viernes, 1 de marzo de 2019

10 Ventajas de ser educado y tener buenos modales: nos ayuda a varios niveles y también evangeliza


Los gritos y las broncas no son buenos modales - las cosas se pueden hablar con educación y respeto.

P.J. Ginés/ReL - 2 de marzo de 2018

En los libros de la Biblia no hay muchas enseñanzas acerca de la necesidad de ser cortés, educado y tener buenos modales, mientras que sí se insiste una y otra vez en los deberes de la hospitalidad y la acogida o los de la amistad y la lealtad. Quizá es porque se escribió en una cultura jerarquizada en la que la importancia de respetar protocolos (por ejemplo, el respeto a los ancianos y padres de familia) se daba por supuesto. 

El libro bíblico que más insiste en la importancia de los buenos modales y la buena educación en el Libro de Sirácida o Eclesiástico, aproximadamente del año 200 a.C. Es lógico, porque tiene la estructura de un padre que da buenos consejos a su hijo. En el siglo XVI Lutero dejó este libro tan edificante fuera de las Biblias protestantes, así que los cristianos protestantes que buscan citas sobre buenos modales y educación tienen pocos versículos donde escoger. Suelen llegar a estos 4:

1 Corintios 10:27-30: "Si algún incrédulo os invita y queréis ir, comed de todo lo que se os ponga delante sin preguntar nada por motivos de conciencia". 

San Pablo anima aquí a los cristianos a comer todo tipo de alimentos, sin temor a normas rituales judías sobre alimentos puros o impuros: miles de misioneros en países con dietas exóticas y extrañas se han recitado este versículo para ser buenos invitados y comer lo que les ponen sus anfitriones sin remilgos.

1 Corintios 13:5: "El amor no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido". 

Dentro del himno a la caridad o al amor, San Pablo parece referirse aquí a la paciencia y los buenos modales, aunque el concepto de decoro podría implicar otros temas. No insiste en la cortesía y la etiqueta, sin embargo. 

Colosenses 4:5-6: "Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo".

Es un consejo de prudencia general de San Pablo, que no necesariamente se limita a los modales o etiqueta.

2 Tesalonicenses 3:7-10: "Debéis seguir nuestro ejemplo, porque no obramos de manera indisciplinada entre vosotros".

De nuevo, un consejo sobre no obrar de forma alborotada.

El libro de Sirácida sobre la buena educación

Vemos que es mucho más elocuente leer lo que dice el Libro de Sirácida (o "Jesús hijo de Sira") sobre los modales, en su capítulos 21 y 22, por ejemplo:

El necio, cuando ríe, lo hace a carcajadas, mas el hombre sensato apenas si sonríe.

Adorno de oro es la educación para el sensato, como un brazalete en su brazo derecho.

El pie del necio entra rápido en la casa, el hombre experimentado se presenta con modestia.

Desde la puerta el insensato fisga el interior, el hombre bien educado queda afuera.

Es falta de educación escuchar a la puerta, tal descortesía indigna al sensato.

Los labios de los habladores repiten las palabras ajenas, mas las palabras de los prudentes se pesan en balanza.

En la boca de los necios está su corazón, pero el corazón de los sabios es su boca.

Cuando el impío maldice a Satanás, a sí mismo se maldice.

El murmurador mancha su propia alma, y es detestado por el vecindario.

Es vergüenza para un padre engendrar un hijo mal educado; pero si es la hija, ha nacido para arruinarlo.

La hija prudente un tesoro es para su marido, la desvergonzada es la tristeza de su progenitor.

La hija insolente es la vergüenza del padre y del marido, y por los dos es despreciada.

Que la sabiduría se da a conocer en la palabra, y la educación en los discursos de la lengua.

A la verdad no contradigas, mas ruborízate de no estar educado.

Los buenos modales se aprenden, sobre todo, en la infancia y adolescencia, y aportan ventajas y beneficios ya desde esa edad.

Conchita Requero y Alex J. Packer, educador y psicólogo, señalan en la revista Hacer Familia 10 ventajas inmediatas de los buenos modales. 

Las ventajas de ser educado y tener buenos modales

1. Los buenos modales tranquilizan a la gente. La gente tranquila aceptará más fácilmente lo que les pidas.

2. Los buenos modales impresionan a la gente. La gente impresionada por tu buen comportamiento tiende a tratarte con más respeto.

3. Los buenos modales ayudan a construir tu autoestima. Los jóvenes con autoestima consiguen lo que quieren en la vida más fácilmente.

4. Los buenos modales son atractivos. Los chicos y chicas que saben estar suelen tener los amigos y las relaciones que quieren.

5. Los buenos modales hacen la vida más fácil, permiten que la gente viva y trabaje con los demás sin fricciones innecesarias. Esto hace que tu día a día sea más placentero.

6. Los buenos modales te pueden evitar líos. Los jóvenes que saben qué hacer si accidentalmente topan con la persona equivocada tienen menos probabilidades de meterse en líos.

7. Los buenos modales son infrecuentes. Los jóvenes que los reflejan son mejor mirados por los adultos.

8. Los buenos modales te hacen sentirte bien. Puedes llevar la cabeza bien alta sabiendo que haces todo lo que puedes para evitar que la descortesía campe a sus anchas.

9. Los buenos modales hacen que los demás se sientan bien. Puedes llegar a crear un mundo donde las personas se traten unos a otros con cariño, respeto y compasión.

10. Los buenos modales no cuestan. Puedes tener lo mejor, gratis.

Ejemplos de malos modales (algunos muy extendidos)

En España y la mayoría de Occidente se consideran malos modales: 

- Usar vocabulario obsceno en alto (aunque en España incluso las clases altas y cultas son muy malhabladas).

- Escupir y eructar.

- Demostrar demasiado afecto al novio/a en público (los países hispanos y mediterráneos son más "físicos" en sus expresiones).

- Fumar demasiado cerca de los demás y echarles el humo encima (en España, con el tabaco prohibido en lugares públicos, se nota más el olor de los que fuman).

- Hurgarse la nariz.

- No decir "por favor" o "gracias" a los dependientes.

- Responder de malas maneras a los padres.

- Burlarse de las personas adultas.

- Ocupar los asientos en lugares públicos y no cedérselos a ancianos, embarazadas u otras personas con necesidades especiales (con muletas o alguna discapacidad).

- Molestar a los niños pequeños.

- Insultar o gritar.

- Enseñar la ropa interior (en países turísticos y cálidos como España y Latinoamérica se muestra mucho más que en otros).

- Poner la música alta en lugares públicos.

- Montar jaleo en el cine y hablar, comentar con bromas o predecir lo que pasará en la película.

- Empujar en las colas.

- Dejar que las puertas se cierren en la cara de las personas que vienen detrás.

- No respetar las diferencias entre las personas. Mostrar desprecio o criticar y a alguien por su condición social, físico.

- Ponerse a conversar con el compañero cuando se realiza un servicio público.

- Escribir en paredes, ascensores, etc.

- Comer con ansiedad en la mesa y dejar el sitio sucio.

- Dejar el baño sucio después de utilizarlo.

- Interrumpir a quien está hablando.

Evitar todas estas cosas ayudan a que la vida sea más cómoda y agradable para los demás. 

También para evangelizar

Además, para los cristianos, los buenos modales son necesarios para facilitar la evangelización. El Papa Francisco ha insistido mucho en animar a los cristianos en usar las palabras "perdón", "por favor", "gracias" y "¿me permite?".

Poca gente dirá que tal o cual catequista o religioso le desagradó o alejó de la Iglesia porque "era demasiado pelagiano" o "tenía tendencias semi-nestorianas". En cambio, abundarán los que recuerden que "se hurgaba la nariz" y "me interrumpía cuando yo hablaba".

Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:

5 medios para dominar las preocupaciones y no dejar que los problemas nos agobien y debiliten


La sabiduría popular y la ciencia coinciden: no hay que quedarse enganchado en los pensamientos negativos y las preocupaciones.

Febrero 29 de 2016

Hay muchas cosas que pueden causar traumas y estrés, pero la ciencia está confirmando cada vez más que repensar y rumiar una y otra vez los momentos malos, es decir, preocuparse demasiado, agrava el nivel de daño mental y emocional de la persona.

Una investigación en 2013 de la Universidad de Liverpool (de su Instituto de Psicología, Salud y Sociedad), a partir de 32.827 personas estudiadas con un test en 172 países, confirmó que el pensamiento insistente o compulsivo acerca de un problema causa más daño psico-emocional que el problema en sí. Por el contrario, las personas que no piensan mucho en sus problemas o las heridas del pasado tienen mejor salud mental y emocional. 

"Los individuos que no rumian sus problemas ni se culpan por las experiencias negativas de su vida tienen niveles de depresión mucho menores que las que sí lo hacen", constataba Peter Kinderman, el profesor de psicología clínica que lideró el estudio.

En este contexto tiene sentido reflexionar sobre unas sencillas enseñanzas de quien fuera el obispo de Colima, México, Rogelio Sánchez González (1921-2011), quien en su libro "Relaciones humanas", recientemente recordado en PildorasdeFe.net, proponía 5 formas de controlar estos pensamientos. 

5 medios para dominar las preocupaciones
por el obispo Rogelio Sánchez González

Buscar solución y actuar, no agitarse por naderías, alegrarse de lo que se tiene, hacer el bien a pesar de las críticas y confiar en Dios.

1.- Si nuestra preocupación es por algo presente, es útil el analizar cuidadosamente el problema, luego buscar lo que se puede hacer para solucionarlo, y finalmente decidirse por alguno de los medios que aparecen.

2.- No hacer grande lo pequeño. No agitarse por naderías. Válgase de aquel dicho popular: “Más se perdió en el diluvio”.

3.- Alegrarnos de lo que tenemos y no prestar atención fija en lo que no tenemos y que quizá ni falta nos hace. Muchas de nuestras exigencias no nos hacen felices, solo crean servidumbres y preocupaciones.

4.- No hagamos caso de críticas, calumnias o burlas. Hagamos el bien y dejemos que critiquen. Es frecuente que se critique a personas que valen y precisamente porque en algo se están destacando. También a Cristo lo criticaron y aún lo traicionó un amigo. Que las críticas nos ayuden a perfeccionarnos.

5.- El encomendarse a Dios y confiar en su poder y en su amor a nosotros, disipa muchas preocupaciones. La oración confiada es de los mejores medios para tranquilizar en los problemas y para resolverlos mejor. Cristo sufría en el Huerto de los Olivos y le dio fortaleza.

Te invitamos a que en tus momentos de preocupación te dirijas a Dios orando con el salmo 33:

“Bendeciré en todo tiempo a Dios,
sin cesar en mi boca su alabanza;
Ensalzad conmigo a Dios,
exaltemos juntos su nombre.
Consulté a Dios y me respondió:
me libró de todos mis temores.
Si grita el pobre, Dios lo escucha,
y lo salva de todas sus angustias.
El ángel de Dios pone su tienda
en torno a sus adeptos y los libra.
Gustad y ved lo bueno que es Dios ,
dichoso el hombre que se acoge a él.
Respetad a Dios, santos suyos,
que a quienes le temen nada les falta.
Los ricos empobrecen
y pasan hambre,
los que buscan a Dios
de ningún bien carecen.
Huye del mal y obra el bien,
busca la paz y anda tras ella.
Los ojos de Dios sobre los justos,
sus oídos escuchan sus gritos.
Cuando gritan, Dios los oye
y los libra de sus angustias;
Dios está cerca de los desanimados,
él salva a los espíritus hundidos.
Muchas son las desgracias del justo,
pero de todas le libra Dios”.
(Salmo 33)

Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:
http://www.religionenlibertad.com/5-medios-para-dominar-las-preocupaciones-y-no-dejar-que-los-48058.htm

¿Un católico puede hacerse leer las cartas, practicar espiritismo o creer en supersticiones?



A través de estos métodos se pretende desvelar lo que sólo Dios puede conocer: nuestro porvenir.

Por: Monseñor Jorge De Los Santos | Fuente: elpueblocatolico.com 

Una lectora pidió que explicáramos en qué consiste la lectura de las cartas o los llamados grupos de espiritismo que abundan en Denver, porque “confunden a nuestra comunidad, haciéndoles creer que es algo aprobado y relacionado con la Iglesia”. Este tema, junto a la reciente propuesta de realizar una “misa” satánica en la Universidad de Harvard, lo explica el querido Mons. Jorge De Los Santos, nuevo Director Espiritual de Evangelización Hispana, de la Arquidiócesis de Denver.

La adivinación, lectura de cartas o cualquier otro rito supersticioso de este tipo, apuntan a la predicción de cosas futuras u ocultas sin recurso a Dios. Se pretende desvelar lo que sólo Dios puede conocer.

Dios nos ha revelado algunas cosas sobre el futuro; por ejemplo, habrá un juicio y después el cielo o el infierno. Dios también nos ha dado medios naturales como la inteligencia, el estudio, la ciencia y recursos para que nos preparemos responsablemente para el futuro.


Pero al mismo tiempo sabemos que no podemos controlar nuestro porvenir, pues está en manos de Dios. Debemos confiar en Él como Padre infinitamente bueno y cooperar con su gracia para hacer la parte que nos toca.


Sin embargo, el hombre, llevado por la soberbia, quiere tenerlo todo bajo su control, sin tener que poner su confianza en Dios. Es por eso que busca conocimiento ilícito, por caminos que están fuera de la revelación divina y fuera de los medios naturales que son lícitos. Y entonces opta por la adivinación.

Explícita o implícitamente, la adivinación o lectura de cartas, recurre al demonio, y quien la practica queda, en algún grado, vinculado con él. Hay también quienes hacen directamente un pacto con el maligno.


¿Quiénes utilizan la adivinación?

No solamente en la santería, brujería, espiritismo y otros. A medida que se pierde la fe se populariza la adivinación aún entre personas que no pertenecen a estos grupos, pero que buscan solución a un grave problema. Otros creen que sólo es una broma, y lo hacen por curiosidad o por la presión de un grupo. Pero debemos recordar que en la adivinación está en juego nuestra fidelidad a Dios, con lo que no se debe jugar.

Según el exorcista español José Antonio Fortea, entre las causas de posesión por el demonio se encuentra el “asistir a sesiones espiritistas, a cultos satánicos o a ritos esotéricos”, además de hacer un “pacto con el demonio”. Y la presencia de demonios en una casa “puede ocurrir cuando en esa casa se ha practicado de forma continuada espiritismo, ritos satánicos, santería o cualquier otra forma de esoterismo”.

Y es que el satanismo existe. Se trata de personas, grupos o movimientos que, de manera aislada o estructurada, con una cierta organización, practican algún tipo de culto (por ejemplo: adoración, veneración, evocación) al demonio, diablo o satanás. Para los satanistas, este personaje real, es un ser o fuerza metafísica; o como misterioso elemento innato en el ser humano; o energía natural desconocida, a quien se le invoca bajo diversos nombres propios (por ejemplo: Lucifer) a través de ritos muy particulares.

Uno de esos ritos es la “misa negra” satánica, como la que se había anunciado en la Universidad de Harvard en Estados Unidos (y que finalmente se realizó en otro lugar). Se trata de una ceremonia que, simulando la Misa Católica, con la profanación de la Eucaristía, denigra y ofende los elementos que la Misa contiene, rindiendo culto a satanás y a los demonios, ridiculizando el sacrificio de Jesucristo en la cruz. La “misa negra” es oficiada por un sacerdote satánico o diácono. El objetivo principal es rendir culto al diablo, por ello los participantes visten de negro y portan amuletos como el pentáculo (estrella de cinco puntas invertida, relacionada habitualmente con satanás) o la sigla de Baphomet (demonio al que supuestamente los Caballeros Templarios rendían culto). Es normal entre las “misas negras” que la Hostia acabe pisoteada, mezclada con drogas o siendo parte de actos sexuales; en ciertos casos, se presentan sacrificios rituales de animales o de niños. Una mujer desnuda se utiliza como el altar en estos rituales paganos porque representa a la madre Tierra. El color negro es el elegido para vestirse en la cámara del ritual, porque es el símbolo de los poderes de las tinieblas y del demonio. Naturalmente, en lugar de invocar el nombre de Dios se invoca el de Satanás; se invocan nombres de diversos demonios; se recita el Padre Nuestro en sentido contrario y negativo (padre nuestro que estás en el infierno…). Durante los ritos satánicos, algunos grupos llegan a profanar cadáveres, o cometen actos de violencia física, incluso sobre menores y hasta homicidios rituales. Y esperan que la “misa negra” culmine con la llegada del Diablo.



No debemos recurrir a ninguna de estas prácticas o ritos, pues van totalmente en contra de nuestra Fe. Recordemos más bien, que el enemigo está como león rugiente buscando a quién devorar.

Por favor leer esta información adicional:

El mal invocado por brujas - hechiceros - otros: se les devuelve a ellos mismos terriblemente

Dogma Católico: ¡El infierno existe y podríamos ir ahí! - Padre Marcel Nault

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET: