miércoles, 14 de agosto de 2019

Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María - Fiesta Agosto 15




Dogma de la
Asunción de Santa María

Dogma = Es una verdad de Fe, revelada por Dios (en la Sagrada Escritura o contenida en la Tradición), y que además es propuesta por la Iglesia como realmente revelada por Dios.

El dogma de la Asunción se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial. Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1° de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus.

"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey Inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que la Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo"

Según el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (#966): "La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos".

El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (#966) nos lo explica así, citando a Lumen Gentium 59, que a la vez cita la Bula de la Proclamación del Dogma:

"Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del Cielo y elevada al Trono del Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte"

Y el Papa Juan Pablo II, en una de sus Catequesis sobre la Asunción, explica esto mismo en los siguientes términos:




"El dogma de la Asunción afirma que el cuerpo de María fue glorificado después de su muerte. En efecto, mientras para los demás hombres la resurrección de los cuerpos tendrá lugar al fin del mundo, para María la glorificación de su cuerpo se anticipó por singular privilegio". (JP II, 2-julio-97).

"Contemplando el misterio de la Asunción de la Virgen, es posible comprender el plan de la Providencia Divina con respecto a la humanidad: después de Cristo, Verbo encarnado, María es la primera criatura humana que realiza el ideal escatológico, anticipando la plenitud de la felicidad, prometida a los elegidos mediante la resurrección de los cuerpos". (JP II, Audiencia General del 9-julio-97).

Continúa el Papa: "María Santísima nos muestra el destino final de quienes 'oyen la palabra de Dios y la cumplen' (Lc. 11, 28). Nos estimula a elevar nuestra mirada a las alturas, donde se encuentra Cristo, sentado a la derecha del Padre, y donde está también la humilde esclava de Nazaret, ya en la gloria celestial". (JP II, 15-agosto-97).

Los hombres y mujeres de hoy vivimos pendientes del enigma de la muerte. Aunque lo enfoquemos de diversas formas, según la cultura y las creencias que tengamos, aunque lo evadamos en nuestro pensamiento, aunque tratemos de prolongar por todos los medios a nuestro alcance nuestros días en la tierra, todos tenemos una necesidad grande de esa esperanza cierta de inmortalidad, contenida en la promesa de Cristo sobre nuestra futura resurrección.

Mucho bien haría a muchos cristianos oír y leer más sobre este misterio de la Asunción de María, el cual nos atañe tan directamente. ¿Por qué se ha logrado colar la creencia en el mito pagano de la re-encarnación entre nosotros? Si pensamos bien, estas ideas extrañas a nuestra fe cristiana se han ido metiendo en la medida que hemos dejado de pensar, de predicar y de recordar los misterios, que como el de la Asunción, tienen que ver con la otra vida, con la escatología, con las realidades últimas del ser humano.

El Nuevo Catecismo
de la Iglesia Católica



"La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos" (#966).

La importancia de la Asunción para nosotros, hombres y mujeres de comienzos del Tercer Milenio de la Era Cristiana, radica en la relación que hay entre la Resurrección de Cristo y la nuestra. La presencia de María, mujer de nuestra raza, ser humano como nosotros, quien se halla en cuerpo y alma ya glorificada en el Cielo, es eso: una anticipación de nuestra propia resurrección. La Asunción de María en cuerpo y alma al cielo es un Dogma de nuestra fe católica, expresamente definido por el Papa Pío XII.

El misterio de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo, nos invita a hacer una pausa en la agitada vida que llevamos, para reflexionar sobre el sentido de nuestra vida aquí en la tierra, sobre nuestro fin último: la Vida Eterna, junto con la Santísima Trinidad, la Santísima Virgen María y los Ángeles y Santos del Cielo. El saber que María ya está en el Cielo gloriosa en cuerpo y alma, como se nos ha prometido a aquéllos que hagamos la Voluntad de Dios, nos renueva la esperanza en nuestra futura inmortalidad y felicidad perfecta para siempre.

La celebración de la
Fiesta de la Asunción


La fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María, 15 de agosto; también llamada en los viejos libros de liturgia Pausatio, Nativitas (por el cielo), Mons, Depositio, Dormitio S. Mariae. Esta fiesta tiene un doble objetivo:
  1. La feliz partida de María de esta vida.
  2. La Asunción de su cuerpo al cielo. Es la fiesta principal de la Sagrada Virgen.
El hecho de la Asunción


En relación al día, año, y modo en que murió Nuestra Señora, nada cierto se conoce. Las fechas asignadas varían entre 3 y 15 años luego de la Ascensión de CristoSan Juan de Damasceno (P.G., I, 96) formula así la tradición de la Iglesia de Jerusalén:


"San Juvenal, Obispo de Jerusalén, en el Concilio de Calcedonia (451), hace saber  al Emperador Marciano y a Pulquería, quienes desean poseer el cuerpo de la Madre de Dios, que María murió en presencia de todos los Apóstoles, pero que su tumba, cuando fue abierta, a pedido de Santo Tomás, fue hallada vacía; de esa forma los apóstoles concluyeron que el cuerpo fue llevado al cielo"

Dogma de la Asunción
de Santa María



966  "Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte"  (LG 59; cf. Pío XII, Const. Apo. Munificentissimus Deus, 1 noviembre 1950:  DS 3903).  La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos:
"En el parto te conservaste Virgen, en tu tránsito no desamparaste al mundo, oh Madre de Dios.  Alcanzaste la fuente de la Vida porque concebiste al Dios viviente, y con tu intercesión salvas de la muerte nuestras almas" (Tropario en el día de la Dormición de la Bienaventurada Virgen María).
...ella es nuestra madre en el orden de la gracia.

973  "Al pronunciar el Fiat de la Anunciación y al dar su consentimiento al misterio de la Encarnación, María colabora ya en toda la obra que debe llevar a cabo su Hijo.  Ella es madre allí donde Él es Salvador y Cabeza del Cuerpo místico.

974  La Santísima Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo, en donde Ella participa ya en la gloria de la resurrección de su Hijo, anticipando la resurrección de todos los miembros de su cuerpo.

975  "Creemos que la Santísima Madre de Dios, nueva Eva, Madre de la Iglesia, continúa en el cielo ejercitando su oficio materno con respecto a los miembros de Cristo".  (Credo del Pueblo de Dios, 15).

Lectura para la Misa de Agosto 15


Primera Lectura




El Apocalipsis de San Juan: 11, 19


19. Entonces se abrió el templo de Dios en el cielo, y fue vista el Arca de su testamento en su templo, y se formaron rayos, y voces, y truenos, y terremoto, y pedrisco espantoso.

El Apocalipsis de San Juan:
12, 1-6, 10



1. En esto apareció un gran prodigio en el cielo, una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y en su cabeza una corona de doce estrellas.

2. Y estando encinta, gritaba con ansias de parir, y sufría dolores de parto.

3. Al mismo tiempo se vio en el cielo otro portento; y era un dragón descomunal bermejo con siete cabezas y diez cuernos, y en las cabezas tenía siete diademas.

4. Y su cola traía arrastrando la tercera parte de las estrellas del cielo, y arrojólas a la tierra; este dragón se puso delante de la mujer, que estaba para parir a fin de tragarse al hijo, luego que ella lo hubiese dado a luz.

5. En esto parió un hijo varón, el cual había de regir todas las naciones con cetro de hierro; y este hijo fue arrebatado para Dios y para su solio.

6. Y la mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por espacio de mil doscientos sesenta (1.260) días.

10. Entonces oí una voz sonora en el cielo que decía:
"He aquí el tiempo de salvación, de la potencia, y del reino de nuestro Dios, y del poder de su Cristo; porque ha sido ya precipitado del cielo el acusador de nuestros hermanos, que los acusaba día y noche ante la presencia de nuestro Dios"
Palabra de Dios,
Te alabamos Señor


Fuente - Texto tomado de Catholic.Net - Especial de la BEC:

Fuente - Texto tomado del Catecismo de la Iglesia Católica - Primera Parte La Profesión de la Fe - Vaticano - La Santa Sede:

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET

¡ATENCIÓN! Faltar a Misa un domingo es pecado mortal (y casi nadie lo recuerda)


Es una terrible realidad que abarca a las conciencias de una arrolladora mayoría.

Por: Padre Santiago González | Fuente: adelantelafe.com / steresita.com 


La frase que titula este artículo puede sonar a “sorpresa” para muchos bautizados ya que, en realidad, en muy pocos púlpitos y catequesis se recuerda. Pero es verdad que se comete un pecado mortal (no venial) si se falta a Misa un domingo o día de precepto siempre que no haya enfermedad, imposibilidad física real o cuidado de un enfermo, tal como enseña el catecismo en su punto 2181. Pero ha de recordarse también, en estos tiempos de confusión y relativismo, que este punto de nuestro catecismo está avalado en la ley de la Iglesia Católica cuyo mandato primero dice:

“Oír Misa entera todos los domingos y fiestas de guardar”

Que a su vez se avala por la misma ley Divina ya que el tercer mandato de dicha ley es:



“Santificarás las fiestas”

Y, aún más, este precepto eclesial se justifica sobre todo en el primer mandamiento de la ley de Dios:


“Amarás a Dios sobre todas las cosas”

Ya que quien sea capaz de faltar a Misa por no restar un poco de tiempo a su ocio o, sencillamente, por no contrariar a otras personas, demuestra con creces que está a años luz de amar a Dios sobre todas las cosas.

Pero en este artículo yo deseo tocar una cuestión muy concreta: el masivo abandono de la Misa dominical se debe, sobre todo, a que desde un principio (catequesis de primera comunión), la inmensa mayoría de los niños/as NO saben que faltar a Misa en domingo es pecado mortal. De hecho la terrible realidad es más amplia: la mayoría de los niños no saben ni siquiera que es pecado. Luego cuando son adolescentes, y van a recibir la confirmación, la inmensa mayoría tras recibirla no vienen a Misa el domingo siguiente porque siguen sin saber que faltar a Misa es pecado mortal. Y hay efectos todavía peores: ya es muy extendida la costumbre sacrílega de faltar a Misa los domingos y luego, cuando hay ocasión extraordinaria de ir a Misa (en funeral, boda, primera comunión…) se asiste y se comulga sin haberse confesado, y sin propósito alguno de volver a la práctica dominical regular. Esto es así: un hecho indiscutible y a la vez tremendo.

Y la causa, vuelvo a repetirlo, es que no se predica de forma concreta este aspecto. Si: la doctrina está ahí, escrita, en el catecismo (punto 2181), pero, ¿de que sirve que la doctrina no se toque si casi nadie la conoce porque casi nadie en la Iglesia la predica o enseña?; y, lo que es aún peor: en realidad en muchas comunidades SI se predica sobre esto pero para decir lo contrario: que faltar a Misa en domingo NO es pecado mortal. Esta barbaridad se enseña en no pocos colegios “religiosos”, parroquias, facultades de teología y lugares similares de “formación”. Y, mientras tanto, generaciones y más generaciones de bautizados crecen en la ignorancia y la indiferencia. Si algún lector cree que exagero, ¿porqué no preguntan?... si, pregunten a niños de su barrio, de su colegio, de su parroquia... niños que ya han hecho la primera comunión y que, una vez celebrada la fiesta, sus padres ya no los traen más a Misa los domingos. Es una terrible realidad que abarca a las conciencias de una arrolladora mayoría.

Y, ante esto, los sacerdotes y catequistas que tocamos las conciencias de los fieles para recordarles que es pecado mortal faltar a Misa, ciertamente, nos sentimos muy poco apoyados por nuestros superiores. Pienso que ¡cuanto bien harían cartas pastorales CLARAS en este punto por parte de los Obispos, y hasta por parte del Papa!... nos servirían para no parecer “guerreros del antifaz” que luchamos contra todos los elementos contrarios (tanto externos como internos de la Iglesia). Desde estas líneas, si algún Obispo me leyera, hago un ruego muy especial en esta dirección: una carta, sólo una carta firmada por un Prelado donde se recuerde a los fieles que es pecado mortal faltar a Misa un domingo o día de precepto. Dicho con claridad, concreción y sin ambigüedades. Todos estamos acostumbrados, si, a mensajes del tipo:

  • El domingo es el día del Señor
  • La familia unida en oración en domingos
  • La necesidad de orar en tiempo de descanso
  • El bien grande que recibimos al ir a Misa, etc.

Pues se hace URGENTE leer,
firmado por un Obispo:
“Faltar a Misa es Pecado Mortal”
Y punto.

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/op/articulos/62804/faltar-a-misa-un-domingo-es-pecado-mortal-y-casi-nadie-lo-recuerda

Reflexión: Lo pobres que son los ricos - ¿Prefieres a Dios o a Satanás?




Un día el padre de una familia muy rica llevó a su hijo de viaje al campo con el firme propósito de mostrarle a su hijo la pobreza en que la gente puede vivir.

Pasaron un par de días en una granja de lo que podría considerarse una familia “muy pobre”. En el viaje de regreso, el padre le preguntó:

- Hijo, ¿qué te pareció el viaje?

- Fabuloso, papá.

- ¿Te diste cuenta de cuán pobre puede ser la gente? –Preguntó el papá.

- Oh, sí. Respondió el hijo.

- Bueno y ¿qué aprendiste del viaje? Preguntó el papá.

- Me di cuenta que:


Tenemos un perro y ellos cuatro. 

Una alberca que llega a la mitad de nuestro jardín y ellos tienen un arroyo que no tiene límite.

Iluminamos nuestro jardín con faroles importados, mas ellos tienen las estrellas por la noche.


Nuestra terraza llega al patio del frente y ellos tienen todo el horizonte.
 
Poseemos un pedazo pequeño de tierra para vivir y ellos campos que van más allá de lo que alcanza nuestra vista.
 

Tenemos criados que nos sirven, pero ellos sirven a otros.

Compramos nuestra comida y ellos cultivan la suya.


Para protegernos tenemos cercas alrededor de nuestra propiedad, ellos tienen amigos que los protegen.

Con esta respuesta el padre del muchacho se quedó sin habla.

Entonces su hijo añadió:

- “Gracias, papá, por mostrarme lo pobres que somos”


Mi nota personal

La mayor riqueza es:

DIOS

Los ricos tienen el corazón puesto en su propia fortuna: bienes materiales, dinero, fama, belleza, nivel social, viajes, lujos, joyas, educación, éxito. Y su insaciable competencia para demostrarle a los demás que los superan de muchas maneras. Nunca se sienten felices con todos los bienes que poseen. Otro rasgo es su constante ansiedad y preocupación excesiva, que los lleva a un estado permanente de desesperación. El orgullo es el pecado que caracteriza a Satanás... observen a cualquier persona rica o que haya escalado en la sociedad, y notarán su completo desdén hacia los demás.

¡Es un espectáculo tan ridículo y grotesco!




En cuanto a los pobres que carecen de los bienes materiales (si son católicos auténticos), tienen su mayor confianza en Dios y en su Divina Providencia. Los pobres son felices a pesar de las adversidades, porque saben que Jesús nunca abandona a sus amados pobres...

En muchas ocasiones, si es la Santa Voluntad de Jesús, Él suple milagrosamente a sus pobres en sus necesidades materiales y los colma de gracias espirituales (que sólo Dios conoce) brindándoles la paz interior, que a los ricos les falta.

Pero si los pobres no logran alcanzar el estatus dentro de la sociedad y son los despreciados y marginados, le ofrecen este sufrimiento a Dios y le piden la fortaleza para seguir adelante, a pesar de las contrariedades. Así convierten su fracaso terrenal en una luz de esperanza para el futuro celestial venidero con Jesús y disfrutar con Él en toda su Gloria.

Jesús, siendo el Rey del Universo, no llevó una corona adornada de piedras preciosas como todos los 'reyes orgullosos de la tierra'. Él fue coronado con espinas, que le provocaron el mayor dolor en su santa Cabeza. Jesús, todo un Dios murió en un madero (Cruz) y no tuvo un entierro majestuoso, como el que realizan los ricos para despedir a sus difuntos. Los familiares asisten al sepelio con los mejores vestidos y peinados. Las honras fúnebres se convierten en salones de reuniones sociales, donde los asistentes no rezan por el difunto, sino que están observando y criticando a los demás asistentes.

Jesús no tenía un lugar dónde recostar su cabeza y no poseía bienes materiales para 'humillar a los demás', como frecuentemente hacen los ricos.

Nos dejó en herencia a su Madre Santísima, la Virgen María, para que la cuidemos y amemos por siempre.

Los pobres son ricos porque poseen el mayor tesoro, que es JESÚS, el Rey del Universo. 


Fuente - Texto tomado de pidorasdefe.net:
https://www.pildorasdefe.net/aprender/reflexiones/Gracias-papa-por-ensenarme-lo-pobres-que-somos