lunes, 11 de noviembre de 2019

Carta del más allá: un niño abortado escribe a su mamá



Querida mamá:

Soy tu hijo, ¿recuerdas? No he desaparecido, pues Dios me infundió un alma eterna en el momento en que fui concebido. No ví nunca la luz del día pero vivo para siempre.

Sé por qué me mataste. El que debió haber sido mi padre andaba lejos del país. Tu te sentías sola porque él andaba muy ocupado en sus negocios. En su ausencia, surgió otro hombre. De ese romance fui engendrado yo.

Nunca olvidaré los meses que me acunaste en tu vientre, ¡me sentí tan seguro y amado! ¡Comprendo que no me desearas; pues que pensaría papá a su regreso! Había que blanquear al desliz matando al delator, y ese era YO. Por entonces no supe de las discusiones con tu amante, pues él quería verme nacido y tú no. ¡Qué peleas, hasta que le arrancaste el dinero que costó mi defunción! A todo le ponen precio, hasta el asesinato de un inocente. "¡Que caros son lo abortos!" comentaste. 

No justifico tu crimen, pero te perdono. Perdono a papá por haber sido tan irresponsable. También perdono al que, vestido de blanco, se manchó con mi sangre. ¡Que dolor cuando me punzó con aquella enorme aguja y después me despedazó a sangre fría! Sé que tú nunca olvidarás el ruido de aquella aspiradora que se tragó mi cuerpecito a pedazos. Sé que te causó un trauma que llevas en silencio tratando de pensar que no fue nada. Si era algo. Era alguien, era yo, tu hijo.

Conozco mamá, tus largas noches en vela y tus sobresaltos. Sé que luchaste mucho en tu interior sobre tu decisión de abortarme. En el fondo me amabas pero pudo más en ti el miedo. Sé que me amabas, pues aún sueñas conmigo y más de una vez te haz preguntado, con remordimientos, si soy niña o niño, piensas como sería hoy día y qué alegrías te hubiera traído... 

¡Soy niño! Me parezco más a ti que al seductor con que andabas. ¡cómo me vas a olvidar, si yo a cada momento pido a Papá Dios que borre esas pesadillas que turban tu descanso y te dan muerte en vida! Por eso, ¡qué alegría cuando buscaste al sacerdote que te inspiró confianza, y te reconciliaste con el Señor de la Vida! 

Querida mamá, quiero verte feliz. Recuerda los consejos que te dio el sacerdote al despedirte:

"¡Hija, Dios padre ya ha hecho su obra de amor en ti y a su tiempo irás sanando!"

Mientras te estoy escribiendo, tengo a mi lado a mi amigo Antonio. Lo mató su mamá porque ella decía ser demasiado joven para ocuparse con ser madre. Tampoco el recibió nombre alguno de sus padres pero sí de Dios quien nos ama infinitamente. Tengo muchísimos amigos que corrieron la misma suerte. A Carlitos lo abortaron porque su madre fue violada. El odio y el dolor resultante lo descargaron sobre el pobre inocente. Él se pregunta: "¿Por qué si mi mamá no amaba al hombre que la violó, me mato a mí, que la hubiera amado siempre y jamás me hubiera avergonzado de ella?" Aquí en el reino del amor, sólo entendemos el lenguaje del amor; por eso, no comprendemos esos "argumentos" acerca del aborto; por mala conformación del feto, por violación, por dificultades económicas de los padres, por no querer más hijos, "que la familia pequeña vive mejor", etc. 

Me cuentan que ni las guerras, ni Hitler con sus cámaras de gas letal han realizado tan brutal y desmedida masacre. Con los abortos se ha privado a la humanidad de brillantes poetas, sacerdotes, médicos, filósofos, músicos, pilotos, estadistas, pintores, arquitectos, santos y santas. A mí todos me dicen que quizá hubiera sido un habilidoso cirujano o un pianista a lo Mozart. Cuando nos reunamos, mami, ¡ya verás qué manos tengo! Lo que más me agrada es cuando me dicen "¡tu mamá tiene que ser muy hermosa!"

No llores mami. Confía en Dios hasta que nos volvamos a ver. ¡ah!, se me olvidaba, aunque me consumo por verte, no te des prisa en venir, pues mis hermanos te necesitan. Hazle a ellos lo que nunca pudiste hacerme a mí. Fíjate que cuando bañas a mis hermanitos, no sé, me entra un poquito de añoranza de todo lo que pudo ser y no fue. Me hubiera gustado ser acariciado por esas manos tuyas tan lindas y tan semejantes a las mías, manos de cirujano malogrado.

Quizás te preguntas dónde estoy. No te preocupes, estoy en los brazos de Jesús que me amó hasta derramar su sangre por mí. En Él todos encontramos la Vida.

Y termino pidiéndote un favor. No para mí, comprenderás, sino para otros niños. ¡no los maten como a mí!, si conoces a una joven que quiera abortar o a un sujeto que monta campañas a favor del aborto o un médico asesino que se burla de Hipócrates, o una enfermera que se presta a ese crimen, extiéndeles el amor de Dios, nuestro Padre. Entonces recuérdate de nosotros y dile que no mate más. Que los niños le pertenecen a Dios. Grítales a todos que tenemos derecho a vivir como ellos, y que aunque nadie nos ame tenemos derecho a vivir y amar.

¡Te espero con la boca aún sin estrenar, rebosante de besos que tengo guardados solamente para ti!


Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Impresionante realidad: carta de un alma condenada al Infierno






Carta de un Alma Condenada al Infierno


Este material no es del gusto actual, de la sociedad moderna, por supuesto del gusto mundano, ni lamentablemente de muchos entre los llamados fieles cristianos. Debemos prestar atención hoy día a esta realidad y verdad de fe definida en la Iglesia Católica, acerca de la existencia del infierno y de su duración eterna. Tristemente, el abandono consciente o inconsciente de su consideración, está llevando a muchos a negar su existencia, con consecuencias más que lamentables en la conducta y en su ineludible juicio Divino.


Dios se comunica con nosotros de muchas maneras:


Carta de un Alma Condenada al Infierno
Parte 1




Carta de un Alma Condenada al Infierno
Parte 2




Carta de un Alma Condenada al Infierno
Parte 3




Carta de un Alma Condenada al Infierno
Parte 4



Audios tomados de YOUTUBE:

https://www.youtube.com/watch?v=H6R-nPI3E2k

https://www.youtube.com/watch?v=iv478WEKRww


https://www.youtube.com/watch?v=Tk_M4qa1A04


https://www.youtube.com/watch?v=4EyBj4A3RJM

¿PROFECÍA? Obispo Sheen describió las trampas que usará el Anticristo para engañarnos y la forma de evitarlo



Carmelo López-Arias / ReL - 4 de noviembre de 2017

La presencia del Anticristo es una de las señales que los Padres de la Iglesia y la mayor parte de los teólogos sugieren como precursoras del fin del mundo.

Así consta en las Sagradas Escrituras, donde es definido por San Juan como "el mentiroso, el que niega que Jesús es el Cristo, el que niega al Padre y al Hijo" (1 Jn 2, 22) y por San Pablo como "el hombre del pecado, el hijo de la perdición, el Adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios" (2 Tes, 3-4).

En su estudio de la cuestión, el jesuita Francisco Suárez (1548-1617) afirma como próximo a la fe que será una persona, y no, como en ocasiones se ha interpretado, un movimiento o una ideología: "El Anticristo no sólo será verdadero hombre, sino también verdadera persona humana, persona propia y connatural a la humanidad; así que no será la persona de un demonio encarnada".


Apariencia de santón humanitario, incluso cristiano


¿Cómo reconocerlo e identificarlo? Hay toda una tradición literaria católica, que va desde Señor del Mundo de Robert Hugh Benson a El Padre Elías de Michael D. O'Brien, que lo dibuja como un ser de apariencia nada acorde con su terrible designio: al contrario, como una persona que atraerá precisamente por su apariencia benéfica y su capacidad de halago a las tendencias tanto más amables cuanto más disolventes de la cultura en la que nazca.

Ésa es también la visión del obispo Fulton J. Sheen (1895-1979), quien hizo un inquietante retrato del Anticristo en un sermón radiofónico del 26 de enero de 1947:

"El Anticristo no se llamará así, de otra forma no tendría seguidores", advertía el obispo Sheen: "No llevará vestiduras rojas, no vomitará azufre, no llevará tridente". En aquel momento Sheen era solo un sacerdote que deslumbraba en la radio y en la naciente televisión con sus predicaciones y ya había escrito varios libros. Destacaba por su anticomunismo, al que consagraría en 1948 su obra El comunismo y la conciencia occidental, pero no sería hasta 1951 que fue nombrado obispo auxiliar de Nueva York, y en 1966 obispo de la diócesis neoyorquina de Rochester.

"El gran objetivo del Anticristo, explicaba Sheen, será, como el del demonio, parecerse a Dios: ¿Cómo conseguirá entonces seguidores para su religión?".


Y desgranó estas características:


»-Se disfrazará como el Gran Humanitario: hablará de la paz, de la prosperidad y de la abundancia no como medios para llevarnos a Dios, sino como fines en sí mismos.

»-Escribirá libros sobre la nueva idea de Dios para acomodarlas a como vive la gente.

»-Divulgará la fe en la astrología para que sean las estrellas, y no la voluntad, las responsables de nuestros pecados.

»-Justificará la culpa como sexo reprimido, hará que los hombres se avergüencen de no ser considerados abiertos de mente y progresistas por sus compañeros.

»-Identificará la tolerancia con la indiferencia entre el bien y el mal.

»-Fomentará el divorcio bajo de que es “necesario” que haya una tercera persona.

»-Hará que crezca el amor por el amor y decrezca el amor por las personas.

»-Invocará la religión para destruir la religión.

»-Incluso hablará de Cristo y dirá que es el mayor hombre que jamás haya vivido.

»-Dirá que su misión es liberar a los hombres de las servidumbres de la superstición y el fascismo, a los que nunca definirá.

»-En medio de todo su aparente amor por la humanidad y su fácil verborrea sobre la libertad y la igualdad, guardará un secreto que no dirá a nadie: él no creerá en Dios. Y como su religión será la hermandad sin la paternidad de Dios, embaucará incluso a los elegidos.

»-Fundará una anti-Iglesia, que será una imitación de la Iglesia porque el demonio es el mono de Dios. Será el cuerpo místico del Anticristo, que en todo lo exterior se parecerá a la Iglesia como cuerpo místico de Cristo. En su búsqueda desesperada de Dios, inducirá al hombre moderno, en su soledad y frustración, a comprometerse cada vez más en su comunidad, que dará al hombre una visión más amplia de las cosas sin necesidad alguna de conversión personal y sin admitir la culpa individual. Son días en los que el demonio se le soltará particularmente la cuerda".

Pese a estos preocupantes signos, "los cristianos deben comprender que un momento de crisis no es un momento de desesperación, sino una oportunidad", y que tras la Crucifixión viene la Resurrección.


Para no figurar entre los engañados


Y proponía un plan de vida para estar preparados ante los engaños del Anticristo:






-Colgar un crucifijo en casa "para recordar que tenemos una cruz que llevar".

-Rezar cada noche el rosario en familia.

-Ir diariamente a misa.

-Hacer a diario la Hora Santa ante el Santísimo, "especialmente en parroquias cuyos párrocos son conscientes de las necesidades del mundo y llevan a cabo actos de reparación".

-Rezar a San Miguel Arcángel, recordándole que ya venció una vez el orgullo de Lucifer.

-Rezar a la Santísima Virgen, "porque le ha sido dado el poder de aplastar la cabeza de la serpiente".

-"Conservar el estado de gracia quienes tengan fe, y quienes no la tengan que empiecen a buscarla, porque en los tiempos que vienen solo habrá una forma de que las rodillas dejen de temblar, y será caer sobre ellas y rezar".


Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:
https://www.religionenlibertad.com/obispo-sheen-describio-las-trampas-que-usara-anticristo-para-60312.htm