jueves, 2 de junio de 2022

Santa Clotilde - Reina y Viuda - Año 545 - Fiesta 3 de Junio

 



Esta santa reina tuvo el inmenso honor de conseguir la conversión al catolicismo del fundador de la nación francesa, el rey Clodoveo. La vida de nuestra santa la escribió San Gregorio de Tours, hacia el año 550. Era hija del rey de Borgoña, Chilberico, que fue asesinado por un usurpador el cual encerró a Clotilde en un castillo. Allí se dedicó a largas horas de oración y a repartir entre los pobres todas las ayudas que lograba conseguir. La gente la estimaba por su bondad y generosidad.

Clodoveo, el rey de los francos supo que Clotilde estaba prisionera en el castillo y envió a uno de sus secretarios para que disfrazado de mendigo hiciera fila con los que iban a pedir limosnas, y le propusiera a Clotilde que aceptara el matrimonio secreto entre ella y Clodoveo. Aunque este rey no era católico, ella aceptó, con, el fin de poderlo convertir al catolicismo, y recibió la argolla de matrimonio que le enviaba Clodoveo, y ella por su parte le envió su propia argolla.




Entonces el rey Clodoveo anunció al usurpador que él había contraído matrimonio con Clotilde, y que debía dejarla llevar a Francia. El otro tuvo que aceptar. Las fiestas de la celebración solemne del matrimonio entre Clodoveo y Clotilde fueron muy brillantes. Un año después nació su primer hijo y Clotilde obtuvo de su esposo que le permitiera bautizarlo en la religión católica.




Pero poco después el niñito se murió y el rey creyó que ello se debía a que él no lo había dejado en su religión pagana, y se resistía a convertirse. Ella, sin embargo seguía ganando la buena voluntad de su esposo con su amabilidad y su exquisita bondad, y rezando sin cesar por su conversión.

Los alemanes atacaron a Clodoveo y éste en la terrible batalla de Tolbiac, exclamó:


"Dios de mi esposa Clotilde, si me concedes la victoria, te ofrezco que me convertiré a tu religión"


Y de manera inesperada su ejército derrotó a los enemigos. Entonces Clodoveo se hizo instruir por el obispo San Remigio y en la Navidad del año 496, se hizo bautizar solemnemente con todos los jefes de su gobierno. Fue un día grande y glorioso para la Iglesia Católica y de enorme alegría para Clotilde, que veía realizados sus sueños de tantos años. Desde entonces la nación francesa ha profesado la religión católica.




En el año 511 murió Clodoveo y durante 36 años estará viuda Clotilde, luchando por tratar de que sus hijos se comporten de la mejor manera posible. Sin embargo, la ambición del poder los llevó a hacerse la guerra unos contra otros, y dos de ellos y varios nietos de la santa murieron a espada en aquellas guerras civiles por la sucesión.

San Gregorio de Tours dice que la reina Clotilde era admirada por todos a causa de su gran generosidad en repartir limosnas, y por la pureza de su vida y sus largas y fervorosas oraciones, y que la gente decía que más parecía una religiosa que una reina. Y después de la muerte de su esposo sí que en verdad ya vivió como una verdadera religiosa, pues desilusionada por tantas guerras entre los sucesores de su esposo, se retiró a Tours y allí pasó el resto de su vida dedicada a la oración y a las buenas obras, especialmente a socorrer a pobres y a consolar enfermos y afligidos.

Sus dos hijos, Clotario y Chidelberto se declararon la guerra, y ya estaban los dos ejércitos listos para la batalla, cuando Clotilde se dedicó a rezar fervorosamente por la paz entre ellos. Y pasó toda una noche en oración pidiendo por la reconciliación de los dos hermanos. Y sucedió que estalló entonces una tormenta tan espantosa que los dos ejércitos tuvieron que alejarse, antes de recibir la orden de ataque. Los dos combatientes hicieron las paces y fueron adonde su santa madre a prometerle que se tratarían como buenos hermanos y no como enemigos.

A los 30 días de este suceso, murió plácidamente la santa reina y sus dos hijos Clotario y Chidelberto llevaron su féretro hasta la tumba del rey Clodoveo. Así terminaba su estadía en la tierra la que consiguió de Dios, que el jefe y fundador de una gran nación se pasara a la religión católica, con todos sus colaboradores.


Fuente - Texto tomado de EWTN:

Novena en Honor del Espíritu Santo - Día Octavo - Junio 3 de 2022

Dobla la voluntad
y el corazón obstinado,
funde lo que está helado,
calienta lo que está frío.
Guía los pasos
que se han desviado.


El don de Sabiduría




Abarcando a todos los otros dones, como la caridad abraza a todas las otras virtudes, la Sabiduría es el más perfecto de los dones. De la Sabiduría está escrito:


"Todo lo bueno vino a mí con Ella, y riquezas innumerables me llegaron a través de sus manos"


Es el don de la Sabiduría el que fortalece nuestra fe, fortifica la esperanza, perfecciona la caridad y promueve la práctica de la virtud en el más alto grado. La Sabiduría ilumina la mente para discernir y apreciar las cosas de Dios, ante las cuales los gozos de la tierra pierden su sabor, mientras la Cruz de Cristo produce una divina dulzura, de acuerdo a las palabras del Salvador:




"Toma tu cruz y Sígueme, porque Mi Yugo es dulce y Mi Carga ligera" 


Padrenuestro y Avemaría: 1 vez.
Gloria: 7 veces.
Acto de Consagración.
Oración por los 7 dones.


Acto de Consagración
al Espíritu Santo
(Se reza diariamente durante la novena)




De rodillas frente a la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu Pureza, la inequívoca precisión de tu Justicia, y el poder de tu Amor. Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y soy. Deseo no contristarte nunca por la infidelidad a la gracia, y ruego con todo mi corazón apartarme del mínimo pecado contra Ti. Misericordiosamente cuida de mi íntimo pensamiento y concédeme que pueda siempre observar tu Luz, escuchar tu Voz, y seguir las inspiraciones de tu gracia. Yo me aferro a Ti y me entrego a Ti y te pido, por tu Compasión, que me cuides en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y viendo sus Cinco Llagas, y confiando en su Preciosa Sangre y adorando su Costado y su Corazón Abierto, te imploro, Adorable Espíritu, Ayuda de mi enfermedad, mantenme en tu gracia, que nunca peque contra Ti. ¡Dame la gracia, Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, de decirte siempre que sí en todo tiempo y lugar. "¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!"

Amén


Oración por los
Siete Dones del Espíritu Santo
(Se reza diariamente durante la novena)




Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor. Concédeme el Espíritu de Sabiduría para que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las cosas que son eternas. El Espíritu de Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad. El Espíritu de Consejo para que pueda siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo. El Espíritu de Fortaleza para que pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos que se opongan a mi salvación. El Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los santos. El Espíritu de Piedad para que pueda encontrar el servicio a Dios dulce y amable. Y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo. Márcame, amado Señor, con la señal de tus verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu.

Amén


Oraciones
para empezar todos los días


¡Dios mío! Dios de amor y de verdad. Autor de la santificación de nuestras almas, postrado humildemente ante vuestra soberana Majestad, detesto en la amargura de mi corazón todos mis pecados, como ofensas hechas a Vos, digno de ser amado sobre todas las cosas.  ¡Oh bondad infinita! ¡Quién jamás os hubiera ofendido! Perdonadme, Señor, Dios de gracia y de misericordia, perdonadme mis continuas infidelidades; el no haber tenido valor para ejecutar cosa alguna buena, después que tantas veces vuestra misericordia y gracia me han solicitado, reprendido, amenazado e inspirado amorosamente. Me pesa, me arrepiento de la ingrata correspondencia e indigna ceguedad con que he resistido incesantemente a vuestros dulces y divinos llamamientos. Mas propongo firmemente con vuestro auxilio de no ser ya rebelde a Vos, de seguir en adelante vuestras tiernas inspiraciones con suma docilidad. A este fin, alumbrad, oh fuente de luz, mi entendimiento, fortaleced mi voluntad, purificad mi corazón, arreglad todos mis pensamientos, deseos y afectos, y hacedme digno de gustar los frutos bienaventurados que vuestros dones producen en las almas que os poseen. Concededme las gracias que os pido en esta Novena, si han de ser para mayor gloria vuestra, y para que yo os vea, ame y alabe sin fin en vuestra gloria.

Amén


INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO




Ven a nuestras almas
¡Oh Espíritu Santo!
y del cielo envía
de tu luz un rayo.

Ven, padre de pobres,
ven, de dones franco,
ven, de corazones
lúcido reparo.

Ven, consolador,
dulce y soberano,
huésped de las almas,
suave regalo.

En los contratiempos
descanso al trabajo,
templanza en lo ardiente
consuelo en el llanto.

Santísima luz de
todo cristiano,
lo íntimo del pecho,
llena de amor casto.

En el hombre nada
se halla sin tu amparo,
y nada haber puede
sin Ti, puro y santo.

Con tus aguas puras
lava lo manchado,
riega lo que es seco
pon lo enfermo sano.

Al corazón duro
doblegue tu mano,
y ablande las almas
que manchó el pecado.

Vuelve al buen camino
al extraviado,
y al helado enciende
en tu fuego santo.

Concede a tus fieles
en Ti confiados
de tus altos dones
sacro setenario.

Aumento en virtudes
haz que merezcamos,
del eterno gozo
el feliz descanso.

Amén


A continuación rezar
la oración del día que corresponda:


Oración


Ven, Oh Espíritu de Sabiduría y revela a mi alma los misterios de las cosas celestiales, su enorme grandeza, poder y belleza. Enséñame a amarlas sobre todo y por encima de todos los gozos pasajeros y las satisfacciones de la tierra. Ayúdame a conseguirlas y a poseerlas para siempre.

Amén


ORACIONES FINALES
PARA TODOS LOS DÍAS
(Excepto el último día)


HIMNO AL ESPÍRITU SANTO




¡Ven, Oh Criador Espíritu!
nuestras almas visitad,
los pechos, que Vos criasteis,
llene gracia celestial.

Pues sois Paráclito Espíritu,
Don del Padre celestial,
fuente viva, sacro fuego,
unción santa, espiritual.

En tus dones setiformes,
tu promesa paternal,
dedo eterno de Dios Padre
nuestras lenguas inflamad.

Ilustrad nuestros sentidos,
el corazón inflamad,
nuestros cuerpos, que son flacos,
con vuestra virtud armad.

Apartad los enemigos,
danos la divina paz
y siendo Vos nuestra guía
huyamos toda maldad.

Por Vos al Padre y al Hijo,
en esta vida mortal
conozcamos, y creamos
siempre tu Divinidad.

A Dios PADRE sea gloria,
al HIJO gloria inmortal
y al Espíritu PARÁCLITO
por toda la Eternidad.

Amén


ORACIÓN


¡Oh Espíritu Santo! Divinísimo consolador de mi alma, fuego, luz y celestial ardor de los corazones humanos, si es para gloria de vuestra Majestad que yo consiga lo que deseo y pido en este día, dignáos concedérmelo benignamente; y sino dirigid mi petición, dándome las gracias que ha de ser para vuestra mayor gloria y bien de la salvación de mi alma.

Amén


Ahora cada uno se recogerá interiormente y pedirá la gracia que más necesite...

Hecha la petición, se concluirá todos los días con antífona, verso, respuesta y oración siguientes:


ANTÍFONA


No os dejaré huérfanos, aleluya; voy y vengo a vosotros, aleluya; y se alegrará vuestro corazón, aleluya, aleluya.

V. Enviad, Señor, vuestro Santo Espíritu, y serán creados.

R. Y renovaréis la faz de la tierra.


ORACIÓN


Oh Dios, que habéis instruido los corazones de los fieles con la ilustración del Espíritu Santo, dadnos el sentir rectamente con este mismo Espíritu, y gozar siempre de su consolación. Por Jesucristo Señor nuestro, tu Hijo, que vive contigo y reina en la unidad del mismo Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos.

Amén


Fuente - Apologética Siloé - Traducción de EWTN:
Fuente:  Devocionario Católico
http://www.devocionario.com/espiritu/novena_1.html

PSICOLOGÍA - La Razón y la Emoción en Política - Claves psicológicas del fanatismo político

  


Por Enrique Echeburúa


Concepto


El fanatismo es una actitud caracterizada por una adhesión intolerante a unos ideales (políticos, étnicos o religiosos) que pueden llevar en algunos casos a conductas destructivas.


En las personas fanáticas hay una amalgama de componentes:


  • Afectivos (la exaltación emocional)
  • Cognitivos (el valor absoluto de las creencias)
  • Comportamentales (las conductas impositivas contra quienes piensan distinto)


El predominio de la convicción emocional sobre la coherencia racional (pensamiento mágico) –las ideas son discutibles; las creencias, no- lleva a la ofuscación de la conciencia. Los fanáticos, que creen estar en posesión de la verdad, cargan su pensamiento de odio para compensar su falta de racionalidad. El fanatismo supone un ahorro de energía psicológica porque no requiere de ningún trabajo intelectual (no se ponen en cuestión las ideas), elimina la incertidumbre, ofrece seguridad y proporciona el apoyo emocional del grupo.

Las creencias fanáticas aluden a los registros más primitivos del ser humano. El extremismo fanático se asienta en la inseguridad. Esta actitud suele proceder de una incapacidad de pensar y de un sentimiento de inferioridad, que muchas veces pueden aparecer revestidos como de superioridad. Los fanáticos son personas rígidas con ideas sobrevaloradas y con estilos de pensamiento tendentes a reducir informaciones complejas a elementos simples: adhesión inquebrantable a una idea, intolerancia al cambio y visión unilateral de la realidad. Esto constituye la base del dogmatismo en cuanto ideología cerrada y con creencias invariables. También son personas elementales intelectualmente, con un pensamiento dicotómico a nivel cognitivo (las ideas o las personas son buenas o malas), a nivel emocional (empatía solo con el endogrupo) y a nivel moral (valores compartidos solo con el endogrupo). Así, son personas incapaces de trascender su sistema de valores o creencias, que hipervaloran lo propio y desprecian lo ajeno.




Las actitudes fanáticas se aplican especialmente a la religión y a la política. En el ámbito religioso el fanático quiere creer a toda costa algo increíble. Uno no es fanático ante lo evidente, sino a lo que escapa a la racionalidad. Por ello, hay personas inteligentes y racionales en diversas facetas de su vida, pero que, en cambio, pueden ser fanáticas en otras, como en la religión o en la política, que calman sus ansiedades personales.


Enemigo externo




Si las personas se sienten víctimas de una agresión exterior, la única solución puede ser la acción directa y violenta. En estos casos el adversario se convierte en enemigo y se le niega su propia naturaleza como sujeto portador de derechos. De este modo el fanático pasa de la indiferencia al desprecio y del desprecio al odio (Baca, 2003).

Los fanáticos precisan la presencia de un enemigo externo, al que atribuyen todas sus frustraciones, como factor fundamental para conformar una identidad propia y generar una cohesión grupal. Ese es el caldo de cultivo en el que germinan las semillas del odio, que pueden conducir a la venganza y a la violencia. El grupo genera asimismo un contagio emocional. Así, sus miembros muestran una mayor tendencia a adoptar decisiones arriesgadas porque el riesgo se percibe como compartido y, por tanto, como menos amenazador.


En el caso del fanatismo violento el proceso es el siguiente:


a) Una creencia victimista sirve de aglutinador de un grupo.

b) Hay una identificación emocional de cada sujeto con la creencia y con el grupo.

c) Se refuerza la homogeneidad grupal mediante la creación de un enemigo exterior, que puede ser una amenaza para el grupo propio.

d) Ese enemigo no es de los nuestros ni siquiera es “humano” como nosotros.

e) Hay que destruir al enemigo en defensa propia.


Un sistema de creencias así genera mucho fervor, cristaliza esperanzas y funciona como una droga cultural. En resumen, entre los componentes de la violencia figuran el odio, el fanatismo, la glorificación de la violencia y la mentalidad sectaria (Lázaro, 2013).

A efectos de protegerse de los sentimientos de culpa y de conseguir una inmunidad emocional, los fanáticos distorsionan la realidad, atribuyen sus frustraciones a los demás, deshumanizan a las víctimas, considerándolas como un mero obstáculo que se interpone en la consecución de sus ideales, y legitiman con ello su conducta destructiva, a modo de imperativo moral.

El fanático encuentra en el grupo y su mente colectiva un elemento de primer orden para no asumir culpa alguna. El grupo llega incluso a dotar de significado existencial a sus miembros. Formar parte de un movimiento extremista tiene recompensas, como sentir emoción y aventura, sentimiento de camaradería y un alto sentido de la identidad.

Sin embargo...


El fanatismo conlleva unos terribles «efectos secundarios»:

  • Limita la libertad.
  • Empobrece el psiquismo.
  • Incomunica.
  • Limita la autocrítica
  • El afán de superación.
  • Reduce la riqueza de matices de la vida
  • Y en muchos casos desemboca en la negación de la dignidad humana de los otros.


Proceso evolutivo


Convertirse en fanático es resultado de un proceso gradual en el que determinados líderes, la familia (padres o hermanos), las redes sociales o los amigos desempeñan un papel muy importante, sobre todo en la adolescencia, dentro de un marco endogámico e impermeable a influencias externas. Nadie nace odiando. La transmisión generacional de las creencias extremistas se inicia a edades tempranas con un fuerte sentimiento de victimización, que justifica la violencia por el bien de una causa moral superior (Baron-Cohen, 2012).

Cuando, desde la adolescencia, se crece en un grupo que justifica la violencia como una forma de lenguaje para expresar las ideas propias y excluir las ajenas, escuchando una música, adoptando una estética en la vestimenta o leyendo unos determinados libros, que proclaman ese mismo mensaje una y otra vez, se termina por interiorizarlo, sobre todo si la persona se desenvuelve en un medio cerrado y excluyente.

Pertenecer a un grupo que manipula emociones, destruye la individualidad y los lazos afectivos con el entorno y deshumaniza al adversario es un elemento clave en la radicalización fanática. Lo que el grupo ofrece es la materialización de un sueño, la búsqueda de aventura y la gloria inmediata. Así, hacer daño a los enemigos puede convertirse en un deber. El grupo puede convertir el acto de practicar la violencia en algo rutinario. Vengar las humillaciones es un acicate poderoso.


Personas vulnerables

Las personas son más vulnerables al fanatismo y a la violencia cuando:

  • Acumulan frustraciones repetidas procedentes de un entorno percibido como hostil (sentimientos de humillación y venganza).
  • Carecen de un proyecto existencial propio y de una identidad personal y presentan ciertas características psicológicas (sugestionabilidad, hipersensibilidad emocional, con poca disposición al razonamiento e intolerancia a las críticas, autoestima baja, impulsividad o dependencia emocional de otras personas a quienes confieren un liderazgo incondicional).(Echeburúa y Corral, 2004).

La pertenencia a un grupo extremista puede dar sentido a la vida desnortada de muchos jóvenes de este perfil, que carecen con frecuencia de un apego familiar sólido, no han desarrollado sentimientos de compasión y han crecido movidos por el odio. Las personas con este perfil se dejan tentar y sucumben fácilmente a los cantos de sirena de la violencia contra los otros, sobre todo cuando son sometidas a un proceso de lavado de cerebro. El fanatismo se ha convertido así en una utopía global disponible para jóvenes que, por diversos motivos, no se encuentran a gusto en el mundo y necesitan una coartada para sus venganzas.


Trastornos mentales




Sin embargo, muchos fanáticos no tienen un trastorno mental (una cosa es la irracionalidad y otra bien distinta la locura) ni siquiera son psicópatas porque, a diferencia de estos, saben prodigar cariño a sus familias y amistades y cumplen habitualmente con sus obligaciones cotidianas. Entre ellos puede haber una amalgama de idealistas apasionados, de iluminados violentos y de fanáticos narcisistas criminales.

Muchos fanáticos son ignorantes, pero con una actitud a adscribir motivaciones malévolas a la gente y con una gran carga de odio basada en una visión totalmente distorsionada (incluso paranoica) de la realidad. Y el odio es una energía motivacional muy importante. El odio se puede transformar en un deseo de venganza.


Factores de protección




Ser reflexivo y no fanático requiere un psiquismo sano: se debe ser capaz de controlar la angustia que a todos nos produce el hecho de no contar con toda la razón y de pensar que el otro puede tenerla también. Por ello, la tolerancia genuina consiste, en primer lugar, en escuchar al otro, y, en segundo lugar, en admitir que puede tener razón y que su punto de vista me puede enriquecer.

Los prejuicios son actitudes irracionales que son irreversibles por argumentos racionales.


A nivel cognitivo, los aspectos protectores del fanatismo son los siguientes:


a) Flexibilidad y tolerancia a la ambigüedad, debiéndose tomar decisiones en contextos de incertidumbre.

b) Capacidad para poder integrar aspectos contradictorios de uno mismo, de otras personas o de situaciones extremas.


A nivel preventivo, el sistema educativo y familiar debería inculcar en los jóvenes los siguientes valores:


1. La vida humana es el máximo valor a salvaguardar, y esta no puede ser sacrificada ni violentada por ninguna idea ni proyecto político.

2. Vivimos en un sistema democrático, aún con sus imperfecciones, que hay que defender porque protege las vidas y libertades de sus ciudadanos.

3. No todos los proyectos políticos son igualmente legítimos y éticos. Se deben rechazar aquellos que violen los derechos humanos.

4. Todos los ciudadanos, independientemente de sus ideas políticas, su religión o su raza, son igualmente seres humanos y tienen los mismos derechos y deberes.


Referencias

Baca, E. (2003). La construcción del enemigo. En E. Baca y M.L. Cabanas (Eds.), Las víctimas de la violencia (pp. 13.28). Madrid: Triacastela.

Baron-Cohen, S. (2012). Empatía cero. Nueva teoría de la crueldad. Madrid: Alianza.

Echeburúa, E. y Corral, P. (2004). Raíces psicológicas del fanatismo político. Análisis y Modificación de Conducta, 30, 161-176.

Lázaro, J. (2013). La violencia de los fanáticos. Madrid: Triacastela.


Fuente - Texto tomado de EUROMIND.GLOBAL:
http://euromind.global/es/claves-psicologicas-del-fanatismo-politico/