lunes, 11 de marzo de 2019

10 Prácticas que le abren las puertas de tu hogar al demonio


El relativismo nos hace creer que todo lo que del diablo se dice es un juego y que no existe un ser malvado que puede meterse en nuestros hogares e intentar destruirnos.

Por: Silvia Ramos | Fuente: Catholic-link.com 

Es común en nuestros días considerar al demonio como un personaje inexistente, alguien casi mitológico y sin importancia en nuestras vidas. Es como un cuento de horror creado para asustar a los más pequeños y en fechas como hoy es tratado como un objeto de diversión. No nos dejemos engañar, el demonio sí existe y una de sus mayores victorias es habernos adormecido y hacernos creer lo contrario.

“A esta generación y a muchas otras se les ha hecho creer que el diablo era un mito, una figura, una idea, la idea del mal ¡pero el diablo existe y nosotros debemos combatir contra él! ¡Lo dice San Pablo, no lo digo yo! ¡Lo dice la Palabra de Dios!” (SS. Francisco, Homilía en Santa Marta el 30 de octubre de 2014).

El relativismo nos hace creer que todo lo que del diablo se dice es un juego y que no existe un ser malvado que puede meterse en nuestros hogares e intentar destruirnos. Es así que sin darnos cuenta, realizamos prácticas que le abren las puertas de par en par. ¡Prestemos atención y alejémonos de ellas lo más pronto posible! ¡No seamos ingenuos!, el demonio es inteligente, conoce nuestras debilidades y sabrá como usarlas en nuestra contra si lo dejamos.

El diablo aprovecha estos espacios y nos engaña, nos hace creer cuentos fantásticos para finalmente ingresar en nuestras vidas y en nuestro espíritu. Por eso hoy te queremos advertir de algunas de estas prácticas más comunes:

1. Consulta de adivinos y brujos


En nuestra cultura latinoamericana es común consultar adivinos y brujos. El motivo: tener una certeza de lo que está por venir. Un nuevo trabajo, una pareja, la sanación de alguien, e incluso, buscar hacer daño. La mayoría de las personas que dicen ser adivinos y brujos son unos meros charlatanes que se aprovechan de la gente para ganar dinero.

2. Los curanderos


El curanderismo tiene su base en algunas prácticas de las culturas autóctonas de nuestros pueblos indígenas. Es un sincretismo mezclado con medicina naturista. Muchas veces dentro de estas curaciones se ingresa a rituales que tienen que ver con la manipulación y el contacto con el mundo sobrenatural.

3. La superstición


Vivir pendiente de lo que dice el horóscopo, no pasar debajo de una escalera, encontrarse con un gato negro… ¡y un sin fin de supersticiones que la tradición popular nos ha heredado! Éstas nos llevan a poner nuestra fe a un lado y a necesitar de elementos tangibles para sentirnos seguros de lo que estamos haciendo. De este modo empezamos a confiar en prácticas que abren canales para la acción demoníaca y nos alejan de la confianza en Dios.

4. La Ouija


Este juego, bastante conocido, consiste en poner las manos sobre una pequeña plataforma que se desplaza lentamente sobre un tablero movida por alguna fuerza misteriosa. El tablero está inscrito con números y las letras del alfabeto. Los jugadores esperan respuesta a sus preguntas según las letras sobre las que se mueva la plataforma. La “diversión” está en la curiosidad y el misterio de comunicarse con algún espíritu que revela secretos y, cuanto más parezca “funcionar”, más la ouija (y el espíritu detrás de ella) atrae y ata hasta convertirse en una obsesión. Muchas veces esta práctica se inicia con intención de contactar a un ser querido que ya no está.

5. La lectura del Tarot o de las manos


Existe un sinnúmero de tipos de cartas del tarot, así como expertos en su lectura y adivinación. Esta práctica también tiene que ver con el porvenir. Es de esta manera que el demonio va haciendo uso de quien lee y frecuenta estas lecturas para manipular su mente y su vida.

6. Rituales, magia blanca y maleficios


Existen muchos libros, incluso artistas y personalidades famosas que difunden rituales o prácticas de la llamada magia blanca que promete una vida llena de éxito y prosperidad. Mucha gente cae en estos cuentos y por imitación empieza a practicar y jugar con este mundo oculto. Una de ellas es la wicca: práctica neopagana muy difundida en estos días.

7. Consulta de médiums e invocaciones a los muertos


Consultamos a médiums y participamos en prácticas de invocación espiritual para entrar en contacto con seres queridos que ya no son parte de este mundo. Y eso es definitivo, ya no son parte de este mundo. El demonio se aprovecha de nuestro deseo de querer tener a estas personas cerca y como es inteligente nos hace creer que nos hablan. No es tu ser querido el que responde, lo más probable es que sea, o charlatanería de parte del que se hace pasar de médium, o un demonio que está jugando contigo.

8. Realizar prácticas exorcistas


Las prácticas exorcistas solo las puede realizar un sacerdote preparado para este fin. Cualquier tipo de practicas en este sentido pone en un riesgo muy grande a todo aquel que participe.

9. El horóscopo y la carta astral


El deseo del hombre por conocer el porvenir puede convertirse en una obsesión. Algo que puede comenzar como un juego inocente para saciar una curiosidad abre las puertas a otras realidades cada vez más potentes. Todo esto nace de la falta de fe en Dios y es el demonio quien se aprovecha: usa nuestras debilidades para entrar en casa con un acto “inocente” y “por curiosidad”. Esto poco a poco irá menguando tu fe y llevándola hacia el otro camino.

10. Reiki


El Reiki reduce a Dios a una energía que se puede canalizar, es decir, ya no es una persona sino un algo con lo que podemos sintonizar. Muchas personas creen en la bondad de estas prácticas en cuanto a sanación, pero es necesario el discernimiento para preguntarnos el por qué las realizamos. No se trata de que los católicos rechacemos todo lo desconocido del mundo sobrenatural, sino que conocemos el orden que este lleva y los medios por los cuales llegar a Dios. No podemos caer en la ingenuidad y en la falta de sentido crítico que nos lleven a ser incoherentes con nuestra fe y además PONER NUESTRA VIDA EN PELIGRO SIENDO TOMADA POR QUIEN MÁS NOS DETESTA: EL DEMONIO.

Artículo originalmente publicado en Catholic-link

Por favor leer:
Dogma Católico: ¡El infierno existe y podríamos ir ahí! - Padre Marcel Nault

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/op/articulos/61452/10-practicas-que-le-abren-las-puertas-de-tu-hogar-al-demonio

San Abraham - Patriarca - Fiesta Marzo 12



La historia de Abraham se encuentra en el primer libro de la Biblia, el Libro del Génesis. Con Abraham fundó Dios en el mundo la verdadera religión.

Vivía en la ciudad de Ur, cerca de los ríos Tigris y Eufrates, cuando Dios le pidió el sacrificio de alejarse de su tierra, que era muy fértil, y de su hermosa ciudad e irse a un país desconocido y desértico, lejos de familiares y amigos, Abraham aceptó este sacrificio, y Dios en pago le prometió que sus descendientes poseerían por siempre aquel país.

Abraham deseaba tener un hijo que prolongara su familia, y Dios permitió que su esposa fuera estéril y que a la edad de 90 años Abraham todavía no lograra tener el hijo que tanto deseaba. Sin embargo, Nuestro Señor le prometió que su descendencia sería tan numerosa como las arenas del mar, y Abraham creyó a esta promesa de Dios, y esta fe le fue apreciada y recompensada.

Dios se le aparece en forma de viajero peregrino (acompañado de dos ángeles disfrazados también), y Abraham los atiende maravillosamente bien. Dios le promete que dentro de un año tendrá un hijo. Sara, la esposa, que está oyendo detrás de una cortina, se ríe de esta promesa, porque le parece imposible ya que ellos dos son muy viejos. Dios manda que al niño le pongan por nombre "Isaac"; que significa "el hijo de la sonrisa"


Y cuando el jovencito tiene 12 años, Dios pide a Abraham que vaya a un monte y le ofrezca el hijo en sacrificio. Abraham acepta ésto que le cuesta muchísimo y cuando ya va a matar a Isaac, un ángel le detiene la mano y oye una voz del cielo que le dice:


"He visto cuán grande es tu generosidad. Ahora te prometo que tu descendencia nunca se acabará en el mundo"
Y luego ve un cordero enredado entre unas matas de espinas y lo ofrece en sacrificio a Dios. Los enemigos atacaron a la ciudad donde vivía Lot, el sobrino de Abraham, llevándose a todos prisioneros. Entonces el patriarca reunió a sus obreros (318) y atacó por sorpresa a los enemigos y libertó a todos los cautivos.
En acción de gracias llevó a Melquisedec, sacerdote de Jerusalén, la décima parte de todo lo que había conseguido. Desde entonces quedó la costumbre de dar para Dios y para los pobres el diezmo, o sea la décima parte de lo que cada uno gana.


Nuestro Señor le comunicó a su amigo Abraham que iba a destruir a Sodoma, porque en esa ciudad se cometían pecados de homosexualidad. Abraham le rogó a Dios que no la destruyera si había allí siquiera 10 personas buenas. Pero como no las había, cayó una lluvia de fuego y los mató a todos. Sólo se salvó Lot, por ser sobrino de Abraham. Pero la mujer de Lot desobedeció la orden de los ángeles y al salir de la ciudad se puso a mirar hacia atrás y quedó convertida en estatua de sal.



Abraham fue padre de Isaac, del cual nacieron Esaú y Jacob. Los hijos de Jacob se llaman los Doce Patriarcas, de los cuales se formó el pueblo de Israel.

Dios le cambió el nombre de Abrán, que significa "padre", por el nombre de "Abraham", que significa: padre de muchos pueblos.

La S. Biblia alaba a Abraham porque creyó contra toda esperanza y porque nunca dudó de que Dios sí cumple lo que promete, aunque parezca imposible.

Santo Patriarca Abraham,
pídele a Dios que nos conceda
una fe tan grande como la tuya,
y el perseverar fieles a nuestra
religión hasta la muerte.

Fuente - Texto tomado de EWTN: