Dios.


Padrenuestro y Avemaría: 1 vez.
Gloria: 7 veces.
Acto de Consagración.
Oración por los 7 dones.



Acto de Consagración
al Espíritu Santo
(Se reza diariamente durante la novena)




De rodillas frente a la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu Pureza, la inequívoca precisión de tu Justicia, y el poder de tu Amor. Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y soy. Deseo no contristarte nunca por la infidelidad a la gracia, y ruego con todo mi corazón apartarme del mínimo pecado contra Ti. Misericordiosamente cuida de mi íntimo pensamiento y concédeme que pueda siempre observar tu Luz, escuchar tu Voz, y seguir las inspiraciones de tu gracia. Yo me aferro a Ti y me entrego a Ti y te pido, por tu Compasión, que me cuides en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y viendo sus Cinco Llagas, y confiando en su Preciosa Sangre y adorando su Costado y su Corazón Abierto, te imploro, Adorable Espíritu, Ayuda de mi enfermedad, mantenme en tu gracia, que nunca peque contra Ti. ¡Dame la gracia, Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, de decirte siempre que sí en todo tiempo y lugar. "¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!"

Amén


Oración por los
Siete Dones del Espíritu Santo
(Se reza diariamente durante la novena)




Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor. Concédeme el Espíritu de Sabiduría para que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las cosas que son eternas. El Espíritu de Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad. El Espíritu de Consejo para que pueda siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo. El Espíritu de Fortaleza para que pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos que se opongan a mi salvación. El Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los santos. El Espíritu de Piedad para que pueda encontrar el servicio a Dios dulce y amable. Y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo. Márcame, amado Señor, con la señal de tus verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu.

Amén


Oraciones
para empezar todos los días


¡Dios mío! Dios de amor y de verdad. Autor de la santificación de nuestras almas, postrado humildemente ante vuestra soberana Majestad, detesto en la amargura de mi corazón todos mis pecados, como ofensas hechas a Vos, digno de ser amado sobre todas las cosas.  ¡Oh bondad infinita! ¡Quién jamás os hubiera ofendido! Perdonadme, Señor, Dios de gracia y de misericordia, perdonadme mis continuas infidelidades; el no haber tenido valor para ejecutar cosa alguna buena, después que tantas veces vuestra misericordia y gracia me han solicitado, reprendido, amenazado e inspirado amorosamente. Me pesa, me arrepiento de la ingrata correspondencia e indigna ceguedad con que he resistido incesantemente a vuestros dulces y divinos llamamientos. Mas propongo firmemente con vuestro auxilio de no ser ya rebelde a Vos, de seguir en adelante vuestras tiernas inspiraciones con suma docilidad. A este fin, alumbrad, oh fuente de luz, mi entendimiento, fortaleced mi voluntad, purificad mi corazón, arreglad todos mis pensamientos, deseos y afectos, y hacedme digno de gustar los frutos bienaventurados que vuestros dones producen en las almas que os poseen. Concededme las gracias que os pido en esta Novena, si han de ser para mayor gloria vuestra, y para que yo os vea, ame y alabe sin fin en vuestra gloria.

Amén


INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO




Ven a nuestras almas
¡Oh Espíritu Santo!
y del cielo envía
de tu luz un rayo.

Ven, padre de pobres,
ven, de dones franco,
ven, de corazones
lúcido reparo.

Ven, consolador,
dulce y soberano,
huésped de las almas,
suave regalo.

En los contratiempos
descanso al trabajo,
templanza en lo ardiente
consuelo en el llanto.

Santísima luz de
todo cristiano,
lo íntimo del pecho,
llena de amor casto.

En el hombre nada
se halla sin tu amparo,
y nada haber puede
sin Ti, puro y santo.

Con tus aguas puras
lava lo manchado,
riega lo que es seco
pon lo enfermo sano.

Al corazón duro
doblegue tu mano,
y ablande las almas
que manchó el pecado.

Vuelve al buen camino
al extraviado,
y al helado enciende
en tu fuego santo.

Concede a tus fieles
en Ti confiados
de tus altos dones
sacro setenario.

Aumento en virtudes
haz que merezcamos,
del eterno gozo
el feliz descanso.

Amén


A continuación rezar
la oración del día que corresponda:



Oración


Ven, Oh Divino Espíritu, llena mi corazón con tus frutos celestiales:


  • Caridad
  • Gozo
  • Paz
  • Paciencia
  • Benignidad
  • Bondad
  • Fe
  • Mansedumbre
  • Templanza


Que nunca esté yo cansado en el servicio de Dios sino que, por continua y fiel sumisión a tu inspiración, merezca estar eternamente unido Contigo, en el amor del Padre y del Hijo.

Amén


ORACIONES FINALES
PARA TODOS LOS DÍAS
(Excepto el último día)


HIMNO AL ESPÍRITU SANTO




¡Ven, Oh Criador Espíritu!
nuestras almas visitad,
los pechos, que Vos criasteis,
llene gracia celestial.

Pues sois Paráclito Espíritu,
Don del Padre celestial,
fuente viva, sacro fuego,
unción santa, espiritual.

En tus dones setiformes,
tu promesa paternal,
dedo eterno de Dios Padre
nuestras lenguas inflamad.

Ilustrad nuestros sentidos,
el corazón inflamad,
nuestros cuerpos, que son flacos,
con vuestra virtud armad.

Apartad los enemigos,
danos la divina paz
y siendo Vos nuestra guía
huyamos toda maldad.

Por Vos al Padre y al Hijo,
en esta vida mortal
conozcamos, y creamos
siempre tu Divinidad.

A Dios PADRE sea gloria,
al HIJO gloria inmortal
y al Espíritu PARÁCLITO
por toda la Eternidad.

Amén


ORACIÓN


¡Oh Espíritu Santo! Divinísimo consolador de mi alma, fuego, luz y celestial ardor de los corazones humanos, si es para gloria de vuestra Majestad que yo consiga lo que deseo y pido en este día, dignáos concedérmelo benignamente; y sino dirigid mi petición, dándome las gracias que ha de ser para vuestra mayor gloria y bien de la salvación de mi alma.

Amén


Ahora cada uno se recogerá interiormente y pedirá la gracia que más necesite...

Hecha la petición, se concluirá todos los días con antífona, verso, respuesta y oración siguientes:


ANTÍFONA


No os dejaré huérfanos, aleluya; voy y vengo a vosotros, aleluya; y se alegrará vuestro corazón, aleluya, aleluya.

V. Enviad, Señor, vuestro Santo Espíritu, y serán creados.

R. Y renovaréis la faz de la tierra.


ORACIÓN


Oh Dios, que habéis instruido los corazones de los fieles con la ilustración del Espíritu Santo, dadnos el sentir rectamente con este mismo Espíritu, y gozar siempre de su consolación. Por Jesucristo Señor nuestro, tu Hijo, que vive contigo y reina en la unidad del mismo Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos.

Amén


Fuente - Apologética Siloé - Traducción de EWTN:
Fuente:  Devocionario Católico
http://www.devocionario.com/espiritu/novena_1.html

San Francisco Caracciolo - Fundador - Año 1608 - Fiesta 4 de Junio



Señor: que también nosotros,
después de una vida
dedicada a tu santo servicio,
vayamos un día a acompañarte
en tu Patria feliz del cielo, para siempre.
Amén.


El que quiera ser el primero
que se haga el servidor de todos
(Jesucristo)




Este santo nació en los Abruzos (Italia) en 1536 y como era de familia rica había dispuesto dedicarse al comercio y a la política. Le agradaban fuertemente el deporte y las fiestas.

Pero a los 21 años le dio una enfermedad tan terrible a la piel, que parecía lepra, y todos creían que sería incurable. Entonces Francisco le hizo a Dios esta promesa:


"Si me curas de esta enfermedad, dedicaré mi vida al sacerdocio y al apostolado"


Y cuando menos se lo esperaba quedó curado de su enfermedad, de una manera tan admirable que muchos consideraron esta curación como un verdadero milagro. Entonces nuestro joven cumplió su promesa y se dedicó a prepararse al sacerdocio. Se fue a Nápoles, y allá, apenas ordenado de sacerdote se unió a un grupo de apostolado que se dedicaba a atender a los presos de las cárceles. Este trabajo le iba a ser muy útil para cuando más tarde fundara su Comunidad religiosa.

En el año 1588 un gran apóstol llamado Juan Adorno, dispuso fundar una comunidad religiosa que dedicara la mitad del tiempo a la oración y la otra mitad al apostolado y para esto mandó una carta a un tal Ascanio Caracciolo, pidiéndole consejos acerca de este proyecto y proponiéndole que le colaborara. Y sucedió que los que llevaban la carta se equivocaron de destinatario y en vez de entregarla a Ascanio la entrega fue a nuestro santo. 

Y él al leerla encontró que esta comunidad era lo que él había deseado por muchos años y se fue donde Juan Adorno y entre los dos fundaron la nueva congregación.

Juan y Francisco hicieron un Retiro Espiritual de 40 días en un monasterio de camaldulenses, en perfecto silencio y dedicados totalmente a la oración, después de ayunar y rezar y meditar mucho, y de haber pedido insistentemente al Espíritu Santo que los iluminara, redactaron los Reglamentos de la Nueva Congregación.

La nueva comunidad recibió el nombre de "Clérigos regulares" y su reglamento tenía detalles como los siguientes:


1º. Cada día alguno de los religiosos hará ayuno (porque Jesús dijo: "Ciertos espíritus malos no se alejan sino con la oración y el ayuno").


2º. Todo religioso pasará cada día al menos una hora en el templo en oración ante el Santísimo Sacramento.


3º. Los religiosos prometerán no aspirar a cargos importantes ni a altos puestos.


Los dos fundadores se fueron a Roma y el Papa Sixto V aprobó la nueva Congregación, y les fue concedida una casa junto a la famosa Basílica Santa María la Mayor y pronto empezaron a llegarles muchos jóvenes con la aspiración de pertenecer a la comunidad recién fundada. Los fervorosos religiosos se dedicaban a predicar misiones por pueblos y veredas y a hacer apostolados en las cárceles y hospitales. Tenían ciertos sitios apartados y solitarios para retirarse de vez en cuando a dedicarse a la oración y a la meditación.

Al morir su compañero, fue nombrado nuestro santo como superior general de la Congregación, pero él se sentía totalmente indigno y firmaba así sus cartas: "Francisco el pecador".

Aunque había sido nombrado Superior General, sin embargo Francisco seguía haciendo su turno semanal para barrer las habitaciones, tender las camas de los huéspedes, y lavar la loza en la cocina, como todos los demás. Las pocas horas que concedía al sueño las pasaba sobre una mesa, o en las gradas del altar.

Sus amados pobres sabían que siempre tenía algo para regalarles, y muchas veces tuvo que salir por las calles de la ciudad a pedir limosnas para regalarles a los necesitados. En pleno invierno se quitaba su propio abrigo y lo regalaba a los más pobres.

Los pecadores sabían que en el confesionario los estaba esperando todos los días con un corazón inmensamente comprensivo.

Los envidiosos le inventaron horribles calumnias, y él callaba humildemente, dejando a Dios que se encargara de su defensa. Muchos le demostraban desprecio y otros se oponían agriamente a sus labores apostólicas, pero el santo lo soportaba todo con gran mansedumbre y paciencia. Nadie le escuchaba jamás una queja contra los que lo hacían sufrir.

Sus sermones trataban casi siempre acerca de la gran misericordia que Dios tiene para con nosotros los pecadores. Tanto que la gente lo llamaba "El predicador del Amor de Dios". Y no se cansaba de propagar en sus sermones la devoción a la Santísima Virgen.

De vez en cuando con la señal de la cruz devolvía la salud a los enfermos. La gente se arrodillaba al verlo pasar por las calles.

Fundó una gran casa religiosa en Nápoles, que pronto se llenó de nuevos religiosos de su congregación. Fundó también casas en Madrid, Valladolid y Alcalá en España. En 1607 renunció a todos sus cargos y se dedicó a la oración y a la meditación, como preparándose para la muerte. Escogió como habitación un cuartucho debajo de una escalera en la casa religiosa de Nápoles, y allí varias veces lo encontraron en el suelo, con los brazos en cruz, en éxtasis, orando mirando al crucifijo y sin darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor.

El Sumo Pontífice le ofreció varias veces nombrarlo obispo, pero el santo que había hecho juramento de no aspirar a altos puestos, no quiso aceptar. Se sentía indigno.

En el año 1608 se fue hacia el santuario de la Santísima Virgen de Loreto y allá le permitieron pasar la noche orando ante la imagen de Nuestra Señora, y en una visión sintió que su antiguo compañero Juan Adorno le decía:


"Pronto nos encontraremos de nuevo en la eternidad"


Al día siguiente amaneció con alta fiebre. Recibió los últimos sacramentos y después de comulgar por viático empezó a decir:


"Vayamos jubilosos, vayamos jubilosos"


Uno de los presentes le preguntó:


"Vayamos jubilosos, ¿a dónde Padre Francisco?"


Y él respondió:


"A la Patria Celestial. Al cielo. Al cielo para siempre"


Y tan pronto terminó de decir estas palabras le fue concedido su deseo y murió en santa paz, pasando a la eternidad a recibir el premio de sus muchas buenas obras. Era el 4 de junio del año 1608. Tenía apenas 44 años. Su cuerpo, después de muerto despedía suaves fragancias que por tres días llenaron aquel recinto.


Fuente - Texto tomado de EWTN.COM:

¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad?

 



Recogemos las referencias que aparecen sobre la práctica homosexual en las Sagradas Escrituras:


Hasta un total de 15 pasajes bíblicos condenan explícitamente este tipo de relación sexual


Por: | Fuente: ForumLibertas.com 


La Biblia trata explícitamente la práctica homosexual numerosas veces.


Levítico Capítulo 18


22 No te acostarás con un hombre como se hace con una mujer: esto es una cosa abominable.

23 No te acostarás con un animal: la mancha te quedaría. Tampoco la mujer se dejará cubrir por un animal: esto es una cosa abominable.


Levítico Capítulo 20


13 Si un hombre se acuesta con un varón, como se acuesta con una mujer, ambos han cometido una infamia; los dos morirán y serán responsables de su muerte.


Deuteronomio Capítulo 23


17 Sea cual fuere el voto que hayas hecho, no llevarás a la casa de Yahveh, tu Dios, regalo de prostitutas, ni salario de perro, o sea, prostituto, porque ambas cosas son abominables a los ojos de Yahveh.

18 No habrá entre las hijas de Israel prostituta sagrada, ni prostituto sagrado entre los hijos de Israel.


Primera de Reyes Capítulo 14


24 Hubo además homosexuales sagrados en el país e imitaron todas las prácticas vergonzosas de los paganos que había expulsado Yahveh ante los israelitas.


Primera de Reyes Capítulo 15


12 Hizo que desaparecieran del país los prostitutos y destruyó todos los ídolos que habían hecho sus padres.


Primera de Reyes Capítulo 22


47 Eliminó también a los homosexuales sagrados que habían seguido en tiempos de su padre Azá.


Jueces Capítulo 19


22 Todo parecía ir muy bien hasta que los hombres de la ciudad, verdaderos depravados, rodearon la casa y golpearon la puerta. Le dijeron al anciano, dueño de la casa: «Di a ese hombre que está en tu casa que salga para que abusemos de él».


Segunda de Reyes Capítulo 23


7 Demolió las casas de los homosexuales sagrados que había en la casa de Yahveh, y en donde las mujeres tejían velos para la Asera.


Romanos Capítulo 1
(El pecado de los paganos)


26 Por eso, Dios los entregó también a pasiones vergonzosas: sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por otras contrarias a la naturaleza.

27 Del mismo modo, los hombres dejando la relación natural con la mujer, ardieron en deseos los unos por los otros, teniendo relaciones deshonestas entre ellos y recibiendo en sí mismos la retribución merecida por su extravío.


Primera de Corintios Capítulo 6


9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones.


Primera de Timoteo Capítulo 1


8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 

9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,

10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina.


Segunda de Pedro Capítulo 2


Y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente.


Judas Capítulo 1


7 Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.


Éxodo Capítulo 19
(Sobre el Pecado de Sodoma)


4 Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.

5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.


Génesis Capítulo 19




01 Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer. Lot estaba sentado a la entrada del pueblo. Apenas los vio, salió a su encuentro, se arrodilló inclinándose profundamente,

02 y les dijo:


«Señores míos, les ruego que vengan a la casa de este siervo suyo a pasar la noche. Se lavarán los pies, descansarán y mañana, al amanecer, podrán seguir su camino»


Ellos le respondieron:


«No, pasaremos la noche en la plaza»


Pero él insistió tanto, que lo siguieron a su casa, y les preparó comida.

03 Hizo panes sin levadura y comieron.

04 No estaban acostados todavía cuando los vecinos, es decir los hombres de Sodoma, jóvenes y ancianos, rodearon la casa: ¡estaba el pueblo entero!

05 Llamaron a Lot y le dijeron:


«¿Dónde están esos hombres que llegaron a tu casa esta noche? Mándanoslos afuera, para que abusemos de ellos»


06 Lot salió de la casa y se dirigió hacia ellos, cerrando la puerta detrás de sí,

07 y les dijo:


«Les ruego, hermanos míos, que no cometan semejante maldad.

08 Miren, tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las voy a traer para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero dejen tranquilos a estos hombres que han confiado en mi hospitalidad»


09 Pero ellos le respondieron:


«¡Quítate del medio! ¡Eres un forastero y ya quieres actuar como juez! Ahora te trataremos a ti peor que a ellos»


Lo empujaron violentamente y se disponían a romper la puerta.

10 Pero los dos hombres desde adentro extendieron sus brazos, tomaron a Lot, lo introdujeron en la casa y cerraron la puerta.

11 Hirieron de ceguera a los hombres que estaban fuera, desde el más joven hasta el más viejo, de modo que no fueron ya capaces de encontrar la puerta.

12 Los dos hombres dijeron a Lot:


«¿A quién más de los tuyos tienes aquí? ¿Tus yernos? Tienes que llevar de este lugar a tus hijos e hijas y todo lo que tienes en la ciudad.

13 Vamos a destruir esta ciudad, pues son enormes las quejas en su contra que han llegado hasta Yahveh, y Él nos ha enviado a destruirla»


14 Salió entonces Lot y dijo a sus yernos, a los que iban a casarse con sus hijas:


«Levántense y salgan de aquí, pues Yahveh va a destruir la ciudad»


Pero ellos creían que Lot estaba bromeando.

15 Al amanecer los ángeles apuraron a Lot diciéndole:


«Date prisa, toma a tu esposa y a tus dos hijas y márchate, no sea que te alcance el castigo de esta ciudad»


16 Y como él aún vacilase, lo tomaron de la mano, junto a su mujer y a sus dos hijas, porque Yahveh había tenido compasión de ellos, y lo llevaron fuera de la ciudad.

17 Una vez fuera, le dijeron:


«Ponte a salvo. Por tu vida, no mires hacia atrás ni te detengas en parte alguna de esta llanura, sino que huye a la montaña para que no perezcas»


18 Pero Lot replicó:


«¡Oh, no, Señor mío!

19 Veo que me has hecho un gran favor y que has sido muy bueno conmigo conservándome la vida. Pero yo no puedo llegar hasta la montaña sin que me alcance el desastre y la muerte.

20 Mira este pueblito que está más cerca y en el que podría refugiarme. Es tan pequeño, y para mí es cosa de vida o muerte, ¿no podría estar a salvo allí?»


21 El otro respondió:


«También este favor te lo concedo, y no destruiré ese pueblo del que has hablado.

22 Pero huye rápidamente, ya que no puedo hacer nada hasta que tú no hayas llegado allá. (Por esto, aquel pueblo fue llamado Soar, o sea, Pequeño).


23 El sol ya había salido cuando Lot entró en Soar.

24 Entonces Yahveh hizo llover del cielo sobre Sodoma y Gomorra azufre ardiendo que venía de Yahveh,

25 y que destruyó completamente estas ciudades y toda la llanura con todos sus habitantes y la vegetación.

26 La mujer de Lot miró hacia atrás, y quedó convertida en una estatua de sal.

27 Abraham se levantó muy de madrugada y fue al lugar donde antes había estado con Yahveh.

28 Miró hacia Sodoma y Gomorra y hacia toda la comarca del valle y vio una gran humareda que subía de la tierra, semejante a la humareda de un horno.

29 Cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó de Abraham y libró a Lot de la catástrofe, mientras arrasaba las ciudades donde Lot había vivido.


San Carlos Luanga y los mártires de Uganda - Año 1886 - Fiesta Junio 3

  



Santos mártires de Uganda:

Os encomendamos a los jóvenes
de nuestro tiempo para que sepan
defender valientemente su pureza
contra todos los corruptores, 
y para que nunca jamás
se dejen robar por nadie su fe católica


Uganda es un país del África. Los padres blancos del Cardenal Lavigerie empezaron a misionar ese país y pronto hubo muchos negros convertidos al catolicismo y esta religión les transformó muy notablemente su modo de pensar y obrar.

Y sucedió que el jefe de esa nación, llamado Muanga, tenía el vicio de la homosexualidad. Y cuando el jefe del personal de mensajeros del palacio José Makasa, se convirtió al catolicismo:


"Le hizo saber al jefe que la Biblia condena y prohíbe totalmente la homosexualidad y que la llama una "aberración", o sea algo abominable, que va contra la Ley Divina y que es totalmente impropio de la persona humana.


Y que el Libro Sagrado dice que:


"La homosexualidad es un pecado merecedor de la muerte" (Levítico 18) y "algo que va contra la naturaleza (Rom. 1,26) y que los que lo cometen no poseerán el Reino de Dios" (1 Cor. 6,10).


Esto indignó tanto al reyezuelo, que ordenó asesinar a José Makasa el 15 de noviembre de 1885, y así éste llegó a ser el primero de los 26 mártires de Uganda. (Ahora se llama San José Makasa). Otra de las causas del asesinato de José fue haber reprendido al rey por el asesinato de dos misioneros.

Al saber esta terrible noticia, los demás católicos que trabajaban en el palacio real como mensajeros o empleados, en vez de acobardarse, se animaron más fuertemente a preferir morir antes que ofender a Dios.

La segunda víctima fue un pequeño mensajero llamado Denis. El jefe Muanga quiso irrespetar a un jovencito llamado Muafa, pero éste le dijo que su cuerpo era un templo del Espíritu Santo, y que él se haría respetar costara lo que costara. Averiguó el rey quién le había enseñado al niño estas doctrinas y le dijeron que era otro de los mensajeros, Denis, ¡y le dio muerte! Así este jovencito llegó a ser el segundo mártir San Denis.

Antes de darle muerte, el rey le preguntó:


"¿Eres cristiano?"


Y el niño respondió:


"Sí, soy cristiano y lo seré hasta la muerte"


Mientras tanto allá en un salón del palacio, el nuevo jefe de los mensajeros, Carlos Luanga (que había reemplazado a San José Makasa) reunía a todos los jóvenes y les recordaba lo que enseña San Pablo en la S. Biblia, que:


"Los que cometen el pecado de homosexualidad tendrán un castigo inevitable por su extravío" (Rom. 1,18) y les recordaba que "homosexualidad es la tendencia a cometer acciones impuras con personas del propio sexo", y que eso no es amor de caridad que busca el bien de la otra persona, sino que es un "amor de concupiscencia" por el afecto que se siente hacia personas bien parecidas del propio sexo, y que lo que busca es satisfacer sus propios apetitos e inclinaciones anormales hacia las cualidades físicas del otro. Y les narraba cómo las ciudades de Sodoma y Gomorra fueron destruidas por una lluvia de fuego por cometer ese pecado, y cómo la Biblia anuncia tremendos castigos para los que lo cometen. Carlos terminaba sus charlas recordando aquellas palabras de Jesús: "Al que se declare a mí favor aquí, yo me declararé a su favor en el cielo"


Con estas instrucciones de Carlos Luanga, ya todos los jovencitos mensajeros y empleados del palacio real de Uganda quedaron resueltos a perder su vida antes que renunciar a las creencias católicas o perder la pureza de su alma con un pecado de homosexualidad. Y ahora iba a llegar el desenlace fatal y sangriento.

El reyezuelo tenía como primer ministro al terrible brujo Katikiro, el cual estaba disgustadísimo porque los que se volvían cristianos católicos, ya no se dejaban engañar por sus brujerías. Y entonces se propuso convencer al rey de que debía hacer morir a todos los que se declararon cristianos.

El cruel Muanga reunió a todos sus mensajeros y empleados y les dijo:


"De hoy en adelante queda totalmente prohibido ser cristiano, aquí en mi reino. Los que dejen de rezar al Dios de los cristianos, y dejen de practicar esa religión, quedarán libres. Los que quieran seguir siendo cristianos irán a la cárcel y a la muerte"


Y luego les dio una orden mortal:




"Los que quieran seguir siendo cristianos darán un paso hacia adelante"


Inmediatamente Carlos Luanga, jefe de todos los empleados y mensajeros del palacio, dio el paso hacia adelante. Lo siguió el más pequeño de los mensajeros, que se llamaba Kisito. Y enseguida 22 jóvenes más dieron el paso decisivo. Inmediatamente entre golpes y humillaciones fueron llevados todos a prisión.

El Padre misionero no había alcanzado a bautizar a algunos de ellos, y entonces estos jóvenes valientes viendo que su muerte estaba ya muy próxima pidieron a Carlos que los bautizara. Y allí en la oscuridad de la prisión Carlos Luanga bautizó a los que aún no estaban bautizados, y se prepararon todos para su paso a la eternidad feliz, que ya estaba muy cerca.

El reyezuelo los volvió a reunir y les preguntó:

"¿Siguen decididos a seguir siendo cristianos?"


Y ellos respondieron a coro:


"Cristianos hasta la muerte"


Entonces por orden del cruel ministro Katikiro fueron llevados prisioneros a 60 kilómetros de distancia por el camino, y allí mismo fueron asesinados por los guardias.

Después de haberlos tenido siete días en prisión en esas lejanías, en medio de los más atroces sufrimientos, mientras reunían la leña para los holocaustos el 3 de junio del año 1886, día de la Ascensión, los envolvieron en esteras de juntos muy secos, y haciendo un inmenso montón de leña seca los colocaron allí y les prendieron fuego. Entre las llamas salían sus voces aclamando a Cristo y cantando a Dios, hasta el último aliento de su vida.

Por el camino se llevaron los verdugos a dos mártires más, ya mayores de edad. El uno por haber convertido y bautizado a unos niños (San Matías Kurumba) y el otro por haber logrado que su esposa se hiciera cristiana (San Andrés Kawa). Ellos se unieron a los otros mártires (de los cuales 17 eran jóvenes mensajeros) y en total murieron en aquel año 26 mártires católicos por defender su fe y su castidad.

El cruel Katikiro fue fusilado y echado a los perros unos años después en una revolución. El reyezuelo Muanga fue derrotado por sus enemigos y desterrado a terminar sus años en una isla solitaria. Y los 26 mártires de Uganda, con Carlos Luanga a la cabeza, fueron declarados santos por el Papa Pablo VI, y ahora en Uganda hay un millón de católicos:


"La sangre de los mártires, produce nuevos cristianos"
Fuente - Texto tomado de EWTN.COM: