martes, 1 de enero de 2019

Las previsiones de la Biblia para el año 2019: Amor - Salud - Viajes... ¿qué nos dice la Sagrada Escritura?


ALETEIA TEAM - 1 de enero de 2018


Al principio de cada nuevo año pasa siempre lo mismo: en la TV, en los periódicos, en la radio somos literalmente inundados por las previsiones de astrólogos y adivinos. Pero dado que la única verdadera profecía está contenida en la Biblia, hemos decidido ofreceros las previsiones de la Sagrada Escritura para este nuevo año.

Si habéis nacido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre, entonces estáis bajo la influencia de la “gracia de Dios, portadora de salvación para todos los hombres” (Tito 2, 11).

Fortuna: La estrella de la mañana es Jesucristo, ya que “gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, […] nos visitará el sol que nace de lo alto” (Lucas 1,78).

Amor: Vuestra felicidad reside en ser amados por Dios y en amarlo a vuestra vez, pues “ni lo presente ni lo futuro, ni la altura ni la profundidad, ni otra criatura alguna nos podrá separar jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Romanos 8,39).

Vacaciones: “El Señor vela sobre ti, cuando entras y cuando sales, ahora y por siempre” (Salmo 121,8).

Salud: “Cierta es esta palabra: Si morimos con él, viviremos con él” (2 Timoteo 2,11); “No os angustiéis por nada, pero en toda necesidad exponed a Dios vuestras peticiones, con oraciones, súplicas y acciones de gracias” (Filipenses 4,6).

Dinero: “Mi Dios, a su vez, colmará todas vuestras necesidades según su riqueza, con magnificencia en Cristo Jesús” (Filipenses 4,19), “pues he aprendido a bastarme a mí mismo en toda ocasión” (Filipenses 4,11).

Actualidad: “Oiréis hablar de guerras y rumores de guerras. Mirad no os alarméis; es necesario que todo esto suceda, pero no es aún el fin” (Mateo 24,6); “Mientras tanto se anunciará el evangelio del reino a todo el mundo, para que sea dado testimonio a todos los pueblos; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24,14).

Imprevistos: “Por lo demás, sabemos que todo concurre al bien de los que aman a Dios, los que han sido llamados según sus designios” (Romanos 8,28); “¿Qué diremos por tanto al respecto? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” (Romanos 8,31).

Estas enseñanzas no están ligadas a influencia lunar alguna. Hacedlas vuestras siempre, en cualquier lugar y situación.

¡Id y vivid con la paz y la alegría del Señor!

Por padre Antonio Feghali

Fuente - Texto tomado de ES.ALETEIA.ORG:
https://es.aleteia.org/2018/01/01/las-previsiones-de-la-biblia-para-el-ano-2017/

Oración para comenzar un nuevo año




Comienza un nuevo año.
Lo pongo en tus manos, Señor.

Tú, Padre amoroso,
que velas por mí y estás por encima
de los límites del tiempo y del espacio,
sabes lo que necesitaré
en este año que inicia.

Me abandono a tu misericordia,
a tu providencia.
Que sea lo que Tú dispongas, Señor.

Aumenta mi fe,
que sea capaz de descubrir
tu presencia a mi lado.

No permitas que nada
me separe de Ti.

Dame fortaleza
y perseverancia en las pruebas,
y ayúdame cada día a recordar
que nunca sucederá nada
que Tú y yo juntos,
no podamos superar.

Líbrame de la indiferencia.
Hazme sensible
a las necesidades de los demás,
y muéveme no sólo a orar,
a interceder por ellos,
sino a realizar acciones concretas
en beneficio suyo.

Ayúdame a no ser avaro
ni desperdiciado
con mi tiempo, con mis dones.

Enséñame a darme a los demás,
a comprender que sólo vale la pena
lo que se hace por los demás.

Enséñame a salir de mí mismo
para ir al encuentro
de mis hermanos,
sin prejuicios, sin retórica.

Simplemente como Tú,
con la mano extendida
y el corazón abierto.

Pero líbrame de la vanidad,
de creerme bueno,
de sentirme satisfecho.

No dejes que me paralice la inercia,
el orgullo, la complacencia.
No dejes de inquietarme,
de ponerme en movimiento,
de lanzarme contigo a construir
tu reino de paz, amor y justicia.

Enséñame a mantenerme
sencillo y alegre,
a ser verdaderamente
testigo tuyo en mi mundo.

Ayúdame a desprenderme de todo
lo que me estorba para seguirte,
líbrame de lo que me hace tropezar,
de lo que me pesa: de mis rencores,
mis egoísmos, mis orgullos,
mis miserias, mis apegos.

Enséñame a ser paciente,
comprensivo, dulce,
a perdonar a los otros,
a acogerlos en mi corazón.

Enséñame a amar como amas Tú.
Quiero descubrirte en cada día
de este año que empieza,
y ayudar a que otros
te descubran también.

Señor, que cuando me busquen a mí,
te encuentren siempre a Ti.

Amén.


Fuente - Texto tomado de OBLATOS.COM: