viernes, 10 de mayo de 2019

El Padre Nuestro en Misa: ¿nos tomamos las manos? ¿las alzamos?


Estas prácticas no están explícitamente prohibidas en el misal pero tampoco corresponden a una sana Liturgia.

La práctica de tomarse de las manos a la hora de rezar el Padrenuestro viene del mundo protestante. La razón es que los protestantes, al no tener la Presencia Real de Cristo, es decir, al no tener una comunión real y válida que los una entre sí y con Dios, apelan al gesto de tomarse de la mano como momento de comunión en la oración comunitaria.

Nosotros en la misa tenemos dos momentos importantes: la Consagración y la Comunión. Allí –en la misa- es donde está nuestra unidad, allí es donde nos unimos a Cristo y en Cristo por el sacerdocio común de los fieles; y lo de cogerse la mano es obviamente una distracción de eso. Los católicos nos unimos en la Comunión, no cuando nos cogemos de la mano.

No hay nada en la Instrucción General del Misal Romano que indique que la práctica de cogerse las manos tenga que hacerse. En la misa cada gesto es regulado por la Iglesia y sus rúbricas.

Es por esto que tenemos partes particulares de la misa en las que nos arrodillamos, partes en las que nos levantamos, partes en las que nos sentamos, etc., y no hay mención alguna en las rúbricas que hable de que nos tengamos que coger de la mano al rezar el Padrenuestro.

Por tanto evítese esta práctica durante la celebración de la misa. Ahora bien, si alguien quiere hacerlo lo haga (a modo de excepción) con alguien de absoluta confianza, sin forzar a nadie, sin incomodar a nadie y sin ánimo de que ésta práctica se convierta en norma litúrgica para todos.

Hay que tener en cuenta que no todo el mundo quiere coger la mano al vecino, y tratar de imponerlo resulta un momento incómodo en detrimento de la oración, de la piedad y del recogimiento.

Otra cosa muy diferente es la oración comunitaria fuera de la misa; cuando se reza fuera de la misa no habría oposición alguna si se coge de la mano a alguien pues es un gesto muy emotivo y simbólico.

Ésta, como otras actitudes, no es otra cosa que la exaltación del sentimiento. El estar en comunión con alguien no está tanto en coger a alguien de la mano al rezar el Padrenuestro, sino más bien en el hecho de estar confesado, en el hecho de estar en estado de gracia, y, sobre todo, en el estar preparado para la Eucaristía.

Si el gesto de tomarse de la mano fuera necesario o importante o conveniente para toda la Iglesia, los obispos o las conferencias episcopales ya hubieran mandado desde hace mucho tiempo una petición a Roma para que se implantara esta práctica. No lo han hecho ni creo que lo hagan nunca.

Otra cosa que se ve mucho cuando se reza el Padrenuestro es que la gente levante las manos como hace el sacerdote, lo cual tampoco está bien porque no corresponde a los laicos durante la misa hacer los gestos reservados para el sacerdote, como tampoco pronunciar las palabras u oraciones del sacerdote confundiendo el sacerdocio común con el sacrificio ministerial.

Sólo los sacerdotes extienden sus manos y lo mejor es que los fieles permanezcan u oren con las manos juntas pues la fe interior es lo que cuenta, es lo que Dios ve.

Los gestos externos en la santa misa por parte de los sacerdotes son para que los fieles –en primer lugar vean que el sacerdote es el hombre designado que intercede por ellos.

El extender los brazos en la oración era ya habitual en la Iglesia primitiva pero en el contexto de un círculo de oración, o en la oración en privado o en otro encuentro no litúrgico.

Los gestos en misa son precisos tanto en el sacerdote como para los fieles; cada uno hace lo suyo y los fieles no deben copiar los de los sacerdotes. Los gestos de los fieles en misa, son sus respuestas, su canto, sus posiciones.

Tanto coger de la mano a alguien como alzar la mano al rezar el Padrenuestro son, en los fieles, unas práctica no litúrgicas, que si bien no están explícitamente prohibidas en el misal tampoco corresponden a una sana Liturgia. 

Los fieles no deben repetir ni con palabras ni con acciones lo que diga y haga el sacerdote cuya función es presidir la asamblea litúrgica.

Fuente - Texto tomado de ES.ALETEIA.ORG:
https://es.aleteia.org/2014/12/28/el-padrenuestro-en-misa-nos-tomamos-las-manos-las-alzamos/

Novena a Nuestra Señora de Fátima - Día Octavo - Mayo 11 de 2019

María, Reina del Rosario



Comenzar con el ofrecimiento
y la oración preparatoria

Ofrecimiento para todos los días

¡Dios Mío! Yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.

¡Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo!, yo os adoro profundamente y os ofrezco el preciosísimo cuerpo, sangre, alma y divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación por los ultrajes con que Él es ofendido; y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón e intercesión del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pecadores.



Oración Preparatoria

Oh Santísima Virgen María, Reina del Rosario y Madre de misericordia, que te dignaste manifestar en Fátima la ternura de vuestro Inmaculado Corazón trayéndonos mensajes de salvación y de paz, confiados en vuestra misericordia maternal y agradecidos por las bondades de vuestro amantísimo Corazón, venimos a vuestras plantas para rendiros el tributo de nuestra veneración y amor. Concédenos las gracias que necesitamos para cumplir fielmente vuestro mensaje de amor, y la que os pedimos en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de nuestras almas. Así sea.

¡Oh Santísima Virgen María!, que en vuestra última aparición te diste a conocer como la Reina del Santísimo Rosario, y en todas ellas recomendaste el rezo de esta devoción como el remedio más seguro y eficaz para todos los males y calamidades que nos afligen, tanto del alma como del cuerpo, tanto públicas como privadas.

Infunde en nuestras almas una profunda estima de los misterios de nuestra Redención que se conmemoran en el rezo del rosario, para así vivir siempre de sus frutos. Concédenos la gracia de ser siempre fieles a la práctica de rezarlo diariamente para honrarte, acompañando vuestros gozos, dolores y glorias, y así merecer vuestra maternal protección y asistencia en todos los momentos de la vida, y especialmente en la hora de la muerte.


Meditar
y rezar la Oración Final

Oración Final

¡Oh Dios, cuyo Unigénito, con su vida, muerte y resurrección, nos mereció el premio de la salvación eterna! Os suplicamos nos concedas que, meditando los misterios del Santísimo Rosario de la Bienaventurada Virgen María, imitemos los ejemplos que nos enseñan y alcancemos el premio que prometen. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Texto tomado del Libro "Novena a Nuestra Señora de Fátima" - Caballeros de la Virgen

¡Feliz Día de las Madres - Mayo 12 de 2019!






Mil felicitaciones a todas las madres del mundo.

Las madres son ángeles
enviados por Dios para cuidarnos.

Dios bendiga a todas nuestras amadas madres.

¡Un gran abrazo para todas!

Les desea:

Cristina Ochoa

https://diosysantidad.blogspot.com.co/

Video tomado de YOUTUBE: