miércoles, 24 de abril de 2019

Novena a la Divina Misericordia - Día Séptimo - Abril 25 de 2019

Por las almas
que veneran especialmente
la Misericordia Divina
(Diario, N° 1224)


Jesús misericordioso, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia y unidas a ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Estas almas no serán juzgadas severamente, sino que tu misericordia las envolverá en la hora de la muerte.

Padre Eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran tu mayor atributo, es decir, tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones desbordantes de gozo cantan a ti, oh Altísimo, un canto de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús, quien les dijo que:
"A las almas que veneren esta infinita misericordia mía, Yo mismo las defenderé como mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte"
Invocación para todos
los días de la Novena

Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como manantial de misericordia para nosotros, en ti confío.

Coronilla de la Divina Misericordia



Video tomado de Youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=sHSCPQeG_5Y

Texto tomado del Libro: Novena del Señor de la Divina Misericordia - Caballeros de la Virgen

24 Preguntas y respuestas: Sacramento de la Eucaristía - Catecismo de la Iglesia Católica


1. ¿Qué es la Eucaristía?

La Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre del Señor Jesús, que Él instituyó para perpetuar en los siglos, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección. Es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual, en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la vida eterna.

2. ¿Cuándo instituyó Jesucristo la Eucaristía?


Jesucristo instituyó la Eucaristía el Jueves Santo, «la noche en que fue entregado» (1 Co 11, 23), mientras celebraba con sus Apóstoles la Última Cena.

3. ¿Cómo instituyó la Eucaristía?

Después de reunirse con los Apóstoles en el Cenáculo, Jesús tomó en sus manos el pan, lo partió y se lo dio, diciendo:

«Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros»


Después tomó en sus manos el cáliz con el vino y les dijo:

«Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres, para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía»

4. ¿Qué representa la Eucaristía en la vida de la Iglesia?

La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana. En ella alcanzan su cumbre la acción santificante de Dios sobre nosotros y nuestro culto a Él. La Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia: el mismo Cristo, nuestra Pascua. Expresa y produce la comunión en la vida divina y la unidad del Pueblo de Dios. Mediante la celebración eucarística nos unimos a la liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna.

5. ¿Qué nombres recibe este sacramento?


La inagotable riqueza de este sacramento se expresa con diversos nombres, que evocan sus aspectos particulares. Los más comunes son: Eucaristía, Santa Misa, Cena del Señor, Fracción del Pan, Celebración Eucarística, Memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, Santo Sacrificio, Santa y Divina Liturgia, Santos Misterios, Santísimo Sacramento del Altar, Sagrada Comunión.

6. ¿Qué lugar ocupa la Eucaristía en el designio divino de salvación?

En la Antigua Alianza, la Eucaristía fue anunciada sobre todo en la cena pascual, celebrada cada año por los judíos con panes ázimos, como recuerdo de la salida apresurada y liberadora de Egipto. Jesús la anunció en sus enseñanzas y la instituyó celebrando con los Apóstoles la Última Cena durante un banquete pascual. La Iglesia, fiel al mandato del Señor: «Haced esto en memoria mía» (1 Co 11, 24), ha celebrado siempre la Eucaristía, especialmente el domingo, día de la resurrección de Jesús.

7. ¿Cómo se desarrolla la celebración de la Eucaristía?



La celebración eucarística se desarrolla en dos grandes momentos, que forman un solo acto de culto: la liturgia de la Palabra, que comprende la proclamación y la escucha de la Palabra de Dios; y la liturgia eucarística, que comprende la presentación del pan y del vino, la anáfora o plegaria eucarística, con las palabras de la consagración, y la comunión.

8. ¿Quién es el ministro de la celebración de la Eucaristía?



El ministro de la celebración de la Eucaristía es el sacerdote (obispo o presbítero), válidamente ordenado, que actúa en la persona de Cristo Cabeza y en nombre de la Iglesia.

9. ¿Cuáles son los elementos esenciales y necesarios para celebrar la Eucaristía?



Los elementos esenciales y necesarios para celebrar la Eucaristía son el pan de trigo y el vino de vid.

10. ¿En qué sentido la Eucaristía es memorial del sacrificio de Cristo?



La Eucaristía es memorial del sacrificio de Cristo, en el sentido de que hace presente y actual el sacrificio que Cristo ha ofrecido al Padre, una vez por todas, sobre la Cruz en favor de la humanidad. El carácter sacrificial de la Eucaristía se manifiesta en las mismas palabras de la institución: «Esto es mi Cuerpo que se entrega por vosotros» y «Este cáliz es la nueva alianza en mi Sangre que se derrama por vosotros» (Lc 22, 19-20). El sacrificio de la Cruz y el sacrificio de la Eucaristía son un único sacrificio. Son idénticas la víctima y el oferente, y sólo es distinto el modo de ofrecerse: de manera cruenta en la cruz, incruenta en la Eucaristía.

11. ¿De qué modo la Iglesia participa del Sacrificio eucarístico?



En la Eucaristía, el sacrificio de Cristo se hace también sacrificio de los miembros de su Cuerpo. La vida de los fieles, su alabanza, su sufrimiento, su oración y su trabajo se unen a los de Cristo. En cuanto sacrificio, la Eucaristía se ofrece también por todos los fieles, vivos y difuntos, en reparación de los pecados de todos los hombres y para obtener de Dios beneficios espirituales y temporales. También la Iglesia del cielo está unida a la ofrenda de Cristo.

12. ¿Cómo está Jesucristo presente en la Eucaristía?



Jesucristo está presente en la Eucaristía de modo único e incomparable. Está presente, en efecto, de modo verdadero, real y sustancial: con su Cuerpo y con su Sangre, con su Alma y su Divinidad. Cristo, todo entero, Dios y hombre, está presente en ella de manera sacramental, es decir, bajo las especies eucarísticas del pan y del vino.

13. ¿Qué significa transubstanciación?



Transubstanciación significa la conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo, y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su Sangre. Esta conversión se opera en la plegaria eucarística con la consagración, mediante la eficacia de la palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo. Sin embargo, permanecen inalteradas las características sensibles del pan y del vino, esto es las «especies eucarísticas».

14. La fracción del pan, ¿divide a Cristo?

La fracción del pan no divide a Cristo: Él está presente todo e íntegro en cada especie eucarística y en cada una de sus partes.

15. ¿Cuánto dura la presencia eucarística de Cristo?

La presencia eucarística de Cristo continúa mientras subsistan las especies eucarísticas.

16. ¿Qué tipo de culto se debe rendir al sacramento de la Eucaristía?

Al sacramento de la Eucaristía se le debe rendir el culto de latría, es decir la adoración reservada a Dios, tanto durante la celebración eucarística, como fuera de ella. La Iglesia, en efecto, conserva con la máxima diligencia las Hostias consagradas, las lleva a los enfermos y a otras personas imposibilitadas de participar en la Santa Misa, las presenta a la solemne adoración de los fieles, las lleva en procesión e invita a la frecuente visita y adoración del Santísimo Sacramento, reservado en el Sagrario.

17. ¿Por qué la Eucaristía es el banquete pascual?

La Eucaristía es el banquete pascual porque Cristo, realizando sacramentalmente su Pascua, nos entrega su Cuerpo y su Sangre, ofrecidos como comida y bebida, y nos une con Él y entre nosotros en su sacrificio.

18. ¿Qué significa el altar?



El altar es el símbolo de Cristo mismo, presente como víctima sacrificial (altar-sacrificio de la Cruz), y como alimento celestial que se nos da a nosotros (altar-mesa eucarística).

19. ¿Cuándo obliga la Iglesia a participar de la Santa Misa?



La Iglesia establece que los fieles tienen obligación de participar de la Santa Misa todos los domingos y fiestas de precepto, y recomienda que se participe también en los demás días.

20. ¿Cuándo se debe recibir la sagrada Comunión?

La Iglesia recomienda a los fieles que participan de la Santa Misa recibir también, con las debidas disposiciones, la sagrada Comunión, estableciendo la obligación de hacerlo al menos en Pascua.

21. ¿Qué se requiere para recibir la sagrada Comunión?



Para recibir la sagrada Comunión se debe estar plenamente incorporado a la Iglesia Católica y hallarse en gracia de Dios, es decir sin conciencia de pecado mortal. Quien es consciente de haber cometido un pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar. Son también importantes el espíritu de recogimiento y de oración, la observancia del ayuno prescrito por la Iglesia y la actitud corporal (gestos, vestimenta), en señal de respeto a Cristo.

22. ¿Cuáles son los frutos de la sagrada Comunión?

La sagrada Comunión acrecienta nuestra unión con Cristo y con su Iglesia, conserva y renueva la vida de la gracia, recibida en el Bautismo y la Confirmación y nos hace crecer en el amor al prójimo. Fortaleciéndonos en la caridad, nos perdona los pecados veniales y nos preserva de los pecados mortales para el futuro.

23. ¿Cuándo se puede administrar la sagrada Comunión a los otros cristianos?

Los ministros católicos administran lícitamente la Sagrada Comunión a los miembros de las Iglesias orientales que no están en plena comunión con la Iglesia Católica, siempre que éstos lo soliciten espontáneamente y tengan las debidas disposiciones.

Así mismo, los ministros católicos administran lícitamente la sagrada Comunión a los miembros de otras comunidades eclesiales que, en presencia de una grave necesidad, la pidan espontáneamente, estén bien dispuestos y manifiesten la fe católica respecto al sacramento.

24. ¿Por qué se dice que la Eucaristía es «prenda de la gloria futura»?


La Eucaristía es prenda de la gloria futura porque nos colma de toda gracia y bendición del cielo, nos fortalece en la peregrinación de nuestra vida terrena y nos hace desear la vida eterna, uniéndonos a Cristo, sentado a la derecha del Padre, a la Iglesia del cielo, a la Santísima Virgen y a todos los santos.

Fuente - Texto tomado de SANTOROSARIO.NET:
http://www.santorosario.net/espanol/misa/4.htm

RESPETO - "La Liturgia no es una convivencia simpática sino un momento sagrado": afirma Cardenal


15 de abril de 2018 - 8:16 pm

La Liturgia no es una convivencia simpática sino un momento sagrado, afirma Cardenal.

Por Bárbara Bustamante | ACI Prensa

“Es esencial comprender y vivir la liturgia como un momento sagrado”

Afirmó el Prefecto Emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Cardenal Jorge Medina Estévez.

“No es un momento banal, no es un momento de convivencia simpática como puede tener un grupo de amigos, es otra cosa”

Aclaró el Cardenal, quien formó parte de la comisión redactora del Catecismo de la Iglesia Católica, en concreto de la parte sobre la Liturgia y los Sacramentos.

En entrevista con ACI Prensa, el Cardenal Medina se refirió a los intentos de algunas parroquias y comunidades de modificar la liturgia con la intención de hacerla más agradable a la asamblea, frente a lo cual señaló que “hay cosas que son inamovibles y cosas que pueden ajustarse”.

“Si tú miras la liturgia como se celebra en Oriente, el rito bizantino por ejemplo, no es exactamente la forma como se celebra en Occidente en el rito romano. Son dos formas, ambas perfectamente legítimas”, explicó.

En el caso de la homilía, dijo que:

“Puede ser más cercana a la gente, pero no puede caer en un lenguaje vulgar, porque le hace perder el carácter de parte de un conjunto que es sagrado”.

“La liturgia está orientada hacia Dios, es una alabanza, como son los salmos”. Por lo tanto, continuó el Cardenal Medina,

“El centro de la Eucaristía no es el hombre, sino Dios”.


En ese sentido, señaló que:

“En la Misa lo importante es el Señor Jesús y no el sacerdote. Este último no es un actor, ni estrella de cine o alguien que atrae la mirada hacia sí, sino que actúa como ministro, como servidor, como intermediario, como instrumento de la acción de Dios”.


“Esa actitud del sacerdote está subrayada, me parece a mí, por el hecho de que celebra con ornamentos y no con el traje de calle. El ornamento invita a olvidarse de la persona, de las cualidades personales del sacerdote, para pensar que estamos frente a una persona que está actuando como instrumento de Dios”, sostuvo.

En cuanto a las formas de recibir la comunión, el Cardenal Medina explicó que en la Iglesia han existido distintas costumbres, “legítimas en su momento”.

Por ejemplo, “en el siglo III solía llevarse la Comunión a la casa y guardarla en un lugar respetable y cada día comer un pedacito. Eso existió, pero después la Iglesia no aceptó que se tuviera la Sagrada Eucaristía en las casas, a excepción de los obispos y sacerdotes con permiso del obispo”.


En cuanto a recibir la Sagrada Comunión en la mano, el Cardenal expresó que “no me preocupa tanto la cosa, porque yo he cometido más pecados en mi vida con la lengua que con las manos, de manera que no creo que mi boca sea de suyo más santa que mis manos”.

Pero aclaró que “la persona ahí mismo debe llevársela a la boca”, para evitar casos en los que se han llevado la hostia consagrada en el bolsillo “para después usarla para cualquier cosa, incluso para actos de brujería”.

En ese sentido, dijo que una ventaja de recibir la Comunión en la boca es evitar que queden algunos restos en la mano.

“A mí personalmente me agrada que la Comunión sea recibida en la boca y de rodillas, como una expresión de respeto hacia un acto tan sagrado como es recibir el cuerpo de Cristo”, concluyó.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:
https://www.aciprensa.com/noticias/la-liturgia-no-es-una-convivencia-simpatica-sino-un-momento-sagrado-afirma-cardenal-52664