lunes, 1 de junio de 2020

¿Por qué junio es el mes del Sagrado Corazón de Jesús?





1 de junio de 2020 / 1:38 am

Redacción ACI Prensa


La Iglesia Católica dedica el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, para que los fieles veneren, honren e imiten más intensamente el amor generoso y fiel de Cristo por todas las personas.

Es un mes donde se le demuestra a Jesús, a través de las obras, cuánto se le ama; correspondiendo a su gran amor demostrado al entregarse a la muerte por sus hijos, quedándose en la Eucaristía y enseñando el camino a la vida eterna.

Sobre esta fiesta, el Papa Benedicto XVI afirmó que:





"Al ver el corazón del Señor, debemos mirar el costado traspasado por la lanza, donde resplandece la inagotable voluntad de salvación por parte de Dios, no puede considerarse culto pasajero o de devoción: la adoración del amor de Dios, que ha encontrado en el símbolo del ‘corazón traspasado’ su expresión histórico-devocional, la cual sigue siendo imprescindible para una relación viva con Dios".

La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los inicios de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el corazón abierto del Señor.





Cuenta la historia que el 16 de junio de 1675, el Hijo de Dios se le apareció a Santa Margarita María de Alacoque y le mostró su Corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior del mismo salía una cruz.





Santa Margarita escuchó al Señor decir:


"He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres recibo ingratitud, irreverencia y desprecio".


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

Hoy la Iglesia celebra la memoria de "María - Madre de la Iglesia" - Junio 1




10 de junio de 2019 1:16 am | ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN HOY 2:01 pm


Hoy la Iglesia celebra la memoria de “María, Madre de la Iglesia”


Redacción ACI Prensa


Este 1 de junio de 2020, la Iglesia celebra por tercera vez la memoria de la Santísima Virgen María Madre de la Iglesia, cuya fecha fue establecida el lunes siguiente a Pentecostés.

El Vaticano estableció la memoria a través de un Decreto de la Congregación para el Culto Divino firmado el 11 de febrero de 2018.

El documento sostiene que el Papa Francisco “consideró atentamente que la promoción de esta devoción puede incrementar el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana”.

En el decreto, la misma Congregación señala que “esta celebración nos ayudará a recordar que el crecimiento de la vida cristiana, debe fundamentarse en el misterio de la Cruz, en la ofrenda de Cristo en el banquete eucarístico, y en la Virgen oferente, Madre del Redentor y de los redimidos”.

“La gozosa veneración otorgada a la Madre de Dios por la Iglesia en los tiempos actuales, a la luz de la reflexión sobre el misterio de Cristo y su naturaleza propia, no podía olvidar la figura de aquella Mujer, la Virgen María, que es Madre de Cristo y, a la vez, Madre de la Iglesia”, precisa el texto.

En una de sus columnas semanales, el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez, indicó que los primeros cristianos “tenían una conciencia profunda de que la Iglesia era su ‘madre’ espiritual, que los daba a luz en el bautismo, constituyéndolos en hijos de Dios a través de los sacramentos”.

También en el Nuevo Testamento “los apóstoles a menudo se referían a los fieles como a sus hijos espirituales, reflejando así nuevamente su comprensión de que la Iglesia es nuestra madre y nuestra familia”.

“Y en esto, los primeros cristianos entendieron que María era el símbolo perfecto de la maternidad espiritual de la Iglesia”, afirmó Mons. Gómez.

Por ello, señaló que la nueva memoria que los católicos celebrarán el 21 de mayo (de 2018) es “un profético redescubrimiento de una antigua devoción”.

En el siglo XX, el Papa Pablo VI, dirigiéndose a los padres conciliares del Vaticano II, declaró que María Santísima era Madre de la Iglesia.

La memoria “Virgen María, Madre de la Iglesia” recuerda que ella es Madre de todos los hombres y especialmente de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, desde que es Madre de Jesús por la Encarnación.

Así lo confirmó Jesús desde la Cruz, antes de morir, al apóstol San Juan, y el discípulo la acogió como Madre.

La piedad de la Iglesia hacia la Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano, cumpliendo así la profecía de la Virgen, que dijo:

“Me llamarán Bienaventurada todas las generaciones” (Lc 1,48)
Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM: