lunes, 10 de febrero de 2020

Visita virtual a Nuestra Señora de Lourdes - Santuario en Francia - Gruta de Massabielle



Realicemos una visita virtual a Nuestra Señora de Lourdes en Francia:






Bendiciones para todos...


Favor leer el siguiente link:


Virgen de Lourdes


Fuente - Video tomado de YOUTUBE:

Oración del enfermo por San Juan Pablo II



Autor: San Juan Pablo II

Señor,
Tú conoces mi vida y sabes mi dolor,
haz visto mis ojos llorar,
mi rostro entristecerse,
mi cuerpo lleno de dolencias 
y mi alma traspasada por la angustia.

Lo mismo que te pasó a Ti
cuando, camino de la cruz,
todos te abandonaron
hazme comprender tus sufrimientos
y con ellos el Amor que Tú nos tienes.

Y que yo también aprenda 
que uniendo mis dolores a Tus Dolores
tienen un valor redentor 
por mis hermanos.

Ayúdame a sufrir con Amor, 
hasta con alegría.
Sí no es "posible que pase de mí este cáliz"
te pido por todos los que sufren:
por los enfermos como yo
por los pobres, los abandonados, 
los desvalidos, los que no tienen
cariño ni comprensión y se sienten solos.

Señor:
sé que también el dolor lo permites Tú
para mayor bien de los que te amamos.
haz que estas dolencias que me aquejan,
me purifiquen, me hagan más humano,
me transformen y me acerque más a Ti.

Amén.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

Virgen de Lourdes - Fiesta 11 de Febrero





El 11 de febrero de 1858, Bernardette, una niña de 14 años, recogía leña en Massabielle, en las afueras de Lourdes, cuando acercándose a una gruta, un viento la sorprendió y vio una nube dorada y a una Señora vestida de blanco, con sus pies descalzos cubiertos por dos rosas doradas, que parecían apoyarse sobre las ramas de un rosal, en su cintura tenía una ancha cinta azul, sus manos juntas estaban en posición de oración y llevaba un rosario.

Bernardette al principio se asustó, pero luego comenzó a rezar el rosario que siempre llevaba consigo, al mismo tiempo que la niña, la Señora pasaba las cuentas del suyo entre sus dedos, al finalizar, la Virgen María retrocedió hacia la Gruta y desapareció. Estas apariciones se repitieron 18 veces, hasta el día 16 de julio.

Todas las apariciones se caracterizaron por la sobriedad de las palabras de la Virgen, y por la aparición de una fuente de agua que brotó inesperadamente junto al lugar de las apariciones, y que desde entonces es un lugar de referencia de innumerables milagros constatados por hombres de ciencia. Tomada con incredulidad por el clero en los primeros momentos, la manifestación fue recibiendo con el tiempo una acogida cada vez más favorable, hasta el punto que los mismos romanos pontífices han dado muestra de devoción a la Inmaculada de Lourdes y han privilegiado su Basílica. En las apariciones, la Señora exhortó a la niña a rogar por los pecadores, invitó a la conversión y a la penitencia; pidió que edificaran una capilla y que fueran en procesión, y mandó a Bernardette a besar la tierra, como acto de penitencia para ella y para otros. La Virgen le había dicho:





"Rogarás por los pecadores... Besarás la tierra por la conversión de los pecadores"

Como la Visión retrocedía, Bernardita la seguía de rodillas besando la tierra. El pueblo presente en el lugar también la imitó y, hasta el día de hoy, esta práctica continúa. El 25 de marzo, a pedido del párroco del lugar, la niña preguntó a la Señora:

"¿Quién eres?"

Y Ella le respondió:







Luego Bernardette fue a contarle al sacerdote, y él quedó asombrado, pues era casi imposible que una jovencita analfabeta pudiese saber sobre el Dogma de la Inmaculada Concepción, declarado por el Papa Pío IX en 1854. En la aparición del día 5 de abril, la niña permanece en éxtasis, sin quemarse por la vela que se consume entre sus manos. El 16 de julio de 1858, la Virgen María aparece por última vez y se despide de Bernardette. Las apariciones fueron declaradas auténticas el 18 de enero de 1862. En 1876, se edificó allí la actual Basílica, uno de los lugares de peregrinación del mundo católico. Bernardette fue canonizada por el Papa Pío XI el 8 de diciembre de 1933. Lourdes es uno de los lugares de mayor peregrinaje en el mundo, millones de personas acuden cada año y muchísimos enfermos han sido sanados en sus aguas milagrosas. La fiesta de Nuestra Señora de Lourdes se celebra el día de su primera aparición, el 11 de febrero.






Virgen de Lourdes
Enseñanza espiritual sobre los
signos visibles de la primera aparición




  1. Rodeada de luz: Es el símbolo de la luz de la fe, a la cual nos abrimos por el Bautismo. La fe es la luz de la vida con que debemos brillar ante el mundo. Debemos hacer resplandecer la fe por la santidad de nuestras vidas.
  2. La luz era tranquila y profunda: En la fe cristiana hallaremos el reposo para nuestra alma.
  3. De belleza incomparable no hay nada igual aquí en la tierra: Trabajar intensamente por adquirir la verdadera belleza que es la del alma, a fin de que Dios pueda contemplarnos con agrado.
  4. Ropaje tan blanco, tan puro, tan delicado que jamás tela alguna pudo imitar: De qué pureza tan perfecta y delicada ha de estar revestida delante de Dios, nuestra alma; ya que el pecado mancha nuestro blanco ropaje.
  5. Pies desnudos, brillando sobre cada uno de ellos una rosa luminosa: Los pies desnudos nos predican la pobreza evangélica, esta bella y sublime virtud a la cual Jesús ha prometido el mismo Reino de los Cielos.
  6. Las rosas luminosas: Jesús nos envía a difundir por todas partes el buen olor de Cristo, el divino perfume del Evangelio.
  7. Las manos siempre juntas con el Santo Rosario: En ferviente oración, orando siempre y sin interrupción. La oración nuestro alimento constante, la respiración del alma, pues todas las virtudes sólo nacen en un alma que ora.




Virgen de Lourdes
Información





Descripción


En la primera aparición de la Virgen de Lourdes, Bernardita Soubirous vió surgir de súbito en el centro de la claridad, la figura de una muchacha muy joven, de deslumbrante hermosura, pequeña estatura, majestuosa y sonriente, con un vestido blanco que cae hasta el piso y con un velo del mismo color. El vestido estaba sujeto a la cintura con una cinta azul, cuyas puntas llegaban hasta la altura de las rodillas. Dos rosas doradas posan sobre los pies descalzos, casi totalmente cubiertos por el vestido. Un grande rosario pende del brazo derecho, con las cuentas relucientes, la cruz y la cadena eran doradas. Las manos estaban colocadas a la altura del pecho. La fulgurante joven de indescriptible belleza está siempre risueña.


La Gruta de Massabielle





La Gruta de Massabielle, es el corazón y la atracción de Lourdes. En ella, la Virgen se le apareció a Bernardita 18 veces. La Gruta está ubicada en un bloque rocoso de unos 27 metros de altura, circundada por árboles, cubierta por hiedras y plantas. Forman su interior tres aperturas irregulares. En la mayor de éstas, a la derecha y en lo alto, hay un nicho oval. En él, la Inmaculada se le apareció a Bernardita.


La Capilla y la Procesión




Bernardita visitó varias veces al párroco Peyramele, para transmitirle las peticiones de la Santísima Virgen. El 2 de marzo de 1858 era una petición: 

"Vete a decir a los sacerdotes que se construya aquí una capilla y que se venga en procesión"

Y el 25 de marzo era para comunicarle el nombre de la Señora:

"Yo soy la Inmaculada Concepción"

Bernardita, pobre e ignorante, no entiende el significado de las palabras pronunciadas por la Virgen, pero cumple el encargo de transmitirlas.





El Mensaje de la Virgen




El Mensaje que la Santísima Virgen dio en Lourdes, Francia, en 1858, puede resumirse en los siguientes puntos:


  1. Es un agradecimiento del cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que se había declarado cuatro años antes (1854), al mismo tiempo que así se presenta Ella misma como Madre y modelo de pureza para el mundo que está necesitado de esta virtud.
  2. Es una exaltación a las virtudes de la pobreza y humildad aceptadas cristianamente, al escoger a Bernardita como instrumento de su mensaje.
  3. Un mensaje importantísimo en Lourdes es el de la Cruz. La Santísima Virgen le repite que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ello sea preciso aceptar la cruz.
  4. Importancia de la oración, del rosario, de la penitencia y humildad (besando el suelo como señal de ello); también, un mensaje de misericordia infinita para los pecadores y del cuidado de los enfermos.




Oración para pedir
la salud de los enfermos





¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes,
Madre de Dios y Madre nuestra!
Llenos de aflicción y con lágrimas
fluyendo de los ojos, acudimos
en las horas amargas de la enfermedad
a vuestro maternal corazón, para
pediros que derraméis a manos llenas
el tesoro de vuestras misericordias sobre nosotros.

Indignos somos por nuestros pecados
de que nos escuchéis: pero acordaos,
os diré con vuestro siervo San Bernardo,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido
a Vos, haya sido abandonado de Vos.

¡Madre Tierna!
¡Madre Bondadosa!
¡Madre Dulcísima!
Ya que Dios obra por vuestra mano
curaciones sin cuento en la Gruta
prodigiosa de Lourdes, sanando
tantas víctimas del dolor,
guardad también una mirada
de bendición para nuestro
pobre enfermo... (nombre del enfermo).

Alcanzadle de vuestro
Divino Hijo Jesucristo,
la deseada salud, si ha de ser
para mayor gloria de Dios.
Pero mucho más, alcanzadnos
a todos el perdón de nuestros pecados,
paciencia y resignación
en los sufrimientos y sobre todo
un amor grande y eterno
a nuestro Dios, prisionero
por nosotros en los sagrarios.
Amén.


Virgen de Lourdes, rogad por nosotros.
Consuelo de los afligidos, rogad por nosotros.
Salud de los enfermos, rogad por nosotros.
Rezar tres Avemarías.








Virgen de Lourdes






Oración a Nuestra Señora de Lourdes
Oración compuesta por Pío XII




Dóciles a la invitación de tu voz maternal,
Oh Virgen Inmaculada de Lourdes,
acudimos a tus pies en la humilde
gruta donde aparecisteis para indicar
a los extraviados el camino de la oración
y penitencia, dispensando a los que
sufren las gracias y prodigios
de tu soberana bondad.

Recibid, oh Reina compasiva, 
las alabanzas y súplicas que pueblos
y naciones, unidos en la angustia
y la amargura, elevan confiados a Ti.

¡Oh blanca visión del paraíso,
aparta de los espíritus las tinieblas
del error con la luz de la fe!

¡Oh mística rosa, socorre las almas
abatidas, con el celeste perfume
de la esperanza!
¡Oh fuente inagotable de aguas 
saludables, reanima los corazones
endurecidos, con la ola de la divina caridad!

Haz que nosotros tus hijos, 
confortados por Ti en las penas,
protegidos en los peligros,
apoyados en las luchas,
amemos y sirvamos a tu dulce Jesús,
y merezcamos los goces
eternos junto a Ti.

Amén.




Oración de Consagración


Santa María, Madre de Dios,
Virgen Inmaculada, Vos habéis
aparecido dieciocho veces a Bernardita
en la gruta de Lourdes, para recordar
a los cristianos las maravillas
y las exigencias del Evangelio,
invitándoles a la oración, a la penitencia,
a la Eucaristía y a la vida en la Iglesia.

Para mejor responder a vuestra llamada,
yo me consagro por vuestras
manos a vuestro Hijo Jesús...

Hacedme dócil al Espíritu;
y por el fervor de mi fe,
por la manifestación de mi vida,
por mi dedicación al servicio
de los enfermos, haz que yo trabaje
con Vos en confortar a los que sufren,
en reconocimiento a los hombres,
en trabajar por la unidad de la Iglesia
y por la paz del mundo.

Con toda confianza, oh Señora mía,
yo os dirijo esta plegaria
y os pido que la acojáis
y la atendáis.
Amén.

Nuestra Señora de Lourdes, rogad por nosotros




Fuente - Textos tomados de EWTN.COM:
Fuente - Texto tomado de IGLESIA.ORG:

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:

Video tomado de YOUTUBE - Our Lady of Lourdes - Nostra Signora di Lourdes - Notre Dame:

Personas auténticas: 10 rasgos que las hacen especiales



Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. 

La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. 

Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño.

Me gusta la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Se trata de un extracto de Mario Benedetti. Yo, simplemente, digo que me gusta la gente auténtica. Esa gente que no tiene miedo a mostrarse tal cual es.

Las personas auténticas son aquellas que, sin ser un dechado de virtudes, deciden ser coherentes con lo que piensan y sienten. De hecho, resulta curioso porque probablemente todos coincidimos en que la falsedad no es buena consejera, pero muchos no dudan en mentir o en esconder sus emociones cuando consideran que es “necesario”. 

En la sociedad actual, donde las personas pasan horas cuidando su imagen en las redes sociales, la autenticidad es un don raro. Sin embargo, nos sentimos atraídos por esta característica. De hecho, en un estudio muy interesante realizado en la Bangor University de Wales les pidieron a un grupo de personas que fueran auténticas, a otras que fingieran. Luego, les pusieron delante de extraños, para que mantuvieran una conversación. Los psicólogos monitorizaban las respuestas de ambos interlocutores y se dieron cuenta de que respondemos con mayor rapidez a las sonrisas auténticas, quizá porque las asumimos como un valor que debe ser recompensado. Al contrario, reaccionamos con mayor lentitud y con menos entusiasmo ante las sonrisas fingidas.


¿Qué diferencia a las personas auténticas del resto?


1. Tienen una autoestima sólida. Un estudio realizado en la Universidad de Manchester descubrió que las personas auténticas tienen una autoestima elevada, aunque no demasiado para no caer en actitudes narcisistas o arrogantes. Estas personas, más bien tienen una autoestima sólida, consistente, que les permite funcionar de modo más relajado y no estar a la defensiva continuamente. Estas personas logran ser auténticas porque les preocupa menos exponerse ante los demás, porque se sienten a gusto consigo mismas y saben que las opiniones de los otros son solo eso, meras opiniones.


2. Abrazan la vulnerabilidad. Nuestra cultura nos impulsa a mantener los puentes levadizos levantados y a minimizar o esconder los errores y las imperfecciones, para protegernos de los demás. Se trata de una cultura que rechaza la vulnerabilidad. Sin embargo, la Psicología nos enseña que abrirnos al miedo o reconocer nuestras debilidades nos permite crecer. Por eso, las personas auténticas abrazan la vulnerabilidad y son capaces de mostrarla, no tienen miedo a fracasar o a equivocarse porque saben que cada experiencia implica un aprendizaje.


3. Comparten sus pensamientos, creencias y sentimientos. Las personas auténticas no se plantean muchos problemas a la hora de expresar lo que sienten o piensan. De hecho, un estudio realizado en la Wake Forest University desveló que cuando las personas son auténticas, tanto si tienen tendencia a la extroversión como si son introvertidas, se sienten cómodas compartiendo sus ideas y emociones. Además, en este estudio también se apreció que las personas más auténticas también eran emocionalmente más estables.


4. Dan y reciben cumplidos. Las personas auténticas no tienen problemas para hacer un cumplido, y tampoco se esconden detrás de la falsa modestia cuando los reciben. Son conscientes de que los cumplidos deben fluir en dos direcciones y son capaces de desligarse del estrés que generalmente está asociado a las expectativas de los demás. Estas personas no se pierden en elucubraciones. Si creen que alguien merece un cumplido, lo hacen. Si reciben uno, no buscan intenciones ocultas. Para ellos los cumplidos son una mera constatación de los hechos para hacer sentir bien a los demás. 


5. Son excelentes oyentes. A pesar de que solemos identificar la autenticidad con la extroversión, lo cierto es que las personas auténticas no suelen acaparar la atención sino que son excelentes oyentes. Se trata de personas que normalmente prestan atención a las conversaciones, porque están realmente interesadas en los demás y quieren conocerles. Como se relacionan con los demás desde su “yo” más profundo, también intentan conectar con la esencia de los demás.


6. Se guían por su voz interior. Uno de los aspectos claves de la autenticidad es sentirse a gusto consigo mismo. Estas personas pasan mucho tiempo buceando en su interior, se conocen bien, saben cuáles son sus valores y por qué quieren luchar. Esa seguridad hace que no se dejen influenciar demasiado por el medio, saben lo que quieren y van a por ello. Cuando deben tomar una decisión, en vez de mirar a su alrededor para ver qué han hecho los demás, buscan dentro de sí la respuesta. Son personas proactivas, no reactivas.


7. No les asusta el fracaso. La mayoría de las personas siguen los caminos convencionales, los que marca la sociedad, simplemente porque tienen miedo al fracaso, porque saben que esos caminos han sido probados por otros y son relativamente seguros. Las personas auténticas, al contrario, no temen arriesgar. La idea del fracaso no les asusta tanto como para obstaculizar sus sueños. Son conscientes de que los errores son parte del camino y conducen a aprendizajes.


8. No intentan convencer. Una de las características más interesantes de las personas auténticas es que, a pesar de que saben lo que quieren y están muy seguras de sus puntos de vista, no pretenden convencer a su interlocutor. En una conversación, estas personas normalmente se limitan a exponer sus ideas o sentimientos, no pretenden manipular emocionalmente ni hacer cambiar de opinión a los demás. Las personas auténticas no son invasivas, respetan el espacio de los demás y sus ideas.


9. Asumen su responsabilidad. Las personas auténticas no son perfectas, también se equivocan y a veces incluso pueden herir a los demás. Sin embargo, lo que las diferencia del resto es que asumen la responsabilidad por sus opiniones, actos y sentimientos. Estas personas asumen sus errores e intentan repararlos, no se escudan detrás de excusas. 


10. No juzgan a los demás. Las personas auténticas suelen tener un mundo interior muy rico, por lo que están más volcadas hacia sí que hacia el exterior. Por otra parte, tener un locus de control interno también influye en que sean menos propensas a criticar a los demás. Estas personas son más tolerantes y abiertas a la diversidad, comprenden la complejidad humana y no se dejan influenciar por sus expectativas. Como resultado, suelen tener menos fricciones en sus relaciones interpersonales.


Fuente - Texto tomado de RINCONPSICOLOGIA.COM:
https://www.rinconpsicologia.com/2015/11/personas-autenticas-10-rasgos-que-las.html

Santa Escolástica - Virgen - Hermana de San Benito de Nursia - Fiesta Febrero 10




Hermana gemela de San Benito, nació en el año 480 en Nursia, Italia. Desde muy joven se dedicó también ella a la vida religiosa y fue superiora de un convento de monjas. Su hermano dirigía un gran convento para hombres en el Monte Casino, y Escolástica fundó un convento para mujeres a los pies de ese mismo monte.

Aunque eran hermanos y se amaban mucho, sin embargo San Benito no iba a visitar a Escolástica sino una vez cada año, pues él era muy mortificado en hacer visitas. El día de la visita lo pasaban los dos hablando de temas espirituales.


Pocos días antes de la muerte de la santa fue su hermano a visitarla y después de haber pasado el día entero en charlas religiosas, el santo se despidió y se dispuso a volver al monasterio. Era el primer jueves de Cuaresma del año 547.

Escolástica le pidió a San Benito que se quedara aquella noche charlando con ella acerca del cielo y de Dios. Pero el santo le respondió:

¿Cómo se te ocurre hermana semejante petición? ¿No sabes que nuestros reglamentos nos prohiben pasar la noche fuera del convento? 


Entonces ella juntó sus manos y se quedó con la cabeza inclinada, orando a Dios. Y en seguida se desató una tormenta tan espantosa y un aguacero tan violento, que San Benito y los dos monjes que lo acompañaban no pudieron ni siquiera intentar volver aquella noche a su convento. Y la santa le dijo emocionada:


"¿Ves hermano? Te rogué a ti y no quisiste hacerme caso. Le rogué a Dios, y Él sí atendió mi petición"

Y pasaron toda aquella noche rezando y hablando de Dios y de la Vida Eterna. Benito volvió a su convento de Monte Casino y a los tres días, al asomarse a la ventana de su celda vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo. Entonces por inspiración divina supo que era el alma de su hermana que viajaba hacia la eternidad feliz. Envió a uno de sus monjes a que trajeran su cadáver, y lo hizo enterrar en la tumba que se había preparado para él mismo. Pocos días después murió también el santo. Así estos dos hermanos que vivieron toda la vida tan unidos espiritualmente, quedaron juntos en la tumba, mientras sus almas cantan eternamente las alabanzas a Dios en el cielo.


El trabajo ofrecido por Dios
es una gran oración
(San Benito)


Datos históricos




Lo que nos refiere San Gregorio, en los capítulos XXXIII y XXXIV del libro II de sus Diálogos, es lo único que con certeza podemos decir de Santa Escolástica. Ninguna otra fuente antigua vuelve a hablar de ella. Y de este breve texto hagiográfico sólo podemos espigar unos cuantos datos históricos:

Escolástica, hermana de Benito, había sido consagrada a Dios desde su infancia, acostumbraba a visitar a su hermano una vez al año, murió poco antes que él y fue enterrada en el sepulcro que su hermano tenía preparado para sí mismo. Es probable, pues, que fuera entregada por sus padres a un monasterio o grupo de vírgenes para ser educada por ellas y vivir en adelante como ellas. El mismo San Benito prevé en su Regla la presencia de niños en el monasterio, ofrecidos por sus padres, oblación que conllevaba los mismos compromisos que la profesión monástica de un adulto. Pero de ahí a decir que profesaba la Regla de su hermano va un gran trecho, aunque las benedictinas posteriores la han llamado siempre con el apelativo de "nuestra madre".

La leyenda se ha encargado de suplir lo que la historia no dice; así, siempre se la ha tenido por hermana gemela de San Benito, aunque esta tradición no remonta más allá del siglo VIII. En este caso, debió nacer en Nursia, al igual que su hermano, hacia el año 480. Nuevamente será la tradición la que nos dé el nombre de su abuelo Justiniano y de sus padres, Eupropio y Abundancia. Cabe decir lo mismo del lugar de su consagración, el monasterio de Piumarola, sólo que en este caso la tradición es aún más tardía, pues es recogida solamente por un monje casinense del siglo XI. Cuando murió fue enterrada en el mismo Montecassino; probablemente ésto sucedió entre los años 543-547, pero es casi seguro que el día de su muerte fuera el 10 de febrero, fecha en la que es recordada en todos los calendarios litúrgicos antiguos.


Jueves de Cuaresma año 547




En el último coloquio, que tuvo lugar talvés el primer jueves de Cuaresma del 547, Dios demostró que le agradaba más el gesto de afectuosa caridad que el cumplimiento riguroso de la Regla. En efecto, Escolástica le pidió al hermano que permaneciese con ella, como refiere San Gregorio:


"Para que toda la noche hasta el día siguiente pudieran hablar de la alegría de la vida celestial"

Ante el severo reproche de Benito, Escolástica juntó las manos y permaneció en oración.


"Pudo más ante Dios porque amó más"

Comenta San Gregorio Magno. Y efectivamente, pocos instantes después pareció que se abrían las cataratas del cielo; el aguacero y los truenos obligaron a San Benito a desistir de regresar al monasterio, pero le echó la culpa a la hermana que, cándidamente replicó:

"Pues bien, yo te lo pedí y no me quisiste escuchar, pedí al Señor y Él sí me escuchó; vete si puedes, y regresa al monasterio"

En el lugar del prodigio se construyó la llamada "Iglesia del coloquio", y en recuerdo de ese episodio se invoca a Santa Escolástica contra los rayos y para obtener la lluvia. A los tres días de ese maravilloso coloquio, San Benito, durante la oración, vio que el alma de Escolástica volaba al cielo en forma de paloma, y a los 40 días él la siguió para vivir eternamente "la alegría celestial".


Benito y Escolástica,
juntos en vida y en muerte




El monasterio de Montecassino fue destruido por los longobardos el año 577, permaneciendo abandonado hasta el año 717. Los nuevos monjes no abrigaron ninguna duda sobre la autenticidad de los huesos que reposaban bajo el altar mayor de su iglesia, pues consideraban que los sepulcros se habían mantenido inviolados durante los años de abandono. Pero no pensaban lo mismo los franceses, quienes afirmaban que, hacia el año 660, el abad de Fleury y el obispo de Le Mans habían robado los cuerpos de San Benito y Santa Escolástica para honrarlos, respectivamente, en su monasterio y catedral. Así, durante siglos, Montecassino disputó con Fleury y Le Mans sobre la autenticidad de las reliquias de ambos santos; sólo en época moderna, y no de forma unánime, los historiadores han llegado a la conclusión de que las verdaderas reliquias deben ser las de Montecassino, y las de Fleury el fruto de un piadoso fraude, mientras que Santa Escolástica nunca habría sido removida de su primitivo sepulcro. Sea de ello lo que fuere, Le Mans honró extraordinariamente a la santa como a su patrona y allí veneraron sus pretendidos restos hasta que fueron sacados de su preciosa urna y aventados el año 1792, durante la Revolución Francesa, conservándose sólo unos pocos restos que la piedad y valentía de algunos fieles pudo sustraer a la furia de los exaltados.

Los huesos de Montecassino tuvieron más suerte, pues incluso salieron incólumes del terrible bombardeo aliado que destruyó el monasterio el año 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, y pudieron ser reconocidos y exhaustivamente estudiados en 1950. Pero San Benito y Santa Escolástica dejaron algo más que unos huesos. La Regla de San Benito fue poco a poco implantándose por toda Europa y, aunque pensada y escrita para hombres, fue muy pronto aceptada por las comunidades monásticas femeninas. Éstas empezaron a considerar a Santa Escolástica como la primera monja benedictina, aunque, como ya hemos dicho, ésto no sea históricamente cierto y a tomarla como modelo. Los diferentes autores espirituales que han tratado sobre la santa le han aplicado toda clase de virtudes, pero es más justo reconocer que nada sabemos de su fisonomía espiritual, fuera de su entrega constante a Dios, su amor por las conversaciones santas y su fino sentido del humor. Y, sobre todo, su verdadera caridad, que la lleva a conseguir de Dios lo que no puede realizar del rigorismo de su hermano. Es lo único que se desprende del relato gregoriano, única fuente fiable. Y no es poco, para aquellos que, dentro y fuera del monasterio, pretenden vivir su cristianismo con generosidad, fidelidad y una buena dosis de alegría, que tanta falta nos hace.






Texto tomado de EWTN:

Fuente - Texto tomado de DOMINICOS.ORG:

Fuente - Texto tomado de CATHOLIC.NET: