lunes, 4 de noviembre de 2019

Santos Zacarías e Isabel - Padres de San Juan Bautista - Fiesta 5 de Noviembre


San Zacarías y Santa Isabel
con la Santísima Virgen María (La Visitación)

El nombre de Zacarías, significa:
"Dios se acordó de mí"


Isabel quiere decir:
"Consagrada a Dios"


La fama de estos dos santos se debe a que fueron los papás de San Juan Bautista

La bella historia de estos dos santos esposos la cuenta San Lucas en el primer capítulo de su evangelio:

"Hubo en tiempos del rey Herodes un sacerdote llamado Zacarías, casado con Isabel, una mujer descendiente del hermano de Moisés, el sumo sacerdote Aarón".

De estos dos esposos hace el evangelio un elogio formidable. Dice así:

"Los dos llevaban una vida santa, eran justos ante Dios, y observaban con exactitud todos los mandamientos y preceptos del Señor"

Ojalá de cada uno de nuestros hogares se pudiera decir algo semejante. Sería maravilloso.

Dice San Lucas:

"Zacarías e Isabel no tenían hijos, porque ella era estéril. Además ya los dos eran de avanzada edad"

Y un día, cuando a Zacarías le correspondió el turno de subir al altar (detrás del velo) a ofrecer incienso, toda la multitud estaba afuera rezando. Y se le apareció el Ángel del Señor, y Zacarías al verlo se llenó de temor y un gran terror se apoderó de él. El Ángel le dijo:



"No tema Zacarías, porque su petición ha sido escuchada. Isabel su mujer, dará a luz un hijo, a quien pondrán por nombre Juan. Él será para ustedes gozo y alegría, y muchos se alegrarán por su nacimiento, porque será grande ante el Señor; no beberá licores; estará lleno del Espíritu Santo, y convertirá a muchos hacia Dios, y tendrá el espíritu del profeta Elías, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto"

Zacarías le dijo al Ángel:

"¿Cómo puedo saber que esto que me dice sí es cierto? Porque yo soy muy viejo e Isabel mi esposa es estéril"

El Ángel le dijo:

"Yo soy Gabriel, uno de los que están en la presencia de Dios, y he sido enviado para comunicarle esta buena noticia. Pero por no haber creído a las palabras que le he dicho, se quedará mudo y no podrá hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, que se cumplirán todas a su tiempo"

El pueblo estaba esperando a que saliera Zacarías y se extrañaban de que demorara tanto en aparecer. Cuando apareció no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había tenido alguna visión. Él les hablaba por señas y estaba mudo.

"Después Isabel concibió un hijo y estuvo oculta durante cinco meses (sin contar a los vecinos que iba a tener un niño)"

Y decía:

"Dios ha querido quitarme mi humillación y se ha acordado de mí"



El Ángel Gabriel contó a María Santísima en el día de La Anunciación, que Isabel iba a tener un hijo. Ella se fue corriendo a casa de Isabel y allí estuvo tres meses acompañándola y ayudándole en todo, hasta que nació el niño Juan, cuyo nacimiento fue un verdadero acontecimiento (como se narra el 24 de junio):

Leer:
Natividad de San Juan Bautista


Que Dios conceda a los padres de familia
el imitar a Zacarías e Isabel,
llevando como ellos una vida santa;
siendo justos ante el Señor, 
y observando con exactitud
todos los mandamientos
y preceptos de Dios.


Nada es imposible para Dios
(palabras del Ángel a Zacarías)


Fuente - Texto tomado de EWTN:

PSICOLOGÍA: El brillo que generas molesta a los que viven en oscuridad



Cristina Medina Gómez - 29 de mayo de 2016


Dejar que el corazón brille y querer compartir esa sensación molesta mucho a quien lo tiene lleno de total oscuridad. Es una pena, de hecho, que desear que alguien se alegre de tu felicidad pueda acabar apagando tu brillo.

Sin embargo, tienes que saberlo. En esta vida hay quienes son en esencia luz e iluminan sin llegar a cegar y quienes ciegan con toxicidad. Estas últimas personas son, además, el símbolo de eso que nos sobrecoge y nos opaca cuando más apoyo buscamos.


“La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual” (Miguel de Unamuno)


Esa clase de gente -recuerda- no te necesita en su vida y a ti tampoco te beneficia que ellos estén en la tuya, sobre todo porque los amigos calientan cuando hay pena pero también saben celebrar cuando hay metas y motivos. Y casi siempre los hay.


Deja a las personas tóxicas ahogarse en su veneno






El brillo y la oscuridad forman parte de la naturaleza, por lo que los dos tipos de personas que identifican ambas cosas conviven, se comunican y en ocasiones se contaminan. Esta es precisamente la razón según la cual es fácil toparse con gente que vive en la oscuridad y les fastidia por el brillo que nace de la luz que emites.








No es que tu brillo sea desagradable, es que directamente algunas personas necesitan robártelo para sentirse mejor porque en su alma hay maldad y en sus venas envidia, mucha envidia. ¿Conoces esas setas que tienen muy buen aspecto pero no son comestibles? Pues hay con quien ocurre lo mismo que con ellas: se acercan a ti haciéndote creer que estarán ahí y a la hora de la verdad envenenan.

Por eso las compañías tóxicas hay que evitarlas y a las cercanías que no comparten la felicidad que podamos sentir hay que dejarlas marchar. Si lo piensas, alguien que no se alegra de tus logros, no te está queriendo bien y eso es lo más importante.


¿Ser feliz está bien o mal visto?




Nos encanta compartir las noticias buenas con las personas que conocemos, plasmar nuestras ilusiones en una reacción o señalar que hemos encontrado el lugar en la vida en el que sentirnos bien. Y lo hacemos por redes sociales, por teléfono, por e-mail, con canciones o de las mil maneras que se nos ocurran.

Por eso no llegamos a entender la insatisfacción de algunos gestos que desaprueban que estemos así, porque esperaríamos una sonrisa a cambio, un abrazo, un “es fantástico, enhorabuena”. ¿No te ha ocurrido alguna vez? En esos momentos el brillo que traíamos se hace invisible y la emoción decae al no encontrar una respuesta confortable.


“Me alegro de que te alegres de que me alegre de que te alegres” (Paul Auster)


Además cuando esto se repite muchas veces, llegamos a la conclusión de que la felicidad se contagia, pero solo a quien se deja contagiar: a veces pasa que tu paz interior ocasiona malestar en los demás y eso no tiene que ver contigo, sino con la gestión de las emociones de la otra persona.


Quizá es su oscuridad la que molesta a tu brillo




Planteándome este tema he llegado a un símil que me ha resultado muy interesante y con el que quizá estés de acuerdo: esas personas que detestan tu luz me recuerdan a las muelas del juicio. Voy a tratar de explicarte por qué.

Las muelas del juicio tarde o temprano tienen que llegar a nuestro día a día y probablemente no lo hagan al mismo tiempo: al principio no irritan, pero cuando creemos estar bien comienzan a dolernos. Entonces, nos bajan el ánimo y debilitan las energías que tenemos por lo que nos vemos obligados a sacarlas, a eliminarlas para que no nos compliquen la existencia. Al irse el alivio que sentimos es inigualable.

Las personas que tienen frío en su alma y no encuentran la manera de abrigarla generan un impacto como el de las muelas: tienen que aparecer en algún momento porque, como ellas, son parte de la especie humana. Sin embargo, nos viene bien no olvidar que las muelas del juicio no tienen ninguna utilidad y además dificultan nuestra higiene. Sigue brillando con tu luz personal y no permitas que una oscuridad que no es tuya invada tu ánimo.


“Si la risa se contagia, hagamos de ella una epidemia” (Pablo Pacanowski)


Fuente - Texto tomado de LAMENTEESMARAVILLOSA.COM:

Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 14, 12-14




Dijo también al que le había invitado:

«Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa. 

Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos».

Palabra de Dios,
Gloria a Ti Señor Jesús