viernes, 5 de febrero de 2021

San Pablo Miki y Compañeros - Mártires del Japón - Fiesta Febrero 6



"Llegado a este momento final de mi existencia en la tierra, seguramente que ninguno de ustedes va a creer que me voy a atrever a decir lo que no es cierto. Les declaro pues, que el mejor camino para conseguir la salvación es pertenecer a la religión cristiana, ser católico"


Fueron 26, martirizados el mismo día, 5 de febrero del año 1597. En el año 1549 San Francisco Javier llegó al Japón y convirtió a muchos paganos.

Ya en el año 1597 eran varios los miles de cristianos en aquel país. Y llegó al gobierno un emperador sumamente cruel y vicioso, el cual ordenó que todos los misioneros católicos debían abandonar el Japón en el término de seis meses. Pero los misioneros, en vez de huir del país, lo que hicieron fue esconderse, para poder seguir ayudando a los cristianos. Fueron descubiertos y martirizados brutalmente. Los que murieron en este día en Nagasaki fueron 26: tres jesuitas, seis franciscanos y 16 laicos católicos japoneses, que eran catequistas y se habían hecho terciarios franciscanos.

Los mártires jesuitas fueron: San Pablo Miki, un japonés de familia de la alta clase social, hijo de un capitán del ejército y muy buen predicador, San Juan Goto y Santiago Kisai, dos hermanos coadjutores jesuitas. Los franciscanos eran: San Felipe de Jesús, un mexicano que había ido a misionar al Asia. San Gonzalo García que era de la India, San Francisco Blanco, San Pedro Bautista, superior de los franciscanos en el Japón y San Francisco de San Miguel.

Entre los laicos estaban: un soldado: San Cayo Francisco; un médico: San Francisco de Miako; un Coreano: San Leon Karasuma, y tres muchachos de trece años que ayudaban a misa a los sacerdotes: los niños: San Luis Ibarqui, San Antonio Deyman, y San Totomaskasaky, cuyo padre fue también martirizado.

A los 26 católicos les cortaron la oreja izquierda, y así ensangrentados fueron llevados en pleno invierno a pie, de pueblo en pueblo, durante un mes, para escarmentar y atemorizar a todos los que quisieran hacerse cristianos.




Al llegar a Nagasaki les permitieron confesarse con los sacerdotes, y luego los crucificaron, atándolos a las cruces con cuerdas y cadenas en piernas y brazos y sujetándolos al madero con una argolla de hierro al cuello. Entre una cruz y otra había la distancia de un metro y medio.

La Iglesia Católica los declaró santos en 1862. Testigos de su martirio y de su muerte lo relatan de la siguiente manera:


"Una vez crucificados, era admirable ver el fervor y la paciencia de todos. Los sacerdotes animaban a los demás a sufrir todo por amor a Jesucristo y la salvación de las almas. El Padre Pedro estaba inmóvil, con los ojos fijos en el cielo. El hermano Martín cantaba salmos, en acción de gracias a la bondad de Dios, y entre frase y frase iba repitiendo aquella oración del salmo 30: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". El hermano Gonzalo rezaba fervorosamente el Padre Nuestro y el Avemaría"


Al Padre Pablo Miki le parecía que aquella cruz era el púlpito o sitio para predicar más honroso que le habían conseguido, y empezó a decir a todos los presentes (cristianos y curiosos) que él era japonés, que pertenecía a la compañía de Jesús, o sociedad de los Padres Jesuitas, que moría por haber predicado el evangelio y que le daba gracias a Dios por haberle concedido el honor tan enorme de poder morir por propagar la verdadera religión de Dios. A continuación añadió las siguientes palabras:




"Llegado a este momento final de mi existencia en la tierra, seguramente que ninguno de ustedes va a creer que me voy a atrever a decir lo que no es cierto. Les declaro pues, que el mejor camino para conseguir la salvación es pertenecer a la religión cristiana, ser católico. Y como mi Señor Jesucristo me enseñó con sus palabras y sus buenos ejemplos a perdonar a los que nos han ofendido, yo declaro que perdono al jefe de la nación que dio la orden de crucificarnos, y a todos los que han contribuido a nuestro martirio, y les recomiendo que ojalá se hagan instruir en nuestra santa religión y se hagan bautizar"


Luego, vueltos los ojos hacia sus compañeros, empezó a darles ánimos en aquella lucha decisiva; en el rostro de todos se veía una alegría muy grande, especialmente en el del niño Luis; éste, al gritarle otro cristiano que pronto estaría en el Paraíso, atrajo hacia sí las miradas de todos por el gesto lleno de gozo que hizo. El niño Antonio, que estaba al lado de Luis, con los ojos fijos en el cielo, después de haber invocado los santísimos nombres de Jesús, José y María, se puso a cantar los salmos que había aprendido en la clase de catecismo. A otros se les oía decir continuamente:


"Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía"


Varios de los crucificados aconsejaban a las gentes allí presentes que permanecieran fieles a nuestra santa religión por siempre. Luego los verdugos sacaron sus lanzas y asestaron a cada uno de los crucificados dos lanzazos, con lo que en unos momentos pusieron fin a sus vidas.

El pueblo cristiano horrorizado gritaba:


¡Jesús, José y María!


Fuente - Texto tomado de EWTN:
http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Pablo_Miki.htm

MILAGRO DE DIOS: En Ciudad Bolívar (Bogotá) - ¿Después de un grave incendio? - Febrero 4 de 2021




¿Milagro en Ciudad Bolívar?
Una Biblia quedó intacta luego de un voraz incendio



Uno de los afectados por las llamas encontró una Biblia completamente intacta. Además, el libro sagrado estaba abierto dejando leer un versículo marcado.


5 de Febrero de 2021 / 12:14 pm / Por: Noticiasrcn.com


Una emergencia sacudió un popular sector de Ciudad Bolívar, en Bogotá. Al parecer, la quema de basura provocó que las llamas se salieran de control y destruyeran siete viviendas, una bodega de reciclaje y todo lo que encontraron a su paso.

A las 9:00 de la noche del 4 de febrero, el fuerte calor producido por el fuego que salía de una bodega alertaba a los habitantes del barrio Caracolí, en la parte alta de la localidad de Ciudad Bolívar, para que abandonaran sus viviendas. En cuestión de minutos la conflagración alcanzó varias viviendas, desatando una emergencia de grandes proporciones.

Sin embargo, en medio de la catástrofe por las llamas, habitantes del sector dicen que ocurrió un milagro. Uno de los afectados por el voraz incendio encontró una Biblia completamente intacta, pero eso no es todo, el libro sagrado estaba abierto dejando leer un versículo marcado.


Mateo 18:7-9


"¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Tiene que haber escándalos, pero, ¡ay del que causa el escándalo!   

Si tu mano o tu pie te está haciendo caer, córtatelo y tíralo lejos. Pues es mejor para ti entrar en la vida sin una mano o sin un pie que ser echado al fuego eterno con las dos manos y los dos pies.

Y si tu ojo te está haciendo caer, arráncalo y tíralo lejos. Pues es mejor para ti entrar tuerto en la vida que ser arrojado con los dos ojos al fuego del infierno" (Mateo 18, 7-9).





Los dueños de la Biblia terminaron siendo una pareja de adultos mayores que lo perdieron todo.




Por ahora las familias afectadas fueron censadas por el Distrito y recibirán algunas ayudas humanitarias para superar la emergencia.

El control de las llamas se logró tras 30 minutos de intenso trabajo por parte de la comunidad y de los bomberos de Bogotá con apoyo del cuerpo de bomberos del municipio de Soacha.

NoticiasRCN.com


MI NOTA PERSONAL


Hay otro Milagro de Dios: no se registraron personas fallecidas ni heridas...


Para conocer más sobre esta noticia, favor ver el video explicativo en el siguiente enlace:


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