jueves, 4 de julio de 2019

San Antonio María Zaccaría - Sacerdote y Fundador - Año 1539 - Fiesta Julio 5



Nació en Cremona, ciudad de Lombardía (Italia) en 1502. Cuando tenía dos años murió su padre, Lazzaro. Su madre, Antonia Pescorali, queda viuda a los 18 años pero no quiso volver a casarse y se dedicó a la educación de su hijo.

Antonio María estudió medicina en la Universidad de Padua. Aunque era de familia adinerada, desde joven renunció a los vestidos elegantes y a los ambientes de juerga. El dinero que ahorraba lo repartía entre los más necesitados. A los 22 años recibió el doctorado y se graduó de médico, deseando poner su profesión al servicio de los pobres y ayudarles al mismo tiempo a encontrarse con Jesús. Pero el Señor lo llamó al sacerdocio. Fue ordenado a los 26 años de edad, convirtiéndose así en médico de los cuerpos y de las almas. Entregó su herencia a su madre. Se dice que vieron ángeles en torno al altar durante su primera misa.



Desde niño, Antonio tuvo gran amor por los pobres. Volvía a veces a casa de la escuela sin saco, por haberlo regalado a un pobre. Ya como sacerdote, todo lo que consigue lo reparte entre los pobres. Fue a vivir a Milán, la gran ciudad del norte de Italia, para poder extender su apostolado. Allí, junto a la hermana Luisa Torelli fundó la comunidad de las hermanas llamadas "Angelicales de San Pablo" (nombradas así porque su convento se llamaba de "Los Santos Ángeles"). Su apostolado era con las jóvenes en peligro o ya caídas en vicios.

Luego fundó la "Sociedad de Clérigos de San Pablo", los cuales, por vivir en un convento llamado de San Bernabé, fueron llamados por la gente "Barnabitas". Se dedicaron a predicar el Evangelio, con gran devoción al amor a la Pasión y Cruz del Señor. Buscaban la renovación espiritual del pueblo. Animaban a los laicos a recibir con frecuencia la Eucaristía y a trabajar en el apostolado. San Carlos, arzobispo de Milán, dijo de ellos:
"Son la ayuda más formidable que he encontrado en mi arquidiócesis"
San Antonio María
tenía un profundo amor
por la Eucaristía



Propagó la devoción a las Cuarenta Horas, que consiste en dedicar tres días cada año, en cada templo, a honrar solemnemente a la Eucaristía con rezos, cantos y otros actos solemnes de culto.

Tenía gran devoción
a la Pasión y Muerte de Cristo



Cada viernes, a las tres de la tarde hacía sonar las campanas para recordar a la gente que a esa hora había muerto Nuestro Señor. Siempre llevaba una imagen de Jesús Crucificado, y se esmeraba por hacer que todos meditaran en los sufrimientos de Jesús en Su Pasión y Muerte, porque ésto aumenta mucho el amor hacia el Redentor.

Una tercera devoción
fue por las Cartas de San Pablo


Su lectura lo emocionaba e inspiraba en sus prédicas. A sus discípulos les insistía en que las leyeran frecuentemente y que meditaran sus enseñanzas.

Vivió en el tiempo de Lutero, quien proclamaba una reforma llena de graves errores doctrinales. Muchos católicos tenían el santo deseo de una verdadera reforma para vencer la frialdad y el pecado. Esa verdadera reforma debía ser en todo fiel a la Iglesia, la cual siempre necesita de santos reformadores. Uno de ellos fue San Antonio María, como también San Ignacio y sus jesuitas.

Siendo un joven de 37 años, iba en una misión de paz, sintiéndose mal fue a casa de su madre y murió en sus brazos el 5 de julio de 1539. Se dice que tuvo una visión de San Pablo antes de morir. Su trabajo por Cristo y su Iglesia había sido enorme.

Está enterrado en Milán, en el convento de San Pablo. Beatificado en 1849 por el Papa Pío IX. Canonizado en 1897 por el Papa León XIII.

Oración

Señor, que encendiste
en el corazón de
San Antonio María Zaccaría
un ardiente celo
por la salvación
de sus hermanos.
Te pedimos por su intercesión
que nos sintamos
siempre urgidos
a evangelizar
a los hombres
de nuestro tiempo
por amor a Ti.
Por Jesucristo,
Nuestro Señor.
Amén.

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Santa Isabel de Portugal - Reina - Madre de Familia - Pacificadora - Año 1336 - Fiesta Julio 4




Nacida en Aragón (España) en 1271, Santa Isabel es la hija del rey Pedro III de ese reino y nieta del rey Jaime El Conquistador, biznieta del emperador Federico II de Alemania. Le pusieron Isabel en honor a su tía abuela, Santa Isabel de Hungría. Su formación fue formidable y ya desde muy pequeña tenía una notable piedad. Le enseñaron que, para ser verdaderamente buena debía unir a su oración, la mortificación de sus gustos y caprichos. Conocía desde pequeña la frase:

"Tanta mayor libertad de espíritu tendrás cuando menos deseos de cosas inútiles o dañosas tengas"

Se esmeró por ordenar su vida en el amor a Dios y al prójimo, disciplinando sus hábitos de vida. No comía nada entre horas.

La casaron cuando tenía 12 años con el rey Dionisio de Portugal. Esta fue la gran cruz de Santa Isabel ya que era un hombre de poca moral, siendo violento e infiel. Pero ella supo llevar heroicamente esta prueba. Oraba y hacía sacrificios por él. Lo trataba siempre con bondad. Tuvo dos hijos: Alfonso, futuro rey de Portugal y Constancia, futura reina de Castilla. Santa Isabel llegó hasta educar a los hijos naturales de su esposo con otras mujeres.

El rey por su parte la admiraba y le permitía hasta cierto punto su vida de cristiana auténtica. Ella se levantaba muy temprano y leía 6 salmos, asistía a la Santa Misa y se dedicaba a regir las labores del palacio. En su tiempo libre se reunía con otras damas para confeccionar ropas para los pobres. Las tardes las dedicaba a visitar ancianos y enfermos. Hizo construir albergues, un hospital para los pobres, una escuela gratuita, una casa para mujeres arrepentidas de la mala vida y un hospicio para niños abandonados. También construyó conventos y otras obras para el bien del pueblo. Prestaba sus bellos vestidos y hasta una corona para la boda de jóvenes pobres.


Santa Isabel frecuentemente distribuía Monedas del Tesoro Real a los pobres para que pudieran comprar el pan de cada día. En una ocasión, el rey Dionisio, sospechando de sus actos, comenzó a espiarla. Cuando la reina comenzó a distribuir monedas entre los pobres, el rey lo observó y enfurecido fue a reclamarle. Pero el Señor intervino, de manera que, cuando el rey le ordenó que le enseñara lo que estaba dando a los pobres, las monedas de oro se convirtieron en rosas.

Forjadora de la paz

SANTA ISABEL DE PORTUGAL
El hijo de Isabel, Alfonso, tenía como su padre un carácter violento. Se llenaba de ira por la preferencia que su padre demostraba por sus hijos naturales. En dos ocasiones promovió la guerra civil contra su padre. Isabel hizo todo lo posible por la reconciliación. En una ocasión se fue en peregrinación hasta Santarém lugar del Milagro Eucarístico, y vestida de penitente imploró al Señor por la paz. Llegó hasta presentarse en el campo de batalla y, cuando los ejércitos de su esposo y su hijo se disponían a la guerra, la reina se arrodillaba entre ellos y de rodillas ante su esposo e hijo, les pedía que se reconciliasen.



Se conservan algunas de las cartas, las cuales reflejan el calibre evangélico y la audacia de nuestra santa.

A su esposo
"Como una loba enfurecida a la cual le van a matar a su hijito, lucharé por no dejar que las armas del rey se lancen contra nuestro propio hijo. Pero al mismo tiempo haré que primero me destrocen a mí las armas de los ejércitos de mi hijo, antes de que ellos disparen contra los seguidores de su padre"
A su hijo
"Por Santa María Virgen, te pido que hagas las paces con tu padre. Mira que los guerreros queman casas, destruyen cultivos y destrozan todo. No con las armas, hijo, no con las armas, arreglaremos los problemas, sino dialogando, consiguiendo arbitrajes para arreglar los conflictos. Yo haré que las tropas del rey se alejen y que los reclamos del hijo sean atendidos, pero por favor recuerda que tienes deberes gravísimos con tu padre como hijo, y como súbdito con el rey"
Consiguió la paz en más de una ocasión y su esposo murió arrepentido, sin duda por las oraciones de su santa esposa.


Entra en el convento
de las Clarisas
después de enviudar


Por el amor tan grande que Santa Isabel le tenía a la Eucaristía, se dedicó a estudiar la vida de los santos más notables por su amor a la Eucaristía, en especial Santa Clara. Después de enviudar, Santa Isabel se despojó de todas sus riquezas. Emprendió un peregrinaje a Santiago de Compostela, donde le entregó la corona al Arzobispo para recibir el hábito de las Clarisas como terciaria. El Arzobispo fue tan movido por este acto de la santa, que él le entregó su callado pastoral para que le ayudara en su regreso a Portugal. Vivió los últimos años en el convento, dedicada a la Adoración Eucarística. Cuando estalló la guerra entre su hijo y su yerno, el rey de Castilla, Santa Isabel, a pesar de su ancianidad, emprendió un larguísimo viaje por caminos muy peligrosos y logró la paz. Sin embargo el viaje le costó la vida. Al sentir próxima la muerte pidió que la llevasen al convento de las Clarisas que ella misma había fundado. Allí murió invocando a la Virgen Santísima el 4 de julio de 1336. Dios bendijo su sepulcro con milagros. Su cuerpo se puede venerar en el convento de las Clarisas en Coimbra. Fue canonizada en 1625. Es patrona de los territorios en guerra.


Santa Isabel de Portugal,
ruega por la paz en nuestros países

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET: