martes, 17 de mayo de 2022

Novena a María Auxiliadora - Día Cuarto - Mayo 18 de 2022

 



Novena a María Auxiliadora
Cuarto día
Para pedir la pureza


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Oración preparatoria


¡Oh María Auxiliadora, vengo a postrarme humildemente a tus plantas, para tributarte mi homenaje de amor y gratitud! Indigno soy de recibir nuevos favores de tu mano amorosísima, pues no he correspondido a las innumerables gracias que me has dispensado a cada paso. Olvidando mi ingratitud y no pensando más que en tu amor y benignidad, vengo a implorar nuevamente tus auxilios. Concédeme la gracia que deseo..., si no es contraria a la Voluntad de Dios. No me desampares, Madre mía, robustece mi voluntad para que no me aparte del verdadero camino de la virtud; ilumina mi entendimiento para que comprenda cuánto me amas, y santifícame para que logre, mediante tu valiosísimo socorro, alabarte por toda la eternidad. Así sea.


Oración para pedir la pureza




¡Oh María Auxiliadora! Virgen purísima, espejo sin mancha, vivo reflejo de la luz de Dios! ¡ Ah! concédeme la gracia que te imploro... e inspírame el más grande amor hacia la bella virtud de los Ángeles. Y puesto que para conservarla es vano todo propósito sin la fuga de las ocasiones, te suplico, oh dulce Madre mía, me socorras diariamente con tu santo auxilio para que huya de toda ocasión de pecado. Entretanto me ofrezco todo a Ti, y Tú oh Inmaculada Auxiliadora, haz que viviendo yo en la mortificación, en la humildad y en la oración, sea como un ángel en la tierra y goce un día con ellos en la gloria del Paraíso. Amén.


Padre Nuestro, Ave María y Gloria.


Oración final


¡Dios te salve Reina, Madre de misericordia y auxilio de los cristianos! Pobre hijo de Eva, a quién me dirigiré en este valle de llanto sino a Ti que eres vida, dulzura y esperanza nuestra! A Ti se eleva mi grito: A TI CLAMAMOS!, a tus pies deposito el peso de mis afanes: A TI SUSPIRAMOS!... Ea, pues, Señora, manifiéstate como lo fuiste siempre, poderosa Abogada: inclina tus ojos maternales sobre mí que te amo tanto, ¡Oh Madre!, hoy más que nunca necesito de tu misericordia y de tu santo auxilio...! ¡Ah! vuelve hacia mí esos ojos tan misericordiosos y quedaré contento... Es verdad, yo soy culpable, pero Tú eres Santa: ¡Oh CLEMENTE! Yo soy ingrato, pero Tú eres buena! ¡OH PIADOSA! Yo soy rebelde, pero Tú eres dulce! ¡Oh DULCE VIRGEN MARIA! No mires mis culpas y pecados y acuérdate sólo de tu bondad: ¡MUESTRATE QUE ERES MADRE! Yo me abandono y entrego a Ti como un niño se abandona confiado en los brazos de su madre.


María, Auxilio de los Cristianos
Ruega por nosotros


En el nombre del Padre, ...




Novena a María Auxiliadora
propagada por San Juan Bosco




 Rezar, durante nueve días seguidos, tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias con la siguiente jaculatoria:


"Sea alabado y reverenciado en todo momento el Santísimo y Divinísimo Sacramento"


Y luego tres Salves con la jaculatoria:


"María Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros"


 Recibir los Santos Sacramentos de Confesión y Comunión.

 Hacer o prometer una limosna en favor de las obras de apostolado de la Iglesia o de las obras salesianas.

San Juan Bosco decía:


"Tened mucha fe en Jesús Sacramentado y en María Auxiliadora y estad persuadidos de que la Virgen no dejará de cumplir plenamente vuestros deseos, si han de ser para la gloria de Dios y bien de vuestras almas. De lo contrario, os concederá otras gracias iguales o mayores"


Novena de la Confianza




Madre mía de mi vida,
auxilio de los cristianos,
la pena que me atormenta,
pongo en tus benditas manos.
(Ave María)

Tú que sabes mis secretos,
pues todos te los confío,
da la paz a los turbados
y alivio al corazón mío.
(Ave María)

Y aunque tu amor no merezco,
nadie recurre a Ti en vano,
pues eres Madre de Dios
y Auxilio de los cristianos.
(Ave María)


Finalmente, se reza:


Oración de San Bernardo




Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

Un día como hoy (Mayo 18 de 1920) hace 102 años nació San Juan Pablo II




Hace 100 años nació San Juan Pablo II en la pequeña ciudad polaca de Wadowice que se ubica a 50 kilómetros de Cracovia en Polonia. Hoy sus fieles devotos en todo el mundo lo recuerdan con especial cariño.

Karol Józef Wojtyla es el nombre que le dieron al Papa peregrino que nació el 18 de mayo de 1920. Fue el menor de tres hermanos: Edmund era médico de profesión y a Olga el santo no llegó a conocerla porque murió antes de que naciera.

Su padre fue Karol Wojtyla, un suboficial del ejército que falleció en 1941, y su madre Emilia Kaczorowska, que murió en 1929 cuando San Juan Pablo II tenía nueve años de edad.

Durante su pontificado solía pasar su cumpleaños como un “día normal” de trabajo, como lo describió en el año 2004 quien fuera director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, al narrar a los medios de comunicación cómo el Santo Padre pasaría su onomástico número 84, el último de su vida.

En esa oportunidad Navarro-Valls detalló que “para el Santo Padre hoy (18 de mayo de 2004) ha sido una jornada de trabajo normal y sobre todo de acción de gracias a Dios por el don de la vida. La única cosa extraordinaria ha sido que ha invitado a almorzar a sus más estrechos colaboradores de la Curia Romana”.

San Juan Pablo II solía recibir saludos y felicitaciones de todo el mundo en su cumpleaños, no solo de católicos que también le ofrecían sus oraciones, sino también de personalidades de la política, empresarios, artistas, entre otros.




Luego de su muerte en 2005, los fieles siguieron recordando y festejando la fecha de su cumpleaños. El 18 de mayo de 2011 por ejemplo, cuando ya era Beato, se inauguró en Roma una gran estatua de bronce dedicada a su memoria.

En esa oportunidad el Vicario General de Roma, Cardenal Agostino Vallini, declaró a ACI Prensa que "esta estatua quiere decir que no está él en sí mismo sino su corazón dando la bienvenida a todos. Creo que este es el gran mensaje que necesitamos hoy día".


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:
https://www.aciprensa.com/noticias/video-hoy-el-mundo-celebra-el-94-cumpleanos-de-san-juan-pablo-ii-14810/


Video tomado de YOUTUBE:


Link: mayor información de San Juan Pablo II:


San Juan Pablo II - Papa - Fiesta Octubre 22

San Pascual Bailón - Religioso (Año 1592) - Fiesta Mayo 17

 

Querido San Pascual:
Consíguenos del buen Dios un inmenso amor
por la Sagrada Eucaristía, un fervor muy grande
en nuestras frecuentes visitas al Santísimo
y una grande estimación por la Santa Misa


"Propagad la devoción
a Jesús Sacramentado
y veréis lo que son los milagros"
(San Juan Bosco)


Le pusieron por nombre Pascual, por haber nacido el día de Pascua (del año 1540). Nació en Torre Hermosa, Aragón (España). Es el patrono de los Congresos Eucarísticos y de la Adoración Nocturna. Desde los siete años hasta los 24, por 17 años fue pastor de ovejas. Después por 28 será hermano religioso, franciscano.

Su más grande amor durante toda la vida fue la Sagrada Eucaristía. Decía el dueño de la finca en la cual trabajaba como pastor, que el mejor regalo que le podía ofrecer al niño Pascual era permitirle asistir algún día entre semana a la Santa Misa. Desde los campos donde cuidaba las ovejas de su amo, alcanzaba a ver la torre del pueblo y de vez en cuando se arrodillaba a adorar el Santísimo Sacramento, desde esas lejanías. En esos tiempos se acostumbraba que al elevar la Hostia el sacerdote en la Misa, se diera un toque de campanas. Cuando el pastorcito Pascual oía la campana, se arrodillaba allá en su campo, mirando hacia el templo y adoraba a Jesucristo presente en la Santa Hostia. Un día, otros pastores le oyeron gritar:


"¡Ahí viene!, ¡allí está!"




Y cayó de rodillas. Después dijo que había visto a Jesús presente en la Santa Hostia. De niño siendo pastor, ya hacía sus mortificaciones. Por ejemplo, la de andar descalzo por caminos llenos de piedras y espinas. Y cuando alguna de las ovejas se pasaba al potrero del vecino le pagaba al otro, con los escasos dineros que le pagaban de sueldo, el pasto que la oveja se había comido.

A los 24 años pidió ser admitido como hermano religioso entre los franciscanos. Al principio le negaron la aceptación por su poca instrucción, pues apenas había aprendido a leer. Y el único libro que leía era el devocionario, el cual llevaba siempre mientras pastoreaba sus ovejas y allí le encantaba leer especialmente las oraciones a Jesús Sacramentado y a la Santísima Virgen.

Como religioso franciscano sus oficios fueron siempre los más humildes: portero, cocinero, mandadero, barrendero. Pero su gran especialidad fue siempre un amor inmenso a Jesús en la Santa Hostia, en la Eucaristía. Durante el día, cualquier rato que tuviera libre lo empleaba para estarse en la capilla, de rodillas con los brazos en cruz adorando a Jesús Sacramentado. Por las noches pasaba horas y horas ante el Santísimo Sacramento. Cuando los demás se iban a dormir, él se quedaba rezando ante el altar. Y por la madrugada, varias horas antes de que los demás religiosos llegaran a la capilla a orar, ya estaba allí el hermano Pascual adorando a Nuestro Señor.




Ayudaba cada día el mayor número de misas que le era posible y trataba de demostrar de cuantas maneras le fuera posible su gran amor a Jesús y a María. Un día, un humilde religioso se asomó por la ventana y vio a Pascual danzando ante un cuadro de la Santísima Virgen y diciéndole:


"Señora: no puedo ofrecerte grandes cualidades, porque no las tengo, pero te ofrezco mi danza campesina en tu honor"




Pocos minutos después el religioso aquel se encontró con el santo y lo vio tan lleno de alegría en el rostro, como nunca antes lo había visto así. Cuando los padres oyeron ésto, unos se rieron, otros se pusieron muy serios, pero nadie comentó nada. Pascual compuso varias oraciones muy hermosas al Santísimo Sacramento y el sabio Arzobispo San Luis de Rivera, al leerlas exclamó admirado:


"Estas almas sencillas sí que se ganan los mejores puestos en el cielo. Nuestras sabidurías humanas valen poco si se comparan con la sabiduría divina que Dios concede a los humildes"


Sus superiores lo enviaron a Francia a llevar un mensaje. Tenía que atravesar caminos llenos de protestantes. Un día un hereje le preguntó:


"¿Dónde está Dios?"


Y él respondió:


"Dios está en el cielo"


Y el otro se fue. Pero enseguida el santo fraile se puso a pensar:


"¡Oh, me perdí la ocasión de haber muerto mártir por Nuestro Señor!  Si le hubiera dicho que Dios está en la Santa Hostia en la Eucaristía, me habrían matado y sería mártir. Pero no fui digno de ese honor"


Llegado a Francia, descalzo, con una túnica vieja y remendada, lo rodeó un grupo de protestantes y lo desafiaron a que les probara que Jesús sí está en la Eucaristía. Y Pascual que no había hecho estudios y apenas sí sabía leer y escribir, habló de tal manera bien de la presencia de Jesús en la Eucaristía, que los demás no fueron capaces de contestarle. Lo único que hicieron fue apedrearlo. Y él sintió lo que dice la Santa Biblia que sintieron los apóstoles cuando los golpearon por declararse amigos de Jesús:


"Una gran alegría por tener el honor de sufrir por proclamarse fiel seguidor de Jesús"


Lo primero que hacía al llegar a algún pueblo era dirigirse al templo, y allí se quedaba por un buen tiempo de rodillas adorando a Jesús Sacramentado. Hablaba poco, pero cuando se trataba de la Sagrada Eucaristía, entonces sí se sentía inspirado por el Espíritu Santo y hablaba muy hermosamente. Había recibido de Dios ese don especial: el de un inmenso amor por Jesús SacramentadoSiempre estaba alegre, pero nunca se sentía tan contento como cuando ayudaba a Misa o cuando podía estarse un rato orando ante el Sagrario del altar.




Pascual nació en la Pascua de Pentecostés de 1540 y murió en la fiesta de Pentecostés de 1592 el 17 de mayo.

La Iglesia celebra tres pascuas: Pascua de NavidadPascua de Resurrección y Pascua de Pentecostés.


Pascua significa: Paso de la esclavitud a la libertad


Y parece que el regalo de Pentecostés que el Espíritu Santo le concedió fue su inmenso y constante amor por Jesús en la Eucaristía. Cuando estaba moribundo, en aquel día de Pentecostés, oyó una campana y preguntó:


"¿De qué se trata?"

"Es que están en la elevación en la Santa Misa"

"¡Ah, qué hermoso momento!"


Y quedó muerto plácidamente. Después durante su funeral, tenían el ataúd descubierto, y en el momento de la elevación de la Santa Hostia en la Misa, los presentes vieron con admiración que abría y cerraba por dos veces sus ojos. Hasta su cadáver quería adorar a Cristo en la Eucaristía. Los que lo querían ver eran tantos, que su cadáver lo tuvieron expuesto a la veneración del público por tres días seguidos.

Por 200 años muchísimas personas, al acercarse a la tumba de San Pascual oyeron unos misteriosos golpecitos. Nadie supo explicar el por qué pero todos estaban convencidos de que eran señales de que este hombre tan sencillo fue un gran santo. Y los milagros que hizo después de su muerte, fueron tantos, que el Papa lo declaró santo en 1690. El Sumo Pontífice nombró a San Pascual Bailón, Patrono de los Congresos Eucarísticos y de la Adoración Nocturna.


Fuente - Texto tomado de EWTN:
http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Pascual_Bail%C3%B3n5_17.htm