martes, 6 de agosto de 2019

San Cayetano - Presbítero y Fundador - (1480-1547) - Fiesta Agosto 7



Este santo, muy popular entre los comerciantes y ganaderos porque los protege de muchos males, nació en 1480 en Vicenza, cerca de Venecia, Italia. Su padre, militar, murió defendiendo la ciudad contra un ejército enemigo. El niño quedó huérfano, al cuidado de su santa madre que se esmeró intensamente por formarlo muy bien. Estudió en la Universidad de Padua donde obtuvo dos doctorados y allí sobresalía por su presencia venerable y por su bondad exquisita que le ganaba muchas amistades.

Se fue después a Roma, y en esa ciudad capital llegó a ser secretario privado del Papa Julio II, y notario de la Santa Sede. A los 33 años fue ordenado sacerdote. El respeto que tenía por la Santa Misa era tan grande, que entre su ordenación sacerdotal y su primera misa pasaron tres meses, tiempo que dedicó a prepararse lo mejor posible a la santa celebración.

En Roma se inscribió en una asociación llamada "Del Amor Divino", cuyos socios se esmeraban por llevar una vida lo más fervorosa posible y por dedicarse a ayudar a los pobres y a los enfermos. Viendo que el estado de relajación de los católicos era sumamente grande y escandaloso, se propuso fundar una comunidad de sacerdotes que se dedicaran a llevar una vida lo más santa posible y a enfervorizar a los fieles. Y fundó los Padres Teatinos (nombre que les viene a Teati, la ciudad de la cual era obispo el superior de la comunidad, Msr. Caraffa, que después llegó a ser el Papa Pablo IV).

San Cayetano le escribía a un amigo:

"Me siento sano del cuerpo pero enfermo del alma, al ver cómo Cristo espera la conversión de todos, y son tan poquitos los que se mueven a convertirse"

Y éste era el más grande anhelo de su vida: que las gentes empezaran a llevar una vida más de acuerdo con el santo Evangelio. Y donde quiera que estuvo trabajó por conseguirlo.

En ese tiempo estalló la revolución de Lutero que fundó a los evangélicos y se declaró en guerra contra la Iglesia de Roma. Muchos querían seguir su ejemplo, atacando y criticando a los jefes de la santa Iglesia Católica, pero San Cayetano les decía:

"Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo"

San Cayetano era de familia muy rica y se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres. En una carta escribió la razón que tuvo para ello:




"Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico? Veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿y seguiré deseando que me rindan honores? Oh, qué ganas siento de llorar al ver que las gentes no sienten deseos de imitar al Redentor Crucificado"

En Nápoles un señor rico quiere regalarle unas fincas para que viva de la renta, junto con sus compañeros, diciéndole que allí la gente no es tan generosa como en otras ciudades. El santo rechaza la oferta y le dice:

"Dios es el mismo aquí y en todas partes, y Él nunca nos ha desamparado, ni siquiera por un minuto"

Fundó asociaciones llamadas "Montes de piedad" (Montepíos) que se dedicaban a prestar dinero a gentes muy pobres con bajísimos intereses.




Sentía un inmenso amor por Nuestro Señor, y lo adoraba especialmente en la Sagrada Hostia en la Eucaristía y recordando la santa infancia de Jesús. Su imagen preferida era la del Divino Niño Jesús.




La gente lo llamaba: "El padrecito que es muy sabio, pero a la vez muy santo"

Los ratos libres los dedicaba, donde quiera que estuviera, a atender a los enfermos en los hospitales, especialmente a los más abandonados y repugnantes. Un día en su casa de religioso no había nada para comer porque todos habían repartido sus bienes entre los pobres. San Cayetano se fue al altar y dando unos golpecitos en la puerta del Sagrario donde estaban las Santas Hostias, le dijo con toda confianza:





"Jesús amado, te recuerdo que no tenemos hoy nada para comer"

Al poco rato llegaron unas mulas trayendo muy buena cantidad de provisiones, y los arrieros no quisieron decir de dónde las enviaban.

En su última enfermedad el médico aconsejó que lo acostaran sobre un colchón de lana y el santo exclamó:





"Mi Salvador murió sobre una tosca Cruz. Por favor permítame a mí que soy un pobre pecador, morir sobre unas tablas"

Y así murió el 7 de agosto del año 1547, en Nápoles, a la edad de 67 años, desgastado de tanto trabajar por conseguir la santificación de las almas. Enseguida empezaron a conseguirse milagros por su intercesión y el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1671.


Oración


¡Oh glorioso San Cayetano
padre de la Providencia!,
no permitas que en mi casa
me falte la subsistencia
y de tu liberal mano
una limosna te pido
en lo temporal y humano.

¡Oh glorioso San Cayetano!,
Providencia, Providencia, Providencia.

(Aquí se pide la gracia que se desea conseguir)

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Jaculatoria:

Glorioso San Cayetano,
interceded por nosotros
ante la Divina Providencia.




Oración


¡Oh glorioso San Cayetano!
Aclamado por todas las naciones;
padre de Providencia,
porque con portentosos milagros
socorres a cuantos te invocan
con fe en sus necesidades.
Te suplico me obtengas del Señor
oportuno Socorro en las angustias
presentes y sea ello prueba
de la bienaventuranza eterna.
Amén.

Santísima Trinidad
¡Oh Divina Providencia!
Concédeme tu clemencia,
por tu infinita bondad,
arrodillado a tus plantas,
a Ti portento de toda caridad,
te pido por los míos
casa, vestido y sustento.

Concédenos la salud,
llévanos por buen camino,
que sea siempre la virtud
que guíe nuestro destino.
Tú eres toda mi esperanza,
eres el consuelo mío,
en Ti creo, en Ti confío.
Tu Divina Providencia
se extienda a cada momento
para que nunca nos falte
casa, vestido, sustento
y los Santos Sacramentos
en el último momento.

San Cayetano bendito:
lo que tú más deseabas:
la conversión de los que
somos tan pecadores,
es un favor inmenso
que no hemos logrado conseguir,
pero que tú con tu intercesión
nos puedes obtener.
Pídele a Dios
que nos logremos convertir.


Fuente - Texto tomado de EWTN:

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:

Novena por la Asunción de la Virgen María - Día Segundo - Agosto 7 de 2019




Segundo día




En el nombre del Padre,
del Hijo,
y del Espíritu Santo
Amén


“He aquí la esclava del Señor, hágase en mí, según tu palabra”




Versículo introductorio


V. Aquí está la esclava del Señor.

R. Hágase en mí según tu voluntad.

Lectura


Lc 1:35-38: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”.


Comentario


“Ser esclava del Señor”, ahí está el secreto de María, la clave de su santidad. María declara con estas palabras que no se pertenece, que es propiedad del Señor, en quien ha puesto toda su confianza.

María cree, se entrega y camina a oscuras, en un fíat irreversible, pero en un fíat que es un sí gozoso al Padre, testimonio de su libertad interior, de su confianza y serenidad. No comprende, no sabe cómo se llevará a cabo su servicio, pero ella, libre y en total disponibilidad, responde: Fíat. Desde entonces, “La voluntad del Señor será la luz de su vida, su paz en el sufrimiento y la fuente de su alegría” (Pablo VI).

“Hágase en mí…” es la actitud “oyente de María”, que acoge con fe la Palabra divina, convirtiéndose en Madre de Dios por haber engendrado en su seno al Verbo. Es una actitud de “aceptación y de servicio al plan divino en la donación total de sí misma… es la actitud que debemos tener todos... siguiendo el ejemplo de María de Nazaret” (Cf. V.C. 18)


Peticiones




a) Señor, por intercesión de la Virgen María, Virgen oyente, orante y oferente, te pedimos que también nosotros escuchemos y oremos tu Palabra divina y haz que nuestra ofrenda de cada día te sea agradable y sea dedicación a los que sufren para que permanezcamos fieles al evangelio y al espíritu de nuestra Santa Madre Fundadora.


Ave María… y Gloria al Padre


b) Señor, por intercesión de la Virgen María, que permaneció firme y fuerte junto a la cruz de su hijo, te pedimos para que sepamos estar junto a los enfermos y seamos portadores de evangelio, consuelo y paz.


Ave María… y Gloria al Padre


c) Señor, por intercesión de la Virgen María, que fue elevada al cielo y glorificada sobre los coros de los ángeles y santos, te pedimos que Ella mire con materno amor a todos y dirija nuestros pasos y nos impulse a encarnar el espíritu y carisma que vivió Santa María para que, recorriendo el camino de la caridad perfecta, lleguemos un día a la gloria del cielo.


Ave María… y Gloria al Padre


Oración final


Padre Santo, tú que quisiste que tu Hijo naciera de Santa María Virgen, concédenos por su intercesión, servirte con puro corazón como Ella, estar siempre abiertos a tu voluntad divina y obedientes a tu Palabra para que nos dediquemos gozosamente a los enfermos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

Recordemos - El Milagro de Hiroshima: Jesuitas sobrevivieron a la bomba atómica gracias al Rosario




Se cumplen 74 años del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, uno de los episodios más dramáticos de la historia de la humanidad. Ese 6 de agosto de 1945, fiesta de la Transfiguración, muy cerca de donde cayó la bomba “Little Boy”, cuatro sacerdotes jesuitas alemanes sobrevivieron a la catástrofe, y la radiación -que mató a miles en los meses siguientes- no tuvo efecto en ellos. Esta historia, documentada por historiadores y médicos, es conocida como el Milagro de Hiroshima.

Los jesuitas Hugo Lassalle, superior en Japón, Hubert Schiffer, Wilhelm Kleinsorge y Hubert Cieslik, se encontraban en la casa parroquial de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los pocos edificios que resistió a la bomba.






En el momento de la explosión, uno de ellos se encontraba celebrando la Eucaristía, otro desayunaba y el resto en las dependencias de la parroquia.

Según escribió el propio P. Hubert Cieslik en un diario, únicamente sufrieron daños menores producto de cristales rotos, pero ninguno a consecuencia de la energía atómica liberada. Los médicos que les atendieron tiempo después les advirtieron que la radiación recibida les produciría lesiones graves, así como enfermedades e incluso una muerte prematura.

El pronóstico nunca se cumplió. No desarrollaron ningún trastorno y en 1976, 31 años después del lanzamiento de la bomba, el P. Schiffer acudió al Congreso Eucarístico de Filadelfia y relató su historia, confirmando que los cuatro jesuitas estaban aún vivos y sin ninguna dolencia. Fueron examinados por decenas de doctores unas 200 veces a lo largo de los años posteriores, sin que se hallase en sus cuerpos rastro alguno de la radiación.

Los cuatro religiosos nunca dudaron de que habían gozado de la protección divina, y en particular de la Virgen:


“Vivíamos el mensaje de Fátima y rezábamos juntos el Rosario todos los días”, explicaron
El P. Schiffer escribiría “El Rosario de Hiroshima”, un libro en el que da cuenta de todo lo que vivió.

En Hiroshima y Nagasaki murieron unas 246 mil personas, la mitad en el momento del impacto y el resto en las semanas posteriores por los efectos de la radiación. La bomba de Hiroshima coincidió con la solemnidad de la Transfiguración del Señor y la rendición de Japón ocurrió el 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Virgen María.


Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

Solemnidad La Transfiguración del Señor - Fiesta Agosto 6 de 2019




La Iglesia celebra
la Transfiguración del Señor


Una explicación sobre el por qué de la celebración en la Iglesia de la Transfiguración del Señor como una Fiesta importante


La Fiesta de hoy se instauró en el Oriente en el siglo XI, y se introdujo al calendario romano en 1457, para conmemorar la victoria sobre el Islam en Belgrado. Después se celebró en los ritos Siriaco, Bizantino y Copto. En el hecho de la Transfiguración, el Señor quiere preparar el corazón de sus discípulos para que superen el escándalo de la Cruz. Pero esta Fiesta es, además, un anuncio de la adopción maravillosa que nos hace hijos de Dios en Jesucristo y del resplandor con que un día brillará todo el cuerpo de la Iglesia.

Jesús había hablado a sus discípulos de su inminente Pasión y Muerte. Y para que no vacilasen en la fe, invita a tres de ellos, Pedro, Santiago y Juan, a subir con Él al Monte Tabor, precisamente los tres que verían su agonía en Getsemaní. En el Tabor les mostró el Señor su gloria y esplendor, a la vez que Moisés y Elías se aparecían hablando con Jesús. Allí se transfiguró delante de ellos. Su rostro brillaba como el sol, y sus vestidos se volvieron  de un blanco deslumbrador. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de ella, que decía:


"ÉSTE ES MI HIJO AMADO
EN QUIEN TENGO PUESTAS
TODAS MIS COMPLACENCIAS, ESCUCHADLE"




Esta Voz les confortaría en el momento de la prueba. La Voz del Padre es apremiante. Si Jesús es el Amado en quien tiene puestas todas sus complacencias, quiere decir que sólo se complacerá el Padre en nosotros en cuanto nos parezcamos a Jesús, en cuanto le imitemos, en cuanto reflejemos su imagen, y reproduzcamos sus gestos y Palabras. Sólo se complacerá el Padre en nosotros, si escuchamos a Jesús, que es Su Palabra, al que ha nombrado heredero de todo, y es el reflejo de Su Gloria.


Algunos Santos Padres
aportan una curiosa interpretación
a la Transfiguración


Jesús, dicen, siempre estaba transfigurado, su Divinidad irradiaba siempre a través de la envoltura de la naturaleza humana, su rostro siempre estaba resplandeciente "ese halo luminoso que despiden las almas más santas", pero los discípulos, enredados en problemas de preeminencias, enfrascados en pequeños detalles, mezclados entre las multitudes, entretenidos en pequeñas cosas, no podían vislumbrar el brillo del rostro de Jesús. Bastó que dejaran el espesor del valle, que subieran a la montaña, que dejaran aparte sus minúsculas preocupaciones, que se purificaran los ojos, que miraran más fijamente, sin estorbos, al rostro de Jesús, para que descubrieran el fulgor de su mirada, el rostro siempre radiante de Jesús.


¿Qué nos enseña
este acontecimiento?




  • Nos enseña a seguir adelante aquí en la tierra aunque tengamos que sufrir, con la esperanza de que Él nos espera con su gloria en el Cielo, y que vale la pena cualquier sufrimiento por alcanzarlo.
  • A entender que el sufrimiento, cuando se ofrece a Dios, se convierte en sacrificio y así, éste tiene el poder de salvar a las almas. Jesús sufrió y así se desprendió de su vida para salvarnos a todos los hombres. A valorar la oración, ya que Jesús constantemente oraba con el Padre.
  • A entender que el Cielo es algo que hay que ganar con los detalles de la vida de todos los días.
  • A vivir el mandamiento que Él nos dejó:

"Amaos los unos a los otros como Yo os he amado"

Habrá un juicio final que se basará en el Amor, es decir, en cuánto hayamos amado o dejado de amar a los demás. Dios da su gracia a través de la oración y los sacramentos. Su gracia puede suplir todas nuestras debilidades.





Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 9, 28-36


28. Sucedió que unos ocho días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar.

29. Y sucedió que, mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante.

30. He aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elías.





31. Los cuales aparecían en gloria, y hablaban de su partida, que iba a cumplir en Jerusalén.

32. Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.

33. Y sucedió que, al separarse ellos de él, dijo Pedro a Jesús:

«Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías», sin saber lo que decía.

34. Estaba diciendo estas cosas cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y al entrar en la nube, se llenaron de temor.

35. Y vino una voz desde la nube, que decía:





«Este es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle»


36. Y cuando la voz hubo sonado, se encontró Jesús solo. Ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron a nadie nada de lo que habían visto.



Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús


Texto Explicativo






La Transfiguración, hecho que de suyo es glorioso, aparece enmarcado en la perspectiva de la muerte y resurrección de Jesús.





Y los apóstoles necesitaban lo primero para afrontar lo segundo. También nosotros necesitamos momentos de gloria para mantenernos firmes en los momentos dolorosos.

Este importante acontecimiento, en el que por un momento la divinidad y el mundo celestial irrumpen en la vida terrena de Jesús, estuvo envuelto para los discípulos que lo presenciaron, y también para nosotros, en el velo del misterio; no podemos llegar a una plena comprensión de él. Los evangelistas, para expresar lo inefable, se valen de imágenes como "... brillante como el sol, ... blancos como la luz", y añaden que los discípulos estaban llenos de miedo, aunque las palabras de Pedro revelan bienaventuranza y complacencia.





De la nube, que es símbolo y revelación de la presencia de Dios, salió una Voz divina que, al igual que en el Jordán, atestiguaba que Jesús es el Hijo amado y único de Dios. La Voz del cielo constituye el elemento central de la escena del Tabor, y va dirigida expresamente a los discípulos, para quienes significaba una confirmación divina de la mesianidad de Jesús, afirmada poco antes por Pedro y ratificada por el propio Cristo. El "Escuchadle", que resuena aquí y no en el Bautismo, se refiere a toda la actividad doctrinal de Jesús, cuya personalidad ha quedado divinamente garantizada y definida.

Santo Tomás de Aquino comenta que en la Transfiguración:
"Apareció toda la Trinidad: El Padre en la Voz, el Hijo en el hombre, el Espíritu en la nube luminosa"




Y una plegaria de la liturgia bizantina dice al Señor Jesús:

"Tú te transfiguraste en la montaña, y tus discípulos, en la medida en que eran capaces, contemplaron tu Gloria, oh Cristo Dios, a fin de que, cuando te vieran crucificado, comprendieran que tu Pasión era voluntaria, y anunciaran al mundo que Tú eres verdaderamente la irradiación del Padre"



Fuente - Texto tomado de ENCUENTRA.COM:

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

Fuente - Texto explicativo tomado del Directorio Franciscano:

Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 9, 28-36



28. Sucedió, pues, que cerca de ocho días después de dichas estas palabras, tomó consigo a Pedro, y a Santiago, y a Juan, y subió a un monte a orar.

29. Y mientras estaba orando, apareció diversa la figura de su semblante, y su vestido se volvió blanco y refulgente.






30. Y viéronse de repente dos personajes que conversaban con Él, los cuales eran Moisés y Elías.

31. Que aparecieron en forma gloriosa y hablaban de su salida del mundo, la cual estaba para verificar en Jerusalén.

32. Mas Pedro y sus compañeros se hallaban cargados de sueño. Y despertando vieron la gloria de Jesús y a los dos personajes que le acompañaban.

33. Y así que éstos iban a despedirse de Él, díjole Pedro:

"Maestro, bien estamos aquí; hagamos tres tiendas o pabellones, una para Ti, otra para Moisés, y otra para Elías"
No sabiendo lo que se decía.

34. Mas en tanto que esto hablaba, formóse una nube que los cubrió; y viéndolos entrar en esta nube, quedaron aterrados.

35. Y salió de la nube una Voz que decía:


"Éste es el Hijo Mío querido: Escuchadle"




36. Al oírse esta Voz, se halló Jesús solo. Y ellos guardaron silencio, y a nadie dijeron por entonces nada de lo que habían visto.


Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Novena por la Asunción de la Virgen María - Del 6 al 14 de agosto de 2019



“¡Cómo quisiera que por doquiera y en todas las lenguas se expresara la alegría por la Asunción de María!... Que todo hombre y toda mujer tomen conciencia de estar llamados, por caminos diferentes, a participar en la gloria celestial de su verdadera Madre y Reina”, decía San Juan Pablo II en 1995.

Cercanos a esta gran Solemnidad, que la Iglesia celebra cada 15 de agosto, aquí una novena en honor a la Virgen de la Asunción.

En el nombre del Padre,
del Hijo,
y del Espíritu Santo
Amén

Primer día

¿Cómo será eso, pues no conozco varón?

Versículo introductorio

V. El Señor la eligió.

R. Y la predestinó.

Introducción

El día 1 de noviembre de 1950, Pío XII definió solemnemente la Asunción de la Santísima Virgen María:

“Proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la Gloria celestial” (DS 3903)

Era obvio que la Madre de Dios, recibiera antes que nadie morada en el cielo y fuera glorificada para que desde allí continuase velando por sus hijos.

En momentos importantes, difíciles de la vida o en fechas memorables, nuestro primer pensamiento debe ir hacia la “madre”: su pensar, su sentir, su actuar… con cariño de hijos, recordar sus palabras, sus consejos. También la Virgen María, antes de su tránsito al cielo, nos dejó unas palabras, pocas, pero que son la clave para desvelarnos su semblanza humano-espiritual, a su paso por este mundo.

Lectura

Lc 1:26-34 “¿Cómo será eso, pues no conozco varón?”

Comentario

María, la joven doncella de Nazaret, a la que Dios le ofrece la maternidad divina, se sorprende del anuncio del ángel, pide una aclaración y recibe una respuesta misteriosa:
“El Espíritu Santo vendrá sobre ti” (Lc 1:35)
María no comprende, pero cree y confía; no pone inconvenientes, no se para a pensar en sí misma: si está preparada, si tiene capacidades...; sabe que para Dios todo es posible y pone su vida a disposición de su plan divino, siendo Madre y Virgen a la vez.
“Esta opción del estado virginal por parte de María, que en el designio de Dios la disponía al misterio de la Encarnación… constituyó una opción valiente, llevada a cabo para consagrarse totalmente al amor de Dios” (M.C. 37)
Peticiones



a) Señor, por intercesión de la Virgen María, Virgen oyente, orante y oferente, te pedimos que también nosotros escuchemos y oremos tu Palabra divina y haz que nuestra ofrenda de cada día te sea agradable y sea dedicación a los que sufren para que permanezcamos fieles al evangelio y al espíritu de nuestra Santa Madre Fundadora.

Ave María… y Gloria al Padre

b) Señor, por intercesión de la Virgen María, que permaneció firme y fuerte junto a la cruz de su hijo, te pedimos para que sepamos estar junto a los enfermos y seamos portadores del evangelio, consuelo y paz.

Ave María… y Gloria al Padre

c) Señor, por intercesión de la Virgen María, que fue elevada al cielo y glorificada sobre los coros de los ángeles y santos, te pedimos que Ella mire con materno amor a todos y dirija nuestros pasos y nos impulse a encarnar el espíritu y carisma que vivió Santa María para que, recorriendo el camino de la caridad perfecta, lleguemos un día a la gloria del cielo.

Ave María… y Gloria al Padre

Oración final

Señor, te pedimos conservar la fidelidad a la misión de “estar” junto a los enfermos y ser para ellos signo del amor maternal de la Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM: