viernes, 4 de octubre de 2019

Santa Faustina Kowalska - Apóstol de la Divina Misericordia - Fiesta Octubre 5

Es el apóstol de
la Divina Misericordia


Nacimiento: Agosto 25 de 1905 en Glogowiec, Konin (Polonia).
Fallecimiento: Octubre 5 de 1938 en Lagiewniki, Cracovia (Polonia).

Sor Faustina nació en el año 1905 en la aldea de Glogowiec, cerca de Lodz, como la tercera de 10 hermanos en la familia Kowalski. Desde pequeña se destacó por el amor a la oración, laboriosidad, obediencia y sensibilidad ante la pobreza humana. Su educación escolar duró apenas tres años. Al cumplir 16 años abandonó la casa familiar para trabajar de empleada doméstica en casas de familias acomodadas.

A los 20 años entró en la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, donde como Sor María Faustina vivió 13 años cumpliendo los deberes de cocinera, jardinera y portera. Su vida, aparentemente ordinaria, monótona y gris, se caracterizó por la extraordinaria profundidad de su unión con Dios. Desde niña había deseado ser una gran santa y, en consecuencia, caminó hacia este fin colaborando con Jesús en la obra de salvar a las almas perdidas, hasta ofrecerse como sacrificio por los pecadores. Los años de su vida conventual estuvieron marcados, pues, por el estigma del sufrimiento y las extraordinarias gracias místicas.

La misión de Sor Faustina
consiste en tres tareas

Jesús, en Ti confío
  1. Acercar y proclamar al mundo la verdad revelada en la Sagrada Escritura sobre el amor misericordioso de Dios a cada persona.
  2. Alcanzar la misericordia de Dios para el mundo entero, y especialmente para los pecadores, por ejemplo a través de la práctica de las nuevas formas de culto a la Divina Misericordia, presentadas por el Señor Jesús: (La Imagen de la Divina Misericordia con la inscripción: Jesús, en ti confío, la Fiesta de la Divina Misericordia, el primer Domingo después de la Pascua de Resurrección, la Coronilla a la Divina Misericordia y la oración a la hora de la Misericordia "las tres de la tarde"). A estas formas de la devoción y a la propagación del culto a la Divina Misericordia, el Señor Jesús vinculó grandes promesas bajo la condición de confiar en Dios y practicar el amor activo hacia el prójimo.
  3. La tercera tarea es inspirar un movimiento apostólico de la Divina Misericordia que ha de proclamar y alcanzar la misericordia de Dios para el mundo y aspirar a la perfección cristiana siguiendo el camino trazado por Santa Faustina. Este camino es la actitud de confianza de niño hacia Dios, que se expresa en cumplir su voluntad y la postura de caridad hacia el prójimo. Actualmente este movimiento dentro de la Iglesia abarca a millones de personas en el mundo entero: congregaciones religiosas, institutos laicos, sacerdotes, hermandades, asociaciones, distintas comunidades de apóstoles de la Divina Misericordia y personas no congregadas que se comprometen a cumplir las tareas que el Señor Jesús transmitió por Sor María Faustina.
Sor María Faustina manifestó su misión en el Diario que escribió por mandato del Señor Jesús y de los confesores. Registró en él con fidelidad todo lo que Jesús le pidió y describió todos los encuentros de su alma con Él.
"Secretaria de mi más profundo misterio -dijo el Señor Jesús a Sor María Faustina- tu misión es la de escribir todo lo que te hago conocer sobre mi misericordia para el provecho de aquellos que leyendo estos escritos, encontrarán en sus almas consuelo y adquirirán valor para acercarse a Mí" (Diario 1693)
Esta obra acerca de modo extraordinario el misterio de la misericordia Divina. Atrae no solamente a la gente sencilla sino también a científicos que descubren en ella un frente más para sus investigaciones. El Diario ha sido traducido a muchos idiomas, por citar algunos: Inglés, Alemán, Italiano, Español, Francés, Portugués, Árabe, Ruso, Húngaro, Checo y Eslovaco.

El 18 de abril de 1993 el Papa Juan Pablo II beatificó a nuestra Sor Faustina Kowalska, en la Basílica de San Pedro en Roma. Fue en el primer Domingo de Pascua, en el cual, según el pedido expreso de Jesús a Sor Faustina, debía celebrarse la Fiesta de la Divina Misericordia Y la beatificó precisamente Juan Pablo II, quien siendo aún arzobispo de Cracovia, llevó adelante el proceso arquidiocesano como paso previo a los procesos romanos. El 30 de abril de 2000, el Santo Padre Juan Pablo II, canonizó a Sor Faustina, en la Basílica de San Pedro, frente a 200.000 devotos de la Divina Misericordia.


El Diario de Santa Faustina fue escrito por orden de su Director Espiritual, el Rev. P. Miguel Popocko, queriendo además cumplir y obedecer la voluntad de Jesús:
"Hija Mía, sé diligente en apuntar cada frase que te digo sobre Mi misericordia, porque están destinadas para un gran número de almas que sacarán provecho de ellas" (Diario, 1142)
Su misión era transmitir lo que quería Nuestro Señor, es decir que todo el mundo conociera la Misericordia de Dios. Su Diario es un impresionante relato de las ascensiones y de la oscuridad del alma, es un testimonio de una fe difícil e inquebrantable. Es, ante todo, un testimonio de la confianza total a la infinita misericordia de Cristo.


Jesús se quejó conmigo con estas palabras:

"La desconfianza de las almas desgarra Mis entrañas. Aún más Me duele la desconfianza de las almas elegidas; a pesar de Mi amor inagotable no confían en Mí. Ni siquiera Mi muerte ha sido suficiente para ellas. ¡Ay de las almas que abusen de ella!"
Escribe ésto:

"Antes de venir como el Juez Justo, vengo como el Rey de Misericordia. Antes de que llegue el día de la justicia, les será dado a los hombres este signo en el cielo. Se apagará toda luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la tierra. Entonces, en el cielo aparecerá el signo de la cruz y de los orificios donde fueron clavadas las manos y los pies del Salvador, saldrán grandes luces que durante algún tiempo iluminarán la tierra. Eso sucederá poco tiempo antes del último día"


"Oh, cuánto Me hiere la desconfianza del alma. Esta alma reconoce que soy santo y justo, y no cree que Yo soy la Misericordia, no confía en Mi bondad. También los demonios admiran Mi justicia, pero no creen en Mi bondad"
Una vez el Señor me dijo:

"Me hieren más las pequeñas imperfecciones de las almas elegidas que los pecados de las almas que viven en el mundo. Estas pequeñas imperfecciones, no es todo; te revelaré el secreto de Mi Corazón, lo que sufro por parte de las almas elegidas: la ingratitud por tantas gracias es el alimento continuo de Mi Corazón por parte del alma elegida. Su amor es tibio, Mi Corazón no puede soportarlo; estas almas Me obligan a rechazarlas de Mí. Otras no tienen confianza en Mi bondad y nunca quieren sentir la dulce intimidad en su corazón, pero Me buscan por allí, lejos y no Me encuentran. Esta falta de confianza en Mi bondad es lo que más Me hiere. Si Mi muerte no las ha convencido de Mi amor, ¿qué es lo que las convencerá? Muchas veces un alma Me hiere mortalmente y en tal caso nadie Me consolará. Hacen uso de Mis gracias para ofenderme. Hay almas que desprecian Mis gracias y todas las pruebas de Mi amor; no quieren oír Mi llamada, sino que van al abismo infernal. Esta pérdida de las almas Me sumerge en la tristeza mortal. En tales casos, a pesar de ser Dios, no puedo ayudar nada al alma, porque ella Me desprecia; disponiendo de la voluntad libre puede despreciarme o amarme. Tú, dispensadora de Mi misericordia, habla al mundo entero de Mi bondad y con esto consolarás Mi Corazón"



"Hija Mía, el sufrimiento será para ti la señal de que Yo estoy contigo"
"Hija Mía, si por medio de ti exijo de los hombres el culto a Mi misericordia, tú debes ser la primera en distinguirte por la confianza en Mi misericordia. Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mi. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo: La primera (la acción), la segunda (la palabra), la tercera (la oración). En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacia Mi. De este modo el alma alaba y adora Mi misericordia. Sí, el primer domingo después de Pascua es la Fiesta de la Misericordia, pero también debe estar presente la acción y pido se rinda culto a Mi misericordia con la solemne celebración de esta Fiesta y con el culto a la imagen que ha sido pintada. A través de esta imagen concederé muchas gracias a las almas; ella ha de recordar a los hombres las exigencias de Mi misericordia, porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil"

Promesa del Señor:

"A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en la vida y especialmente a la hora de la muerte"
Visión del infierno

POR SANTA FAUSTINA KOWALSKA
Jesús - Divina Misericordia 
y Santa Faustina Kowalska

741. “Hoy he estado en los abismos del infierno, conducida por un Ángel. Es un lugar de grandes tormentos, ¡qué espantosamente grande es su extensión!

Los tipos de tormentos que he visto:




El primer tormento que constituye el infierno, es la pérdida de Dios;

El segundo, el continuo remordimiento de conciencia;

El tercero, aquel destino no cambiará jamás;

El cuarto tormento, es el fuego que penetrará al alma, pero no la aniquilará, es un tormento terrible, es un fuego puramente espiritual, incendiado por la ira divina;

El quinto tormento, es la oscuridad permanente, un horrible, sofocante olor; y a pesar de la oscuridad los demonios y las almas condenadas se ven mutuamente y ven todos el mal de los demás y el suyo;

El sexto tormento, es la compañía continua de Satanás;

El séptimo tormento, es una desesperación tremenda, el odio a Dios, las imprecaciones, las maldiciones, las blasfemias.

Estos son los tormentos que todos los condenados padecen juntos, pero no es el fin de los tormentos.

Hay tormentos particulares para distintas almas, que son los tormentos de los sentidos: cada alma es atormentada de modo tremendo e indescriptible con lo que ha pecado.

Hay horribles calabozos, abismos de tormentos donde un tormento se diferencia del otro. Habría muerto a la vista de aquellas terribles torturas, si no me hubiera sostenido la omnipotencia de Dios. Que el pecador sepa: con el sentido que peca, con ese será atormentado por toda la eternidad. Lo escribo por orden de Dios para que ningún alma se excuse [diciendo] que el infierno no existe o que nadie estuvo allí ni sabe cómo es.


Yo, Sor Faustina, por orden de Dios, estuve en los abismos del infierno para hablar a las almas y dar testimonio de que el infierno existe. Ahora no puedo hablar de ello, tengo, la orden de dejarlo por escrito. Los demonios me tenían un gran odio, pero por orden de Dios tuvieron que obedecerme. Lo que he escrito es una débil sombra de las cosas que he visto.

He observado una cosa: la mayor parte de las almas que allí están son las que no creían que el infierno existe. Cuando volví en mí no pude reponerme del espanto, qué terriblemente sufren allí las almas. Por eso ruego con más ardor todavía por la conversión de los pecadores, invoco incesantemente la misericordia de Dios para ellos.

Oh Jesús mío, prefiero agonizar en los más grandes tormentos hasta el fin del mundo, que ofenderte con el menor pecado".

Información adicional:

25 secretos que Jesús reveló a Santa Faustina Kowalska para protegerse de los ataques del demonio

Fuente - Texto tomado de CATHOLIC.NET:
Fuente - Texto tomado del Libro:
Diario – Santa María Faustina Kowalska – La Divina Misericordia en mi alma - Stockbridge, Massachussets 2001

¿Por qué sufro si soy bueno y hago el bien? 3 consejos para entenderlo y sobrellevarlo



Por: P. José Luis González Santoscoy | Fuente: PadreJoseLuisGS.com 


Todos hemos sufrido, en más de una ocasión. En esos momentos de dolor, de sufrimiento, de desesperación por lo que está sucediendo, volteamos a lo alto, con el corazón desgarrado, y le preguntamos a Dios:


¿Por qué me está sucediendo esto?

La situación y la angustia se agrandan, cuando he llevado una vida más o menos recta, entonces, nos preguntamos:


¿Por qué me sucede esto a mí, que soy bueno y no hago el mal?




Hoy, maravillosamente, se nos presenta la historia del justo Job, un hombre santo, bueno, entregado y generoso, a quien le suceden todo tipo de tragedias, siendo para todos nosotros, una clara respuesta al problema del por qué la existencia del dolor y el sufrimiento de quienes se esfuerzan por obrar con rectitud. En la primera lectura, tomada de Job 1, 6-22, escuchamos un diálogo entre Dios y Satanás:

Un día fueron los ángeles a presentarse ante el Señor y entre ellos llegó también Satanás. El Señor le preguntó: “¿De dónde vienes?”. Él respondió: “De dar una vuelta por la tierra”. El Señor le dijo: “¿Te fijaste en mi siervo Job? No hay nadie como él en la tierra; es un hombre íntegro y recto, que teme a Dios y se aparta del mal”. Satanás le respondió: “¿Y crees tú que su temor a Dios es desinteresado? ¿Acaso no has construido tú mismo una cerca protectora alrededor de él, de su familia y de todos sus bienes? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus rebaños se han multiplicado por todo el país. Pero hazle sentir un poco el peso de tu mano, daña sus posesiones y verás cómo te maldice en tu propia cara”. El Señor le dijo: “Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él no lo toques”.


Lo que sigue en el texto lo voy a resumir, citando cuáles fueron las 4 desgracias que experimentó Job:



1. Le robaron todo su ganado y apuñalaron a sus criados.
2. Un rayo quemó a todas sus ovejas y a sus pastores.
3. Luego, le robaron todos sus camellos y apuñalaron a sus criados.
4. Finalmente, un fuerte viento mató a sus hijos e hijas.


Como podemos ver, al pobre Job, humanamente hablando, le fue como en feria, ya que la desgracia le arrancó sus bienes, sus posesiones y hasta sus seres queridos. Pero, aún así, las terribles pruebas y desgracias que sufre este buen hombre, en lugar de alejarlo de Dios, lo unen aún más a Él. Job, a pesar de no entender sus designios, no sólo no reniega del Señor, sino que, con una fe madura y una gran confianza en Dios, llega a bendecirlo en medio del dolor. El texto de hoy termina diciendo que Job, postrándose en tierra oró, diciendo:

"Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; esa fue su voluntad: ¡Bendito sea el nombre del Señor!"




Hermanos, esto nos enseña que el dolor y el sufrimiento es parte de nuestra vida. Cuando el dolor se hace presente, no quiere decir que Dios nos está castigando o que, incluso, sea un Dios que nos quiera ver sufrir. Me parece muy retador para nosotros el planteamiento del demonio, porque dice que, si los hombres aman a Dios, es por los beneficios que nos concede. ¿Será acaso cierto en cada uno de nosotros? Cuántas veces nos hemos alejado de Dios, de los sacramentos o de la oración, cuando algo no sale como queremos, cuando el dolor o la prueba han llegado a nuestras vidas.

No podemos estar pensando ¿Qué he hecho para que Dios me trate de este modo? El sufrimiento y el dolor es parte de nuestra humanidad. Pudiéramos estar cayendo en la trampa del enemigo, quien no cree que el hombre sea capaz de amar y servir a Dios desinteresadamente. El demonio cree que buscamos a Dios egoístamente, le damos para que Él nos dé. En realidad, ¿Cómo y por qué amo a Dios? ¿Amo, sirvo, doy generosa y desinteresadamente?

Debemos trabajar en nuestro interior, para que, el dolor y el sufrimiento, sean un verdadero camino de crecimiento y maduración personal, una forma de llegar a ser mejores personas y mejores cristianos. El hombre, al ser alguien que aspira a la felicidad, el sentido del dolor le parece absurdo y es algo que no se quiere ni se desea, pero es inevitable.


Te comparto 3 acciones concretas para que puedas sacar provecho del dolor y el sufrimiento que lleguen a tu vida:


1. Acéptalo y no lo rechaces, puesto que ya está ahí.




El dolor y el sufrimiento existen por el simple hecho de que somos seres finitos, con voluntad y libertad. Al pasarnos la vida rechazándolo, vivimos frustrados; y, por el contrario, al asumirlo, el dolor se vuelve una tarea o una misión, la cual nos lleva a lo siguiente.


2. Mejora tu actitud frente a esa experiencia de dolor.






Deberíamos preguntarnos qué actitud tengo ante él, ésta puede ser negativa o positiva. Al ser negativa, viviré una vida marcada por el egoísmo y la amargura, pues el dolor me encerrará en mi experiencia y no me permitirá abrirme a los demás. Pero, al ser positiva, hago que el dolor sea una experiencia enriquecedora, ya que la madurez del ser humano se adquiere cuando se hace dueño de sí mismo, cuando es verdaderamente libre, cuando no permite que nada lo esclavice, ni el dolor mismo.


3. El sufrimiento, para tener sentido, no puede ser un fin en sí mismo, eso sería masoquismo.






El sentido del dolor, lo da el motivo por el cual aceptamos padecerlo. Siempre hay un amor detrás del sufrimiento, ya que, si no hay un amor que motive, que dé razón y sentido, el sufrimiento se vuelve absurdo, así como Cristo asumió la cruz, por amor a nosotros.


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/op/articulos/71221/por-que-sufro-si-soy-bueno-y-hago-el-bien#modal

Recordemos: Demanda de exorcismos aumenta mientras que la fe cristiana desciende


Los exorcistas citan como causas al vacío espiritual, el fracaso en el sistema de salud mental y el aumento en las actividades paganas y demoníacas.

PHILIP KOSLOSKI - 2 de octubre de 2016

Tras la noticia reciente del fallecimiento del Padre Gabriele Amorth, famoso exorcista italiano, y el también reciente estreno de la nueva miniserie de Fox, El Exorcista, el rito católico del exorcismo está de nuevo bajo el foco de la prensa. A menudo ha sido considerado un servicio de oración presente sólo en las películas, pero el rito del exorcismo es algo que los ciudadanos estadounidenses cada vez solicitan más de los sacerdotes, ante la creencia de que el mal se ha infiltrado en sus vidas y que necesitan ser rescatados.

Según un artículo publicado recientemente en The Telegraph, “el número de sacerdotes exorcistas oficiales [en EE.UU.] ha pasado a ser más de cuatro veces mayor, de 12 a 50” en los últimos 10 años. El padre Gary Thomas y el padre Vincent Lampert, ambos exorcistas en EE.UU., opinan que hay varios factores que han influido en el aumento de peticiones de exorcismos.

El padre Lampert afirmó que muchas personas le contactaron con historias del tipo: “Estábamos jugando con una tabla de ouija y de repente nuestro amigo empezó a hablar en un idioma extraño que no entendíamos. Y empezaron a pasar cosas raras, se movían objetos en la casa”. La mitad de las peticiones de exorcismos vienen de no católicos y, según explica el padre Lampert, “únicamente una de cada 5.000 peticiones es de alguien que sufre una posesión demoníaca completa”. La mayoría de los casos están relacionados con las variadas formas en que un demonio puede hostigar a alguien.



El padre Thomas también recibe abundantes peticiones de exorcismos, aunque su labor de pastor es a tiempo completo.

“Puedo practicar uno o dos exorcismos a la semana por adhesión demoníaca (en oposición a una posesión completa). Hay personas que pueden ser bastante funcionales pero que, una vez entran en un entorno sagrado, como una iglesia, o participan de algunos elementos de la vida parroquial, empiezan a expresar la manifestación o se muestran enfermos o expresan otro tipo de señales de que hay algo que no va bien. Es mi labor y la de mi equipo el discernir qué sucede. ¿Es algo psicológico?”.

El proceso para discernir si es o no un demonio el que aflige a una persona puede ser a veces un camino largo, que en ocasiones se alarga hasta meses de reuniones personales. Un sacerdote nunca está solo en este discernimiento y habitualmente busca la ayuda de profesionales autorizados capaces de descartar o confirmar posibles enfermedades mentales. Lo peliagudo del asunto es que el diablo también puede influir sobre la salud de una persona, haciéndola enfermar sobre todo cuando busca la ayuda de un sacerdote. Sea cual sea el caso, la solución rara vez llega de forma instantánea. Tal y como dice el padre Thomas: “No hago exorcismos por encargo”.

Después de mucha oración y discernimiento, un exorcista determinará el método de actuación que debería aplicarse y aconsejará a la persona afectada que permanezca en constante oración y que recurra a los sacramentos de la Iglesia.

Tanto el padre Thomas como el padre Lampert admitieron que nunca sienten temor cuando practican exorcismos, ya que Dios les llamó a este ministerio y creen firmemente en la gracia del Altísimo. El diablo, aunque pueda parecer fuerte, no puede forzar su entrada en la vida de una persona. Cada uno debe elegir libremente abrir una puerta al mal, así que los exorcistas están seguros de que el diablo no tiene poder alguno sobre ellos. Antes de realizar el rito, los sacerdotes deben confesarse primero y tener un alma limpia con la que combatir las artimañas del diablo. Aunque el poder del exorcismo es parte de la ordenación sacerdotal, la mayoría de las diócesis exigen que un sacerdote sea autorizado por el obispo para emprender este ministerio.

Papas recientes han apoyado este ministerio de la Iglesia y el mismo Papa Francisco no vacila en decir:

“Pero ¡miren que el diablo existe! El diablo existe… ¡también en el siglo XXI! Y no debemos ser ingenuos, ¿eh? Debemos aprender del Evangelio cómo se hace para luchar contra Satán”.



Fuente - Texto tomado de ES.ALETEIA.ORG:
http://es.aleteia.org/2016/10/02/estados-unidos-la-demanda-de-exorcismos-aumenta-mientras-que-la-fe-cristiana-desciende/