viernes, 17 de diciembre de 2021

Novena de Navidad (Día Tercero) - Diciembre 18 de 2021




Consideración


Así había comenzado su vida encarnada el Niño Jesús. Consideremos el alma gloriosa y el Santo Cuerpo que había tomado, adorándolos profundamente.

Admirando en primer lugar el alma de ese divino Niño, consideremos en ella la plenitud de su ciencia beatífica, por la cual desde el primer momento de su vida vio la divina esencia más claramente que todos los ángeles y leyó lo pasado y lo porvenir con todos sus arcanos y conocimientos.

Del alma del Niño Jesús pasamos ahora a su cuerpo, que era un mundo de maravillas, una obra maestra de la mano de Dios. Quiso que fuese pequeño y débil como el de todos los niños y sujeto a todas las incomodidades de la infancia, para asemejarse más a nosotros y participar en nuestras humillaciones.

La belleza de este cuerpo del Divino Niño fue superior a cuanto se ha imaginado jamás, y la divina sangre que por sus venas empezó a circular desde el momento de su Encarnación, es la que lavó todas las manchas del mundo culpable.

Pidámosle que lave las nuestras en el sacramento de la penitencia, para que el día de su dichosa Navidad nos encuentre purificados, perdonados y dispuestos a recibirle con amor y provecho espiritual.




A continuación se reza:


Oración para todos los días
Oración a la Santísima Virgen María
Oración a San José
Gozos para la llegada del Niño Dios
Oración al Niño Jesús


Oración para todos los días




Benignísimo Dios de infinita caridad que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de Él, te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu Hijo humanado, suplicándote por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.


(Se reza tres veces el Gloria)


Oración a la Santísima Virgen María
(para todos los días)




Soberana María, que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera por Madre suya: te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hacen esta novena, para el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo. ¡Oh, dulcísima Madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que Tú lo guardaste, para que nos hagas menos indignos de verlo, amarlo y adorarlo por toda la eternidad. Amén.


(Se reza tres veces el Avemaría)


Oración a San José
(para todos los días)




¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego, por el amor que tuviste al Divino Niño, que me llenes de fervorosos deseos de verlo y recibirlo sacramentalmente, mientras, en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.


(Se reza Padrenuestro, Avemaría y Gloria)


Gozos para la llegada del Niño Dios
(para todos los días)




Dulce Jesús mío,
mi Niño adorado, 
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh Sapiencia suma del Dios soberano,
que a nivel de un niño te hayas rebajado!
¡Oh Niño Divino, ven para enseñarnos
la prudencia que hace verdaderos sabios!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh Adonaí potente que a Moisés hablando,
de Israel al pueblo diste los mandatos!
¡Oh ven prontamente para rescatarnos,
y que un niño débil muestre fuertes brazos!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh raíz sagrada de Jesé que en lo alto
presentas al orbe tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño que has sido llamado
lirio de los valles, bella flor del campo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Llave de David que abre al desterrado
las cerradas puertas del regio palacio!
¡Sácanos, oh Niño, con tu blanca mano,
de la cárcel triste que labró el pecado!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Oh lumbre de Oriente, Sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso, dicha del cristiano,
luzca la sonrisa de tus dulces labios!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Espejo sin mancha, Santo de los santos,
sin igual imagen del Dios soberano!
¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado
y en forma de niño, da al mísero amparo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro
de Israel anhelo, Pastor del rebaño,
Niño que apacientas con suave cayado,
ya la oveja arisca, ya el cordero manso!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto,
bienhechor rocío como riego santo,
ven, hermoso Niño, ven Dios humanado,
luce hermosa estrella, brota flor del campo!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ven que ya María previene sus brazos,
de un Niño vean en tiempo cercano!
¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,
se dispone a hacerse de tu amor sagrario!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Del débil auxilio, del doliente amparo,
consuelo del triste, luz del desterrado!
¡Vida de mi vida, mi Dueño adorado,
mi constante amigo, mi Divino Hermano!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ve ante mis ojos, de Ti enamorado!
¡Bese ya tus plantas, bese ya tus manos,
postrado yo en tierra te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases, te dice mi llanto!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)

¡Ven Salvador nuestro,
por quien suspiramos!

(Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto)


Oración al Niño Jesús
(para todos los días)




Acordaos ¡Oh dulcísimo Niño Jesús! Que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi Infancia y nada te será negado". Llenos de confianza en Ti ¡Oh Jesús, que eres la misma verdad! Venimos a exponerte toda nuestra miseria. Ayudadnos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada.

Concédenos, por los méritos de tu Encarnación y de tu Infancia, la gracia... de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a Ti ¡Oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén.


Fuente - Textos tomados de la Novena de Navidad - Arquidiócesis de Medellín

MISTERIO: La milagrosa escalera construida por San José - padre adoptivo de Jesús



La escalera que San José construyó en Nuevo México




Daniel R. Esparza - publicado el 06/11/20


La capilla de Loreto, en Santa Fe, Nuevo México, es el hogar de una obra de carpintería excepcional que nadie se explica.


La escalera de la Capilla de Loreto, en Santa Fe, Nueva México, es conocida por tres misterios:



 

1.  Nadie sabe quién la construyó.

2. ¿Cómo se mantiene la estructura sin un soporte central?

3.  ¿Cuál es el origen de la madera? Aunque se sabe que es madera de abeto, no se ha podido determinar de qué subespecie se trata, ni cómo llegó la madera a la capilla.


En 1852, por orden del obispo de Santa Fe, Jean Baptiste Lamy, se construyó la Capilla de Nuestra Señora de la Luz (inspirada en la Sainte-Chapelle de París), que estaría al cuidado de las Hermanas de Loreto, quienes llegaron al lugar desde Kentucky para fundar allí una escuela para niñas.


Un problema inesperado


Cuando la capilla estuvo lista, los constructores se encontraron con un problema inesperado: No pudieron poner una escalera que llevase desde la nave principal hasta arriba, al segundo piso, donde se ubicaba el coro. Se trataba de un error de diseño del arquitecto del edificio, Antonio Mouly, quien murió antes de poder solucionarlo.

Cuando las monjas intentaron construir una, los constructores les dijeron que sería imposible, y que una escalera normal tomaría demasiado espacio, por lo que se les recomendó, más bien, derribar el coro.

Fue entonces cuando las monjas decidieron rezar una novena a San José, patrono de los carpinteros, pidiéndole una solución.


La novena a San José
lo solucionó todo




Al terminar la NOVENA, según testimonios que han pasado de generación en generación desde mediados del siglo XIX, se apareció un hombre a la puerta de la capilla, afirmando que él podría construir la escalera, bajo una condición: que se le concediese total privacidad.

Así, el extraño se encerró en la capilla durante tres meses, con una sierra, una escuadra y otras pocas herramientas, y desapareció apenas la obra estuvo terminada, sin siquiera haber recibido el pago por sus servicios.

La escalera, de seis metros de alta, da dos vueltas completas hasta llegar al coro. Fue construida sin ningún tipo de clavos ni cola, y carece de cualquier soporte central.

Por ello, se dice que la construcción es “imposible”, y que debería haber colapsado en el momento en el que alguien la utilizase por primera vez, aunque se supone que la espiral central de la escalera es lo bastante estrecha para servir, ella misma, como apoyo central.

En todo caso, la escalera original no estaba sujeta a ninguna pared o puntal, hasta que en 1887, diez años más tarde, se añadió la barandilla (que tampoco tenía) y la espiral exterior se sujetó a un pilar cercano.

La historia asegura que nunca se ha resuelto de forma satisfactoria el misterio de la identidad del carpintero.

Ni siquiera existen registros que ayuden a descifrar de dónde sacó la madera, pues no hay ningún reporte de entrega de material. Nadie vio tampoco, durante esos meses, a ninguna persona entrar o salir de la capilla durante el tiempo de la construcción.

Como el carpintero se marchó antes de que la Madre Superiora pudiera pagarle, las Hermanas de Loreto ofrecieron una recompensa. Querían conocer al autor. Nadie la reclamó nunca. Así, se suele atribuir la autoría de esta obra al propio San José.


Fuente - Texto tomado de ES.ALETEIA.ORG:






La escalera de San José:
un misterio que nadie ha podido explicar



Wikipedia / Dominio público


Por editor de ChurchPOP - julio 10, 2017


La Capilla de Loreto en Santa Fe, Nuevo México guarda en su interior una misteriosa escalera “caracol” de 33 escalones y que se balancea como un resorte cuya construcción es atribuida, según una antigua devoción popular, a San José, el esposo de la Virgen María.




Sigue leyendo y conocerás la fascinante historia detrás de esta hermosa escalera.


El origen


Capilla de Loreto / Dominio público


En el año 1852 siete hermanas misioneras viajaron a Nuevo México y le pidieron al obispo que les diera permiso para fundar un nuevo convento dedicado a la educación de niñas. El obispo vio con agrado dicha petición y las hermanas misioneras se establecieron en dicha diócesis.

20 años después, y viendo los numerosos frutos que producía el trabajo de las hermanas, el obispo les sugirió que construyeran una capilla bajo la advocación de Nuestra Señora de la luz.

La capilla ya estaba casi terminada cuando el arquitecto encargado de la obra falleció quedando pendiente la construcción de la escalera que conectaría al coro de la capilla. Pero había un problema: ¡el arquitecto nunca dejó planos para dicha escalera! Evidentemente esto preocupaba mucho al obispo, a las misioneras y, sobretodo, a las hermanitas del coro.


La construcción de la escalera


Wikipedia / Dominio público


Este hizo que las hermanas ofrecieran una novena a San José pidiendo su intercesión para resolver el problema. El último día de la novena un señor montado en un borrico se acercó a la capilla y se ofreció a construir una escalera con la única condición de que nunca revelaría su nombre. La madre superiora aceptó la oferta pues entendió que se trataba de una respuesta divina a sus oraciones.

Cuando la escalera fue terminada el carpintero desapareció sin cobrar nada por su trabajo. Por esa razón los fieles de dicha región dedujeron que se trataba de un milagro y que el carpintero era San José, a quien las hermanas pedían durante la novena.


Una escalera muy peculiar




La escalera atribuida a San José no solo es misteriosa por su constructor. En ella se empleó madera que no existe en los Estados Unidos… ¡Es madera de Medio Oriente! Algunos aseguran que se trata de abeto (un árbol muy común en Navidad) pero de una variedad muy extraña que es imposible de encontrar en esa zona.

Además, esta escalera en forma de caracol da dos vueltas de 360 grados sin ningún apoyo en el centro. A pesar de la complejidad de su construcción esta no utiliza clavos; los trozos curvados de madera encajan a la perfección como un gran rompecabezas. ]Es inexplicable que un solo hombre haya podido armarla en el año 1878.

Los 33 escalones tampoco están clavados. Por tal razón, subir por ellos hay cierta sensación de elasticidad.


En la actualidad


En los años 60’s del siglo pasado las vocaciones religiosas se redujeron considerablemente y las hermanas de Loreto tuvieron que vender los terrenos donde fue construida su capilla. En el año 1971 la capilla fue finalmente desconsagrada y en la actualidad se conserva como monumento nacional. Hoy funciona como museo y suele ser alquilada para bodas.

La Iglesia Católica no tiene una postura oficial (ni a favor ni en contra) sobre el milagroso origen de la escalera, pero la piedad popular así lo sigue creyendo.


Fuente - Texto tomado de ES.CHURCHPOP.COM:
https://es.churchpop.com/2017/07/10/la-escalera-san-jose-misterio-nadie-ha-podido-explicar/






A continuación los invito a ver este video de History Channel:






Video tomado de YOUTUBE:






"La escalera de San José"
capilla de Loretto (1877)
Santa Fe, New Mexico,
Estados Unidos




Una leyenda dice
que la construyó San José
Padre Jordi Rivero


En 1852, respondiendo a la invitación del obispo de Santa Fe, New México, siete hermanas de la comunidad de Loretto partieron de su casa madre en Kentucky, Estados Unidos, para fundar un nuevo convento dedicado a educar niñas. Las misioneras navegaron por el río Mississippi hasta Independence, Missouri. Allí una de las hermanas se enfermó y tuvo que regresar a Kentucky. Las restantes continuaron el largo viaje en carreta tirada por caballos.

En una de las paradas para pasar la noche en las planicies de Kansas, una banda de indios a caballo rodearon el pequeño campamento. Misteriosamente, se retiraron sin causar ningún daño. Sin duda las hermanas habían rezado fervorosamente. Pero esa misma noche una de las hermanas murió (¿del susto?) y fue enterrada allí en una tumba sin marcar.

Después de varios meses de viaje, las cinco hermanas llegaron a Santa Fe e inmediatamente se establecieron en el centro del pueblo. Santa Fe en aquel tiempo era un pequeña villa habitada principalmente por indios y mexicanos.

Llevaban 20 años enseñando en la escuela cuando en 1873 el obispo sugirió que construyesen una capilla. La obra, al estilo de la Sainte Chapelle de París, tardó casi cinco años y le llamaron "Nuestra Señora de la Luz". Cuando estaba ya casi terminada, le avisaron a Magdalene, la madre superiora, que, por un error del diseño, no había acceso al coro. El arquitecto, P. Mouly, había planeado conectar el coro con el segundo piso del convento pero nunca se hizo. No se podía poner una escalera convencional porque tomaría demasiado espacio de la capilla.

Según la leyenda, para resolver el problema, las hermanas ofrecieron una novena a San José. El último día de la novena, un señor canoso llegó montado en un borrico a la puerta del convento. Traía un baúl con herramientas y se ofreció a construir la escalera pero con una condición: La superiora no debía jamás revelar su nombre. La madre Magdalene aceptó y mandó a sus hermanas a no hablar con el caballero. Las hermanas observaron con asombro el avance de la obra. Una vez terminada, cuando iban a festejar al gentil carpintero, este desapareció sin cobrar por su maravilloso trabajo. Pronto comenzaron a circular comentarios de que San José había construido la escalera para las hermanas.

La escalera es una obra maestra extraordinaria. Mide 22 pies de alto y tiene 33 peldaños. Forma dos círculos completos.

Hay diversas opiniones sobre como se sostiene la escalera ya que no tiene un soporte central visible, ni se utilizaron clavos en la construcción. También se dice que no se sabe de dónde vino la madera. 

La Iglesia no tiene una posición oficial respecto a la misteriosa escalera.

La academia de Loretto cerró en 1968 y la propiedad junto con la capilla se vendió en 1971.

En la actualidad es un museo privado donde celebran bodas y no está vinculada a la Iglesia Católica.


Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:





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De la meditación de la muerte - Imitación de Cristo - Beato Tomás de Kempis



1. Muy presto será contigo este negocio; mira cómo te has de componer. Hoy es el hombre y mañana no parece.

En quitándolo de la vista, se va presto también de la memoria.

¡Oh torpeza y dureza del corazón humano, que solamente piensa en lo presente, sin cuidado de lo por venir!

Así habías de conducirte en toda obra y pensamiento, como si hoy hubieses de morir.

Si tuvieses buena conciencia, no temerías mucho la muerte.

Mejor fuera evitar los pecados que huir de la muerte.

Si no estás dispuesto hoy, ¿cómo lo estarás mañana?

Mañana es día incierto; y ¿qué sabes si amanecerás mañana?

2. ¿Qué aprovecha vivir mucho, cuando tan poco nos enmendamos? ¡Ah! La larga vida no siempre nos enmienda, antes muchas veces añade pecados.

¡Ojalá hubiéramos vivido un día bien en este mundo!

Muchos cuentan los años de su conversión, pero muchas veces es poco el fruto de la enmienda.

Si es temeroso el morir, puede ser que sea más peligroso el vivir mucho. Bienaventurado el que tiene siempre la hora de la muerte delante de sus ojos y se dispone cada día a morir.

Si has visto alguna vez morir un hombre, piensa que por aquella carrera has de pasar.

3. Cuando fuere de mañana, piensa que no llegarás a la noche, no te atrevas a prometer ver la mañana.

Por eso está siempre prevenido, y vive de tal manera, que nunca te halle la muerte desapercibido.

Muchos mueren de repente: porque en la hora que no se piensa vendrá el Hijo del hombre.

Cuando viniere aquella hora postrera, de otra suerte comenzarás a sentir de toda tu vida pasada, y te dolerás mucho de haber sido tan negligente y perezoso.

4. ¡Qué bienaventurado y prudente es el que vive de tal modo, cual desea le halle Dios en la hora de la muerte!

El perfecto desprecio del mundo, el ardiente deseo de aprovechar en las virtudes, el amor de la austeridad, el trabajo de la penitencia, la prontitud de la obediencia, el renunciarse a sí mismo, la paciencia en toda adversidad por amor de nuestro Señor Jesucristo, gran confianza le darán de morir felizmente.

Muchas cosas buenas podrías hacer mientras estás sano; pero cuando enfermo no sé qué podrás.

5. No confíes en amigos, ni en vecinos, ni dilates para después tu salvación; porque más presto de lo que piensas estarás olvidado de los hombres.

Mejor es ahora con tiempo prevenir algunas buenas obras que envíes adelante, que esperar en el socorro de otros.

Si tú no eres solícito para ti ahora, ¿quién tendrá cuidado de ti después?

Ahora es el tiempo muy precioso; ahora son los días de salud; ahora es el tiempo aceptable.

Pero ¡ay dolor! que lo gastas sin aprovecharte, pudiendo en él ganar para vivir eternamente.

Vendrá cuando desearás un día o una hora para enmendarte, y no sé si te será concedida.

6. ¡Oh hermano! ¡De cuánto peligro te podrías librar, y de cuán grave espanto salir, si estuvieses siempre temeroso de la muerte y preparado para ella!

Trata ahora de vivir de modo que en la hora de la muerte puedas más bien alegrarte que temer.

Aprende ahora a morir al mundo, para que entonces comiences a vivir con Cristo.

Aprende ahora a despreciarlo todo, para que entonces puedas libremente ir a Cristo.

Castiga ahora tu cuerpo con penitencia, porque entonces puedas tener confianza cierta.

7. ¡Oh necio! ¿Por qué piensas vivir mucho, no teniendo un día seguro?

Cuántos que pensaban vivir mucho, se han engañado, y han sido separados del cuerpo cuando no lo esperaban!

¿Cuántas veces oíste contar que uno murió a cuchillo, otro se ahogó, otro cayó de alto y se quebró la cabeza, otro comiendo se quedo pasmado, a otro jugando le vino su fin?

Uno murió con fuego, otro con hierro, otro de peste, otro pereció a manos de ladrones; y así la muerte es fenecimiento de todos, y la vida de los hombres se pasa como sombra rápidamente.

8. ¿Quién se acordará de ti, y quién rogará por ti después de muerto?

Haz ahora, hermano, lo que pudieres; que no sabes cuándo morirás, ni lo que acaecerá después de la muerte.

Ahora que tienes tiempo, atesora riquezas inmortales.

Nada pienses fuera de tu salvación, y cuida solamente de las cosas de Dios.

Granjéate ahora amigos venerando a los Santos de Dios, e imitando sus obras, para que cuando salieres de esta vida te reciban en las moradas eternas.

9. Trátate como huésped y peregrino sobre la tierra, a quien no le va nada en los negocios del mundo.

Guarda tu corazón libre y levantado a Dios, porque aquí no tienes domicilio permanente.

A Él dirige tus oraciones y gemidos cada día con lágrimas, porque merezca tu espíritu, después de la muerte, pasar dichosamente al descanso del Señor.

Amén.


Fuente - Texto tomado de ENCUENTRA.COM: