miércoles, 3 de julio de 2019

EXORCISMOS: en pleno siglo XXI "boom de exorcismos" en todo el mundo



Hay dos causas: más esoterismo y ocultismo y la espiritualidad pentecostal.

Lo constatan los académicos: en pleno siglo XXI hay un auténtico boom de exorcismos en todo el mundo.

P.J.Ginés/ReL - 03 de julio de 2019

Hay un "boom" de exorcismos, dicen dos expertos en la popular revista Vice.com. Son Andrew Chesnut, de la Virginia Commonwealth University, experto en religiosidad en América Latina, y Kate Kingsbury, de la Universidad de Alberta. Y hay datos suficientes para corroborarlo.

Cuando se rodó la terrorífica película de ficción El Exorcista en 1973, era muy difícil encontrar exorcistas o personas que hubieran participado en un exorcismo. Cuando la familia afectada le pide un exorcismo al joven padre Karras, psicólogo, le suena a algo medieval, igual que a los espectadores.

Pero esto ya no es así en este siglo XXI, medio siglo después del padre Karras. El Papa Francisco habla del demonio con frecuencia y felicitó el nacimiento de la Asociación Internacional de Exorcistas, que contaba con unos 400 miembros al instituirse en 2014. Italia tiene unos 150 exorcistas registrados en su asociación nacional. El Papa Francisco pidió al menos un exorcista estable por diócesis y la mayoría de ellas intenta cumplirlo.

Una causa:
hay más ocultismo y satanismo

En 2015, el padre Francesco Bamonte, al reunirse con casi 150 "colegas" exorcistas italianos, explicó al diario Avvenire que la asociación de exorcistas italianos que él preside envió una carta a los obispos italianos señalando "el agravarse de la actual emergencia del ocultismo-satanismo y, por consiguiente, la necesidad de comprometerse en la formación de todos los sacerdotes y su preparación para un primer discernimiento de los distintos casos en relación con este fenómeno. También deseamos el nombramiento de un mayor número de exorcistas en la Iglesia y la promoción de su formación permanente".

Para los exorcistas católicos de los países occidentales es innegable que más y más personas piden ser atendidas por un exorcista. En París y alrededores los exorcismos han pasado de 15 a 50 al año en una década, como recogíamos en ReL. En Irlanda, el padre Patt Collins pedía más exorcistas, porque "recibo un número desorbitado de llamadas y de correos electrónicos y en los últimos años han aumentado exponencialmente”

Las personas en realidad no muchas veces requieren exorcismos propiamente dichos, pero sí, con mucha frecuencia, oraciones de liberación y de renuncia al mal y lo demoníaco, que a menudo van ligadas a la lucha contra adicciones.

Los exorcistas en Europa y Norteamérica ven claro que el crecimiento de las sectas, el New Age, el esoterismo, la ouija, el reiki, los adivinos y el ocultismo van ligados a más acción demoníaca.


La gente invoca "guías amigos", "energías espirituales", entidades vudú (loas, es decir, espíritus, y orishas, es decir, dioses vudú) o "ayudas del más allá"... y llaman así la atención de lo demoníaco. A veces, participando en sectas satánicas, directamente piden favores al demonio.

Cuando empiezan a sentir que su vida se deshace (miedos, insomnios, depresión, oscuridad abrumadora, extraños fenómenos, presencias extrañas, etc...) acuden al exorcista, quizá después de años acudiendo a psiquiatras... o a brujos.

Los ateos y agnósticos
que sí creen en espíritus

Que la sociedad sea más atea o agnóstica no protege mucho contra esto. Mucha gente no cree en Dios pero sí en "espíritus"... y el problema llega cuando tratan con esos espíritus y descubren que juegan con fuego. Según el último estudio, de 2019, sobre las creencias de los "no creyentes", en Occidente, hasta el 30% de ateos y el 25% de agnósticos ¡cree en seres sobrenaturales!

Así, En Reino Unido, un 18% de los que declaran "no creo en Dios" sí que cree en "seres sobrenaturales que pueden ser buenos, malos, o ninguna de ambas cosas, como demonios, ángeles, fantasmas y espíritus". También creen en ellos un 20% de los ateos de Estados Unidos, una cantidad similar de los de Dinamarca y un 30 por ciento de los ateos de Brasil, país donde están muy extendidas las religiones espiritistas, sean de tipo afroamericano (umbanda) o esotérico (kardecismo). También creen en espíritus uno de cada 5 agnósticos británicos, uno de cada cuatro agnósticos japoneses o brasileños y uno de cada 3 agnósticos en la China comunista del científico siglo XXI.

No importa mucho lo que crean estar invocando; importa más lo que de verdad acude a sus vidas... y puede ser muy malo.

El factor pentecostalista

Pero hay otro factor muy importante que multiplica la importancia de la lucha de liberación contra la acción del demonio: el cristianismo pentecostal.

Hay cristianos pentecostales de tres tipos: los pentecostales propiamente dichos, los protestantes carismáticos (pueden ser metodistas carismáticos, anglicanos carismáticos...) y los católicos carismáticos. Y todos están convencidos de que Dios actúa con bastante frecuencia en la vida de los creyentes con milagros, sanaciones, mensajes y señales... y también liberando a los tocados por el demonio. 

Un estudio de 2014 de Pew Research sobre la religión en 18 países de América Latina daba datos estadísticos muy concretos. Al menos uno de cada cinco católicos de República Dominicana (36%), Honduras (26%), Guatemala (23%), Nicaragua (23%), Venezuela (22%), Panamá (21%) y Colombia (21%) declaraban haber estado presentes en un exorcismo. Es casi seguro que no se refieren a un exorcismo formal completo, sino a oraciones de liberación, que habrán vivido bien en entornos católicos o bien en entornos protestantes. Pero es señal de que es algo muy frecuente.

El mismo estudio señala que "en la mayoría de los países encuestados, al menos la mitad de los protestantes informaron que han sido testigos o han experimentado la sanación divina de una enfermedad o lesión, y al menos un tercio [de protestantes en América Latina] dice haber experimentado o visto al demonio siendo expulsado de una persona". Hay que tener en cuenta que el 52% de los protestantes en estos países latinoamericanos se autodeclaran "pentecostales" (aunque sean anglicanos o metodistas carismáticos) y que un 40% de los católicos de América Latina dicen ser "carismáticos".

Andrew Chesnut, profesor de Estudios Religiosos en la Virginia Commonwealth University, explica a Vice.com que el pentecostalismo, tanto entre católicos como entre protestantes, es lo que ha hecho que lo exorcístico, o al menos las oraciones de liberación, se hayan hecho muy frecuentes en América Latina y África, y después, en parte por la inmigración, en Occidente.

"Hay un boom en exorcismos católicos y pentecostales, no hay duda", afirma. "Esto se debe sobre todo a la influencia de los pentecostales. La mayoría de los exorcismos que se hacen cada día en el mundo los hacen pastores sin formación especial, al contrario que en la Iglesia Católica, donde necesitas autorización de tu obispo".

Kate Kingsbury, de la Universidad de Alberta (Canadá), explica que mientras los exorcismos y oraciones de liberación católicas tienden a hacerse discretamente, ante sólo unos pocos testigos colaboradores, y siguiendo un ritual establecido, en el mundo pentecostal tienden a ser cada vez más públicos y van sumando elementos que los convierten en espectáculos abiertos.

"Cualquier pastor pentecostal puede hacer uno, e incluso laicos, muchas veces. Al carecer de un código estandarizado, los exorcismos pueden tener muchas formas distintas, y son mucho más dramáticos [en el sentido de teatralizados, nota de ReL] que en la tradición católica, a menudo tomando aspectos teatrales que atraen audiencias que llegan de lejos", dice Kingsbury.

Un ejemplo de esas "muchas formas" y sus problemas lo da Kingsbury al citar el caso de Alph Lukau, un pastor pentecostal sudafricano que besaba a una joven en la boca, en teoría para expulsar a un demonio, disparando una controversia sobre lo que es y no es apropiado.

Brujería contra las prostitutas nigerianas, exorcismos para liberarlas

Vice.com habla también con la periodista norteamericana Barbie Latza Nadeau, que lleva 20 años en Italia cubriendo todo tipo de temas. En 2018 publicó su libro Roadmap to Hell, sobre las mafias de droga y prostitución italianas que usan a mujeres nigerianas como esclavas sexuales, amenazándolas con magia negra y maleficios. Nadeau asistió a un exorcismo católico que buscaba ayudar a una joven nigeriana en una situación similar. Los exorcistas católicos en Nápoles, explica, buscan ayudar a estas chicas con oraciones de liberación y ritos católicos para convencerlas de que Dios las protege y las libera de las amenazas de magia negra.

"Una enfermedad espiritual requiere una solución espiritual", escribe el periodista Francisco García en Vice.com. "Ante un Estado a menudo indiferente, que ha dejado a las mujeres en un limbo horrible, el exorcismo se convierte en una forma de preparar a las mujeres para que se libren de sus ataduras".

Posesión en antiguos niños soldados de Uganda

García no llega a entrevistar a ningún exorcista católico. Señala que el tema exorcístico está "asombrosamente poco estudiado" en el mundo académico, aunque encuentra un estudio de 2012 sobre la frecuencia de "posesión de espíritus" en antiguos niños soldados del norte de Uganda.

¿Es trauma y desorden disociativo o es actividad diabólica, o ambas cosas a la vez?

A estos niños les secuestraban guerrillas que les daban a elegir dos opciones: morir, o formar parte de la guerrilla... y para formar parte de ella a menudo se les pedía que mataran a sus padres, parientes o vecinos, para mostrar que la guerrilla era su nueva familia. Después, les daban drogas y un kalashnikov para que lucharan de forma suicida, y les realizaban rituales de brujería para "protegerlos de las balas" o para invocar maldiciones sobre ellos si desertaban.

El periodista finaliza su reportaje visitando la popular iglesia católica de Saint Patrick en el Soho londinense. Ve una misa muy normalita con un sacerdote que predica de forma monótona y aburrida. Hay turistas y feligreses que aprovechan el descanso de la oficina para la comida. "Es difícil encajar esta somnoliencia con pensamientos de demonios y de diablos acechantes, vivos, y de humanos poseídos. Antes de irme, enciendo, por costumbre, un par de velas, y salgo al gris de la tarde", escribe.

Por favor leer estos temas adicionales:

10 Prácticas que le abren las puertas de tu hogar al demonio

¿Un católico puede hacerse leer las cartas, practicar espiritismo o creer en supersticiones?

Escalofriante exorcismo real: escuche la furiosa voz de Satanás

Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:
https://www.religionenlibertad.com/ciencia_y_fe/74356785/Lo-constatan-los-academicos-en-pleno-siglo-XXI-hay-un-autentico-boom-de-exorcismos-en-todo-el-mundo.html?utm_source=boletin&utm_medium=mail&utm_campaign=boletin&origin=newsletter&id=31&tipo=3&identificador=74356785&id_boletin=82365061&cod_suscriptor=64586818

LAMENTABLE: Disney ha dejado de ser un mundo para niños - «El reino de hadas hace tiempo que no es seguro»


Una marca que fue familiar, al servicio de la transformación de las conciencias.

Disney ha dejado de ser
un mundo para niños:
«El reino de hadas hace tiempo que no es seguro»



La victimización del malvado

en «Maléfica» 
es el ejemplo más claro de la inversión operada en Disney,

pero no es el más sutil


ReL - 03 de julio de 2019

En su crítica a Toy Story 4 en Catholic World Report, Nick Olszyk sentencia: 

"Nunca creí que tendría que decir esto, pero allá va: siempre debes ver una película familiar antes de permitir que la vean tus hijos. Ya no puedes simplemente asumir que es apropiada y sana para ellos. ¡Qué triste final para una hermosa franquicia!".

La franquicia es, en este caso, Pixar, cuya cuarta entrega de la serie protagonizada por juguetes no solo muestra fugazmente a una niña acunada por sus "dos madres", sino que, según Olszyk, invierte la filosofía moral de la serie, sustituyendo el "servicio a los demás" de los juguetes al niño por su propia "autoafirmación".

En 1995 se inauguró la serie Toy Story, uno de los mayores éxitos de la factoría Disney/Pixar.

Pixar es una filial de Disney, una marca identificada con lo familiar y lo inocente inmersa desde hace años en un cambio radical que ya no permite esa identificación inmediata. La multinacional del entretenimiento sigue estando asociada, en el imaginario colectivo, a los largometrajes fantásticos de sus inicios, a los personajes que ha hecho famosos en todo el mundo. Sin embargo, hoy es una sofisticada maquinaria de propaganda del pensamiento dominante, como explica Mario Iannaccone en Il Timone, quien advierte también a los padres:

"Vigilad porque lo que los niños absorben en los primeros diez años de vida les influirá para siempre".

Disney no es un mundo para niños



La importancia que ha tenido la obra de Walt Disney (1901-1966), norteamericano de Chicago, en la imaginación de las generaciones de la posguerra en todo Occidente -y no solo en Occidente- es inmensa, profunda, y tal vez aún siga pendiente de estudio.

Dibujante, director de cine, productor de películas -también de dibujos animados-, empresario, Disney (el primero que comprendió la potencialidad expresiva de los dibujos animados) ha difundido en el mundo, también gracias al potencial estadounidense de postguerra, eso que antes se definía como "el sueño americano".

Disney entró en nuestras vidas a través de un universo de fantasía, de historias fantásticas, de personajes originales como el Pato Donald, o surgidos de obras literarias como Peter Pan y Mary Poppins. Reescribió los cuentos del folclore clásico recogidos por los Hermanos Grimm, pero también los que inventaron fabulistas como Hans Christian Andersen o Collodi. Pinocho es más conocido hoy en día en la versión de Disney que en la original.

Masonería, pero también ethos tradicional

La vida de Disney es la de un hombre apasionado, genial, pero también cínico. Experimentaba continuamente y tras los primeros éxitos apostó, a partir de los años cuarenta, por los largometrajes animados. En sus obras siempre se observó la frecuente ausencia de la figura del padre, o de símbolos cristianos, algo singular en un productor que había nacido en Chicago, en una familia protestante, y que vivía en un país que en esa época era cristiano. De hecho, se pueden hacer algunas observaciones y levantar algunas críticas a obras como Blancanieves y los siete enanitos, o La bella durmiente del bosque, observaciones que se explican con la convencida adhesión del autor a la masonería.

Sin embargo, estas obras de Walt Disney, comparadas con las que se producen actualmente, incluso por parte de la misma Disney, son aceptables, incluso ingenuas: se trata, en su gran mayoría, de espectáculos para toda la familia, en los que la familia es la protagonista. Si bien es verdad que edulcoró los cuentos del folclore europeo, o reelaboró algunas de sus características, lo que queda es aceptable y mantiene su valor educativo.

Por lo demás, según nuestra vara de medir, la obra de Disney se incluye en lo que León XIII y Pío XI llamaban "americanismo", una visión propia y particular del mundo, que no coincide con las tradiciones europeas, sobre todo la católica. No obstante, la larga serie de largometrajes con actores producidos por la Disney Pictures (action movies) son ejemplos, a veces deliciosos, de un mundo que ya no existe, que mantenía la distancia entre niños y adultos, y consideraba importante la educación tradicional.

La muerte de Walt y los nuevos inversores

Los verdaderos problemas surgen tras la muerte de Walt en 1966, y la de su hermano Roy Oliver, en 1971, que había recibido el legado. A partir de los años setenta, Disney se transforma y es cada vez más grande para llegar, al cabo de los años, al borde de la quiebra.

El verdadero cambio tiene lugar tras una serie de fracasos y los intentos que hubo de compra durante la dirección de Roy Edward Disney, sobrino del fundador. En esa época entran en la sociedad magnates y financieros de Hollywood como Will Eisner y Jeffrey Katzenberg. Bajo su influencia, entre 1989 y 1999, tiene lugar lo que se denomina la Disney Renaissance, un cambio total de visión, una transformación en el modo de comprender qué es el espectáculo, y con la difusión de ideologías anticristianas entre las mentes creativas de Disney.

La gran empresa adopta ese modo de pensar y de influir que hoy se define políticamente correcto en todos los sentidos (también los peores). La producciones de éxito, que van desde La sirenita (1989) a Tarzán (1999), pasando por Pocahontas (1995), Hércules (1997) y El rey León (1994), muestran signos evidentes de ese pensamiento: panteísmo, relativismo, apertura a la ideología gay y fuerte crítica a la civilización "blanca".

Bajo el impulso de la nueva ideología, la Disney dirigida por Walt Disney fue acusada de haber promovido estereotipos de género y el racismo, y el fundador fue acusado de ser un "príncipe oscuro" (así lo definía la biografía de Marc Eliot de 1993). En resumen, la Disney actual tiene que enmendar los errores del pasado con un nuevo rumbo.

El giro radical de los años 2000

En los años 2000, tras un período de producciones que parecían acercarse de nuevo al espíritu originario (producciones Pixar distribuidas por Disney, como Toy Story [1995] y Buscando a Nemo [2003]), tiene lugar una transformación aún más radical tras la muerte de Roy Edward Disney en 2009.

Con nuevos patrocinadores, Disney se transforma en un gigante del espectáculo que abjura de su primera vocación de productor de películas para niños y familias. Y si aún se concibe como tal, lo hace bajo las nuevas directrices ideológicas. Se dirige, sobre todo, a un público adulto y adopta una visión políticamente correcta en tema sexual, religioso, "racial". Abraza la lucha contra los llamados estereotipos de género y en sus producciones es cada vez más evidente la deriva anticristiana, común, por otra parte, a todo el cine mainstream.

La deriva se acentúa después de que Disney compre la distribución directa de producciones Warner y, después, Marvel Studios. La nueva dirección realiza una transformación de gran magnitud, poniendo en evidencia lo que ya se había visto en las producciones del decenio Disney Renaissance. Son de este período las características vulgares de las producciones Dreamworks de Spielberg, Katzenberg y Geffen, que traicionan el significado de los cuentos: pensemos en Shrek (2001), en el que una joven no se "eleva", como en los cuentos, sino que desciende, transformándose, haciéndose fea, cuando se casa con un ogro vulgar ridiculizando, así, los anteriores cuentos de Disney.

La transformación más profunda, verdadero giro de 180º grados, nos lleva a las producciones Disney de estos últimos quince años, cuando surgen películas como Maléfica (2014), en la que el bien y el mal son totalmente invertidos con la excusa de defender a las minorías. Incluso las mejores producciones, como Frozen (2013), inoculan sutiles venenos de los cuales, sin embargo, si queremos, nos podemos defender.

El ejemplo de Maléfica

Sin embargo, es imposible defenderse de Maléfica: aquí se muestra la bruja maligna como una víctima y se justifica su adhesión a una especie de satanismo. La historia cambia total y literalmente la iniciación a la vida de la joven protagonista del cuento de Charles Perrault y los Hermanos Grimm, La bella durmiente del bosque, que ya había sido convertido en película de animación por Disney en 1959. Esta bruja-demonio, que seduce y arrastra al lado oscuro a la joven protagonista, practica la magia negra y lleva cuernos.

La consecuencia de todo esto: la llegada del Orgullo Gay a Disneyland París. Los que fueron los lugares consagrados a la diversión de los niños se convierten, hoy, en los lugares de la representación de la nueva ideología de la fluidez de género, de la crítica a la familia. Que todo esto se esté llevando a cabo de manera oculta y no clara hace que el papel de los padres sea aún más crucial: vigilad, por tanto, porque lo que los niños absorben en los primeros diez años de vida les influirá para siempre. El reino de hadas de Disney hace tiempo que no es seguro; en él merodea Maléfica.

Traducción de Helena Faccia Serrano.

Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:
https://www.religionenlibertad.com/cultura/290020006/Disney-ha-dejado-de-ser-un-mundo-para-ninos-reino-hadas-no-seguro.html?utm_source=boletin&utm_medium=mail&utm_campaign=boletin&origin=newsletter&id=31&tipo=3&identificador=290020006&id_boletin=82365061&cod_suscriptor=64586818