martes, 10 de marzo de 2020

5 medios para dominar las preocupaciones y no dejar que los problemas nos agobien y debiliten



La sabiduría popular y la ciencia coinciden: no hay que quedarse enganchado en los pensamientos negativos y las preocupaciones.


Febrero 29 de 2016


Hay muchas cosas que pueden causar traumas y estrés, pero la ciencia está confirmando cada vez más que repensar y rumiar una y otra vez los momentos malos, es decir, preocuparse demasiado, agrava el nivel de daño mental y emocional de la persona.

Una investigación en 2013 de la Universidad de Liverpool (de su Instituto de Psicología, Salud y Sociedad), a partir de 32.827 personas estudiadas con un test en 172 países, confirmó que el pensamiento insistente o compulsivo acerca de un problema causa más daño psico-emocional que el problema en sí. Por el contrario, las personas que no piensan mucho en sus problemas o las heridas del pasado tienen mejor salud mental y emocional. 

"Los individuos que no rumian sus problemas ni se culpan por las experiencias negativas de su vida tienen niveles de depresión mucho menores que las que sí lo hacen", constataba Peter Kinderman, el profesor de psicología clínica que lideró el estudio.

En este contexto tiene sentido reflexionar sobre unas sencillas enseñanzas de quien fuera el obispo de Colima, México, Rogelio Sánchez González (1921-2011), quien en su libro "Relaciones humanas", recientemente recordado en PildorasdeFe.net, proponía 5 formas de controlar estos pensamientos. 


5 medios para dominar las preocupaciones
por el obispo Rogelio Sánchez González


Buscar solución y actuar, no agitarse por naderías, alegrarse de lo que se tiene, hacer el bien a pesar de las críticas y confiar en Dios.

1.- Si nuestra preocupación es por algo presente, es útil el analizar cuidadosamente el problema, luego buscar lo que se puede hacer para solucionarlo, y finalmente decidirse por alguno de los medios que aparecen.

2.- No hacer grande lo pequeño. No agitarse por naderías. Válgase de aquel dicho popular: “Más se perdió en el diluvio”.

3.- Alegrarnos de lo que tenemos y no prestar atención fija en lo que no tenemos y que quizá ni falta nos hace. Muchas de nuestras exigencias no nos hacen felices, solo crean servidumbres y preocupaciones.

4.- No hagamos caso de críticas, calumnias o burlas. Hagamos el bien y dejemos que critiquen. Es frecuente que se critique a personas que valen y precisamente porque en algo se están destacando. También a Cristo lo criticaron y aún lo traicionó un amigo. Que las críticas nos ayuden a perfeccionarnos.

5.- El encomendarse a Dios y confiar en su poder y en su amor a nosotros, disipa muchas preocupaciones. La oración confiada es de los mejores medios para tranquilizar en los problemas y para resolverlos mejor. Cristo sufría en el Huerto de los Olivos y le dio fortaleza.

Te invitamos a que en tus momentos de preocupación te dirijas a Dios orando con el salmo 33:


“Bendeciré en todo tiempo a Dios,
sin cesar en mi boca su alabanza;
Ensalzad conmigo a Dios,
exaltemos juntos su nombre.
Consulté a Dios y me respondió:
me libró de todos mis temores.
Si grita el pobre, Dios lo escucha,
y lo salva de todas sus angustias.
El ángel de Dios pone su tienda
en torno a sus adeptos y los libra.
Gustad y ved lo bueno que es Dios ,
dichoso el hombre que se acoge a él.
Respetad a Dios, santos suyos,
que a quienes le temen nada les falta.
Los ricos empobrecen
y pasan hambre,
los que buscan a Dios
de ningún bien carecen.
Huye del mal y obra el bien,
busca la paz y anda tras ella.
Los ojos de Dios sobre los justos,
sus oídos escuchan sus gritos.
Cuando gritan, Dios los oye
y los libra de sus angustias;
Dios está cerca de los desanimados,
él salva a los espíritus hundidos.
Muchas son las desgracias del justo,
pero de todas le libra Dios”.
(Salmo 33)


Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:
http://www.religionenlibertad.com/5-medios-para-dominar-las-preocupaciones-y-no-dejar-que-los-48058.htm

¿Por qué los millennials son unos llorones? Una explicación contundente y amena





Por: Silvana Ramos | Fuente: Catholic-link.com 


Simon Sinek es un escritor y motivador que encontró la fama luego de dar una charla en TED llamada: «How great leaders inspire action» (cómo los grandes líderes inspiran la acción). En las últimas horas, nuevamente una conversación de Sinek está dando qué hablar: «Los millennials en el lugar de trabajo». Lejos de ser una charla diseñada solo para empresarios o para los jóvenes millennials que quieren algún consejillo para mejorar su performance laboral, Simon Sinek nos sorprende con una claridad impresionante sobre una realidad que no solo les puede costar la felicidad a este grupo de personas, sino que, finalmente puede tener un impacto (y muy grande) en el resto de generaciones por venir.







El viral trae los extractos más resaltantes de la conversación. Las razones que da Sinek sobre por qué los millennials son como son, son las siguientes:

  1. La crianza, es decir, el estilo de crianza que sus padres tuvieron con ellos.
  2. La tecnología con la que crecieron.
  3. La impaciencia, el querer todo inmediatamente.
  4. El ambiente, un ambiente que no se preocupa por ellos sino por los resultados.

Nuevamente se trata de la familia, nuevamente son los padres los primeros responsables por la educación de sus hijos. En los millennials (y en todas las generaciones) la labor de los padres tiene sus consecuencias. Ellos son narcisistas, centrados en sí mismos, que necesitan sobresalir, le rehuyen al esfuerzo, buscan el placer inmediato, porque simplemente decidieron ser así; ellos fueron formados de tal manera que terminaron adquiriendo estos hábitos y creencias.

Luego de ver el video, que por un momento puede sonar muy pesimista, yo como padre y que no estoy lejos de los millennials, me quedo con dos tareas por cumplir y ayudar a descubrir:


1. La gratificación instantánea sólo dura un instante


(¡Ja! por eso se llama instantánea). El placer inmediato no es un buen negocio en ningún caso. Desde comerme un litro de helado cuando estoy triste, hasta embarcarme en una relación de una noche sin compromiso alguno, el placer inmediato no soluciona nada y más bien puede complicarlo todo.


2. La satisfacción con tu carrera y las relaciones personales, ¡requieren tiempo! 


Mucho tiempo y trabajo duro. Siempre, no importa el momento histórico que estés viviendo o la tecnología maravillosa con la que cuentes. Hay cosas que nunca cambian y esto es la naturaleza de las relaciones humanas, para conocer el misterio de otro no hay APP que valga, la comunicación directa, el tiempo, la paciencia, la decisión y la constancia son imprescindibles, de lo contrario vamos muertos… o peor aún conformándonos con nada.

Los millennials son nuestros jóvenes. Nosotros los adultos necesitamos salir al paso, darnos verdadero tiempo para entender quiénes son y por qué se comportan como se comportan. Dejar la crítica y poner nuestra “adultez” al servicio. Ir enseñando (y de paso aprender), con paciencia y compromiso, donde sea que nos toque (una corporación, una empresa pequeña, un colegio, una catequesis para jóvenes, el periódico en donde escribo, etc.), a que estos jóvenes se reencuentren con el mundo real y consigo mismos.

Y una reflexión final para los millennials, los jóvenes de hoy: está bien pedir ayuda. Si bien son una generación caracterizada por la autosuficiencia, no hay persona en el mundo que lo sepa todo y menos en cuanto a lo esencial, sobre el amor, sobre las relaciones duraderas y sobre la felicidad misma. En este sentido buscar ayuda y consejo es sumamente importante.


«En este sentido a vosotros, jóvenes, os pertenece el futuro, como una vez perteneció a las generaciones de los adultos y precisamente también con ellos se ha convertido en actualidad. De esa actualidad, de su forma múltiple y de su perfil son responsables ante todo los adultos. A vosotros os corresponde la responsabilidad de lo que un día se convertirá en actualidad junto con vosotros y que ahora es todavía futuro» (San Juan Pablo II – Carta Apostólica a los jóvenes del mundo 1985).


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/op/articulos/68643/por-que-los-millennials-somos-unos-llorones

Video tomado de YOUTUBE:
https://www.youtube.com/watch?v=YwM-U5z2N3c

PSICOSIS Y ESQUIZOFRENIA - La mitad de los jóvenes con psicosis y esquizofrenia son consumidores de cannabis



«Ignoramos si la marihuana es una causa directa o desencadenante de la enfermedad, pero su relación es evidente», destacan los psiquiatras.


FERMÍN APEZTEGUIA - Lunes, 23 de abril de 2018, 16:41


Los porros perjudican seriamente la salud mental. La mitad de los jóvenes diagnosticados de psicosis y esquizofrenia -entre un 40% y un 60%, según la estadística médica que se basa en los diferentes estudios existentes- son consumidores habituales de cannabis. Los psiquiatras, reunidos recientemente en Vitoria en el marco del Curso Nacional de Actualización de la especialidad, han lanzado la voz de alarma.

«No sabemos si el consumo de esta sustancia supone una causa directa o un mero desencadenante de los síntomas en personas vulnerables, pero su relación resulta evidente», afirmó el jefe de Psiquiatría del hospital de Basurto, Iñaki Eguiluz.

La advertencia cobra especial sentido en un momento como el actual y en una comunidad como la vasca, que según el propio Gobierno de Euskadi, se encuentra a la cabeza de Europa en el consumo de tabaco, alcohol y hachís. El plan de Adicciones del País Vasco, aprobado el pasado verano, asegura que el 28% de la población admite haber fumado un porro en alguna ocasión. Ese puede no ser un dato preocupante, pero sí lo es, dadas las consecuencias del consumo regular entre los jóvenes, que un 4% de los jóvenes de entre 15 y 34 años afirme que lo hace a diario.

Ya no se fuman un 'canuto' entre varios, como lo hacían sus padres, sino que cada uno -y ése es el verdadero problema de salud- se mete cada día uno o varios cigarros de marihuana. «Resulta preocupante la percepción de inocuidad que socialmente se tiene de esta sustancia, que tiene en Euskadi una de las mayores tasas de consumos de Europa», reconocían en su informe los redactores del Plan Vasco de Adicciones.


Cuidado con la adolescencia


Un 3,5% de los ciudadanos presenta episodios psicóticos, una complicación mental que se caracteriza por el padecimiento de delirios y alucinaciones. Uno de cada tres afectados, más o menos, el 1% de la población general, acabará convirtiendo esa psicosis en esquizofrenia, que constituye, en realidad, un paso más allá en la gravedad de la patología. Los pacientes pierden a partir de entonces el contacto con la vida real al afectarles la enfermedad a funciones cerebrales básicas como el pensamiento, la percepción, las emociones y la conducta.

2.150 jóvenes vascos son tratados cada año de su adicción al cannabis en la red pública y concertada. Comienzan a consumirlo con 16 años y demandan tratamiento con 27.

El conocimiento de esta situación resulta «muy importante» para padres y educadores, porque según Eguiluz, el trastorno, aunque puede presentarse a cualquier edad, generalmente se desata entre los 15 y los 30 años. La adolescencia es una etapa de iniciación de experiencias de todo tipo, por lo que la prevención de las adicciones representa en ese momento de la vida un «auténtico desafío».

El consumo de marihuana afecta directamente a la cognición, que es la capacidad del ser humano para aprender a través de los órganos de la percepción. Provoca, además, pérdida de inteligencia, dificultades para mantener la atención y menor capacidad de concentración. En algunos casos, pueden ser los primeros pasos para la esquizofrenia.


No tienen la menor conciencia de que sufren un problema


Poco puede hacer un paciente ante un primer episodio psicótico porque, según explica Iñaki Eguiluz, el afectado generalmente no tiene la menor conciencia de que sufre un problema. Vive completamente ajeno a su propio conflicto. 

«Habitualmente ocurre así. Suelen ser la familia, o sus compañeros de trabajo o estudios quienes detectan los primeros síntomas. En ese momento, es fundamental contactar lo antes posible con un profesional de la Psiquiatría para establecer un diagnóstico y fijar un plan terapéutico», determina el especialista. La habitual falta de conciencia de la enfermedad constituye un desafío añadido porque favorece el desinterés de los afectados por cumplir cualquier plan de medicación. Los especialistas consideran que la toma de medicamentos debe combinarse con programas psicológicos o psicoterapéuticos.

No es fácil reconocer un primer episodio psicótico, porque según Eguiluz, profesor de la especialidad en la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU, a menudo llegan con síntomas inespecíficos. Pero algunos hay: Cambios en el comportamiento, desorganización para las actividades de la vida cotidiana, aislamiento social y deterioro del ritmo académico y laboral pueden ser actitudes, unas con otras, que enciendan las luces de alarma.


Fuente - Texto tomado de ELCORREO.COM:

Si Lucifer estaba tan cerca de Dios... ¿por qué su revuelta?



Gaudium Press | Enero 5 de 2015

El origen de todos los males es el orgullo





¿Cuál es la raíz de tantas inclinaciones al mal, de tantos deseos desordenados y de tantos otros defectos de la naturaleza humana?

El orgullo, que, desde la caída de Adán y Eva se arrastró por el mundo como una peste en medio del jardín.

Antes de la caída de Adán, otro acto de orgullo causó la perdición eterna de otros seres, superiores al hombre en el orden de la Creación.

Los ángeles pecaron porque quisieron ser como Dios.


“¡Non serviam! (¡No serviré!) ¡Subiré hasta lo alto de los Cielos, estableceré mi trono arriba de los astros de Dios, me sentaré sobre el monte de la alianza! ¡Seré semejante al Altísimo!” (Is 14, 13-14).


Este grito de revuelta -inspiración de todos los gritos de insumisión de la historia- se hizo oír en el cielo. Era Lucifer, el ángel que portaba la luz.

Tal era su excelencia que la Iglesia aplica a él las palabras de Ezequiel:


“¡Tú eres el sello de semejanza de Dios, lleno de sabiduría y perfecto en la belleza; tú vivías en las delicias del paraíso de Dios y todo fue empleado para realzar tu hermosura!” (Ez 28, 12-12).


Si Lucifer estaba así tan cerca de Dios, ¿cuál el motivo de tamaña revuelta?


Según varios autores, fue revelado a los ángeles que el Verbo eterno se uniría a la naturaleza humana, “elevándola así hasta el trono del Altísimo; y una mujer, la Madre de Dios, se tornaría medianera de todas las gracias, sería exaltada por encima de los coros angélicos y coronada Reina del universo”.






Tal revelación fue, en el fondo, una prueba para todos los ángeles. Y algunos no quisieron aceptar, “pecaron por orgullo; se manifestaron, ipso facto, deseosos de nivelarse con Dios, pues le negaron la plena y suprema autoridad”.





Lucifer quiso sobrepasar el misterio que su entendimiento no alcanzaba… Juzgó que el Señor ignoraba la superioridad de la naturaleza angélica al preferir unirse a un ser tan inferior a sí.

Y al constatar que él, el arquetipo de los Ángeles, se vería en la obligación de adorar un hombre -aunque divino-, se rebeló.

Como observa san Bernardo, “aquel que de la nada fuera sacado, comparándose, lleno de altivez, pretendió robar lo que pertenecía al propio Unigénito del Padre”.

Entretanto, el arcángel San Miguel, levantándose como una llama de la contrarrevolución y de la fidelidad a los designios del Altísimo, gritó:



“Quis ut Deus?” (quién como Dios)




Y...



“Hubo en el cielo una gran batalla. Miguel y sus ángeles tuvieron que combatir el Dragón. El Dragón y sus secuaces trabaron combate, pero no prevalecieron. Y ya no hubo lugar en el cielo para ellos” (Ap 12, 7-8)


Arrastrando consigo la tercera parte de los ángeles, Lucifer fue precipitado en el infierno, tornándose el príncipe de las tinieblas.





“¿Cómo caísteis, oh astro resplandeciente, que en la aurora brillabas? ¡Tu soberbia fue abatida hasta los infiernos” (Is 14, 11-12). ¡Es el castigo del orgullo!


San Miguel Arcángel, a su vez, fue elevado a la más alta jerarquía celeste, tornándose el condestable de los ejércitos angélicos, el baluarte de la Santísima Trinidad. ¡Es el premio de la humildad!


Con los hombres, ¿se da lo mismo?





Por la Hna. Ariane da Silva Santos

Fuente - Texto tomado de ES.ALETEIA.ORG: