sábado, 27 de octubre de 2018

¿Cuál fue el mayor sufrimiento físico de Jesús que no se recuerda?



¿Qué tienen en común el místico medieval, San Bernardo de Claraval y el santo Padre Pío de Pietrelcina?

Bueno, los dos son santos, compartiendo la recompensa eterna que Dios ha preparado para ellos. pero además ambos tenían una devoción sincera a la:


“Llaga del hombro de Jesús”

San Bernardo de Claraval, el místico francés que ayudó a renovar la Orden de los Cistercienses en el siglo XII, de acuerdo con los anales de Claraval, tuvo una conversación con nuestro Señor. El oró, preguntándole a Jesús cuál fue su mayor sufrimiento que no se recuerda; y el Señor le respondió:


“Tenía en mi hombro, mientras soporté Mi Cruz en el Camino de los Dolores, una herida grave que era más dolorosa que las demás, y que no es recordada por los hombres. Honra esta herida con tu devoción, y te daré todo lo que me pidas a través de su virtud y el mérito. Y en lo que se refiere a todos aquellos que veneren esta llaga, les perdonaré todos sus pecados veniales y no recordaré sus pecados mortales.



San Pío de Pietrelcina, capuchino, sacerdote y místico, murió en 1968. El Padre Pío era conocido como confesor y hombre santo que, durante más de 50 años, soportó las Llagas de Cristo (los estigmas) en las manos y los pies.

En un libro publicado en lengua italiana por el convento de San Pio, titulado “Il Papa e Il Frate”, de Stefano Campanella, se publicó que el futuro San Pío, una vez, había tenido una conversación muy interesante con Karol Wojtyla, el futuro Papa San Juan Pablo II.

Según Campanella, el padre Wojtyla le preguntó al Padre Pío cuál de sus heridas era la que le causaba el mayor de los dolores. El padre Wojtyla espera que el Padre Pio dijera que era su herida en el pecho, pero en cambio el Padre Pío contestó:

“Es mi llaga en el hombro, que nadie conoce y nunca se ha curado o tratado”

En 2008, cuarenta años después de la muerte del Padre Pío, Frank Rega escribió:


Hubo un tiempo en que Padra [sic] había confiado al hermano Modestino Fucci, ahora el portero de convento del Padre Pío en San Giovanni Rotondo, Italia, que sus dolores más grandes se produjeron cuando cambió su camiseta. El hermano Modestino, como el padre Wojtyla, pensó que el Padre Pío se refería a los dolores de la herida en el pecho. Luego, el 4 de febrero de 1971, al hermano Modestino se le asignó la tarea de hacer un inventario de todos los elementos en la celda del padre fallecido en el convento, y también de sus pertenencias en los archivos. Ese día se descubrió que una de las camisetas del Padre Pío llevaba un círculo de manchas de sangre en la zona del hombro derecho.

Esa misma noche, el hermano Modestino pidió al Padre Pío en oración que lo ilumine sobre el significado de la camiseta manchada de sangre. Le pidió al Padre que le diera una señal, si realmente llevaba la “Llaga del hombro de Cristo”. Luego se fue a dormir, despertándose a la una de la mañana, con un terrible dolor, insoportable en su hombro, como si hubiera sido cortado con un cuchillo hasta el hueso del hombro. Sintió que moriría de dolor si continuaba, pero duró muy poco tiempo. A continuación, la sala se llenó con el aroma de un perfume celestial de flores (el signo de la presencia espiritual del Padre Pío) y oyó una voz que decía:


“¡Esto es lo que tuve que sufrir!”

San Bernardo de Claraval, después de recibir el mensaje de Cristo en relación con el dolor que experimenta en su hombro, trató de fomentar la devoción a la Llaga del hombro de Cristo, y escribió esta oración:


Oración a la Llaga del hombro de Cristo

Oh amado Jesús, manso Cordero de Dios, a pesar de ser yo una criatura miserable y pecadora, te adoro y venero la llaga causada por el peso de vuestra cruz que abriendo vuestras carnes desnudo los huesos de vuestro hombro sagrado y de la cual vuestra Madre Dolorosa tanto se compadeció. También yo, oh carísimo Jesús, me compadezco de Vos y desde el fondo de mi corazón te glorifico y te agradezco por esta llaga dolorosa de vuestro hombro en la que quisiste cargar vuestra cruz por mi salvación. Ah! por los sufrimientos que padeciste y que aumentaron el enorme peso de vuestra cruz, ruégote con mucha humildad, ten piedad de mí, pobre criatura pecadora, perdonad mis pecados y conducidme al cielo por el camino de la cruz.

Se rezan siete Ave María y se agrega:


Madre santísima imprime en mi corazón las llagas de Jesucristo crucificado…
 (Indulgencia de 300 días).

Oh dulcísimo Jesús, no seas mi juez sino mi salvador… (Indulgencia de 100 días).


Fuente - Texto tomado de REINADELCIELO.ORG:

¿Cómo orar cuando estás decepcionado?


La oración

¿Buscamos certezas? Aquí está la más sólida de todas. Del amor de Dios podemos estar siempre seguros, completamente seguros. 

Por: P. Evaristo Sada LC

Seguramente has tenido la experiencia de una decepción, un fracaso, una traición, de cuando talvés alguien que considerabas un buen amigo o un buen socio te da una puñalada por la espalda, un ser querido que desaparece cuando más lo necesitas y te deja en completa soledad, un tiempo prolongado de inestabilidad en tu casa, de un hermano, un hijo o un amigo que se va, de alguien que no cumplió su palabra y tú sufriste graves consecuencias, un sueño en el que has invertido mucho y se te derrumba... Me refiero a la experiencia de haber puesto tus esperanzas en alguien o en algo y que todo se te venga abajo.


Experimentas una gran decepción. Surgen en la mente todo tipo de preguntas. Te cuestionas si fuiste tú el culpable. Dudas de todo y de todos. Como Jeremías, tu también dices:
Maldito el hombre que confía en el hombre (Jer 17, 5)
Y como el salmista:
Mejor es confiar en Yahvé, que confiar en el hombre. (Salmo 118)


Hay personas que en éstas circunstancias se desmoronan, caen en profunda depresión, otros incluso se suicidan. Son situaciones difíciles, a veces muy difíciles, pero también pueden ser muy provechosas. Yo creo que, por más dolorosas que se presenten, son oportunidades de oro para afianzarse y crecer. Cuando se te desmorona un edificio, es una oportunidad privilegiada para construir, ahora sí, sobre roca firme. He tenido experiencias de éstas en mi vida y he podido acompañar a muchas personas en momentos similares y los he visto madurar y superarse como nunca.


Lo que se echa de menos en estas situaciones es la fidelidad. Viene una gran nostalgia de un amor que sea fiel, que no falle, que no pueda fallar. Algo o alguien que dé garantías de estabilidad. El amor no puede pisar sobre arenas movedizas, necesita tierra firme: FIDELIDAD. Y entonces nos acordamos de Dios.

En el contexto bíblico, la fidelidad es sobre todo un atributo divino: Dios se nos da a conocer como Aquél que es fiel para siempre a la alianza que ha establecido con su pueblo, no obstante la infidelidad de éste. En su fidelidad, Dios garantiza el cumplimiento de su plan de amor, y por esto es también digno de fe y veraz. (Benedicto XVI, 11 de junio de 2012).

No porque Dios sea fiel se acabaron los problemas. Él es fiel, pero sus designios no dejan de ser misteriosos. Por nuestra parte, seguimos siendo libres: otro gran misterio. Nuestra relación con Dios, nuestro fiarnos de Dios, no está completamente resuelto en Él. Somos libres y por ello nuestra relación con Él mantiene un carácter fundamental de pregunta.

Si vivimos estos momentos como personas humildes, profundas y coherentes, en lugar de caer en un hoyo, son oportunidades excelentes para crecer en el conocimiento de Dios y en amistad con Él. En tiempos de "arenas movedizas" creo que hay que buscar espacios de silencio y soledad y hacer oración. Este es el consejo de Santiago:
¿Sufre alguno entre vosotros? Que ore. (Santiago 5, 13)

Oremos a Dios
por todas nuestras intenciones
En la oración experimentamos a Alguien que sí es fiel, la Roca firme en la que podemos confiar. Y no es que haya que ir a la oración como un escape o en busca de un sedante, sino en busca de Alguien, del único que es eternamente fiel. A la oración vamos a pisar Roca firme, vamos a abrazarnos a un Amor seguro, a descansar en un Amigo eterno. Dios es y será fiel a su Alianza.


¿Buscamos certezas? Aquí está la más sólida de todas. Del amor de Dios podemos estar siempre seguros, completamente seguros. Lo sintamos o no lo sintamos. A veces dudamos del amor de Dios porque no nos concede lo que pedimos, pero no es que diga "no" sino "te tengo algo mejor"; otra cosa es que no lo entendamos.


Creo que Cristo tampoco entendió que el Padre guardara silencio en su oración en Getsemaní.


Pero más tarde resucitó.


Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/op/articulos/12811/cat/568/como-orar-cuando-estas-decepcionado.html

5 Disfraces con los que Satanás se nos presenta como «ángel de luz» para confundirnos mejor



Son seducciones morales, pero también intelectuales

ReL - 17 de octubre de 2017

San Pablo nos advirtió de que Satanás podría disfrazarse como un "ángel de luz", una idea que ha estado muy presente en la iconografía clásica. Lo recuerda Riccardo Barileen La Nuova Bussola Quotidiana, al tiempo que señala algunos de sus disfraces más comunes en nuestros días:

Entre las dificultades encontradas por el apóstol Pablo en Corinto, estaba la presencia de falsos apóstoles, descritos como un «cualquiera» que predica «un Jesús diferente del que os he predicado» o un espíritu u otro Evangelio diferente que «toleráis tan tranquilos» (2 Cor 11, 4-5). Y hasta aquí todo normal, al menos para San Pablo. Pero lo que sigue es una bomba: «No hay qué extrañarse, pues el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. Siendo esto así, no es mucho que también sus ministros se disfracen de ministros de la justicia. Pero su final corresponderá a sus obras» (2 Cor 11, 14-15). Por lo tanto, Satanás se disfraza con pensamiento o sugestión positiva; y con él, otros se disfrazan como ministros de justicia, también ellos revestidos de una luz que, en principio, parece tranquilizadora.

La pregunta que nos viene enseguida a la mente es: ¿puede suceder esto también hoy? Y si es así, ¿cómo sucede? Un poco de paciencia: antes de pasar al hoy, es necesario centrar algunas cosas.

Ayer


Que Satanás se presente como ángel de luz es lo que sucede en el primer pecado: la serpiente era «la más astuta de las bestias del campo que el Señor había hecho» y su “luminosa catequesis” induce a Eva a mirar el árbol y el fruto de una manera nueva y positiva: «Bueno de comer, atrayente a los ojos y deseable para lograr la inteligencia» (Gen 3, 1.6). La relación entre el ángel de luz y los falsos ministros se delata ya a partir del primer pecado, cuando Adán come el fruto sólo porque se lo ofrece Eva (Gen 3, 6). Hay que añadir que en Pablo los falsos apóstoles no son ni ajenos ni endemoniados, sino personas que se presentan eclesiásticamente como normales; hoy diríamos «complementarios».

La imagen de Satanás como ángel de luz circulaba en la cultura religiosa de la época; esto lo vemos en el apócrifo contemporáneo Vida de Adán y Eva, que narra que tras la expulsión del Paraíso Adán convenció a Eva para hacer penitencia, pero «Satanás, su adversario, se sorprendió y, transformándose en un ángel espléndido, fue al río Tigris donde estaba Eva y al verla llorar presa de un gran dolor, también él se puso a llorar» y la disuadió de la penitencia (n. 9) (para la curiosidad del lector, Adán fue después quien se dio cuenta del engaño).

La imagen y las precauciones permanecieron en la praxis eclesial. Por ejemplo, San Agustín afirma que es importante «saber reconocer atentamente cuando Satanás se disfraza de ángel de luz, para no dejarse engañar y atraer por algún peligro fatal» (Enchiridion 16,60) y, de aquí, pasa a sus ministros: «Hoy Satanás intenta expulsar (a los fieles) de la Iglesia por medio del veneno de los herejes, del mismo modo que hace tiempo nos expulsó del Paraíso con el veneno de la serpiente» (Sermón348/A,5).


En la iconografía medieval y renacentista la serpiente del pecado original tiene, a veces, cabeza femenina: tiene la misma cabeza que Eva en el fresco de Masolino da Panicale († 1440) en Santa María del Carmen en Florencia.

Tiene cabeza femenina también en la tabla izquierda del tríptico El carro del heno, de Hyeronimus Bosch (El Bosco) († 1516); tiene cuerpo de mujer en la monumental serpiente de Miguel Angel († 1564) de la Capilla Sixtina.

¿Imagen negativa de la mujer como tentadora? En parte sí, pero hoy es posible una lectura mucho más intrigante: Satanás «ángel de luz» es tan convincente que su falsa luz se identifica con nuestro propio procesamiento del pensamiento hacia el mal, haciendo que casi no nos demos cuenta de su presencia.

Hoy


Volvamos a la pregunta: ¿puede suceder también hoy? Sí. El rito de los exorcismos recuerda, en el proemio, que el demonio ha sido mentiroso en todos los tiempos y que es el padre de la mentira (Jn 8, 44); entre otras cosas, porque se disfraza de ángel de luz (2 Cor 11, 14). En estos casos no se trata de vejaciones o posesiones: se trata «de la realidad cotidiana de las tentaciones y del pecado, en los que Satanás (…) seguramente está actuando» (Rito de los Exorcismos, Presentación de la Conferencia Episcopal Italiana, n. 7). Más bien percibimos la falsa luz a través de los que se disfrazan como «ministros de justicia». Esto significa que el demonio intenta introducir en los discursos de los hombres de Iglesia -en su mayoría de buena fe- un porcentaje de tinieblas, y lo hace «hablando a Eva con el rostro de Eva» para que así los interesados no se percaten de su presencia y perciban todo como una elaboración personal del pensamiento, es más, como una interpretación más profunda de la fe.

Pero estas «falsas luces» se pueden desenmascarar con una vigilancia o discernimiento ordinarios, también porque repiten una serie de constantes en los contenidos y el método. He aquí algunos ejemplos.

-La falsa luz de otro evangelio. Tanto en 2 Cor 11, 14 como en Gal 1, 6, 8-9 se repiten las expresiones «otro evangelio, evangelio distinto, Jesús distinto, espíritu distinto»: históricamente es la anteposición de la sabiduría helénica o la antigua economía judía a la novedad de Cristo. Para nosotros son encantos superados, pero cada tiempo tiene sus encantos que parecen ser evangelio y no lo son. Por ejemplo, el joven sacerdote Giacomo Biffi, que después fue obispo y cardenal, al confrontarse en los años 70 con ideas que crecían en el pueblo de Dios, escribió: «Todas me parecían bellas y fascinantes, pero no veía en ellas el fundamento evangélico, que después se encontró en la ficción literaria de un manuscrito y que dio origen a un libro de alta ironía teológica (El quinto evangelio), en el que un evangelio distinto justificaba novedades no evangélicas, sino consideradas una vuelta «a las enseñanzas genuinas de Jesús» (p. 18). Aquí nos encontramos con una indicación general de comportamiento más allá de éste o de ese contenido: en cualquier época y, por consiguiente, también hoy, las novedades fascinantes hay que confrontarlas con el Evangelio, con el anuncio cristiano tal como ha sido manifestado por la tradición de la Iglesia y por sus constantes pronunciamientos: todo lo que sea conforme a esto provoca la alegría de sentirse en paz y al seguro; y todo lo que no lo sea, genera una inquietud más allá de la cual es posible ver a Satanás como ángel de luz.


-La falsa luz de las Escrituras contra Cristo y contra el crecimiento de la Iglesia. ¿Qué mejor que citar las Escrituras para disfrazarse de ángel de luz? Lo hizo el demonio en las tentaciones de Cristo, pero fue derrotado por éste que, consciente de su misión, citó otras Escrituras (Mt 4, 1-11). También el primitivismo bíblico e histórico es una falsa luz: citar las Escrituras y la tradición para bloquear lo que ha traído y trae frutos, no escuchando hoy «lo que el Espíritu dice a las Iglesias» (Ap 2,7.11.17.29; 3,6.13.22). Son numerosísimos los ejemplos: Lutero elimina los sacramentos de los que no se habla en el Nuevo Testamento; otros desearían volver a una situación eclesiológica del primer milenio como si lo que hubiera venido después fuera una desviación; se infravaloran la Adoración Eucarística y el Rosario porque se impusieron en una determinada época; si algunos jóvenes (seminaristas) son serios, significa que son «tridentinos» y esto no está bien, etc. En resumen, es citar la Biblia y la historia sin la presencia viva de Cristo y sin la conciencia que es el Espíritu el que hace crecer a la Iglesia. También aquí es posible entrever a Satanás como ángel de luz.


-La falsa luz del alejamiento de la cruz. Cuando Pedro le suplica a Jesús que evite la pasión y la muerte, Jesús le reprende porque piensa como Satanás (Mt 16, 23; Mc 8, 33). Pero también a los demonios que dicen cosas muy justas -Tú eres el Santo, el Hijo de Dios- Jesús les prohíbe hablar (Mc 1, 34; 3, 11; Lc 4, 34; 4, 41) porque esta gloria tiene que derivar de un camino doloroso que aún no se ha puesto en marcha, y sin el cual corre el riesgo de resultar equívoca. ¿Acaso las extremas facilidades de la vida cristiana, la liquidación del ascetismo como neopelagianismo, la concordancia total con el mundo, un cierto intento de simplificar la vida afectiva y el matrimonio, la fácil admisión en la mesa eucarística, no eliminan de facto la cruz? También aquí es posible entrever a Satanás como ángel de luz.

-La falsa luz de la cesión unilateral. La adaptación de la palabra revelada a las distintas culturas y al hombre de hoy «debe mantenerse como ley de toda la evangelización» (Gaudium et Spes 44). Pero cuando sólo queda el prevalente o único principio pastoral que desconoce el mal del mundo y la concupiscencia, es fatal adaptar la palabra revelada más a la concupiscencia que al hombre nuevo creado en Cristo.

-La falsa luz de los ámbitos tranquilizadores, que son fundamentalmente tres: la caridad, la liturgia y la doctrina. Un hombre de Iglesia puede ser muy activo en la caridad y el acogimiento y, protegido por este contexto positivo, puede hacer declaraciones incorrectas o inadecuadas. Otro puede celebrar con reverencias impecables y albas falsamente monásticas con capucha de punta y mangas amplias y, protegido por este contexto positivo, guiñarle el ojo a la cultura gay. Y un tercero puede construir un discurso teológico correctamente estructurado y, protegido por este contexto positivo, hacer declaraciones a diestra y siniestra que son imprudentes o heréticas. Es una técnica de Satanás que se transforma en ángel de luz: situar pequeñas porciones de tinieblas en un cuadro que, de por sí, es luminoso, en la previsión que quien lo recibe vea todo de manera luminosa. Sin demonizar lo que haya de positivo, estamos llamados a ver y separar del resto estas porciones de tinieblas.

La artillería anti-Lucifer: los ángeles custodios


Podríamos continuar -por ejemplo, con el uso de sistemas filosóficos y antropológicos equivocados y ya condenados por la Iglesia-, pero concluimos aquí.

Naturalmente, es obligatorio citar a Santiago 1, 14: «A cada uno lo tienta su propio deseo cuando lo arrastra y lo seduce». Por lo tanto, no todos los errores están causados por Satanás que se transforma en ángel de luz, y el límite entre la vanidad de decir algo contracorriente (es la concupiscencia del intelectual) y la tentación demoníaca sólo lo conoce Dios. Por consiguiente, cuanto hemos escrito antes no ha sido hecho para acusar a alguien de ser un endemoniado o para afirmar que ha sido vencido por una tentación satánica. Ha sido escrito para abrir los ojos de todos, para que vigilen, porque ciertas luces pueden ser un artificio del diablo, y para que desenmascaren a los ministros de justicia. Sucedía en los tiempos de San Pablo. ¿Por qué no debería suceder también hoy?

Al mismo nivel hay, sin embargo, una artillería antiaérea: ¡el ministerio de los ángeles! El 29 de septiembre, fiesta de los tres arcángeles, la Iglesia reza para que nuestra vida en la tierra esté defendida por quienes, sirviendo a Dios en el cielo, están siempre en su presencia.



Y esta oración es constante. La Iglesia, «consciente siempre que “vienen días malos” (Ef 5, 16), ha rezado y reza para que los hombres sean liberados de las insidias del Maligno» (Proemio, Rito de los Exorcismos). Si también nosotros rezamos con la Iglesia, estaremos a salvo.

Favor leer:

Oraciones a los Arcángeles: San Miguel - San Gabriel y San Rafael

Fuente - Texto tomado de RELIGIÓNENLIBERTAD.COM:
https://www.religionenlibertad.com/cinco-disfraces-con-los-que-satanas-nos-presenta-como-angel-59966.htm