viernes, 29 de mayo de 2020

Novena en Honor del Espíritu Santo - Día Octavo - Mayo 30 de 2020


Dobla la voluntad
y el corazón obstinado,
funde lo que está helado,
calienta lo que está frío.
Guía los pasos
que se han desviado.

El don de Sabiduría






Abarcando a todos los otros dones, como la caridad abraza a todas las otras virtudes, la Sabiduría es el más perfecto de los dones. De la Sabiduría está escrito:


"Todo lo bueno vino a mí con Ella, y riquezas innumerables me llegaron a través de sus manos"

Es el don de la Sabiduría el que fortalece nuestra fe, fortifica la esperanza, perfecciona la caridad y promueve la práctica de la virtud en el más alto grado. La Sabiduría ilumina la mente para discernir y apreciar las cosas de Dios, ante las cuales los gozos de la tierra pierden su sabor, mientras la Cruz de Cristo produce una divina dulzura, de acuerdo a las palabras del Salvador:




"Toma tu cruz y Sígueme, porque Mi Yugo es dulce y Mi Carga ligera" 


Padrenuestro y Avemaría: 1 vez.
Gloria: 7 veces.
Acto de Consagración.
Oración por los 7 dones.


Acto de Consagración
al Espíritu Santo
(Se reza diariamente durante la novena)






De rodillas frente a la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu Pureza, la inequívoca precisión de tu Justicia, y el poder de tu Amor. Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y soy. Deseo no contristarte nunca por la infidelidad a la gracia, y ruego con todo mi corazón apartarme del mínimo pecado contra Ti. Misericordiosamente cuida de mi íntimo pensamiento y concédeme que pueda siempre observar tu Luz, escuchar tu Voz, y seguir las inspiraciones de tu gracia. Yo me aferro a Ti y me entrego a Ti y te pido, por tu Compasión, que me cuides en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y viendo sus Cinco Llagas, y confiando en su Preciosa Sangre y adorando su Costado y su Corazón Abierto, te imploro, Adorable Espíritu, Ayuda de mi enfermedad, mantenme en tu gracia, que nunca peque contra Ti. ¡Dame la gracia, Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, de decirte siempre que sí en todo tiempo y lugar. "¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!"


Amén




Oración por los
Siete Dones del Espíritu Santo
(Se reza diariamente durante la novena)




Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor. Concédeme el Espíritu de Sabiduría para que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las cosas que son eternas. El Espíritu de Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad. El Espíritu de Consejo para que pueda siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo. El Espíritu de Fortaleza para que pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos que se opongan a mi salvación. El Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los santos. El Espíritu de Piedad para que pueda encontrar el servicio a Dios dulce y amable. Y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo. Márcame, amado Señor, con la señal de tus verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu.


Amén


Oraciones
para empezar todos los días


¡Dios mío! Dios de amor y de verdad. Autor de la santificación de nuestras almas, postrado humildemente ante vuestra soberana Majestad, detesto en la amargura de mi corazón todos mis pecados, como ofensas hechas a Vos, digno de ser amado sobre todas las cosas.  ¡Oh bondad infinita! ¡Quién jamás os hubiera ofendido! Perdonadme, Señor, Dios de gracia y de misericordia, perdonadme mis continuas infidelidades; el no haber tenido valor para ejecutar cosa alguna buena, después que tantas veces vuestra misericordia y gracia me han solicitado, reprendido, amenazado e inspirado amorosamente. Me pesa, me arrepiento de la ingrata correspondencia e indigna ceguedad con que he resistido incesantemente a vuestros dulces y divinos llamamientos. Mas propongo firmemente con vuestro auxilio de no ser ya rebelde a Vos, de seguir en adelante vuestras tiernas inspiraciones con suma docilidad. A este fin, alumbrad, oh fuente de luz, mi entendimiento, fortaleced mi voluntad, purificad mi corazón, arreglad todos mis pensamientos, deseos y afectos, y hacedme digno de gustar los frutos bienaventurados que vuestros dones producen en las almas que os poseen. Concededme las gracias que os pido en esta Novena, si han de ser para mayor gloria vuestra, y para que yo os vea, ame y alabe sin fin en vuestra gloria.


Amén




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





Ven a nuestras almas
¡Oh Espíritu Santo!
y del cielo envía
de tu luz un rayo.

Ven, padre de pobres,
ven, de dones franco,
ven, de corazones
lúcido reparo.

Ven, consolador,
dulce y soberano,
huésped de las almas,
suave regalo.

En los contratiempos
descanso al trabajo,
templanza en lo ardiente
consuelo en el llanto.

Santísima luz de
todo cristiano,
lo íntimo del pecho,
llena de amor casto.

En el hombre nada
se halla sin tu amparo,
y nada haber puede
sin Ti, puro y santo.

Con tus aguas puras
lava lo manchado,
riega lo que es seco
pon lo enfermo sano.

Al corazón duro
doblegue tu mano,
y ablande las almas
que manchó el pecado.

Vuelve al buen camino
al extraviado,
y al helado enciende
en tu fuego santo.

Concede a tus fieles
en Ti confiados
de tus altos dones
sacro setenario.

Aumento en virtudes
haz que merezcamos,
del eterno gozo
el feliz descanso.

Amén


A continuación rezar
la oración del día que corresponda:




Oración


Ven, Oh Espíritu de Sabiduría y revela a mi alma los misterios de las cosas celestiales, su enorme grandeza, poder y belleza. Enséñame a amarlas sobre todo y por encima de todos los gozos pasajeros y las satisfacciones de la tierra. Ayúdame a conseguirlas y a poseerlas para siempre.

Amén


ORACIONES FINALES
PARA TODOS LOS DÍAS
(Excepto el último día)




HIMNO AL ESPÍRITU SANTO




¡Ven, Oh Criador Espíritu!
nuestras almas visitad,
los pechos, que Vos criasteis,
llene gracia celestial.

Pues sois Paráclito Espíritu,
Don del Padre celestial,
fuente viva, sacro fuego,
unción santa, espiritual.

En tus dones setiformes,
tu promesa paternal,
dedo eterno de Dios Padre
nuestras lenguas inflamad.

Ilustrad nuestros sentidos,
el corazón inflamad,
nuestros cuerpos, que son flacos,
con vuestra virtud armad.

Apartad los enemigos,
danos la divina paz
y siendo Vos nuestra guía
huyamos toda maldad.

Por Vos al Padre y al Hijo,
en esta vida mortal
conozcamos, y creamos
siempre tu Divinidad.

A Dios PADRE sea gloria,
al HIJO gloria inmortal
y al Espíritu PARÁCLITO
por toda la Eternidad.

Amén


ORACIÓN


¡Oh Espíritu Santo! Divinísimo consolador de mi alma, fuego, luz y celestial ardor de los corazones humanos, si es para gloria de vuestra Majestad que yo consiga lo que deseo y pido en este día, dignáos concedérmelo benignamente; y sino dirigid mi petición, dándome las gracias que ha de ser para vuestra mayor gloria y bien de la salvación de mi alma.
Amén


Ahora cada uno se recogerá interiormente y pedirá la gracia que más necesite...

Hecha la petición, se concluirá todos los días con antífona, verso, respuesta y oración siguientes:




ANTÍFONA


No os dejaré huérfanos, aleluya; voy y vengo a vosotros, aleluya; y se alegrará vuestro corazón, aleluya, aleluya.

V. Enviad, Señor, vuestro Santo Espíritu, y serán creados.

R. Y renovaréis la faz de la tierra.




ORACIÓN


Oh Dios, que habéis instruido los corazones de los fieles con la ilustración del Espíritu Santo, dadnos el sentir rectamente con este mismo Espíritu, y gozar siempre de su consolación. Por Jesucristo Señor nuestro, tu Hijo, que vive contigo y reina en la unidad del mismo Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos.
Amén




Fuente - Apologética Siloé - Traducción de EWTN:
Fuente:  Devocionario Católico
http://www.devocionario.com/espiritu/novena_1.html

Las personas religiosas y de ambientes religiosos son más virtuosas (la psicología lo constata)




La clave para las virtudes está en el ambiente... especialmente el religioso. Las personas religiosas, y de ambientes religiosos, son más virtuosas: la psicología lo constata. Los estímulos externos positivos hacen que tomemos mejores decisiones morales.


Poli Sanchiz / ReL - 28 de mayo de 2018






En la España actual y también en otros países de occidente, padres que no son muy creyentes o incluso agnósticos, deciden enviar a sus hijos a colegios religiosos, grupos scouts cristianos e incluso a catequesis, aunque ellos no vayan a misa. ¿Por qué? Los padres quizá no tienen mucha fe pero creen que los niños crecerán allí en virtudes. 

Y tienen razón. El ambiente influye a la hora de tomar decisiones virtuosas y de formar personas virtuosas, y así lo ha demostrado la ciencia psicológica moderna. Y es algo que la Biblia, los filósofos antiguos y la sabiduría popular ya conocían.




El caso del olor a galletas


La virtud a menudo no depende tanto de nuestra convicción como de estímulos más prosaicos. Un estudio realizado en 1997 por el psicólogo social Robert Baron demostró que varias personas eran más propensas a ayudar a otras después de haber olido galletas recién horneadas o canela.

Ayudar a alguien, un acto bienintencionado, no parecía ser producto de la voluntad, sino del estímulo del azúcar y los carbohidratos. La gente es más simpática y tratable después de comer, o de tomar té con pastitas.


¿Determinados por nuestros estímulos?






La importancia de un buen ambiente, de un entorno que fomenta unas virtudes, ya la remarcaba la Biblia, según reflexiona un artículo de Christianity Today. Por ejemplo, utilizar el sentimiento de culpa para que alguien ayude a otros es algo que tanto padres de familia como sacerdotes han sabido hacer desde hace siglos. 

Un estudio del psicólogo Dennis Reagan demostró que las personas que se sentían culpables de haber realizado una mala acción son cuatro veces más propensas a ayudar a personas necesitadas. 

Quizá eso confirma la utilidad social de ir a misa cada domingo, y no solo de vez en cuando: que te regañen por actuar mal y te animen a actuar bien tiene una cierta eficacia si se administra en dosis regulares.

Estos estudios vienen a confirmar lo que la sabiduría popular ha enseñado siempre. La gente puede llegar a hundirse en los rincones más malvados del corazón humano, pero también volar por un cielo de santidad, si se apoya en el ambiente adecuado.


El carácter: vicios, virtudes y motivaciones


El filósofo Christian B. Miller está especializado en Ética y Filosofía de la Religión. Es autor también de uno de los últimos informes en psicología del comportamiento, el libro La escala del carácter ¿cuán buenos somos? (The Character Gap: How Good Are We?).

Miller es el director de The Character Project (www.thecharacterproject.com), financiada a su vez por la rica Fundación John Templeton. The Character Project lleva desde 2010 investigando sobre la conducta humana a nivel psicológico.

En su libro, Miller explica en primer lugar lo que la gente suele entender cuando habla de carácter. Normalmente, las personas conciben el carácter como una unión de virtudes (honestidad, compasión…) y vicios (ira, avaricia…).

Otro factor que añaden son los motivos que llevan a una persona a realizar una acción. Sin embargo, hacer buenas acciones para ser visto no le confiere a una persona un carácter virtuoso, da igual lo mucho que haya ayudado a otros.


Ayudando por el sentimiento de culpa






A continuación, Miller demuestra que no somos tan virtuosos como creemos, ni tan malos. En un estudio realizado en un supermercado, se hizo un seguimiento de 20 personas. Un actor pasó en algún momento de su compra delante o cerca de ellos con una bolsa de caramelos rota, de la que iban cayendo dulces al suelo. 

Tan solo tres de los veinte sujetos se ofrecieron a ayudarle (un 15%). El otro 85% no hizo nada. Esto cambió, sin embargo, en cuanto se hizo sentir culpables a los sujetos que se habían encontrado con el actor. La conclusión a la que llega Miller hilando distintos experimentos es que las personas rara vez son compasivas a no ser que se sientan culpables, que las hayan empujado a serlo o que sientan vergüenza. La gente está dispuesta a ser buena... pero necesita un empujoncito.






Por otro lado, la gente también puede ser de mucha ayuda. Cuando se pide a alguien que se ponga en la piel del otro, se consigue que tenga dos veces más disposición de ayudar que si no lo hace. Aún así, Miller concluye esta parte del libro de forma tajante. “Puede haber ciertos afortunados que tengan un carácter genuinamente virtuoso, pero la mayoría de nosotros tenemos un camino largo por recorrer en este sentido”, escribe.


El experimento de Milgram


Miller aporta otros datos que son más inquietantes. Con que solo se lo manden, la gran mayoría de personas puede causar dolor a otras. Así lo demostró en 1963 el doctor Stanley Milgram, psicólogo estadounidense y profesor universitario, que con el famoso “Experimento de Milgram” demostró que una persona puede causar daño a otras si una autoridad se lo manda.

El experimento consiste en que el investigador (V) persuade al participante (L) para que dé lo que éste cree son descargas eléctricas dolorosas a otro sujeto (S), el cual es un actor que simula recibirlas. Pese a que el actor les suplica que paren, la mayoría sigue aplicando descargas si les insiste el investigador.

“Los psicólogos son muy hábiles a la hora de provocar la ira de la gente en los laboratorios”, escribe Miller. Aparentemente, no cuesta mucho.


Tendemos al bien si no hay presiones


Pero no somos malvados. Según Miller, la mayoría de personas que saben que pueden causar un mal e irse de rositas, no lo hacen si no son presionadas. La gente cuenta mentiras piadosas, da cumplidos inmerecidos y tiende a mentir a veces para mantener relaciones amorosas o sociales. 






Además, existen pequeñas ventajas que pueden marcar la diferencia en el comportamiento de una persona. La gente tiende a comportarse mejor frente a un espejo, después de cantar una canción sobre buen comportamiento, o después de haber leído los Diez Mandamientos. “Nos podemos comportar de forma admirable en ciertas ocasiones, y luego ser tremendamente malos en otras”, explica Miller. Y, normalmente, todo depende de factores ambientales.

Al final Miller dice que no podemos hacer mucho por cambiar nuestro carácter...¡excepto ser religiosos! 


Ser religioso aumenta tus virtudes




Las personas religiosas, saben los psicólogos y sociólogos, tienen mejores puntuaciones en los tests de comportamiento. Son más generosas, más sociales y menos tendentes al crimen, a las adicciones o a otros vicios. Según Miller, que dedica todo un capítulo de su libro a la relación entre virtud y religiosidad, hay "literalmente cientos de estudios" que conectan ambas cosas: los religiosos son más virtuosos.

Miller plantea una pregunta: ¿es la religión la que convierte a personas normales en personas más virtuosas? ¿O son las personas virtuosas las que tienden a acudir a comunidades y actividades religiosas? Parte de la respuesta podría estar en el fenómeno que planteábamos al principio: los padres, que quizá no son muy virtuosos, sí apuntan a sus hijos a escuelas y actividades de grupos religiosos, porque saben que allí adquirirán virtud. Los no muy religiosos buscan -y esperan- virtud donde están los religiosos.

Tenemos ciertas tendencias al mal y a la vez queremos ser mejores personas de lo que somos capaces. Rodearnos con el bien, la virtud y la belleza (además de con gente que persigue estos valores) es nuestra mayor ventaja en un mundo en el que el ambiente influye de forma tan determinante.


Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:

REFLEXIÓN: Las 3 peticiones antes de morir de Alejandro Magno



Aleteia Team | May 11, 2015

Una lección de vida,
en la hora de la muerte


A punto de morir, Alejandro Magno, hizo tres peticiones a sus ministros:


1. Que su ataúd fuera cargado por los mejores médicos de la época.

2. Que los tesoros que poseía fueran esparcidos por el camino hasta su tumba.

3. Que sus manos quedaran fuera del ataúd y a la vista de todos.

Los ministros, sorprendidos, preguntaron:

“¿Cuáles son los motivos?”

Él respondió:

1. Quiero que los mejores médicos carguen mi ataúd para mostrar que no tienen ningún poder sobre la muerte.

2. Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales que aquí se conquistan, aquí se quedan.

3. Quiero que mis manos queden fuera del ataúd para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías y nos vamos con las manos vacías.

“Tiempo” es el tesoro más valioso que tenemos, ¡podemos producir más dinero, pero no más tiempo!

El mejor regalo que puedes dar a alguien es tu tiempo. Dedica más tiempo a Dios y a las personas a quienes amas.


Autor desconocido


Fuente - Texto tomado de ES.ALETEIA.ORG:
https://es.aleteia.org/2015/05/11/las-3-peticiones-antes-de-morir-de-alejandro-magno/