sábado, 5 de septiembre de 2020

Santa Misa - Domingo 6 de Septiembre de 2020





Debido a la emergencia mundial por la pandemia del coronavirus, por la cuarentena obligatoria en la cual nos encontramos sometidos, y al lamentable cierre de los templos católicos en todo el mundo, me permito compartir con ustedes el video de la Santa Misa, que corresponde al Domingo 6 de Septiembre de 2020.







Unámonos todos como Iglesia Militante y Peregrina, y asistamos virtualmente a la Santa Misa, junto a Jesús en su Calvario, con profunda fe y recogimiento.


Elevemos a Dios nuestras oraciones y peticiones personales, también por las de nuestros familiares, amigos y el mundo entero.


Igualmente, pidamos perdón por nuestros pecados, procuremos la conversión de nuestras vidas, y cuando la Iglesia Católica lo permita y abra nuevamente las puertas de los templos, busquemos a Dios a través del Sacramento de la Reconciliación "Penitencia o Confesión", y recibamos la gracia de su perdón y su amoroso abrazo de Padre, que recibe a sus hijos pródigos que regresan a Él, ÚNICO PADRE que sí nos ama verdaderamente.


Recordemos lo más sublime: recibir en estado de gracia al Señor Dios en su Presencia Real, en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía (Hostia Consagrada), en la totalidad de su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en el santísimo sacrificio incongruento, como memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.



Dios nos colme de abundantes bendiciones a todos, la Santísima Virgen María interceda por nosotros, y San José, protector de la Iglesia Católica Universal, defienda a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas del demonio y de todos sus enemigos, además de toda adversidad.


Muchas gracias a todos ustedes por su gentil atención.



Video tomado de YOUTUBE:

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 18, 15-20



15. "Que si tu hermano pecare contra ti, o cayere en alguna culpa, ve y corrígele estando a solas con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano.

16. Si no hiciere caso de ti, todavía válete de una o dos personas, a fin de que todo sea confirmado con la autoridad de dos o tres testigos.

17. Y si no los escuchare, díselo a la Iglesia; pero si ni a la misma Iglesia oyere, tenlo como por gentil y publicano.






18. Os empeño mi Palabra, que todo lo que atareis sobre la tierra, será eso mismo atado en el cielo; y todo lo que desatareis sobre la tierra, será eso mismo desatado en el cielo.

19. Os digo más: Que si dos de vosotros se unieren entre sí sobre la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, les será otorgado por mi Padre que está en los cielos.






20. Porque donde dos o tres se hallan congregados en mi Nombre, allí me hallo Yo en medio de ellos".


Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

7 poderosas razones del por qué los católicos somos devotos a la Virgen María




La verdadera devoción a María, no se queda en Ella, sino nos conduce hacia Dios.




Luego de haber realizado más de setenta mil exorcismos, el padre Gabrielle Amorth, fundador y presidente honorario de la Asociación Internacional de Exorcistas, exorcista oficial en Roma, afirma que el demonio le tiene odio feroz a la Virgen María.

El obispo de Nigeria declaró que Jesucristo le dejó ver que el rezo del Santo Rosario es un instrumento poderosísimo para terminar con la violencia de Boko Haram, un grupo islámico radical y sanguinario que se ha dedicado a perseguir, secuestrar, torturar, aterrorizar y asesinar a miles y miles de cristianos de ése y otros países.

Scott Hahn, ex-presbiteriano convertido al catolicismo, prolífico autor y actual profesor de teología en una universidad católica en EE.UU., cuenta que empezar a rezar el Rosario marcó una gran diferencia en su vida y lo ayudó en su conversión.

Tres testimonios muy distintos y una misma conclusión: A la Virgen María Dios le ha concedido un poder muy especial, capaz de vencer al demonio y de convertir los corazones. Los católicos lo sabemos y por ello nos acogemos confiados a su guía y protección. Pero hay muchas personas que no lo saben, y lamentablemente se pierden de su maternal intercesión.


razones de nuestra devoción
a la Virgen María


1.- María es Madre de Jesucristo.




Lo dice en la Biblia (Ver Mt 1,16.18; 2,11; Lc 1, 42-43).


2.- María vive en el cielo, al lado de su Hijo.




Los católicos creemos que fue asunta al cielo en cuerpo y alma, pero para quienes no aceptan lo que no está en la Biblia (aunque la propia Biblia no pide eso), hay un argumento bíblico: Jesús afirma que “para Dios todos viven, porque no es un Dios de muertos sino de vivos” (Lc 20,38), así que María está viva y en el cielo.


3.- María nos comprende y nos ayuda.




Como ser humano, como mujer, nos comprende perfectamente. Y los Evangelios la muestran siempre atenta a las necesidades de los demás y siempre dispuesta a ayudar: por ejemplo, en cuanto se entera de que su anciana prima está embarazada, va presurosa a apoyarla (ver Lc 1, 36.39-40), y en cuanto se da cuenta de que en cierta boda faltaba el vino, avisó a Jesús (ver Jn 2,3).


4.- María es nuestra Madre.




Desde la cruz, Jesús encomendó a María al discípulo amado (ver 19, 25-27), y en él, a todos nosotros.


5.- María intercede por nosotros.




No acudimos a Ella como si fuera diosa, nuestra devoción no es idolatría. Le pedimos, como en el Avemaría que ‘ruegue por nosotros’, a ¿quién? a Dios.






En revelaciones y apariciones como la de la Virgen de Guadalupe, María nos ha declarado su amor maternal y ofrecido su intercesión. En la Biblia dice que “hay un solo mediador entre Dios y los hombres: Cristo Jesús” (1 Tim 2,5), pero ello no quita que María pueda interceder por nosotros ante su Hijo, al igual que tú o yo podemos orar por otros, como pide la Biblia (ver St 5, 16; 1 Tim 2,1).


6.- María obtiene de Jesús cuanto le pide.







En el Antiguo Testamento vemos que la mujer más poderosa de un reino no era la esposa del rey (solían tener muchas), sino su madre (ver, por ejemplo, 1 Re 1). En el Evangelio vemos que también María, Madre del Rey, tiene el poder de obtener de su Hijo lo que le pide. En la boda de Caná, Jesús acepta intervenir, sólo porque Su Madre se lo pidió (ver Jn 2,6-11).

Hay quien dice que Jesús no tenía consideración a María porque en dos ocasiones la llamó ‘mujer’ en lugar de ‘mamá’, a lo que cabe responder que, como judío, Jesús sin duda cumplió el mandamiento de honrar al padre y a la madre (ver Ex 20,12). Llamar a María ‘mujer’ no era señal de desprecio, todo lo contrario, era encumbrarla a una posición universal, expresar que Ella es la nueva Eva, y que si por una mujer, Eva, nos vino el pecado y la muerte, por otra ‘mujer’, María, nos viene la redención, por medio de su Hijo.


7.- María nos lleva hacia Dios.






La verdadera devoción a María, no se queda en Ella, sino nos conduce hacia Dios. María no quiere nada para sí, Ella nos presenta a Jesús y siempre nos pide: “hagan lo que Él les diga” (Jn 2,5). Acercarnos a Ella es acercarnos a Él, amarla para amarlo a Él.


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET: