martes, 31 de marzo de 2020

La pandemia del cólera y la Medalla Milagrosa - La Virgen María es otra ayuda celestial contra el Coronavirus




La pandemia del cólera y la Medalla Milagrosa


12 de Marzo de 2020 / Ginebra (Jueves, 12-03-2020, Gaudium Press)


Ante la nueva pandemia de coronavirus, comienzan a circular cada vez más las informaciones que dan cuenta de las ayudas celestiales contra las enfermedades humanas en el pasado.

Corría el año de 1832, y después de harta insistencia del cielo y de Santa Catalina Labouré, la medalla milagrosa comienza a ser distribuida con profusión, aupada también por la epidemia de cólera que asoló París en ese entonces.

20.000 personas allí morirían por causa de la terrible enfermedad, de cuyo tratamiento poco se sabía. En ese siglo, la pandemia de cólera se había originado en el delta del Ganges, en la India.

Pero desde entonces seis pandemias de cólera han matado a millones de personas en los cinco continentes. A medida que se iba distribuyendo la medalla, los milagros obtenidos por la intercesión de la Virgen de la "medalla milagrosa" también se iban multiplicando.

El apodo de ‘milagrosa' le fue dado por el pueblo fiel, que veía entre otras cosas como la medalla que estaban distribuyendo las Hijas de la Caridad operaba prodigios contra el cólera, que solo podían ser calificados como de milagrosos.

La progresión de la difusión de la medalla fue ‘geométrica'. En junio de 1832 se distribuían las primeras 2.000. En otoño de 1834 ya se había difundido más de medio millón, en 1835 un millón, y en 1839 había más de 10 millones de medallas circulando en muchos lugares.

Se afirma que cuando muere Santa Catalina, en 1876, ya se habían difundido más de mil millones de medallas milagrosas, la de Nuestra Señora de las Gracias.

La historia registra -entre muchos- el caso de la pequeña Caroline Nenain, de apenas ocho años, que asistía a clases en la escuela de la plaza del Louvre. Ella era la única de su clase que no portaba la medalla milagrosa, y la única que se vio afectada de cólera. Sin embargo, tras serle impuesta la medalla, fue curada y pudo volver a sus estudios.

Se hacía entonces más que realidad lo que le había anunciado la Virgen a la propia Hermana Catalina:


"Haz que se acuñe una medalla según este modelo. Todos cuantos la lleven puesta recibirán grandes gracias. Las gracias serán mas abundantes para los que la lleven con confianza".




Relata el P. Aladel, confesor de Santa Catalina y autor de "Noticia de la Medalla milagrosa" que "el Ilustrísimo Sr. de Quilen [ndr. Arzobispo de París] nos dijo varias veces que le había dado [la medalla] a muchos enfermos, a cuyo lecho le había conducido su ardiente caridad, y siempre con feliz resultado.

Pero no satisfecha aún su piedad, hizo publicar estas maravillas en una Pastoral que dirigió a sus diocesanos el 15 de Diciembre de 1836, con ocasión de consagrarse la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Loreto, en París. 

‘Tenemos -dice en ella- el consuelo de haceros saber y deseamos que se sepa hasta en los últimos confines del orbe católico, cómo esta devoción ha echado en nuestra diócesis hondas raíces, y cada día se robustece y aumenta prodigiosamente por los enfermos que por ella recobran la salud, y cómo las gracias y favores se multiplican a medida que entre nosotros se acude a la tierna piedad de María concebida sin pecado".

La Virgen estaba curando, los cuerpos y las almas. Y lo sigue haciendo.

Con información de Hijasdelacaridad.net y la Organización Mundial de la Salud.




Mi nota personal:


Acudamos a la maravillosa Virgen María y a su portentosa intercesión ante su Divino Hijo Jesús, Creador y Dueño de todo el Universo.

Recemos juntos esta oración poderosa. Al igual que no nos olvidemos de rezar el Santo Rosario, la Coronilla de la Divina Misericordia y el Santo Viacrucis.

Para Jesús no hay nada imposible... ÉL LO SABE, LO VE, Y LO PUEDE TODO.


Súplica de la Medalla Milagrosa


Se reza a las 5 de la tarde del 27 de noviembre, Fiesta de la Medalla Milagrosa,
y en las necesidades urgentes,
cualquier día, a esa hora:






Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace.

https://es.gaudiumpress.org/content/107970-La-pandemia-del-colera-y-la-Medalla-Milagrosa#ixzz6IHfI1oLF 


Se autoriza su publicación desde que cite la fuente. 


‪Todos los derechos reservados www.es.gaudiumpress.org (c)‬ 


Fuente - Texto tomado de ES.GAUDIUMPRESS.ORG:


Del Libro del Apocalipsis de San Juan - 10- Los mil años / Último juicio



01 Vi después a un ángel que bajaba del cielo llevando en la mano la llave del Abismo y una cadena enorme.

02 Sujetó al dragón, la serpiente antigua, que es Satanás o el diablo, y lo encadenó por mil años.

03 Lo arrojó al Abismo, cerró con llave y además puso sellos para que no pueda seducir más a las naciones hasta que pasen los mil años. Después tendrá que ser soltado por poco tiempo.

04 También vi unos tronos, y sentados en ellos los que tienen poder para juzgar. Vi también las almas de aquellos a quienes les cortaron la cabeza por causa de las enseñanzas de Jesús y de la Palabra de Dios. Vi a todos los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido su marca en la frente o en la mano. Volvieron a la vida y reinaron mil años con el Mesías.

05 Esta es la primera resurrección. El resto de los muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años.

06 ¡Feliz y santo es el que participa en la primera resurrección! La segunda muerte ya no tiene poder sobre ellos: serán sacerdotes de Dios y de su Mesías y reinarán con él mil años.

07 Y cuando se terminen los mil años, Satanás será soltado de su prisión,

08 saldrá a engañar a Gog y Magog, es decir, a las naciones de los cuatro extremos de la tierra, una multitud tan numerosa como las arenas del mar.

09 Invadieron el país entero y cercaron el campamento de los santos, la Ciudad muy amada, pero bajó fuego del cielo y los devoró.

10 Entonces el diablo, el seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya se encontraban la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

11 Luego vi un trono grande y espléndido y a uno que estaba sentado en él; el cielo y la tierra huyeron al verlo sin que quedaran huellas de ellos.

12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono, mientras eran abiertos unos libros. Luego fue abierto otro, el libro de la vida. Entonces fueron juzgados los muertos de acuerdo con lo que está escrito en esos libros, es decir, cada uno según sus obras.

13 El mar devolvió los muertos que guardaba, y también la Muerte y el Lugar de los muertos devolvieron los muertos que guardaban, y cada uno fue juzgado según sus obras.

14 Después la Muerte y el Lugar de los muertos fueron arrojados al lago de fuego: este lago de fuego es la segunda muerte.

15 Y todo el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.




Favor leer estos artículos relacionados: