sábado, 10 de agosto de 2019

Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 12, 32-48




32. No tenéis vosotros que temer, mi pequeñito rebaño, porque ha sido del agrado de vuestro Padre celestial daros el reino eterno.

33. Vended, si es necesario, lo que poseéis, y dad limosna. Haceos unas bolsas que no se echen a perder; un tesoro en el cielo que jamás se agota, adonde no llegan los ladrones, ni roe la polilla.

34. Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.









35. Estad con vuestras ropas ceñidas a la cintura, y tened en vuestras manos las luces ya encendidas, prontos a servir a vuestro Señor.

36. Sed semejantes a los criados que aguardan a su amo cuando vuelve de las bodas, a fin de abrirle prontamente, luego que llegue, y llame a la puerta.






37. Dichosos aquellos siervos a los cuales el amo al venir encuentra así velando: en verdad os digo, que arregazándose él su vestido, los hará sentar a la mesa, y se pondrá a servirles.






38. Y si viene a la segunda vela, o viene a la tercera, y los halla así prontos, dichosos son tales criados.




39. Tened esto por cierto, que si el padre de familia supiera a qué hora había de venir el ladrón, estaría ciertamente velando, y no dejaría que le horadasen y forzasen su casa.

40. Así vosotros estad siempre prevenidos; porque a la hora que menos pensáis vendrá el Hijo del hombre.

41. Preguntóle entonces Pedro:

"Señor, ¿dices por nosotros esta parábola, o por todos igualmente?"

42. Respondió el Señor:

"¿Quién piensas que es sino un criado vigilante aquel administrador fiel y prudente, a quien su amo constituyó mayordomo de su familia, para distribuir a cada uno a su tiempo la medida de trigo o el alimento correspondiente? 

43. Dichoso de tal siervo, si su amo a la vuelta le halla ejecutando así su deber. 

44. En verdad os digo, que le dará la superintendencia de todos sus bienes.

45. Mas si dicho criado dijere en su corazón:
"Mi amo no piensa en venir tan presto, y empezaré a maltratar a los criados, y a las criadas, y a comer, y a beber, y a embriagarse"

46. Vendrá el amo del tal siervo en el día que menos le espera, y en la hora que él no sabe, y le echará de su casa, y darle ha el pago debido a los criados infieles. 

47. Así es que aquel siervo que, habiendo conocido la voluntad de su amo, no obstante ni puso en orden las cosas, ni se portó conforme quería su señor, recibirá muchos azotes. 

48. Mas el que sin conocerla hizo cosas que de suyo merecen castigo, recibirá menos. Porque se pedirá cuenta de mucho a aquel a quien mucho se le entregó; y a quien se han confiado muchas otras cosas, más cuenta le pedirán".


Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Santa Clara de Asís - Fiesta Agosto 11



Nombre: Chiara Favarone
Nacimiento: Julio 16 de 1194 - Asís (Italia)
Fallecimiento: Agosto 11 de 1253 - Asís (Italia)

Religiosa y santa italiana, seguidora fiel de San Francisco de Asís, con el que fundó la segunda orden franciscana o de hermanas clarisas. Después de abandonar su antigua vida de noble, se estableció finalmente en el Monasterio de San Damiano hasta su muerte.


Milagros de Santa Clara


La Eucaristía ante los sarracenos


En 1241 los sarracenos atacaron la ciudad de Asís. Cuando se acercaban a atacar el convento que está en la falda de la loma, en el exterior de las murallas de Asís, las monjas se fueron a rezar muy asustadas y Santa Clara que era extraordinariamente devota al Santísimo Sacramento, tomó en sus manos la custodia con la hostia consagrada y se les enfrentó a los atacantes. Ellos experimentaron en ese momento tan terrible oleada de terror que huyeron despavoridos.




El milagro de la multiplicación de los panes


Cuando sólo tenían un pan para que comieran 50 hermanas. Santa Clara lo bendijo y, rezando todas un Padrenuestro, partió el pan y envió la mitad a los hermanos menores y la otra mitad se la repartió a las hermanas. Aquel pan se multiplicó, dando a basto para que todas comieran. Santa Clara dijo:


"Aquel que multiplica el pan en la Eucaristía, el gran misterio de fe ¿acaso le faltará poder para abastecer de pan a sus esposas pobres?"

En una de las visitas del Papa al Convento, dándose las doce del día, Santa Clara invita a comer al Santo Padre pero el Papa no accedió. Entonces ella le pide que por favor bendiga los panes para que queden de recuerdo, pero el Papa respondió:


"Quiero que seas tú la que bendigas estos panes"
Santa Clara le dice que sería como un irrespeto muy grande de su parte hacer eso delante del Vicario de Cristo. El Papa, entonces, le ordena bajo el voto de obediencia que haga la señal de la Cruz. Ella bendijo los panes haciéndole la señal de la Cruz y al instante quedó la Cruz impresa sobre todos los panes.


El Santísimo Sacramento
 protege a Santa Clara de Asís




Cuando Federico II, Emperador de Alemania (+1250), en rebeldía contra la Iglesia, saqueó las ciudades de Italia, el valle de Spoleto fue el primero devastado por el furor de los soldados imperiales, y después por los musulmanes.  Un día, las tropas sitiaban la ciudad de Asís, y atacaron el Convento de Santo Domingo, donde vivía Santa Clara con sus hijas espirituales.

Cuando los enemigos comenzaron a escalar los muros con horribles gritos, las hermanas asustadas se aproximaron a su Madre Fundadora, a quien la enfermedad tenía postrada en la cama.

La santa, viéndose afligida por el peligro, mandó a las religiosas que la tomasen de los brazos y la llevasen a la entrada del monasterio.  Pidió que le trajesen el copón que contenía al Santísimo Sacramento. Postrada en ardiente oración, Santa Clara, a dos pasos del enemigo enfurecido, exclamaba:

"¿Será posible, Dios mío, que dejaréis a vuestras siervas, que he alimentado hasta ahora con el pan de vuestro amor, que caigan en las manos de los soldados? Guardad, Señor, os lo suplico, guardad estas almas que os pertenecen y que yo sola no puedo defender"

A continuación, Clara oyó una voz, dulce como la de un niño:

"Yo os guardaré siempre"

"Dios mío, añadía Clara, protege también a esta ciudad, que nos sustenta para vuestro amor"

Y el Salvador respondió:

"Gracias a tu intercesión, mi protección se extenderá también a ella"

Entonces, esta virgen levanta la cabeza y con una fisonomía de esperanza exclama:


"¡Coraje, hijas mías! No sufriréis ningún daño.  ¡Contad con el amor de nuestro Dios!"


En ese mismo instante, por una inspiración divina, se incorpora, coge el copón y avanza en dirección a la brecha que los invasores estaban a punto de transponer y les enseña el augusto Sacramento.

Milagrosamente, los soldados quedaron cegados por los rayos de una luz celestial. Toda la tropa fue presa de un intenso pánico y huyó despavorida. El monasterio se salvó y la ciudad fue librada del pillaje.




Bendición de Santa Clara




En el nombre del Padre
y del Hijo
y del Espíritu Santo

El Señor os bendiga y os guarde. Os muestre su faz y tenga misericordia de vosotras. Vuelva su rostro a vosotras y os dé la paz, a vosotras, hermanas e hijas mías, y a todas las otras que han de venir y permanecer en vuestra comunidad, y a todas las demás, tanto presentes como futuras, que perseveren hasta el fin en todos los otros monasterios de Damas Pobres.

Yo, Clara, sierva de Cristo, plantita de nuestro muy bienaventurado padre San Francisco, hermana y madre vuestra y de las demás hermanas pobres, aunque indigna, ruego a nuestro Señor Jesucristo, por su misericordia y por la intercesión de su Santísima Madre Santa María, y del bienaventurado Miguel Arcángel y de todos los santos ángeles de Dios, de nuestro bienaventurado padre Francisco y de todos los santos y santas, que el mismo Padre celestial os dé y os confirme ésta su santísima bendición en el cielo y en la tierra: en la tierra, multiplicándoos en su gracia y en sus virtudes entre sus siervos y siervas en su Iglesia militante; y en el cielo, exaltándoos y glorificándoos en la Iglesia triunfante entre sus santos y santas.

Os bendigo en vida mía y después de mi muerte, como puedo y más de lo que puedo, con todas las bendiciones con las que el Padre de las misericordias ha bendecido y bendecirá a sus hijos e hijas en el cielo y en la tierra, y con las que el padre y la madre espiritual ha bendecido y bendecirá a sus hijos e hijas espirituales. Amén.

Sed siempre amantes de Dios y de vuestras almas y de todas vuestras hermanas, y sed siempre solícitas en observar lo que habéis prometido al Señor.

El Señor esté siempre con vosotras, y ojalá que vosotras estéis siempre con Él.

Amén




Fuente - Texto tomado de ES.WIKIPEDIA.ORG:
http://es.wikipedia.org/wiki/Clara_de_As%C3%ADs

Video tomado de YOUTUBE:
https://www.youtube.com/watch?v=7c_awCIxRyI

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:
http://www.corazones.org/santos/clara_asis.htm

Texto Tomado:  Libro "La Eucaristía - Jesucristo con nosotros en la Eucaristía" - Caballeros de la Virgen


Fuente - Texto tomado de FRANCISCANOS.ORG:
http://www.franciscanos.org/esscl/benclae.html

Novena por la Asunción de la Virgen María - Día Sexto - Agosto 11 de 2019




Sexto día


En el nombre del Padre,
del Hijo,
y del Espíritu Santo
Amén


“Haced lo que Él os diga”.


Versículo introductorio


V. Dichosa eres Virgen María.

R. Porque intercediste ante tu Hijo Jesús.


Lectura


Jn 2:5-11 - El primer milagro de Jesús.


Comentario


Con estas palabras, María nos revela su extraordinaria personalidad. De espíritu firme y decidido, en armonía con su bondad, sabe afrontar la situación con serenidad, no desiste ante el aparente rechazo de Jesús y con cierta audacia obliga de alguna manera a Jesús a actuar y a hacer el milagro de la conversión del agua en vino.

“Haced lo que Él os diga”

Es la consecuencia del gran amor que María profesa a su Hijo, de su profunda fe, de la aceptación plena a la misión confiada por Dios, misión que lleva a la abnegación, a la renuncia de toda complacencia, misión que comporta dolor y que hace que todas las cosas sean nuevas en Jesús. Por eso María, confiando plenamente en Él, interviene como Madre solícita, como Mujer asociada a la obra salvadora de Cristo.

“Haced lo que Él os diga” son sus últimas palabras en el Evangelio

Peticiones





a) Señor, por intercesión de la Virgen María, Virgen oyente, orante y oferente, te pedimos que también nosotros escuchemos y oremos tu Palabra divina y haz que nuestra ofrenda de cada día te sea agradable y sea dedicación a los que sufren para que permanezcamos fieles al evangelio y al espíritu de nuestra Santa Madre Fundadora.


Ave María… y Gloria al Padre


b) Señor, por intercesión de la Virgen María, que permaneció firme y fuerte junto a la cruz de su hijo, te pedimos para que sepamos estar junto a los enfermos y seamos portadores de evangelio, consuelo y paz.


Ave María… y Gloria al Padre


c) Señor, por intercesión de la Virgen María, que fue elevada al cielo y glorificada sobre los coros de los ángeles y santos, te pedimos que Ella mire con materno amor a todos y dirija nuestros pasos y nos impulse a encarnar el espíritu y carisma que vivió Santa María para que, recorriendo el camino de la caridad perfecta, lleguemos un día a la gloria del cielo.


Ave María… y Gloria al Padre


Oración final


Señor, que en tu providencia quisiste que la Virgen María estuviera presente en el primer milagro de tu Hijo, concédenos hacer aquello que Él nos ha mandado en el Evangelio y anunciemos la hora de la salvación presente en el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

San Lorenzo - Diácono y Mártir (Año 258) - Fiesta Agosto 10




San Lorenzo (mártir), uno de los diáconos de la iglesia romana, fue una de las víctimas de la persecución de Valeriano en el año 258, al igual que lo fueron el Papa Sixto II y muchos otros clérigos romanos. A comienzos del mes de agosto del año 258, el emperador emitió un edicto ordenando matar inmediatamente a todos los obispos, curas y diáconos. Esta orden imperial se ejecutó inmediatamente en Roma. El 6 de agosto, el Papa Sixto II fue capturado en una catacumba y ejecutado de inmediato. Otros dos diáconos, Felicísimo y Agapito, fueron ejecutados el mismo día.

Desde el siglo IV, San Lorenzo ha sido uno de los mártires más venerados de la iglesia romana. Ambrosio relata, cuando se le preguntó a San Lorenzo por los tesoros de la Iglesia, éste, hizo comparecer a los pobres entre los que, en lugar de darles limosna, había repartido el tesoro; también contó que cuando se llevaban al Papa Sixto II para ejecutarlo, éste reconfortó a San Lorenzo que deseaba compartir su martirio, diciéndole que le seguiría en tres días. El santo Obispo de Milán también explica que San Lorenzo fue quemado hasta la muerte en una parrilla de hierro.

Fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir, que deseó ardientemente acompañar al Papa Sixto II en su martirio. Según cuenta San León Magno, recibió del tirano la orden de entregar los tesoros de la Iglesia, y él, burlándose, le presentó a los pobres en cuyo sustento y abrigo había gastado abundantes riquezas. Por la fe de Cristo, tres días más tarde superó el tormento del fuego, y el instrumento de su tortura se convirtió en distintivo de su triunfo, siendo enterrado su cuerpo en el cementerio de Campo Verano, que desde entonces fue llamado con su nombre.




Su nombre significa "Coronado de Laurel". Lorenzo era uno de los siete diáconos de Roma, o sea uno de los siete hombres de confianza del Sumo Pontífice. Su oficio era de gran responsabilidad, pues estaba encargado de distribuir las ayudas a los pobres. En el año 257 el emperador Valeriano publicó un decreto de persecución, en el cual ordenaba que todo el que se declarara cristiano sería condenado a muerte. El 6 de agosto el Papa San Sixto estaba celebrando la Santa Misa en un cementerio de Roma, cuando fue asesinado junto con cuatro de sus diáconos por la policía del emperador. Cuatro días después fue martirizado su diácono San Lorenzo. La antigua tradición dice que cuando Lorenzo vio que al Sumo Pontífice lo iban a matar le dijo:

"Padre mío, ¿te vas sin llevarte a tu diácono?"

Y San Sixto le respondió:

"Hijo mío, dentro de pocos días me seguirás"

Lorenzo se alegró mucho al saber que pronto iría a gozar de la gloria de Dios. Entonces Lorenzo viendo que el peligro llegaba, recogió todos los dineros y demás bienes que la Iglesia tenía en Roma y los repartió entre los pobres. Y vendió los cálices de oro, copones y candeleros valiosos, y el dinero lo dio a las gentes más necesitadas. El alcalde de Roma, que era un pagano muy amigo de conseguir dinero, llamó a Lorenzo y le dijo:

"Me han dicho que los cristianos emplean cálices y patenas de oro en sus sacrificios, y que en sus celebraciones tienen candeleros muy valiosos. Vaya, recoja todos los tesoros de la Iglesia y me los trae, porque el emperador necesita dinero para costear una guerra que va a empezar"

Lorenzo le pidió que le diera tres días de plazo para reunir todos los tesoros de la Iglesia, y en esos días fue invitando a todos los pobres, lisiados, mendigos, huérfanos, viudas, ancianos, mutilados, ciegos y leprosos que él ayudaba con sus limosnas. Y al tercer día los hizo formar en filas, y mandó llamar al alcalde diciéndole:

"Ya tengo reunidos todos los tesoros de la Iglesia. Le aseguro que son más valiosos que los que posee el emperador"

Llegó el alcalde muy contento pensando llenarse de oro y plata, y al ver semejante colección de miseria y enfermedad se disgustó enormemente, pero Lorenzo le dijo:

"¿Por qué se disgusta?  ¡Estos son los tesoros más apreciados de la Iglesia de Cristo!"

El alcalde lleno de rabia le dijo:

"Pues ahora lo mando matar, pero no crea que va a morir instantáneamente. Lo haré morir poco a poco para que padezca todo lo que nunca se había imaginado. Ya que tiene tantos deseos de ser mártir, lo martirizaré horriblemente"

Y encendieron una parrilla de hierro y ahí acostaron al diácono Lorenzo. San Agustín dice que el gran deseo que el mártir tenía de ir junto a Cristo, le hacía no darle importancia a los dolores de esa tortura.

Los cristianos vieron el rostro del mártir rodeado de un esplendor hermosísimo y sintieron un aroma muy agradable mientras lo quemaban. Los paganos ni veían ni sentían nada de eso. Después de un rato de estarse quemando en la parrilla ardiendo el mártir dijo al juez:

"Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacia el otro lado para quedar asado por completo"

El verdugo mandó que lo voltearan y así se quemó por completo. Cuando sintió que ya estaba completamente asado exclamó:

"La carne ya está lista, pueden comer"

Y con una tranquilidad que nadie había imaginado rezó por la conversión de Roma y la difusión de la religión de Cristo en todo el mundo, y exhaló su último suspiro. Era el 10 de agosto del año 258.

El poeta Prudencio dice que el martirio de San Lorenzo sirvió mucho para la conversión de Roma, porque la vista del valor y constancia de este gran hombre, convirtió a varios senadores y desde ese día la idolatría empezó a disminuir en la ciudad. San Agustín afirma que Dios obró muchos milagros en Roma, en favor de los que se encomendaban a San Lorenzo. El Santo Padre mandó construirle una hermosa Basílica en Roma, siendo la Basílica de San Lorenzo la quinta en importancia en la Ciudad Eterna.



Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

Fuente - Texto tomado de EWTN:
http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Lorenzo_8_10.htm

Novena por la Asunción de la Virgen María - Día Quinto - Agosto 10 de 2019




Quinto día


En el nombre del Padre,
del Hijo,
y del Espíritu Santo
Amén


“No tienen vino”


Versículo introductorio


V. Dichosa la Virgen María.

R. Porque se compadece de los necesitados.


Lectura


Jn 2:1-4 - Jesús invitado a la boda de Caná.


Comentario


Jesús y María se hallan presente en unas bodas en la ciudad de Caná. Durante el banquete, María se da cuenta de que falta el vino y con delicadeza maternal, se acerca a su Hijo para decirle: “no tienen vino”. Son unas palabras de súplica y de intercesión, que revelan la grandeza e importancia de la oración de petición. María nos enseña que la oración no es para que Dios cumpla nuestros deseos, sino para que nos cambie a nosotros a fin de hacernos instrumentos aptos en sus manos, capaces de recibir sus dones.

“No tienen vino”, María sabe que el vino es algo que no puede faltar en una fiesta. Por eso, intercede ante Jesús y colabora en los planes de Dios. Así, Jesús realiza el primer milagro por la intercesión de María su Madre.


Peticiones





a) Señor, por intercesión de la Virgen María, Virgen oyente, orante y oferente, te pedimos que también nosotros escuchemos y oremos tu Palabra divina y haz que nuestra ofrenda de cada día te sea agradable y sea dedicación a los que sufren para que permanezcamos fieles al evangelio y al espíritu de nuestra Santa Madre Fundadora.


Ave María… y Gloria al Padre


b) Señor, por intercesión de la Virgen María, que permaneció firme y fuerte junto a la cruz de su hijo, te pedimos para que sepamos estar junto a los enfermos y seamos portadores de evangelio, consuelo y paz.


Ave María… y Gloria al Padre


c) Señor, por intercesión de la Virgen María, que fue elevada al cielo y glorificada sobre los coros de los ángeles y santos, te pedimos que Ella mire con materno amor a todos y dirija nuestros pasos y nos impulse a encarnar el espíritu y carisma que vivió Santa María para que, recorriendo el camino de la caridad perfecta, lleguemos un día a la gloria del cielo.


Ave María… y Gloria al Padre


Oración final



Padre santo, en la boda de Caná la Virgen María ejerció su función maternal como mediadora, te pedimos, por su intercesión, que continúe ejerciendo su mediación entre tu Hijo y nosotros para que socorra a los afligidos, consuele a los tristes, fortalezca a los vacilantes y dé a los enfermos la esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM: