jueves, 12 de agosto de 2021

Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias - Agosto 13 de 1831



Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias, junto a San Miguel Arcángel, España (13 de agosto de 1831).




La madre Patrocinio, conocida hasta entonces por sor Rafaela, tuvo una visión del cielo el 13 de Agosto de 1831.

Se encuentra reunida en el coro de la iglesia con sus Hermanas Concepcionistas Franciscanas de Caballero de Gracia, de Madrid, a la hora de la oración de la tarde.


Esta religiosa, sumida en éxtasis profundo,
contempla a la Virgen María,
que viene acompañada del Arcángel San Miguel


Mientras sostiene en sus manos una pequeña imagen, que representa a la Señora con el Niño Jesús sentado en el brazo derecho.


Una prolongada conversación tiene lugar entre la Virgen y la religiosa


La misma madre Patrocinio lo cuenta en los Apuntes que le mandaron escribir los superiores y su confesor.

La Virgen María entregó la preciosa imagen a la Madre Patrocinio:


«… a tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias. Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en mí por la mediación de esta, mi imagen, el consuelo... Al alma que rendida a sus pies me pidiese alguna cosa, jamás se la negará mi amor»


Relato de la Aparición


En el libro «Vida Admirable de la Sierva de Dios Madre Patrocinio», Concepcionista Franciscana, escrito por la R.M. Sor María Isabel de Jesús, de la misma Orden y secretaria por muchos años de la Sierva de Dios, publicada al año 1925, dice:


El día 13 de Agosto de 1831 estando mi Rda. Madre Sor María de los Dolores y Patrocinio en el coro, en la oración de Comunidad, de cinco a seis de la tarde, se le apareció la Santísima Virgen, en una hermosísima y resplandeciente nube, cercada de querubines. Y le presentó una preciosa Imagen suya, que llevaba el glorioso Príncipe San Miguel con los títulos de Olvido, Triunfo y Misericordias.

La Virgen Santísima le dijo, que aquella imagen venía enriquecida con muchas gracias y privilegios para sus verdaderos devotos, que cuidase de darle culto, que la dejaba en la Comunidad.

 

Le dijo también que, desde entonces, le quitaba el permiso a Satanás para atormentarla por sí mismo.

 

Y pusiera la figura del dragón amarrada a los pies de la Sagrada Imagen, que ella misma le atara con una cadena y pusiera ésta en las manos de la Santa Imagen, en señal de que quedaba sujeto.

 

El demonio, furioso, bajó a los abismos, asegurando a mi venerada Madre, que ya que no podía perseguirla por sí -como lo había hecho hasta entonces de una manera terrible-, lo haría por los hombres, y no sólo en vida sino después de muerta la perseguiría también.

Durante esta admirable visión, el Príncipe San Miguel colocó la Sagrada Imagen en el altar del coro, oyendo la celestial música de los ángeles la ejemplarísima religiosa Sor María Juana de la Santísima Trinidad y otras dos religiosas más.

 

Pero, ignorando lo que sucedía, para ellas invisible, guardaron por entonces el más profundo silencio.

 

En la noche del día siguiente de la primera aparición, después de Maitines, tuvo su Reverencia otra celestial visión de la Santísima Virgen con la preciosa Imagen del Olvido en sus purísimas manos.

 

Y le dijo, que en las suyas iba a poner, con aquella Sagrada Imagen, todas las misericordias de su Santísimo Hijo. Para que las distribuyese en su nombre a los mortales. Segura de que, lo que por caridad hiciera a sus hermanos, eso mismo confirmarían la celestial Señora y su divino Hijo en el Cielo.

 

Todo lo cual se lee en unos apuntes de la Sierva de Dios, donde refiere al detalle esta aparición maravillosa.

Dice así:


"Clamaba mucho en esta ocasión por las necesidades que tanto afligen a la Santa Iglesia y el Dulce Amor se me manifestó severo, airado y como dando muestras de que quería castigarnos".

Díjele: 


"Esposo mío, ¿para cuándo son vuestras misericordias?"


Díjome: 


"Pide, Esposa mía, que cuanto pidas seré liberal para concedértelo".


"Pedía sin límites; entonces, mi dulce Amor me manifestó el lastimoso estado en que se hallaba la Santa Iglesia. Moría de dolor y mis angustias crecían sobremanera".


Díjome mi dulce Esposo:


"Paloma mía, mi amor no puede verte afligida; aquí tienes a mi Madre, que siempre será tu guía, consuelo y amparo".


Manifestóse de nuevo la Benditísima Virgen con esta preciosísima, potentísima e invictísima imagen en sus soberanas manos.


Díjome la Soberana y divina Señora:


"Hija mía ¿porqué se contrista tu corazón, si todas las misericordias y tesoros de mi Hijo voy a poner en tus manos, por medio de esta mi soberana Imagen. Para que las distribuyas en mi nombre a los mortales, segura de que las que hicieses por amor a tus hermanos, esas mismas confirmamos mi Hijo y yo, que soy tu Madre, en el cielo?"


Díjele: 


"Señora y Reina mía, ¿no veis la España; no veis los males que nos afligen?"

 

"Hija mía, los veo; pero no puede mi amor ser más benéfico para con los hombres".

 

"Ellos se olvidan de mí y retiran las misericordias; y por esto, a esta Imagen le darás el título misterioso del Olvido; para darles a entender, que me han olvidado".

 

"Pero yo que soy vuestra tierna y amorosa Madre, quiero poner a vista de todos los mortales en esta Imagen mía, que jamás mis misericordias se apartan de ellos".


Miraba yo con gran ternura a tan divino simulacro; cuando ví, que mi invictísima Reina cogió un pañuelo de manos del Príncipe San Miguel, y aplicándole a la soberana llaga del costado de nuestro amante Jesús, lo empapó la divina Señora en sangre de aquel divino y deífico Corazón.


Y después, aquel pañuelo, así empapado, le puso sobre esta encantadora Imagen, y después ví que la soberana Reina rociaba a este pueblo con la sangre preciosísima.


Díjome luego: 


"Hija mía, me amas, hasta tres veces".


Díjele: 


"Señora mira, Vos sabéis que os amo y deseo ser toda vuestra".

 

"Pues a tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada Imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias".

 

"Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en mí por la mediación de esta mi Imagen, el consuelo".

 

"Al alma que rendida a sus pies me pidiese alguna cosa, jamás se la negará mi amor".

 

"Será el consuelo del mundo y la alegría de la iglesia Católica y, por su medio, mi Hijo y yo recibiremos culto".

  

"Tú, hija mía, alcanzarás victoria del poder de Satanás, y tu Comunidad perfección en servirme".


Entregóme la soberana Reina esta portentísima Imagen, este encanto de los Cielos y la Tierra, y empezó en el Cielo una celestial música entonando la Salve y otros sagrados cánticos.

Todos los cortesanos del Cielo se daban parabienes.

La Santísima Trinidad la bendijo, igualmente la Santísima Virgen María y después todos los cortesanos del Cielo llegaron a adorar a su Reina y Señora en esta soberana y encantadora Madre del Olvido». (De unos apuntes de la Sierva de Dios).




La Liberación


Escribe la madre María Isabel, secretaria de la madre Patrocinio, que terminada la santa oración.


“Salió mi venerada madre Patrocinio, con su prelada, al pequeño jardín del convento, y le dijo que tenía que darle una noticia de muchísimo consuelo. Y le dijo que ya podía estar tranquila y sin cuidado alguno, pues no volvería jamás el demonio a golpearla ni asustarla, porque la Reina de los Ángeles le había sujetado, que para eso le enseñara una Imagen que tenían”.


La abadesa, madre Pilar refiere a su vez:


”Sólo yo, que lo padecí, puedo decir cuál fue mi gozo, descanso y alegría al oír tan deseada nueva, que no puedo explicar el júbilo que sintió mi corazón”.


Llevaba razón la superiora. Los malos tratos recibidos en estos años del enemigo del mal que fueron extraordinarios y constantes: golpes, amenazas, ruidos estrepitosos que aterraban a toda la Comunidad.

En cierta ocasión la condujo sobre los tejados con grave peligro de resbalar, tanto ella como otras dos religiosas que, al verla en situación semejante, sin pensárselo demasiado, con sus largos hábitos salieron a los tejados a recogerla y la introdujeron de nuevo en la clausura.

Por otra parte, la persecución diabólica fue pública, declarada, intolerable y gravísima, proporcionándole heridas, contusiones, magullamientos, y toda clase de cardenales en brazos, piernas y espalda.

El médico de la Comunidad, que tuvo que auxiliarla en repetidas ocasiones, decía a la madre abadesa:


”Dejemos a Dios que obre en ella como mejor le plazca; esto se sale de mi competencia”.


Las curaciones solían ser en ella instantáneas, aunque ya se la había dado por desahuciada en dos ocasiones y recibidos los últimos auxilios espirituales, padeciendo vómitos de sangre y fiebres altísimas.

La prueba fehaciente de la liberación definitiva de los asaltos y persecución del demonio la tuvieron todas las religiosas al comprobar que desde esa fecha y hora nunca más volvió a molestarla.


La Imagen de Nuestra Señora




La madre abadesa e hija buscaron por el convento una “imagen que tenían”.

Cierta vitrina guardaba la perla escondida.

Al verla, y no fue fácil el hallazgo, la hija exclamó llena de gozo:


“Ésta, ésta es”.


Pero la superiora nunca había visto esa imagen en aquella Casa.

Por este motivo hizo venir a las restantes monjas, para cerciorarse y hacer más averiguaciones: nadie la conocía.

Ante esta situación embarazosa, la abadesa mandó por obediencia, a sor Patrocinio, que dijera “qué significaba aquello”.

Con gran humildad y no menor embarazo confesó la joven religiosa lo ocurrido en las visiones de la Virgen.

Para mayor esclarecimiento de los hechos y tranquilidad suya, la Abadesa requirió la presencia del Padre Guardián del convento franciscano de San Francisco el Grande, de Madrid, quien estudió el caso con seriedad e hizo exhaustivos interrogatorios entre las religiosas, pero mientras se halla en este quehacer desapareció la Imagen de la vista de todos, incluido el Padre.

Confuso el religioso y Padre Guardián, se retiró para reflexionar y redactar cartas a los restantes conventos de su provincia en demanda de “rogativas en asunto de mucha gravedad”. Era el 13 de agosto de 1831.

El día 15, fiesta de la Asunción de Nuestra señora, hacia media mañana, decidió retornar por el convento de las concepcionistas para indagar “lo de la imagen”.

Pasa a la clausura y se establece en el despacho que usa la superiora, para continuar su gestión.

“la imagen, de improviso, se coloca al lado de sor Patrocinio”, con gran sorpresa de los tres reunidos, que son el padre, la madre abadesa y sor Patrocinio.

Ante esta novedad se convoca a la Comunidad, y todas las religiosas se convierten en testigos de la “nueva aparición” de esta singular imagen y “oran con alegría con acción de gracias”.

De todo lo sucedido se redactó un informe detallado y se remitió a la Santa Sede para su conocimiento.

Consta que el santo padre tuvo especial interés por este asunto y gran devoción a la Virgen del Olvido.

La respuesta desde Roma consistió en redactar una Bula del Papa Gregorio XVI, en la que se permite el culto público a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias. Con la concesión de muchas gracias espirituales e indulgencias y otros privilegios singulares.


Gracias obtenidas


El culto a la sagrada imagen surge con fuerza y el primer novenario en su honor se celebra en Madrid, donde pronto se comprobó su especial patrocinio.

Un operario sube a la cornisa del templo a encender las velas que arderán en este primer novenario y, perdiendo el equilibrio, cae estrepitosamente al pavimento.

La madre Patrocinio ve por los aires al infortunado (la religiosa se hallaba en el coro) e invoca en su favor a la Señora del Olvido: “Resultó sólo algo contuso”.

Los presentes, que eran muchos, pensaron que aquello había sido un verdadero “prodigio”.

Y, según ellos, que era el segundo “favor” de la Señora.

El primero había tenido lugar con el nieto del mayordomo de las mismas monjas, que estaba “baldado de las dos piernas y lo poco que andaba era con dos muletas. Ofreció dicho señor a la Santísima Virgen colocar las dos muletas en su altar si le curaba e instantáneamente curó; él, lleno de gozo, cumplió su promesa”.

Las muletas se veían junto al altar y los enfermos acudían presurosos. Se multiplicaban las “gracias”.




El monarca don Francisco de Asís María de Borbón, rey consorte de la soberana Isabel II, que “tenía un enemigo, también poderoso, que le perseguía a muerte; entró, espada en mano, y se arrojó sobre él. Viéndose sin amparo humano (ni medios para defenderse), acudió a la santísima Virgen del Olvido, tomando en la mano una medalla que llevaba siempre consigo de la celestial Señora; el asesino quedó en el acto parado, trémulo y sin acción y huyó avergonzado”.

En el año 1849 dispuso el rey “celebrar una solemne función en acción de gracias a la santísima Virgen del Olvido. Regaló un hermoso altar portátil, con rico dosel de terciopelo grana” y otros obsequios regios.


Emplazamiento de la Imagen




Los años que median entre 1831 y 1891 la dulce Imagen se hizo viajera con la madre Patrocinio (sufrió ésta destierros que duraron más de veinte años) o pernoctó con ella en el retiro del convento.

Como final, desde 1891 dispuso de un hermoso camarín, orlado de nubes y ángeles que le sirven de cobijo amoroso, con despliegues de fervores afectuosos que le vienen ofreciendo los hijos de la Alcarria.

En la iglesia de las concepcionistas franciscanas de Guadalajara (España), presidiendo el retablo del altar mayor, se conserva intacta la Imagen pequeñita y bella, la misma que había sido amor, encanto, fidelidad y de un corazón ardoroso, de un espíritu vibrante, la madre Patrocinio, ofrecida en holocausto permanente, la compañera entrañable de correrías infatigables, mientras los requiebros silenciosos y los coloquios íntimos hinchaban su alma y aliviaban las penas hondas.

Conocemos el último importante requiebro porque lo quiso ella desvelar:


“Ya, gracias a Dios, he conseguido lo que tanto he deseado y pedido”.


Una religiosa le pregunta:


“Podemos saber, madre, ¿qué ha sido?”.

“Sí, hija: que ninguna de mis hijas se condene”.

“Al oír tan inefable anuncio, llenas de agradecimiento, las religiosas se abrazaron a tan sin igual madre y prorrumpieron en copioso llanto de gratitud, de alegría y de consuelo”.


Pronunciaba la madre Patrocinio esta “promesa” “con gran cariño y muy enternecida. Cierto día poco antes de su feliz tránsito”, que tuvo lugar en los dichos conventos y ciudad de Guadalajara (España) a la amanecida del 27 de enero de 1892, legando a la Comunidad Concepcionista Franciscana esta perla y reliquia.

Las religiosas cuidan de la imagen del Olvido, Triunfo y Misericordias con el mimo y exquisitez que se merece.

Trabajan por el mantenimiento de su culto litúrgico y la propagación constante de su devoción con los padres franciscanos, que son los custodios, juntamente con las religiosas, de la iglesia llamada del Carmen, dedicada a la santísima Trinidad.


Promesas de la Virgen a la Madre Patrocinio




1ª. – En tus manos, voy a poner ésta Sagrada IMAGEN y con ella, TODAS LAS MISERICORDIAS de mi Santísimo Hijo.

2ª. – Ha vinculado al Señor en ésta portentosa IMAGEN al ALIVIO, CONSUELO y REMEDIO de todos, y la alegría de la Iglesia Católica.

3ª. – Al alma, que rendida a sus pies (de la IMAGEN) me pidiera alguna GRACIA, jamás se le negará mi AMOR.

4ª. – Cualquier población que expusiese y venerase a la VIRGEN DEL OLVIDO, TRIUNFO y MISERICORDIAS, se verá libre (decía la Sierva de Dios) de las calamidades con que en otros puntos serían poblados, porque sería Ella como un pararrayos de la Divina Justicia, Arca de Noé y Refugio para librar sus devotos.


ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


Señora nuestra del Olvido, Triunfo y Misericordias
que prometiste ser “EL ALIVIO, CONSUELO
Y REMEDIO DE TODOS,
y que jamás tu AMOR les negaría
cuanto te pidieran rendidos a tus pies”.


Te suplico presentes a Jesús Crucificado
las gracias que solicito por medio
de la Madre Patrocinio.
(Pídase la gracia).

No me olvides, Señora mía,
y consígueme esto que te he confiado.

Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

(Tres Avemarías)


El nombre del Triunfo es el título más excelente del triple apelativo advocacional. Su figuración en segundo término indica claramente que el triunfo definitivo no ha llegado aún y que su disponibilidad presupone un esfuerzo necesario y conveniente, a partir del cual, el nombre de Olvido por la Presencia de María, y permanentes las divinas misericordias gracias al indecible Amor con el que somos amados, el título del Triunfo es el único al que su Celestial Dueña niega toda aclaración explícita, por innecesaria. Pronunciado por Ella, une e identifica el Triunfo de María —que supone el quebrantamiento de Satanás– con la imagen que ha de vindicar y producir ese mismo triunfo. No en vano será dispuesto que junto a la imagen de la Virgen del Olvido se muestre al Dragón encadenado e impotente. Y el concepto y su significado son tan transparentes que se vuelven inútiles todas las palabras para agradecer la participación que se nos ofrece en la pronosticada victoria final.


Fuente - Texto tomado de FOROSDELAVIRGEN.ORG:


Fuente - Texto tomado de DOCPLAYER.ES:

Novena por la Asunción de la Virgen María - Día Octavo - Agosto 13 de 2021



Octavo día


En el nombre del Padre,
del Hijo,
y del Espíritu Santo
Amén


“María, fue asunta en cuerpo y alma al cielo”.


Versículo introductorio


V. Dichosa, tu María, que llevaste en tu seno a Cristo.

R. Él te ha llevado al cielo en cuerpo y alma.


Lectura


“Proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la Gloria celestial” Cf. DS 3903


Comentario


La gloria de María en el cielo consiste en participar de la gloria de Dios, estar ya gozando de la plenitud total de Dios. María continúa en el cielo la alabanza de gloria, que había iniciado en la tierra, es decir: alaba y glorifica a Dios. Ahora podemos aplicar a María las palabras de Isaías 61, 10:


“Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios”


María asunta al cielo, por ser Madre de Jesús, sigue siendo Madre de todos los hombres, Madre de la Iglesia:


“Porque en virtud del Espíritu Santo continúa generando al Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia y a cada creyente… esta maternidad de María en la economía de la gracia perdura sin cesar… hasta la consumación perpetua de todos los siglos” (L.G. 62)


Una vez asociada a la glorificación de su Hijo, María continúa intercediendo en el cielo como Mediadora al Mediador y de esta forma, el recurrir a María debe conducirnos al encuentro con Cristo y por medio de Él llegar al Padre.


“María es la figura de una Mujer que, calladamente y en espíritu de servicio, vela por la Iglesia y la protege benignamente en su camino hacia la Patria hasta que llegue el día glorioso del Señor” (Cf. Pablo VI, 2-2-1974)


Peticiones




a) Señor, por intercesión de la Virgen María, Virgen oyente, orante y oferente, te pedimos que también nosotros escuchemos y oremos tu Palabra divina y haz que nuestra ofrenda de cada día te sea agradable y sea dedicación a los que sufren para que permanezcamos fieles al evangelio y al espíritu de nuestra Santa Madre Fundadora.


Ave María… y Gloria al Padre


b) Señor, por intercesión de la Virgen María, que permaneció firme y fuerte junto a la cruz de su hijo, te pedimos para que sepamos estar junto a los enfermos y seamos portadores de evangelio, consuelo y paz.


Ave María… y Gloria al Padre


c) Señor, por intercesión de la Virgen María, que fue elevada al cielo y glorificada sobre los coros de los ángeles y santos, te pedimos que Ella mire con materno amor a todos y dirija nuestros pasos y nos impulse a encarnar el espíritu y carisma que vivió Santa María para que, recorriendo el camino de la caridad perfecta, lleguemos un día a la gloria del cielo.


Ave María… y Gloria al Padre


Oración final


Señor, has querido elevar a tu humilde sierva María a la dignidad de Madre de tu Hijo y la has coronado de gloria en el cielo, te pedimos, por su intercesión, que imitemos su ejemplo, camine por la senda de la caridad perfecta, para que un día podamos gozar con ella en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

El exorcista de Tierra Santa avisa que proteger las casas es una «prioridad» y explica cómo hacerlo



Michael McDonagh es el exorcista oficial del Patriarcado Latino de Jerusalén.

El exorcista de Tierra Santa avisa que proteger las casas es una «prioridad» y explica cómo hacerlo.


Javier Lozano / REL / 27 de julio de 2021


El Evangelio relata numerosos episodios en los que Jesús expulsaba los demonios de habitantes de aldeas y lugares por los que pasaba. En esta misma Tierra Santa sigue este ministerio el sacerdote Michael McDonagh, nombrado exorcista del Patriarcado Latino de Jerusalén para Israel y los territorios palestinos por parte del arzobispo Pierbattista Pizzaballa.

Este irlandés llegó a Tierra Santa hace dos décadas y tras varios servicios al Patriarcado ahora es el encargado por el obispo de expulsar demonios y realizar exorcismos en el mismo territorio en lo que lo hizo Cristo.

El padre McDonagh recorre toda esta zona atendiendo a las personas que le necesitan. Analiza casos, bendice, ora y realiza exorcismos si es necesario a personas que son víctimas de maldiciones, influencia demoníaca o posesiones. Y para ello en muchas ocasiones debe viajar durante horas hasta llegar a donde se encuentran. Sus armas, como las del resto de exorcistas son el Rito de Exorcismo, el agua y la sal bendecidas, y las oraciones de sanación y liberación.


Advertencias sobre los que afirman poder expulsar demonios en Tierra Santa


Sin embargo, el exorcista advierte que Tierra Santa es también un reclamo para aquellos que intentan aprovecharse de la buena fe de las personas y abundan aquellos que aseguran que pueden expulsar los demonios.

Esta es la Entrevista con el Patriarcado Latino, el exorcista oficial de Tierra Santa:


Para hablar más sobre su ministerio como exorcista, The Media Office entrevistó al P. McDonagh para hablar sobre la actividad demoníaca y la interferencia en la vida de las personas, para que los fieles lleven una vida cristiana plena, lejos de lo que uno escucha o encuentra en su entorno. 

Este artículo debe leerse con la mente y el corazón abiertos, creyendo en el poder de Jesucristo, que Él es nuestro Padre y Salvador.


1. ¿Podría explicar qué es una influencia diabólica?




Cuando hablamos de algo diabólico, nos referimos a aquello que concierne o caracteriza al diablo; el satánico. La influencia diabólica es apropiada para un diablo / demonio, especialmente en el grado de maldad o crueldad. Es un poder que afecta a una persona, lugar, cosa o evento. La Iglesia enseña que hay dos categorías de actividad demoníaca: Actividad diabólica ordinaria y extraordinaria.

La actividad diabólica ordinaria generalmente pertenece a la tentación y es una batalla de por vida. La tentación es mortalmente seria cuando conduce al pecado mortal y, como tal, no debe tratarse a la ligera. Toda persona puede ser víctima de una actividad diabólica ordinaria. Sin embargo, Jesús aceptó someterse a la prueba de la tentación. La tentación de mentir para proteger la propia reputación es una tentación común y corriente.

La gran mayoría de los casos de Actividad diabólica extraordinaria comenzaron primero como una actividad diabólica ordinaria.

La actividad diabólica extraordinaria recibe su título no solo porque es sensacional (a menudo lo es), sino más exactamente porque está “fuera de lo común”. La actividad diabólica extraordinaria es mucho menos común que la actividad diabólica ordinaria y ¡gracias a Dios por ese hecho! En la extraordinaria actividad diabólica, Satanás puede tomar posesión total del cuerpo de una persona, pero no del alma. Satanás habla y actúa sin el conocimiento o consentimiento de la víctima, quien por lo tanto es moralmente inocente.


2. ¿No venció Dios por su resurrección a la muerte y, por tanto, al mal? ¿Por qué Dios les permite quedarse?




Muchas veces, la gente se ha preguntado por qué hay demonios deambulando por el mundo "buscando a quien devorar", causando estragos. Si los condenados son enviados al infierno por toda la eternidad, ¿por qué se le permite a Satanás vagar fuera del infierno? El entendimiento común es que está sufriendo en el infierno junto con sus secuaces y los demás condenados. Al contrario, no parece que esté sufriendo en absoluto, sino que parece estar “pasando un buen rato” haciendo estragos en la tierra. Sería demasiado fácil decir que los demonios y Satanás no sufren en absoluto. Como nosotros, experimentan tanto victorias como derrotas; hay resultados que los 'emocionan' y los que los decepcionan y enojan. Por supuesto, sufren de una forma que no entendemos. Viven en un estado de odio y rabia.

Algunos textos de la Sagrada Escritura hablan de los demonios como “atados con cadenas eternas para juicio en el gran día” (Judas 1: 6); “Poniéndolos en cadenas de tinieblas para ser retenidos para juicio” (2 Pedro 2: 4). Otros textos hablan de demonios “como arrojados a la tierra”: “Pero el dragón no era lo suficientemente fuerte, y ya no se encontraba ningún lugar en el cielo para él y sus ángeles… Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles con él ”(Apocalipsis 12: 8-9).


3. ¿Cómo puedo protegerme a mí mismo, a mis seres queridos y a mi casa?




Según la Iglesia, la mejor protección contra el diablo y los demonios es:


La oración




Los sacramentos (Confesión y Eucaristía)






Nada destruye la influencia demoníaca con más fuerza que la digna recepción del Cuerpo de Cristo; buen trabajo y viviendo una vida espiritual.

Las personas que realicen cualquier trabajo o se enfrenten a un peligro específico relacionado con el campo demoníaco pueden utilizar la invocación de San Miguel Arcángel, que es muy eficaz. También puede pedirle protección a su ángel de la guarda o pedirle a Dios directamente.

Proteger la propia casa debería ser una prioridad. Primero, debe tener la casa completamente bendecida, y el propietario o inquilino debe ser diligente en rociar Agua Bendita (bendita, hecho así por la oración de exorcismo y bendición de sal y agua, tomada del antiguo Ritual Romano, o agua bendita en la Fiesta de la Epifanía), también tienen crucifijos bendecidos, estatuas de la Santísima Virgen, etc.


4. ¿Cuál es la importancia del Sacramento de la Penitencia?




El sacramento de la penitencia es especialmente poderoso para repeler demonios precisamente porque, a través de él, los destinatarios del sacramento son realmente perdonados de sus pecados. Además, los destinatarios reciben la gracia santificante que puede ser útil para evitar el pecado en el futuro. Una persona que recibe la Santa Cena con frecuencia estará mejor fortalecida contra los ataques demoníacos. Aquellos que no usan el sacramento o lo usan con moderación y sin entusiasmo serán más susceptibles a la actividad demoníaca.

La participación en el Sacramento de la Penitencia es también una participación en la batalla contra el mal, en el sentido de que al recibir este sacramento de manera regular, una persona está mostrando un compromiso de vivir con y para Cristo. Por lo tanto, Cristo mismo fortalece a esa persona y, por lo tanto, es mucho más capaz de protegerse de lo demoníaco.


5. ¿Quién puede expulsar demonios?




¡Me gusta esta pregunta! ¿Puede cualquier cristiano echar fuera demonios? La respuesta simple es SÍ, pero lamentablemente muy pocos están preparados para hacerlo, por lo que no deberían intentarlo. Obviamente, para el rito oficial del exorcismo, se necesita un llamado de Dios y una comisión del Obispo para llevarlo a cabo. Muchos cristianos no son lo suficientemente maduros en el Señor Jesús y en el movimiento del Espíritu Santo. Son pocos los que están bien equipados con el conocimiento de las Escrituras. Algunos cristianos pueden tener sus propios demonios que podrían interferir. Sin embargo, en la Iglesia Católica, la realidad de la autoridad delegada por la Iglesia, así como la autoridad espiritual personal, determina quién puede exorcizar demonios, a diferencia de la oración de liberación o liberación. Este enfoque evita en gran medida algunos de los "peligros" que implica la expulsión de los espíritus. Saber qué es demoníaco y qué no requiere discernimiento. En los Hechos de los Apóstoles, hay un relato digno de mención relativo a aquellos que, quizás con buenas intenciones pero mal calificados, intentan echar fuera demonios. Había algunos charlatanes religiosos en Éfeso que pretendían tener poderes especiales para hacer milagros. Esceva, a quien se identifica como “un sumo sacerdote judío” (Hechos 19:14), tuvo siete hijos “que andaban expulsando los espíritus malignos” (versículo 13). Al ver el éxito que tuvo Pablo al exorcizar demonios, los siete hijos de Esceva comenzaron a usar una nueva fórmula que invocaba el nombre de Jesús. Le dirían al demonio: “En el nombre de Jesús a quien Pablo predica, te mando que salgas” (versículo 13).

Esta estratagema de los siete hijos de Sceva fracasó un día. Un demonio que estaban tratando de expulsar se negó, diciendo: "Conozco a Jesús y conozco a Pablo, pero ¿quién eres tú?" (Hechos 19:15). El demonio luego se volvió hacia ellos con saña. El hombre endemoniado “saltó sobre ellos y los dominó a todos. Les dio tal paliza que salieron corriendo de la casa desnudos y sangrando” (versículo 16). Los siete hijos de Esceva no eran rival para el poder demoníaco con el que estaban jugando (véase Marcos 5: 1–4).


6. En Tierra Santa, hay muchas personas que afirman que pueden expulsar demonios, muchas personas acuden a ellos en busca de ayuda. ¿Cómo podemos llamarlos? ¿Cómo los percibe la Iglesia?




Con respecto a la búsqueda de ayuda de un jeque, chamán o hechicero, es simplemente esto: el 'buscador' se coloca en un reino contrario al reino de Cristo. San Juan Evangelista dice: "Quien niega que Jesús es el Cristo, es el anticristo". Los jeques, chamanes y hechiceros obtienen su poder del mundo de los espíritus y reciben el poder de ellos con conocimientos y habilidades precisas. El peligro es que uno se expone al reino de las tinieblas al someterse a tales personas.


7. ¿Qué les puede decir a las generaciones más jóvenes que ven varias series de televisión y películas sobre la interferencia sobrenatural y demoníaca?




El problema de ver varias series de televisión y películas sobre la interferencia sobrenatural y demoníaca es que la visualización regular de estos géneros tiene una forma de amortiguar la conciencia. Se necesita mucho más para conmocionar nuestras conciencias hoy en día. Como resultado, hay una insensibilización cada vez mayor al mal más duro. Una persona puede exponerse a la fascinación y la curiosidad por el mal. Le roba al espíritu y al alma humanos el celo por las cosas de Dios.


Hasta aquí la entrevista.





Que “con respecto a la búsqueda de ayuda de un jeque, chamán o hechicero es simple: el ‘buscador’ se coloca en un reino contrario al Reino de Cristo. San Juan Evangelista dice:


‘Quien niega que Jesús es el Cristo es el anticristo’.


Los jeques, chamanes y hechiceros obtienen su poder del mundo de los espíritus y reciben poder de ellos con conocimiento y habilidades precisas. El peligro es que uno se expone al reino de las tinieblas al someterse a tales personas”.


La actividad diabólica


El exorcista irlandés realiza en la entrevista un ejercicio pedagógico para hacer informar sin sensacionalismos de la actuación del demonio en el mundo de hoy. De este modo, asegura que una influencia diabólica es todo lo que “concierne o caracteriza al diablo” y supone la “apropiación especialmente malvada y cruel realizada por un demonio/diablo. Es un poder que afecta a una persona, lugar, cosa o evento”.

El padre McDonagh explica a los lectores que la Iglesia “enseña que hay dos categorías de actividad demoníaca: la actividad ordinaria y la extraordinaria”. Según recuerda, “la actividad diabólica ordinaria generalmente está asociada a la tentación y es una batalla de por vida”. Y que la tentación –señala el exorcista- es extremadamente seria cuando conduce al pecado mortal y, como tal, no debe ser tratada a la ligera. Toda persona puede ser víctima de una actividad diabólica ordinaria. Sin embargo, Jesús aceptó someterse a la prueba de la tentación. La tentación de mentir para proteger la reputación de uno mismo es una tentación común y corriente”.

El sacerdote del Patriarcado Latino de Jerusalén añade que “la gran mayoría de los casos de extraordinaria actividad diabólica comienzan como una actividad diabólica ordinaria”. De hecho, recalca que la actividad diabólica extraordinaria recibe ese título “no solo porque es rara (a menudo lo es) sino más precisamente porque está ‘fuera de lo común’”.


Cómo protegerse del demonio


“¡La actividad diabólica extraordinaria es mucho menos común que la actividad diabólica ordinaria y gracias a Dios por este hecho! En la actividad diabólica extraordinaria, Satanás puede tomar posesión completa del cuerpo de una persona, aunque no del alma. Satanás habla y actúa sin el conocimiento o consentimiento de la víctima, que, por lo tanto, es moralmente irreprensible”, añade el exorcista de Tierra Santa.

Michael McDonagh ofrece también algunos consejos muy útiles para protegerse del demonio. “Según la Iglesia –afirma el sacerdote- la mejor protección contra el diablo y los demonios es la oración y los sacramentos (la confesión y la Eucaristía): nada destruye con más fuerza la influencia demoníaca que la recepción digna del Cuerpo de Cristo, obrar bien viviendo una vida espiritual”.

Además, afirma que “las personas que realizan cualquier trabajo o se enfrentan a un peligro específico relacionado con el campo demoníaco pueden usar la invocación de San Miguel Arcángel, que es altamente efectiva. También pueden pedirle a su ángel guardián o pedir protección a Dios directamente”.


La importancia de bendecir las casas


Por otro lado, el padre McDonagh asegura que “proteger la casa propia debe ser una prioridad. Primero, debe tener la casa bendecida, y el propietario de la vivienda o el inquilino deben ser diligentes en la aspersión del agua bendecida (hecha así por la oración de exorcismo y bendición de la sal y el agua, tomada del antiguo Ritual Romano, o agua bendecida en la Fiesta de la Epifanía), también tener crucifijos bendecidos, estatuas de la Santísima Madre, etc”.

Igualmente, el exorcista recalca la importancia del sacramento de la Reconciliación. A su juicio, “es especialmente poderoso para repeler demonios precisamente porque, a través de él, los destinatarios del sacramento en realidad son perdonados de sus pecados. Además, reciben la gracia santificante que puede ser útil para evitar el pecado en el futuro. Una persona que recibe el sacramento con frecuencia va a estar mejor fortificada contra los ataques demoníacos. Aquellos que no acuden al sacramento o van poco y sin entusiasmo serán más susceptibles a la actividad demoníaca”.


La conciencia silenciada


Por todo ello –agrega- “participar en el sacramento de la Penitencia es también participar en la batalla contra el mal, en el sentido de que al recibir este sacramento de manera regular una persona está mostrando un compromiso de vivir con y para Cristo. Por lo tanto, esa persona es fortalecida por Cristo mismo y, por lo tanto, es mucho más capaz de rechazar lo demoníaco”.

Por otro lado, el exorcista habla de las numerosas películas y series de televisión que muestran la actuación del demonio. El problema para él es que “la visualización regular de estos géneros tiene una forma de silenciar la conciencia. Se necesita mucho más para sorprender a nuestras conciencias hoy en día. Como resultado, hay una creciente insensibilización al mal en su raíz más profunda. Una persona puede exponerse a una fascinación y curiosidad por el mal. Le roba al espíritu y al alma humana el celo por las cosas de Dios”.


Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:
https://www.religionenlibertad.com/personajes/718777981/El-exorcista-de-Tierra-Santa-avisa-que-proteger-las-casas-es-una-prioridad-y-explica-como-hacerlo.html?email_trigger_id=932##STAT_CONTROL_CODE_3_646124498##

Fuente - Texto tomado de lpj.org:
https://www.lpj.org/fr-michael-mcdonagh-reviews-churchs-stance-on-diabolical-activities/