sábado, 21 de agosto de 2021

Lectura del Santo Evangelio Según San Juan 6, 55. 60-69

 



55. En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:


“Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida”.


60. Estas cosas las dijo Jesús, enseñando en la sinagoga de Cafarnaúm.

61. Y muchos de sus discípulos habiéndolas oído, dijeron:

"Dura es esta doctrina: ¿y quién es el que puede escucharla?"


62. Mas Jesús sabiendo por sí mismo que sus discípulos murmuraban de ésto, díjoles:


"¿Ésto os escandaliza?

 

63. ¿Pues qué será si viereis al Hijo del hombre subir a donde antes estaba?


 



64. El espíritu es quien da la vida; la carne o el sentido carnal de nada sirve para entender este misterio; las palabras que Yo os he dicho, espíritu y vida son.

 

65. Pero entre vosotros hay algunos que no creen"


Que bien sabía Jesús desde el principio cuáles eran los que no creían, y quién le había de entregar.




66. Así decía:




"Por esta causa os he dicho que nadie puede venir a Mí, si mi Padre no se lo concediere"


67. Desde entonces muchos de sus discípulos dejaron de seguirle, y ya no andaban con Él.

68. Por lo que dijo Jesús a los doce apóstoles:


"¿Y vosotros queréis también retiraros?"


69. Respondióle Simón Pedro:




"Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios"


Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Santísima Virgen María - Reina del Universo - Fiesta Agosto 22

 





Fiesta Litúrgica del Reinado de María instituida por el Santo Padre Pío XII el 1° de noviembre de 1954, al coronar a la Virgen en Santa María La Mayor, Protectora de Roma. En ese momento, se levantó un fuerte llanto de entre la gran multitud congregada en Santa María La Mayor:


"¡Viva la Reina!"


En esta ocasión el Papa también promulgó el documento principal del Magisterio acerca de la dignidad y realeza de María, la Encíclica Ad Coeli Reginam (Oct. 11, 1954). Se celebra ahora en la octava de la Asunción para manifestar la conexión entre la realeza de María y su Asunción a los cielos.

El Papa nombró a la Virgen Reina de cielos y tierra, y decretó que se celebrara una fiesta especial para honrarla bajo ese título. No era éste un nuevo privilegio para la Madre de Dios. Ella siempre ha sido considerada nuestra Reina, como lo testifica el arte Mariano desde los primeros siglos y las oraciones, especialmente la Letanía de Loreto. Sin embargo, no había hasta entonces fiesta en particular que lo conmemorara. En la actualidad esta fiesta se celebra el 22 de agosto.


Fundamento Teológico
de la Realeza de la Virgen María







La razón por la que la Santísima Virgen María es Reina, se fundamenta teológicamente en su divina Maternidad y en su función de ser Corredentora del género humano.

  • Por su divina Maternidad: Es el fundamento principal, pues la eleva a un grado altísimo de intimidad con el Padre celestial y la une a su divino Hijo, que es Rey Universal por derecho propio.
En la Sagrada Escritura se dice del Hijo que la Virgen concebirá:


"Hijo del Altísimo será llamado y a Él le dará el Señor Dios por trono de David su padre y en la casa de Jacob reinará eternamente y su reinado no tendrá fin" (Lc. 1, 32-33). Y a María se le llama "Madre del Señor" (Lc. 1, 43); de donde fácilmente se deduce que Ella es también Reina, pues engendró un Hijo que era Rey y Señor de todas las cosas. Así, con razón, pudo escribir San Juan Damasceno: "Verdaderamente fue Señora de todas las criaturas cuando fue Madre del Creador" (cit. en la Enc. Ad Coeli Reginam, de Pío XII, 11-X-1954)




  • Por ser Corredentora del género humano: La Virgen María, por voluntad expresa de Dios, tuvo parte excelentísima en la obra de nuestra Redención. Por ello, puede afirmarse que el género humano sujeto a la muerte por causa de una virgen (Eva), se salva también por medio de una Virgen (María). En consecuencia, así como Cristo es Rey por título de conquista, al precio de Su Sangre, también María es Reina al precio de su Compasión dolorosa junto a la Cruz.


"La Beatísima María debe ser llamada Reina, no sólo por razón de su Maternidad divina, sino también porque cooperó íntimamente a nuestra salvación. Así como Cristo, nuevo Adán, es Rey nuestro no sólo por ser Hijo de Dios sino también nuestro Redentor, con cierta analogía, se puede afirmar que María es Reina, no sólo por ser Madre de Dios sino también, como nueva Eva, porque fue asociada al nuevo Adán" (cfr. Pío XII, Enc. Ad Coeli Reginam).




Naturaleza del Reino de María




El reino de Santa María, a semejanza y en perfecta coincidencia con el reino de Jesucristo, no es un reino temporal y terreno, sino más bien un reino eterno y universal: "Reino de verdad y de vida, de santidad, de gracia, de amor y de paz" (cfr. Prefacio de la Misa de Cristo Rey).

  1. Es un reino eterno porque existirá siempre y no tendrá fin (cfr. Lc. 1, 33) y, es universal porque se extiende al Cielo, a la tierra y a los abismos (cfr. Fil. 2, 10-11).
  2. Es un reino de verdad y de vida. Para ésto vino Jesús al mundo, para dar testimonio de la verdad (cfr. Jn. 18, 37) y para dar la vida sobrenatural a los hombres.
  3. Es un reino de santidad y justicia porque María, la llena de gracia, nos alcanza las gracias de su Hijo para que seamos santos (cfr. Jn. 1, 12-14); y de justicia porque premia las buenas obras de todos (cfr. Rom. 2, 5-6).
  4. Es un reino de amor porque de su eximia caridad nos ama con corazón maternal como hijos suyos y hermanos de su Hijo (cfr. 1 Cor. 13, 8).
  5. Es un reino de paz, nunca de odios y rencores; de la paz con que se llenan los corazones que reciben las gracias de Dios (cfr. Is. 9, 6).




La oración colecta de la Memoria de
Santa María Reina dice:

"Oh Dios, que nos has dado
como Madre y como Reina,
a la Madre de tu Unigénito;
concédenos, por su intercesión,
el poder llegar a participar
en el Reino celestial
de la gloria reservada a tus hijos"


Características del reinado
de María Santísima


Preeminencia: "Su honor y dignidad sobrepasan toda la creación; los ángeles toman segundo lugar ante tu preeminencia". San Germán.

Poder Real: Que la autoriza a distribuir los frutos de la redención. La Virgen María no sólo ha tenido el más alto nivel de excelencia y perfección después de Cristo, pero también participa del poder de Su Hijo Redentor ejercita sobre las voluntades y mentes.




Inagotable eficacia de Intercesión con su Hijo y el Padre: Dios ha instituido a María como Reina del cielo y tierra, exaltada sobre todos los coros de ángeles y todos los santos. Estando a la diestra de su Hijo, Ella suplica por nosotros con corazón de Madre, y lo que busca, encuentra, lo que pide, recibe.

Reinado de Amor y Servicio: Su reinado no es de pompas o de prepotencia como los reinos de la tierra. El reino de María es el de su Hijo, que no es de este mundo, no se manifiesta con las características del mundo. María tiene todo el poder como reina de cielo y tierra, y a la vez, la ternura de ser Madre de Dios. En la tierra ella fue siempre humilde, la sierva del Señor. Se dedicó totalmente a su Hijo y a su obra con Él, y sometida con todo su corazón, con toda su voluntad a Él, colaboró en el Ministerio de la Redención. Ahora en el Cielo, Ella continúa manifestando su amor y su servicio para llevarnos a la salvación.


Respuesta
a los hermanos separados




Hay quienes rechazan el reinado de María Santísima, alegando que ella no puede ser reina ya sólo Jesús es rey.




Estos hermanos no comprenden la naturaleza del Reino. El reino de María Santísima no es un reino aparte al de su Hijo. Es el mismo reino. Donde Jesús reina, María su Madre reina también. Se trata de dos corazones eternamente unidos en el amor divino. Dios ha dispuesto que así fuese. María, lejos de quitarle al reinado de su Hijo, lo propicia. Ella es la más sumisa, la más fiel en el reino y por eso también la más exaltada.




Lucas 1:48 "porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada".


SALVE




Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura
y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A Ti llamamos
los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos,
gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora,
abogada nuestra,
vuelve a nosotros
esos tus ojos misericordiosos;
y después de este destierro,
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R. Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Amén.


Fuente - Textos tomados de CORAZONES.ORG:
http://www.corazones.org/maria/reina_maria.htm

Fuente - Texto tomado de EWTN.COM:
http://www.ewtn.com/spanish/saints/Mar%C3%ADa_Reina.htm

Fuente - Texto tomado de CATOLICO.ORG:

Obispo Schneider: «Los comentarios del Papa Francisco sobre los Diez Mandamientos contradicen la enseñanza de la Iglesia, asimilándose estos comentarios a las enseñanzas de Martín Lutero»



Por INFOVATICANA | 20 de agosto de 2021


El obispo Atanasio Schneider ha respondido a la insinuación del Papa Francisco sobre el hecho de que los Diez Mandamientos no son absolutos. El obispo ha descrito las palabras del Papa como contrarias a las Escrituras, además de próximas a las enseñanzas del heresiarca Martín Lutero.

Schneider ha puesto de manifiesto en comentarios exclusivos para LifeSiteNews dos problemas principales que surgen de la negación del Papa de que el Decálogo sea de carácter vinculante. El primero de los problemas es que con esta afirmación contradice una encíclica del Papa Juan Pablo II, y el segundo problema es que contradice la enseñanza explícita del Catecismo de la Iglesia Católica.

El Papa manifestó esta problemática afirmación en su audiencia general del miércoles. La afirmación fue la siguiente:


«¿Desprecio los Mandamientos? No. Los observo, pero no como algo absoluto, porque sé que quien me justifica es Jesucristo».


Los comentarios del Papa eran la respuesta a una pregunta formulada por él y para sí mismo sobre si vive con miedo de que:


«¿Si no hago eso o aquello iré al infierno?»


Hablando sobre esas palabras, Schneider apuntó sin ambigüedades que:


La afirmación del Papa Francisco «contradice la enseñanza de la Iglesia y se asemeja bastante a una enseñanza sola fide de Martín Lutero».


El obispo auxiliar de Astana, Kazajistán, explicó que:


La afirmación del Papa también «contradice la encíclica Veritatis Splendor del Papa Juan Pablo II».


Schneider citó al predecesor del Papa Francisco, el cual escribió que:


«Ya en la antigua alianza encontramos admirables testimonios de fidelidad a la ley santa de Dios llevada hasta la aceptación voluntaria de la muerte. Ejemplar es la historia de Susana: a los dos jueces injustos, que la amenazaban con hacerla matar si se negaba a ceder a su pasión impura, responde así: “¡Qué aprieto me estrecha por todas partes! Si hago esto, es la muerte para mí; si no lo hago, no escaparé de vosotros. Pero es mejor para mí caer en vuestras manos sin haberlo hecho que pecar delante del Señor”. (Dn 13, 22-23)».


Las palabras del difunto pontífice continúan diciendo:


«Susana, prefiriendo morir inocente en manos de los jueces, atestigua no solo su fe y confianza en Dios sino también su obediencia a la verdad y al orden moral absoluto».

Schneider apuntó que el Catecismo de la Iglesia Católica también contradice de forma clara las recientes declaraciones del Papa Francisco, las cuales enseñan que los cristianos están siempre obligados por la proscripción de la ley. El obispo remarcó que en el número 2072 del Catecismo de la Iglesia Católica se puede leer lo siguiente:

«Los Diez Mandamientos son básicamente inmutables y su obligación vale siempre y en todas partes. Nadie podría dispensar de ellos».

También el miércoles, el Papa Francisco publicó un video en el cual animaba a la población mundial a vacunarse con una de las vacunas experimentales contra la COVID-19. El Papa Francisco no mencionó la conexión entre las vacunas y antiguos abortos, sino que se refería al hecho de vacunarse contra la COVID-19 como «un acto de amor». El Papa Francisco añadía que ayudar a alguien a recibir una vacuna contaminada de aborto también es «un acto de amor. De amor hacia uno mismo, hacia nuestros familiares y amigos, y hacia todo el mundo».


Publicada en LifeSiteNews.

Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana.


Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM: