martes, 8 de octubre de 2019

San Luis Beltrán - Presbítero Misionero - Año 1581 - Fiesta 9 de Octubre




San Luis Beltrán:
pídele a Dios que nos mande
muchos y santos misioneros


"Ciertos malos espíritus no se alejan, sino con oración y sacrificios" (Jesucristo)


Luis Beltrán nació en Valencia (España) en enero de 1526, de familia rica y muy virtuosa. Su padre, Juan Luis, después de haber quedado viudo, quiso hacerse monje del monasterio de Porta-Coeli que queda cerca de Valencia. Pero cuando ya iba llegando al monasterio, se le aparecieron San Vicente Ferrer y San Bruno quienes le dijeron que la voluntad de Dios no lo quería en el convento sino en el mundo. Obedeció, regresó y al poco tiempo se casó con la virtuosa Juana Angela Eixarch, hija de Juan Eixarch, rico mercader.

Luis fue el primogénito de esta pareja, y fue bautizado en la parroquia de San Esteban, en la misma pila bautismal en donde dos siglos antes había sido bautizado San Vicente Ferrer el cual era familiar de su padre. Desde muy niño dio claras muestras de su afición a la oración y a la penitencia. Se cuenta que a los siete años de edad pasaba largas horas en oración durante la noche y luego se acostaba en el suelo; y para no ser descubierto, desarreglaba la cama.

Lector asiduo de las vidas de los santos, se entusiasmó tanto con el ejemplo de San Alejo y San Roque, quienes por amor a Dios dejaron casa y parientes para peregrinar mendigando su sustento, que resolvió seguir su ejemplo. Sacó dinero prestado, preparó algo de ropa y alimento, buscó un compañero que compartiera su camino y su vida, y partieron camino de Santiago. Como la madre se encontraba enferma y sabía el dolor que estaba causando a su padre, le escribió una carta que todavía hoy se conserva y que comenzaba así:

“Tengo por muy cierto el enojo que Vuestra Merced y la señora han recibido con la resolución que he tomado. Mas ciertamente no lo debían recibir, pensando que esta es la voluntad de Dios...”

Como es de suponer, poco después fue encontrado por el criado que envió su padre a buscarlo. Lo encontró cerca de Buñol, descansando tranquilamente junto a una fuente cerca del pueblo que todavía hoy se conserva como entonces, y que es centro de mucha devoción.

A los veinte años ingresó a la Orden de Predicadores. Tuvo el honor de que la ordenación sacerdotal se la confiriera Santo Tomás de Villanueva. Y después de su ordenación sacerdotal se dedicó a la predicación. De los grandes hombres de Dios los imitó siendo extremadamente humilde, y practicando la obediencia en grado heroico.

Santa Teresa le escribió preguntándole si debía fundar un convento en su ciudad. Nuestro santo le respondió:


"El asunto sobre el cual me pide información es tan importante que me dediqué por varios días a pedirle a Nuestro Señor que me iluminara lo que le debía responder. Ahora le digo que sí, que lo debe fundar. Y le añado una noticia más: su comunidad va a ser tan ayudada por Dios, que dentro de cincuenta años será una de las más importantes en la Iglesia Católica"

Y así sucedió.

En las comunidades religiosas hay un cargo de enorme importancia. Es el del encargado de formar a los futuros religiosos. Se le llama Maestro de novicios. San Luis Beltrán ejerció ese cargo en España, en su comunidad de Padres Dominicos, casi por 30 años (con interrupciones) y formó gran número de fervorosos religiosos. Era muy estricto y exigente, pero sabía dar las órdenes con tan gran bondad y amabilidad, que todos sus súbditos lo amaban y estimaban. Para librarse del deseo de sobresalir ante los demás, colocó en la puerta de su habitación un gran letrero con esta frase de San Pablo:

"Si lo que busco es agradar a la gente,
ya no seré servidor de Cristo"




En 1562 fue enviado como misionero a las tribus de indios en el norte de Colombia. Cuando llegó no sabía hablar sino el español, pero Dios le concedió el don de lenguas y en poco tiempo aprendió a hablar en los idiomas de sus indígenas, de una manera tan admirable que nadie se explicaba cómo lo había logrado. En casi siete años (de 1562 a 1569) convirtió miles de indios desde Panamá hasta el Golfo de Urabá, en regiones palúdicas y llenas de toda clase de mosquitos y de alimañas peligrosas. En los registros que dejó escritos por su propia mano señala que bautizó más de 15.000 indios. Predicó a tribus sumamente salvajes que varias veces trataron de asesinarlo pero no lo lograron. Se vio libre como por milagro de los más terribles peligros contra su vida.´






Pero sus más peligrosos enemigos eran ciertos colonizadores españoles que cometían toda clase de injusticias contra los indígenas, y que al ser reprendidos por el santo misionero, se propusieron eliminarlo. Primero le ofrecieron un vaso de refresco, que contenía un fuerte veneno. Él le dio la bendición al vaso, y este se rompió en muchos pedazos. Los indios narraban que un colono quiso disparar su escopeta contra el misionero y que la escopeta estalló, retorciéndose su cañón y quedando en forma de cruz. El santo tenía una fe capaz de conseguir milagros.

Cuentan que cuando deseaba convertir a algún pecador hacía esta penitencia. Al anochecer, en esas selvas aparecen millones y millones de mosquitos muy hambrientos. Él se quitaba la camisa y dejaba que le picaran, y de vez en cuando les decía:


"Hermanitos, ya comieron lo suficiente. Ahora déjenle el puesto a sus compañeros, que también quieren comer"

Y los miles de mosquitos se iban para que llegaran los otros que estaban también muy hambrientos. En Colombia se dedicó a la catequización, a bautizar y a levantar iglesias. Su celo y su caridad le ganó el afecto de los indígenas, que acudían a él de todas partes y lo acompañaban constantemente.

En 1569 fue llamado a España a seguir formando los futuros misioneros y continuó su labor apostólica. A estos les insistía en que:


"El arma más poderosa para ganar almas es rezar mucho y hacer sacrificios"




Y les repetía:
"Que las buenas palabras del que enseña religión deben ir siempre acompañadas de buenas obras, porque si con el mal ejemplo destruimos lo bueno que sembramos con la predicación, eso es fatal"

En 1574 el Capítulo general de Aragón lo nombró predicador general. 

Él mismo define su estilo:


“Yo predico en estilo que todos lo entiendan. Y como Dios dijo a Isaías: Stilo hominis. Quiere decir en buen romance claro, que lo entienda todo el mundo. Esto es: estilo llano. Ningún cronista ha guardado tan bien las reglas de los historiadores como los sagrados evangelistas. ¡Qué cortos en contar las grandezas y hazañas de Cristo! ¡Qué sin elocuencia! ¡Qué sin afectos! ¡Qué sin retóricas! Para que resplandezca la verdad, sin color ni afeite, sin ayuda de elocuencia y saber humano”
Desempeñó varios cargos en su Orden y murió el 9 de octubre de 1581, a los 55 años de edad, en el palacio del patriarca San Juan de Ribera, que era su amigo. Fue canonizado por Clemente X en 1671, y la Iglesia colombiana lo ha venerado siempre como uno de sus principales abogados y patronos.


Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Fuente - Texto tomado de EWTN.COM:

INSÓLITO - ¿El Papa Francisco apoya los rituales paganos en el Vaticano?




4 de octubre de 2019 / 12:48 pm

Realizan ritual indígena en el Vaticano en presencia del Papa

Redacción ACI Prensa

Este 4 de octubre el Papa Francisco plantó un árbol de Asís en los Jardines Vaticanos, en un evento en el que algunos asistentes realizaron un ritual indígena en presencia del Santo Padre.

Los organizadores del evento fueron la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), el Movimiento Católico Mundial por el Clima y la Orden de los Franciscanos Menores.

El ritual, que no fue explicado por los organizadores, pareció ser un “pago a la tierra”, pero que no ha sido confirmado o desmentido por la Oficina de Prensa del Vaticano hasta el cierre de esta edición.

El pago a la tierra es una ceremonia indígena que se realiza en algunos países de América Latina, en los que se agradece a la “madre tierra” por sus frutos o se le hace algún pedido. Por lo general no contiene elementos de la fe cristiana.

Durante el ritual, algunos participantes obsequiaron tres objetos al Santo Padre: un collar, una imagen de una mujer semidesnuda embarazada descrita por el canal de Vatican News en portugués como “Nuestra Señora de la Amazonía”; y un anillo negro que parece ser el anillo tucum.




La Oficina de Prensa del Vaticano tampoco respondió si se trata del anillo tucum. En el video se puede apreciar que luego de que se lo colocan, el Papa intenta cubrirlo con la otra mano.

El anillo tucum es conocido en Brasil y otras partes de Latinoamérica como un signo de la causa de los pobres y los indígenas. Era usado por los indígenas tapiraré en Brasil en sus ceremonias, y fue luego adoptado por los esclavos traídos de África en sus matrimonios. Aunque se le conoce en algunos ámbitos como el “anillo de coco”, está hecho de un árbol de palma originario de la región amazónica de Brasil, llamada Tucum.

El obispo brasileño Pedro Casaldáliga, uno de los más conocidos exponentes de la teología de la liberación en América Latina, difundió el anillo en una cinta titulada “O anel de Tucum”.





En ésta, el Prelado de 91 años señala: “El anillo de tucum es un signo de la alianza con la causa indígena y las causas populares. Significa que quien usa este anillo ha asumido estas causas y sus consecuencias” y que el anillo “representa el matrimonio con las causas indígenas”.

Según otro obispo brasileño, Mons. Amaury Castanho, usar el anillo se convirtió en un signo del compromiso con la teología de la liberación. “El anillo de tucum implícita y explícitamente porta consigo opiniones no ortodoxas a favor de una Iglesia considerada una Iglesia popular, opuesta a la Iglesia jerárquica, la que estableció Cristo”, afirma.

Luego de entregar los objetos, los indígenas y otros asistentes al evento hicieron una ronda en la que cantaron y bailaron ante la mirada de los demás participantes, tras lo cual se procedió con el resto de la ceremonia.

Estaba previsto que el Santo Padre pronunciara un discurso pero prefirió no hacerlo y dirigió el rezo del Padre Nuestro con los presentes.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

Video tomado de YOUTUBE:
https://www.youtube.com/watch?v=B5-AiCRqOuM





Bergoglio asiste a un ritual amazónico pagano en los jardines vaticanos





Por Carlos Esteban | 04 octubre, 2019



Plantar un árbol es un hermoso gesto. Es una simbólica apuesta por la vida, incluso tiene ese aspecto de generosidad altruista de un acto cuyo resultado solo se verá a lo largo de los años, que quizá uno no llegue a contemplar y disfrutar. Tomado con seriedad -es decir, no como mero ritual simbólico-, ha convertido una Europa que a principios del siglo pasado había perdido buena parte de su masa arbolada en un bosque nuevo, con una superficie forestal mucho mayor. Como rito, se ha extendido rápidamente por todo el mundo, promovido en parte por la rápida desaparición de los rituales religiosos, y en parte por la ‘fiebre verde’ que nos consume.

Pero eso es el mundo. La Iglesia, la más antigua ya de las instituciones de Occidente, tiene sus propios ritos, ritos consagrados por la sabiduría magisterial y el filtro del tiempo y centrados en traducir todas las ocasiones de celebración en adoración a Dios y recordatorio de nuestro último destino, que es Cristo y la vida eterna con Él.

El Sínodo de la Amazonía, que se abre este domingo, se ha consagrado este viernes, festividad de San Francisco de Asís, en los jardines vaticanos plantando un árbol, una encina de Asís, en una ceremonia en la que han participado indígenas amazónicos ataviados como es costumbre en sus tribus, no para arrodillarse ante Cristo, sino para completar la celebración con sus aspersiones y danzas paganas.


Vatican Media


Vatican News, el órgano oficial de información vaticana en la red, hace hincapié en que “el Papa ya plantó un árbol allí mismo el 8 de junio de 2014 con ocasión del encuentro que promovió para la paz en Oriente Medio, que contó con la participación del Patriarca de Constantinopla Bartolomé I y los Presidentes israelí Shimon Peres y palestino Abu Mazen”. Pero esos fueron encuentros civiles, políticos. Y esto es la inauguración de un sínodo de obispos para tratar cuestiones que afectan a la vida de los cristianos en su fe.

En virtud de esa comprensión que exige la misericordia, de esa escucha a la que nos anima siempre Su Santidad, y siguiendo esa ‘parresia’, libertad de expresión y crítica, que siempre ha elogiado, creo que puede entenderse que muchos fieles vean consagrar así un sínodo de la Iglesia y le tiente concluir que esto es otra religión, distinta de la que siempre ha sido.

La iniciativa, cuenta Vatican News, tiene la intención de «enviar un poderoso mensaje al mundo sobre el compromiso de la Iglesia en el cuidado de nuestro hogar común». La ‘casa común’, esa expresión que se ha vuelto ya manida en un tiempo récord, para referirse a nuestro planeta, es desconcertante. Para el católico, el hogar definitivo y eterno, esas moradas preparadas para nosotros, es la Gloria, y nuestra verdadera ‘casa común’, la Iglesia.

San Francisco, cuya figura imita tan fielmente a la de su Maestro que, como Él, ha sufrido mil distorsiones e instrumentalizaciones sesgadas, es, desde que lo decidiera San Juan Pablo II, patrón de la Ecología. Pero traicionaríamos su memoria y su mensaje si entendiéramos su encendido amor por la Creación con algo remotamente parecido al panteísmo pagano de Gaia o la Pachamama, incluso con una especial ‘reverencia’ hacia la tierra y sus criaturas. Francisco hablaba del “hermano sol y la hermana luna”, no del “padre sol” o la “madre tierra”. Ambos, junto a toda la Creación, eran importantes meramente como referencia a su Creador.


Vatican Media



Sucede con esto algo similar a lo que se ha querido hacer de su visita, solo y desarmado, al sultán en plena cruzada. Se ha hablado de ‘diálogo’, cuando lo que le pidió Francisco al sultán fue que se bautizara y renunciara a las falsedades de su religión.

La singular ceremonia no ha hecho más que avivar temores mucho más acuciantes sobre lo que viene ahora, sobre un sínodo en el que todo -la motivación, el Instrumentum laboris, los responsables, los participantes, los trabajos preparatorios, las declaraciones previas- parece anunciar cambios en la Iglesia aún más sísmicos y radicales que todo lo que hemos visto en estos seis años vertiginosos.

Por Carlos Esteban.


Favor leer el siguiente enlace:

URGENTE - Cruzada de Oración y Ayuno (Sept. 17 a Oct. 26) contra la herejía en el Sínodo para la Amazonía

Fuente - Texto tomado de INFOVATICANA.COM: