miércoles, 12 de febrero de 2020

EXORCISMOS - Durante 6 años fue agredido por el diablo y cuenta cómo el exorcista Amorth le libró de la posesión




ReL - 12 de febrero de 2017


Hace pocos meses murió en Italia, a los 91 años, el Padre Gabriele Amorth, posiblemente el exorcista más famoso del mundo. Durante muchos años ejerció esa pastoral en la diócesis de Roma, y formó a innumerables sacerdotes de todo el mundo para que pudieran liberar a los fieles de sus diócesis de origen.

Tras la muerte del Padre Amorth, muchos medios de comunicación de Italia están recogiendo algunos testimonios de los 70.000 exorcizados por el sacerdote paulino a lo largo de su vida.

El periodista Ary Waldir Ramos Díaz, del portal Aleteia, escribe un reportaje sobre un obrero italiano del norte, que durante seis años sufrió las embestidas del demonio, y la ayuda del Padre Amorth para liberarse de esa posesión.


Seis años para dejar atrás una pesadilla...


“Cerca de los lugares sagrados, o durante la oración, ya no era yo mismo. A menudo en la noche me despertaba con arañazos en la piel. No me los hacía solo, sin embargo, estaban ahí. Pero uno de los signos más inexplicables ocurridos durante los primeros exorcismos, mientras Amorth hizo su oración estaba hablando en inglés. Decía cosas sensatas en ese idioma”, cuenta Alberto al diario italiano La Repubblica en una entrevista publicada el domingo 18 de septiembre.



Alberto, nombre inventado para proteger su privacidad, es un obrero del norte de Italia que aceptó relatar su historia a Pablo Rodari. “Después de seis años terribles he salido de la pesadilla”, dijo al referir sobre su encuentro con el sacerdote-exorcista fallecido hace poco.

Hablar inglés no es tan extraño. “Oh, sí. No sabía inglés. Nunca tuve la oportunidad de estudiarlo. Sin embargo, bajo el exorcismo estaba hablándolo, insultaba a Amorth, a la Iglesia, a Dios, a la Virgen”.

Alberto pidió ayuda al padre Amorth después de haber probado el ocultismo y el esoterismo. Participó en varios ritos luego de aceptar el consejo de una amiga. “Me di cuenta sólo después de hacerlo de que me abrió la puerta a una realidad sobrenatural que, de hecho, invadió mi vida y mi cuerpo”.

En el primer encuentro, el hombre recuerda que mientras el sacerdote rezaba una simple letanía en latín su cuerpo reaccionó y entró en trance, lo cual se reveló como el primer signo de una posible posesión.

Así mismo, comentó que en los primeros meses realizó varias visitas médicas. Padre Amorth quería estar seguro que no fuera un trastorno físico. No obstante, la medicina no dio respuesta a sus ‘sufrimientos’ y fue declarado ‘aparentemente sano’.

Los exorcismos –explica- transcurrieron en un clima de gran serenidad durante seis años.

“Amorth me dio la bienvenida en una habitación al lado de una iglesia. Con él se convocó a algunas personas allí para ayudarlo. Oraron durante el exorcismo, y ellos me mantuvieron inmóvil cuando sufrí un arrebato. Todo el mundo fue muy amable. Incluso Amorth siempre bajaba la tensión con una broma”.

El hombre comentó que ganó mucha serenidad, pero a pocos días necesitaba otra sesión de oración.




Ayuno y oración para ayudar a la liberación demoníaca


La liberación llegó después de seis años luego de un cambio profundo de estilo de vida. “Amorth me pidió que empezara una vida diferente, hecha de oración y ayuno. Acepté. Fueron años en los que poco a poco me acerqué a la fe”.

“Un día fui para otro exorcismo. Él comenzó a orar y no tenía ninguna reacción”. Entonces, padre Amorth –rememora Alberto- le dijo que era libre.


“Pero recuerde. Tiene que seguir con esta vida; si no, todo lo que estaba volverá”.




Más de 70.000 exorcismos realizados por Amorth


El 27 de mayo de 2015, en una entrevista de Marchese Regona en el diario italiano Il Giornale.it, el Padre Amorth decía haber practicado más de 70.000 exorcismos.


A continuación, algunas de las frases del padre Amorth sobre el demonio y la acción demoníaca


1. Satanás es el tentador desde el principio de los tiempos






“Satanás es el tentador desde el principio y es monótono –me lo confirmó- usa el mismo método para tentar al hombre que es libre, pero usa sus debilidades. La acción ordinaria es tentar y la extraordinaria, y muy rara, es la posesión diabólica”, dijo Amorth -que fue hasta su muerte presidente emérito de la Asociación Internacional de los Exorcistas, creada por él mismo bajo el auspicio vaticano- el 15 de febrero de 2013 en el programa Vade Retro, conducido por el periodista David Murgia, TV 2000.


2. El diablo es una persona, no una simple representación del mal






“Satanás quiere que no hablemos de él, se esconde. El diablo es una persona. No es solo una mera representación del mal”, dijo Amorth a TV 2000.

También en su libro El Último Exorcista, el P. Amorth explicó que “no debemos olvidar que el diablo es mentiroso; por eso hay que relativizar y, si es posible, comprobar sus respuestas”.

“Hay que comprobarlo todo, especialmente un dato fundamental: el origen de la vejación o posesión, quién es el autor del maleficio. Hay que comprobarlo, porque el demonio pretende sembrar odios y rencores, y puede decir que ha sido la suegra, la hermana, la prima o la tía, y luego se descubre que no es cierto”, aseguró.


3. El diablo teme a la Virgen




“El diablo tiene miedo de la Virgen, porque es una criatura nacida sin pecado, humilde y obediente a Dios desde siempre”, dijo Amorth a TV 2000.

“Una vez le pregunté al diablo: ¿Pero por qué te sobresaltas más cuando invoco a la Virgen María que cuando invoco a Jesús?’ Y su respuesta: ‘Porque me humilla más ser derrotado por una criatura humana que ser derrotado por Él (Jesús)”.


4. El Estado Islámico (ISIS) está dirigido por Satanás






“Donde hay mal pequeño o grande, ahí está siempre el demonio que sugiere […] Ciertamente el ISIS, yo estoy convencido, donde hay guerra y destrucción está siempre el diablo que detrás ríe. Dios no lo permitiría jamás, Dios quiere solamente cosas buenas. Y esta gente (del ISIS) puede también disparar al Papa sin problemas…”, reveló el sacerdote paulino a Fabio Marchese Regona del diario Il giornale.it el pasado 27 de mayo de 2015.


5. El diablo odia la Iglesia católica y adora las sectas






El sacerdote paulino, en el libro El Último Exorcista, asegura que las sectas son usadas por el demonio para sus fines.

“Cuando se hace un pacto a traición con Satanás, el mismo demonio reconoce que la única religión verdadera es la cristiana católica, fiel al Papa, y por eso las sectas luchan contra ella. Toleran a duras penas las otras religiones cristianas, mientras que apoyan el budismo y el mahometanismo [sic], por ser religiones falsas. Las sectas suelen ocultarse bajo nombres y objetivos falsos, casi siempre como terapias alternativas a la medicina tradicional”.


6. Contra el demonio fe, oración y ayuno












En un video del 17 de abril de 2015 dirigido a los exorcistas, recordó: “No valemos ni un centésimo si no creemos en Jesús”, les indicó que “la oración y la confesión”, son instrumentos irrenunciables para un ‘limpio servidor de Jesús”. Por último, invitaba al ayuno para preparar el cuerpo a las privaciones que, en cambio, puede usar el diablo para tentar.


7. La oración del Padre Amorth para que cada uno combata el diablo


El Señor, afirma Amorth, concede a los exorcistas y a los bautizados “toda la gracia para poder enfrentar y superar al diablo.






En el libro Dios es más bello que el diablo (ed. San Pablo), asegura que a las amenazas del diablo, cada uno puede responder:




“Estoy envuelto en el manto de la Virgen, ¿qué puedes hacerme?




Tengo de mi parte al Arcángel San Miguel, intenta luchar contra él.




Tengo a mi Ángel de la Guarda que vigila para que no sea tocado; tú no puedes hacer nada”.


Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:
http://www.religionenlibertad.com/durante-anos-fue-agredido-por-diablo-cuenta-como-52092.htm

10 Cosas a las que hay que decir «NO» con firmeza para que el noviazgo lleve a un buen matrimonio




No basta con «sentir bonito»... hay que pensar con inteligencia.


ReL - 4 de febrero de 2018


El portal católico mexicano Desde la Fe presenta un completo repaso de cosas que hay que tener en cuenta para aprovechar el noviazgo y evitar malos matrimonios. Lo reproducimos por su interés. 

Un buen matrimonio depende en gran parte de un buen noviazgo, de que él y ella aprovechen bien ese tiempo para conocerse. Además de amor, ¿qué se necesita para tener un buen noviazgo? He aquí diez recomendaciones que conviene considerar:


1. NO dejar fuera a Dios






Antes que nada, pregúntale a Dios si tu vocación es el matrimonio. Consulta un director espiritual. Cuando creas haber conocido a la persona indicada, oren juntos, vayan juntos a Misa, encomiéndense a Dios y a María. Antes de casarse, acudan a un retiro para novios. Y después no se atengan a sus solas míseras fuerzas para amarse: no se vayan a vivir juntos ni se unan sólo por lo civil, sino mediante el sacramento del matrimonio, para recibir de Dios la gracia sobrenatural de ser fieles y amarse mutuamente como Dios los ama.


2. NO engañar






Esto abarca dos aspectos. Primero: no finjas lo que no eres. No digas que te gusta lo que no te gusta, que haces lo que nunca haces, etc. sólo para ser como crees que tu novia o novio espera que seas. Descubrirá tu engaño al casarse, y puede ser motivo para separarse. Sé tú mismo, tú misma. Si no es compatible contigo, ni modo, no fuerces las cosas, ya encontrarás a quien lo sea. Recuerda que “siempre hay un roto para un descosido”. Y, segundo: no seas infiel. La infidelidad en el noviazgo es motivo para terminar la relación, porque los novios infieles, suelen ser cónyuges infieles.


3. NO querer cambiar al otro






Hay quien piensa: “mi pareja tiene esta forma de ser, o este hábito, o este vicio que no me agrada, pero yo la voy a cambiar”. Es una falsa expectativa. La gente no suele cambiar. El introvertido nunca se volverá extrovertido; la parlanchina no sabrá quedarse callada; el novio que nunca se acomide a ayudar será un marido haragán; la novia desaliñada será una esposa de bata y pantuflas. Y las características que te molestan en el noviazgo, en el matrimonio pueden aumentar y resultarte intolerables. O le aceptas como es, o no te cases.


4. NO justificar lo injustificable




Si en el noviazgo, cuando se supone que están enamorados y desea complacerte, tiene desatenciones, te deja esperándole y no se disculpa; se la pasa viendo el celular, llega tarde, no te pregunta cómo estás, te calla, te critica, en el matrimonio será peor. No busques pretextos para justificar sus malas actitudes, busca mejor otra pareja.


5. NO violencia






Si en el noviazgo ya hay gritos, malos modos, insultos y hasta golpes, ¡hay que salir huyendo! Un novio que te levanta la voz, será un esposo que te levantará la mano; una novia que te humilla ante tus amigos, será una esposa que te humillará ante tus hijos. ¿A qué arriesgarse a casarse con alguien que puede poner en riesgo tu integridad y la de tu familia?


6. NO relaciones sexuales






El sexo es fabuloso. Decir esto parecería razón para practicarlo en el noviazgo, pero es justo lo contrario: puede hacer que una pareja crea que son compatibles, cuando en realidad sólo lo son en la cama. Un amante habilidoso no necesariamente es un buen esposo. Y hay muchos momentos en el matrimonio en que no será posible tener relaciones sexuales, así que si el sexo es lo único que los une, su relación irá a pique.

Una amiga me contó que su hija fue a confesarse de haber tenido relaciones sexuales con su novio, y el padre le dijo: “si se aman, no es pecado”. Sorprende semejante respuesta, porque Jesús menciona, en la lista de maldades que manchan al hombre, la fornicación, es decir, la relación sexual fuera del matrimonio (ver Mc 7, 14-23). La relación sexual está pensada para ser una donación total entre esposos que prometen, con la gracia de Dios, amarse toda la vida. No hay que banalizarla adelantándola, ni arriesgarse a un embarazo no deseado. Y, sobre todo, no hay que olvidar que para unos novios católicos tener relaciones sexuales pre-matrimoniales no es algo que alguien pueda autorizar por encima de la Palabra de Dios y de la Iglesia, que enseñan que es pecado (ver Catecismo de la Iglesia Católica #1755; 1852; 2353).


7. NO desoír opiniones y consejos






Por tener una visión desde fuera, puede suceder que tus familiares y amigos capten actitudes de tu pareja que tú no has percibido. “ay, hija, tu novio toma demasiado”, “ay, hijo, ella trata muy feo a su mamá”, “oye, amiga, como que tu novio es ojo alegre, lo he visto coqueteando…”; “esa mujer sólo te busca por tu dinero, se la pasa haciéndote gastar…”; “uy, le vi fumando marihuana”. Presta atención, no cierres los oídos. En los procesos de declaración de nulidad matrimonial, suelen preguntar cuál era la opinión de quienes rodeaban a los novios. Y es casi seguro que hubo muchas críticas que fueron desoídas…


8. NO suponer, mejor preguntar






El noviazgo es un tiempo para conocerse, para hablar, hablar y hablar de todos los temas habidos y por haber, para preguntar. Muchos matrimonios se rompen porque no descubrieron a tiempo que pensaban muy distinto: “¡creí que sí querías tener hijos!”; “¡no pensé que te molestara que trabaje!”; “¡no sabía que tu mamá vendría a vivir con nosotros!”. Más vale dialogar que lamentar.


9. NO dejar de considerar a la familia






No sólo hay que fijarse en la pareja, sino en su familia. ¿Cómo es?, ¿cómo se llevan sus miembros entre sí?, ¿cuáles son sus valores? Recuerda que muy probablemente tendrás que convivir con ellos en Navidad, año nuevo, cumpleaños, aniversarios, algunos fines de semana, etc. Sus papás serán abuelos de tus hijos, y tus cuñados, sus tíos; querrán pasar tiempo con ellos, ¿qué clase de ejemplo les darán? ¿Es ésta la familia a la que quieres pertenecer?, ¿o vas a discutir y a pelearte cada vez que tu cónyuge la quiera ver?


10. NO sólo buscar “que te haga feliz”




Muchos se casan pensando: “ésta me hará feliz” (porque es bonita y puede lucirla en las fiestas de la oficina, o porque cocina rico, o es hacendosa), o éste me hará feliz, (porque es tan guapo que sus amigas la envidiarán; o porque gana tanto que podrá darle una vida de lujos). Buscan la pareja que los haga felices. Pero si la bonita se pone fea o se enferma, al guapo le sale 'barriga', o pierde el empleo, ya no “hace feliz”, es hora de descartarlo.

La motivación para casarse no debe ser “que me haga feliz”, sino “quiero hacerle feliz”. Y qué mayor felicidad que santificarse mutuamente para llegar al cielo. Si tanto él como ella dicen: “le amo tanto que quiero dedicarme a que sea feliz aquí y por toda la eternidad”, eso sí que con la ayuda de Dios, se puede lograr pase lo que pase, en la salud y en la enfermedad, en lo próspero y en lo adverso, hasta que la muerte los separe en este mundo y puedan reencontrarse en la vida eterna para siempre.


Fuente: Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:
https://www.religionenlibertad.com/cosas-las-que-hay-que-decir-con-firmeza-62198.htm