jueves, 18 de marzo de 2021

Fiesta de San José - Padre adoptivo de Jesús y Esposo de la Santísima Virgen María - Marzo 19



La fiesta de San José se celebra el 19 de marzo desde el pontificado de Sixto IV (1471 - 1484). En 1870 el Bienaventurado Papa Pío IX lo declaró patrono de la Iglesia Universal, y San Pío X aprobó en 1909 la Letanía en alabanza del santo.


San José
Patrono de la Iglesia
Defensor de la Sagrada Familia




Las razones por las que el bienaventurado José debe ser considerado especial patrono de la Iglesia, y por las que a su vez, la Iglesia espera muchísimo de su tutela y patrocinio, nacen principalmente del hecho de que él es el esposo de María y padre putativo de Jesús. De estas fuentes ha manado su dignidad, su santidad, su gloria.




Es cierto que la dignidad de Madre de Dios llega tan alto que nada puede existir más sublime; mas, porque entre la Santísima Virgen y José se estrechó un lazo conyugal, no hay duda de que a aquella altísima dignidad, por la que la Madre de Dios supera con mucho a todas las criaturas, él se acercó más que ningún otro. Ya que el matrimonio es el máximo consorcio y amistad -al que de por sí va unida la comunión de bienes- se sigue que, si Dios ha dado a José como esposo a la Virgen, se lo ha dado no sólo como compañero de vida, testigo de la virginidad y tutor de la honestidad, sino también para que participase, por medio del pacto conyugal, en la excelsa grandeza de ella. Él se impone entre todos por su augusta dignidad, dado que por disposición divina fue custodio y, en la creencia de los hombres, padre del Hijo de Dios. De donde se seguía que el Verbo de Dios se sometiera a José, le obedeciera y le diera aquel honor y aquella reverencia que los hijos deben a sus propios padres.

De esta doble dignidad se siguió la obligación que la naturaleza pone en la cabeza de las familias, de modo que José, en su momento, fue el custodio legítimo y natural, cabeza y defensor de la Sagrada Familia. Y durante el curso entero de su vida él cumplió plenamente con esos cargos y esas responsabilidades. Él se dedicó con gran amor y diaria solicitud a proteger a su esposa y al Divino Niño; regularmente por medio de su trabajo consiguió lo que era necesario para la alimentación y el vestido de ambos; cuidó al Niño de la muerte cuando era amenazado por los celos de un monarca, y le encontró un refugio; en las miserias del viaje y en la amargura del exilio fue siempre la compañía, la ayuda y el apoyo de la Virgen y de Jesús.




Ahora bien, el divino hogar que José dirigía con la autoridad de un padre, contenía dentro de sí a la apenas naciente Iglesia. Por el mismo hecho de que la Santísima Virgen es la Madre de Jesucristo, ella es la Madre de todos los cristianos a quienes dio a luz en el Monte Calvario, en medio de los supremos dolores de la Redención; Jesucristo es, de alguna manera, el primogénito de los cristianos, quienes por la adopción y la Redención son sus hermanos. Y por estas razones el Santo Patriarca contempla a la multitud de cristianos que conformamos la Iglesia, como confiados especialmente a su cuidado, a esta ilimitada familia, extendida por toda la tierra, sobre la cual, puesto que es el esposo de María y el padre de Jesucristo, conserva cierta paternal autoridad. Es, por tanto, conveniente y sumamente digno del bienaventurado José que, lo mismo que entonces solía tutelar santamente en todo momento a la familia de Nazaret, así proteja ahora y defienda con su celeste patrocinio a la Iglesia de Cristo.

(SS. León XIII, Encíclica "Quamquam pluries" 1889)


Consagración a San José
ante las tribulaciones




¡Oíd, querido San José,
una palabra mía!... 
Yo me veo abrumada de aflicciones y cruces, y a menudo lloro...
Despedazada bajo el peso de estas cruces, me siento desfallecer, ni tengo fuerzas para levantarme y deseo que mi Bien me llame pronto. En la tranquilidad, empero, entiendo que no es cosa difícil el morir... pero sí el bien vivir.

¿A quién, pues, acudiré sino a Vos, que sois tan bueno y querido, para recibir luz... consuelo... y ayuda?

A Vos, pues, consagro toda mi vida, y en vuestras manos pongo las congojas, las cruces, los intereses de mi alma... de mi familia... de los pecadores... para que, después de una vida tan trabajosa, podamos ir a gozar para siempre con Vos de la bienaventuranza del Paraíso.
Amén.


Jaculatoria:
San José,
Protector de atribulados y de los moribundos,
rogad por nosotros




José significa "Dios me ayuda"


De San José únicamente sabemos los datos históricos que San Mateo y San Lucas nos narran en el Evangelio. Su más grande honor es que Dios le confió sus dos más preciosos tesoros: JESÚS Y MARÍA. San Mateo nos dice que era descendiente de la familia de David.

Una muy antigua tradición dice que el 19 de marzo sucedió la muerte de nuestro Santo y el paso de su alma de la tierra al cielo.

Los santos que más han propagado la devoción a San José han sido:

  • San Vicente Ferrer
  • Santa Brígida
  • San Bernardino de Siena (que escribió en su honor muy hermosos sermones)
  • San Francisco de Sales (que predicó muchas veces recomendando la devoción al Santo Patriarca)
  • Santa Teresa (que fue curada por él de una terrible enfermedad que la tenía casi paralizada, enfermedad que ya era considerada incurable). Le rezó con fe a San José y obtuvo de manera maravillosa su curación. En adelante esta santa ya no dejó nunca de recomendar a las gentes que se encomendaran a él. Y repetía: "Otros santos parece que tienen especial poder para solucionar ciertos problemas. Pero a San José le ha concedido Dios un gran poder para ayudar en todo". Hacia el final de su vida, la mística fundadora decía: "Durante 40 años, cada año en la fiesta de San José le he pedido alguna gracia o favor especial, y no me ha fallado ni una sola vez. Yo les digo a los que me escuchan que hagan el ensayo de rezar con fe a este gran Santo, y verán qué grandes frutos van a conseguir". Y es de anotar que a todos los conventos que fundó Santa Teresa les puso por patrono a San José.

San Mateo narra que San José se había comprometido en ceremonia pública a casarse con la Virgen María. Pero que luego al darse cuenta de que Ella estaba esperando un hijo sin haber vivido juntos los dos, y no entendiendo aquel misterio, en vez de denunciarla como infiel, dispuso abandonarla en secreto e irse a otro pueblo a vivir. Y dice el Evangelio que su determinación de no denunciarla, se debió a que "José era un hombre justo", un verdadero santo. Este es un enorme elogio que le hace la Sagrada Escritura. En la Biblia, "Ser Justo" es lo mejor que un hombre puede ser.


Nuestro Santo tuvo unos sueños muy impresionantes, en los cuales recibió importantísimos mensajes del cielo:




  1. Sueño (en Nazareth). Un ángel le contó que el Hijo que iba a tener María era obra del Espíritu Santo y que podía casarse tranquilamente con Ella, que era totalmente fiel. Tranquilizado con ese mensaje, José celebró sus bodas. La leyenda cuenta que 12 jóvenes pretendían casarse con María, y que cada uno llevaba en su mano un bastón de madera muy seca. Y que en el momento en que María debía escoger entre los 12, he aquí que el bastón que José llevaba, milagrosamente floreció. Por eso pintan a este Santo con un bastón florecido en su mano.
  2. Sueño (en Belén). Un ángel le comunicó que Herodes buscaba al Niño Jesús para matarlo, y que debía salir huyendo a Egipto. José se levantó a medianoche y con María y el Niño se fue hacia Egipto.
  3. Sueño (en Egipto). El ángel le comunicó que ya había muerto Herodes y que podían volver a Israel. Entonces José, su Esposa y el Niño volvieron a Nazareth.


La Iglesia Católica venera mucho los cinco (5) grandes dolores o penas que tuvo este Santo, pero a cada dolor o sufrimiento le corresponde una inmensa alegría que Nuestro Señor le envió.




1. Dolor: Ver nacer al Niño Jesús en una pobrísima cueva en Belén, y no lograr conseguir ni siquiera una casita pobre para el nacimiento. A este dolor correspondió la alegría de ver y oír a los ángeles y pastores llegar a adorar al Divino Niño, y luego recibir la visita de los Magos de Oriente con oro, incienso y mirra.




2. Dolor: El día de la Presentación del Niño en el Templo, al oír al profeta Simeón anunciar que Jesús sería causa de división y que muchos irían en su contra y que por esa causa, un puñal de dolor atravesaría el Corazón de María. A este sufrimiento correspondió la alegría de oír al Profeta anunciar que Jesús sería la luz que iluminaría a todas las naciones, y la gloria del pueblo de Israel.




3. Dolor: La huida a Egipto. Tener que huir por entre esos desiertos a 40 grados de temperatura, y sin sombras ni agua, y con el Niño recién nacido. A este sufrimiento le correspondió la alegría de ser muy bien recibido por sus paisanos en Egipto y el gozo de ver crecer tan Santo y Hermoso al Divino Niño.




4. Dolor: La pérdida del Niño Jesús en el Templo y la angustia de estar buscándolo por tres días. A este sufrimiento le siguió la alegría de encontrarlo sano y salvo y de tenerlo en su casa hasta los 30 años y verlo crecer en edad, sabiduría y gracia ante Dios y ante los hombres.




5. Dolor: La separación de Jesús y de María al llegarle la hora de morir. Pero a este sufrimiento le siguió la alegría, la paz y el consuelo de morir acompañado de los dos seres más Santos de la tierra. Por eso invocamos a San José como Patrono de la Buena Muerte, porque tuvo la muerte más dichosa que un ser humano pueda desear: acompañado y consolado por Jesús y María.
    Para conocer más de la vida de San José, debemos remitirnos a los primeros capítulos de los Evangelios de San Mateo y San Lucas: su genealogía y su descendencia de la casa de David (Mt 1, 1-5 y Lc 3, 23-38), y el hecho de ser esposo de María Santísima, la Virgen Madre del Mesías (Mt 1, 18 y Lc 1, 27).




    Hay una antigua tradición que cuenta el bellísimo episodio de su desposorio con la Virgen María. Consta que María estaba en el Templo, ya en edad de casarse. También Ella pertenecía a la estirpe de David. Entre sus pretendientes fueron seleccionados algunos, de las mejores familias, de los más virtuosos de Israel. Cada uno llevaba en su mano un bastón de madera seca. Al momento de la elección, el bastón de José floreció milagrosamente, naciendo bellos lirios en su punta, símbolo de la pureza que él había prometido guardar siempre. Este hecho le dio seguridad a María, que también había hecho promesa de virginidad. El guardián de la Sagrada Familia quedó maravillado con la decisión de su esposa, una vez él mismo había tomado igual decisión.


    El Santo del Silencio




    San José es llamado el "Santo del Silencio", puesto que no conocemos palabras proferidas por él mismo, sino tan sólo sus obras y actos de fe, amor y protección hacia su amadísima esposa, la Virgen María, y el Niño Jesús.

    Fue un escogido de Dios y desde el comienzo recibió la gracia de ir discerniendo los designios divinos sobre sí, por estar llamado a guardar los más preciosos tesoros del Padre Celestial: Jesús y María.




    San José también es considerado Patrono de la Vida Interior, por ser un ejemplo de espíritu de oración, sufrimiento y admiración. Siendo jefe de familia, admiraba a su esposa virgen, concebida sin mancha del pecado de Adán, y al fruto de sus entrañas, Dios hecho Hombre, mucho mayores que él mismo.




    No se sabe exactamente cuándo murió San José, pero la Iglesia considera que fue antes de iniciarse la vida pública de Nuestro Señor Jesucristo, pues en las Bodas de Caná Él estaba únicamente en compañía de su Madre María.

    La muerte de San José se dio en medio de la alegría y el consuelo de estar al lado de Jesús y María, convirtiéndose así en Patrono de la Buena Muerte.



    Una criatura
    dando consejos al Creador




    ¿Cuántas veces tuvo en brazos San José al Divino Infante? El día entero viviendo con el Niño Jesús, observándolo rezar, hablar, hacer todos los actos de su vida común... En esa contemplación continua, para la que tenía un alma maravillosamente apta, recibía gracias extraordinarias y se dejaba moldear. A veces, el Niño Jesús se detenía frente a él para decirle:



    "Te pido un consejo: ¿cómo debo hacer tal cosa?"


    San José se conmovía, considerando que quien estaba pidiéndole un consejo ¡era el propio Hijo de Dios!




    Era el hombre al que la Providencia había dado los labios suficientemente puros y una humildad lo bastante grande para algo tan formidable como responder a Dios. ¡La criatura plasmada por las manos del Creador le daba consejos! Era el predestinado a ejercer una verdadera autoridad sobre la Santísima Virgen y el Niño Jesús, el privilegiado que alcanzó una altísima intimidad con Jesús y María, el bienaventurado a quien se otorgó la gracia de expirar entre los brazos de Dios, su Hijo, y de la Madre de Dios, su Esposa.



    Oración a San José
    por el Papa León XIII




    A ti, bienaventurado San José,
    acudimos en nuestra tribulación;
    y después de invocar el auxilio
    de tu Santísima Esposa
    solicitamos también confiados tu patrocinio.
    Por aquella caridad que con la
    Inmaculada Virgen María, Madre de Dios,
    te tuvo unido, y por el paterno amor
    con que abrazaste al Niño Jesús,
    humildemente te suplicamos
    vuelvas benigno los ojos a la herencia
    que con su Sangre adquirió Jesucristo,
    y con tu poder y auxilio
    socorras nuestras necesidades.

    Protege, Providentísimo Custodio
    de la Sagrada Familia
    la escogida descendencia de Jesucristo;
    aparta de nosotros toda mancha
    de error y corrupción; asístenos propicio,
    desde el cielo, fortísimo libertador nuestro,
    en esta lucha con el poder de las tinieblas:
    y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús
    del inminente peligro de la vida, así ahora,
    defiende a la Iglesia Santa de Dios
    de las asechanzas de sus enemigos
    y de toda adversidad, y a cada uno
    de nosotros protégenos
    con el perpetuo patrocinio, para que,
    a tu ejemplo y sostenidos por tu auxilio,
    podamos santamente vivir
    y piadosamente morir y alcanzar
    en el cielo la eterna felicidad.
    Amén.




    Fuente - Texto tomado del Libro San José Custodio del Redentor
    Caballeros de la Virgen - Heraldos del Evangelio - Julio del 2007


    Fuente - Oración tomada de Aciprensa:
    http://www.aciprensa.com/sanjose/oracion6.htm

    ESCÁNDALO - ¿Se lucró el Vaticano de la película de Elton John «Rocketman»?



    Por INFOVATICANA | 18 de marzo de 2021





    El cantante Elton John respondió acusando al Vaticano de hipocresía, preguntando cómo el Vaticano podía calificar de pecaminosas las uniones entre personas del mismo sexo, «y sin embargo estar encantado de lucrarse» invirtiendo millones en «Rocketman», «una película que celebra que he encontrado la felicidad gracias a mi matrimonio con David…».


    ¿Realmente el Vaticano invirtió «millones» en la película?
    Sí, y no


    La Secretaría de Estado sí invirtió decenas de millones de euros del Vaticano en un fondo de inversión que, a su vez, invirtió en varias películas de Hollywood, entre ellas «Rocketman», en la que invirtió, según se informa, un millón de euros.

    Pero lo crea o no, esa película puede ser lo menos controvertido sobre dicho fondo.


    El Centurion Global Fund


    La Secretaría de Estado invirtió decenas de millones en el Centurion Global Fund. Se desconoce exactamente cuánto, pero el fondo maneja un total de 70 millones de euros y se ha informado de que al menos dos tercios de ese dinero procedían del Vaticano, incluido el dinero del Óbolo de san Pedro, la colecta mundial anual para apoyar el ministerio del Papa.

    Según el gestor del fondo, Enrico Crasso, en diciembre de 2019, el papa Francisco ordenó liquidar el fondo tras las informaciones de los medios de comunicación sobre sus inversiones.

    El fondo sí invirtió en varias películas de Hollywood, incluyendo «Rocketman» y «Men in Black International». Si bien esas inversiones pueden haber resultado rentables, el fondo en sí tiene un historial accidentado de rendimientos.

    En el año en el que estuvo bajo escrutinio por primera vez, 2018, el Centurion Global Fund registró una pérdida del 4,6%.

    El fondo tiene vínculos con varias instituciones financieras vinculadas a acusaciones de lavado de dinero.

    Diversos informes han establecido que todas las inversiones del fondo se realizaron a través de un pequeño banco suizo en Lugano, Banca Zarattini. En 2018, los fiscales estadounidenses nombraron a ese banco en las imputaciones durante un caso de lavado de dinero de mil millones de dólares relacionado tanto con la compañía petrolera nacional venezolana PDVSA como con Nicolás Maduro. Los fondos mantenidos en el banco fueron identificados para su posible incautación.

    Otros informes también han establecido que el fondo Centurion compartía una dirección registrada en Malta con su gestor de inversiones, Gamma Capital. Gamma fue fundada por Enzo Filippini, un antiguo directivo de otro banco suizo, BSI.

    BSI fue la fuente de millones de euros en préstamos concedidos a la Secretaría de Estado utilizados para financiar diversas inversiones, incluida la operación inmobiliaria de Londres, y estos préstamos se mantuvieron supuestamente fuera de los libros de los inspectores financieros del Vaticano durante el tiempo en que el cardenal Pell estuvo al frente de la Secretaría de Economía.

    En 2016, el BSI fue cerrado por las autoridades bancarias suizas, después de que una inspección encontrara «graves incumplimientos de los requisitos legales de diligencia debida en relación con el blanqueo de capitales y graves violaciones de los principios de gestión adecuada del riesgo y organización apropiada».

    En 2019, la oficina de prensa de la Santa Sede confirmó que el fondo Centurion Global estaba siendo investigado por las autoridades financieras del Vaticano que seguían «líneas de investigación que pueden ayudar a aclarar la posición de la Santa Sede con respecto a los fondos mencionados y cualquier otro, están siendo examinadas actualmente por la judicatura del Vaticano, en colaboración con las autoridades competentes».


    Enrico Crasso


    En el documento de presentación del Centurion Global Fund figura una empresa llamada Sogenel como asesora de inversiones del fondo. Sogenel es la empresa de Enrico Crasso, el antiguo banquero del Credit Suisse que durante años actuó como asesor financiero de la Secretaría de Estado.

    Fue Crasso quien presentó al Vaticano a Raffaele Mincione, el empresario que llegó a venderles el edificio de Londres, y a Gianluigi Tozi, que actuó como intermediario en la venta final y que posteriormente fue detenido por blanqueo de dinero y extorsión.

    Crasso estaba presente en una reunión con Torzi en un hotel romano en 2018, durante la fase final de la venta del edificio londinense, momento en el que Torzi habría extorsionado al Vaticano para conseguir el control de la sociedad de cartera propietaria del edificio.

    Según una grabación de la reunión, se puede escuchar a Torzi solicitando una inversión de millones de euros de fondos del Vaticano en un bono que tenía que vender para cumplir con un acuerdo legal con una compañía de seguros italiana.

    En octubre de 2020, un tribunal suizo concedió a los investigadores del Vaticano pleno acceso a la documentación bancaria relacionada con Crasso, incluida la que obra en poder de Az Swiss & Partners, propietaria de la empresa de Crasso, Sogenel, que gestionaba el fondo Centurión.

    El tribunal dictaminó que «cuando las autoridades extranjeras solicitan información para reconstruir los flujos de activos delictivos, generalmente se considera que necesitan la totalidad de la documentación relativa, a fin de aclarar qué personas o entidades jurídicas están implicadas».

    Crasso ha defendido su gestión de las inversiones del Vaticano, insistiendo en que Centurion fue una empresa rentable. Hizo declaraciones públicas al respecto junto con el cardenal Angelo Becciu, cuando éste era sustituto en la Secretaría de Estado hasta junio de 2018 y tenía la supervisión de los asuntos financieros del departamento.

    El Papa Francisco ordenó a Becciu que renunciara a su cargo como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y a sus derechos como cardenal, en septiembre del año pasado, después de que el Papa recibiera un dossier con acusaciones de mala conducta financiera por parte de Becciu.

    Tras su dimisión forzada, Becciu dijo que, aunque había autorizado las inversiones gestionadas por Crasso, desconocía los detalles y «no es que [Crasso] me explicara las ramificaciones de todas esas inversiones».

    Crasso respondió que «Centurión era conocido en la Secretaría [de Estado]» y que Becciu y otros funcionarios «sabían muy bien» qué inversiones se hacían. Crasso también dijo que los funcionarios de la secretaría a veces le sugerían inversiones específicas.

    En diciembre de 2020, el Papa despojó a la Secretaría de Estado de su cartera financiera y ordenó al departamento que entregara el control de todas las cuentas bancarias e inversiones a la APSA. La ley emitida por el Papa que introducía este cambio contenía una mención específica a varias prácticas financieras vinculadas a los recientes escándalos.


    Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM:






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