sábado, 9 de octubre de 2021

Lectura del Santo Evangelio Según San Marcos 10, 17-30

 



17. Así que salió para ponerse en camino, vino corriendo uno, y, arrodillado a sus pies, le preguntó:


"¡Oh buen Maestro!, ¿qué debo yo hacer para conseguir la vida eterna?"


18. Jesús le dijo:


"¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios.

 

19. Ya sabes los mandamientos que conducen a la vida:

 

No cometer adulterio, no matar, no hurtar, no decir falso testimonio, no hacer mal a nadie, honrar padre y madre"




20. A ésto respondió él, y le dijo:


"Maestro, todas esas cosas las he observado desde mi mocedad"


21. Y Jesús, mirándole de hito en hito, mostró quedar prendado de él, y le dijo:




"Una cosa te falta aún, anda, vende cuanto tienes, y dalo a los pobres, que así tendrás un tesoro en el cielo; y ven después y sígueme"


 



22. A esta propuesta, entristecido el joven, fuése muy afligido, pues tenía muchos bienes.

23. Y echando Jesús una ojeada alrededor de sí, dijo a sus discípulos:


"¡Oh, cuán difícilmente los acaudalados entrarán en el reino de Dios!"


24. Los discípulos quedaron pasmados al oír tales palabras. Pero Jesús, volviendo a hablar, les añadió:




"¡Ay, hijitos míos, cuán difícil cosa es que los que ponen su confianza en las riquezas entren en el reino de Dios!




25. Más fácil es el pasar un camello por el ojo de una aguja, que el entrar un rico semejante en el reino de Dios"


26. Con ésto subía de punto su asombro, y se decían unos a otros:


"¿Quién podrá, pues, salvarse?"


27. Pero Jesús, fijando en ellos la vista, les dijo:




"A los hombres es ésto imposible, mas no a Dios; pues para Dios todas las cosas son posibles"


28. Aquí Pedro, tomando la palabra, le dijo:


"Por lo que hace a nosotros, bien ves que hemos renunciado a todas las cosas y seguídote"


29. A lo que Jesús, respondiendo, dijo:


"Pues Yo os aseguro que nadie hay que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o heredades por amor de Mí y del Evangelio.

 




30. Que ahora mismo en este siglo, y aún en medio de las persecuciones, no reciba el cien doblado por equivalente de casas, y hermanos, y hermanas, de madres, de hijos y heredades; y en el siglo venidero, la vida eterna".

 

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

San Juan XXIII - El Papa de la Bondad - Fiesta Octubre 11


SAN JUAN XXIII (1881-1963)


Textos de L'Osservatore Romano


Nació en el seno de una familia numerosa campesina, de profunda raigambre cristiana. Pronto ingresó en el Seminario, donde profesó la Regla de la Orden franciscana seglar. Ordenado sacerdote, trabajó en su diócesis hasta que, en 1921, se puso al servicio de la Santa Sede. En 1958 fue elegido Papa, y sus cualidades humanas y cristianas le valieron el nombre de "papa bueno". Juan Pablo II lo beatificó el año 2000 y estableció que su fiesta se celebre el 11 de octubre.

Nació el día 25 de noviembre de 1881 en Sotto il Monte, diócesis y provincia de Bérgamo (Italia). Ese mismo día fue bautizado, con el nombre de Ángelo Giuseppe. Fue el cuarto de trece hermanos. Su familia vivía del trabajo del campo. La vida de la familia Roncalli era de tipo patriarcal. A su tío Zaverio, padrino de bautismo, atribuirá él mismo su primera y fundamental formación religiosa. El clima religioso de la familia y la fervorosa vida parroquial, fueron la primera y fundamental escuela de vida cristiana, que marcó la fisonomía espiritual de Ángelo Roncalli.

Recibió la confirmación y la primera comunión en 1889 y, en 1892, ingresó en el seminario de Bérgamo, donde estudió hasta el segundo año de teología. Allí empezó a redactar sus apuntes espirituales, que escribiría hasta el fin de sus días y que han sido recogidos en el «Diario del alma». El 1 de marzo de 1896 el director espiritual del seminario de Bérgamo lo admitió en la Orden franciscana seglar, cuya Regla profesó el 23 de mayo de 1897.

De 1901 a 1905 fue alumno del Pontificio seminario romano, gracias a una beca de la diócesis de Bérgamo. En este tiempo hizo, además, un año de servicio militar. Fue ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1904, en Roma. En 1905 fue nombrado secretario del nuevo obispo de Bérgamo, Mons. Giácomo María Radini Tedeschi. Desempeñó este cargo hasta 1914, acompañando al obispo en las visitas pastorales y colaborando en múltiples iniciativas apostólicas: sínodo, redacción del boletín diocesano, peregrinaciones, obras sociales. A la vez era profesor de historia, patrología y apologética en el seminario, asistente de la Acción católica femenina, colaborador en el diario católico de Bérgamo y predicador muy solicitado por su elocuencia elegante, profunda y eficaz.

En aquellos años, además, ahondó en el estudio de tres grandes pastores: San Carlos Borromeo (de quien publicó las Actas de la visita apostólica realizada a la diócesis de Bérgamo en 1575), San Francisco de Sales y el entonces Beato Gregorio Barbarigo. Tras la muerte de Mons. Radini Tedeschi, en 1914, don Ángelo prosiguió su ministerio sacerdotal dedicado a la docencia en el seminario y al apostolado, sobre todo entre los miembros de las asociaciones católicas.




En 1915, cuando Italia entró en guerra, fue llamado como sargento sanitario y nombrado capellán militar de los soldados heridos que regresaban del frente. Al final de la guerra abrió la «Casa del estudiante» y trabajó en la pastoral de estudiantes. En 1919 fue nombrado director espiritual del seminario.

En 1921 empezó la segunda parte de la vida de don Ángelo Roncalli, dedicada al servicio de la Santa Sede. Llamado a Roma por Benedicto XV como presidente para Italia del Consejo Central de las Obras Pontificias para la Propagación de la Fe, recorrió muchas diócesis de Italia organizando círculos de misiones. En 1925 Pío XI lo nombró visitador apostólico para Bulgaria y lo elevó al episcopado asignándole la sede titular de Areópoli. Su lema episcopal, programa que lo acompañó durante toda la vida, era:


 

«Obediencia y paz»

Tras su consagración episcopal, que tuvo lugar el 19 de marzo de 1925 en Roma, inició su ministerio en Bulgaria, donde permaneció hasta 1935. Visitó las comunidades católicas y cultivó relaciones respetuosas con las demás comunidades cristianas. Actuó con gran solicitud y caridad, aliviando los sufrimientos causados por el terremoto de 1928. Sobrellevó en silencio las incomprensiones y dificultades de un ministerio marcado por la táctica pastoral de pequeños pasos. Afianzó su confianza en Jesús crucificado y su entrega a él.

En 1935 fue nombrado delegado apostólico en Turquía y Grecia. Era un vasto campo de trabajo. La Iglesia católica tenía una presencia activa en muchos ámbitos de la joven república, que se estaba renovando y organizando. Mons. Roncalli trabajó con intensidad al servicio de los católicos y destacó por su diálogo y talante respetuoso con los ortodoxos y con los musulmanes. Cuando estalló la segunda guerra mundial se hallaba en Grecia, que quedó devastada por los combates. Procuró dar noticias sobre los prisioneros de guerra y salvó a muchos judíos con el «visado de tránsito» de la delegación apostólica. En diciembre de 1944 Pío XII lo nombró nuncio apostólico en París.




Durante los últimos meses del conflicto mundial, y una vez restablecida la paz, ayudó a los prisioneros de guerra y trabajó en la normalización de la vida eclesiástica en Francia. Visitó los grandes santuarios franceses y participó en las fiestas populares y en las manifestaciones religiosas más significativas. Fue un observador atento, prudente y lleno de confianza en las nuevas iniciativas pastorales del episcopado y del clero de Francia. Se distinguió siempre por su búsqueda de la sencillez evangélica, incluso en los asuntos diplomáticos más intrincados. Procuró actuar como sacerdote en todas las situaciones. Animado por una piedad sincera, dedicaba todos los días largo tiempo a la oración y la meditación.

En 1953 fue creado cardenal y enviado a Venecia como patriarca. Fue un pastor sabio y resuelto, a ejemplo de los santos a quienes siempre había venerado, como san Lorenzo Giustiniani, primer patriarca de Venecia.

Tras la muerte de Pío XII, fue elegido Papa el 28 de octubre de 1958, y tomó el nombre de Juan XXIII. Su pontificado, que duró menos de cinco años, lo presentó al mundo como una auténtica imagen del buen Pastor. Manso y atento, emprendedor y valiente, sencillo y cordial, practicó cristianamente las obras de misericordia corporales y espirituales, visitando a los encarcelados y a los enfermos, recibiendo a hombres de todas las naciones y creencias, y cultivando un exquisito sentimiento de paternidad hacia todos. Su magisterio, sobre todo sus encíclicas «Pacem in terris» y «Mater et magistra», fue muy apreciado.

Convocó el Sínodo romano, instituyó una Comisión para la revisión del Código de Derecho Canónico y convocó el Concilio Ecuménico Vaticano II. Visitó muchas parroquias de su diócesis de Roma, sobre todo las de los barrios nuevos. La gente vio en él un reflejo de la bondad de Dios y lo llamó:


 

«El Papa de la bondad»

Lo sostenía un profundo espíritu de oración. Su persona, iniciadora de una gran renovación en la Iglesia, irradiaba la paz propia de quien confía siempre en el Señor. Falleció la tarde del 3 de junio de 1963.

Juan Pablo II lo beatificó el 3 de septiembre del año 2000, y estableció que su fiesta se celebre el 11 de octubre, recordando así que Juan XXIII inauguró solemnemente el Concilio Vaticano II el 11 de octubre de 1962.


Oración a San Juan XXIII


San Juan XXIII


Dios, Padre amado,
que nos diste
como Santo Padre
a San Juan XXIII,
llamado por todos
el Papa de la paz
y el Papa bueno,
te pedimos, Padre,
por su intercesión
ser portadores en esta tierra
del don maravilloso
de tu paz y ser por tanto
hombres y mujeres de diálogo,
comprensión y tolerancia.

Ayúdanos, Señor,
a ver a todos los que nos rodean
como hermanos e hijos
de un mismo Dios
y a buscar en todo
momento el entendimiento
sin desvirtuar tu luz y tu verdad.

Queremos, como San Juan XXIII,
que nos reconozca el mundo entero
porque, como discípulos tuyos,
nos amamos unos a otros.

Gracias por este ejemplo de virtudes.
Y unidos a todos los santos del Cielo
y en especial a este Papa bueno,
te suplico, Padre, esta gracia
particular que necesito (.......).
Gracias te doy de antemano, Señor,
porque estoy seguro de que me
será concedida por el ruego
de tan gran intercesor.
Amén.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.


Fuente - Texto tomado de FRANCISCANOS.ORG:

Fuente - Texto tomado de NEWS.VA ESPAÑOL:
https://www.facebook.com/news.va.es

Santa Misa - Sábado 9 de Octubre de 2021



Debido a la emergencia mundial por la pandemia del coronavirus, por la cuarentena obligatoria en la cual nos encontramos sometidos, y al lamentable cierre de los templos católicos en todo el mundo, me permito compartir con ustedes el video de la Santa Misa, que corresponde al día Sábado 9 de Octubre de 2021.


Igualmente, ofrezcamos el rezo del Santo Rosario a Dios, por intercesión de la Virgen María, por el fin de la pandemia del coronavirus, por los fenómenos naturales y terribles acontecimientos a nivel mundial. También por las intenciones de todos y cada uno de ustedes:









Unámonos todos como Iglesia Militante y Peregrina, y asistamos virtualmente a la Santa Misa, junto a Jesús en su Calvario, con profunda fe y recogimiento.


Elevemos a Dios nuestras oraciones y peticiones personales, también por las de nuestros familiares, amigos y el mundo entero.


Igualmente, pidamos perdón por nuestros pecados, procuremos la conversión de nuestras vidas, y cuando la Iglesia Católica lo permita y abra nuevamente las puertas de los templos, busquemos a Dios a través del Sacramento de la Reconciliación "Penitencia o Confesión", y recibamos la gracia de su perdón y su amoroso abrazo de Padre, que recibe a sus hijos pródigos que regresan a Él, ÚNICO PADRE que sí nos ama verdaderamente.


Recordemos lo más sublime: recibir en estado de gracia al Señor Dios en su Presencia Real, en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía (Hostia Consagrada), en la totalidad de su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en el santísimo sacrificio incongruento, como memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.






Dios nos colme de abundantes bendiciones a todos, la Santísima Virgen María interceda por nosotros, y San José, protector de la Iglesia Católica Universal, defienda a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas del demonio y de todos sus enemigos, además de toda adversidad.


Muchas gracias a todos ustedes por su gentil atención.


Video tomado de YOUTUBE:

La ciencia confirma que: Familia que reza unida se mantiene unida

 

Sagrada Familia: Jesús, José y María


Informes centrados en la relación entre religión y psicología son muy concluyentes en este aspecto.


Fuente: Revista Vive


La famosa frase del sacerdote Patrick Peyton: “Familia que reza unida, permanece unida”, fue confirmada por distintos estudios científicos. Se llegó a la conclusión de que las familias que rezan juntas están más unidas, son más felices y por consiguiente viven mejor. 

Estos informes centrados en la relación entre religión y psicología son muy concluyentes en este aspecto.


La oración reduce el estrés y mejora la salud




Clay Routledge, profesor de Psicología en la Universidad Estatal de Dakota del Norte ha recogido la literatura científica publicada al respecto. Ha llegado a la conclusión de que la oración, y más en familia, ayuda a ser más paciente convirtiendo a las personas en más tolerantes con respecto al entorno más cercano. Además, tal y como recoge UCCR, tiene ventajas por las que muchas personas pagan a profesionales: mejora la salud y reduce el estrés.


“Hay una evidencia que indica que la oración, un comportamiento asociado a la religión, puede ser útil para los individuos y para la sociedad”


Este estudio no entraba en los aspectos teológicos sino en los efectos que la práctica religiosa y la oración tiene en las personas. También en las consecuencias son beneficiosas no sólo para el alma sino también para el cuerpo.

Y no son cosas imposibles. Si una familia pasa un rato unida rezando, durante ese tiempo no está enganchada a la televisión, al celular o la tablet provocando una mayor interacción entre los miembros de la familia.


Se genera un impacto en niños y adolescentes




El departamento de Sociología de la Universidad de Carolina del Norte, realizó un estudio centrado en los adolescentes estadounidenses. En este llegó a la conclusión de que los niños cuyos padres rezan juntos tienen una mejor relación con ellos. Aunque los pequeños no hayan participado en ese momento de oración, la paz que generan se transmite también a los niños.

Otro informe de la Universidad Estatal de Florida menciona también que ésta incidía en los efectos positivos que la oración genera en una pareja puesto que aumenta la confianza mutua entre ellos.


La oración, también clave en la enfermedad




Los efectos de la oración son muy visibles en las personas. No sólo a la hora de unir a la familia sino para afrontar acontecimientos difíciles. Que se lo digan a Alexis Carrel, Nobel de Medicina, que se convirtió en Lourdes cuando provenía de un ateísmo radical. Y lo que más le llamó precisamente la atención fue la oración. Ésta es su reflexión sobre los efectos de la oración en las personas:




“Cuando la oración es habitual y verdaderamente ferviente, su influencia se hace muy clara. Consiste en una especie de transformación mental y orgánica. Esta transformación se opera de manera progresiva. Se diría que en la profundidad de la conciencia se enciende una luz. El hombre se ve tal como es. (…) Poco a poco se produce un apaciguamiento interior; una armonía de las actividades nerviosas y morales, una mayor resistencia frente a la pobreza, la calumnia, las preocupaciones. Una mayor capacidad de soportar sin desfallecer la pérdida de los suyos, el dolor, la enfermedad, la muerte. Así, el médico que ve un enfermo que se pone a orar puede alegrarse. La calma engendrada por la oración es una poderosa ayuda para la terapéutica.


La oración no puede compararse con la morfina puesto que la oración determina, al mismo tiempo que la calma, una integración de las actividades mentales, una especie de florecimiento de la personalidad. A veces, heroísmo. La pureza de la mirada, la tranquilidad del porte, la serena alegría de la expresión, la virilidad de la conducta y, cuando es necesario, la simple aceptación de la muerte del soldado o del mártir, traducen la presencia del tesoro escondido del espíritu”.


Somos una gran familia; recemos juntos:






El Santo Rosario










Videos tomados de YOUTUBE (Canal de Videos - Cristina Ochoa):